ARTE EN SURAMÉRICA

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Informe sobre las Investigaciones de Arte

Rupestre en Sutatausa, Cundinamarca

JUDITH TRUJILLO T.*

GUILLERMO MUÑOZ C.**

Report about rock art investigations in Sutatausa, Cundinamarca, Colombia. In 1991 GIPRI documented and registered rock art in the
Sutatausa municipality with the collaboration of the INCCA University and COLCIENCIAS. This zone in particular has been the object of some
arqueological studies which have shown the presence of ceramics dating to the Herrera and Muisca periods. While it has not been able to directly associate the
rock art with either of these periods, it has been possible to isolate some themes related to the the textile tradition that can be associated with the Bochica god myth,
his teachings and painted designs on cloaks (mantas) that Bochica supposedly also painted on the rocks. Also mentioned is that the tradition of needlework and
weaving continue to be a part of country folk art in the area. This report analyzes, reorganizes and systematically categorizes data from this time using the
modern Methodological Model 1996-1999.

INTRODUCCIÓN si se tiene en cuenta que este trabajo es muy reciente y

que son pocos los investigadores que en cada país se de-
En los congresos internacionales de arte rupestre se ha
dican a descubrir y a estudiar su sentido y características.
podido constatar que existe en la investigación de este
tema una tendencia muy marcada a aislar estas
La tarea de describir, documentar, ordenar y seleccionar
manifestaciones pictóricas de su contexto. Aunque no
los materiales rupestres parecería no tener todavía las
parecen los investigadores advertir intencionalmente esta
oportunidades de establecer comunicación con otras
perspectiva, es claro que se limitan a establecer
fuentes documentales que muestren estos fenómenos
técnicamente las actividades propias de la descripción
inmersos en una totalidad cultural, tal y como debió de
de las pinturas y los grabados y a generar grados cada vez
ser en su origen y en sus procesos. De cualquier manera
más precisos de registro formal. Es explicable esta actitud,
es imposible imaginar que sea este un aspecto aislado de
un contexto cultural, para ser simplemente tratado como
una curiosidad.
*
Licenciada en Física. Investigador GIPRI-Colombia. judithgipri@tutopia.com
Se incorporó al equipo en 1989, a raíz del proyecto de arte rupestreen el Las posibles razones por las cuales un grupo humano
municipio de Sutatausa, que había sido iniciado por los investigadores Nancy pintó o grabó en una roca o realizó una figura monu-
Rozo y Augusto Gutiérrez con los primeros levantamientos de la zona. Allí
se iniciaron los primeros trabajos de Tradición Oral, publicados en la Revista
mental en una montaña (geoglifos) no pueden derivarse
RUPESTRE: Arte rupestre en Colombia No.2 1998, pp. 31-39. de una formulación genérica, que sirva para todas las
**
Director GIPRI-Colombia. gipri@col1.telecom.com.co Su trabajo de
zonas y se multiplique como regla a todos los países y
investigación inició en 1970, en la Provincia de Márquez (Ramiriquí, Tibaná, continentes. Las grandes periodizaciones son sólo prin-
Turmeque y Nuevo Colón) en el departamento de Boyacá. Desde esta fecha cipios básicos de orientación, pero en ningún caso reglas
hasta hoy ha venido creando un equipo de investigación, en primer lugar,
en las pinturas del altiplano y posteriormente, en los petroglifos de
que escondan las singularidades de cada región y zona
Cundinamarca, Boyacá, Huila y Tolima. específica. Es necesario por lo tanto documentar
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detalladamente y estudiar la articulación que estas for- parte de los mitos, leyendas y tradiciones que se han
mas poseen con otros órdenes de la vida de cada conservado hasta el presente pueden explicarse
comunidad concreta, con sus particularidades, y situadas sencillamente porque fueron prodigiosamente análogos
en condiciones muy precisas de sus procesos. a las tradiciones occidentales. Allí donde una historia
era semejante a sus imágenes del mundo occidental, allí
Este es el horizonte hacia el cual todas nuestras investi- los escribanos conservaron su estructura, con algunos
gaciones realizadas en el altiplano Cundiboyacense se cambios e interpolaciones. El mito de Bochica y Bachué,
dirigen: buscar las conexiones histórico culturales que parecen ser por sobre todos los ciclos los que más cercanía
permitan explicar estos eventos singulares. Para lograr les producían a los europeos y por esta razón probable-
explicar los posibles sentidos de los lenguajes humanos mente fueron más ampliamente reseñados. Incluso algunos
es necesario buscar los sitios y formas de origen, o más de estos mitos fueron relacionados con tradiciones bíblicas.
bien los lugares donde estas capacidades se generan y
reproducen. Es necesario pensar que buena parte de las Todas estas condiciones le han permitido a GIPRI
tradiciones culturales conservadas hasta el presente se desarrollar tres temáticas que se han venido proyectando
deban a los sistemas de representación premodernos, es hasta el presente. En primer lugar, la revisión de los
decir a ciertas coincidencias culturales. La mentalidad documentos existentes, un trabajo crítico que permita la
de los españoles que por analogía seleccionaron ciertos reevaluación del tipo de análisis que se hacía sobre estas
grupos de temas de las culturas precolombinas, que podían manifestaciones. La segunda, refiere a los criterios de
percibir y que incluso eran análogos a su propia manera descripción denominados genéricamente como
de entender el mundo, facilitaron que estos grupos producción de sistemas de registro sobre pinturas. Por
temáticos continuaran existiendo y se divulgaran. Buena último, lo pertinente a las relaciones culturales que se
Mapa de localización del municipio de Sutatausa en el departamento de Cundinamarca. Además se muestra una imagen general de uno de los
sitios con mayor concentración de rocas de la zona. Los cerros que se muestran en la fotografía son muy importantes dentro de la tradición indígena de la
región, pues los cronistas cuentan que desde allí se lanzaron al vacío cientos de indígenas antes de dejarse capturar por los conquistadores españoles.

