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ARQ

2017

A F I A
I O G R A L
B E N E R
I B L
G C I Ó N
I C
F A N A A
A N I
L
P R B
U L I O
G I G

Por una Educación democrática Pública y Gratuita

ceadigdelosestudintes@gmail.com www.facebook.com/ceadig
ÍNDICE
1 Introducción: conocimiento y práctica urbanística .................... 5

2 La enseñanza del urbanismo como conocimiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19

3 La enseñanza del urbanismo como praxis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27

4 Bases de la intervención en la ciudad y el territorio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32


4.1. Extensión, reforma y mantenimiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
4.2. Forma y estructura urbana. Escalas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
4.3. Jerarquías urbanas. Centralidad y periferia. Ciudad diversa y ciudad
dual . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40
4.4. Redes y nodos. Comunicaciones y espacios públicos . . . . . . . . . . . . 44
4.5. Tejidos urbanos. De las formas del soporte residencial y el soporte
productivo a la definición del espacio complejo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
4.6. Sobre los elementos de composición urbana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50

5 Conceptos: la realidad urbana y territorial, el proyecto y su representación . . . . . 53


5.1. El espacio parcelado. Lo público y lo privado . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
5.2. El espacio construído. El tipo urbano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57
5.3. El espacio funcional. La zonificación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
5.4. El espacio económico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60
5.5. Una síntesis: el espacio socioecológico. Proyectar el espacio complejo61
5.6. Contenido y representación del proyecto del territorio complejo . . . 63

6 Aproximación disciplinar: lo factible y lo válido . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67


6.1. El territorio de la equidad. Urbanismo y justicia social . . . . . . . . . . . 68
6.2. El territorio de la competitividad. Estrategias urbanas . . . . . . . . . . . . 69
6.3. El territorio de la sostenibilidad. Medio ambiente urbano y sostenibilidad
fuerte . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71
6.4. La dimensión estético-formal. La ciudad como obra de arte . . . . . . . 72
6.5. Lo válido. El marco legal y administrativo. Cuestiones de legitimidad.
Políticas urbanas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 74
6.6. Lo factible. Las técnicas urbanísticas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 76

7 Conclusión: el urbanismo actual dentro del paradigma de las ciencias de la


complejidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81
7.1. El fenómeno urbano en la actualidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81
7.2. Compacidad y dispersión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82
7.3. Presencia del ubanismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83
índice

Prefacio ..·.............{_ . . ·. ......................................................................... 7


l. Los procesos de urha.n.izaci6n-desda11:na pezspectlva geo- -·
-- . gráfica ....................... ..... _ .. _ ...... _ . . _ .. g
L l. La geografía y el estudio de las ciudades . - . _ .................................. 9
L2.' La ciudad y lo urbano: anotaciones conceptuales ................. 16
Diseño da cubierta: Juan José Vazque2 1.3. Los procesos de urbanización .... ......- ....... . 22
·1 .:4. Una perspecñva ge gráíica 29

PfliMERA PARTE:
; :..- - LA URBANIZACIDN EN lJI. HISTORIA
Res"_Brv-ados tOdos lbs derechos. Está prohibido; bajo -
la.s sanciones pepale.s y el resarcimi nto civil pre- 2. Nacimiento y evolución de la ciudad preindustrial .............. 35
vistos en las leyes. reproducir, registrar o ITan:mlitir 2.1. ',Esquema histórico de la ciudad p:reindustrial .........................36.
esta publicacióo. Integra o parcialmente por cualquier
sistema de recuperación y por cualquier medio. 2.2. tas primeras ciudades .........._ ............................. 39
sea mecánico. electrónico. magnético. eledroóptico. 2.3. Proliieración de las ciudades en el Mediterráneo .................42
por fotocopia o por cualquier otro. sin la autoriza"' 2.4. La ciudad medieval ...................................................................... 47
ción previa por escrito de Editorial Slntesis. S. A. 2.5. El Renacimiento y la ciudad barroca ......................................... 50
© Julio Vinuesa Angula 2.6. Elementos sustanciales de lo urbano en la ciudad prein-
Marfa jesús Vidal Domlnguez dustrial ..................... _ .............................................................................. 54
..
© EDiTORIAL SINTESfS. S; A.
VaUehermo.so. 32. 28015 Madrid 3. Induatrlalización y revolución urbana. ................................ 59
TeléfonO (91) 593 20 98 3. L Los progresos en la producción agrlcola .................................. 60
3.2. La evolución demográfica ........................................................... 62
lSBN: 84-7738-l!0-0 3.3. Mejoras en los transportes :. ..._ ............... _ . _ . . 64
Depósito legal: M. 9.225-1991
3.4. · La actividad industrial ....._ .. ........... _-_. .................. 69
• 3.5. Nuevo modelo económico y social ............................................74
fotocomposición: MonoComp, S. A.
tffipresión: Lavel, S. A. 3.6. Sintesis de las consecuencias de la industrialización . . . 76
Impreso en España - Printed in pain 3.7. Los primeros intentos de ordenar el desarrollo urbano. 81

S
SEGUNDA PARTE:
l.A URBANIZA.CION EN EL MUNDO ACTUAL

4. Urbanización de la población . . . . ...... . 39


4.1. Urbanización y población ..................... . 89
4.2. Concentración espacial de la población ............. . 91
4.3. Cambios en los comportamientos demográficos ...... . 99
4.4. Desequilibrios en la coii19osición por sexo y edad ... . 105 Prefacio
4.5. Un nuevo modelo de familia ........................ . 110
4.6. Cambios en la composición de la población activa ... . 112

\ 5. El crecimiento espaclal de las ciudades ................ . 115 Nuestro propósito al hacer este libro es describir y explicar el
5.1. Factores de crecimiento espacial ................... . 116 proceso de urbanización desde una perspectiva geográfica. Pensamos
5.2. El suelo como soporte del crecimiento urbano . 121 que, a pesar de lo mucho que ya se ha escrito con esta misma intención,
5.3. El suelo como mercancía ............. . 124
o precisamente por ello, se trata de un objetivo extremadamente dificil
5.4. La planificación del crecimiento urbano 132 al que además debemos aproximamos a través de un manual de una
5.5. La promoción del espacio urbano 138 extensión limitada.
A nuestro entender la dificultad del cometido estriba en dos ele-
6. La ur.baniza ión del territorio .......... . 151
mentos fundamentales. Por una parte está la propia complejidad del
6.1. La ciudad como organizadora del territorio .. 152 proceso objeto de estudio. Vamos a hablar de los cambios en la locali- ,,/
6.2. odelos urbanos de organización territorial 157 zación y en la organización espacial de los grupos sociales; de cómo a '
·6.3. Políticas de organización territorial .......... . 164 lo largo de los siglos el hombre ha 1do modificando los escenarios en
6.4. La creación de ciudades como forma de intervención los que habita para que éstos le resuiten más útiles, más idóneos. Y
sobre los procesos de urbanización ................. . 169 hemos de fijarnos en cómo esa adecuación constante se ha ido plasman-
do a lo largo del tiempo sobre unas porciones específicas de territorio
::, 7. Grandeza y miserias de la urbaxtización ............ . 177 (las ciudades) que además sirven para estructurar unos ámbitos mucho
7 .l. La urbanización protagonista del desarrollo 179 más amplios, y todo ello en consonancia con los respectivos contextos
7.2. Disfuncionalidades en l s procesos de urbanización ... 181 culturales, los tipos de organización social y política, el nivel de desa-
7.3. La dudad escenario de problemas y de desigualdades rrollo de la técnica, etc.
sociales . . . .................... . 184 A esa enorme dificuitad se añade el hecho de que la Geografía Ur-
7.4. Necesidad de reorganizar la ciudad .......... . 188 bana no nos proporciona unas referencias conceptuales, de contenidos,
·ni metodológicas claras e inequívocas. No alcanzamos el grado de es-
Anexo de datos estadísticos 191
cepticismo de J. H. Johnson cuando duda de que puedan encontrarse
dos geógrafos que coincidan sobre el contenido de la Geografía Urbana,
Bibliografía 203 pero sí vemos la necesidad de comenzar el libro con un capítuio expli-
cativo y justificativo a cerca de los temas tratados y de la forma en que
se van a abordar.
Una. vez establecidas las bases en cuanto a contenidos y plantea-
mientos, el libro se desarrolla en otros seis capltulos, en los que se van
estudiando todos aquellos aspectos que consideramos más relevantes
desde nuestra perspectiva geográfica, organizados de manera que
sean siempre tratados en razón de la evolución temporal y de la dife-

7
6
renciación espacial. No obstante, la naturaleza de lOs fenómenos estu-
diados obligará a romper frecuentemente la linealidad de la exposi-
ción, para hacer referencia a otros aspectos colaterales. La considera-
ción global de este proceso poliédrico es lo que evita que, aunque
vayamos mirando sucesivamente sus distintas caras, podamos olvidar
que vamos a estar siempre refiriéndonos a un mismo fenómeno. Podría-
mos decir que los distintos capítulos están incompletos en si mismos y
que sólo con la complementariedad de otras perspectivas distintas,
desde otros apartados del libro, se puede ir efectuando una mayor
aproximación a los fenómenos que estudiarnos.
1. _
Pretendemos que el libro no sólo proporcione información sobre el
proceso de urbanización en el mundo a lo largo de la historia, y por
eso, más que ocupamos en explicar cómo son las ciudades en cada Los procesos
contexto, intentamos aportar las claves necesarias para que el lector
pueda deducir por sí mismo la naturaleza y ·el funcionamiento de lo de urbanización desde
urbano. Con todo, las explicaciones que se ofrezcan en cada caso no
pretenden ser las únicas ni todas las posibles. El texto, que pretende una perspectiva geográfica
ser más metodológico que descriptivo, busca sugerir otros enfoques e
incluso otros temas, con la intención de motivar al lector, especiaimente
al universitario, para que profundice en una determinada linea.
Es ese carácter abierto lo que induce a aportar ciertos elementos
bibliográficos y documentales, como complemento en un libro que se
Este primer capítulo está dedicado a efectuar algunas puntualizacio-
escribe tras largos años de docencia y de actividad profesional. Que es
nes básicas sobre la significación de los conceptos que vamos a ir·
por tanto el resultado de numerosas lecturas, que por razones obvias utilizando y la justificación de los temas que vamos a estudiar a lo largo
no pueden aparecer siempre citadas en el texto, pero también de la del libro. Es tal la complejidad y el dinanúsmo del proceso de urbani-
relación con los alumnos y con su forma de entender e interesarse por zación, y son por otra parte tantos los enfoques desde los que se
estos temas. Por último, a pesar de la dificultad que ello entraña dentro estudia lo urbano, que nos parece necesario comenzar por ah!. No
de un texto como éste que por fuerza ha de ser generalista, desearla- pretendemos en modo alguno imponer unas definiciones de los fenó-
mes que ayude a poner de manifiesto la aplicabilidad y la utilidad de la menos urbanos o unos contenidos concretos para la Geografía. Simple-
Geografía Urbana, frente a su tradicional distanciamiento, no sólo de Jos mente vamos a explicar el sentido en el que nosotros vamos a utilizar
centros de decisión en materia de urbanismo o de ordenación territo- los respectivos términos, asi como el por qué de una determinada
rial, sino, lo 'Ne es más grave, del conjunto de nuestra sociedad. manera de organizar el estudio de los procesos de urbanización.
Primero, como marco de referencia obligado y aunque sea de forma
sucinta, vamos a referirnos a la evolución que, sobre todo dentro de la
Geografla, han ido experimentando los estudios de la ciudad, sin que
ello evite que posteriormente tengamos que volver sobre algunas cues- ·
tiones epistemológicas en los apartados siguientes.

1.1. La eogralía y el estudio de l¡¡s ciudades

Puesto que con estas lineas tratamos de explicar la atención que la


Geografía ha ido dedicando al fenómeno urbano, conviene comenzar
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-////

