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Rosario misionero UMQ 2023

Sobre el cuidado de nuestra Casa Común

Introducción y Re exión [15min]


Todos los que par cipen deben llegar con su botella de PET.

“Cuidar el mundo que nos rodea y con ene es cuidarnos a nosotros mismos. Pero necesitamos
cons tuirnos en un ‘nosotros’ que habita la casa común”.
Fratelli tu , 17
Papa Francisco

¿Qué nos está diciendo el Papa Francisco en esta frase?

Para construir ese NOSOTROS es necesario darse cuenta de los dramá cos efectos del cambio
climá co, siguen en aumento, causando: terremotos, tsunamis, ciclones tropicales e
inundaciones, así como, el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, con núan
aumentando y hoy son un 50% superior al nivel de 1990. Además, el calentamiento global está
provocando cambios duraderos en el sistema climá co, cuyas consecuencias pueden ser
irreversibles si no se toman medidas urgentes ahora.

La situación actual a la que hemos llegado de degrado ambiental está conectada con el degrado
humano, é co y social. Cada día se corroboramos que el sistema económico actual es
insostenible, lo cual nos lleva a re exionar: Cómo producimos, cómo consumimos, la visión a
corto plazo, la explotación de los pobres, la indiferencia hacia ellos, el aumento de las
desigualdades y la dependencia de las fuentes de energía nocivas (Mensaje del papa Francisco a
la ONU- 2019).

Es decir, se hace urgente abordar una civilización en favor del bien común, pensarnos en una
verdadera ecología integral, para comba r la pobreza, devolver la dignidad a los excluidos y, al
mismo empo, conservar y proteger la Casa Común.

Aquí, todas y todos tenemos un papel que jugar para afrontar los efectos del cambio climá co
que nos invita a pensar sobre:
- ¿Cómo son nuestros patrones de producción y consumo?
- ¿Cómo contribuimos a la equidad y la igualdad en nuestras comunidades?
- ¿Cómo logramos que nuestros territorios sean catalizadores de bienestar social, ambiental y
económico en estos empos?

La respuesta – solución está en cada uno de nosotras y nosotros, a través del compromiso en
todos los niveles para transformar nuestros hábitos y formas de actuar. Dicho en otras palabras,
tenemos que aprender en ayudarnos a cul var un modo de ser con una nueva conciencia que
nos posibilite y nos exija: un modo de ver y compar r dis nto, que sea libre, liberador y
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profundamente solidario. Que nos haga vibrar juntos, luchar juntos, llegar juntos. A escribir una
historia totalmente nueva. Para ello, se necesita de una ac tud vital, individual pero también
colec va.

Una ac vidad de VER como los recursos de la erra también están sie do depredados a causa
de formas inmedia stas de entender la economía y la ac vidad comercial y produc va. La
pérdida de muchos recursos vitales que construyen la belleza inagotable de Nuestra Casa
Común [Cfr. LS 32].

Ver con ojos de misericordia…

El agua

Nos dice el Papa Francisco, LS 30:


Mientras se deteriora constantemente la calidad del agua disponible, en algunos lugares avanza
la tendencia a priva zar este recurso escaso, conver do en mercancía que se regula por las leyes
del mercado. En realidad, el acceso al agua potable y segura es un derecho humano básico,
fundamental y universal, porque determina la sobrevivencia de las personas, y por lo tanto es
condición para el ejercicio de los demás derechos humanos. Este mundo ene una grave deuda
social con los pobres que no enen acceso al agua potable, porque eso es negarles el derecho a
la vida radicado en su dignidad inalienable. Esa deuda se salda en parte con más aportes
económicos para proveer de agua limpia y saneamiento a los pueblos más pobres. Pero se
advierte un derroche de agua no sólo en países desarrollados, sino también en aquellos menos
desarrollados que poseen grandes reservas. Esto muestra que el problema del agua es en parte
una cues ón educa va y cultural, porque no hay conciencia de la gravedad de estas conductas
en un contexto de gran inequidad.

Por tanto, el agua es para todas y todos. Desde pequeñas fuentecillas hasta los grandes cuerpos
acuífero de la Casa Común, el agua está para irrigar y dar vida. Porque la vida se basa en el agua.
Por eso el acceso al agua limpia es el derecho fundamental del ser humano y la condición de la
vida de nuestro planeta azul. El agua es para todas y todos, y toca hacer posible que el agua que
usamos pueda volver a sanearse para que con núe dando vida a todos los seres vivos del
planeta.