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"Piedra de los candados". Esta roca se encuentra en el costado occidental del municipio y presenta un conjunto de motivos, algunos de los caules, son
análogos a diversas regiones del altiplano coundiboyacense. En este sector del municipio se han encontrado, además de pinturas tradiconales en rojo, un
número importante de motivos en blanco.
mueven en el eje mito arte rupestre, lenguaje arte rupes-
tre y a las posibles conexiones que estas formas estéticas
puedan tener con los sistemas inconscientes de
representación actual. Siguiendo esta tendencia, el trabajo
de investigación del arte rupestre pretende iniciar una
nueva esfera de comprensión al considerarlo como un
lenguaje de «la cultura de los pueblos pintores». Con
ello se convierte el arte rupestre en una fuente docu-
mental de posibilidades que aunque limitadas, constituye
nuevos caminos para colaborar en la exposición de lo
que significa la historia y la cultura colombiana.
REVISIÓN DOCUMENTOS EXISTENTES
La primera referencia sobre arte rupestre en Sutatausa
se hace en las dos primeras décadas del siglo XX por el
investigador Miguel Triana (Congreso de Americanistas
realizado en Perú en 1922). Además de las referencias al
arte rupestre en general y a la zona de Sutatausa en par-
ticular, en la Civilización Chibcha publicada en 1924
(pág. 181), Triana presenta una transcripción de una
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roca denominada «Piedra del Diablo», la cual se encuen-
tra en una plancha (XXIV) publicada en el jeroglífico
Chibcha en 1970. Según Triana allí se «expresa un pre-
sente industrial a la luna por interposición de los mitos».
Resulta sin duda complicado poder entender de donde
Triana obtuvo esta información y explicar sus afirmaciones.
Diversos prejuicios acompañan desde el comienzo el tra-
bajo de búsqueda e investigación y estos parece se origi-
nan en la historia misma de la investigación del arte ru-
pestre en Colombia. Una de las ideas más comunes es
que el arte rupestre (Triana, 1922) existe en los lugares
donde los pueblos Muiscas marcaban los límites territo-
riales. Según Triana esta zona estaba en el límite con
pueblos agresivos (Colimas, Muzos) con los cuales, aun-
que tenían ocasionalmente relaciones comerciales, tam-
bién tenían disputas territoriales. Según sus interpreta-
ciones el arte rupestre podía ser leído pues contenía nú-
meros, simplificaciones de objetos naturales (ranas) y
mostraba rutas y sitios donde los caciques realizaban sus
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actos sagrados. «Jeroglíficos de carácter votivo, jeroglífi- la vereda Palacio (límites del municipio de Sutatausa, y
co paleográfico, jeroglífico mito lógico, adoratorio, gran- Cucunubá). El segundo grupo corresponde a las cerca-
de adoratorio del sol, jeroglífico de carácter narrativo», nías de la población misma. En este segundo sector reseña
son entre otros los nombres que uno de los pioneros de 3 rocas dentro de las cuales se encuentra la conocida y ya
la investigación propone para el estudio de estas mani- reseñada por Triana: «Piedra de Diablo». Según algunas
festaciones. En general Triana supone sin crítica ningu- referencias de Wenceslao existen más rocas en la zona.
na que el arte rupestre es Muisca.
Por lo tanto, los documentos que existen para el munici-
Un segundo momento de este trabajo corresponde a W. pio de Sutatausa en lo relativo al arte rupestre se limitan
Cabrera Ortiz. Su investigación en el altiplano aporta a estos dos trabajos que contienen como ya se advierte
nuevos procedimientos en la descripción de sitios rupes- algunas transcripciones de las formas que aparecen en
tres al utilizar cuadrículas para aproximarse más a una las rocas. Adicionalmente, Cabrera O. cita el texto de
descripción fiel del original. Aproximadamente en 1968 Flores Agudelo en la revista «viajes» quien describe la
este investigador visitó la región y publicó en 1970 su famosa «Piedra del Diablo» acompañando su ensayo con
trabajo en la revista del Instituto Colombiano de antro- la leyenda que los campesinos cuentan sobre esta roca.
pología. Reseña 7 rocas (Láminas 31,32 y 33) en total, y
presenta algunos dibujos de las mismas y algunos deta- CRITERIOS DE BÚSQUEDA Y DESCRIPCIÓN
lles geográficos de localización. El primer grupo de rocas Luego de establecer los primeros contactos con los
(cuatro pinturas) que este autor visitó se encuentran en campesinos fue sorprendente como el trabajo se
Roca "Piedta de los tejidos, vereda Palacio". La tradición de hilar continúa presente en la zona de Sutatausa. Mientras las campesinas se dedican al
pastoreo de ovejas, ellas van utilizando sus uzos y volantes para hilar la lana. Esta costumbre se remonta a la época indígena, y la región se ha destacado por
esta actividad textil. Tal vez, está tradición pueda dar explicación a los dibujos rupestres que parecen tener forma de tejidos.

