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Para poder identificar los riesgos a los que se somete cada organización, se
debe realizar un buen análisis sobre los riesgos y vulnerabilidades que
permitan determinar los controles que se necesitan para mitigarlos o,
eventualmente, eliminarlos, si su criticidad así lo requiere.
Un riesgo es cualquier evento que afecte el logro de los objetivos del negocio.
En un sentido amplio, es la posibilidad de que una amenaza determinada
explote las vulnerabilidades de un activo o grupo de activos y ocasione
pérdidas o daño al patrimonio. El impacto o severidad relativos del riesgo es
proporcional al valor de la pérdida/daño y a la frecuencia estimada de la
amenaza para el negocio.
Tipos de controles
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Auditorias
La sección 302 de la mencionada ley exige que las compañías que cotizan en
la SEC (Security Exchange Comission), a través de sus máximos referentes,
CEO (Chief Executive Officer) y CFO (Chief Financial Officer), certifiquen,
trimestral y anualmente, la efectividad de los controles y procedimientos de
exposición, que incluyen los controles internos para un adecuado reporte de la
información contable.
Gestión administrativa
• Autorización de transacción,
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• Custodia de archivos,
• Acceso a los datos,
• Formularios de autorización,
• Tablas de autorización de usuarios,
• Pistas de auditoría,
• Conciliación,
• Reportes de excepción,
• Registros de transacciones,
• Revisiones de supervisión,
• Revisiones independientes,
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Tablero de comando
Todo esto se debe adaptar al producto que se quiere vender, por ejemplo, si es
estacional o no; al tipo de economía, por ejemplo, si la variación de precio se
ve afectada por la demanda del producto o por razones económicas, lo mismo
con el costo.
Entonces se puede decir que lo primero que se debe determinar para realizar
un tablero de comando es qué quiero medir. Cuando se determina esto, voy a
identificar cada indicador que puedo llegar a necesitar, es decir, busco el
concepto que quiero medir con cada uno. Ya identificado lo que quiero
cuantificar con cada indicador, tengo que diseñar un cálculo, el cuál se va a
basar en un numerador y un denominador, el denominador va a establecer un
total y el numerador una parte de este (cálculo genérico), la que me interesa
medir. Con el cálculo hecho tengo que saber que resultado puedo llegar a
obtener y con qué frecuencia lo debo medir. En cuanto al resultado, es
importante que sepan, que si bien la mayoría van a dar entre 0 y 1 (como se
indica en el cálculo genérico), hay muchos indicadores que muestran
variaciones y pueden dar una amplitud de resultados muy grande, incluso
negativos. Sabiendo la amplitud del resultado que se puede llegar a obtener,
vamos a identificar cuáles son los que me interesa obtener, cuáles no y cuáles
deberían alertarme que me acerco a los resultados que no quiero obtener. Por
último, se debe generar un plan de contingencia en el caso de obtener
resultados que me indiquen un alerta o resultados que no queremos.
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Si bien parece un proceso largo y difícil, los tableros de comando son perfectos
indicadores de gestión, ya que dependiendo la cantidad de indicadores que
utilicen, pueden llegar a realizar controles de gran amplitud.
Autores:
Gabriela Sol Di Stéfano
Norberto Caniggia
Micaela Sol Bernardello
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