El aire

Nos dice el Papa Francisco, LS 2:


Esta hermana clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso
de los bienes que Dios ha puesto en ella. Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y
dominadores, autorizados a explotarla. La violencia que hay en el corazón humano, herido por el
pecado, también se mani esta en los síntomas de enfermedad que adver mos en el suelo, en el
agua, en el aire y en los seres vivientes. Por eso, entre los pobres más abandonados y
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maltratados, está nuestra oprimida y devastada erra, que «gime y sufre dolores de parto» (Rm
8,22). Olvidamos que nosotros mismos somos erra (cf. Gn 2,7). Nuestro propio cuerpo está
cons tuido por los elementos del planeta, su aire es el que nos da el aliento y su agua nos
vivi ca y restaura.

Respirar es vivir. Sin aire morimos en pocos segundos. Y con nuestras acciones, contaminamos
el aire que nos permite respirar, ese aire común, común a todos, que nos hace iguales a todos y
ante los ojos de Dios. Contaminando el aire, nos contaminamos porque también somos aire.
¡Qué seres tan extraños somos que destruimos las mismas condiciones que nos permiten vivir!
Ese afán de poseer, pensando que podemos obtenerlo todo, es lo que nos pone ante el abismo
de perderlo todo, vida incluida.

La erra

Nos dice el Papa Francisco, LS 53:


Estas situaciones provocan el gemido de la hermana erra, la erra que nos da piso y cobijo,
que se une al gemido de los abandonados del mundo, con un clamor que nos reclama otro
rumbo. Nunca hemos maltratado y las mado nuestra casa común como en los úl mos dos
siglos. Pero estamos llamados a ser los instrumentos del Padre Dios para que nuestro planeta
sea lo que él soñó al crearlo y responda a su proyecto de paz, belleza y plenitud. El problema es
que no disponemos todavía de la cultura necesaria para enfrentar esta crisis y hace falta
construir liderazgos que marquen caminos, buscando atender las necesidades de las
generaciones actuales incluyendo a todos, sin perjudicar a las generaciones futuras.

La erra es el sostenimiento de nuestra casa común: allí donde deberíamos tener los pies.
Creada por Dios para todos, para que sirva a su proyecto de paz, belleza y plenitud de todas las
criaturas, la estamos convir endo en un desierto, en un lugar dónde no va a ser posible habitar.
Contaminándola, le quitamos su potencia fer lizadora y productora de alimentos;
deser cándola, enmudecemos su belleza; calentándola, rompemos el equilibrio que, después
de millones de años, hizo posible el nacimiento de la vida. ¿Con qué derecho? Si somos
incapaces de pensar en nosotros, al menos pensemos en las generaciones futuras a las que
hipotecamos el futuro ya antes de nacer.

El fuego

Nos dice el Papa Francisco, LS 211:


Es muy noble asumir el deber de cuidar la creación con pequeñas acciones co dianas, y es
maravilloso que la educación sea capaz de mo varlas hasta conformar un es lo de vida. La
educación en la responsabilidad ambiental puede alentar diversos comportamientos que enen
una incidencia directa e importante en el cuidado del ambiente, como evitar el uso de material
plás co y de papel, reducir el consumo de agua, separar los residuos, cocinar sólo lo que
razonablemente se podrá comer, tratar con cuidado a los demás seres vivos, u lizar transporte
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público o compar r un mismo vehículo entre varias personas, plantar árboles, apagar las luces
innecesarias. Todo esto es parte de una generosa y digna crea vidad, que muestra lo mejor del
ser humano.

Pequeña re exión:
La conversión no es real, no es verdadera, si no incide directamente en el cuidado de nuestro
mundo. Esa incidencia está basada en pequeñas acciones que, mul plicadas por la constancia y
la convicción de muchas personas, son capaces de generar grandes cambios. Y estas pequeñas
acciones, tal como apagar una luz innecesaria, no son muy di ciles de realizar. Basta empezar
por una de ellas: luego, la fuerza de la costumbre nos hará adquirir el hábito y esas acciones se
irán realizando de forma natural e irán aumentando en número, intensidad y e cacia.

Seres humanos

Nos dice el Papa Francisco, LS 67:


No somos Dios. La erra nos precede y nos ha sido dada. [...] Esto implica una relación de
reciprocidad responsable entre el ser humano y la naturaleza. Cada comunidad puede tomar de
la bondad de la erra lo que necesita para su supervivencia, pero también ene el deber de
protegerla y de garan zar la con nuidad de su fer lidad para las generaciones futuras. Porque,
en de ni va, «la erra es del Señor» (Sal 24,1), a él pertenece «la erra y cuanto hay en
ella» (Dt 10,14). Por eso, Dios niega toda pretensión de propiedad absoluta: «La erra no puede
venderse a perpetuidad, porque la erra es mía, y vosotros sois forasteros y huéspedes en mi
erra» (Lv 25,23).

