Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
29
IDENTITA E AUTONOMIE
NEL MONDO ROMANO OCCIDENTALE
IBERIA-ITALIA - ITALIA-IBERIA
III Convegno Internazionale di Epigrafia e Storia Antica
Gargnano, 1215 maggio 2010
a cura di
ANTONIO SARTORI e ALFREDO VALVO
Presentazione ...... .... ....... .. .......... .. ................. ............. .. ......... ........ ... .. .. p . 7
Elio FRANZINI, II dialogo tra le culture .................... ...... .. .................. » 11
Alfredo VALVO, L'identita originaria dei Rom ani nei testi ep igrafici
piu antichi ...................................................................................... » 37
Antonio D . P ÉREZ ZURITA, Un aspecto de la autonomía de las ciu
dades: la gestión de la cura urbis ............ ... .. ..... ....... ............ ......... » 45
Giovanni MENNELLA, Presenze ebraiche tardoantiche nelle campagne
verceilesi ..... ... ..... ..... .............. ... .. ..... ...... ....... ............... ........ .......... . p.227
Francisco PINA POLO, Los Comelio Balbo: clientes en Roma, patronos
en Gades ..... .... ...... .. ................. .... ........ ................... .......... ...... ...... . » 335
Santiago MONTERO, Los aruspices y los cultos orientales. Identidad
y alteridad ..................................................................................... . » 355
Juan Manuel ABASCAL PALAZÓN, Bilingüismo literario y bilingüismo
iconográfico como expresión de la identidad étnica en la Hispania
romana .................... .. ..................................................................... »413
LOS ARUSPICES y LOS CULTOS ORIENTALES.
IDENTIDAD Y ALTERIDAD
(1) La cuestión identitaria romana viene siendo objeto de estudio en los últimos años. Cfr.,
por ejemplo, ROMAN-RoMAN 2007 yel reciente artículo de ANDREU 2009 con abund ante bibliografía
sobre el tema. No obs tante, la identidad religiosa romana merece una mayor atención.
(2) Sobre los arúspices y la aruspicina la bibliografía ha crecido notablem ente en los últimos
años. Citaré los dos últimos trabajos que, a su vez, recogen la bibliografía anterior: HAACK 2003;
RAMELLl 2003. Para la Etmsca Disiciplina es obligada la consulta de los suplementos de Caesaro-
dunum edi tados por D. Briquel.
356 SANTIAGO MONTERO
(3) Sobre los cultos egipcios en Roma destacaré sólo: LECLANT· C LERC 1972 ·1 991; \X(lrr
1971; MALAISE 1972; L ECLANT 1984; TAKÁCS 1994; MERKELIlACH 1995 Para los templos: \x(ild
1984. Sobre la destrucción del Iseum: MA LArSE 1972b, p. 213.
(4) Sobre la introducción de los cultos isíacos en Roma: MALAISE 1972b.
LOS ARUSPICES y LOS CULTOS ORIENTALES. IDENTIDAD Y ALTERIDAD 357
iussu interclusus interzú s ni en Roma, Italia o las provincias hubo personaje alguno que
desempeñando públicamente el sacerdocio de arúspice fuera, al
tido, recordar el célebre tiempo, sacerdote de Isis o se declarara simple devoto de la dio-
en defensa del ardo LX sa (14).
.. ad de la Etrusca dú- La persecución desencadenada por los arúspices contra los
carácter ya tradicional isÍacos se repite en épocas posteriores contra otro culto «ex-
cia ante la amenaza de tranjero». La estrecha colaboración de los arúspices con los sena-
15, 13). ¿A qué ame- dores y emperadores en la lucha contra el cristianismo fue tratada
(12 ) cree difícil que se inicialmente por Ter Vrugt Lenz, después por mí en el apéndice
judaismo. A mi juicio el de mi monografía y finalmente, de forma más extensa y profunda,
te pero sí de forma por D . Briquel en sus Chrétiens et haruspices (15 ). No será nece-
sario, pues, insistir en ella. El etrusco Mecenas había aconsejado
ios y judíos a la isla a Augusto en realidad Dión Casio a Septimio Severo prohibir
también prohibir los «cultos extranjeros» a causa de los desórdenes que protagoni-
un decreto senatorial zaban sus devotos , al tiempo que recomendaba al emperador ro-
. ados de tal supers- dearse de arúspices y augures: «Aquellos que quieren introducir
transportados a la isla algunas cosas del extranjero, tómalas con cuidado y castígalos»
o». (Ann. II, 85, 5: (CASS. DION. 52 , 36). Los enemigos de la religión nacional son
dú factumque patrum expresamente mencionados: los magos y los «ateos», un término
ea superstzÚone infec- aplicado a los cristianos que rehúsan los dioses del paganismo.
