LA ÉTICA DELIBERATIVA PARA TOMAR DESICIONES ÉTICAMENTE
CORRECTAS:
La ética deliberativa, también llamada procedimental, es un proceso abierto y
dinámico de investigación y construcción cooperativa de la verdad que permite incorporar diversas teorías éticas en el proceso de deliberación. La reuniòn puede ser un grupo de expertos en ética, pero debería ser, también y sobre todo, el equipo de profesionales que incorpora la reflexión ética como un aspecto importante de su análisis e intervención. En esta reuniòn deliberativa, no todo vale ni todas las opiniones y argumentaciones acabarán teniendo el mismo peso. Hay siete normas que los participantes en un grupo de análisis de cuestiones éticas deben comprometerse a cumplir y que el coordinador del grupo debe hacer respetar:
(I) tener una actitud de reconocimiento y cortesía, (II) perseguir que todos los afectados participen en la conversación y puedan estar de acuerdo con la decisión final que se debe tomar, (III) moverse en el ámbito de los argumentos (lo cual no quiere decir que las creencias de aquellos que no tienen argumentos deban despreciar), (IV) seguir un procedimiento, (V) a través del cual se impondrá el mejor argumento, (VI) siempre que sea necesario hacerlo, (VII) con compasión hacia aquellos que se ven maltratados por esta imposición.
4.1. TOMA DE DECISIONES ÉTICAS
En la vida cotidiana profesional y personal, con frecuencia enfrentamos
situaciones conflictivas o dilemas que exigen decisiones. La necesidad de esa toma de decisiones ocurre frente a dilemas que surgen cuando se tienen dos o más alternativas que presentan condiciones de incertidumbre para actuar bien. No todos los dilemas en la vida son de naturaleza ética, pero los dilemas éticos surgen cuando aspectos relacionados con la moral, con asuntos de conciencia, entran en conflicto con nuestra vida y demandan la toma de decisiones éticas.
4.3. ALGUNAS CONSIDERACIONES EN LA TOMA DE DECISIONES ÉTICAS
El principio orientador en la toma de decisiones éticas es el análisis razonado o la
indagación ética rigurosa, en el cual las personas interesadas participan bien sea que estén de acuerdo o en desacuerdo. En este sentido el cómo se toma la decisión es tal vez más importante que quién la toma. Puesto que, el cómo presupone el empleo del razonamiento moral y la participación activa y libre en ese proceso. El razonamiento a la vez implica el reconocimiento del valor de la persona directamente afectada por las decisiones. En la toma de decisiones éticas se debe respetar la autonomía de las personas o el derecho a la autodeterminación que clama por la libertad para tomar las determinaciones de aquello que tiene que ver consigo mismo. Este principio se fundamenta en el principio de la dignidad de la persona, y en sus derechos. La interferencia de las metas y planes de la vida de una persona requiere de una justificación bien fundamentada. Sin embargo, en ciertas circunstancias se hace evidente el conflicto entre beneficencia y autonomía cuando aparece el paternalismo que contraría el ejercicio de autonomía, en comportamientos tales que expresan por ejemplo: «El padre sabe lo que es mejor para su hijo», «el médico, los profesionales de la salud saben lo que es mejor para el paciente», «el hombre (machista) sabe que es mejor para su mujer», «los niños son propiedad de los padres y ellos deciden por ellos».
4.4. CARACTERÍSTICAS DE LA ETICA DELIBERATIVA
La etica deliberativa es un proceso cuyo objetivo es la toma de decisiones y que se caracteriza por: • Su objetivo es la toma de decisiones. • Es un razonamiento práctico, no teórico. • Versar sobre el futuro, sobre lo que vamos a hacer o decidir más adelante. • Evalúa las circunstancias concretas que concurren en el caso y las consecuencias previsibles. • Es de carácter contingente e incierto, en tanto que juicio sobre el futuro. de la racionalidad, o al menos de la razonabilidad, en el mundo de la incertidumbre. Cuando uno opina no niega la posibilidad de opiniones distintas e incluso contrarias. En este sentido cabe decir que la etica deliberativa es un procedimiento radicalmente antipaternalista y democrático.
4.5. LA PRÁCTICA DE LA ÉTICA DELIBERATIVA:
Para deliberar hay que seguir un procedimiento que, como todo proceso de investigación, consiste en ir pasando por una serie de fases hasta alcanzar un resultado final. En el esquema que se presenta a continuación, adaptado al modo de tomar decisiones en un Comité de Ética Asistencial, se trata de ir recorriendo los tres niveles: el de los “hechos”, el de los “valores” y el de los “deberes”, hasta concluir en el de las “responsabilidades” o decisiones “prudentes”. Estos niveles deberían respetarse siempre en el análisis de un problema humano complejo, paralizante. Aquí la deliberación consiste en un procedimiento de ponderación de los distintos puntos de vista, dadas las experiencias, conocimientos y valores que posee cada participante, para llegar a tomar decisiones prudentes. La decisión prudente es aquella que brota del análisis y evaluación de una situación de incertidumbre.
4.6. FINALIDAD DE LA ÉTICA DELIBERATIVA:
El método deliberativo aplicado ante cualquier conflicto ético ayuda a alcanzar decisiones prudentes, responsables, de auténtica reflexión, desde una perspectiva plural.