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PERSONAJES
MONJA LORENZA
ROMEO
JULIETA
BENVOLIO
LADY CAPULETO
SR. CAPULETO
NIÑERA
MONJA LORENZA: Buenas noches, señoras y señores. Lo que hoy venimos a contar… es una
historia de amor (todos hacen una imagen estática que representa “amor” y así con cada palabra
de las que siguen en este monólogo, hasta “muerte” donde todos dicen “No”), odios, aventuras,
rencores, juventud, muerte. Dos familias: los Montesco y los Capuleto. Ambas nobles, pero
enemistadas. Y entre ellas, nace el amor. Romeo y Julieta. Dos jóvenes enredados en un
romance… que no puede ser. ¡Con ustedes, el drama!
Suenan campanas. La Criada del Rey, sube al estrado. Todos se forman en semicírculo para
oírla. La Criada del Rey lee el informe del Rey.
CRIADA DEL REY: (Lee) Ciudadanos de Verona. ¡Atención! Por orden y gracia de su majestad
el Rey, se informa a toda la población de Verona que se ha decretado PENA DE MUERTE a
todo aquel que entre en conflicto, lucha o reyerta.
MONJA LORENZA: Quiere decir que si te peleás con alguien estás al horno con papas.
CRIADA DEL REY: Por orden y gracia de su Majestad. ¡Qué viva el Rey!
SR. CAPULETO: ¡Shhhhh! ¡No peleen! ¿No ven que está prohibido?!
Salen todos excepto Benvolio y Romeo. Romeo toma el papel, lo da vuelta y descubre algo en el
reverso.
ROMEO: ¡Uy! Mirá. Hay un baile disfraces en la casa de los Capuleto. Tenemos que ir.
Seguramente va a ir Rosalina, que es una morocha que está rebuena.
LADY CAPULETO: (Siente feo olor) ¡Uf! ¡Qué asco! ¡Qué lugar inmundo! ¿Para qué me traés
acá? ¿No ves que esto está inundado de gente horrible y sucia?
SR. CAPULETO: Necesitaba hablarte en privado y nuestra casa está cada vez más llena de
criados chismosos.
LADY CAPULETO: Bueno, apurate porque no resisto un minuto más en este lugar asqueroso.
SR. CAPULETO: Está bien. Calmate. Es algo breve lo que te tengo que decir.
SR. CAPULETO: ¡Epaaaa! Che, ¿qué necesidad de andar haciendo tremendo escándalo por un
poco de suciedad…?
LADY CAPULETO: (Muy sacada) ¡Me vas a decir lo que me tenés que decir o no!
SR. CAPULETO: Ok, te lo digo. (Hace una pausa) Arreglé el casamiento de nuestra hija, Julieta,
con el Conde Páris.
LADY CAPULETO: ¡Ayyyyyyy! ¡Qué excelente noticia! ¡Una fiesta! Por fin voy a poder
estrenarme un vestido y ponerme todos los brillantes y pelucas, muchas pelucas, y joyas por
todos lados, y zapatos de taco alto, altísimo. Quiero medir como dos metros. Voy a ser la
atracción de la fiesta. ¡Por algo soy la mujer más bella de toda Verona! ¡Urgente, tengo que salir
de compras! ¡Prestame la tarjeta!
SR. CAPULETO: ¡Shhhhh! No, no no… Nada de eso. El centro de la fiesta tiene que ser
Julieta…
LADY CAPULETO: ¿Julieta?! ¿Quién es Julieta? (Pausa) Ah, claro, Julieta, nuestra hija.
LADY CAPULETO: Claro, claro. Pero yo me voy a encargar de todo. Le voy a comprar un
vestido rosa, precioso.
SR. CAPULETO: El vestido será blanco con perlas y listones. Nada de rosa. No es una fiesta de
15. ¡Es un casamiento! (se va de escena).
LADY CAPULETO: (Actuando como sumisa) Está bien, querido, lo que vos digas. (Aplaude y
llama a la Niñera). ¡Nana! ¡Nana! A mí. (Aparece la Niñera corriendo).
LADY CAPULETO: Sí. Quiero que me traigas a los mejores modistos de Verona. ¡Tenemos que
hacer un vestido de novia!
