Sei sulla pagina 1di 13

UNIVERSIDAD ESPAÑA

HOTELERIA Y TURISMO

SEXTO CUATRIMESTRE

CONCEPCIONES DEL SER HUMANO.

LA CONSTRUCCIÓN DE LA CONDICIÓN HUMANA.

CATEDRÁTICA: MPs. ALEJANDRA PIÑA MARTÍNEZ.

ALUMNA: VALERIA ELIZABETH FIGUEROA ORTIZ.

DURANGO, DURANGO. MAYO DE 2023

1
CONTENIDO
Introducción

1. La construcción de la condición humana.


1.1 A partir de la dimensión social.
1.2 A partir de la ética.
1.3 A partir de la política.

Conclusión.

Referencias.

2
INTRODUCCION
En este primer Trabajo de Investigación de la asignatura de
Concepciones del Ser Humano, se desarrollará como tema principal “La
construcción de la condición humana”, este relacionándose con los subtemas
que son, la ética, la política y la dimensión social.

El propósito de este trabajo es describir la condición humana desde la


perspectiva de varios autores, la oración que forma a los humanos debe
sintetizarse en dos dimensiones: externas e internos; El cuerpo y el estado
de ánimo; El material y lo espiritual. Cada persona es una novedad radical,
no podemos reducirlos a una cosa, a otra realidad dada. Hay una realidad
única en cada persona que solo proviene de ella. Del mismo modo,
básicamente puedes hablar de la persona no solo tan biológicamente.

En su sentido más amplio, la condición humana debe entenderse como


un conocimiento innato y práctico, que se caracteriza y aplica
transdisciplinaria en cada disciplina, por lo que se afirma principalmente la
comprensión de los niveles de realidad, terceros y complejidad.

3
LA CONSTRUCCIÓN DE LA CONDICIÓN HUMANA.
Se ha dicho que el ser humano es una unidad psico-somática, dinámica,
multidimensional. Esta afirmación pone en evidencia la complejidad de la realidad
humana, tanto en lo estructural como en su desarrollo personal.

El conjunto que conforma al ser humano se ha venido a sintetizar en dos


dimensiones: la exterioridad y la interioridad; lo corporal y lo anímico; lo material y
lo espiritual. La primera, la exterioridad, se refiere a lo propiamente corporal (soma
[σώμα], en griego; basar, en lengua hebrea). La segunda dimensión abarca lo que
se ha venido a llamar alma (psiké [ψυχή], en griego; nefesh, en la cultura semítica;
ánima, en lengua latina) y espíritu (pneuma [Pneuma], en griego; ruah, en lenguaje
bíblico). Todo ello forma una unidad: la persona humana. Nos movemos aquí en el
campo de la antropología judeo-cristiana; la cual tiene mucho de filosófica, pero no
se reduce a ella.

No hay partes de un todo sino dimensiones diferentes, aspectos de una


totalidad. Cuando me relaciono con el mundo exterior, material, que me rodea, soy
cuerpo; cuando pienso, quiero, recuerdo, soy alma; cuando siento que puedo
trascender el tiempo, romper la barrera de lo limitado, soy espíritu.

Orientado por esta perspectiva considero al ser humano como un ser


trascendente e integral. Entiendo la trascendencia como un “ir más allá” –atravesar
subiendo- de las propias fronteras personales y “lo integral” como un conjunto de
elementos íntimamente relacionados. En este sentido, las dimensiones que
conforman al ser humano se auto implican, se afectan una a otra; configuran la
persona en el aquí y ahora de su existencia, a la vez que lo abren a un “más allá”
que lo desborda.

Estas dimensiones están tan estrechamente unidas que cuando una persona
se ve afectada en una de ellas, por ejemplo cuando le acaece una enfermedad que
atrofia uno de sus órganos, suele des-animar-se afectando su vida interior; lo mismo
sucede con el que pasando por una turbulencia emocional –una depresión, por
ejemplo- ve cómo esta afecta su parte corporal. (Ramírez, 2020)

4
Entonces hablamos de una situación psico-somática. Por consiguiente, no
podemos renunciar a una concepción unitaria del ser humano, la cual exige, a su
vez, un cuidado que abarque todas sus dimensiones.

En nuestros días se insiste mucho en la búsqueda de salud integral. Así lo


expone Celso Rivas Balboa: “Las diversas áreas de nuestra salud integral (holista)
pueden concebirse como dimensiones de una esfera (holos) en la que aquéllas se
entretejen, cruzan y armonizan: genética, herencia, biología, psicología, sociología,
moral, ética, estética, religión y espiritualidad.”

Es necesario recuperar esta comprensión del ser humano como una unidad
unitaria, una realidad holística y sistémica. En tiempos resientes tal vez sea C.G.
Jung quien mejor ha valorado una antropología de este tipo al evitar poner fronteras
entre el cosmos y la vida, la biología y el espíritu, el cuerpo y la mente, lo consciente
y lo inconsciente, lo individual y lo colectivo. Todos ellos elementos constitutivos de
la persona.

