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ómicron, que se ha identificado en unas dos docenas de países.
“Esta es una para observarse”, dijo. “Ha estado en circulación durante algunos meses. No hemos
visto un cambio en la gravedad de las personas o las poblaciones, pero es por eso que tenemos
estos sistemas implementados”.
¿Cuánto debería preocuparse la gente por la variante XBB.1.5 del covid-19? Esto dice nuestra
experta médica Ómicron sigue siendo la variante de preocupación en todo el mundo y continúan
circulando cientos de sublinajes.
“Estamos en una situación mucho mejor que la que teníamos desde el comienzo de esta
pandemia”, dijo Van Kerkhove. “Una de las grandes incertidumbres que enfrentamos en el futuro
es el virus en sí. No se ha asentado en un patrón predecible. Continúa evolucionando”.
Es posible que hayas escuchado que hay una nueva subvariante de ómicron que está ganando
terreno rápidamente en Estados Unidos. Tal vez quieras preguntarle a tu médico sobre ella o
buscar más información en línea, pero ¿cómo era su nombre?
Exacto.
Los científicos la conocen como XBB.1.5, nombre que le asignaron porque es la segunda
generación de la subvariante XBB recombinante de ómicron.
X es la forma en que los científicos designan un recombinante, el resultado de dos virus que han
intercambiado secciones de su material genético. La parte BB es solo orden alfabético. El primer
recombinante conocido se denominó XA, el segundo XB y así sucesivamente. Ahora, repasaron el
alfabeto y se están duplicando: XAA, XAB, hasta llegar a XBB.
En mayo de 2021, la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció que para permitir una mejor
comunicación pública y evitar el estigma de nombrar nuevas variantes según los países donde
fueron detectadas por primera vez, asignaría letras griegas a los virus que habían adquirido
mutaciones que los hacían más transmisibles, los ayudaba a evadir las terapias actuales o los hacía
más severos.
La OMS dijo que daría estos nuevos nombres a los virus que sus expertos habían designado como
variantes de interés o a las variantes de preocupación más importantes. Eso nos dio las familiares
alpha, beta, gamma y delta, así como una gran cantidad de otras que solo adquirieron importancia
regional, como epsilon, theta y mu.
Sin embargo, ha pasado más de un año desde que la OMS le dio a una variante un nombre de letra
griega, creando una brecha en la comunicación que algunos expertos creen que puede estar
obstaculizando los esfuerzos para cuidar la salud pública.
Cuando ómicron, también conocido como BA.1, dio la vuelta al mundo a partir de noviembre de
2021, era tan diferente genéticamente de las variantes anteriores del virus que su rama del árbol
genealógico SARS-CoV-2 tomó una dirección totalmente distinta.
Nuestro sistema inmunológico apenas reconoció algo de eso. BA.1 generó nuevas oleadas de
infecciones, hospitalizaciones y muertes, así como una gran cantidad de nuevas subvariantes.