NIÑERA: Está bien, señora. Voy enseguida. (Amaga a salir pero la corta la señora).
LADY CAPULETO: No, no, no, eso después. Ahora tráeme a Julieta. Tengo que hablar con ella.
LADY CAPULETO: (Habla al público) ¿Vestido de novia blanco? ¡Imposible! La que va a llevar
un vestido blanco, con diamantes incrustados, voy a ser yo, que soy la mujer más hermosa de la
ciudad. (Entra corriendo Julieta, detrás la Niñera).
LADY CAPULETO: Sí, sí. Debo hablarte de algo muy importante. (Pausa) ¡Hemos arreglado tu
matrimonio! ¡La semana que viene te casás!
JULIETA: ¿Yo?
JULIETA: ¿Yo?
JULIETA: ¿Casarme?
JULIETA: ¿Casarme?
Suena una música. Ingresa la Criada del Rey con un antifaz y con un cartel que dice “Mansión
Capuleto”. Comienzan a ingresar personas con antifaces. Ingresan el Sr. Capuleto, Lady
Capuleto, Teobaldo, la Monja Lorenza, La Niñera, Julieta. Finalmente ingresan Romeo y
Benvolio con ridículos trajes. Benvolio tiene puestas unas alas de mariposa. Romeo algo más
discreto pero también ridículo. Todos bailan. De repente la imagen y la música se congela.
Romeo y Benvolio son los únicos que continúan moviéndose.
ROMEO: Te queda divino. Además yo no me las puse porque no me entraban, si no, me las
ponía yo. (Ve a Julieta) ¿Y esta preciosura? ¿Quién es?
BENVOLIO: (Ni mira, sigue malhumorado con su traje) ¡Qué sé yo! ¡Me quiero ir!
ROMEO: ¡De ninguna manera! ¡Ahora más que nunca, nos quedamos en la fiesta!
Vuelve a sonar la música. Romeo baila con Julieta. La besa en una mano. Ambos muestran
gestualmente estar enamorados. Empieza el carnaval carioca, todos hacen el típico trencito y se
la llevan a Julieta. El trencito se va de escena. Quedan solos Romeo y Benvolio.
ROMEO: ¡Ay, diosito querido. Me late el corazón! (Señalándose el pecho) Mirá, tocá, sentí cómo
me late.
BENVOLIO: ¡¿Pero vos sos paparulo?! ¿No sabés quién es esa chica?
BENVOLIO: Es Julieta.
BENVOLIO: Sí, Capuleto. Y no sé si recordás que los Montesco y los Capuletos, ¿qué somos?
Apagón. Vuelve la luz y Romeo está en idéntica posición. Ingresa la Criada del Rey con un cartel
que dice “Balcón de Julieta”. Mira a Romeo. Éste “despierta”.
CRIADA DEL REY: (Con el cartel bien visible) ¿Y a vos qué te parece?
ROMEO: (Lee) ¡Ah! El balcón de Julieta… (Reacciona) ¿El balcón de Julieta? Me treparé para
declararle mi amor (se prepara, se peina, etc. En eso Julieta ingresa y se sube a una tarima que
representará el balcón). ¡Oh! ¿Qué es esa luz que brilla tan fuertemente? ¿El sol? ¿La Luna?
¿Es Julieta? ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! ¡Si ella supiera cuánto la amo! ¡Se lo diré! (comienza a
ir hacia ella y se arrepiente) No. No me animo. ¡Qué bella es! Ay! ¿Qué le digo? (ensaya, sin ser
oído por Julieta) Cómo me gustaría ser visco para mirarte doble (se da cuenta que no va) No.
Cualquiera. A ver… ¡Mamita! Con esa mirada tan dulce me dan ganas de chuparte un ojo …
¡No! ¿Qué le digo? (la mira, suspira y le sale solo) ¡Quién fuera guante de esa mano para poder
acariciar su mejilla!
JULIETA: (Sin saber que él está ahí, suspira enamorada) ¡Ay! ¡Romeo! ¡Romeo! ¿Por qué eres
Romeo? Reniega de tu familia, de tu apellido, y podremos estar juntos para siempre. O júrame
que me amas y dejaré yo de ser una Capuleto.