Schluter. Sin embargo, el estudio de las ciudades sólo ·adquirirá una


por decir, a titulo de consideración previa de carácter general, que el cierta madurez metodológica y conceptual tras la serie de análisis de
pensamiento geográfico no podrá explicarse sin tener en cuenta las casos concretos de la escuela francesa iniciados por Paul Blanchard en
filosofías que en cada momento impregnan los objetivos y métodos de !911, con el estudio sobre Grenoble, y que culminará con la Geografia
la Ciencia dentro de la sociedad, que le asigna unas funciones y le Urbana de Montreal en 1947 (Bosque, 1986).
demanda unas respuestas, generalmente en razón de los problemas En estas fechas se elaboran nwnerosos trabajos en Francia, en Ale-
más acuciantes. manía y en Inglaterra, países con un proceso de urbanización más
La Geografía Humana, que es el ámbito de conocimiento del que va avanzado. La mayoría de estas obras se plantean bajo la influencia de
a surgir el interés por el estu.dio de los espacios urbanos, no comienza los principios inductivos, regionalistas y posibilistas propios del pensa-
a desarrollarse hasta finales del S. XIX, y en un principio no fue fácil- miento de Vida! de la Blache.
mente aceptada. A lo largo de nuestro siglo, y a pesar de las reticen- La metodología clásica de Blanchard proponía tres objetivos funda-
cias de muchos geógrafos, se le fue prestando una atención creciente al mentales con una fuerte carga ecologista e historicista:
estudio de los aspectos humanos, no sólo como parte del análisis regio-
nal, sino también como referencia a problemas concretos en una pers- l. La relación entre los factores naturales y el origen y desarrollo
pectiva más general: La Geografía Humana se fue afirmando como una de las ciudades, con especial atención a su situación y a su
poderosa rama de la disciplina y acaba consolidándose en tanto que emplazamiento.
ciencia humana o social (Cape!: 1984, 19). · 2. Evolución de la ciudad en el tiempo hasta la <<imagen>> urbana
A partir la Segunda Guerra Mundial se crearon cátedras de Geogra- actual.
fía Humana tanto en las UJÜVersidades como en centros de investiga- 3. Las actividades económicas.
ción. Se inició por parte de algunos autores un rechazo a las cienciaS También se desarrollaron otros objetivos considerados entonces de
naturales y la afirmación de la condición social de la ciencia geográfica, segundo orden, tales como los paisajes urbanos, efectivos demográfi-
llegando incluso a identificar Geografía con Geografía Humana. Pierre cos, etc. La ambición común en este tipo de trabajos es hacer un retrato
George define la Geografía como el estudio de la dinámica del espacio completo de la ciudad.
humanizado y otros autores contemporáneos a él hacen definiciones Esta Geografía Urbana tradicional presenta una escasa utilidad prác'
semejantes, en las cuales el espacio está marcado por la presencia del tica, ante todo porque su concepción no trasciende de los confines
hombre que lo ordena. puramente académicos. Su escasa aplicabilidad ha hecho que sea igno-
En ese momento, y como consecuencia de las destrucciones produ rada en los órganos de poder y decisión urbanística, que se han incli-
cidas por la contienda mundial, las ciudades reclamaban una gran nado por la utilización de otras ciencias sociales como la Sociología o la
atención y se convirtieron en las protagonistas del quehacer de las Ecología cultural, que también van a influir sobre la Geografla. Efecti-
Ciencias Sociales y, dentro de ellas, de la Geografía. Pero no sólo se vamente, a partir de los años veinte, los geógrafos americanos reciben
trata de acometer la reconstrucción de las ciudades, además la revolu- la influencia de la Escuela de Sociología de Chicago que, como se sabe,
ción urbana iniciada en el siglo pasado se acelera en esos años y la ha marcado un hito fundameJ'l!al en la historia del urbanismo, y van a ir
ciudad va a ser considerada la base de la organización territorial y del
asimilando para la Geografía una serie de interesantes teorías sobre la
desarrollo regionaL
organización del espacio interno de las ciudades, fundamentalmente
Sólo a partir de entonces la Geografía Urbana adquiere el desarro-
zonificación y localización.
llo suficiente .para que pueda reconocérsele una entidad propia dentro • Crisis conceptual y Metodologia: la Nueva Geografía, La necesi-
de la Geografia Humana. Es evidente que su juventud se debe a que el dad de reconstruir las ciudades después de la Segunda Guerra Mun-
proceso de urbanización es igualmente un fenómeno muy reciente. De dial, la aceleración mundial del proceso de urbanización, vinculado al
acuerdo con lo que decíamos más arriba, la preocupación por la ciu- desarrollo econóntico en unos casos y al fuerte crecimiento demográfi-
dad, en nuestro caso la Geografía Urbana, es sobre todo una conse- co en los países del Tercer Mundo, ponen de relieve una enorme
cuencia del desarrollo de los modelos urbanos como formas de organi- necesidad de conocimientos en materia de urbanismo. Lógicamente,
zación social y territoriaL esta explosión de lo urbano que tiende a impregnar a un número
• El origen de la Geografía Urbana, Las primeras obras explícitas creciente de aspectos de la realidad, supone también una rápida evolu-
en Geografía Urbana S•3rán alemanas, considerándose el fundador a Otto
ll
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r ción de la Geografía Urbana, ya que el mundo que contemplan los su origen y tipologia; la problemática de la jerarqui2ación de los asen-
geógrafos es cada vez más urbano. ----- tamientos humanos y la valoración de su influencia espacial. Todos
Generalmente se acepta la fecha de'<Í950como el momento a partir estos estudios suponen valiosas aportaciones al conocinúento de los
del cual un grupo de geógrafos anglosajones se plantean la necesidad procesos de urbanización, si bien su principal virtud, su objetividad,
de un cambio conceptual profundo. Frente a enfoques más o menos implica un alto grado de abstracción que deja al margen extensas e
tradicionales surge la opción, considerada en algunos ámbitos revolu- importantes parcelas de la ·problemática urbana, que al no ser fácil-
cionaria, de hacer una ciencia cuya preocupación sea «establecer las mente cuantificables no pueden ser abordadas desde las posiciones
reglas básicas de los modelQs del uso rural y urbano del suelo, analizar neopositivistas.
los procesos que conducen a tales modelos y utilizar los conocimientos En relación con los enfoques tradicionales los avances que produce
obtenidos en predecir su futuro desarrollo» (Bosque: 1986, 265). Se la Nueva Geografía fueron grandes, fundamentalmente en cuestiones
trata de poder establecer leyes generales y predecir las líneas funda- metodológicas e instrumentales. También se abre para los geógrafos,
mentales del proceso espacial. La nueva Geografía se desarrolla en recluidos en la docencia y la investigación, el mundo de la empresa y
Estados Unidos durante la década de los cincuenta, apoyándose en el con ello va a haber una mayor presencia de la Geo.grafla en la socie-
influyente articulo de F. K. Schaefer, «Excepcionalismo en Geografía», dad. Pero también son importantes y justificadas las criticas que se
y utilizando como lema la famosa frase de Sigwart: «existe en la natura- formulan, incluso desde las propias posiciones (Bunge y Harvey), con
leza más orden del que parece a primera vista, aunque ese orden no se acusaciones de deshumanización por el excesivo afán teorético y cuan-
descubre hasta que se busca». En realidad, esta idea ya había sido tificador y por el olvido del medio fisico y de otros factores geográficos
formulada por Walter Q_l!rj¡;Jªll - en 1933 en el prólogo de su libro tradicionales. Porque se ignoran, en suma, importantes facetas del com-
sobre la centralidad, que es reconocido como la «biblia» de la nueva portamiento humano y de los fenómenos sociales, al estar éstos a veces
Geografía. Frente al método tradicional que primero describe los he- muy alejados del mecanicismo con que se producen los hechos estudia-
chos concretos y luego se preocupa de interpretarlos y comprender- dos por las ciencias naturales.
los, pero sin poder aventurar conclusiones generales, el nuevo método • La quiebra del positivismo y la aparición de nuevos enfoques. En
deductivo formula hipótesis y luego procura observar si los hechos se el transcurso de los años sesenta se van produciendo una serie de
corresponden con la teoría establecida, comprobando de esta forma la acontecimientos que van a tener un gran impacto sobre las ciencias
validez Universal de los supuestos. sociales. Es el final de la <<guerra fría» y existe la posibilidad de una
La primera obra de síntesis a partir de la teoria de Christaller la circulación más libre de las ideas marxistas. Se aprecian los primeros
realiza Robert E. Dickinson (1961) , marcando un hito en la Geografía síntomas de la crisis del sistema de dominación económica occidental y
Urbana. Además añadirá el concepto de la Geografía como Ecología el resurgir del Tercer Mundo que se resiste a la mediatización polltica
Humana y asumirá los estudios de Sociología y Ecología Urbana de la y económica (neocolonialismo) por parte de Occidente. Al mismo tiem-
Escuela de Chicago. po en los países industrializados se toma conciencia de los graves
Después de un cierto tiempo la <mueva» Geografía retoma a Euro- problemas derivados de los desequilibrios regionales, acentuados por
pa, primero al Reino Unido por su igualdad idiomática, mereciendo ser un desarrollo poco armónico. Por último, el J2roce_so}=!\l.!'fl?.;mización se .
destacado especialmente el denominado grupo de Bristol, en donde se acelera, el éxodo campo-ciudad es un fenómeno qüe se muesira impa-
reunen P. Haggett, R. Chorley y D. Harvey. La difusión de los nuevos rable, que transforma a las ciudades y pone de manifiesto muchas de
planteamientos encontró una poderosa barrera en Francia en donde el las contradicciones de la vida urbana, y no sólo en el mundo desarrolla-
enfoque vidaliano permanece dominante y sin discusión hasta 1970. En do. Tal como lo conciben P. Gould (1969) o J. Friedman (1970), las
el caso de España sólo cabe apreciar una cierta preocupación por el ciudades se convierten en las grandes protagonistas del desarrollo.
empleo de las técnicas estadísticas e informáticas, aunque no puede Pero también son el escaparate de los problemas sociales más graves,
hablarse de un arraigo, ni de una difusión notable. frecuentemente asociados a las nuevas formas de organización social y
Temáticamente, la nueva Geografía se ocupa de la organización 1 espacial. La fuerza de estos hechos pone en evidencia la escasa capaci
espacial de la sociedad, de los flujos espaciales de ideas, mercancias y dad de comprensión de los problemas del mundo a través de la expli-
1
personas, de las estructuras espaciales resultantes, etc. Quizás tienen cación hipotética deductiva propuesta por el positivismo lógico, y las
especial consideración las relaciones ciudad-región; las redes urbanas, ciencias regionales dirigen sus miradas hacia otros planteamientos.
1

12 13

!.
Van a adquirir gran importancia la fenomenología, el existencia!isrno cuerpo teórico ni metodológico específico {se utilízan diversos para-
y el idealismo, corno respuesta a la «dictadura» positivista de reducir digmas científicos, desde los perceptuales o conductistas, de los que
los hechos humanos a simples objetos con el fin de establecer leyes o hablaremos a continuación, a los puramente neopositivistas), y para los
regularidades similares a las observadas en las ciencias fisicas. De que la Escuela de Sociologia de Chicago es frecuentemente la principal
igual manera, la comunidad geográfica, a pesar de la fuerte producción referencia. El nexo de unión más claro para estos geógrafos es el
cientifica con medios y técnicas cada vez más complejos, se cuestiona estudio de las relaciones de todo tipo que los hombres y los grupos
seriamente la pertinencia del enfoque cuantitativo y el fundamento mis- sociales tienen con el espacio urbano. Díriamos que esas interrelacio-
mo de la disciplina, desencantada por la escasa aportación de su cien- nes podrian formar una matriz con un número ilimitado de· variables
cia a la mejora de la condición humana. múltiples, relativas tanto a la organización social como a los elementos
El nacimiento de las nuevas lineas de pensamiento tiene lugar igual- puramente espaciales, pero enfatizando siempre la primacía de los
mente en los países anglosajones, donde la revolución cuantitativa ha- factores sociales.
bía alcanzado mayor implantación y desarrollo, pero también donde el Los temas más frecuentes en este tipo de trabajos giran en torno a la
proceso de urbanización está más evolucionado. división social del espacio urbano y las pautas del comportamiento
• A finales de los años sesenta comienza a gestarse lo que se cono- social en relación con ese· mismo espacio. Entre otros, cabe citar el
cerá corno Geografia Radical (Mattson, 1978), cuando BW1ge se enfrenta estudio de la diferente utilización del espacio «de conswnol> por parte
en un ámbito concreto y reducido, a una serie de problemas socio-urba- de distintos grupos sociales, poniendo de manifiesto las situaciones de
nísticos con nombres y rostros propios. Son conflictos que ponen de desigualdad y de infradotación en relación con la vivienda, los espacios
manifiesto facetas importantes de las relaciones sociedad-espacio, son de ocio, los equipamientos sociales. Merecen también ser citados los
caras de la realidad que quedaban ocultas para el enfoque neopositi- trabajo• sobre la distribución de ciertas patologías urbanas, desde la
vista. La preocupación por esos problemas, su estudio, implica la incor- morbilidad a la delincuencia, la drogadicción etc.; y no hay que olvidar
poración de otros métodos para analizar fenómenos y factores que tampoco la consideración del espacio (<.de producción» su organización
estaban siendo poco o nada considerados y que sin embargo ahora van y su influencia en las condiciones de vida; los movimientos pendulares
a Ócupar los primeros lugares en la preocupación de estos geógrafos. intraurbanos y metropolitanos, etc.
Pero además, este nuevo enfoque, supone una actitud de compromi- • La Geografia de la Percepción y del comportamiento es la versión
so al servicio de la justicia social. Desde distintas posiciones ideológi- en nuestra disciplina del enfoque conductista (behaviorismo) común a
cas, la Geograf!a Radical pretende ir al fondo de las cuestiones, a sus diversas ciencias sociales, que basa el estudio de los seres humanos en
causas últimas, y emplea su capacidad de análisis en dejar al descu- la observación de su comportamiento. Es obvia la necesidad de apo-
bierto «la falsa cultura» que enmascara la realidad con el pretexto de yarse para ello en la Psicología.
un conocimiento cientifico supuestamente neutral. Parece que los pilares de la Geografía del comportamiento se apo-
Los tema"s más estudiados son los relativos a la urbanización y las yan en las ideas de Boulding sobre el concepto de imagen o realidad
relaciones de dominación, las políticas urbanas, los procesos de pro- percibidá, definida como el eslabón que media entre el medio real y la
ducción del espacio urbano, la segregación social del espacio, los conducta del hombre. Los trabajos de K. Lynch {1976), que fue el
procesos especulativos del mercado del suelo urbano, los movimientos primero en estudiar empíricamente la percepción del paisaje urbano,
sociales urbanos, la vivienda, y otros muchos que permiten observar constituyen el auténtico arranque de esta línea de trabajo que defiende
cómo se ponen de manifiesto sobre la organización del espacio las que la vivencia, individual o colectiva, del espacio, y más aún del
desigualdades sociales y la confrontación de intereses. No puede sa- espacio urbano, puede convertirse en un factor decisivo del comporta-
carse a la ciudad del marco del sistema productivo y de su lógica del miento espacial de los ciudadanos.
beneficio económico. Todo ello conduce a la consideración de que el La ciudad, el espacio urbano, es como nos lo describen determina-
espacio urbano es una construcción social (Garcla Ramón, 1988, 214), dos parámetros objetivos, pero también es tal como la perciben subjeti-
una consecuencia. Incluso a veces se olvida, en enfoques excesiva- vamente sus habitantes. Un espacio puede ser grande o pequeño en
mente sesQ:_ados, que el rnlsmo espacio es también un factor explicativo. razón de su dimensión superficial medida en metros cuadrados, pero
• Bajo la denominación de Geografia Social se encuandran a lo largo sobre todo deberemos tomar en consideración el efecto que su compo-
de todo el siglo los trabajos de un creciente número de geógrafos sin un sición produce sobre los usuarios, que podrán percibirle de distintas

14 15
r.

formas, no necesariamente coincidentes con la realidad física. Más cla- sólo en lo estrictamente flsico, en las formas, si no que necesariamente
ra será aún la importancia de los elementos psicosociales si pensamos debe considerar ese espacio como soporte y como resultado. Como
en valoraciones-,de otro tipo, que nos lleven a tener que valorar ese elemento de interrelación con la población que lo ocupa, que lo ha
mismo espacio como bonito o feo, acogedor o inhóspito, etc. Por ello, 'éreado, lo 'utiliza y lo transforma. Y aquí, lógicamente entran en juego
en la comprensión del fenómeno urbano, es fundamental la imagen que todas las capacidades, las actitudes, las características, las activida-
los habitantes tienen de la ciudad. No conoceremos plenamente el des... de esa población a través del tiempo en cuanto que grupo sociaL
espacio urbano si no sabemos cómo es percibido por los individuos Lo urbano es lo relativo a la ciudad, y este término y sus derivados
que lo viven. Los mapas mentales, como expresión gráfica de las ideas más bien hacen referencia a un conjunto de circunstancias que permi-
subjetivas a cerca de un espacio concreto, son un valioso instrumento ten calificar a un espacio, a una determinada organización,· o a cual-
para ello. quier objeto de análisis. Así. hablamos de espacio urbanizado, de urba-
Después de este rápido recorrido por los avatares de la Geografía nizaciones, de paisaje urbano, de economía urbana, de sociedad urba-
Humana, cabe concluir que al margen de discusiones epistemológicas, na, de población urbana, de cultura urbana, de Geografía Urbana, de
frecuentemente estériles, y sin prestar demasiada atención a las actitu- Urbanismo, de política urbanística, de transporte urbano, de guardias
des excluyentes, lo cierto es que los distintos enfoques han ido mejo- urbanos, incluso de urbanidad.
rando considerablemente la capacidad técnica de análisis, tal como ha El deseo de definir la ciudad ha hecho que se hayan consumido no
ocurrido con otras ciencias sociales, y sobre todo han ido diversifican pocos esfuerzos, que en modo alguno podríamos considerar como
do los temas de estudio y profundizando en el conocimiento de una estériles por mas que, como antes deciamos,los resultados no acaben
problemática urbana, cada vez más compleja. La tecnificación de los nunca de ser plenamente satisfactorios. Es interesante observar cómo
métodos de trabajo y la necesidad de volcarse en el estudio de temas se ha ido disipando esa preocupación por definir la ciudad, en la
concretos, produce una progresiva especialización, en la que algunos medida en que lo urbano ha ido generalizándose y expandiéndose. Al
ven un grave peligro de pérdida de una de las señas de identidad de la principio se trataba de definir un hecho diferencial dentro de una
Geografla como es su carácter de síntesis. sociedad mayoritariamente rural, pero que con el paso del tiempo se
Pensamos que los estudios de las interrelaciones de los individuos y convierte en la norma, en algo omnipresente. Parece que la difusión de
los grupos sociales con el espacio tienen interés geográfico per se, y la vida urbana y el aumento de su complejidad, restan > entido e interés
que la perspectiva geográfica debe ser especiaimente explicativa en el a los intentos de definición. En España los trabajos más importantes en
estudio de los fenómenos urbanísticos; cualquiera que sea el tema este sentido fueron realizados por Cape! y Diez Nicolás en la década de
abordado o el método de análisis utilizado, pueden ser válidos siempre 1970.
que con ellos se enriquezca el conocimiento de la ciudad. En todo caso, En todo caso, y con voluntad de sintetizar vamos a enumerar los
sobre la explicación y la justificación del estudio de los diferentes criterios que más comúnmente se han empleado en esos intentos de
aspectos de los procesos de urbanización nos extenderemos en los definición, tratando de ir acercándonos con ello a los elementos sustan-
apartados siguientes. ciales de la ciudad.
• El tamaño demográfico es el criterio más empleado por los orga-
nismos y las estadísticas internacionales. Se trata de un indicador fácil
1.2. La ciudad y lo urbano: anotaciones conceptuales de obtener y propicio para hacer comparaciones, y por ello ha resulta-
do de gran utilidad para efectuar mediciones sobre el volumen de la
Todo el mundo sabe lo que es una ciudad y sin embargo no resulta población urbana (que vive en ciudades) en las distintas regiones del
sencillo dar una defmición satisfactoria para todas las épocas y todos mundo. Pero la simplificación de la realidad que supone calificar como
los lugares; lo cual es una evidencia más de su complejidad. Tratando ciudad a los asentamientos que superan un determinado umbral demo-
de ir de lo más general a lo más específico, diremos que cuando se gráfico (... hay ciudad cuando el asentamiento supera los diez mil
habla de ciudad generalmente se hace referencia a una porción con- habitantes ...) se paga necesariamente con la inexactitud.
creta del espacio, más o menos claramente delimitada, con una organi- Este criterio se utiliza sobre una doble base conceptual: a) sólo las
zación y una morfología características. actividades no agrícolas (industriales y terciarias) producen concentra-
Pero, desde una perspectiva geográfica, la ciudad no puede quedar ción de población. y b) en los asentamientos de cierto tamaño han de

