Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
“Cuidar el mundo que nos rodea y con ene es cuidarnos a nosotros mismos. Pero necesitamos
cons tuirnos en un ‘nosotros’ que habita la casa común”.
Fratelli tu , 17
Papa Francisco
Para construir ese NOSOTROS es necesario darse cuenta de los dramá cos efectos del cambio
climá co, siguen en aumento, causando: terremotos, tsunamis, ciclones tropicales e
inundaciones, así como, el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, con núan
aumentando y hoy son un 50% superior al nivel de 1990. Además, el calentamiento global está
provocando cambios duraderos en el sistema climá co, cuyas consecuencias pueden ser
irreversibles si no se toman medidas urgentes ahora.
La situación actual a la que hemos llegado de degrado ambiental está conectada con el degrado
humano, é co y social. Cada día se corroboramos que el sistema económico actual es
insostenible, lo cual nos lleva a re exionar: Cómo producimos, cómo consumimos, la visión a
corto plazo, la explotación de los pobres, la indiferencia hacia ellos, el aumento de las
desigualdades y la dependencia de las fuentes de energía nocivas (Mensaje del papa Francisco a
la ONU- 2019).
Es decir, se hace urgente abordar una civilización en favor del bien común, pensarnos en una
verdadera ecología integral, para comba r la pobreza, devolver la dignidad a los excluidos y, al
mismo empo, conservar y proteger la Casa Común.
Aquí, todas y todos tenemos un papel que jugar para afrontar los efectos del cambio climá co
que nos invita a pensar sobre:
- ¿Cómo son nuestros patrones de producción y consumo?
- ¿Cómo contribuimos a la equidad y la igualdad en nuestras comunidades?
- ¿Cómo logramos que nuestros territorios sean catalizadores de bienestar social, ambiental y
económico en estos empos?
La respuesta – solución está en cada uno de nosotras y nosotros, a través del compromiso en
todos los niveles para transformar nuestros hábitos y formas de actuar. Dicho en otras palabras,
tenemos que aprender en ayudarnos a cul var un modo de ser con una nueva conciencia que
nos posibilite y nos exija: un modo de ver y compar r dis nto, que sea libre, liberador y
ti
ti
ti
tti
ti
ti
fl
ti
fl
ti
ti
ti
ti
ti
ti
ti
ti
ti
profundamente solidario. Que nos haga vibrar juntos, luchar juntos, llegar juntos. A escribir una
historia totalmente nueva. Para ello, se necesita de una ac tud vital, individual pero también
colec va.
Una ac vidad de VER como los recursos de la erra también están sie do depredados a causa
de formas inmedia stas de entender la economía y la ac vidad comercial y produc va. La
pérdida de muchos recursos vitales que construyen la belleza inagotable de Nuestra Casa
Común [Cfr. LS 32].
El agua
Por tanto, el agua es para todas y todos. Desde pequeñas fuentecillas hasta los grandes cuerpos
acuífero de la Casa Común, el agua está para irrigar y dar vida. Porque la vida se basa en el agua.
Por eso el acceso al agua limpia es el derecho fundamental del ser humano y la condición de la
vida de nuestro planeta azul. El agua es para todas y todos, y toca hacer posible que el agua que
usamos pueda volver a sanearse para que con núe dando vida a todos los seres vivos del
planeta.
El aire
Respirar es vivir. Sin aire morimos en pocos segundos. Y con nuestras acciones, contaminamos
el aire que nos permite respirar, ese aire común, común a todos, que nos hace iguales a todos y
ante los ojos de Dios. Contaminando el aire, nos contaminamos porque también somos aire.
¡Qué seres tan extraños somos que destruimos las mismas condiciones que nos permiten vivir!
Ese afán de poseer, pensando que podemos obtenerlo todo, es lo que nos pone ante el abismo
de perderlo todo, vida incluida.
La erra
La erra es el sostenimiento de nuestra casa común: allí donde deberíamos tener los pies.
Creada por Dios para todos, para que sirva a su proyecto de paz, belleza y plenitud de todas las
criaturas, la estamos convir endo en un desierto, en un lugar dónde no va a ser posible habitar.
Contaminándola, le quitamos su potencia fer lizadora y productora de alimentos;
deser cándola, enmudecemos su belleza; calentándola, rompemos el equilibrio que, después
de millones de años, hizo posible el nacimiento de la vida. ¿Con qué derecho? Si somos
incapaces de pensar en nosotros, al menos pensemos en las generaciones futuras a las que
hipotecamos el futuro ya antes de nacer.
El fuego
Pequeña re exión:
La conversión no es real, no es verdadera, si no incide directamente en el cuidado de nuestro
mundo. Esa incidencia está basada en pequeñas acciones que, mul plicadas por la constancia y
la convicción de muchas personas, son capaces de generar grandes cambios. Y estas pequeñas
acciones, tal como apagar una luz innecesaria, no son muy di ciles de realizar. Basta empezar
por una de ellas: luego, la fuerza de la costumbre nos hará adquirir el hábito y esas acciones se
irán realizando de forma natural e irán aumentando en número, intensidad y e cacia.
Seres humanos
Mirar con ojos de misericordia los elementos que nos dan vida nos invita a generar en nuestra
comunidad educa va una «ecología integral», que incorpore las dimensiones humanas y
sociales.