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Sincretismos de formas y espacios. En el cementerio católico del pueblo se encuentra esta roca con motivos rupestres indígenas. De igual forma, en las
paredes de la iglesia doctrinera de la población, se halló recientemente un fresco que muestra la figura de una persona, que al parecer es un indígena vestido
con una estola y una manta tejidas o pintadas con diseños muy semejantes a los encontrados en los yacimientos rupestres de la región.

incrementó, en la medida que cada uno de ellos brindaba
información de nuevos sitios donde, en las cercanías o
en municipios contiguos, existen yacimientos rupestres.
Nunca los campesinos han hablado sobre sitios de arte
rupestre porque sencillamente nadie les ha preguntado.
Desde siempre, de generación en generación, ha existido
un recuerdo sobre las pinturas de los antepasados y, aunque
su sentido se haya desaparecido o distorsionado, siempre
saben donde están con gran detalle y cuales son los caminos
más fáciles que pueden conducir al investigador. Las rocas
no sólo están allí , sino que poseen en la mayoría de los
casos un nombre y alguna historia antigua o reciente.
Además de localizar las pinturas, se ha venido
interactuando con la población. Se ha hecho común el
establecer nexos de amistad que permiten tener conver-
saciones informales, las cuales han venido enriqueciendo
la imagen que sobre la zona y la historia de ésta se tenía.
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Localización gráfica, geográfica y descripción general
Simultáneamente al trabajo de búsqueda, se realizó el
trabajo de documentación gráfica, geográfica y de des-
cripción fotográfica.
Se han construido en el proceso de trabajo formatos para
poder organizar los diversos ítems. Para producir y ajustar
estas fichas de trabajo se revisaron las investigaciones y los modos
como el investigador italiano Anati (1974) y la investigadora
Sujo (1980) han trabajado en sus zonas respectivas.
Cada roca debe ser dimensionada en su tamaño total y
se deben describir los grupos pictóricos con sus detalles.
Buena parte de este trabajo lo hace el dibujante y los
fotógrafos. Descripciones generales del entorno, descrip-
ciones precisas de los dibujos y de las caras pintadas, la
orientación, número de caras pintadas, y finalmente. las
técnicas utilizadas en el trazo de los dibujos, componen
el cuadro de registro de las rocas.
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Roca CUSUT02PI015. Se encuentra ubicada en el valle de la vereda Palacio. Es importante resaltar que el estado de conservación del arte rupestre del municipio
no se ha visto afectado en gran medida por el vandalismo, los factores de alteración son mas de procedencia natural. Los campesinos de la zona, conservan en su
tradición oral algunas historias o leyendas que hacen referencia a su carácter sagrado, lo que posiblemente ha hecho que se conserven relativamente.
Con relación al trabajo fotográfico, se realizan pruebas
diversas con distintos filtros y diafragmas con el propósi-
to de tener al final del trabajo un número suficiente de
tomas para cada motivo. El promedio de fotos por motivo es
de 20 tomas, realizadas por dos personas del equipo de GIPRI.
Se realizaron igualmente algunas tomas de macro-fotografía,
para el estudio de las alteraciones de ciertas rocas que han
sido afectadas por los materiales agregados o por las colonias
de líquenes que invaden normalmente los murales.
Ficha de Roca
Roca
El formato de roca pretende ser el lugar donde se
sintetizan las diversas informaciones recogidas en el trabajo
de campo y de oficina. Cada roca posee esta «Hoja de Vida».
Allí se estudian las investigaciones anteriores realizadas
en esta roca por otros grupos y se reseñan los textos a los
cuales se debe acudir para encontrar dicha referencia.
Están también contenidos los resultados parciales de los
trabajos de campo y los dibujos y fotogramas que se deben
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repetir. También se encuentran los sitios para hacer
comparaciones formales con otras rocas en otras zonas.
Están también en este formato algunas informaciones
sobre el estado de conservación de la roca discriminando
el grupo, el fotograma, que se han realizado para dar un
diagnóstico inicial de alteración.
Además de los datos anteriores, cada roca se encuentra
conectada a la historia que se pueda recoger de la vereda
o el municipio en general. Por ejemplo la roca # 5
denominada en la población roca del Diablo tiene un
conjunto importante de versiones que se han recogido
en las charlas ocasionales con los campesinos. Por último,
se suman a las informaciones anteriores los datos
encontrados en el Archivo Nacional. De igual manera,
es posible tener información sobre algunos trabajos pu-
blicados por investigadores extranjeros en relación a esta
figura o forma en especial. Sus interpretaciones, la mito-
logía asociada y la relación con otras culturas, se puede
consignar en esta ficha general de roca.
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Cuando el numero de rocas de una zona sea suficiente,