16 17
I
) aflorar necesariamente actividades de servicios, que son propias de la
ciudad. Aceptando como cierto el soporte conceptual y su corolario de espacios públicos y privados, o de las construcciones, adquiere un
que ciudad y gran concentración de población son coincidentes, habría rnayor interés en la medida en que se tenga en cuanta el significado
que matizar sin embargo que el nivel de servicios y de equipamientos funcional de las fonnas, que se utilicen los elementos formales como
urbanos depende tanto del volumen de la población corno del grado de expresión fisica de unas determinadas actividades, de unas formas de
desarrollo de la región en que se halle el asentamiento, de manera que organización social, espaciat etc.
un pequeño núcleo de un país avanzado podría tener más carácter Efectivamente, la ciudad posee unas tipologías edificatorias y una
urbano que otro con más población en una región poco desarrollada utilización del espacio que le son propias, y aunque su enonne diversi-
económicamente. No es suficiente por lo tanto utilizar un único umbral a dad merma considerablemente su valor como elemento definidor, no
partir del cual cualquier núcleo pueda ser considerado urbano. cabe duda de que tienen una clara significación urbana. Los edificios
Si nos fijarnos en España, tenernos que el Instituto Nacional de Esta- de vivienda colectiva son uno de los más claros exponentes de lo que
distica considera población urbana a toda aquella que reside en muniw decimos y su valor simbólico se acentúa en la medida en que aumente
cipios mayores· de diez mil habitantes. El resultado de aplicar es,te su número de plantas. Este símbolo de lo urbano, consecuencia clara
criterio a regiones con diferentes estructuras económicas y tipos de de la necesidad de conce·ntracíón a la que antes aludíamos, ha sido
poblamientos muy dispares ponen en evidencia las limitaciones de este utilizado a veces para simular unos niveles de desarrollo aún no alean
criterio estadistico de definición. zados. Ocurre frecuentemente en los países en proceso de desarrollo y
e La densidad viene a ser un elemento complementario. Para poder podríamos encontrar numerosos ejemplos dentro de la geografía espa-
hablar de ciudad es necesario un mlnimo volumen de población pero ñola. Efectivamente, en los años del desarrollismo, por la forma en que
además es preciso que haya· concentración espaciaL Este criterio se se produce nuestro despegue económico y nuestro proceso de urbani-
fundamenta en la evidencia de las altas densidades en las ciudades a lo zación, ciudad y desarrollo son conceptos que llegan a identificarse
largo de toda la historia y diríamos que conceptualmente se justifica plenamente, y esa circunstancia es posiblemente la razón por la que, en
por el hecho de que la concentración espacial tiene diversas implica- una acción mimética, se construyen torres de pisos en núcleos rurales
ciones económicas. Por ejemplo, el suelo urbano es un bien escaso y se en los que ni el modo de vida ni ningún otro elemento de la estructura
tiende a utilizarlo de forma Intensiva. Por otra parte, los desplazamien- espacial justificarian ese desafuero, sólo explicable por la aspiración
. tos, tan frecuentes y necesarios en la vida urbana, exigen tiempo y de esos asentamientos de incorporarse al proceso de desarrollo econó-
esfuerzo y tienen un coste económico; estas exigencias se minoran con mico mediante la apropiación de alguno de los símbolos de las ciuda-
el desarrollo del transporte, pero no dejan nunca de ser elementos de des.
rozamiento, por lo que la tendencia es evitar las distancias, estar cerca a Pero los aspectos que mejor ayudan a definir a la ciudad son sin

del centro,.y ello provoca altas densidades. Por último la intensidad de duda los relativos a las actividades de sus habitantes. Entramos en la
intercambios, entre otros los comercial6s, que corno veremos son tam- utilización de criterios funcionales de la mano de Ratzel el cual, a
bién un elemento esencial de la ciudad, se potencian con la concentra- principios de siglo, para definir qué es una ciudad, y después de aludir
ción de población. a otras característiCas que ya hemos mencionado, termina diciendo: ...
Este criterio no es fácil de aplicar, ya que los límites espaciales de que se encuentra en la encrucijada de vías comerciales ... Muchos años
una ciudad no son siempre precisos y la superficie urbana no suele ser después, y tras numerosas definiciones similares, Casas Torres dice
un dato disponible, y por esta falta de operatividad ha sido muy poco que la ciudad se abastece desde fuera, no se basta para su aprovisiona-
utilizado en las definiciones estadísticas de ciudades. miento y existe en función de una región más amplia a la que organiza,
lit Las formas o los aspectos morfológicos en general han sido utiliza-
a la que sirve, para la que es nexo de unión con el resto del mundo. Es
dos también para definir la ciudad. Así ocurre con la imagen medieval el reconocimiento de la aportación de Geddes a] impulsar el estudio de
de recinto amurallado, o con otras en las que se hace alusión a formas la ciudad como elemento en función de su entorno.
m8s o menos ordenadas, cerradas o agrupadas en torno a un centro, o La ciudad en su origen es un asentamiento en el que empieza a
a la existencia de espacios y construcciones de formas y usos muy haber gente que se dedica a actividades distintas a las agrícolas, y
diversos. La utilización de los aspectos formales de la organización y el cuanto mayor sea la presencia de esas actividades más carácter urbano
tratamiento del viario, de las parcelaciones, de la separación de los irá teniendo ese núcleo de población. Efectivamente, son las activida-
des de servicios las que confieren a la ciudad el carácter de centro de
18
!9
una gran área dependiente, ellas generan y gestionan buena parte de serie de atributos que se consideran característicos de las sociedades
las interrelaciones y de los intercambios que se producen dentro de la urbanas. Aquí vamos a fijamos sólo en aquellos aspectos que además
ciudad, y desde ésta con el resto de su ámbito de influencia. Tal como de su interés sociológico guardan una mayor interrelación con los
señalan las definiciones citadas la ciudad es un gran mercado y un elementos territoriales, dejando de lado otros muchos que, siendo ca-
centro de servicios en general, sin la presencia de esas actividades racterísticos de la sociedad industrial, tienen un escaso valor explicati-
difícilmente puede hablarse de ciudad. vo en el análisis geográfico de la ciudad.
Por otra parte, las actividades industriales son las que provocan los Así, por ejemplo, conviene destacar la división del trabajo y, sobre
procesos de urbanización, el efecto de concentración que producen es todo, la mayor diversidad de clases, que, favorecidas por una mayor
lo que hace que la población de las ciudades crezca rápidamente y movilidad social, dan una sociedad más heterogénea, y más necesitada
alcance tamaños enormes. Pero aunque las actividades in striales ha- de interrelaciones. Pensamos que todo ello provoca la segregación
yan sido las generadoras de los procesos de urbanizaéión, eso no social que se refleja sobre el plano de la ciudad y que constituye uno
significa que sean, como ocurre con los servicios, consustanciales a la de los más importantes objetos de estudio de la Geografía Urbana.
ciudad, ya que la ciudad existe sin la presencia de la industria. De igual manera, la automoción y la movüidad espacial, como carac-
La introducción de este criterio supuso su incorporación en los. terísticas sociales, tienen mucho que ver con el tamaño de las ciudades
intentos de definir estadísticamente las ciudades. Como complemento y las estructuras urbanísticas. Así como las relaciones impersonales y
del tamaño demográfico se añade en algunas ocasiones el requisito de los nuevos tipos y papeles de las familias guardan relación con las
una determinada proporción, generalmente mayoritaria, de población tipologías de viviendas y de espacios residenciales en general.
no agrícola. La posibilidad de ponderar las actividades que se realizan • En los últimos años, las interrelaciones, ya mencionadas por los
en cada ciudad a través de los datos de población activa de los distintos sociólogos de la Escuela de Chicago, cobran un especial protagonismo
sectores y ramas, ha dado lugar dentro de planteamientos funcionalis- entre los criterios de definición de la ciudad. Las interrelaciones de
tas a un amplísimo repertorio de estudios de clasificación funcional de todo tipo son un fenómeno que ha estado presente desde los orígenes
ciudades. Estos estudios, en los que se trata de determinar la base de la ciudad; son inherentes a la actividad comercial que tanto tiene
económica de la ciudad, permiten definir y tipificar las ciudades. en que ver con la esencia de la vida urbana, pero adquieren reciente-
razón del papel que juegan dentro de un ámbito regional, tema que es mente una especial relevancia como consecuencia de los avances tec-
objeto de estudio en otro de los volúmenes de esta colección. nológicos en materia de transportes y telecomunicaciones.
• Pero los- habitantes de las ciudades, además de las actividades La concentración espacial y las actividades terciarias favorecen y
productivas, que conciernen a los que trabajan, residen, se relacionan, generan los intercambios de productos, bienes, servicios, ideas, etc.
compran, se divierten, descansan, estudian,·se mueven en el espacio, Pero es la mayor facihdad para las comunicaciones y los desplazamien-
etc., y todo .ello, en su conjunto, nos lleva a hablar de hábitos, de tos lo que propicia el que éstas se intensifiquen y pasen a ocupar un
actitudes, de pautas de comportamiento o de modos de vida, todo lo lugar preponderante en el conjunto de estructuras y comportsmientos
cual nos aproxima a lo que Louis Wirth denominó cultura urbana. de los grupos sociales que viven ·en las ciudades
Este criterio de definición de la ciudad comenzó con algunas obser- • La intercomunicación es uno de los factores que dan lugar a la
vaciones simples en tomo a las formas de trabajo: en las ciudades se generación de innovaciones dentro de las ciudades y a su carácter
trabaja dentro de la aglomeración, a diferencia de lo que ocurre en los difusor o propagador de los avances o de las novedades en todos los
asentamientos rurales donde es necesario salir a los campos. El limita- órdenes del conocimiento científico. la tecnología, las pautas del com-
do valor conceptual y temporal de esta consideración, se vio pronto portamiento humano, etc. Estas propiedades, que son también parte
superado por la complejidad de los aspectos que van a manejar los esencial del carácter urbano, están presentes a lo largo de la historia,
sociólogos de la Escuela de Chicago. A partir de ellos la heterogenei- sintetizan en buena medida lo dicho hasta ahora sobre el concepto de
dad social (hay que recordar que también hablamos de diversidad al ciudad y juegan un papel preponderante en los procesos de urbaniza-
referimos a los aspectos puramente formales) va a ser considerada ción, como veremos más detalladamente en el apartado siguiente; sin
como el rasgo fundamental de la ciudad. embargo no es frecuente que sean explicitadas en los intentos de
definición de la ciudad. 1
La afirmación de que los habitantes de las ciudades son socialmente
heterogéneos es exphcada y complementada por medio de una larga En resumen, la ciudad como asentamiento de población necesita un

20 21
los inmunerables requerimientos de todo tipo que van surgiendo y que .., Consecuencias de los procesos de urbanización: Es conveniente
hacen que aparezcan y crezcan en la ciudad servicios y equipamientos, recordar lo que decíamos más arriba en cuanto a la dificultad de
en una proporción superior al aumento de su propia población, porque diferenciar causas y consecuencias en los procesos de urbanización,
no en balde la ciudad sirve también a un área circundante, que será por cuanto que en no pocos casos estas últimas se convierten automáti-
más amplia cuanto mayor sea la oferta que concentra (áreas de influen- camente en factores diferenciadores del proceso que las genera. Va-
cia, regiones urbanas). mos a referirnos esquemáticamente a varios tipos de consecúencias,
Las ventajas de la concentración se ven complementadas con el que tendremos ocasión de tratar más detalladamente en otros capítulos.
desarrollo de los transportes y las comunicaciones, prot;luciéndose en- Como ya comentábamos anteriormente, el aumento de la población
tonces el fenómeno de la expansión y la difusión del hecho urbano, que que vive en las ciudades es uno de los rasgos mas evidentes del
se identifica con el crecimiento económico y con los mayores niveles proceso de urbanización. Se trata de un crecimiento más rápido que el
culturales y de progreso en general, y que se torna corno modelo a del conjnnto regional, fundamentalmente como consecuencia de unas
imitar. La difusión de lo urbano por todo el territorio no sólo se ve . muy fuertes corrientes migratorias campo-ciudad, pero sin que pueda
favorecida por las mejoras de los transportes, sino que también van a ctesestimarse la importancia del crecimiento vegetativo, que va a ser
jugar un papel fundamental en ello la distribución espacial de la pobla- también muy fuerte al tratarse de flujos migratorios forrnados mayorita-
ción y las características del sistema de asentamientos. La existencia de ¡iarnente por matrimonios jóvenes. De la rapidez con que se producen
una red de núcleos de población adecuadamente organizada en cuanto los crecimientos de población se derivan muchos de los conflictos
a la diversidad de tamaños (jerarquizaóón) y la distribución espacial, urbanísticos, fundamentalmente los producidos por la imposibilidad de
con un número suficientemente amplio de núcleos de cierto tamaño no atender los fuertes aumentos en las demandas de vivienda, equipa-
exceSivamente distantes, facilitará enormemente el p'roceso de urbani- mientos, Servicios, etc.
zación del territorio. La urbanización suele dar lugar también a un aumento del número
En resumen, debemos concluir señalando que la urbanización es un de ciudades, no tanto en los procesos incipientes como en aquellos
proceso de organización de la sociedad sobre el espacio en la búsque- otros ya más evolucionados. Esto puede deberse a la normal difusión
da de las formas más idóneas, de acuerdo con unas determinadas espacial de lo urbano que va haciendo que cada vez sean más los
aptitudes técnicas y dentro de un cierto encuadre culturaL Dicho de asentamientos que adquieren los atributos propios de las ciudades. A
otra manera, la urbanización, sin excluir posibles desajustes tempora- veces la aparición de nuevas ciudades, no es una consecuencia espon-
les, resulta ser la forma de organización más adecuada en un periodo tánea del proceso de urbanización, sino que se debe a políticas regio-
concreto de la Historia, que en buena medida se caracteriza por ella. La nales que tratan precisamente de impulsar el proceso creando ciuda-
causa última es la idoneidad de la urbanización para el desarrollo de des alli donde la estructura territorial tiene un poblamiento más débil.
los modelos. económicos y sociales predominantes en el mWldO. Lógi- El crecimiento de la población y la aparición de nuevas ciudades
camente, la modificación de esos modelos, merced a cambios tecnoló- exigen necesariamente una expansión del espacio urbanizado. Tanto
gicos culturales, podría hacer decaer los factores causales existentes y los habitantes como las actividades económicas son consumidores de
propiciar otro tipo de organización social. espacio, en cantidades que se han ido haciendo mayores con el paso
ABí. por ejemplo, tal corno veremos, el reciente desarrollo tecnoló- del tiempo. Como veremos los incrementos espaciales de las ciudades
gico de las telecomunicaciones cambia el significado de la proximidad son mayores que los demográficos y que los de las actividades econó-
física, y podría restarle importancia a la concentración espacial de la micas. En esa creciente demanda de espacio urbano juega un impor-
población y de las actividades, que como hemos visto ha sido un factor tante papel el desarrollo de los transportes, o dicho de otra manera, la
básico del modelo de urbanización efectuada al impulso de la industria- disminución del efecto de rozamiento del espacio, que permite alejarse
lización. Ahora, el predominio en las economías más avanzadas de las más del centro. También son importantes determinados componentes
actividades terciarias, menos necesitadas de la proximidad física de culturales y el crecimiento económico en general, que llevan a aumen-
materias primas y sin exigencia de gran concentración de mano de tar los estándares de espacios privados (viviendas unifamiliares) y las
obra, es otro de los factores, junto con determinados cambios cultura- dotaciones de espacios colectivos identificados con una mayor calidad
les, que apuntan hacia un modelo de organización territorial con menos de vida (espacios de ocio y equipamientos en general).
concentración de población. En otro orden de cosas, la urbanización colabora en un crecimiento