ROMEO: (Al público) ¿Está hablando de mí? ¿Dijo Romeo o yo escuché mal? ¡Esssaaaa!
¡Campeón! ¡Eppaaaaaa! (Canta y cancherea) ¡Es tuya Juan reclamala Juan es tuya! (baila tipo
rapero).
ROMEO: ¡Uy! La arruiné. (Se acerca, la palmea) Julieta. ¡Eh! Juli. Che. Despertate.
JULIETA: ¿No?
ROMEO: No. ¿Sabés por qué? Porque… (Canta) “Yo sólo quiero darte un beso y regalarte mis
mañanas” (en la puesta original, se jugaba todo el tiempo con esta canción, “Darte un beso” de
Prince Royce, que fue elegida por el elenco porque estaba de moda en ese momento).
JULIETA: Sí. (Se miran embelesados. Comienza a sonar una música muy romántica. Se van
acercando como para darse un beso, justo ahí los interrumpe la niñera).
NIÑERA: ¡Julieta! ¿¡Qué es esto!? (Julieta y Romeo se separan. La niñera mira la situación y
entiende inmediatamente) Pero, ¿ustedes se dan cuenta lo que pasaría si sus padres se enteran
de esto? Julieta, ¿Qué está pasando acá?
ROMEO: Yo creo que lo que sucede está bastante clarito… ¿o quiere que le haga un dibujito?
NIÑERA: ¡Mirá querido, no te hagas el cancherito, eh! ¡¡¡¿Así que haciéndote el galancito por la
casa de tu enemigo?!!! ¿Sabés lo que te puede pasar si te descubren? ¡Te pueden cortar las…
alas en un suspiro! Así que te me mandás a mudar ya mismo de acá.
NIÑERA: ¿¿¿Quéééé??? (A público) ¡Uy! ¡Quilombo en puerta! (A Julieta) ¿Es cierto eso?
(Julieta asiente con la cabeza. A Romeo) ¿Es cierto eso? (Romeo asiente). Entonces, si quieren
que este amor prospere, se tendrán que casar o de lo contrario, lo peor puede pasar.
NIÑERA: ¡Monja Lorenza! Justo la estábamos necesitando. ¡Qué casualidad que usted pasaba
por aquí!
NIÑERA: Necesito que me case a estos dos. (Romeo y Julieta se alegran, se toman de las
manos).
MONJA LORENZA: (Los mira estudiándolos) Pero, usted es Romeo Montesco… Y usted
¡Julieta Capuleto!
MONJA LORENZA: (Se persigna) ¡Que Dios me ampare! Mejor me apuro porque si nos ven nos
matan a todos… En fin. Por el poder que me confiere la Santa Iglesia yo los declaro, marido y
mujer. Listo, ya están casados. Buenas noches, Bariloche. Me fui. Yo no fui. Chau
Sale rapidísimo. Romeo y Julieta se abrazan. Apagón. Vuelve la luz. Ingresa la Criada del Rey
con un cartel que dice “Plaza de Verona”. Ingesa Teobaldo.
TEOBALDO: Te doy dos pesos si vas y me tocás timbre en la casa aquella y le decís a ese que
Teobaldo lo está esperando. A ver si se la banca.
CRIADA DEL REY: Dale. (Agarra 5 pesos que le da Teobaldo. Mientras va saliendo, habla al
público) ¡Con lo que pagan en la corte, las cosas que hay que hacer! (Sale. Ingresa Benvolio).
TEOBALDO: Por un asunto de vida o muerte. ¿Qué pasa que no viene? ¿Tiene miedo?
BENVOLIO: ¿Qué miedo? ¿Qué te pensás? ¿Tenés ganas de pelear? ¿Por qué no te la agarrás
conmigo que soy más grande?
TEOBALDO: Jajajajaja. ¿Más grande? Vení, no te tengo miedo. (Pelean. Benvolio resulta
herido).
TEOBALDO: ¡Ah! Por fin apareció la nenita. ¿Qué pasaba? ¿Estaba tomando la leche?
ROMEO: No, para allá no. Para allá (señala con todo el brazo, con tan mala suerte que le pega
sin querer a Teobaldo, quien cae desmayado en el piso). Uy, ¿qué pasó?
ROMEO: ¿Adónde?