Salidos de la erra y compuestos de polvo de estrellas, de la erra venimos y a la erra


volvemos. Nuestra existencia es e mera. Y aun así, Dios nos llama a exis r para gozar de la vida,
de los dones de su creación y de sí mismo; y nos llama de nuevo a sí cuando la erra cubre
nuestro cuerpo en espera de la resurrección nal. Pequeños y grandes a la vez, por el designio
amoroso del Creador. Colocados, por su amor, en el corazón de la creación para ser sus eles
custodios. Custodiar la erra: esta es nuestra misión como criaturas amadas por Dios. ¿El amor
de Dios, nos llena e interpela para que cuidemos de su creación?

Mirar con ojos de misericordia los elementos que nos dan vida nos invita a generar en nuestra
comunidad educa va una «ecología integral», que incorpore las dimensiones humanas y
sociales.

Para que pueda hablarse de un autén co desarrollo, habrá que asegurar que se produzca una
mejora integral en la calidad de vida humana, y esto implica analizar el espacio donde
transcurre la existencia de las personas. Los escenarios que nos rodean in uyen en nuestro
modo de ver la vida, de sen r y de actuar. A la vez, en nuestra habitación, en nuestra casa, en
nuestro lugar de trabajo, en nuestra universidad y en nuestro barrio, usamos el ambiente para
expresar nuestra iden dad. Nos esforzamos para adaptarnos al medio y, cuando un ambiente es
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desordenado, caó co o cargado de contaminación visual y acús ca, el exceso de es mulos nos
desa a a intentar con gurar una iden dad integrada y feliz.

Hace falta cuidar los lugares comunes, los marcos visuales y los hitos urbanos que acrecientan
nuestro sen do de pertenencia, nuestra sensación de arraigo, nuestro sen miento de estar en
casa dentro de la ciudad que nos con ene y nos une. Es importante que las diferentes partes de
una ciudad estén bien integradas y que los habitantes puedan tener una visión de conjunto, en
lugar de encerrarse en un barrio privándose de vivir la ciudad entera como un espacio propio
compar do con los demás. La ecología humana implica también algo muy hondo: la necesaria
relación de la vida del ser humano con la ley moral escrita en su propia naturaleza, necesaria
para poder crear un ambiente más digno. Decía Benedicto XVI que existe una «ecología del
hombre» porque también el hombre posee una naturaleza que él debe respetar y que no puede
manipular a su antojo. En esta línea, cabe reconocer que nuestro propio cuerpo nos sitúa en
una relación directa con el ambiente y con los demás seres vivientes. Ese es nuestro reto.

Ac vidad del PET [10min]


Cada carrera pone su pet en la zona que se le indique.

Rosario misionero [15min]

Antes de iniciar nuestro rosario, conviene que conozcamos de qué se trata.

La palabra Rosario signi ca ‘Corona de Rosas’. La Virgen María ha revelado a muchas personas
que cada vez que rezan un Ave María le entregan una rosa y por cada Rosario completo le
entregan una corona de rosas. La rosa es la reina de las ores, así que el Rosario es la reina de
todas las devociones a María.

El Santo Rosario es considerado como la oración perfecta porque junto con él está aunada la
majestuosa historia de nuestra salvación. Con el rosario de hecho, meditamos los misterios de
gozo, de dolor y de gloria de Jesús y María. El Santo rosario es una oración bíblica por
excelencia, pues no es más que meditar el Evangelio con el Ave María como música de fondo.

Es una oración simple, humilde como María. Es una oración que podemos hacer con ella, la
Madre de Dios. Con el Ave María la invitamos a que rece por nosotros. Ella une su oración a la
nuestra. Por lo tanto, ésta es más poderosa, porque María recibe lo que ella pide, Jesús nunca
dice no a lo que su madre le pide. En cada una de sus apariciones, nos invita a rezar el Rosario
como una arma poderosa en contra del mal, para traernos la verdadera paz.

1. Introducción.
Todos: Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios
nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Guía: Abre Señor mis labios...
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Todos: Y mi boca proclamará tu alabanza.

Todos: Señor mío, Jesucristo, Dios y hombre verdadero, me pesa de todo corazón haberte
ofendido, propongo rmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de pecado,
confesarme y cumplir la penitencia. Te ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos en sa sfacción
de todos mis pecados. Amén.

Guía: Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus eles.


Todos: Y enciende en ellos el fuego de tu amor.

Guía: Envía tu Espíritu Creador.


Todos: Y renueva la faz de la erra.

Guía: Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus hijos con la luz del Espíritu Santo; haznos
dóciles a sus inspiraciones para gustar siempre del bien y gozar de su consuelo. Por Cristo,
nuestro Señor. Amén.

Canto de inicio.

2. Intenciones.
Ofrecemos este rosario para pedir la intercesión de nuestra Madre María por el bienestar de
nuestra casa común, por los elementos que forman parte de la vida y por todos los seres vivos
que habitamos el planeta.

