PARTE TÉCNICA

MÓDULO: OPERACIONES DE TRATAMIENTO DE RSU

TEMA: DEFINICIÓN, CLASIFICACIÓN Y CARACTERIZACIÓN DE LOS

RESIDUOS A TRATAR
 Clasificación y caracterización de los residuos a tratar

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 Clasificación y caracterización de los residuos a tratar

INDICE

INDICE........................................................................................................................................................................... 3

1. DEFINICIÓN, CLASIFICACIÓN Y TIPOLOGÍA ........................................................................................................ 4

1.1 Planteamiento actual de la gestión de los residuos urbanos o domiciliarios ......................................................... 6

2. GENERACIÓN Y EVOLUCIÓN ............................................................................................................................... 11

3. CARACTERÍSTICAS Y SU DETERMINACIÓN ...................................................................................................... 16

12 de diciembre de 2007

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1. DEFINICIÓN, CLASIFICACIÓN Y TIPOLOGÍA

En general, se entiende por Residuos aquellos materiales generados en las actividades de
producción, transformación y consumo que no han alcanzado en el contexto en el que son
generados, ningún valor económico. La carencia de dicho valor puede ser debida, tanto a no
poder ser reutilizado de nuevo, por no existir la tecnología adecuada de recuperación, como
por no ser posible la comercialización de los productos recuperados, y/o en ellos contenidos.

La creciente producción de Residuos se debe en gran parte al desarrollo económico y

demográfico de la población, significando que la problemática que la Gestión de los R.S.
plantea a la sociedad actual, es proporcional a su desarrollo y concentración urbana.

Por otra parte se siguen varios criterios para la definición de los diferentes tipos de residuos:
 Por la naturaleza de su origen (agrícolas, forestales, mineros, industriales, etc.).
 Por el lugar de producción (urbanos, de clínicas y hospitales, procedentes de limpieza
viaria, etc.).
 Por tipo de materiales que predominan en su composición (envases, orgánicos,
neumáticos, vehículos, etc.).

La C.E. en su Directiva 75/442, de 15/7/75, modificada por la Resolución de Residuos, de 7

mayo de 1990 y la Directiva del Consejo 91/156 de 18 de marzo de 1991, especificaba como
Residuo cualquier sustancia u objeto, del cual se desprenda su poseedor o tenga la obligación
de desprenderse, en virtud de las disposiciones nacionales vigentes.

Desde el punto de vista general de sectores de actividades, aparecen los residuos urbanos
como los generados por la actividad de consumo de los ciudadanos. Quedando igualmente
definidos y delimitados acogiéndose a la clasificación por el lugar de producción: los núcleos
urbanos. Estos hechos implican que los residuos urbanos son algo más que los residuos
generados a nivel doméstico, ya que han de contemplar el conjunto de otras actividades
generadoras dentro del ámbito urbano. Por estos motivos, los residuos sólidos urbanos
presentan un amplio contexto y se hace necesario ofrecer una definición legal de los mismos.

En España, la Ley 42/1.975 de 19/11/75, sobre Desechos y Residuos Sólidos Urbanos definía
como tales, los producidos por las siguientes actividades:

a) Domiciliarias.

b) Comerciales y de servicios.

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c) Sanitarias en hospitales, clínicas y ambulatorios.

d) Limpieza viaria, zonas verdes y recreativas.

e) Abandono de animales muertos, muebles, enseres y vehículos.

f) Industriales, agrícolas, de construcción y obras menores de reparación de obras

domiciliarias.
g) En general todos aquellos residuos cuya recogida, transporte y almacenamiento o
eliminación corresponda a los Ayuntamientos, de acuerdo con lo establecido
expresamente en la Ley de Régimen Local y demás disposiciones vigentes.

Esta es una definición amplia de los posibles residuos generados dentro de un ámbito urbano,
encajando el concepto de residuos dentro del marco presentado por las dos definiciones
generales anteriores.