26 27
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de los sectores de actividad industrial y terciaria, no sólo en población _ 1.4. Una perspectiva geográfica
1
empleada sino sobre todo en producción, como consecuencia de las
' ventajas económicas derivadas de la localiz;ación en las concentracio- Para terminar este capítulo de exposición de planteamientos y obje-
nes urbanas. La adecuación, con criterios de máxima productividad:,_ de tivos, en este apartado vamos a relacionar los aspectos de los procesos
la organización espacial al sistema productivo supone necesariani nte de urbanización que tienen una mayor relevancia desde una perspecti-
una mayor eficacia ecunómica. No en balde se identifican los procesos va geográfica, con objeto de justificar la organización y el conienido
de desarrollo económico con los de urbanización. Sólo en los casOs en del libro.
Jos que, dentro de economías planificadas, se pretende utilizar elpro- A tenor de todo lo que hemos ido exponiendo hasta ahora, los
1 ceso de urbanización para conseguir un equilibrio interregional puede procesos de urbanización responden a una dinámica universal que
· ocurrir que el proceso de urbanización no se vea acompañado desde el existe desde hace miles de años pero que sólo se generaliza y se
principio por un crecimiento económico. impone sobre otros modelos de organización social y espacial hace
1 Los flujos migratorios campo-ciudad implican profundas modifica- unas cuantas décadas, poco más de un siglo en los paises más avanza-
ciones en las estructuras sociales y en las formas de vida. El desplaza- dos.
miento de la población hacia las ciudades supone también que una La Revolución Industrial _es sin duda un elemento clave en el estudio
buena parte de los habitantes cambie de trabajo y de relaciones socio- de la evolución de todo este proceso y marca un antes y un después.
laborales, y tenga que adaptarse a una nueva CUltura con valores y Antes de que se desarrolle el sistema productivo industrial, la ciudad
pautas de comportamiento distintos. Los sectores de industria y de es una forma minoritaria de asentamiento que experimenta oscilaciones
seTvicios conllevan la especialización y la diversidad de actividades, y con épocas de más esplendor y otras de declive, pero que mantiene
a partir de ahí se desarrolla una sociedad mucho más heterogénea y durante ·siglos unos tamaños, unas morfologias y unas estructuras sin
necesitada de interrelaciones. En otras palabras, el crecimiento del grandes cambios. Las transformaciones que introduce el nuevo sistema
porcentaje de la población urbana supone también el predominio de la de producción y los avances tecnológicos que se van produciendo a su
cultura urbana sobre la cultura rural preexistente, y ello se dejará amparo, hacen qlle la ciudad crezca, se generalice y se convierta, con
sentir en una enorme diversidad de aspectos tales como la composición un gran dinamismo, en la forma de organización obligada y propiciada
y las relaciones familiares, las pautas de comportamiento demográfico, por la eficacia del sistema económico.
los hábitos de consumo, la movilidad espacial, los niveles culturales, Los Capítulos 2 y 3 constituyen la Primera Parte del libro, tras el
etc. planteamiento general, y se dedican a la descripción de la ciudad y la
Por último, la urbanización supone también una reorganización del urbanización distinguiendo dos periodos separados por la industrializa-
sistema de asentarn..ientos, adquiriendo las ciudades un mayor protago- ción y, dentro de ellos, algunos de los diferentes modelos, En este caso
nismo en· la estructura territorial de la región. Las fonnas de vida el objetivo principal es poner de manifiesto las interrelaciones existen-
urbana tienden a propagarse por todo el territorio y todas las activida- tes entre las características (organización política, capacidad técnica,
des a organizarse en función de la red de ciudades. Es esta circunstan- economía, ideas dominantes, etc) de las sociedades que las construyen
cia la que lleva a Dickinson (1947) a hablar desde planteamientos fun- y las habitan y las propias ciudades en cuanto que elementos de un
cionalistas de la ciudad como organizadora de la región y a P. Gould territorio y como formas de organización espacial.
(1969) a considerar a la red de ciudades como el vehículo a través del La descripción de las ciudades, sus formas, sus estructuras, su diná-
cual pueden propagarse con facilidad los avances culturales y el desa- mica, su funcionamiento, su localización o distribución espacial son sólo
rrollo económico. Sin embargo, fuera de Jos países con alto nivel de los ar9umentos necesarios para ir contrastando la hipótesis de esas
_, desarrollo económico, nos encontraremos con que el proceso de rba- interrelaciones. También es importante verificar otra hipótesis, no me-
nización es sobre todo tm precípítado crecimiento demogniñco 9..e::muy_ nos importante, que podríamos enunciar como la pervivencia a lo largo
poca s; un proceso de fuerte concentración de la poblaqión y del tiempo de una serie de implicaciones que tiene para los grupos
cíelos recursos económicos, que jerarquizan de forma indesea.Qle el sociales el organizarse en ciudades, tal es el caso, por ejemplo, de la
sistema de asentamientos y acentúan los desequilibrios interregíon les, mayor capacidad de generar innovaciones y la aparición de economías
generando además un enorme cúmulo de conflictos urbanísticos Y so- de aglomeración,
ciales. --------·-··-·---- La Segunda Parte del libro se dedica a los procesos de urbanización

28 29
a lo largo del siglo actuaL Para ello hemos organizado la explicación . mente urbanas adquieren aspectos que les diferencian claramente de
sobre tres aspectos: la urbanización de las poblaciones, el crecimiento la idea clásica de ciudad.
espacial de las ciudades, y la transformación que experimentan los Se trata de observar, a través de los distintos modelos de urbaniza-
sistemas de asentamientos. · ción considerados, las interdependencias que se producen entre la
El Capitulo 4 está dedicado a la urbanización de la población, Ya organización y el desarrollo de los sistemas de ciudades y las estructu-
hemos comentado que este es el rasgo más evidente del procesó y ras económicas. Hasta el punto de que, entre los objetivos de las políti-
además esta transformación encierra la mayoría de los cambios C¡ue cas de desarrollo regional, suele ocupar un lugar muy destacado la
tienen lugar en los órdenes social y económico. vertebración voluntarista del sistema de ciudades, mediante distintos
tipos de medidas.
En este caso los aspectos más relevantes son los relativos a los Por último, en el Capitulo 7, con vocación de síntesis y tratando de
movimientos migratorios campo-ciudad, entendidos como proceso· de poner de manifiesto la interrelación de todos los fenómenos y aspectos
redistribución de los factores de producción y de la demanda de con- estudiados, se describen las consecuencias positivas más importantes y
sumo, y también como reorganización del sistema de asentamientos. No ·los problemas sociales más graves que son imputables a la urbaniza-
son menos importantes la dinámica de crecimiento, los cambios en las ción, y a la forma de vida urbana. Se trata de hacer una valoración
pautas de comportamiento demográfico y, por último, la evolución de global de los costes y de los ventajas de esta forma de organización
ras estructuras (por edades, por actividad, sociolaboraL) de la pobla-
social y espacial, con atención a temas como eficacia económica del
ción como correlato de todo lo anterior. En definitiva se trata de poner
sistema, éxodo rural, optimización de recursos, segregación espacial,
de manifiesto la importancia de la urbanización en la evolución demo-
mayor accesibilidad a bienes de equipamiento urbano, economías de
gráfica, que es tanto como decir que a las sociedades urbanizadas les
escala, encarecimiento y escasez de la vivienda, comportamientos aso-
corresponden unas poblaciones específicas,
ciales, excesiva dependencia de los transportes, problemas de tráfico
El crecimiento espacial de las ciudades, a cuyo estudio se dedica el en las ciudades, etc.
Capitulo 5, engloba muchos de los aspectos explicativos más relevantes
del proceso de urbanización. Se trata de comprobar que, tal como
hemos indicado anteriormente, la producción del espacio urbano es la
forma e¡1 que se plasma físicamente la urbanización, y que a través de
ella quedan reflejadas en el espacio la estructura y las características
sociales (organización politica, estructura económica, desarrollo tecno-
lógico, ideas urbanísticas dominantes, pautas del consumo del espacio
urbano, etc.), que configuran un entramado de estrategias tejidas por
los distintos agentes sociales que participan en el proceso.
Aceptado que la urbanización, como producto social, tiene lugar
dentro de unas ciertas estructuras, está guiada por intereses individua-
les o de grupos, y evidencia las desigualdades y las controversias
sociales, hay que tener también en cuenta que se desarrolla sobre un
medio físico que actúa permanentemente (antes y después de ser urba-
nizado) como factor dlferenciador. Se trata de corroborar que el medio
físico plantea diversas problemáticas, que aunque tengan distintas in-
tensidadéS según los casos, en modo alguno pueden ser ignoradas:
El Capitulo 6 se dedica al estudio de las transformaciones que e,ope-
rimenta el sistema de asentamientos; cómo se van configurando.: las
redes de ciudades en relación con los procesos de urbanización; y
cómo aparecen nuevas formas de organización espacial (conurbacio-
nes, áreas metropolitanas, regiones urbanas) que siendo especifica-

30 31
de Madrid, aprobado en 1860, Carlos María de Castro dedica un capítu- utilizan espacio para su propio establecimiento y para el desarrollo de
lo de la memoria descriptiva del proyecto a las necesarias reformas sus funciones. Por tanto el aumento del número de habitantes o <;le las
que habrán de acometerse en el espacio existente como consecuencia actividades, conjuntamente o por separado, exigen ampliaciones del
del ensanche, y algo similar ocurre con el proyecto de Cerdá para espacio urbano existente.
Barcelona que también incluye importantes reformas interiores. Decimos conjuntamente o por separado porque, si bien lo lógico es
Los procesos necesarios para la producción del espacio urbano, que el crecimiento demográfico de la ciudad sea una consecuencÚl. de
dentro de una gran diversidad, reflejan la organización política y la la generación de empleo y a la vez un estin:mlo para que surjan otras
lógica del funcionamiento del sistema económico, las capacidades téc- actividades destinadas a cubrir ese crecimiento del mercado interno,
nicas, las concepciones teóricas sobre las formas más adecuadas de frecuentemente podremos observar situaciones tlpicas de los paises
organización del espacio urbano, las pautas de crecimiento y, siempre, menos desarrollados en los que los fuertes ritmos de crecimiento de-
las características del suelo sobre el que se construye la ciudad. En mográfico nd se corresponden con unas econ ías que, como se sabe,
relación con este último aspecto, no nos referimos sólo a la influencia r son muy poco dinámicas.
de las condiciones topográficas y geotécnicas, o a la existencia de También puede ocurrir, si bien en este caso el fenómeno es caracte-
obstáculos naturales tales como cursos o masas de agua, hay que pen- rístico de las grandes ciudades de los países con economías más evolu-
sar también en la estructura de la propiedad del suelo, en los aprove- cionadas, que en una situación demográfica estacionaria e incluso re-
chamientos económicos que pueda tener y en las existencia de infraes- gresiva, se produzcan crecimientos de la actividad económica, con los
tructuras que podrán actuar, según los cases, como obstáculos o como consiguientes incrementos en las necesidades de ocupación y de utili-
catalizadores del crecimiento. zación del espacio urbano. Debemos aceptar por tanto que hay compo-
Todo ello ha de llevarnos a la consideración de que el crecimiento nentes en el crecimiento espacial ajenos al simple volumen de habi-
del espacio urbano es un proceso muy complejo en el que participan tantes.
diversos agentes, que establecen estrategias tendentes a que la organi- Efectivamente, no todos los ciudadanos ni todas las actividades tie-
zación del espacio resultante favorezca lo más posible sus intereses y, nen unas mismas necesidades de espacio. Los indices de espacio ocu-
de forma muy especial, que les permita apropiarse de las enormes pado y de utilización del espacio, que hipotéticamente podrían estable-
beneficios que, derivadas de las revalorizaciones del suelo y de los cerse para los diferentes elementos que residen u operan en una ciu-
bienes inmuebles en general, acompañan siempre a la evolución ur- dad, evolucionan con la organización social y el desarrollo tecnológico
bana. y, en concreto, en relación con el crecimiento económico.
Será precisamente a través de la construcción del espacio urbano Las ciudades preindustriales, con limitadas posibilidades de despla-
coino más claramente se pondrán de manifiesto las desigualdades y las zamiento y de transporte, no pudieron protagonizar grandes expansio-
controversias existentes entre diferentes grupos sociales. El espacio nes y hubieron de crecer de forma compacta, obligadas además mu-
urbano, como producto social creado para atender al crecimiento de la chas veces por un recinto amurallado que las constreñía. Pero la angos-
ciudad, no será neutro ni hom9géneo sino desigual y segregador, al tura de la red viaria y demás espacios públicos cubrían en todo caso las
responder a las diferencias qlle, sobre todo por el nivel de renta, ·,; exigencias de unas poblaciones no muy numerosas y que, al trabajar
puedan existir dentro del tejido social. dentro de la propia vivienda, no tenian grandes necesidades de des-
plazamientos, que además efectuaban a pie.
El desarrollo de los transportes ha hecho posible, tal como vimos en
'•.
el apartado 3.3., la expansión espacial de las ciudades. Incide también
5.1. Factores de crecimiento espacial en el cambio del tipo de expansión que más que organizarse en anillos
concéntricos, a la manera que descubre el modelo de Burgess, va a
Básicamente, el crecimiento espacial es la expres10n física del producirse en sectores radiocéntricos, apoyados en los principales
aumento de población y de la dinámica económica. Los ocupantes de ejes de transporte, tal como lo interpretó Hoyt. No entramos en todo
las ciudades generan unas demandas de espacio correspondientes a caso todavia en los procesos de difusión de la urbanización vinculados
sus necesidades de alojamiento, de desplazamiento, de relación, de a las mejoras en las comunicaciones. De momento nos limitamos a
ocio, etc. De igual manera, las actividades del tipo que sean ocupan y señalar que, al ser utilizables zonas más alejadas de la ciudad, aumenta