entonces se armará una ficha de zona en la cual se
relacionen temáticas semejantes, para observar las variaciones
en el desarrollo de una figura y la difusión de la misma.
Ficha fotográfica
El formato de fotografía diseñado en el proceso de trabajo
permite tener información sobre el modo como se han
venido realizando las fotos y así advertir una imagen de
cuál es el filtro adecuado en ciertas horas del día. Allí se
discriminan diversos problemas técnicos. Asa, distancia
de toma, calidad de cámara, uso de trípode, corrección
de color, profundidad de campo, son entre otros los
términos con los cuales se puede controlar el trabajo de
los fotógrafos. Este formato debe ser llenado en el trabajo
de campo en borrador y cotejado cuando las fotos sean
reveladas. El análisis y descarte de algunos fotogramas
está justificado por la baja calidad o por las inconsistencias
en el color con el original. No se puede olvidar que se
están trabajando obras de arte.
Otras consideraciones
Es muy posible que el lugar exacto donde está la roca, su
orientación y las caras que han sido trabajadas por las
comunidades indígenas sea en el futuro un aspecto
significativo. Es por esto que se hace necesario describir
con detalle el tipo de orientación de las pinturas y grupos
pictóricos como el lugar dentro de las 5 virtuales caras
que posee el volumen de la roca. El uso preciso de la
Brújula y la organización de códigos, es central en la
descripción de la roca y sus características.
APROXIMA
PRO CIONES CUL
XIMACIONES TURALES AL ESTUDIO DEL ARTE RUP
ULTURALES ESTRE
UPESTRE
Desde el comienzo mismo del trabajo se pretendía tener
una imagen cultural de estas manifestaciones, lo que
implica poderlas referir a diversas formas de la vida so-
cial y económica de las comunidades autoras e incluso
poder percibir la permanencia de estas estructuras esté-
ticas en las formas de vida de campesinos, cuyos com-
portamientos culturales están en el presente
comprendidos bajo la convención de lo simplemente
folclórico.
Se atribuía y con razón el arte rupestre a los pueblos
Muiscas (Triana, 1922) pues no existían todavía los
aportes de la investigación arqueológica que abrieran
nuevas rutas para el estudio del pasado de estos territo-
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rios. Los trabajos realizados en el Abra 2(10.450ac),
Tibitó (9790 ac), Tequendama(8970 ac) (Correal G.Van
der Hamenn, 1970) desbarataron la seguridad de estas
afirmaciones y generaron toda clase de opciones sobre el
poblamiento, los procesos de consolidación cultural y
las fases y periodizaciones de las etnias que vivieron en
nuestro país en etapas tan extensas.
Es realmente posible que los grupos humanos que
realizaron las pinturas no hayan sobrevivido y no existan
más que algunos elementos disueltos en la geografía y las
formas culturales presentes. Es también posible que otros
grupos advirtiendo la presencia de rocas con pinturas
hayan elaborado muchos años después una versión de su
presencia. Sin que existan conexiones entre los autores y
los grupos que por migraciones llegaron a las zonas donde
existen pinturas, es apenas posible que estos grupos
humanos hayan elaborado una imagen propia de estos
fenómenos y les hayan incorporado a su cultura como
objetos sagrados.
Es posible también imaginar que versiones diversas se
fueron acumulando, aglomerando hasta llegar a una
versión que se prolongó en el tiempo perdiendo infinidad
de matices y logrando otros en el proceso. Lo cierto es
que no puede existir una única razón, una simple
generalidad para explicar por qué pintaron y qué tipo de
connotaciones poseen las pinturas en un proceso tan ex-
tenso que supone su presencia desde el 12.000 A. P.
Sutatausa
Ya de tiempo atrás los investigadores de GIPRI habían
visitado la zona de Sutatausa, encontrando en especial
que se trataba de un lugar donde existía un número no
conocido de rocas con pinturas. La razón primordial por
la cual se presentó este lugar como proyecto de trabajo
investigativo fue su estructura geográfica y su acelerado
deterioro producido por diversos agentes bioclimáticos,
pero también por poseer cualidades culturales especiales
que generaban una muy especial curiosidad.
A nivel general, se trata de una zona semiárida expuesta
a vientos fuertes, que lijan permanentemente las rocas
con el transporte de arenas. La intemperie y no protec-
ción de las rocas con pinturas por alguna vegetación,
aumentó las opciones para que esta zona se considerara
prioritaria. Fue esta una zona de alta concentración de
habitantes que incluso antes de la llegada de los españoles
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"Piedra de los Tejidos No. 2". Está roca fue descubierta en el año de 1990 por GIPRI, en la segunda etapa de exploración de la zona de Sutatausa. El interés
que tiene este mural estriba en el conjunto de grupos de trazos que al parecer corresponden a indicaciones sobre sistemas de trama de hilos, o de dibujos en las
mantas, incluyendo los flecos. Puntos y cruces parecen hacer referencia a las cuentas para la realización de tales tejidos.