BENVOLIO: No sé. Andate a otro pueblo. Te tenés que rajar porque si saben que mataste a
Teobaldo, te matan a vos… Vamos. Vamos. Tenés que huir… (Se van. Queda el cuerpo de
Teobaldo tendido en el piso. Suenan campanas como al principio. Ingresa la Criada del Rey.
Comienzan a entrar todos menos Romeo. Los padres de Julieta lloran la muerte de Teobaldo).
CRIADA DEL REY: Ciudadanos de Verona. ¡Atención! Por orden y gracia de su majestad el
Rey, se informa a toda la población de Verona que se ha condenado a Don Romeo Montesco al
destierro absoluto, por haber asesinado a Don Teobaldo Capuleto. De modo que si llegara a
regresar a Verona, cualquier ciudadano tendrá derecho a matarlo. Por orden y gracia de su
Majestad. ¡Qué viva el Rey! (al terminar de leer le habla a Benvolio) ¡Usted! ¡Saque el cuerpo de
la plaza!
BENVOLIO: ¿Yo?
BENVOLIO: ¡Siempre me agarra a mí! (Benvolio, ayudado por la Niñera y alguien más, sacan el
cuerpo de Teobaldo de escena. Queda en escena Julieta y la Monja Lorenza que espía desde
atrás).
JULIETA: ¡No! Nada se va a arreglar. Todo lo contrario. Mis padres me quieren casar mañana
con el Conde Páris, ¿se da cuenta? ¡Me quiero morir!
MONJA LORENZA: Mirá. Quedate tranquila. Tomá (saca una botellita de un bolsillo o cartera y
le entrega a Julieta). Tengo un plan. En esta botellita hay un líquido… Una poción que, al
beberla, te dará la apariencia de un cadáver, pero sólo por tres días. ¿Me entendés?
JULIETA: No.
MONJA LORENZA: Vos te tomás el líquido. Después JJJJ (Hace sonido y gesto de degüello).
Todos creen que vos jjjjj. Pero vos no jjjjjjj. ¿Me entendés?
MONJA LORENZA: Entonces. A los tres días vos resucitás. O sea nunca te moriste. Te
despertás. Y yo te llevo con Romeo… y ahí viven juntos y felices para siempre.
Julieta bebe el líquido y cae desmayada. Unos segundos después entra la Niñera, luego el Sr.
Capuleto y Lady Capuleto. Descubren el cadáver de Julieta.
TODOS: ¡¡¡¡Julieta!!!!
Apagón. Al regresar la luz, está Romeo de rodillas en el piso con actitud compungida, Benvolio
detrás le palmea la espalda. Ingresa la Criada del Rey con un cartel que dice “En el destierro”.
ROMEO: ¡No puede ser! ¡¡¡Me quiero morir!!! No soporto este dolor.
BENVOLIO: Ya va a pasar.
ROMEO: ¿No me entendés? ¡¡¡Me quiero morir!!! No quiero seguir viviendo. Necesito algo…
¡Veneno! Eso es. ¿Sabés qué farmacia está de turno?
BENVOLIO: Un veneno (saca un frasco). Pero cuidado, es tan fulminante que mataría a 20
hombres juntos.
ROMEO: (Lo agarra) Es justo lo que necesito (va a tomarlo y se arrepiente). No. Mejor, me voy a
Verona. Lo beberé allí y moriré junto al cuerpo de mi amada. (Sale. Queda Benvolio solo.
Suspira).
Apagón. Vuelve la luz. Julieta tendida en el piso, supuestamente muerta. Ingresa la Criada del
Rey con un cartel que dice “En la tumba de Julieta”. Aparece Teobaldo caminando como un
zombi. La Criada del Rey se asusta, pega un grito y sale corriendo.
TEOBALDO: (A público) ¿Se dan cuenta? Ni en la tumba uno puede andar paseando tranquilo.
(Mira a Julieta, que está tendida en el piso). Esta no está muerta. Se hace. Si no mirá que iba a
estar tan tranquilita ahí acostadita, con la fiesta que hay ahora en las catacumbas. Bue, me voy.
Hay una finadita que me espera en el baile. Ta luegooooo. (Se va. Ingresa Romeo muy
compungido, ve a Julieta).
