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Punto Final es «democrático y de avanzada» decía el editorial del primer número de PF. La revista,
que cumple 50 años, se ponía al servicio de las grandes masas, se comprometía a no encajonarse en
fronteras artificiales ni rehuir la polémica. PF sería mucho más que un órgano informativo. Desde
Punto Final es «democrático y de avanzada» decía el editorial del primer número de PF. La revista, que
cumple 50 años, se ponía al servicio de las grandes masas, se comprometía a no encajonarse en fronteras
artificiales ni rehuir la polémica. PF sería mucho más que un órgano informativo. Desde mediados de la
década de los 60 y hasta el golpe militar -que es el periodo que tratamos aquí- se convirtió en un punto
información sino también un puente con los movimientos sociales y políticos en el mundo, con sus
formas de organización, su pensamiento y las bases de su historia. Sería también PF una suerte de
tribuna escrita para debates y polémicas. En sus Sección Internacional o Por el Mundo, en los
colaboradores de otros países que enviaron sus trabajos. Solo algunos son aquí mencionados.
Las experiencias de la lucha del pueblo de los dos Vietnam frente a la guerra y las agresiones
de fondo más importante. Observarlas permitía desentrañar la estrategia -la anunciada y la oculta- de los
Producto de sus observaciones sobre Vietnam, donde había viajado integrando una delegación de la
reportaje (PF Nº 8, enero de l966). La República Democrática de Vietnam estaba bajo los bombardeos
de EE.UU. Parte del horror de la agresión y del espíritu de resistencia vietnamita apareció en sus
entrevistas. El Dr. Le-van-Ky, director del sanatorio de Than Hoa, narró los acontecimientos del 8 de
julio de 1965, cuando cuarenta cazas a reacción yanquis habían efectuado tres raids consecutivos sobre
el hospital dando muerte a diez de sus médicos, numerosos enfermeros, pacientes y personas ajenas a la
institución. De Than Hoa y su entorno no quedó nada. La misma suerte corrió el hospital para leprosos
de Quynh-lap a orillas del mar, considerado uno de los más modernos del sudeste asiático con una
capacidad de dos mil pacientes y rodeado de escuelas, teatro y salas de música. En ediciones posteriores,
PF entregaría un vasto documento sobre Vietnam, de Régis Debray, Augusto Carmona y Mario Díaz, y
artículo el «fraudulento Plan de Paz», del presidente Richard Nixon, y el rol que jugaría la llamada
Y CUBA…
En mayo del 68, PF publicaba el discurso de Fidel Castro del 19 de abril, con ocasión del aniversario de
la victoria de Playa Girón. Fidel destacaba los primeros frutos de la disciplina, la experiencia y la
metodología de los cuadros militares en actividades civiles, entre otras el apoyo de la aviación a la
actividad agrícola.
1970 debía ser un año clave para Cuba en lo económico, escribía el periodista Luis Carrera desde La
Habana. Reflejaba avances y dificultades en el cultivo de la caña y de los cítricos, en el sistema de riego
y en la producción de café y de arroz. El periodista Víctor Vaccaro agregaba en otra nota el desarrollo de
ignoraba la dificultad mayor del desarrollo en esos años: la precariedad del abastecimiento de petróleo.
Los abastecimientos de crudo de la Unión Soviética venían en aumento, pero las necesidades de las
industrias eléctrica, azucarera, del cemento, níquel y otras, los hacían insuficientes. Se haría sentir pronto
senadora socialista María Elena Carrera entregaba un testimonio de su visita a la Isla de la Juventud.
