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~ Salmos 51:11
En esta ocasión, hablaremos de David, quien fue llamado un hombre conforme al corazón
de Dios.
El salmo 51 tiene como trasfondo el trato de Dios con David en relación con su pecado.
David, un día mientras estaba en su techo, espió en una azotea vecina a una hermosa
dama bañándose. Y la lujuria de la carne de David se apoderó de él. Él le envió un mensaje
para que viniera.
Y en ese momento, el profeta Natán se acercó a David con una parábola en la que David era el
personaje, solo que en un escenario diferente. "David, hay un hombre en tu reino, muy rico, tenía
toda clase de ovejas y bienes, posesiones, sirvientes. Y al lado de él vivía un hombre muy pobre que
tenía una sola oveja. El rico ordenó a sus siervos que fueran a la casa de su prójimo y se llevaran el
cordero por la fuerza. David se enojó y le dijo a Natán: "Ese hombre seguramente será
puesto a muerte". Y Natán señaló con el dedo a David y dijo: "David, tú eres el hombre".
La aplicación era muy clara. David tenía muchas esposas, concubinas, todo lo que una persona
podía desear.Sin embargo, le quitó la esposa, la única esposa de su vecino.
Y al oír esto, sobre el sentimiento de su propia culpa, David escribió este salmo 51 en el que
clama por misericordia.
Fue por eso que Dios hizo de David, un Rey, un Líder, un Ejemplo, la persona que
revolucionó la presencia de Dios en el pueblo de Israel, el responsable de devolverle el
lugar a Dios delante de su pueblo. Fue por eso que David no perdía ninguna guerra, nunca
pereció en las batallas, siempre las victorias fueron de su lado (No importando para quien
peleara), y esto quiere decir que cuando tenemos la presencia de Dios en nuestras vidas,
no solamente ganaremos nuestras batallas, si no también tendremos el valor de pelear
las batallas de aquellos a los cuales Dios nos puso a liderar.