Para que pueda hablarse de un autén co desarrollo, habrá que asegurar que se produzca una
mejora integral en la calidad de vida humana, y esto implica analizar el espacio donde
transcurre la existencia de las personas. Los escenarios que nos rodean in uyen en nuestro
modo de ver la vida, de sen r y de actuar. A la vez, en nuestra habitación, en nuestra casa, en
nuestro lugar de trabajo, en nuestra universidad y en nuestro barrio, usamos el ambiente para
expresar nuestra iden dad. Nos esforzamos para adaptarnos al medio y, cuando un ambiente es
ti
fi
ti
fl
ti
ti
ti
ti
ti
ti
ti
ti
ti
ti
ti
fí
ti
ti
fi
ti
ti
fí
ti
ti
ti
ti
fl
fi
ti
ti
ti
ti
fi
desordenado, caó co o cargado de contaminación visual y acús ca, el exceso de es mulos nos
desa a a intentar con gurar una iden dad integrada y feliz.
Hace falta cuidar los lugares comunes, los marcos visuales y los hitos urbanos que acrecientan
nuestro sen do de pertenencia, nuestra sensación de arraigo, nuestro sen miento de estar en
casa dentro de la ciudad que nos con ene y nos une. Es importante que las diferentes partes de
una ciudad estén bien integradas y que los habitantes puedan tener una visión de conjunto, en
lugar de encerrarse en un barrio privándose de vivir la ciudad entera como un espacio propio
compar do con los demás. La ecología humana implica también algo muy hondo: la necesaria
relación de la vida del ser humano con la ley moral escrita en su propia naturaleza, necesaria
para poder crear un ambiente más digno. Decía Benedicto XVI que existe una «ecología del
hombre» porque también el hombre posee una naturaleza que él debe respetar y que no puede
manipular a su antojo. En esta línea, cabe reconocer que nuestro propio cuerpo nos sitúa en
una relación directa con el ambiente y con los demás seres vivientes. Ese es nuestro reto.
La palabra Rosario signi ca ‘Corona de Rosas’. La Virgen María ha revelado a muchas personas
que cada vez que rezan un Ave María le entregan una rosa y por cada Rosario completo le
entregan una corona de rosas. La rosa es la reina de las ores, así que el Rosario es la reina de
todas las devociones a María.
El Santo Rosario es considerado como la oración perfecta porque junto con él está aunada la
majestuosa historia de nuestra salvación. Con el rosario de hecho, meditamos los misterios de
gozo, de dolor y de gloria de Jesús y María. El Santo rosario es una oración bíblica por
excelencia, pues no es más que meditar el Evangelio con el Ave María como música de fondo.
Es una oración simple, humilde como María. Es una oración que podemos hacer con ella, la
Madre de Dios. Con el Ave María la invitamos a que rece por nosotros. Ella une su oración a la
nuestra. Por lo tanto, ésta es más poderosa, porque María recibe lo que ella pide, Jesús nunca
dice no a lo que su madre le pide. En cada una de sus apariciones, nos invita a rezar el Rosario
como una arma poderosa en contra del mal, para traernos la verdadera paz.
1. Introducción.
Todos: Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios
nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Guía: Abre Señor mis labios...
ti
fí
ti
ti
ti
fi
fi
ti
ti
fl
ti
ti
tí
Todos: Y mi boca proclamará tu alabanza.
Todos: Señor mío, Jesucristo, Dios y hombre verdadero, me pesa de todo corazón haberte
ofendido, propongo rmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de pecado,
confesarme y cumplir la penitencia. Te ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos en sa sfacción
de todos mis pecados. Amén.
Guía: Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus hijos con la luz del Espíritu Santo; haznos
dóciles a sus inspiraciones para gustar siempre del bien y gozar de su consuelo. Por Cristo,
nuestro Señor. Amén.
Canto de inicio.
2. Intenciones.
Ofrecemos este rosario para pedir la intercesión de nuestra Madre María por el bienestar de
nuestra casa común, por los elementos que forman parte de la vida y por todos los seres vivos
que habitamos el planeta.
Se reza:
1 Padre nuestro
3 Aves María
Oración: Gracias, Padre, por nuestra Casa Común, concédenos conciencia y sabiduría para
cuidarla y respetarla.
Se reza:
1 Padre nuestro
3 Aves María
Oración: Gracias, Padre, por nuestra Casa Común, concédenos conciencia y sabiduría para
cuidarla y respetarla.
Se reza:
1 Padre nuestro
3 Aves María
Oración: Gracias, Padre, por nuestra Casa Común, concédenos conciencia y sabiduría para
cuidarla y respetarla.
Canto a María.
Se reza:
1 Padre nuestro
3 Aves María
Oración: Gracias, Padre, por nuestra Casa Común, concédenos conciencia y sabiduría para
cuidarla y respetarla.
fi
fl
tí
fi
ti
ti
ti
ti
PLEGARIA QUINTO MISTERIO: SERES HUMANOS.
Señor, te pedimos por nuestras hermanas y hermanos que coexis mos en esta hermosa casa.
Santa Madre de Dios, te rogamos, intercedas por cada uno de los seres humanos que habitan
nuestro planeta, que cuidemos unos de otros, que sea escuchada la voz de aquellos que no
enen la capacidad de hablar y seamos eles protectores de los mismos, te lo pedimos por
Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Se reza:
1 Padre nuestro
3 Aves María
Oración: Gracias, Padre, por nuestra Casa Común, concédenos conciencia y sabiduría para
cuidarla y respetarla.
Canto nal.
Cierre [5min]
Geovanni
Invitación en apoyar la campaña de pet.
ti