De hecho, la definición existente en esta ley, concretaba para nuestro país los residuos
específicos que se deberán considerar al tratar de Residuos Urbanos. Presentaba quizás, un
ámbito más amplio de los conceptos que habitualmente se manejan al estudiar el tema.

Posteriormente fue aprobada la Ley 10/1998, de 21 de abril, de Residuos, publicada en el

B.O.E. de fecha 22 de abril de 1998, que definía entre otros conceptos los siguientes:

a) Residuo”: cualquier sustancia u objeto perteneciente a alguna de las categorías que

figuran en el anejo de esta Ley, del cual su poseedor se desprenda o tenga la intención
u obligación de desprenderse. En todo caso, tendrán esta consideración los que figuren
en el Catálogo Europeo de Residuos (CER), aprobado por las instituciones
Comunitarias.

b) “Residuos urbanos o municipales”: también llamados residuos domiciliarios, son los

generados en los domicilios particulares, comercios, oficinas y servicios, así como todos
aquellos que no tengan la calificación de peligrosos y que por su naturaleza o
composición pueden asimilarse a los producidos en los anteriores lugares o actividades.

Tenían también la consideración de residuos urbanos los siguientes:

 Residuos procedentes de la limpieza de las vías públicas, zonas verdes, áreas

recreativas y playas.

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 Animales domésticos muertos, así como muebles, enseres y vehículos abandonados.

 Residuos y escombros procedentes de obras menores de construcción y reparación
domiciliaria.

1.1 Planteamiento actual de la gestión de los residuos urbanos o domiciliarios

Recientemente se ha aprobado la Ley de Residuos y Suelos Contaminados (22/2011),

publicada el 29 de julio de 2011, en la cual se definen:

 “Residuo: cualquier sustancia u objeto que su poseedor deseche o tenga la

intención o la obligación de desechar”.
 “Residuo doméstico a los residuos generados en los hogares como consecuencia
de las actividades domésticas. Se consideran también residuos domésticos los
similares a los anteriores generados en servicios e industrias”.
 “Se incluyen también en esta categoría los residuos que se generan en los
hogares de aparatos eléctricos y electrónicos, ropa, pilas, acumuladores,
muebles y enseres, así como los residuos y escombros procedentes de obras
menores de construcción y reparación domiciliaria”.
 “Tendrán la consideración de residuos domésticos los residuos procedentes de
limpieza de vías públicas, zonas verdes, áreas recreativas y playas, los animales
domésticos muertos y los vehículos abandonados”.

Por tanto, en adelante los conocidos como “Residuos sólidos urbanos”, pasarán a denominarse
“Residuos domésticos”.

Esta Ley expone una detallada definición de algunos términos importantes como son:

Residuos industriales, Residuos peligrosos, Aceites usados, Biorresiduos, Prevención,

Productor de residuos, Poseedor de residuos, Negociante, Agente, Gestión de residuos, Gestor
de residuos, Recogida, Recogida separada, Reutilización, Tratamiento, Valorización,
Preparación para la reutilización, Reciclado, Regeneración de aceites usados, Eliminación,
Mejores técnicas disponibles, Suelo contaminado y Compost.

 «Biorresiduo»: residuo biodegradable de jardines y parques residuos alimenticios

y de cocina procedentes de hogares, restaurantes, servicios de restauración

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colectiva y establecimientos de venta al por menor, así como, residuos

comparables procedentes de plantas de procesado de alimentos.

Por otra parte y anteriormente en el tiempo, la Directiva Europea 2008/98, en su Artículo 22, en
lo referente a los Biorresiduos, indica:

“Los estados miembros adoptarán medidas, en la forma conveniente, y con

arreglo a los artículos 4 y 13, para impulsar:

a) La recogida separada de biorresiduos con vistas al compostaje y a la

digestión de los mismos.
b) El tratamiento de biorresiduos de tal manera que se logre un alto grado de
protección del medio ambiente.
c) El uso de materiales ambientalmente seguros producidos a partir de los
biorresiduos.