116 117
considerablemente la oferta de suelo, que se abarata. Las mayores flujos migratorios, especialmente cuando se trate de migraciones de
posibilidades de desplazamiento y el aumento de los niveles de renta familias completas. La demanda generada por la inadecuación del par-
favorecen nuevas actitudes en busca de alojarnieritos más amplios en que de viviendas existente será tanto mayor cuanto más rápida sea la
las periferias de las ciudades. Los desarrollos espontáneos en las ciu- dinámica de cambios sociales, en relación con los tamaños medíos
dades de los paises menos industrializados y los núcleos indígenas familiares; y cuanto mayor sea también el crecimiento económico, que
anteriores a la colonización, muestran claros contrastes con el espacio favorecerá el desarrollo de nuevas áreas residenciales con vivieD.das
creado por los europeos. En los primeros encontramos una tendencia a de mayor tamaño y calidad.
la formación de conglomerados con gran ocupación del suelo, mientras El crecimiento espacial de las ciudades como consecuencia de la
que en las segundas el mayor nivel económico y los mayores índices concentración de las actividades económicas tiene su punto álgido du-
de automoción da lugar a una ciudad más extendida. rante las etapas de industrialización. Como vimos (3.6.), en un primer
Además de las mayores exigencias de espacio, respaldadas por la momento el efecto es muy intenso y viene derivaao tanto del tamaño de
capacidad de renta necesaria para adquirir una mayor cantidad de las instalaciones industriales como de las necesidades de espacio para
espacio urbano, parece que los individuos con niveles de renta más los alojamiento de los nuevos habitantes atraídos por el empleo indus-
altos tienen una movilidad mayor, que es tanto como decir que hacen triaL Además se harán necesarios una amplia gama de usos y activida-
más uso del espacio urbano en razón de sus actividades, de sus relacio- des complementarías, consumidores a su vez de espacio urbano, tales
nes sociales, o de su forma de vida. Complementariamente, el creci- como unas nuevas y más amplias infraestructuras de transporte, las
miento de los índices de automoción que acompaña al desarrollo eco-- sedes de las entidades mercantiles y financieras que afloran al impulso
nómico, y que implica que se utilicen más los vehículos privados para del crecimiento económico, los servicios públicos que crecerán de-
trasladarse por las ciudades, supone unas necesidades de espacio mu- mandados por las dinámicas demográfica y económica, etc.
cho mayores. Cada ciudadano que se desplaza en automóvil por su Con el tiempo, la evolución de las ciudades de los países con una
ciudad está ocupando, y de alguna manera privatizando, un mínimo de economía más desarrollada ha supuesto un proceso de erradicación de
seis metros cuadrados de red viaria. los· establecirtüentos industriales fuera de los núcleos urbanos más con-
Los cerca de novecientos habitantes por hectárea de la aglomera- solidados, la terciarización de la economía urbana y en especial la
ción de Calcuta, los trescientos cuarenta del área metropolitana de progresiva ocupación de los espacios centrales de las ciudades por las
México, o los doscientos cuarenta de El Cairo no serian compatibles empresas de servicios, supone la expulsión de los residentes y de los
con unos mayores niveles de desarrollo y unos índices de automoción usos industriales, que han de buscar emplazamiento en los nuevos
más altos (ver Tablas 14 y 15). Las áreas metropolitanas de París, con desarrollos periféricos. El crecimiento de las actividades terciarias
ciento doce; la de Madrid, con poco más de cincuenta, o la de Chicago dentro de una gran aglomeración no significa necesariamente un incre-
con menos de veinticinco habitantes por hectárea, con los problemas mento de la oferta de empleo total de la ciudad, ya que puede produ-
de congestión viaria que presentan, como casi todas las ciudades de los cirse mediante el transvase de población activa entre sectores.
países desarrollados, ponen de manifiesto unas mayores demandas de Pero, si bien es cierto que el crecimiento econórrúco en las ciudades
espacio entre los individuos con niveles de renta más altos. con una base postindustrial no tiene por qué representar necesaria-
Pero en cualquier caso, la necesidad de viviendas constituye el mente aumento de población, sí que supone una mayor utilización del
principal factor desencadenante del crecimiento espacial de las ciuda- espacio, derivada de la expansión de un sector de actividad integrado
des. La demanda de viviendas. viene determinada flUldarnentalmente por empresas menos consumidoras de espacio que las industriales,
por el número de nuevas unidades familiares, si bien hay que añadir la pero generadoras de una intensidad de flujos mucho mayor. Esa mayor
que se genera por las necesidades de sustitución, bien sea como canse utilízación del espacio, muy especialmente de las redes viarias, produ-
cuencia de la inadaptación de las viviendas existentes ante los cambios ce situaciones de congestión que no podrán ser siempre resueltas con
producidos en los niveles de renta y en los tamaños de las familias, o los crecimientos de la ciudad por sus bordes, ya que estos no ofrecen
por el estado de deterioro físico de las más antiguas. la centralidad que necesitan muchas de las instalaciones terciarias. Por
El número de las nuevas unidades familiares estará sobre todo en tanto, en estos casos, la dinámica d·e creCimiento económico, que supo-
función de las tasas de nupcialidad, que dependerán de la composición ne renovación de las zonas centrales, habrá de resolverse fundamental-
por edades y de los comportamientos socio-demográficos; y de los mente cambiando la fonna en qUe se utiliza el espado urbano, en

118 i 119
1
..• t
concreto con una progresiva limitación del uso de los vehículos parti- gunda mitad de este siglo el número de personas por habitación dismi-
culares. nuye, circunstancia que no siempre se produce en los países con meno-
En resumen, tal como señala Geddes, el crecimiento es la tendencia res niveles de renta. ·
natural de la ciudad, y será en ese dinamismo urbano donde podamos Además, una sociedad en la que aumenta el nivel de renta amplia la
encontrar los factores desencadenantes del crecimiento espacial de las oferta y mejora las dotaciones de equipamientos y de infraestructuras,
ciudades, más concretamente en los incrementos del número de fami- con la consiguiente ocupación de más suelo. Cuando Blumenfeld (1967,
lias y de entidades de actividad económica. Los estándares de ocupa- 62) señala como característica de la ciudad industrial, que su creci-
ción y de utilización del suelo vendrán determinados por las caracterís- miento espacial es diez veces mayor que su crecimiento demográfico,
ticas de quienes generan la demanda. Como ya vimos en el capítulo sin duda está refiriéndose también a esa demanda progresivamente
anterior cabe esperar unas necesida.des de ocupación y de utilización acelerada de espacio urbano.
del espacio urbano diferentes en razón de la composición por edades Iguaimente, deberá ser tenida en consideración la dínámica: de cam-
y de la estructura familiar de na población. De la misma manera, como bio de los factores desencademuúes del crecimiento urbano, ya que las
acabamos de ver, también debe matizarse la relación entre el creci- características de los desarrollos espaciales tendrán mucho. que ver
miento de la actividad económica y ia demanda de suelo urbano. con los cambios bruscos en la intensidad de las demandas de suelo. En
Por otra parte, el crecimiento de los niveles de renta, tanto si lo general puede decirse que una evolución muy rápida acarreará ínevi-
consideramos a nivel individual, como si pensamos en la sociedad en tablemente acusados desajustes en el mercado de suelo y deo vivienda,
su conjunto, conducen a menores densidades brutas. El hecho de que en las dotaciones de equipamientos, y, con frecuencia, desorden en la
el espacio urbano sea muy costoso, hace que generalmente se ocupe disposición física del nuevo espacio urbano.
sólo el mínimo imprescindible. Una mejora en la capacidad de renta o
de ínversión hará que se busque más comodidad, aumentando la
superficie media de las viviendas, o una mejor ínstalación mejorando 5.2. El suelo como soporte del crecimiento urbano
los estándares en los centros de actividad. Los datos del Cuadro 9
confirman lo que decimos, si bien un índicador más preciso establece- Puesto que entendemos que el crecimiento espacial de las ciudades
ría sin duda unas mayores diferencias en el número de metros cuadra- requiere de unos procesos de producción a través de los cuales se
dos de vivienda por persona, entre los distintos niveles de desarrollo. transforma el suelo rústico en espacio construido, es necesario que nos
En los crecimientos protagonizados por ciudades europeas en la se- detengamos en este apartado en la consideración de las principales
caracteristicas de lo que de alguna manera podríamos considerar la
CUADRO 9 materia prima: es decir, el suelo. Como ya señalamos en su momento,
uno de los aspectos relevantes en los procesos de urbanización es que
Número medio de personas por habitación
en las viviendas de distintos paises ·el suelo destinado al crecimiento urbano deja de· ser un elemento
productivo para convertirse en mero soporte de actividades. Como tal
Argelia 2,80 soporte nos interesa saber cuáles son sus condiciones físicas, que le
India . 2,80 hacen más o menos adecuado para la urbanización; cómo actúan los
México 2,60 modos en que están estructurados los propietarios y las propiedades;
Marruecos. 2,40 cómo pueden refiejarse en el espacio construido los usos anteriores; y
Irán .. 2,30 cómo las infraestructuras de conexión son importantes elementos dife-
Ecuador,. 2,30 renciadores. Los elementos que caracterizan al mercado del suelo ur-
Polonia. 1,40 bano y las condiciones legales de edificación fijadas a través del pla-
Francia . 1,30
neamiento urbanístico serán estudiados en otros apartados.
Japón .. 1,10
Suecia 0,70
La tarea de urbanizar o simplemente construir edificaciones en nue-
EE.UU. 0,60 vas porciones de espacio va a verse condicionada por algunas de las
características físicas del suelo potenciaimente utilizable para ello. Así,
FUEN'I'E: MOPU-HABI'I'A'I' (1989, 297). habrá más o menos dificultades según las condiciones topográficas y

120 121
geotécnicas, mientras· que la situación a resguardo de los vientos domi- Las zonas deprimidas son frecuentemente susceptibles de sufrir
nantes o unas posiciones más soleadas también pueden actuar sobre la inLmdaciones, sobre todo cuando se encuentran próximas a masas de
dinámica espacial, atrayendo el crecimiento. El desarrollo espacial de agua, por lo tanto deberán ser protegidas con obras muy costosas o de
Madrid, claramente condicionado por los desniveles de las terrazas del lo contrario no podrán ser utilizadas, si bien a veces servirán como
Manzanares (Figura 5, l ), es sin duda un buen ejemplo de cómo los emplazamiento de núcleos de infraviviendas. Igualmente los terrenos
crecimientos en mancha de aceite, sin unas direcciones de expansión con malas condiciones geotécrácas serán evitados o utilizados para
claramente predominantes, se producen sobre aquellas zonas que pre usos menos lucrativos. o con edificación no intensiva.
senten las mínimas dificultades. Sólo cuando no haya otra posibilidad No son pocos los ejemplos en los que las ciudades se extienden
mejor la ciudad crecerá sobre terrenos no aptos para la construcción, sobre llila ladera buscando suelos más secos y soleados, pero también
como laderas deslizantes o Con un fuerte porcentajes de desnivel, que es frecuente que, en los desarrollos más recientes, se de prioridad a
no sólo dificultan las tareas de construcción sino que además darán otros aspectos funcionales y de accesibilidad frente al confort climático.
lugar a unas zonas menos funcionales. Cuando, como en el caso de La incidencia de los obstáculos físicos en el crecimiento espacial se
muchos núcleos antiguos, la ciudad crece sobre un terreno con fuertes hace especialmente evidente en las ciudades ribereñas, sobre todo
desniveles, esa circunstancia marca de forma fácilmente perceptible la cuando a la barrera constituida por el agua se unen otras de carácter
organización del plano urbano, adaptándose a las curvas de nivel o .a topográfico. En esos casos las ciudades se ven obligadas a ir ocupando
algún otro accidente topográfico. el espacio de una manera intensiva, amoldándose a las formas capri-
chosas en que a veces se configura la mancha del poco suelo apto para
la urbanización. Las relaciones de las ciudades con sus ríos dan lugar a
diversos tipos de crecimiento, marcados por la forma en que se resuel-
va la confrontación que se plantea entre el potencial de crecimiento
urbano y las dificultades que el río imponga para la construcción de
puentes. (Chaline, C., 1981, 199)
Son por tanto muchas las situaciones en las que el desarrollo espa-
cial de las ciudades queda fuertemente condicionado por las caracte-
rísticas físicas de sus emplazamientos, pero el modo en que se resuelva
el contlicto dependerá sobre todo de las capacidades técnicas y econó-
lSSil 1875 1S01J micas, ya que a la postre, cuando no hay alternativas más sencillas de
expansíón, lo que se produce es Ui'1 sobrecoste en la construcción de la
ciudad.
Desde que, como veremos en el siguiente apartado, el suelo se
convierte en propiedad privada, al ser LID elemento imprescindible
pap el creci:rrüento espacial de ias ciudades, sus propietarios podrán
actuar como árbitros de su desarrollo. Las pautas del crecimiento espa-
cial, la forma en que se estructura el plano en áreas marcadamente
diferenciadas y las posibilidades de aplicación de planeamiento urba-
nístico, van a presentar marcadas diferencias en razón de que el suelo
esté en manos privadas o de que por el contrario haya sido socializado.
En las zonas en las que el suelo es un bien privado, la parcelación va
a ser una de sus características fundamentales en su función de soporte
del crecimiento urbano. Una excesiva fragmentación va a dificultar los
1935 1955 ¡g¡¡g
grandes desarrollos planificados, que habrán de pasar por un proceso
Figura 5.1. Influencia del curso del rfo Manzanares corno obstáculo al creci- previo de concentración de la propiedad. En ocasiones, cuando el
miento espacial de Madrid, (Tomado de F. Terán, 1969-) crecimiento urbano está sujeto a un plan urbanístico en el que se exige
122 123
el desarrollo conjunto de zonas de una cierto tamaño, una excesiva proceso de crecimiento urbano, los intereses económicos de sus pro-
atomización de la propiedad de suelo va a dificultar enormemente el· pietarios entran en conflicto de forma casi permanente con los promo-
desarrollo urbano, que sin duda se verá retardado, o incluso paraliza- tores inmobiliarios y con los intereses de la colectividad urbana. Pero
do. antes de hablar de las estrategias en torno al funcionamiento del merca-
El tamaño y las formas de las parcelas vienen determinados, en do del suelo, vamos a referimos a su carácter de bien escaso, caro y de
buena medida, por el tipo de explotación agraria a que estaba siendo alta revalorización.
sometido el suelo hasta su ocupación por Jos usos urbanos, y en muchos • Es fácil encontrar referencias en torno a las minimas proporciones
que ocupan las ciudades en relación con las superficies totales de los """'
casos, cuando el crecimiento ha sido espontáneo, dejarán sus huellas
en la nueva organización del espacio urbano. Lo mismo ocurre en esos paises respectivos, incluso entre aquellos con niveles más elevados de
casos con los antiguos caminos rurales que acaban convirtiéndose en urbanización, C. Abrams (1965, !56) señala que toda la población de
elementos estructurantes de la ciudad a través de su crecimiento espa- Estados Unidos podría vivir en un franja de la Costa Oeste, tan estrecha
cial. como para que todos los habitantes pudiesen ver directamente el mar,
La existencia de caminos, y en .un sentido más amplio de vías de y que el setenta por ciento de la población urbana vive en tan sólo un
comunicación, le otorgan al suelo que queda conectado unas especiales uno por ciento de la superficie del país. Por ello afirma que <<no escasea
ventajas para ser ocupado por usos urbanos. El crecimiento en tomo a la tierra para el hombre urbanizado" aunque sí existen problemas de
los caminos es uno de los modelos más frecuentes de expansión urbana aprovechamiento y de organización. Cuando se dice que el suelo urba-
a lo largo de toda la historia, incluso: cuando el crecimiento está planifi- no es un bien escaso, obviamente, no se piensa en las dimensiones del
cado. La disponibilidad de los servicios de las infraestructuras básicas ecumene; se hace referencia concretamente al hecho de que, al no ser
de conexión, de abastecimiento o de saneamiento, le otorgan al suelo todo el suelo rústico igualmente válido para ser utilizado en la expan-
una posición de ventaja en el proceso de urbanización y por ello los sión de la ciudad, es frecuente que, ante la demanda surgida en un
trazados de los viales o de las conducciones serán utilizados por los determinado momento, no sea suficiente la oferta de suelo disponible.
poderes públicos para dirigir el crecimiento espacial de la ciudad. Hablamos por tanto de escasez en el mercado y no en términos absolu-
tos.
En primer lugar hay que tener en cuenta que ·las posibilidades de
5.3. El suelo como mercancía expansión, y por tanto el suelo potenciaimente utilizable, están limita-
das por la capacidad de trasladarse. Sólo a partir de la evolución de los /..-.-
'·,
LQs derechos de propiedad sobre el suelo juegan un papel funda- medios de transporte la ciudad ha podido ir siendo más extensa. Como
mental en el proceso de producción del espacio urbano. A partir del vimos, en los priiliéros momentos de la industrialización las limitacio-
siglo XVII y de manera especial tras la revolución francesa, y a pesar nes en cuanto al transporte obligaban a la proximidad de los centros de
de las voces discordantes como la de P. J. Proudhon que denuncian los producción y de consumo, y ello produjo unos desarrollos muy conges-
... peligros de la propiedad, se va a ir generalizando el carácter privado tionados. En la actualidad, aunque las posibilidades de trasladarse y de
.., del suelo y por tanto su condición de bien .enajenable. El funcionamien- comunicación son enormes, las áreas urbanas siguen teniendo ese lími-
to del mercado del suelo en las ciudades está intimamente ligado a la te impuesto por la viabilidad del coste económico y del tiempo necesa-
dinámica de crecimiento espacial y del crecimiento económico urbano, rio para Jos desplazamientos cotidianos. Además de ese limite funcio-
y presenta una serie de singularidades derivadas de algunas de las nal, el crecimiento urbano suele encontrarse con otros de carácter
especificidades del suelo como mercancía. Interesa observar cómo el físico, tal como ya hemos señalado. Pero no son esas circunstancias
'suelo es un bien escaso, que no sufre deterioro con el paso del tiempo, particulares las que nos permiten definir af suelo como bien escaso,
: que puede alcanzar rápidas revalorizaciones y que por tanto es suscep- sino aquellas que con carácter universal caracterizan su mercado.
tible de fáciles maniobras especulativas, a las que habrán de enfrentar- Un aspecto importante para entender el mercado es que el suelo no
se los poderes públicos por los perniciosos efectos que tienen sobre el se deteriora con el paso del tiempo; por el contrario, la proximidad a
mercado de la vivienda y, en general, sobre las condiciones de habita- las zonas urbanizadas genera unas expectativas de incremento progre-
bilidad de las ciudades. sivo de su valor, que despiertan en los propietarios actitudes de ateso-
El problema estriba en que, al ser el suelo la materia prima en el ramiento. Es frecuente que los propietarios decidan conservar el suelo
\,;,
124 125
.!
potencialmente utilizable en el crecimiento de la ciudad a la espera de cio urbano y por tanto de la dinámica de crecimiento (Vinuesa y Vida!,
que su valor se incremente, y con ello la oferta real de suelo tenderá a 1988).
reducirse. Tal como hemos señalado en este ;mismo capítulo, las diferentes
Al margen de las estrategias de los propietarios, a las que volvere- condiciones toR..og:rá¡jg¡¡J .y geotécnicas del suelo pueden encarecer la
mos a referirnos, es necesario que nos fijemos en otro aspecto funda- urbañizaclón;-ra2ón por la cual los terrenos con más dificultades ten-
me-ntal: se trata de los desequilibrios que se producen corno conse- drán un menor precio. Por otra parte, las determinaciones le<Jales
cuencia de la falta de elasticidad de la oferta ante el rápido crecimiento establecidas a través del planeamiento definen Jos usos y la capacidad
de la demanda. Como hemos podido comprobar, en los procesos de de aprovechamiento urbaíilsí'fco defsuelo. Cuanto mayor sea la intensi-
urbanización el crecimiento demográfico tiene un gran dinamismo, cir- dad de uso más alto se.rátambién el precio del suelo, ya que no hay
cunstancia qtJ.e puede extenderse también al crecimiento económico; que olvidar que el suelo. vale. en razón de lo que sobre él se pueda
sin embargo, la preparación del suelo apto para ser ocupado por la construir. Pero no se trata sólo de una cuestión de cantidad; hay usos
ciudad comprende una serie de tareas de planificación y de urbaniza- que exigen una mayor inversión y que por tanto admiten una mayor
ción que consumen largos plazos de tiempo. Precisamente esa falta de repercusión del precio del suelo. El suelo, en la consideración de
suelo es la que hace que, cuando los crecimientos demográficos son materia prima del espacio urbano que venimos aplicando, forma parte
muy intensos, se produzcan expansiones espontáneas carentes de ele- del precio final de las edificaciones para vivienda o para cualquier otro
mentos infraestructurales. En esos casos la· fuerte presión de los flujos uso. Al margen de que la proporción del precio del suelo pueda ser
migratorios llevan a que se construyan .. r §Y' § 1;?- B }l ?J, que tardarán mayor, lo que es evidente es que representará una cantidad absoluta
muchos años en ir superando su situación para convertirse realmente más elevada cuanto más alto sea el precio del producto final. Los
en espacio- urbanizado. terrenos valdrán más si sobre ellos se pueden construir viviendas de
Ante esos frecuentes desajustes en el mercado cabe preguntarse lu que si su destino es, por las razones que sean, la edificación de
por qué no se prevé, con la antelación suficiente, la demanda de suelo Viviendas sociales.
urbano. La respuesta que no sería siempre la misma, haría referencia a El fin o]a"üfillZación que pueda tener una porción del espacio,
las dificultades para acertar en las previsiones sobre la intensidad del puede d6pender de la normativa urbanística, pero sobre todo va a·ser
crecimiento; a la falta de capacidad o de interés económico de los consecuencia de la propia estructura urbana y de la repercusión espa-
promotores, que prefieren operar bajo pedido; á la voluntad política cial de la lógica de funcionamiento del sistema económico. Los estudios
de no favorecer un crecimiento excesivo, etc. La explicación habrá que ·efectuados desde distintas perspectivas sobre las rentas del suelo, po-
buscarla más bien en los distintos posicionamientos de los promotores nen de manifiesto la importancia de la localización con respecto a los
del espacio urbano, como veremos en el apartado 5.5. centros de actividad económica, enfoqüede 1os a tores neoclásicos, o
Por otra parte, también debemos pensar en la singularidad de cual- de la División Económica y Social del Espacio, desde la perspectiva de
quier emplazamiento dentro del espacio urbano, que como ya hemos los neomarxistas (Pardo, M., 1985) (Derycke, P. H., 1982, 337). Lo cierto
dicho es heterogéneo, perfectamente diferenciado en razón de sus es que las posiciones centrales son preferidas por el ahorro que supo-
usos y de sus calidades urbanísticas: Este componente de especificidad nen en desplazamientos, pero también puede haber una sobrevalora-
1
va a hacer mayores las probabilidades de escasez. Efectivamente, el ción en razón de la calidad urbanistica, medida en términos de urbani-
hecho de que haya suelo urbanizado, válido para la localización indus- zación, equipamient08;8StruCtura soCial, etc ..
trial y para viviendas de lujo, no impide que la oferta de suelo para De acuerdo con estos principios, el suelo urbano será más barato en
-::") . viviendas sociales o para equipamiento terciario, por ejemplo, pueda las zonas más alejadas del centro, y la suma de los elemÉmtos físicos y la
i, ser insuficiente, estructura urbana dará lugar a una dif renciación por zonas que va a
• Esta condición de bien escaso es lógicamente un importante factor producir la segregación de los grupos sociales dentro del espacio
de encarecimiento, que propicia las actitudes especuladoras. El precio urbano. Las zonas mejores serán aprovechadas para usos más renta-
del suelo urbano, como el de otros bienes, se fija en el mercado, es bles y acabarán siendo ocupadas por quienes más puedan pagar. En
decir en la confluencia de la oferta y de la demanda, y va a depender los sistemas de libre mercado prevalece esa lógica económica y siem-
por tanto de aspectos coyunturales del propio mercado y de factores pre se tratará cle015lener1as máximas rentabilidades optimizando el
físicos y socio-urbanísticos que actúan como diferenciadores del espa- apfovechamie:hto de las ventajas económicas de los emplazamientos