Puesto que el hombre es un ser multidimensional, son diversos los factores


que deben ser tenidos en cuenta en su desarrollo integral. “El valor técnico de la
producción debe ir acompañado del valor ético de la producción social y espiritual.
Una vez que hemos construido la economía de los bienes materiales, importa
desarrollar urgentemente la economía de los bienes humanos.” El equilibrio
multidimensional del ser humano y la complejidad social son inseparables.

Las tres dimensiones que constituyen al hombre, y que hemos señalado más
arriba, nos remiten a tres niveles de relación: con las cosas (en cuando ser
corpóreo); con los demás (en cuanto realidad psíquica); con un ser trascendente
(en su dimensión espiritual). Así, en su proceso de realización el ser humano se va
“haciendo” gracias a una triple racionalidad básica: con el mundo, con los otros y
con el ser absoluto. La condición humana se va desarrollando como se desata un
nudo en todas las direcciones: hacia arriba, hacia abajo, hacia los lados. Es el
resultado “del conjunto de sus relaciones totales”.

(Ramírez, 2020)

5
La primera relación, la más inmediata, la tiene el hombre con el mundo.
Debemos tener en cuenta que el término mundo tiene distintos significados.
Decimos mundo cuando nos referimos a la naturaleza; lo pensamos como escenario
donde se lleva a cabo el drama de la vida humana; llamamos así al planeta Tierra;
utilizamos la expresión “fulano vive en su propio mundo” cuando nos remitimos al
ámbito personal del concepto; referimos el término, también, al hablar de la vida
social. Esta condición polisémica del término mundo hace que la relación hombre-
mundo adquiera un carácter englobante. Para el tema que nos ocupa basta con
enfatizar, en unas breves líneas, el mundo como naturaleza y como escenario.

Cuando Julián Marías se refiere al mundo en cuanto naturaleza piensa en la


realidad que el hombre se encuentra de modo inmediato, a la cual necesita
adaptarse e interpretar para luego transformar. De modo que la relación del hombre
con el mundo no es de manera estática, sino dinámica. No solo está en el mundo si
no que es en el mundo.

Avanzando un poco más, debemos recordar que el ser humano comparte


escenario con otros actores. “Su proyecto tropieza con el prójimo…la vida del
prójimo aprieta la suya”. De ahí la convivencia.

Es el segundo nivel de relación que se desprende de su estructura personal.


Este nivel de relación tiene que ver con la dimensión psíquica de la persona (la
psiké). Nos dice Julián Marías: “Vivir es para el hombre, a la vez, estar en el mundo
y convivir: son dos modos irreductibles e inseparables de la esencial dimensión
humana de ser con. Dicho en otros términos, el mundo del hombre es doble, y a esa
duplicidad corresponde su íntima constitución ontológica. Si la circunstancia es, por
una parte, ‘naturaleza’, por otra, es ‘sociedad’” Marías llama, muy atinadamente,
convivencia a la relación del hombre con sus semejantes y coexistencia a su
relación con los animales y las cosas.

Viktor Frankl nos ha hablado de la cualidad auto-trascendente del ser


humano, con lo que se refiere al “hecho intrínseco de que el ser humano se relaciona
y se centra siempre en algo diferente a sí mismo: mejor dicho, algo o alguien
diferente a sí mismo”. (Ramírez, 2020)

6
El tercer nivel de relación que se desprende de las dimensiones que
estructuran al hombre, tal como lo hemos expuesto más arriba, se refiere al
encuentro con un ser absoluto. ¿Realmente está el ser humano diseñado para tal
relación? Pienso que aquí está en juego la aceptación o no de que el ser humano
se abra a lo trascendente. Las antropologías modernas no se cierran a esta
posibilidad. Kierkegaard, por ejemplo, distinguía en el hombre el estadio estético
(sentir), el ético (pensar y decidir), y el religioso: capacidad de relacionarse con el
Absoluto. Por su parte, Viktor Frankl ha dedicado gran parte de su producción
bibliográfica a la profundización de este tema.

De los escritos de Viktor Frankl podemos deducir que esta tendencia le viene
al hombre gracias a la presencia del trascendente en él, cuya voz es la conciencia.
La presencia del trascendente en el hombre es anterior a su acto trascendente. Es
ontológicamente anterior. Habla este autor, en este sentido, de inconsciente
espiritual. Dice: “es en las profundidades de este inconsciente espiritual donde se
llevan a cabo las grandes decisiones existenciales.” Esta categoría acuñada por
Frankl le permite hablar del “inconsciente trascendente” y de “religiosidad
inconsciente”, la cual, según él, “debe entenderse como una relación latente con lo
de trascendente que hay inherente en el hombre.” Afirma: “Por regla general, una
persona religiosa puede encontrar un sentido antes o, digamos, más fácilmente que
una no religiosa.”