PLEGARIA PRIMER MISTERIO: FUEGO.


Señor, te pedimos por el hermano fuego, por el cual alumbras la noche: y él es bello, y alegre, y
robusto, y fuerte. Te pedimos Virgen María, que intercedas ante tu Hijo, nuestro Señor, para que
des acierto a las personas que manipulan este elemento, el cual, que, así como ilumina el
exterior, el fuego del Espíritu Santo ilumine nuestro interior y des resguardo y protección a
todas y todos que vivimos en la Casa Comunidad, te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.

Se reza:
1 Padre nuestro
3 Aves María

Oración: Gracias, Padre, por nuestra Casa Común, concédenos conciencia y sabiduría para
cuidarla y respetarla.

PLEGARIA SEGUNDO MISTERIO: AGUA.


Señor, te pedimos por la hermana agua, la cual es muy ú l, y humilde, y preciosa. San sima
Virgen María, imploramos tu intercesión para que todo ser humano, tenga la conciencia de dar
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buen uso a este vital elemento, pues sin él, la naturaleza, dejaría de exis r, que de nuestro
corazón broten ríos de agua viva para saber discernir nuestros actos y preservar los recursos
naturales en nuestro mundo, te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Se reza:
1 Padre nuestro
3 Aves María

Oración: Gracias, Padre, por nuestra Casa Común, concédenos conciencia y sabiduría para
cuidarla y respetarla.

PLEGARIA TERCER MISTERIO: TIERRA.


Señor, te pedimos por nuestra la hermana erra, la cual nos sustenta y gobierna y produce
diversos frutos con coloridas ores y hierbas. Dulcísima Madre, te rogamos, que seas nuestra
abogada, para que Dios Padre y Dios Hijo, actúen en el corazón del hombre mediante el Espíritu
Santo, que disminuya la explotación de los recursos que se encuentran en la erra, que demos
el verdadero signi cado a éste elemento, que nos ofrece el sustento que nos da la energía
necesaria para sobrevivir, te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Se reza:
1 Padre nuestro
3 Aves María

Oración: Gracias, Padre, por nuestra Casa Común, concédenos conciencia y sabiduría para
cuidarla y respetarla.

Canto a María.

PLEGARIA CUARTO MISTERIO: AIRE.


Señor, te pedimos por el hermano viento, y por el aire, y el nublado, y el sereno, y todo empo,
por el cual a tus criaturas das sustento. San sima Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra,
socorre a tus hijos, que imploramos la misericordia de Dios Padre, para que dé la conversión a
aquellos que buscan incansablemente los recursos materiales y no los espirituales, que todos
los seres vivos gocemos de un aire que puri que nuestro cuerpo y nuestra alma, te lo pedimos
por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Se reza:
1 Padre nuestro
3 Aves María

Oración: Gracias, Padre, por nuestra Casa Común, concédenos conciencia y sabiduría para
cuidarla y respetarla.
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PLEGARIA QUINTO MISTERIO: SERES HUMANOS.
Señor, te pedimos por nuestras hermanas y hermanos que coexis mos en esta hermosa casa.
Santa Madre de Dios, te rogamos, intercedas por cada uno de los seres humanos que habitan
nuestro planeta, que cuidemos unos de otros, que sea escuchada la voz de aquellos que no
enen la capacidad de hablar y seamos eles protectores de los mismos, te lo pedimos por
Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Se reza:
1 Padre nuestro
3 Aves María

Oración: Gracias, Padre, por nuestra Casa Común, concédenos conciencia y sabiduría para
cuidarla y respetarla.

Canto nal.

Terminamos nuestro rosario con la siguiente oración:


Oración cris ana con la creación

Te alabamos, Padre, con todas tus criaturas,


que salieron de tu mano poderosa. Son tuyas,
y están llenas de tu presencia y de tu ternura.
Alabado seas.
Hijo de Dios, Jesús,
por fueron creadas todas las cosas. Te formaste en el seno materno de María,
te hiciste parte de esta erra,
y miraste este mundo con ojos humanos.
Hoy estás vivo en cada criatura con tu gloria de resucitado. Alabado seas.
Espíritu Santo, que con tu luz orientas este mundo hacia el amor del Padre
y acompañas el gemido de la creación,
tú vives también en nuestros corazones
para impulsarnos al bien. Alabado seas.

- Amarillo: Asia, ser humano. Animación Arquitectura

- Rojo: América, fuego. Psicología Ingenierías

- Blanco: Europa, aire. Administración Ing. Civil

- Azul: Oceanía, agua. Diseño Derecho

- Verde: África, erra. Conta/Eco LEMS


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Tes monio [15min]
Presenta Geovanni (SEEMAS)
Encargado de PINGÜI

Cierre [5min]
Geovanni
Invitación en apoyar la campaña de pet.
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