La Comisión realizará una evaluación sobre la gestión de biorresiduos con miras a presentar, si
procede una propuesta. La evaluación examinará la pertinencia de establecer requisitos
mínimos para la gestión de biorresiduos y criterios de calidad para el compost y el digestato
procedentes de biorresiduos, con el fin de garantizar un alto nivel de protección de la salud
humana y el medio ambiente.

Con referencia a la gestión de los biorresiduos indicada en la Ley 22/2011, hay que considerar
el tratamiento aerobio de los mismos y el subproducto obtenido, que en su acepción exacta lo
define:

«Compost»: enmienda orgánica obtenida a partir del tratamiento biológico

aerobio y termófilo de residuos biodegradables recogidos separadamente. No se
considerará compost, el material orgánico obtenido de las plantas de tratamiento
mecánico biológico de residuos mezclados, que se denominará material
bioestabilizado.

En lo referente a la política de Jerarquía de Residuos, desde 1997 hasta la fecha se ha

evolucionado incrementando paulatinamente las exigencias de protección ambiental y las

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necesidades de mejora de los sistemas de gestión de los servicios en general y especialmente

de aquellos que se ocupan de la Gestión de los Residuos.

Estas mejoras están basadas fundamentalmente en el cumplimiento del V Programa de la

Unión Europea en Materia de Medio Ambiente y su Jerarquía de Acciones sobre los
Residuos (1997), que son:

 Reducir (Minimizar).
 Reutilizar.
 Reciclar.
 Recuperación Energética.
 Vertido (Residuo del Residuo).

Posteriormente fue aprobado (2002), el VI Programa de Acción de la Unión Europea en

Materia de Medio Ambiente y sus Objetivos de Actuación sobre el Uso y la Gestión
Sostenibles de los Residuos, que son:

 Disociación entre crecimiento económico y utilización de recursos.

 Reducción global de los volúmenes de residuos generados.
 Disminución de la cantidad de residuos destinados a eliminación.
 Fomentar la reutilización de los residuos y reducir su nivel de peligrosidad.

Estos objetivos se procurarán teniendo en cuenta la Ley sobre Prevención y Control Integrado
de la Contaminación-IPPC y la política comunitaria en materia de residuos.

La nueva Ley aprobada en julio de 2011, establece en su Artículo 8 la Jerarquía de residuos,

por el siguiente orden de prioridad, acorde con la vigente Directiva 2008/98, sobre Residuos:

a) Prevención.
b) Preparación para la reutilización.
c) Reciclado.
d) Otro tipo de valorización, incluida la valorización energética.
e) Eliminación.

Además de lo definido en la nueva Ley, se entiende como Gestión de los Residuos

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Domésticos, al conjunto de todas aquellas operaciones que conllevan el manejo de los

mismos desde su generación hasta su disposición final o tratamiento, es decir:
 Generación.
 Presentación.
 Recogida.
 Transporte.
 Limpieza Viaria.
 Tratamiento y vigilancia de estas operaciones.
 Mantenimiento posterior al cierre de los vertederos.

Asimismo hay que indicar que la tecnología, metodología y eficacia de empleadas en los
ámbitos de la Presentación, Recogida y Transporte previos a los Tratamientos, son
fundamentales a la hora de conseguir las metas previstas en las Normativas de valorización,
recuperación y reciclado.

La nueva Ley de Residuos, en su Artículo 13, indica que el Ministerio de Medio Ambiente y
Medio Rural y Marino, elaborará de conformidad con esta Ley, el Plan Nacional Marco de
Gestión de Residuos, que contendrá la estrategia general de la política de residuos. Este
futuro Plan Nacional Marco, se elaborará previa consulta a la Comunidades Autónomas,
entidades locales, otros Ministerios afectados y en colaboración con otros estados miembros.