El inconsciente espiritual tiene, para Frankl, capacidad decisoria. Por lo que


no podemos cerrarnos a la posibilidad de que sea la presencia del trascendente en
la persona quien haga que este salga de sí mismo, renunciando a su búsqueda
egoísta, y se abra en función de los demás.

“Nosotros afirmamos –dice- que el inconsciente religioso, o lo que viene a ser


lo mismo, el inconsciente espiritual, es un estado inconsciente con capacidad
decisoria, más que un estado obligado a seguir el impulso del inconsciente. Tal y
como lo vemos nosotros, el inconsciente espiritual y más aún, sus aspectos
religiosos, es un agente existencial, más que un factor instintivo.”

(Ramírez, 2020)

7
En definitiva, “el ser humano se caracteriza por surgir como una abertura
ilimitada: hacia sí mismo, hacia el mundo, hacia el otro y hacia la totalidad. Siente
en sí una pulsión infinita, aunque solo encuentra cosas finitas. De ahí su permanente
insatisfacción y falta de plenitud.” Este pensamiento será abordado más
detenidamente en el segundo capítulo de nuestro trabajo donde reflexionaremos en
torno a la intradistancia humana.

Lograr la armonía de ese conjunto que somos se presenta como un


“problema” por resolver. La vida misma lo es; no en el sentido de que sea
problemática –que también lo es- sino en el sentido de tener que hacerse
responsable de ella. Todo esto tiene que ver con la orientación que el hombre le da
a su existencia, la valoración que hace de lo que le rodea, las decisiones que toma;
las opciones que asume. “Aquí es donde intenta encontrar su lugar la pregunta por
el sentido global de la «vida» propia y ajena, la salud integral, la calidad de vida, el
valor de las relaciones familiares y sociales y el mundo de los valores globales”.

Por consiguiente, si nos concebimos como seres humanos integrales,


necesitamos un proyecto de vida integral, que alimente todas las dimensiones de la
vida. Hoy sabemos que existen ejercicios para trabajar en ello. Una sana
alimentación y actividad física constante ayudan al cuidado corporal; la reflexión,
que permite “un estilo cognitivo peculiar” y un sano “clima emocional” fortalece la
psiké, permitiendo el “uso correcto de la razón” y la “robustez personal”; la
meditación, por su parte, alimenta la dimensión espiritual de la persona, ayudándolo
a formarse un “esquema axiológico” que le permita centrar la propia existencia. Todo
esto conforma lo que se ha venido a llamar ‘filosofía de vida’.

Pero el mundo, a juicio de Marías, no es solo naturaleza; sino que también


es el escenario donde el hombre se autoconstruye: “El mundo es, antes que
conjunto de cosas, escenario […] pasar y quedar, transcurrir y permanecer, son las
formas intrínsecas de la vida, y a ello responde el carácter escénico del mundo,
donde acontece todo lo que pasa, cobrando allí sentido y unidad de significación”.

(Ramírez, 2020)

8
1.1 A PARTIR DE LA DIMENSIÓN SOCIAL.

La dimensión social se organiza en torno a la interacción con otras personas.


Supone la expresión de la sociabilidad humana característica, esto es, el impulso
genético que la lleva a constituir sociedades, generar e interiorizar cultura, y el
hecho de estar preparada biológicamente para vivir con otros de su misma especie,
lo que implica prestar atención a otro humano necesariamente presente, y la
sociabilidad, o capacidad y necesidad de interacción afectiva con semejantes,
expresada en la participación en grupos, y la vivencia de experiencias sociales.

Enfatiza en la diversidad de aspectos que permiten a la persona interactuar


con otras personas, para lo que son esenciales la existencia de otros con conciencia
de sí mismos, el lenguaje y la intención de comunicar. Es un componente esencial
para la vida y el desarrollo humano al resultar imposible ser humano en solitario.

La persona nace en una sociedad (antes de nacer ya se está condicionado


por una variedad de aspectos sociales.

La construcción de la propia identidad es otro de los procesos sociales


básicos. La conciencia de que existen otros conduce a la adquisición de la idea de
uno mismo. El proceso de identificación va a permitir a la persona descubrir el
significado de su propia existencia y la construcción de su proyecto vital, aspecto
éste imprescindible para la autorrealización. En el contexto de la interacción con
otros, la persona puede diferenciarse de los demás y reconocer sus similitudes con
ellos. Obtiene así, entre otros, sentido de su cuerpo y de sí misma como algo que
permanece aunque esté en cambio continuo; o la creencia en la propia valía.

(Fernández, 2017)

9
1.2 A PARTIR DE LA ÉTICA.