entre los gobiernos latinoamericanos y Estados Unidos, a las misiones militares norteamericanas en el
continente, sus escuelas antiguerrilleras y el apoyo al rastreo de insurgentes. Manuel Guerrero daba
cuenta de la misión de las fuerzas yanquis estacionadas en Panamá bajo excusa de defender la vía
interoceánica. Entre las once bases navales, subrayaba la que albergaba al Comando Sur que controlaba
las misiones y fuerzas militares norteamericanas en el área, y la de Fort Gulik, en la Bahía de Cristóbal,
adelante, diversas informaciones develaban otros aspectos. En agosto de l968, PF denunciaba una nueva
organización, con sede en Houston, Texas, y que en ligazón con la CIA y los proyectos de
investigaciones sociales del Pentágono reclutaba jóvenes en América Latina para un trabajo similar al de
los Cuerpos de Paz. Era la Organización de Amigos de las Américas (ADLA). Se recogía también una
información de la revista uruguaya Marcha sobre la colaboración entre la Agencia Internacional para el
Al apoyo económico y técnico a los medios de derecha -del que la Sociedad Interamericana de la Prensa
(SIP) era cómplice- se sumaba la acción del Departamento de Comunicaciones de la CIA, a través de la
impresión y difusión de folletos y libros anticubanos. El periodista Pedro Duno rescataba el caso de
Venezuela, donde la CIA lanzaba, bajo el sello Bárbara, de Caracas, folletos y revistas para desprestigiar
a Cuba. Pablo Farellón, desde Montevideo, informaba de la creación, por las Fuerzas Armadas
Conjuntas, del Departamento de Operaciones Psicológicas, destinado a crear en Uruguay una opinión
pública favorable a la represión. El plan elaborado por asesores yanquis y brasileños se puso en marcha
cuando en las cárceles uruguayas se hacinaban más de cinco mil presos políticos.
Estados Unidos y Europa, era privilegiada en PF. Desde New Bruns-wick, en Nueva Jersey, Alberto
Ciria trazaba un cuadro de dos organizaciones de jóvenes activistas norteamericanos -Students for a
Democratic Society y Students Afroamerican Society- cuya cuna había sido la Universidad de Columbia
y que se manifestaban contra la guerra de Vietnam y contra la miseria en los guetos de Estados Unidos.
Uno de los pasos propuestos era la «politización» de los profesores de las universidades. Se leía a
Herbert Marcuse, teórico de la «Nueva Izquierda», y la imagen del Che Guevara dominaba en los
Alemania y Francia. Daniel Cohn-Bendit, que fue uno de los voceros e impulsores del movimiento
estudiantil francés, era perseguido por las autoridades francesas. Sus declaraciones sobre la necesidad de
politizar las universidades, hacer de la discusión política un «bastión» y rechazar el papel que el sistema
En América Latina, 1968 fue el año de la masacre de la Plaza de Tlatelolco, el 2 de octubre, que además
de más de 1.000 muertos y 350 presos políticos, había provocado la ocupación militar de la Universidad
numerosos intelectuales franceses con Jean Paul Sartre a la cabeza y de las organizaciones
Argentina. Este logró paralizar en un 90 por ciento al país. La agitación estudiantil precedía los
incidentes de Córdoba -barricadas, manifestaciones y represión (29 y 30 del mismo mes)- que revelaron
la emergencia de los estudiantes secundarios como una nueva fuerza y la participación de miembros de
la Iglesia Joven. En Venezuela, por el mismo tiempo, se desarrollaba el movimiento estudiantil surgido
dirigentes de la Federación de Estudiantes Universitarios que habían expresado su solidaridad con los
presos políticos. En Perú, la represión de 1968, coordinada con la que se ejercía en Bolivia, había
Paralela a las denuncias de masacres de campesinos en la zona de Espíritu Santo y en regiones del
nordeste, se denunciaba en Brasil la represión que llevó a copar las cárceles de ese país, y que significó
una serie de asesinatos de campesinos, trabajadores y estudiantes en Sao Paulo. Sin recurso de habeas
corpus , incomunicados y víctimas de torturas, los presos políticos brasileños sufrieron la represión de la
elite militar especializada en las técnicas que franceses y norteamericanos habían adquirido en las
guerras de Vietnam y Argelia. En Nicaragua, los estudiantes venían participando activamente en la lucha
En Ecuador, un año de intensa represión fue 1971: el ejército dio muerte al estudiante René Pinto y
apareció masacrado el cuerpo del presidente de la Federación de Estudiantes, Milton Reyes. Un reportaje
del periodista Enrique J. Fernández daba cuenta de esa represión y recordaba que en todos sus gobiernos,
el presidente Velasco Ibarra había reconocido su aversión a las universidades. El periodista citó en su
reportaje una declaración de Velasco Ibarra: «Todos los pueblos sufren… Hay que acostumbrar al
Ecuador a que sufra de vez en cuando una sacudida». La sacudida había significado deportaciones y
asesinato de treinta estudiantes de la Universidad de Guayaquil, la clausura por dos años de los centros
LA INSURGENCIA GUERRILLERA
En una suerte de balance de l967, el periodista uruguayo Carlos Núñez escribió: «El año 1967 marca el
Revolución Cubana y la reaparición del Che como los dos factores más importantes que avalaban esa
afirmación. Señalaba además los núcleos guerrilleros en proceso de reorganización en Bolivia y Perú y
Guatemala.