venía explotándose, de tal manera que su transformación
puede explicarse como deterioro producido por el hombre.
Referencias arqueológicas generales
En la zona se ha encontrado información de 1985 en un
trabajo realizado por María del Pilar Gutierrez en el
Municipio de Sutatatusa. Varios sitios precerámicos
fueron localizados y allí se encontró un conjunto
importante de material lítico, consistente en raspadores,
raederas, cuchillos. Lo anterior permitió evidenciar la
presencia de cazadores y recolectores en la zona.
permitieron observar la ocupación humana del período
lítico. Artefactos líticos de tipo abrience (Industria Cho-
pper) 8.000. 6.000 a c.(período Hipsiter mal.) Se trata
de una cultura de cazadores adaptada al páramo. No
sólo esto demuestra que la zona y sus alrededores fue habi-
tada desde el milenio décimo, sino que allí también en la
excavación del páramo de Guerrero se encontraron diversas
clases de cerámica pertenecientes a distintas épocas, tipos y
procedencias. Estos elementos permiten construir una
imagen bastante compleja de las etapas y procesos de la
zona, aunque parecerían mostrar una cierta continuidad.

También los trabajos de Sergio Rivera en el páramo de La cercanía de la laguna de Fúquene (sitio sagrado),y de
Guerrero (Abrigos rocosos de Payará en la ladera la laguna de Cucunubá y las referencias de material lítico
occidental del embalse del río Neusa (3.360 metros) (período Paleoindio) hicieron que fuera esta una zona
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sobre la que debía tenerse especial atención, pues contenía
una aparente continuidad de fases de asentamiento
estudiadas actualmente. De alguna manera se supone
que fue esta una zona que puede entenderse como lugar
donde se produjeron algunas secuencias culturales. Es el
arte rupestre de esta zona una prueba de este proceso?
De otro lado, la tradición popular y las noticias sobre el
municipio producían algunas conexiones posibles entre
el arte rupestre y la historia del lugar. Así que no sola-
mente se buscaba encontrar pinturas o grabados, sino
que se esperaba que aparecieran algunos elementos que
pudieran ser asociados a estas prácticas.
Zona de estudio
La zona ha sido dividida en 3 sectores: La zona A incluye
la población misma, el alto de Santa Barbara y la vereda
del mismo nombre; la zona B incluye parte de la vereda
de Santa Bárbara y Palacio; la Zona C pertenece a la
vereda de Santa Bárbara. Un 90% de estos sectores fueron
reforestados por la CAR en 1955-60. La zona de estudio
en primer lugar posee las siguientes características:
1-Una laguna (Fúquene) que incluso continua con
connotaciones sagradas hasta el presente. La isla que
ella contiene es llamada el santuario, lo que permite
imaginar la prolongación de atributos sagrados que
probablemente pueden tener que ver con la antigua,
originaria y ahora tradicional peregrinación a la
catedral de Chiquinquirá o la iglesia de la Renovación.
2-Otra laguna (Cucunubá) que se encuentra frente
a un cerro denominado por los campesinos como
vereda de media luna (Municipio de Cucunubá).
3- Un valle amplio fértil que puede ser imaginado
como una gran laguna que contenía las ahora
conocidas lagunas de Fúquene y Cucunubá.
4- Existe un lugar denominado palacio donde los
campesinos aseguran existió un templo indígena muy
grande que en su tiempo estaba muy cerca de la laguna.
Hace algunos años los campesinos del lugar encon-
traron unos hipogeos que se destruyeron con el tiempo
dejando simplemente un gran hueco.(Sin localizar).
5- ¿Qué tipo de actividades rituales se efectuaban
en la región relacionadas con las lagunas? y ¿qué
tipo de tradiciones se han prolongado hasta nuestros
tiempos?
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El propósito es llenar de razones que expliquen por qué
están estas rocas con pinturas en la zona, e incluso explicar
por qué permanecieron aún con las persecuciones
realizadas en la colonia a los sitios sagrados y templos
que probablemente existían allí.
Finalmente qué de estas costumbres se han conservado
en el lugar y nuevamente qué relación pueden tener con