Haciendo algo de historia, se recuerda aún que en la primera mitad del pasado siglo, había
muchas ciudades, en las cuales se pagaba al ciudadano generador de los residuos por dejar
que se los recogiesen de sus domicilios privadamente, ya que servían como alimento animal.
Posteriormente no se cobraba ninguna tasa por el servicio. En las poblaciones pequeñas no
existía ni siquiera recogida de residuos urbanos, “gestionado cada vecino su propio problema”
alimentando a animales domésticos y deshaciéndose en las inmediaciones del resto no
aprovechable.

Este hecho, unido al alto incremento de la población, provocaba un deterioro del grado de
limpieza de las ciudades y especialmente de su entorno.

Por tanto esta situación provocó en pocos años la implantación de recogidas gestionadas por
las corporaciones locales, con el consiguiente cobro de la gestión como “tasa de basura”.

La adjudicación de la gestión municipal a empresas privadas vino por su propio peso, siendo
en la actualidad la forma más habitual de gestionar estos temas.

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Posteriormente ha habido varios significativos hitos en la Gestión de los Residuos generados

en un ámbito urbano, que ayudaron de forma notoria a mejorar ésta:

 La implantación de contenedores de recogida en la vía pública.

 La instalación de papeleras en la vía pública.
 La recogida diferenciada.
 La implantación de Puntos Limpios.

Los objetivos a que conducen estas necesidades de mejora están fundamentalmente

vinculados a cinco aspectos:

 Medioambiental.
 Legislativo.
 Social.
 Técnico.
 Económico.

Es de destacar especialmente el estado de precariedad en que aún se encuentran una parte

importante de la gestión de los residuos, sobre todo en lo que afecta a los tratamientos; por ello
es necesario arbitrar medidas y urgentes soluciones con criterios medioambientales y
económicos aceptables y sostenibles.

La aplicación de estos criterios implicaría justificadamente la comparación económica de la

gestión de los diferentes tratamientos y por lo tanto su diversificación. Según lo indicado, elegir
un sistema de tratamiento combinado de Residuos (Tratamiento Integral) con criterios
predominantemente ambientales y de máxima valorización, sin que el peso económico de las
distintas tecnologías empleadas fuese determinante, daría al traste con el planteamiento
generalizado de que “se envían las mayores cantidades a vertedero porque es más
económico” y por lo tanto se optaría por otras alternativas “más cumplidoras”.

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2. GENERACIÓN Y EVOLUCIÓN
Según fuentes del MAGRAMA, la producción de residuos domiciliarios generados en el ámbito
del Estado para el año 2012, publicados en 2013, es la que se expresa a continuación,
distribuida según tipos:

La distribución de los distintos tipos es la que se expresa en el gráfico siguiente:

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La distribución de la producción global de 21,2 mill. de toneladas/año de Residuos

Domiciliarios, alcanza los 455 kg/hab/año (1,25 kg/hab/día) y según el número de habitantes de
los núcleos de población estimada, es la siguiente:

Kg/hab/día

1. Ciudades con más de 1.000.000 hab. 1,50

2. Ciudades entre 100.000 y 1.000.000 hab. 1,40

3. Ciudades entre 20.000 y 100.000 hab. 1,30

4. Ciudades con menos de 20.000 hab. 1,10

Hoy día puede considerarse que entre la estabilización del crecimiento de la población y las
políticas de reducción de residuos, el incremento anual de la generación es cero y en
algunas ciudades negativo.

Referente a los tratamientos, hay que indicar que los diferentes hábitos de consumo y niveles
socioeconómicos de los diferentes países, determinan a su vez distintas calidades de los
residuos generados, siendo por lo tanto necesaria la identificación de los mismos para poder
adaptar la más adecuada tecnología de tratamiento a cada caso concreto.

Es conocida la casuística de la errónea aplicación y extrapolación de sistemas de gestión de

los tratamientos, de ámbitos y localizaciones diferentes a los casos para los cuales fueron
diseñados, en un afán de buscar mejor efectividad y ahorro, sin haber tenido en consideración
los datos específicos de cada localización y tipo de residuo, así como su adaptación a las
distintas soluciones y alternativas técnicas, de mercados y económicas existentes.