En Venezuela las guerrillas de las FALN eran combatidas por el ejército en los Estados Yaracuy, Lara y
Falcón, y todo el norte, casi hasta el límite con Colombia. El MLN-Tupamaros se organizaba en
Uruguay. El documento «Tupamaros: germen de la lucha armada en Uruguay» que acompañó la edición
de PF Nº 58, informaba a sus lectores sobre el origen y desarrollo de los Tupamaros. La entrevista
incluía «30 Preguntas a un Tupamaro», el primer documento público del Movimiento, que describía la
realidad política uruguaya, se refería a la crisis, sobre todo económica, que vivía el país y consideraba
factores como el grado de sindicalización de los trabajadores, la Izquierda en su conjunto, y entre otras,
las bases materiales de la lucha armada. Un año más tarde, el MLN-Tupamaros se había ganado la
confianza popular en Uruguay y notoria presencia en el exterior. Algunas de sus acciones -los asaltos al
Casino San Rafael y a la Financiera Monty- fueron relatadas para PF por Máximo Humbert. Las
informaciones hablaban sobre torturas y asesinatos practicados por escuadrones de la muerte de las
FF.AA.
La figura emblemática del periodista revolucionario Jorge Masseti, el Comandante Segundo, del EGP de
Argentina, no se olvidaba; era recordada en referencia a la guerrilla que había operado en Salta en 1964.
las organizaciones revolucionarias argentinas: Fuerzas Armadas de Liberación (FAL), Fuerzas Armadas
Peronistas (FAP) y Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR). Eran del periodista Héctor Víctor Suárez,
distribuidas por la agencia Prensa Latina. La primera de ellas, a la organización Montoneros, la precedía
una nota sobre lo que Ricardo Eliaschev llamaba el «país de ficción» y «el país real» y el efecto del
«Cordobazo». Las entrevistas a otros dirigentes se fueron sucediendo. Desde l972 el regreso de Perón a
Argentina y las perspectivas de la Izquierda serían también materia de análisis del mismo periodista. La
masacre de prisioneros políticos en la base Almirante Zar, en Trellew, que costó la vida a 19
revolucionarios, conmovió en 1972 a América Latina. La masacre fue una venganza por la fuga a Chile
Bolivia vivió todo ese periodo en efervescencia política y social. Tras el asesinato del Comandante
Ernesto Che Guevara y sus compañeros, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) anunciaba que Guido
(Inti) Peredo estaba al mando de un nuevo foco guerrillero. En otro comunicado afirmaba que «la
guerrilla no ha muerto» y que el objetivo era siempre la liberación de América Latina. Inti Peredo sería
entrevistado por última vez por el periodista Hernán Uribe. La figura de Inti fue evocada en PF por su
hermano, el periodista Antonio Peredo Leigue, en un artículo que destacaba la resistencia histórica de
mineros y campesinos bolivianos a la explotación y represión. En ese mismo número PF publicaba los
testimonios de los combatientes internacionalistas cubanos Pombo, Urbano y Benigno, sobre el combate
del Yuro en que fue herido y capturado el Che Guevara. La atención de PF sobre la lucha revolucionaria
en Bolivia alcanzó su máxima expresión con la publicación del Diario del Che , cuya copia PF hizo
frente a la URSS. En su editorial señalaba la «grave torpeza política al patrocinar la intervención militar
de Checoslovaquia». PF constataba las reservas que, en países socialistas como Cuba, despertó esa
invasión y reiteraba el sentido verdadero del internacionalismo proletario. Junto con un nutrido análisis
del proceso checoslovaco y de las relaciones entre los países socialistas de Europa del Este, el número
63 de PF señalaba que quienes aplaudían esa «curiosa forma» de intervención militar en un país
socialista son los mismos que «desdeñan y boicotean el carácter continental de la lucha de liberación en
América Latina»
(*)
Periodista. Perteneció al equipo de PF hasta 1973. Estuvo exiliada en Nicaragua y Canadá.
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