ROMEO: ¡Oh! Amada mía. Esposa mía. La muerte no ha podido con tu hermosura. La belleza
brilla aún en tu rostro. Aquí estoy, para quedarme contigo para siempre. (Toma el veneno y le
habla) Ven, amargo veneno, lléname la sangre. ¡Salud! (Bebe y comienza a sentir el efecto). Oh,
Benvolio, tenías razón. Este veneno es muy efectivo. (Cae seco, muere y hace ruido al caer.
Julieta se despierta por el ruido, sobresaltada).
JULIETA: ¿Qué pasó? ¿Quién fue? ¡Ah! Cierto. Estoy en mi propia tumba. Jajaja. La Monja
Lorenza tenía razón (Ve a Romeo). ¿Romeo? Amado mío. ¿Qué te ha pasado? (Agarra el
veneno) ¿Qué es esto? ¿Veneno? Romeo ha muerto. ¡Oh, no! Ya no quiero vivir yo tampoco.
(Intenta beber del veneno pero ve que no ha quedado ni una gota). ¡No queda ni una gota! (Ve
el puñal de Romeo, lo toma) ¡Oh! Bendito puñal. (En ese momento ingresa la Niñera, luego
todos los demás) He aquí tu vaina (se lo clava).
NIÑERA: ¡¡¡Noooooo!!!
Todos ingresan y forman una imagen observando a los cadáveres. La Niñera tiene un brote de
angustia.
NIÑERA: No. No puede ser. No lo soporto. Es demasiado dolor. No puedo. Basta. Esto es un
horror. Noooooo. ¡Qué obra horrible! Yo pensé que terminaba bien. Que iba a terminar bien,
juntos como Schrek y Fiona… ¡¡¡¡Y ahora esto!!!! ¡¡¡¡Noooooooooo!!!!
NIÑERA: Necesito otro final, si no te juro que (agarra ella el puñal y amenaza con matarse.
Todos se sorprenden. Romeo y Julieta se incorporan e intentan detenerla, que se tranquilice).
TEOBALDO: (A público) ¿Se dan cuenta? Ni en la tumba uno puede andar paseando tranquilo.
(Mira a Julieta, que está tendida en el piso). Esta no está muerta. Se hace. Si no mirá que iba a
estar tan tranquilita ahí acostadita, con la fiesta que hay ahora en las catacumbas. Bue, me voy.
Hay una finadita que me espera en el baile. Ta luegooooo. (Se va. Ingresa Romeo muy
compungido, ve a Julieta).
ROMEO: ¡Oh! Amada mía. Esposa mía. La muerte no ha podido con tu hermosura. La belleza
brilla aún en tu rostro. Aquí estoy, para quedarme contigo para siempre. (Toma el veneno y le
habla) Ven, amargo veneno, lléname la sangre. ¡Salud! (Bebe y ve que el veneno no le hace
nada). Oh, qué rico. Es jugo de manzana… Y no me hace nada… ¡Este veneno no sirve!
(Ingresa Benvolio).
BENVOLIO: Obvio, chabón. ¿Qué esperabas? Mirá que yo que soy tu primo y tu mejor amigo te
iba a dejar morir así nomás. Además, te tengo una sorpresa. (Ingresa la Niñera, Benvolio la toma
del brazo y los presenta) Jazmín, Romeo. Romeo, Jazmín, mi novia. Ella tiene algo importante
que decirte…
ROMEO: ¿No?
ROMEO: ¿No?
ROMEO: ¿Dormida?
ROMEO: ¿Dormida?
MONJA LORENZA: (Entrando) Sí, una poción que yo misma le di. (Saca un reloj del bolsillo y lo
mira) Y según mis cálculos, Julieta tendría que estar despertándose en tres, dos uno… (Julieta
se despierta).
ROMEO: ¡Julieta!
JULIETA: ¡Romeo!
MONJA LORENZA: Y por fin, Julieta y Romeo pudieron vivir el amor que Dios había unido.
SR. CAPULETO: Y el padre de Julieta se sacó el Lotto y fue más rico aún.
Todos se van haciendo este tipo de comentarios. Quedan sólo Romeo y Julieta. Se toman de la
mano. Sonríen al público. Unos segundos después, saludan al público. Luego van entrando los
demás. Saludo final.