Estos casos han dado lugar a un rechazo lógico y generalizado a otras propuestas en el ámbito
afectado, que es necesario vencer.

Afortunadamente los sistemas de gestión están evolucionando y adaptándose a las nuevas

exigencias que demanda la sociedad actual y a nuevos conceptos especialmente en cuanto a
la gestión de los tratamientos se refiere.

Las líneas básicas de la gestión completa de residuos sólidos urbanos, que se requieren para
dar satisfacción a estas exigencias, son las siguientes:

 Reducción de la generación de residuos (Prevención), mediante la estimulación de su

reutilización y la orientación de los sistemas de envase para facilitar dicha reutilización

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directa.
 Establecimiento de políticas de producción de envases que faciliten su recuperación
y reciclabilidad (materiales, formas, tamaños, etc.).
 Implantación progresiva de recogida selectiva en origen de componentes o
fracciones recuperables, reciclables y comercializables, mediante la creación de
campañas adecuadas de mentalización combinadas con sistemas de almacenamiento,
transporte y tratamiento posterior, necesarios para su gestión.
 Recuperación en plantas de tratamiento específicas de los materiales seleccionados
en origen, según los criterios anteriores (envases, fracciones orgánicas, papel-cartón y
vidrio).
 Tratamiento complementario en plantas de recuperación convencionales de las
fracciones “resto”, para recuperación de aquellos componentes reciclables que no han
sido gestionados por las recogidas selectivas, bien debido a sus características
específicas, o a la falta de eficacia del sistema implantado o bien por la inadecuada
respuesta del ciudadano en las recogidas selectivas. Fundamentalmente hay que
pensar en el aprovechamiento de las fracciones denominadas “envases” (plásticos,
metales, cartón de bebidas y vidrios) y de las fracciones orgánicas (para su
transformación en compost o en biogás), siempre que los estudios de mercado
previos establezcan la clara posibilidad de la comercialización e introducción en el ciclo
de consumo de las mismas.
 Tratamiento en plantas específicas de reprocesado de aquellas fracciones recogidas
selectivamente en origen. En este caso las fracciones de los residuos susceptibles de
este tipo de gestión son:
o Envases en general.
o Papel y cartón.
o Vidrio.
o Fracciones biodegradables.
o Fracciones “resto”.

Estas fracciones, aún después de ser seleccionadas por el ciudadano, necesitan ser
reprocesadas para su concentración, limpieza y adecuación al mercado en calidad y
condiciones suficientes. Para ello se requieren instalaciones específicas de reciclaje o
adaptación de las actuales con el fin de que puedan ser comercializadas sin dificultades.

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No hay que olvidar el tratamiento de las fracciones no recuperables generadas en las plantas
de recuperación. Estas fracciones no recuperables (resto de los envases plásticos, fracciones
celulósicas, textiles, vidrios, metales y otros, así como las fracciones inertes) mediante los
sistemas de gestión antes expuestos, es necesario someterlas a dos sistemas alternativos de
gestión:
 Vertido controlado de menor impacto ambiental, al haber sido recuperadas la
mayor parte de las fracciones orgánicas y metálicas, potenciales fuentes de
contaminación.
 Valorización energética de las fracciones no recuperables de medio-alto poder
calorífico, ya que le han sido extraídas las fracciones orgánicas con alta
humedad.

Ha de tenerse en cuenta que un sistema de recuperación energética de residuos españoles en

bruto mediante incineración del todo uno, no puede plantearse en todos los casos, debido al
bajo poder calorífico de los residuos. En cambio, si éstos se procesan previamente con un
sencillo sistema de clasificación y selección mediante el cual se separen las fracciones de
envases recuperables y las fracciones orgánicas biodegradables y con ellas la mayor parte de
la humedad de los residuos, el poder calorífico se incrementaría a niveles que harían viable la
recuperación energética.