el lenguaje expreso de las pinturas?
Si se supone este un sitio sagrado, que tipo de
proyecciones ha dado para otros lugares. Dicho en otros
términos qué recurrencias existen entre las pinturas de la
zona y otros sitios en el altiplano mismo.
En relación a los hechos históricos conocidos se
encuentran los siguientes elementos:
Aspectos económicos
Una fuente posible que igualmente permita rodear el
sentido del arte rupestre corresponde a el tipo de
actividades sociales y económicas de las comunidades.
Se trata de ver de que manera los objetos producidos
guardaban algunas articulaciones con las formas de las
pinturas. La orfebrería, el trabajo de la sal, la industria
textil, la pesca, son entre otros, formas que no
simplemente pueden ser observadas como acciones eco-
nómicas, es decir utilitarias. Ellas deberían estar
conectadas con cualidades, con lenguajes que hacían en
cada caso que estas actividades tuvieran un sentido más
allá de la simple labor productiva y reproductiva.
La investigación de arte rupestre con relación a estos
objetos rituales puede afirmar lo siguiente:
a- Orfebrería
En primer lugar la forma cabeza triangular es
recurrente en la orfebrería y en el arte rupestre. La
dificultad de establecer esta relación se da
precisamente por ser el arte rupestre una elaboración
más sintética (mas originaria) que suprime las parti-
cularidades expresas en la orfebrería y muestra
únicamente la forma sintética de la cara y la cabeza.
La representación más sintética de caras humanas
se da al representar «triángulos pegados por la
quijada». Petroglifos y pictografías del territorio
nacional poseen la influencia de esta temática» Ca-
beza triangular»
 ARTE
Formatos de registro de conservación. El equipo de GIPRI, no solmante realiza la descripcion de los motivos presentes en un mural, sino que ha venido desarrollando
sistemas de descripción del sustrato en donde se describen las alteraciones, y en general, el estado y composición de la roca y los agentes que producen deterioro.
b. La sal
La explotación de la sal y el intercambio de ésta ha
sido estudiado fundamentalmente para las etapas
que corresponden a la llegada de los españoles. Los
estudios se inician con las referencias que tienen
los cronistas (Fray Pedro Simón 1625 1981 III;115.
La referencia manifiesta el momento en que los es-
pañoles encontraron sal en forma de panes o más
bien de bloques incluso en las cercanías del sitio
denominado Tora, que marca la referencia del mo-
mento del ascenso hacia la zona Muisca. También
en el altiplano como si fueran persiguiendo la ruta
de la sal los españoles llegaron al centro adminis-
trativo de los chibchas del altiplano. Fuentes diversas
de agua sal en Tausa, Nemocón, Zipaquirá, Manta,
eran explotados mediante un sistema denominado
tradicionalmente de evaporación.
Sobre los intercambios entre la sal, oro y otros
artículos existe una reseña muy afortunada de
Langebaek. Según este autor, el intercambio de sal
para el altiplano se hacia en Ubaté y Guachetá. La
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EN SURAMÉRICA
producción de este artículo de consumo era Tausa
y Zipaquirá. Según parece se realizaba intercambio
entre este producto y mantas, oro, algodón e hilo.
La sal explotada en el sector del altiplano, según
parece, fue transportada en tiempos precolombinos
a grandes distancias más allá del territorio Muisca,
incluso existen datos de este comercio de sal en
Pamplona.
Al observar la conducta de los guaqueros frente a
una tumba o entierro, aparece inmediatamente la
referencia a la sal como un procedimiento que
permite que el «tesoro» no se pierda. Cuando
comienza la labor de destape final de la guaca los
campesinos guaqueros son muy prudentes de llevar
siempre consigo sal y rocearla en el lugar para que
los objetos de oro no produzcan enfermedades a
quienes realizan la excavación. No se sabe si está
costumbre corresponde al modo como por su
cultura los españoles saquearon los distintos tesoros
de los cementerios indígenas desde la Época de la
Conquista. Lo cierto es que también es posible que
 C O L O M B I A