126 127
urbanos. Como ya hemos dicho en otros apartados del libro, la concen- diversidad ha de llevarnos a pensar en la posibilidad de unos compor-
tración en el espacio urbano comporta una serie de economías de tamientos mucho más complejos por parte de quienes son titulares de
!9'.!9 <a.r.. -i?_ (minoración de los costes de instalación y fúñcíOñanuento la propiedad del suelo.
que se produce al poder aprovechar los servicios ya existentes en la Puede decirse que, con carácter general, los propietarios de suelo
ciudad y que no se encontrarían fuera de ella) que actúan como facto- van a tratar de conseguir que sus terrenos alcancen el valor más alto
res de localización y que son el fundamento mismo de la revalorización posible. Para ello procurarán influir sobre las condiciones del merca-
del espacio urbano. do, favoreciendo las situaciones de escasez al retener el suelo. Tam-
Esta forma de funcionamiento, propia de todos los países de econo- bién intentarán que la normativa urbanística determme para·sus terre-
mía de mercado, genera serios problemas sociales y urbanísticos. Por nos los usos y las intensidades que permitan unas mayores repercusio-
. ,.una parte los propietarios del suelo se adueñan de los incrementos del nes del precio del suelo, que es tanto como decir altas revalorizacio-
..,..\ \valor de los terrenos que provoca el desarrollo urbano y que por tanto nes. Además, los propietarios del suelo saben que sus terrenos ganan
]jdeberán corresponder a toda la colectividad. Pero sobre todo los me- calidad por la proximidad a zonas de mayor nivel urbano, definido por
:canismos puestos en marcha para, de acuerdo con la lógica del sistema, 1as inversiones en infraestructuras, en equipamientos, zonas verdes,
iobtener las máximas ganancias vaú frecuentemente en contra de la etc. Hay que decir también que las posibilidades de ejercer este tipo
;racionalidad urbanistica. Al convertirse el suelo en un bien susceptible de presiones sobre el planeamiento urbanístico o sobre los programas
-!de fuertes especulaciones, el poder disponer de él para la producción de inversión y de urbanización sólo son reales para los grandes pro-\
'·!'!el espacio urbano se hacen excesivamente difícil y costoso. Ello, como pietarios. Los pequeños propietarios ven limitada su capacidad a _las j'
!iecíamos, potencia su carácter de bien escaso y produce desde los maniobras de retención del suelo y al hecho de que en ocasiones una
'primeros momentos de la industrialización en Europa, graves proble- pequeña propiedad puede bloquear grandes operaciones de desarro-
mas de congestión urbana que se derivan hacia la vivienda, los espa- llo urbano. También en líneas generales podríamos decir que los pe-
cios de uso público y las dotaciones de equipamiento, y producen al queños propietarios de suelo están más vinculados a los crecimientos
final un .espacio. urbano de peor calidad y que segrega estrictamente espontáneos, cuando el espacio urbano se va construyendo al margen
en razón de la capacidad de renta. El derecho a disfrutar de esos de la ordenación urbanística.
bienes, igual para todos los ciudadanos, puede quedar muy compro- Ante los problemas urbanísticos que se derivan del hecho de que el¡
metido por el libre funcionamiento del mercado del suelo. Por esta suelo necesario para el crecimiento de la ciudad sea de propiedad¡
razón los poderes públicos se han visto obligados a intervenir tratando privada, los poderes públicos han adoptado distintas actitudes que van l
de defender los intereses urbanísticos de la colectividad, contrarres- desde la nacionalizaciqn absoluta del suelo, en los países socialistas, Í .:.'
,.
tando las maniobras que con propósitos especulativos urden los pro- hasta una total g_); r l a._s!é en el caso de los EE.UU., pasando por¡
pietarios del suelo. situaciones en las que, mediante instrumentos legales diversos, básica-f
• Vamos a referirnos ahora esquemáticamente a las estrategias de mente se limitan los derechos particulares sobre el uso y las revaloriza-\
los diferentes agentes participantes en la construcción de la ciudad en cienes generadas por el desarrollo urbano, en defensa de los derechos\
torno a la propiedad y al mercado del suelo. Al hablar de las formas de colectivos. .
actuación de los propietarios del suelo habría que distiÍlguir entre los La revolución bolchevique abolió todos los derechos de propiedad
que tienen grandes <extension y aquellos otros que sólo son dueños sobre el.suelo, y a partir de 1918 el desarrollo de las ciudade¡(í'ilS'a
de pequeñas propiedades, ya que su capacidad para intervenir en el será ajeno a las fuerzas especulativas en torno a la revalorización.lñiilo-
proceso de crecimiento espacial de la ciudad no es la misma y sus biliaria. Desde entonces y durante un periodo que termina con los
intereses sólo son parcialmente coincidentes. También hay que señalar cambios políticos que se vienen sucediendo durante 1990, en las ciuda-
que por razones didácticas y con intención de esquematizar, hablare- des de los países con suelo socializado la acción planificadora no ten-
mos de propietarios como entes específicos, aunque muchas veces la drá que emplearse en intentar superar el conflicto con los intereses de
propiedad del suelo estará en manos de grandes grupos financieros, los propietarios, y además será la principal fuerza generadora de los
atraídos por la rentabilidad de la inversión en patrimonio urbano, o de factores del crecimiento urbano, con lo cjue las previsiones en cuanto a
promotores inmobiliarios, que como veremos buscan, convirtiéndose las necesidades de suelo urbano serán más fáciles de establecer. En
en propietarios, asegurar su actividad como tales promotores. Toda esa todo caso el hecho de que no se produzcan las tensiones propias de la

128 ., 1 129

i
illl antiguo núcleo de viviendas, que fillldamentalmente no se oponen por illl cinturón rural, en la que los elementos de la naturaleza han de
por estrategias especulativas. sino en defensa de sus viviendas y en tener una gran presencia y que podría proyectar su crecimiento sobre
contra de lo que ha de suponer su expulsión hacia zonas menos cen- lUla serie de pequeños núcleos bien conectados de su entorno (Figura
trales. 3.7), ha permanecido vigente en las concepciones teóricas y ha inspira-
do el modelo de organización del desarrollo espacial de no pocos
grandes planes urbanísticos en todo el millldO (Londres, Madrid, Mos-
5,4. La planificación del crecimiento urbano cú, París, o Tokio, son alglllos ejemplos).
Al finalizar la seglllda década del siglo, enormemente agrandados
Al convertirse el espacio urbano en soporte de actividades y adqui- por las necesidades de reconstrucción subsiguientes a la Primera Gue-
rir fuertes ritmos de crecimiento, la conflictividad en tomo a los usos y rra Mundial, los problemas urbanos y en especial los relativos a la
a los aprovechamientos del suelo se acrecienta progresivamente, dan- carencia de viviendas estimularon el trabajo cientifico a la vez que
do lugar a situaciones de grave deterioro social y de escasa filllcionali- fueron recabando progresivamente la atención de los poderes públi-
dad. Las inaceptables condiciones urbanísticas y de habitabilidad a que cos. A partir de 1919 la Bauhaus, de la mano de su fundador W. Gro-
se ven relegadas las capas sociales con menor poder económico y la pius, impulsa la idea de organizar el espacio de acuerdo con las funcio-
proliferación de situaciones en las que el crecimiento incontrolado nes para las que se crea. La propuesta va a ser aplicada en seguida en
conduce a una progresiva pérdida de las ventajas económicas de loca- algunas ciudades alemanas y se propagará después por todo el millldo
lización para las empresas, mueve a reflexionar sobre la necesidad de (Terán, F., 1982, 40). Estos planteamientos racionalistas, que abarcan
ordenar el. desarrollo urbano y, de forma muy concreta, su crecimiento aspectos económicos, estéticos e higiénicos, van a ser compartidos en
espacial. buena medida y simultáneamente por Le Corbusier al desarrollar la
Ya vimos en el capítulo 3 como los problemas de congestión y de idea de la ciudad funcional. Tales propuestas teóricas acabarán sinteti-
degradación de las condiciones de vida en las ciudades durante el . ·zándose veinte años después en la Carta de Atenas (1943), que ha de
siglo XlX dieron lugar a una serie de iniciativas que desde distintas ser considerada como illl hito fillldamental en la evolución del urbanis-
posiciones trataban de conseguir un espacio urbano mejor. Las pro- mo. Si las formas del espacio han de responder a las filllciones especifi- .
puestas de Howard con su ciudad jardín son sin duda las que han tenido cas que en él se realizan es necesario entonces introducir el concepto
una mayor implantación. Las ciudades de Letchworth (1903) y Welwyn de zona. La ciudad debe quedar organizada, zomficada, de acuerdo
Garden City (1920), fueron construidas por sociedades privadas con el con las necesidades sociales, definidas a través de lUla serie de flllcio-
impulso personal del propio Howard o sus sucesores con la idea de nes básicas (habitar, trabajar, circular, y cultivar el cuerpo y el espíri-
materializar los principios de bajas densidades, viviendas unifamiliares tu), que darán lugar a otras tantas zonas claramente diferenciadas en el
con jardín, y presencia destacada de zonas públicas ajardinadas, pero espacio urbano.
ni siquiera en estos ejemplos más directos se pudo aplicar en la prácti- Desde una perspectiva más atenta a los aspectos sociales del creci-
ca el principio, básico en el¡proyecto de Howard, de mantener la miento urbano, es necesario recordar aquí la influencia que han tenido
propiedad del suelo en manos de la comlllidad (Terán, F., 1969). en la ordenación de las ciudades las propuestas dirigidas a defender la
El impacto de la idea de ciudad jardín ha sobrepasado y desfigura- idea de comunidad frente a la agresión que representa el crecimiento
do su concepción original; formas más o menos identificables con las urbano. La constatación de que la forma de vida urbana, además de
propuestas de Howard van a recibir esa denominación. Podemos pen- producir importantes cambios de todo tipo, tiene efectos disgregado-
sar en las decenas de ciudades que a lo largo del siglo se construyen res sobre la comlllidad ha sido también una preocupación constante-
en diversos países de todo el millldo, primero como actuaciones, mllli- mente explicitada por los sociólogos, y de forma especial a partir de la
cipales o de empresas privadas, destinadas fundamentalmente a aten- Escuela de Chicago.
der ciertas demandas de viviendas y, posteriormente, ya en la seglllda En los años treinta se incorpora la idea de unidad vecinal al planea-
mitad del siglo y dentro de lUla concepción territorial del urbanismo, miento, dándole así illl contenido social del que hasta entonces carecía.
en relación con el desarrollo de las politicas de nuevas ciudades. Pero El comlllitarimos se preocupa de que la ordenación espacial de la
además de esas actuaciones directas, la idea de Howard sobre una ;¡ ciudad favorezca el sentimiento de comlllidad mediarlte la existencia
ciudad nueva, de organización concéntrica, limitada en su expansión de lUlas células de convivencia primaria o unidades vecinales, que