veherentur; coercendú Recordaré también la oposición de los arúspices al templo que
ácito, recogiendo posi- Alejandro Severo quería levantar en honor de Cristo, la colabora-
precisamente el mismo ción con Diocleciano en la Gran Persecución del 303 , las fuertes
referirse a las religiones diatribas de los padres de la Iglesia contra estos adivinos y, sobre
nal y contra las que hay todo , la dura legislación cristiana contra sus prácticas: los edictos
. , es decir, la Etrusca del319 y 320 endurecidos después por Constancio, Valentiniano
o que, como hemos y Teodosio constituyen pruebas irrefutables del conflicto abierto
del 58: la demolición entre ambas partes (16).
de los altares isÍacos ・セ@ Pero nos equivocaríamos si, como podría parecer, la «iden-
torpes y líberti- tidad religiosa romana» se definiera sólo por los viejos cultos de
origen itálico. Es importante en este punto recordar que los roma-
nos distinguían los peregrina sacra, cultos extranjeros oficialmente
integrados en el culto público romano (FEST. 268 L), de las externae
religiones o peregrinae superstitiones, ritos y cultos también extran-
jeros pero considerados peligrosos para la integridad de la ciudad y
merecedoras, por tanto, de ser perseguidas.
Eso explica que los arúspices llegaran incluso a participar en
ciertos cultos orientales como el frigianismo y el mitraismo, si bien
sólo a partir de la época de los Severos cuando comienza a con-
solidarse la idea, difundida por la aristocracia romana, de que el
politeísmo debe ser defendido acumulando cargos paganos. La
participación de los arúspices en los cultos de Cibeles y de Mitra
prueba que lejos de una oposición en bloque de los arúspices a los
«cultos orientales» o a los cultos mistéricos que exigían una ini-
ciación, estos adivinos participaron libremente en ellos dado que
- a diferencia de las bacanales del siglo II a. c., los cultos isÍacos
de finales de la República, o el cristianismo desde los Severos - no
constituían una amenaza para la integridad del Estado y, además,
la propia elite aristocrática tomaba parta activa en ellos. Festo, al
que antes citaba, ofrece como ejemplo de peregrina sacra, junto a
los cultos de Esculapio y Ceres, el de la Magna Mater de Frigia.
Las fiestas de la diosa, celebradas en el calendario romano del 4
al 10 de abril eran supervisadas primero por los ediles curules y,
a partir de Augusto, por los pretores (CASS. DION. 54, 2, 3) que
cada año organizaban sacrificios «conforme a los usos romanos»
aunque eran sacerdotes frigios quienes aseguraban el culto (D.H.
II, 19, 4).
El excelente estudio prosopográfico de Haack (17) recoge los
casos de dos arúspices adeptos al culto de Cibeles, Q. Albatius
Corinthus (n. 4) y Flavius Liberahs (n. 28). El culto de Cibeles su-
fre una profunda transformación a partir del gobierno de Claudio
que oficializa el frigianismo. La diosa recupera gran parte de sus
rasgos frigios y adquiere importancia en compañía de su compa-
ñero Atis. Desde el siglo III el culto frigio registra también una
creciente adhesión de los romanos de las clases superiores coinci-
diendo con novedades en la práctica del taurobohum que asume
rasgos iniciáticos.
Por su parte, el mitraismo fue especialmente difundido en
ar que los roma-
provincias y regiones fronterizas vigiladas por unidades y desta-
jeros oficialmente
camentos militares donde también la presencia de los arúspices
L), de las externae
estaba muy implantada (piénsese, por ejemplo, en la figura del
también extran-
aruspex legz'onis). Los arúspices públicos parecen integrarse en el
ad de la ciudad y
culto mitraico a partir de los Severos como prueban las inscrip -
ciones de cuatro arúspices C Iulz'us Valens (n. 48), Paternz'us
a participar en
Perpetu us (n . 69) , Pom pez'an us (n. 73), M. Antonius Sotericus (n.
el mitraismo, si bien
9) . Es también a partir de la segunda mitad de este mismo siglo
o comIenza a con-
cuando van sumándose a él los senadores. En un magnífico estu-
romana, de que el
dio A. B. Griffith, advirtió: «What distinguished 4thc. Mithraism
cargos paganos. La
was the avid participation of senators not the slaves , freedmen,
Cibeles y de Mitra
and legionaries of the previous centuries who went so far as to
de los arúspices a los
install mithraea in their dom us and to worship Mithras in the pu -
que exigían una ini-
blic context of the Phrygianum in the Ager Vaticanus (1 8).