Complementariamente a los sistemas de tratamiento. La gestión de los residuos cabe

optimizarla y mejorarla en el ámbito de la recogida mediante la aplicación de mejores sistemas
de containerización y transferencia, así como una mayor centralización de los mismos, con
el fin de conseguir una mayor capacidad de las instalaciones de tratamiento que mejore el
mismo. Con ello se consigue la clausura de un importante número de vertederos y plantas que
se encuentran en deficiente estado de operación.

La aplicación de todas estas actuaciones, por otra parte requeriría una infraestructura
industrial, comercial y de transportes, etc., creadora de un significativo número de puestos de
trabajo, a la vez que servirían para gestionar los residuos con criterios medioambientales y
reintroducción de valores contenidos en los residuos.

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La utilización de los métodos y procedimientos de mejora de la gestión de los residuos,

consigue cumplimentar las necesidades que la sociedad exige en sus aspectos
medioambiental, social y técnico, sin que represente un coste económico difícil de soportar.

Desde el punto de vista económico, y ligado a la problemática ambiental, la Gestión de los

Residuos crea en el ámbito de la sociedad que los genera un problema económico derivado, el
cual llega a constituir una de las mayores partidas de gasto de los Ayuntamientos.

El principio de “quien contamina paga” es la doctrina que guía la sostenibilidad de la gestión

de los residuos.

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3. CARACTERÍSTICAS Y SU DETERMINACIÓN
Según fuentes del MAGRAMA (2013), la distribución de la cantidad de residuos generados en
el ámbito urbano en 2012, es la siguiente:

Se hace necesario disponer de información concreta sobre los residuos sólidos urbanos
siempre que se esté pensando en la aplicación de un sistema determinado de tratamiento. Se
trata del conocimiento de cierto número de parámetros sencillos que permitan a priori, estimar
la respuesta de un determinado proceso de tratamiento para los residuos que le van a ser
destinados.

Independientemente de los estudios que deben realizarse de orden cuantitativo para la

planificación de la capacidad del sistema de tratamiento, se hace necesario la realización de
estudios de caracterización y ciertas determinaciones analíticas.

Dada la heterogeneidad de los residuos domiciliarios, principal componente de los residuos

sólidos urbanos, y a quienes se dedica este apartado, cabe destacar que la bondad de los
resultados obtenidos va a depender fundamentalmente de la fiabilidad de las nuestras
tomadas. Es por este motivo por lo que hay que destacar el importante cometido que significa
la selección de itinerarios a muestrear y su representatividad dentro del conjunto total de

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residuos generados, teniendo en cuenta las ciertamente seguras variaciones estacionales.

Las muestras seleccionadas para las determinaciones de composición y estudios analíticos
han de ser tratadas cuidadosamente y ateniéndose a una normativa establecida. Es
absolutamente necesario que esta normativa esté unificada para poder llegar a efectuar
estudios comparativos entre resultados obtenidos en puntos diferentes de nuestro país. Por
otra parte, para todos los estudios analíticos, aunque su ejecución requiere una minuciosidad
en la sistemática, no resulta necesaria una realización de muy alta precisión. Se pueden definir
como análisis de resultados groseros. Los errores que se consideran los lleva implícitos la
muestra estudiada frente al total de los residuos que trata de representar.
Como determinaciones que son de interés frente a los distintos tipos de residuos urbanos
pueden considerarse los siguientes:

 Composición física en base húmeda.

 Densidad aparente, en función del espacio donde están depositados.

 Humedad.

 Grado de compactación, en función del sistema de compactación.

 Granulometría (tamaño).

 Poder calorífico.

 Materias volátiles y cenizas.

 Lípidos.

 Carbono orgánico.

 Nitrógeno.

 Proteínas.

 Relación C/N (Carbono/Nitrógeno).

 Fósforo.

 Potasio.

 PH.

 Azufre.

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Estas determinaciones han sido seleccionadas como más importantes, por la experiencia
habida en diversos estudios realizados sobre los residuos y sus tratamientos en general.

En el anexo 1 figuran las metodologías empleadas en las determinaciones analíticas que se

plantean, así como datos medios de las significativas entre las mismas.

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