Descripciones de los deterioros y factores de alteración. Con colores y porcentajes se describen con precisión los sitios, que dentro del yacimiento (con
coordenadas cartesianas), se encuentran alterados por diversos agentes de deterioro. Con estos datos, se genera una fuente documental, tanto para el equipo de
GIPRI, como a otros investigadores, para realizar trabajos posteriores de conservación.

estas formas de proceder correspondan a tradiciones
indígenas e incluso hablen de conflictos entre grupos
Étnicos en la imagen que implica que los grupos
que habitaban el altiplano no eran homogéneos.
Algunas referencias se tienen sobre gallinas de oro,
niños de oro y animales que al ser sorprendidos con
un puñado de sal se convierten en oro, se
inmovilizan y quedan transformados en este metal
precioso en forma maciza. Las diversas prohibicio-
nes reseñadas en la crónica que permitían el acceso
a etapas en la vida de un individuo para las
comunidades indígenas están acompañadas por el
uso o no uso de la sal.
permaneció «Encastillada». Distintas versiones impiden tener
una visión concreta de lo sucedido.(Simón, De las Casas).
Mito de Bochica
Bochica es, expresamente el mito lo manifiesta, un
divulgador eficiente de sus enseñanzas. Pone en cada
pueblo y en las rocas algunos conocimientos que son
recordados sobre todo porque allí se muestra el modo de
hacer mantas. Sus conocimientos eran compartidos por
la población o existía un grupo que poseía este saber y lo
usaba también como forma de poder y status, lo que sin
duda excluía a los campesinos, a la comunidad en general.
O muy al contrario, se hace su enseñanza un patrimonio de
grupos que sabían «leer» estas formas representadas.