en ellos dado que
A la recíproca, tampoco faltan testimonios literarios que hagan
, los cultos isíacos
referencia a miembros de esa aristocracia que, en su calidad de sa-
los Severos no
cerdotes o devotos de la Magna M ater o de Mitra practiquen la arus-
Estado y, además ,
picina. Es el caso, por ejemplo, del senador a quien va dirigido el
en ellos. Festo, al
anónimo Carmen contra paganos, redactado a finales del siglo IV, del
sacra , junto a
que se menciona su renovación del taurobolio y su devoción por la
Mater de Frigia.
dario romano del 4 diosa Cibeles pero también su condición de discípulo fiel del primus
aruspex Numa Pompilio en los ritos sangrientos del arte adivinato-
los ediles curules y,
rio y sacrificial: sed f uit in terrú nullus sacratior d Io, / quem N uma
DrON. 54, 2, 3) que
Pompilz'us, e multú primus aruspex, edocuit vano ritu p(a)ecudumque
los usos romanos»
cruore polluere insanum bustzú ) putenbis aras (CCP 3437) (19).
ban el culto (D.H.
Aún puede citarse también el caso de Vettius Agorius Praetextatus,
experto en técnicas aruspicinales e iniciado en el culto de Magna
ck (17) recoge los
M ater y pater pat rum mitraico (CIL VI, 1779). El propio emperador
beles , Q. Albatt'us
Juliano que, con casi toda probabilidad se había hecho iniciar en el
de Cibeles su -
351 en los misterios mitraicos (al dios Mitra se refiere varias veces en
bierno de Claudio
sus tratados filosóficos) y diez años después estaba a punto de con-
gran parte de sus
cluir su iniciación, compatibilizaba su condición de mystes de Mitra
añía de su compa-
con la práctica de la aruspicina en vísperas de su encuentro contra
también una
Constancio como recuerdan Amiano, Libanio y varios autores cris-
tianos e incluso el propio Juliano (20). Es cierto que ninguno de
que asume
estos pasajes menciona la realización de prácticas aruspicinales den-
tro del ritual mitraico pero es significativo que siempre dentro del
ámbito militar un mystes a punto de alcanzar en el 361 la cúspide
la escala mitraica no encuentre inconveniente u obstáculo alguno
en practicar personalmente también el rito de la aruspicina. Antes
de él, Diocleciano que inicia en 313 la persecución de los cristianos
en colaboración con los arúspices había restaurado en 308 (junto a
Galerio y Licinio) el santuario de Mitra en Carnuntum definiendo al
dios como fautor imperii sui (CIL III 4413 ).
El Senado romano yel emperador, en su condición de ponti-
fex maximus, se sirvieron de los arúspices para luchar contra aque-
llos cultos que no se adecuaban al mos maiorum. Pero los límites
de la identidad religiosa romana, el concepto de «alteridad», nunca
tuvieron un contorno bien definido, sometidos a las circunstancias
políticas y militares. Y la participación de los propios arúspices en
los cultos de Cibeles y Mitra así parece probarlo.
BIBLIOGRAFIA
ANDREU 2009 ]. ANDREU PINTADO, Regere impe rio populos paci·
que imponere morem: sobre la alteridad, la etniczdad y
la identidad en Roma, «Espacio, Tiempo y Forma» 22
(2009), pp. 213 225.
BELAYCHE 2001 N. BELAYCHE, «Partager la table des dieux». L'empereur
fulien et les sacrifices, «RHR» 218, 2001,457 486.
BRlQUEL 1997 D. BRlQUEL, Chrétiens et haruspices: la relzgion étrusque,
dernier rempart du paganisme i'omain, Paris 1997.
CALDERONE 1972 S. CALDERONE, «S uperstitio», en ANRW 1. 2 (1972), pp.
377396.
COARELLI 1984 F. COARELLI, Iside capitolina, Clodio e z Mercanti di schia-
vi, en N. BONJ\CASA A. DI VITA (a cura dil, Alessan-
dl'ia e il mondo ellenisticoromano. Studi onore A.fldriam,
Roma 1984, pp. 461475
CRACCO RUGGINI 1979 L. CMCCO RUGGINI. Il paganesimo romanO tra religione e
politica 084394 d. C.). Per una reintelpl'etazione del Car-
men contra paganos, Roma 1979.
DESANTI 1990 L. D ESANTI, Sileat omnibus perpetuo divina ndi curiosi-
tas. Indovini e sanzioni nel diritto romano, Milano 1990.
GRODZYNSKI1974 G. GRODZYNSKl, Superstitzó , «REA», 76 (1974) , pp. 36-
60.
HAJ\CK 2002 M.L. HAJ\CK, Haruspices publzcs et privés: tentatzve
d'un e distlnctlon, <<REA» 104 (2002 ), pp. 111133.
H AJ\CK 2003 M.L. HAJ\CK, Les hamspices dans le monde romain
(Scripta Antiqua 6), Bordeaux 2003.
LOS ARUSPICES y LOS CULTOS ORIENTALES. IDENTIDAD Y ALTEJUDAD 365