133
132
los componentes demográficos, las actividades económicas, la estructu- pales, en los casos en que se estuviesen produciendo nuevos núcleos
ra de la propiedad del suelo, los equipamientos, el parque de vivien- urbanos. Entre estos planes, cuyo carácter básicamente higienista vie-
das, etc. A partir de ese punto y mediante técnicas de proyección ne avalado por el hecho de que fueran aprobados por las Comlsiones
podrá estimarse, para un momento determinado del futuro, cómo tien- Sanitarias Provinciales, sigue prevaleciendo la intención exclusiva de la
de a ser la ciudad, cuál va a ser su crecimiento y cómo se comportarán ordenación formal del espacio. A la hora de planificar el crecimiento
los distintos elementos. f de la ciudad no se tienen en cuenta aún los aspectos sociales o 6conó-
Esa imagen futura de la ciudad habrá de ser valorada con criterios mlcos, ni se consideran tampoco las implicaciones que la ciudad tiene
técnicos y desde la perspectiva de los principios ideológicos o, simple- con respecto a su entorno comarcal o regional.
mente desde los posicionamientos personales de quienes ostenten el - Poco a poco irían incorporándose las ideas de zonificación·, a la vez
poder político. Su confrontación con la imagen deseada, ideada desde que se desarrollaban normativas más complejas sobre los usos urbanos
los mismos criterios técnicos y políticos, debe dar lugar a una serie de permitidos o prohibidos, y se adquiría una visión más global de la
decisiones que convenientemente articuladas forman el plan, o conjunto ciudad, que llevaba al convencimiento de que no baStaba con atender
de estrategias que ha de servir para que la ciudad futura se aproxime aspectos concretos, como la ordenación física de su-expansión o ciertas
lo más posible a la de la imagen deseada. reformas puntuales en su interior, sino que es necesari0 considerar a la
En las sociedades democráticas el proceso cuenta con una fase en la ciudad como un complejo organismo que ha de ser tratado en su
que las propuestas y las determinaciones del plan son sometidas a la integridad. El «Plan General de Madrid y su Cintura y Zona de influen-
consideración de diferentes estamentos sociales que pueden efectuar cia" aprobado en 1944 por la Junta de Reconstrucción de Madrid y
contrapropuestas. El plan urbanístico, al margen de sus contenidos y gestionado después por la Comisaría de Ordenación Urbana de Madrid
fundamentos técnicos, es un documento y una estrategia de actuación y sus Alrededores, es quizás el ejemplo más relevante de la evolución
impregnada de contenidos políticos; no en balde trata de intervenir de la planificación urbana en España, que alcanzará su madurez con la
sobre .el conflícto de intereses sociales que se refleja en el espacio Ley sobre Régimen del Suelo y Ordenación Urbana de 1956.
urbano. Tras el establecimiento de ese marco legal, los Planes Generales de
En relación con la ordenación del crecimiento espacial de la ciudad Ordenación Urbana tratan de dirigir el crecimiento espacial de las .
y ciñiéndose al caso español, habría que recordar en primer Jugar Jos ciudades básicamente a través de la clasificación de suelo y de las
planes de ensanche que tuvieron un carácter exclusivamente físico, actuaciones previstas y programadas en ellos. A partir de distintos
pues sólo tratan de imponer una determinada trama geométrica apo- instrumentos y presupuestos metodológicos un plan debe delimitar la
yándose para ello en el viario. Las previsiones de reservas de suelo cantidad de suelo preciso para dar respuesta a/ias necesidades de
para equipamientos y espacios de uso público, que se hicieron en estos .' crecimiento de la ciudad. Ese suelo será'Clasíñéádo como urbanizable y
proyectos, no tuvieron apenas efectividad al no existir todavía, en la junto con el suelo urbano (ya urbanizado) vacante constituirán todo el
legislación urbanística española, los cauces adecuados para la obten- espacio potencialmente utilizable en la expansión de la ciudad.
ción de este tipo de suelo por parte de las administraciones públicas. Las determinaciones del plan a este respecto suponen no sólo cuán-
En la construcción de los ensanches se fueron modificando además to suelo se puede transformar sino, sobre todo, qué suelo. Ello implica
otros muchos aspectos relativos a la edificabilidad y a la ocupación del un determinado modelo espacial de crecimiento que, en lógica concor-
suelo, siempre en la línea de imponer los intereses de los propietarios dancia con la trama urbana preexistente y las caracteristicas del medio
frente a una sociedad poco concienciada aún por la problemática urba- natural, establecerá las líneas de crecimlento. Así mlsmo fijará los usos
nística. (en relación con el ensanche de Madrid ver: Mas, R., 1982). y las restantes determinaciones urbanísticas en cuanto a las densidades,
El Estatuto Municipal de 1924, obligaba, a través del artículo 217, a las tipologías de edificación, etc.
que todos los municipios «mayores de diez mil almas" y que en la En contra de lo que pudiera parecer. la clasificación de más suelo
década de 191O hubiesen tenido un crecimiento superior al veinte por del que previsiblemente vaya a hacer falta no supondria necesaria-
ciento, redactasen sus planes de ensanche en el plazo de cuatro años. ' mente que dejasen de producirse situaciones de escasez, pero sí que
Igualmente obligaba a los municipios de más de doscientos mil habitan- facilitaría en cambio maniobras especúlativas, ya que el suelo, por el
tes a redactar los proyectos de urbanización de las zonas comprendi- mero hecho de tener una clasificación urbanística qúe permita su edifi-
das entre los bordes de sus ensanches y los respectivos límltes munici- cación, se revaloriza enormemente. Jean Labasse (1973, 336) dice a este
1
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136 137
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: 1 ¡)
países donde se producen. En cualquier lugar donde se desarrollen ción que prop1c1en la articulación con otros barrios. La escasísima
serán zonas construidas por los individuos que no tienen la capacidad presencia de equipamientos comerciales o sociales en estas zonas agu-
económica suficiente para integrarse en el espacio realmente urbano. diza su condición de espacio-dormitorio. Otra de las caracteristicas más
Este estará ocupado por una reducida élite que, con la complicidad del relevantes de estos asentamientos es su provisionalidad, que no sólo
planeamiento urbanístico y de los propios poderes públicos, impone el hay que vincular a la falta de solidez de las edificaciones, sino más bien
!-;:
efecto segregador de las desigualdades sociales sobre el espacio, con- a la precariedad de las cesiones del suelo o a la propia ilegalidad·de la
·:;)'-
denando a la mayor parte de la población a vivir en condiciones de ocupación.
·
marginalidad (Hardoy, ]. E., y Satterhwaite, D., 1987). (Aguirre, R., 1989, . La posibilidad de resolver esta grave situación en las ciudades de
83) los paises en desarrollo ha de pasar necesariamente por la modifica-
Estos espacios urbanos, en los que normalmente reside más de la ·-i:t·l. ción de las condiciones económicas que la han ge1¡erado. Como ya
o
mitad de la población de muchas de las ciudades africanas, asiáticas, y ; ": ·; explicaba Engels, el problema de la vivienda es un problema de renta.
latinoamericanas (ver Tabla 16), se caracterizan siempre por su enorme •,· 1 La urbanización marginal se produce sobre todo porque quienes la
dinamismo, que parece no tener limites; por su carácter periférico; por "o 1 protagonizan no tienen la capacidad de renta suficiente para pagar
los contrastes morfológicos y sociales con los barrios centrales; por el ! unas condiciones de alojamiento más dignas. A la falta de interés de los
desorden del plano y los altos índices de ocupación del suelo; por la promotores privados por una demanda sin capacidad de renta, se unen
penuria de espacios comunes y la infima calidad de las edificaciones; unos poderes públicos con pocos recursos. Y no sólo se trata del
por la insuficiencia de equipamientos y de infraestructuras; y por la dinero necesario para crear el espacio ·urbano, las viviendas y los
precariedad o ilegalidad de la ocupación. Establecidos esos rasgos equipamientos que demanda los flujos inmigratorios; las Administracio-
comunes, las posibles diferencias entre los crecimientos espontáneos nes en estos países son incapaces de desarrollar y hacer cumplir el
de las ciudades de países subdesarrollados serán debidas sobre todo a planeamiento urbanístico o de gestionar algún tipo de fiscalidad sobre
la diversidad de los soportes físicos sobre los que se producen. el suelo (Breese, G., 1968, 218).
A veces los desarrollos tienen lugar sobre terrenos que los poderes Por último, recordar que aunque en la actualidad la urbanización
públicos éeden en precario a los inmigrantes para que ellos mismos espontánea sea caracteristica del mundo subdesarrollado, no es total-
construyan su propia vivienda, generalmente una chabola, dentro de la mente ajena a las ciudades de los países industrializados. En España,
reducida parcela que se les adjudica. La administración puede impo- por ejemplo, las parcelaciones efectuadas por los propietarios del sue-
ner un trazado teticular de calles pero no se ocupa de su urbanización lo, sin otra ordenación que la necesaria para disponer de accesos, con
ni de la instalación de los servicios de alcantarillado o de suministro de importantes carencias de infraestructuras y sin el necesario control
agua, electricidad, etc., que serían especialmente costoso dada la ex- urbanístico, constituyeron la forma normal de expansión espacial de
tensión de estos asentamientos en los que obviamente no es posible la nuestras ciudades todavía durante la primera mitad del siglo actual
edificación en altura. (Estébanez, J., 1989, 104). incluso con posterioridad a la entrada en
Pero es más frecuente que los asentamientos sean totalmente espon- vigor de la Ley del Suelo de 1956 y con el proceso de desarrollo indus-
táneos: los ocupantes parcelan el suelo o subdividen las viviendas de trial muy avanzado, se han seguido produciendo en las periferias de
forma ilegal sobre aquellos suelos en los que haya menor probabilidad las ciudades españolas asentamientos de infraviviendas a partir de par-
de desalojo. Se trata también de viviendas de mínimas dimensiones, celaciones ilegales, que en algunos casos llegaron a tener una gran
autoconstruidas con materiales de deshecho, sin ningún tipo de servi- entidad urbana (Figura 5.4).
cio. No tienen dominio legal sobre el suelo, que podrá ser de propie- • Vamos ahora a referirnos a la promoción de suelo urbano como
dad pública o privada pero que queda siempre fuera de las apetencias proceso productivo organizado empresarialmente y reglamentado por
del mercado al estar destinado a la futura construcción de alguna in- un conjunto de normas urbanísticas. Desde que comienzan los cambios
fraestructura, por sus características topográficas, por ser inundable o propios de la ciudad industrial, y en especial la privatización del suelo
por cualquier otra circunstancia, .> urbano y las fuertes demandas de vivienda, va a ir prolüerando la
Normalmente, estas área·s, de una acusada monotonía, van a estar actividad inmobiliaria, en la que los promotores, como en cualquier
aisladas del resto de la ciudad, a veces separadas por un obstáculo otro proceso productivo, se encargan de construir espacio urbano y
natural y siempre careciendo de los elementos básicos de comunica- viviendas para obtener un beneficio. Hablamos, por tanto, de una acll-

140 141

.