Resistencia Indígena En relación al arte rupestre del lugar, podemos afirmar

Toda la zona es recordada en la crónica como el sitio
donde se realizó uno de los movimientos más grandes de
resistencia indígena. Los pueblos de Simijaca, Tausa y
Sutatausa se revelaron contra los conquistadores y se
refugiaron en los cerros frente a la ahora llamada vereda
Palacio. Durante semanas e incluso meses esta resistencia
105
que la reconstrucción de las diversas zonas donde existe
todavía esta manifestación poseen aparentemente un sin-
gular sentido. Esta afirmación se refiere al conjunto
diverso de pinturas que posee la zona en relación a
algunos trazos que en ciertos murales pueden hacerse
análogos a formas culturales identificables: tejidos.
 ARTE
Dos circunstancias pueden permitir esta afirmación. La
primera tiene que ver con la antigua leyenda de Bochica,
que dejó en las rocas pintadas las formas de hacer los
tejidos. La segunda, con las formas mismas de las pintu-
ras. Como prueba de esta condición posible del sentido
de estas pinturas está una roca en [límites de Sutatausa y
Carmen de Carupa, llamada por los habitantes Roca de
«mata de uvo», en la cual se observan formas semejantes
a las que sintetizan los trazos más importantes que com-
ponen una tela. Todavía no es claro que tipo de infor-
mación se da allí; es posible que se esté mostrando el
modo como debe realizarse la labor de construcción de
la tela misma o se esté dando información sobre su con-
dición final. Allí, igual que el roca # 5 y la Roca #10, de
las cercanías del pueblo, como en la "roca de los tejidos"
y la "roca de la reina", se encuentran formas curiosas
que por su estructura parecen semejantes a telas o dibu-
jos dentro de ellas. Se representan en estos murales las
maneras de entretejer los hilos.
Muchas personas y en forma continua se dedican en
Sutatausa a hilar y tejer mantas. Pero no se trata de una
simple actividad que realizada por los pobladores sea
privada para fines de la casa lo que ya sería significativo.
Los mismos habitantes cuentan que en la vereda Palacio
existen personas muy hábiles en el oficio de hilar y tejer.
El que una persona tenga ovejas y que hile es algo
completamente normal dentro de la población.
Leyenda de las Rocas de Sutatausa
La primera referencia conocida sobre las tradiciones po-
pulares que asocian pinturas rupestres y leyendas en la
zona de Sutatausa se debe al investigador Miguel Triana.
Al describir los límites en que se encuentra el territorio
Muisca y su relación con los sitios de la «piedras pintadas»,
que marcan las diferencias de los territorios presenta la
roca del Diablo. Con relación a los límites con los Muzos
Triana tiene solo una referencia y esta es la roca del mu-
nicipio de Sutatausa.
«Por este costado, estaban los chibchas
suficientemente resguardados por defensas natu-
rales y no hay piedras pintadas, aunque la pobla-
ción indígena era muy densa, con sólo la
excepción de la «piedra del Diablo» del pueblo
de Sutatausa, sobre la cual subsiste aún entre el
vulgo la siguiente leyenda que transcribimos por
ser pertinente el asunto:
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EN SURAMÉRICA
«Guerreaban los de allende con los de aquende
el mencionado boquerón, y para ofrecer
obstáculo infranqueable a la corriente invasora,
resolvieron Éstos hacer al dios de las tinieblas
un voto suplicatorio de alianza. dormía el dios
Fu durante el día en la contigua laguna de
Fúquene y durante la noche andaba por los
peñascos bramando por los desfiladeros. La
melancólica divinidad escuchó la plegaria y
resolvió transladar a cuestas una piedra enorme
para tapar con ella el boquerón de Tausa; pero
el fulgor de la Aurora lo sorprendió en la
poderosa labor y tuvo que soltar su carga antes
de llegar al sitio, a la orilla del camino,
temeroso de que el sol lo fulminara con sus
rayos y emprendió la fuga. El monolito está
allí todavía para comprobar la ayuda milagrosa
del diablo con las costillas pintadas en tinta
roja en una de sus caras»
Sobre la tradición de la roca del Diablo existen muchas
más versiones, pero que en lo general no se apartan de la
estructura reseñada por Triana. Lo interesante es que cada
versión agrega o suprime algunos elementos. La
dedicación a este tema sería una investigación compleja
que requeriría de un trabajo de algunos años con la co-
munidad, asunto éste que no es posible para los efectos
de este informe.
CONCLUSIONES
No podemos asegurar de ninguna manera que los rudi-
mentarios análisis hechos aquí puedan sostenerse mucho
tiempo. La experiencia adquirida en la investigación de
arte rupestre siempre ha mostrado que cuando una tesis
se inicia y prepara, aparece una nueva estructura docu-
mental que la relativiza.
Sin embargo, consideramos importante realizar un
esfuerzo de interpretación que permita vincular estas
«hojas pétreas» con articulaciones culturales. Todo este
esfuerzo cobra sentido por la intención expresa de poder
adentrarse en la estructura intelectual de los autores de
estas formas rupestres.
Si se logró mostrar que ya no es posible continuar
presentando desligada la vida de estas comunidades y se
pudo insinuar un cierto camino hacia la estructura
 C O
compleja del sistema de representación de lo premoderno,
cumplirá esta investigación con su objetivo central: la
búsqueda del fundamento de la experiencia y las
variaciones culturales del representar, del simbolizar de
las culturas del altiplano.
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