Entre otras muchas cosas, la ética contribuye a formar seres humanos


autónomos capaces de razonar, decidir y encontrar por sí mismos el sentido
que quieran darle a su vida. Seres conscientes, actores de su vida, capaces
de interactuar con el prójimo, la comunidad y con su entorno. La Ética sirve
para conocer y valorar el significado de la dignidad personal, de la libertad,
del bien y de la verdad, además de ayudar a reflexionar sobre los principios
que orientan la conducta. De hecho, conocer los valores y escoger los
adecuados para que sean el fundamento de la conducta es esencial para la
consecución de una vida feliz. Además, la Ética permite adquirir una
independencia de criterio y juicio crítico, mediante la reflexión racional.
También a consolidar hábitos de conducta moral que ayudan a planificar la
propia vida. A valorar y respetar la igualdad de derechos y oportunidades de
todas las personas, con independencia de su sexo, y rechazar los
estereotipos y cualquier discriminación. A fortalecer las capacidades afectivas
en todos los ámbitos de la personalidad y en sus relaciones con los demás,
así como rechazar la violencia, los prejuicios de cualquier tipo, los
comportamientos sexistas y resolver pacíficamente los conflictos. A saber y
entender que sin responsabilidad no hay libertad. A aplicar correctamente
criterios para elaborar las mejores normas morales que permitan guiar la
conducta para que esta no sea una simple respuesta instintiva o improvisada
a las dificultades o circunstancias que la vida plantea.

A nivel colectivo, la ética contribuye a asumir responsablemente los


deberes y ejercer los derechos en el respeto a los demás, practicar la
tolerancia y la solidaridad entre las personas, y a ejercitarse en el diálogo
afianzando los valores comunes de una sociedad participativa y democrática.

(Laborda, 2019)

10
1.3 A PARTR DE LA POLÍTICA.
Con la condición humana, Hannah Arendt propuso identificar la
posibilidad de la existencia humana a partir de las relaciones políticas en la
esfera pública. Los totalitarismos europeos habían devastado a la humanidad
en todas sus dimensiones, la barbarie había focalizado a la violencia como
método de exterminio para afianzar una política de la muerte desde
ideologías políticas; pensando en lo anterior, se plantea el siguiente
cuestionamiento: ¿por qué plantear la condición humana como la propuesta
arendtiana de una política de la vida que hace frente a los totalitarismos?

Se evidencia la importancia de un análisis hermenéutico cualitativo,


a la vez que se analizan elementos tan indispensables como el pensamiento,
el discurso, lo político, la diversidad y la pluralidad, los cuales hacen constar
que la política de la vida es vital para las relaciones humanas si se piensa
llegar a establecer lazos políticos reflexivos que ayuden a emerger consensos
entre los seres humanos.

Betancur, L. F. (2019)

11
CONCLUSIÓN
Por lo tanto, la persona es un individuo humano, pero se considera un
tema moral autoconsciente, razonable. Cada uno de nosotros está en
construcción porque la condición de la persona no ha sido heredada, sino que
se realiza a través de las acciones y el contacto con otros. Los humanos son
autodirigidos, no desde el punto de vista de la esencia (existencia), sino de
su trabajo (hacer). Esto significa que existe un vínculo entre la dignidad y la
calidad del comportamiento. Las personas son dignas siempre que sean
dignas.

Conocer a los humanos es colocarlo en el espacio y luego separarlo.


Al igual que otro conocimiento, el conocimiento humano debe estar
contenido. La ética que reconoce la condición humana se muestra como una
forma de guiar el comportamiento humano impredecible. Este es un modelo
que le permite establecer el orden en las relaciones.

12
REFERENCIAS
▪ Virtual, I. (2017). Dimensión social, Actividades de la vida diaria.
www.infermeravirtual.com.
https://www.infermeravirtual.com/esp/actividades_de_la_vida_
diaria/la_persona/dimension_social
▪ De Vanek, M. T. L., & De Vanek, M. T. L. (2020, 3 marzo). El
ser humano se construye a sí mismo a lo largo de su vida.
Logoterapia, Sentido de Vida y Análisis Existencial de Viktor
Frankl. https://logoforo.com/la-construccion-de-si-mismo-una-
tareacompleja/#:~:text=El%20conjunto%20que%20conforma%
20al,basar%2C%20en%20lengua%20hebrea).
▪ Admin. (2019, 7 abril). La importancia de la Ética en la
formación humana - BLOG EDUCATIVO COLEGIO HELIOS.
BLOG EDUCATIVO COLEGIO HELIOS.
https://colegiohelios.com/blog-helios/la-importancia-de-la-
etica-en-la-formacion
humana/#:~:text=Entre%20otras%20muchas%20cosas%2C%
20la,comunidad%20y%20con%20su%20entorno.

13

Potrebbero piacerti anche