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UNIVERSIDAD CRISTIANA

EVANGELICA NUEVO MILENIO


(UCENM)

Asignatura
Derecho Penal

Campus
Santa Rosa de Copán

Tema
Resumen sobre la teoría del delito

Catedrático
Abogado Rene David Díaz Rodríguez

Alumno
Benito Irrael Martínez Rodríguez
Cuenta
323450030

FECHA DE ENTREGA
25-02-2024
Resumen

El delito siempre ha existido, con mayor o menor recurrencia, con mayores o


menores hechos de sangre, por fines de honor, de lucro, o inclusive por
necesidad. Las sanciones de las conductas que con el tiempo se han tipificado
por el legislativo, como delitos
La teoría del delito
Es la parte de la ciencia del Derecho Penal que se ocupa de explicar qué es el
delito en general, es decir, lo disgrega en sus partes, para realizar el estudio
específico de cada uno de esos componentes. La Teoría del Delito se refiere a
los requisitos que deben cumplirse para considerar que un acto constituye un
delito. Es fundamental comprender estos requisitos para poder juzgar
adecuadamente una conducta delictiva. Imagina que Juan mata a Luis,
¿deberíamos condenarlo por homicidio sin considerar las circunstancias?

Aquí es donde entra en juego la Teoría del Delito, que nos ayuda a entender
que no todos los actos son delitos y que su gravedad puede variar. Veamos los
elementos esenciales de esta teoría.

Concepto de delito
La palabra delito deriva del verbo latino delinquiere, que significa abandonar,
apartarse del buen camino, alejarse del sendero señalado por la ley.44 En la
actualidad, se encuentran diversas definiciones de delito, una de ellas la que
determina el artículo 7 del Código Penal Federal, mismo que lo conceptualiza
como el acto u omisión que sancionan las leyes penales. Autores como Rossi,
Carrara, Frank, Tarde, Wundt y Wulffen, han formulado diferentes definiciones,
todas ellas enfocadas a que el delito es una conducta, ya sea por acción u
omisión, que cambia materialmente la realidad, la transforma y trae
consecuencias jurídicas.
Los elementos del delito
son el conjunto de características que componen el delito, es decir, aquellas
que tiene cualquier hecho delictivo para ser considerado como tal. Dichos
elementos, se estudian según la teoría general del delito dentro del derecho
penal.
Conducta
La conducta, es el elemento principal del delito. Cómo se puede percibir por su
nombre, esta es la que define el comportamiento humano, ya sea, positivo o
negativo por el que se produce un resultado delictivo.

Determinar los efectos positivos y negativos de la conducta, es importante para


establecer la responsabilidad por los daños causados.

Referente a los efectos positivos, es cuando se produce una acción voluntaria


por comisión, o sea, la persona ejecuta la acción delictiva con intención.

En los actos negativos, es cuando hay ausencia voluntaria de la conducta, es


decir, en circunstancias se produce un no hacer voluntario. Un hecho que, por
su forma de acción se conoce como Omisión, donde el sujeto activo impide que
se produzca la conducta no permitida por la ley.

Se entiende que hay ausencia de la conducta en casos como:

La fuerza humana física superior e invariable se ejerce en contra de voluntad


de alguien, conocida como Vis absoluta.
La vis mayor, una fuerza mayor imposible de evitar o prever qué proviene de la
naturaleza.
Otros: Actos reflejos, hipnosis, estados de inconsciencia como el sueño o el
sonambulismo.
Tipicidad
Una vez identificada la conducta, se determina en el plano real recogido en la
legislación. Esta es un elemento para configurar el delito. Si no hay tipicidad, el
delito no puede existir. En ese sentido, el acto delictivo debe considerarse
como tal dentro del código penal.

Antijuridicidad
Este elemento aparece como consecuencia de la tipicidad. En derecho penal,
es un elemento del delito que hace referencia a los actos que incumplen alguna
norma explícita del ordenamiento jurídico. Es decir, cuando la conducta
realizada es contraria al derecho y permite determinar que el hecho cometido
es una infracción, por lo tanto, se aplicará la pena en consecuencia.

Culpabilidad
Ante una acción antijurídica, el juicio que se aplica al sujeto es la culpabilidad.
Así pues, la culpabilidad es la posición en la que se sitúa una persona
imputada y responsable del incumplimiento de la ley, que pudiendo haber
optado por una conducta adecuada no lo hizo y, en consecuencia, el juez le
declara merecedor de una pena

No existe un consenso exacto y universal respecto a cuáles son los elementos


del delito, ya que existen variaciones al respecto en las distintas jurisprudencias
de los países. Éstos se clasifican en positivos o negativos, dependiendo de si
conducen, respectivamente, a la condena o a la absolución del acusado.

A grandes rasgos son los siguientes:

Sujetos del delito: Las personas o individuos involucrados en el cometimiento


de un delito, y que de acuerdo a su rol en el mismo pueden ser:
Sujeto activo: La persona física que comete el delito penal.
Sujeto pasivo: La persona que sufre el delito, ya sea una persona personal
(persona física) o persona impersonal (persona jurídica o moral).
La acción del delito: Todo delito implica una acción u omisión voluntaria
llevada a cabo por un individuo (actus reus), y que da origen al delito. Dichas
acciones deben ser intencionales, voluntarias y conscientes, de modo que un
sonámbulo, un demente o una persona inconsciente no son culpables de las
acciones u omisiones cometidas, como tampoco lo es un epiléptico de los
espasmos de su cuerpo.
La tipicidad del delito: Se llama “tipicidad” a la adecuación de la acción a los
delitos tipificados en la ley, o sea, al tipo de delito del que se trata, cuáles son
sus características y elementos prohibitivos, etc. A fin de cuentas, todo lo que
sea ilegal debe estar contemplado en la ley.
La antijuridicidad del delito: Cuando se habla de “antijuridicidad”, se refiere
exactamente a lo opuesto al derecho: a que un acto es en esencia contrario al
ordenamiento jurídico vigente. Así, los delitos son actos antijurídicos,
declarados como tales cuando se los compara con lo contemplado en el
ordenamiento jurídico de la nación. Los eventos antijurídicos carecen de
justificación posible, ya que incumplen una norma jurídica explícita.
La culpabilidad del delito. En este caso se trata de una relación psicológica
del autor del delito respecto al acto cometido, de acuerdo a cuatro formas
generales de culpa o responsabilidad:
Imprudencia. Cometer un delito por acción, pudiendo hacer de más para
evitarlo.
Negligencia. Cometer un delito por inacción.
Impericia. Cometer un delito debido a carecer de los conocimientos mínimos
necesarios para hacer lo que se hacía.
Inobservancia de reglamentos. Ocurre cuando se vulneran las reglas
conocidas (por ende, cayendo en imprudencia) o cuando teniendo
conocimiento de que existen reglamentos, se los desconoce (cayendo,
entonces, en negligencia).
Punibilidad del delito. Este elemento, muy debatido en ciertos órdenes
jurídicos, supone la existencia de una pena imponible una vez probados los
demás elementos del delito para el caso en cuestión.

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