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* Séccién: Literatura > Peter Funke: Oscar Wilde AN we ° aos El Libro de Bofsillo Alianza Editorial Madrid -reuofsmaw ap ofep apliay ep axquIou Jo euxDw/FUT Ug ~eoodp ns ap eimysod Bf spwope eqelojor Ainqsiuieg osad ‘oqnsa [eur ns ap wsned F saque soue aqua aiAuleIMp Opesee vIqQry >] APTLAL anb $9 PepzoA PT “gOGT & ZO6T WO goqgnd nb xix off 18 [PP BIMBIOAT] ¥] ap seMOIsY Sop sep ep euNURE uD sorquivs ua ‘puorauaus af ou “esMuLIeTy ¥[ op sz[Su_ Jopert ois] avisny{ ‘ings aBioeH foxx o[81s PP eT, “lig, spw JoLIIsa» P sod wu >| “2PILA\ ap oyeBonq iq. rowyid ‘prey sVPg Jaydorsiy) ep owTuppnas ‘uosepy HUME { Jp OLID JP TRGTsUOI> 10d aplty\ oppuapuos wqry ‘same soe IIS “SpE, zan{ Jo and 059 & ‘oppouos Bqey anb eviqo & waqujed ap ond spur puquioy [>> Bz anh ZQEI wo |p ap olfp ‘oyeatforq rousd ns & woods wownd 8] ap offure ‘prvreyg 3eqoy “opuny oxd spar opoxdsap [> & oonspwoous spur oorsyfoued [3 anu FIO SPIEL 3898Q P1qos somal ap Ess eT eurajqosd [3 upedg ur pong PEPEY “6 “sasojog “y “sg yorRsog ua ossudwsy ‘YS “Ypuaisof{ sesso], od opeoiaqss yedeg TO PRR "eIq"D ZLOr~ PIIZE “W +TeBaq onsodact hoo 007 Sz *8¢ “UFTEN 211% ZL6t 'PHPEWL “Vy “S “PHONY BauKY se “Pa D Broquasny ung, won uaqatieSsnerpy ustydexfouou —yyomoy | “696T Que, #4 YOY "AWD AeA yPnquay>seL, yyouoy O auioxe'y ooHapag szopMpeL, 2PIAL 12250) :IPUBs0 OTIAL 8 Peter Funke se después de 1895, afio de su condena y de su exilio social, y atin largo tiempo después de su muerte, so- brevenida en 1900, siguid siendo tabé, Ademés, Ia con- dena de la persona habia alcanzado a Ja obra, a pesat de los prudentes pasos dados por sus amigos (algunos de ellos acétrimos enemigos entre st) pata despertar com pasién, interés y reconocimiento por quien antes de su prosctipcién social habia alcanzado los triunfos munda- nos més brillantes. ‘Lo que no lograron sus amigos en Inglaterra lo con- siguid en Alemania toda una serie de ctfticos, traducto- tes, directores attisticos de teatro y editores. Mientras cn su pais se hacia el silencio en torno al nombre de Wilde, en Alemania se iniciaba una fase de idolatrfa. Entre 1900 y 1934 sus obras se editaron 250 veces, es decir, més que las de cualquier otro autor briténico. (Dickens mismo sélo alcanzé 220 edicioncs.) A ello hay gue afiadir los éxitos de las obras representadas que, a pesar de la competencia de dramaturgos como Haupt- nana, Sudermann ¢ Ibsen, solamente en la temporada de 1903-1904 se pusieron 248 veces en escena, de las cuales a Salomé le cortespondicton 111. Hasta después de Ja primera guetta mundial no empiezan a destacarse las voces disctepantes; asi, en 1919 H. Mutschmann, dirigiéndose a la critica alemana, dice que he Ilegado el momento de valorar a Wilde por lo que es de verdad: por un causeur, capex de deslumbrar a los superficiales, Que, en el fondo, esté podrido hasta el tuétano. Sin embargo, tanto H. G, Wells como G. B. Shaw haben incluido el nombre de Wilde en una lista de «inmor- tales» briténicos en Ia época en que ya se encontraba en la edrcel y su nombre se silenciaba en la sociedad in- glesa. gOuién eta, pues, ese Oscar Wilde que en sus cartas se compataba con Apolo, Nerdn, Don Quijote ¢ inchiso con San Francisco de Asis, ese dulce pecador de Ingle- terra de simplicidad infantil, ese tristemente célebre San Oscar de Oxford que fue tan conocido como rey de la vida que como maestro de In lengua y pontifice del es- Oscar Wilde 9 teticismo, como presidiatio y pederasta, poeta y plagiario, dandy y mértic? Un estudio detallado de esos juicios y reacciones tan dispares muestra que fueron provocados por tres facto Oscar Wilde en Nueva York. Fotografia de Saro} res: su fama social como maestro de la conversacién, su obra literaria y su escéndalo. Los tres factores han despertado gran interés, aunque no siempre en el mismo piblico. Asf, el juicio sobre uno de los factores ha con- tribuido muchas veces a establecer un juicio sumario sin

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