·
1976 vidad de producción mediante la cual, se realizan, sobre unos terrenos
rústicos determinados, una serie de actuaciones que pueden comenzar
con la adquisición del suelo, y seguir con la realización o la tramitación
de los documentos urbanísticos precisos, para terminar con las obras
de urbanización o con la construcción de las edificaciones según los
casos. El promotor es quien toma la iniciativa de llevar adelante esas
transformaciones, arriesga una inversión y obtiene unos beneficios co-
mo cualquier otro empresario, si bien en este caso es frecuente que
durante el proceso de .urbanización se generen grandes incrementos
del precio del suelo al agregarse rentas específicas de carácter espe-
cuiativo (García Bellido, J., 1982).
Los promotores privados de espacio urbano constituyen un grupo
de una notable heterogeneidad, en los orígenes de la urbanización los
promotores suelen ser pequeños constructores que a tenor de los re-
sultapos económicos que vayan obteniendo pueden ir ampliando las
dimensiones de sus actuaciones. Después la actividad irá adquiriendo
un carácter más empresarial, pero sin que, como en el caso·de España,
desaparezcan totalmente los promotores ocasionales. El componente
especulativo, que se genera en la escasez de la oferta inmobiliaria,
fav6rece que no sea difícil encontrar promotores improvisados, de una
1983 sola actuación, que provienen sobre todo desde el campo de la cons-
trucción y del de los propietarios del suelo. Esa ausencia de profesio-
nalidad empresarial aportará desorganización en el proceso de. pro-
ducción del espacio, incidiendo en la complejidad del mercado y de- ·
jando también sus huellas en la morfología urbana.
También desde los comienzos de la industrialización podemos en-
contrar ejemplos de grandes empresas de diferentes sectores produc-
tivos así como de gremios y sindicatos que promueven la construcción
de viviendas para sus trabajadores o afiliados. Estos modos de promo-
ción suelen estar inscritos en políticas de vivienda social y habria que
situarlos a caballo entre la actividad de la iniciativa privada y de las
actuaciones públicas en la consti:ucción de la ciudad.
Pero al margen de esa posible diversidad de tipos de promotores,
en la mayor' parte de las ocasiones la ciudad crece a impulsos de la
iniciativa privada, que normalmente va a estar regulada por el conjunto
de disposiciones legales del planeamiento urbanístico y condicionada
por las actuaciones públicas en materia de infraestructuras básicas. Los
promotores inmobiliarios van a actuar también persiguiendo el objeti-
vo del máximo y más rápido beneficio. Tratarán de obtener el mayor
Figura 5.4. Zona de la Meseta de Orcasitas, en Madrid: en la foto de 1983 aprovechamiento urbanístico al suelo que urbanizan y promueven y
pueden apreciarse las edificacíones de la Operación de Remodelación (Vinue pro urarán que el proceso se efectúe en el menor plazo de tiempo
sa, J., 1986) que sustituyeron a parte de las infraviviendas que se habían ido posible. Para ello entrará..-, frecuentemente en conflicto con la normati-
instalando en la zona en las últirÍl.as décadas. va urbanística y tratarán de burlarla en aquello que reduzca sus benefi-
142
;:··
143
-
l
cios; simplificando, cabe decir que procurarán aumentar las intensida- motora, y muchas veces la actitud de atesoramiento de los propietarios
des de uso en los suelos edificables y reducir al máximo los espacios del suelo puede hacer que la promoción se paralice.
no lucrativos (viario, zonas verdes, etc). Una vez que se 'dispone del suelo, el proceso continúa con la orde-
Para la actividad promotora es muy importante también la eficacia nación urbanlstica pormenorizada, mediante el planeamiento parcial
del funcionamiento de los sistemas ¡:le gestión previstos por el planea- referido al ámbito concreto de actuación, de acuerdo con las directri-
miento, que van a venir condicionados por la estructura de la propie- ces establecidas por el planeamiento general, que se refiere a toda la
dad de la zona que se quiere desarrollar. Volviendo a centrarnos en la ciudad. Además del diseño físico correspondiente, una parte funda-
realidad urbanística española, tenemos que cuando el planeamiento mental de esa ordenación es la nueva parcelación de los terrenos ya
delimita y clasifica unos terrenos como suelo urbanizable, a la vez organizados para los usos urbanos previstos: parcelas edificables, re-
establece cómo ha de gestionarse la transformación de ese suelo que, servas para equipamientos, viario, zonas verdes, etc. Posteriormente
además de ser ordenado y urbanizado, ha de ser reparcelado. habrán de efectuarse las obras de urbanización y de construcción de
Partimos de unos terrenos con una determinada estructura de pro- las edificaciones con lo que el proceso de transformación quedará
piedad y para poder actuar sobre ellos será preciso poseer el corres' · ··concluido: La mayor parte del espacio resultante será vendido a los
pendiente dominio legal. La situación más complicada se presenta futuros ocupantes, con lo que volverá a subdividirse la propiedad del
cuando hay un número muy elevado de pequeños propietarios y es suelo, y otra parte habrá de ser cedida a la comunidad. Normalmente
preciso formar lo que en la legislación española se denomina Junta de todo el suelo que constituye los espacios de uso público más un peque-
Compensación que, como ya comentamos al hablar de los propietarios ño porcentaje de lo edificable, pasará directamente a ser de propiedad
del suelo, una vez que controla el sesenta por ciento de la propiedad pública, con lo que se pretenden recuperar para la comunidad parte
tiene facultades para expropiar al resto (Figura 5.5). El disponer del de los incrementos de precios generados por el crecimiento urbano.
suelo necesario es sin duda el primer objetivo de los promotores, que En relación con las dificultades que normalmente presenta el merca-
suelen encontrar en los propietarios del suelo los más claros enemigos do, es frecuente que los promotores se ocupen de crear un amplío
a su actividad. Sin disponer del suelo necesario no hay actividad pro- patrimonio de suelo que les asegure la posibilidad de actuar y que no
les deje desamparados ante las fuertes revalorizaciones del suelo (ver .
la Figura 5.6). Cuando el promotor es también propietario del suelo, su
comportamiento está más condicionado por esa circunstancia, ya que
los beneficios obtenidos por la promoción pueden llegar a ser poco
significativos en relación con la revalorización del suelo.
Así, dentro de esa mentalidad de propietarios de suelo, los grandes
promotores a veces pueden seguir estrategias como la que se esque-
matiza en la Figura 5.5. En épocas de fuerte presión de la demanda y si
el planeamiento se lo permite, desarrollará primero las zonas más ale-
jadas de la ciudad de forma que el resto de sus terrenos ganen centra-
lidad merced al «efecto colonizador>> de estos desarrollos periféricos.
Esta forma de actuar comporta mayores costes en infi·aestructuras y en
equipamientos pa a el conjunto de la ciudad y sobre todo unas peores
condiciones de vida para quienes por razones de renta no tienen acceso
a otras ofertas mejores. Pero suponen fuertes revalorizaciones de los
Espacio urbano preexi tente. Crecimiento previsto. E! poligono delimitado por el Planumient() será daarrol!ado por terrenos más próximos a la ciudad, que, cuando hayan adquirido la
un promotor. III"Zo a muy parcelada ocupada pot un nút!eo de iviendas de auta;on$lnl tión, Terrena propiedad de un centralidad suficiente, serán destinados por el promotor-propietario a
gran promotor que urbaniza y eonstnqe primero !o m.h alejado del tentfo !A) para provocar una mayor revalorizatión del resro del
suelt (B), Actuación Pública. alejada del espacio urhano objeto de ad¡¡uirír welo mM barato.
sectores de la demanda con mayor poder adquisitivo.
• La expansión de la ciudad por la iÍ!iciativa de los poderes públicos
figura S.S. Esquematización de algunas situaciones frecuentes en la gestión y ha sido la norma en los países socialistas y ello se deja notar en un
la promoción del desarrollo espacial urbano. menor crecimiento y en una acusada homogeneidad morfológica que

144
145
PROMOCION ltAa PROMOC!OIIi 11B1t urbano residencial y productivo, complementando o reemplazando en
670 mil!onu
CONSTRUCCIOH ello a los agentes privados.
50,4% Ya hemos hecho referencia a la falta de capacidad económica y de
organización administrativa de los poderes públicos como uno de los
650 mii!One$ elementos caracteristicos del crecimiento urbano en los paises en desa-
CONSTRUCCI rrollo. No obstante son numerosas las experiencias puestas en rriarcha
65%
con objeto de influir en los mercados del suelo y en la promoción
inmobiliaria. En Corea, en ciertas ciudades de la lndia y en Kenya se ha
'
¡r aplicado lo que se denomina reajuste del suelo, que básicamente con-
// siste en una acción concertada de los poderes públicos con los prOpie-
480 mill na
SUElO tarios del suelo en virtud de la cual aquellos construyen las infraestruc-
PRECIO TOTAt O LA PRIJMOCIÚN: ÜIOO mil!onn 3S,l% turas y las dotaciones básicas y se quedan con una parte de los terrenos
PREC10 TOTAL OE LA PROMOC!ON.: 1.330 mi!!ones ,que posteriormente son sacados al mercado para que actúen los pro-
motores privados. En otros países (Malasia, Singapur, Chile, Jndia, Co-
Figura 5.6. «Paradoja del promoton> en épocas de fuert revalorización de lombia, Ecuador y Turquía) se ha optado por la creación de bancos de
los terrenos: Un promotor piensa acometer dos promociones idéntidas sucesi- suelo, con los que se trata de crear grandes reservas de suelo que los
vamente. Compra los terrenos de la promoción A y la desarrolla. Como pode- poderes públicos pondrán estratégicamente al servicio del crecimiento
mos ver en la figura, al venderla recupera los 200 millones que le costó el suelo
y obtiene 150 millones de beneficios. Pero cuando se dispone a acometer la
urbano. En todo caso estas experiencias y otras similares tienen como
promoción B se encuentra con que con los 350 míllones de que dispone no denqminador común unas escasísimas cuotas de éxito, sobre todo si se
puede adquirir el terreno necesario que ahora, por la subida experimentada, considera que el suelo resultante de estas acciones casi nunca va a ser
tienen un precio de 480 millones. La conclusión a la que llegará es que habría destinado a la construcción de viviendas para la demanda de rentas
evitado riesgos y esfuerzos y habría obtenido un mayor beneficio limitándose a más bajas (MOPU-HABITAT, 1989, 136).
especular con los terrenos. Por otra parte, no es difícil encontrar en la mayor parte de los países .
desarrollados y desde épocas muy tempranas referencias a este tipo
podríamos calificar como monotonía del paisaje urbano. La ausencia de de actuaciones. En Inglaterra, tras la Primera Guerra Mundial, se hace
intereses económicos .privados y la uniformidad de la demanda exclu- evidente que la iniciativa privada no sería capaz de atender a la enor-
yen muchos de los mecanismos de segregación espacial que en buena me demanda de vivienda, sobre todo a la correspondiente a los niveles
medida son los que generan la diversidad. de renta más bajos. Sendas leyes de 1919 y 1924 facultaron a las autori-
Pero también en las ciudades con econom1a de mercado es impor- dades locales para promover vivienda pública en alquiler, con lo que
tante la participación de las instituciones públicas. Además de su inter- se desarrolló una muy activa y fructífera política. También suelen desta-
vención redactando el planeamiento y vigilando su cumplimento, les carse ejemplos de municipios con ayuntamientos de ideología socialis-
corresponde acometer la construcción de las infraestructuras básicas ta, como el de Viena que llegó a construir unas sesenta mil viviendas, o
sobre las que habrá de apoyarse la expansión de la ciudad. Ya comen- el de Fran.kfurt que encargó a los arquitectos de la Bauhaus la creación
tamos cómo el trazado y la programación de la construcción de los de un conjunto de actuaciones residenciales con las que se daba res-
principales ejes de transporte o de las canalizaciones de agua y sanea- puesta a las necesidades de expansión de la ciudad.
miento, en coherencia con el planeamiento urbanístico, marcan las li- Merece también una mención especial la política francesa de grands
neas de desarrollo espacial de la ciudad. ensembles, que surge como respuesta a los enormes déficits de vivien-
Pero además de esa actuación básica e inescusable, que podrá da producidos por las destrucciones de la Segunda Guerra Mundial y
extenderse a otros muchos equipamientos (parques, universidades, el crecimiento demográfico posterior, y consiste básicamente en la
aeropuertos, cementerios, etc.) a veces se dan actitudes más inter- construcción intensiva de grandes conjuntos residenciales, que por su
vencionistas, ligadas a la idea pujante a lo largo del siglo de que el tamaño se incluyen a veces en la categoría de nuevas ciudades, y que
urba:.'"lismo ha de ser un elemento más en la política social del estado, están coordinados con las políticas de viviendas de renta limitada
encargándose entonces los poderes públicos de promover el espacio (H.L.M.). Sin salir de Francia, y en relación con la promoción pública de

146 147
suelo, hay que mencionar también la política de las Z.U.P .. Se trata de
zonas clasificadas como de urbanización prioritaria que, tras ser delimi-
tadas por los municipios de acuerdo con estrategias territoriales, van a
ser urbanizadas con ayudas financieras del Estado y vendidas a precio
de coste a promotores privados.
Más numerosos son los ejemplos de ciudades nuevas construidas
normalmente por los gobiernos o las instituciones locales, siguiendo a
veces los principios de la propuesta de Howard, y frecuentemente con
objeto de dar respuesta a los problemas del crecimiento urbano. Se
trata de crear nuevos asentamientos libres de la herencia de los pro-
blemas de la ciudad antigua, conjugando además políticas de reequili-
brio territoiial. Sin duda la experiencia inglesa destaca también en este
caso entre las de otros muchos países en los que. los gobiernos han
visto en este tipo de estrategias una forma adecuada de atender las
demandas de nuevo espacio urbano y, muy especialmente, de vivien-
das.
En España hay numerosos ejemplos de intervención pública directa
en el crecimiento de la ciudad. Las diversas políticas que, sobre todo
desde 1940 pretenden dar respuesta a la demanda de vivienda no
satisfecha por la oferta privada, han dejado su huella en buen número
de ciudades. Pero cuando se hace mayor la actuación pública sobre el
desarrollo urbano es a partir de la creación en 1959. de la Gerencia de :Q
Urbanización (posteriormente instituto Nacional de Urbanización,
INUR). 1
. '
Este organismo público encuadrado en la administración del Estado
desarrolló una gran actividad a lq largo de veinte años durante los
cuales llegó a promover más de doscientos polígonos residenciales,
que totalizan cerca de catorce mil hectáreas, y ciento treinta actuacio-
nes industriales con unas diecinueve mil hectáreas urbanizadas. Las
actuaciones estuvieron muy vinculadas a los Planes Nacionales y demás o
programas del instituto Nacional de la Vivienda o a políticas regionales '{ --o.:1chrtt
. ..... ::S@.
como la de Descongestión de Madrid o los Polos de Desarrollo. Se g 'E
comenzaban con la adquisición de los terrenos, casi siempre mediante .moa
·- ...-. ::S
expropiación, y siendo el precio del suelo o la menor capacidad de ';U .!!!
resistencia de los propietarios una de los criterios de localización de '"
o e. g 't : l
las actuaciones. Posteriormente se redactaban los planes de ordenación i ¡::<DZ.$. ¿
y se ejecutaban los proyectos de urbanización para finalmenie poner el J: &:i:o..G:-9
::::>-m...-.;.::::u
suelo residencial a disposición de la promoción pública de vivienda o omk..O.O
í !l. =t:o .o
enajenárselo a promotores partículares. i 'CDo..-5.9
Con la venta de este suelo promovido por el Estado se malogra en :6-o.g·o&
muy buena medida el propósito de reducir la especulación inmobilia- i ro-
Iia. Con ello se traicionó además la propuesta de la Ley del Suelo de ·-"'
utilizar la capacidad de los patrimonios públicos para regular el mer- m$ms·awo:9¿
r:::::o.-oo
e( ! )
148 149
cado del suelo. En todo caso, es innegable la importancia de estas
promociones en términos de oferta de suelo, ya que el espacio resi-
dencial urbanizado, aplicando unas densidades medias, tiene una ca-
pacidad en tomo al millón de viviendas. También hay que destacar la
labor así realizada en la ordenación urbana de las expansiones moder-
nas de muchas ciudades españolas.
Pero no podemos tenninar de hablar del proceso de producción del
espacio urbano sin referirnos, aunque sea brevemente, al papel jugado
por la demanda: Esta está constituida por todos aquellos individuos,
grupos, entidades e instituciones que desean instalarse en la ciudad o
ampliar el espacio del que disponen. Todos estos elementos actuarán
6 -------
buscando la satisfacción de sus nec.esidades o de sus apetencias, que La urbanización
serán muy diversas e incluso contrapuestas por lo que resulta poco
eficaz hablar de la demanda en general. Las demandas de espacio del territorio
urbano generadas por las actividades económicas o por las necesida-
des de viviendas, de espacios verdeS, de equipamientos, etc, entrarán
en el conflicto derivado de la escasez de suelo y del deseo de obtener
las mejores .posiciones dentro de la ciudad.
En todo caso, y dejando .a un lado las diferencias que puedan esta-
blecerse por tipos de actividad, niveles de renta, e incluso edades de Cuando en una región tiene lugar su proceso de urbanización crece
los usuarios del espacio urbano, la consideración de la demanda corno en ella más rápidamente la proporción de la población que vive en las
agente que pueda influir en el proceso reivindicando el derecho a un ciudades, y aumenta el espacio urbano mediante la transiormación del
espacio urbano de calidad, sólo tiene sentido cuando pueda ejercer suelo rural, pero además los asentamientos urbanos, corno generado-
una gran presión sobre los centros de poder politice, para que éstos res de innovaciones, como centros de decisiones y sedes de la mayor
actúen directamente o corrijan la actuación de los propietarios del parte de la actividades, deben incrementar su protagonfsmo en el
suelo, promotores, etc. Es_ cierto que la existencia de una amplia con- funcionamiento de las estructuras económicas a nivel regional, es decir
ciencia social en torno a la problemática urbarústica genera un estado ha de producirse la incorporación de los modos de organización urba-
de opinión entre los diferentes agentes, que modera las apetencias na por todo el territorio y no exclusivamente dentro de las ciudades.
desmedidas de alcanzar rápidos beneficios, no siendo tan fácil enton- Dicho de otra manera, al producirse el proceso de urbanización la
ces ignorar sistemáticamente los intereses de los usuarios o destina- red de ciudades debería servir como soporte para organizar y dar
tarios finales del espacio urbano. servicio administrativo, económico y social a todo el territorio. Eso es
lo que acaba por anular definitivamente la diferenciación campo-ciu-
dad, y a la postre permitirá hablar con sentido pleno de urbanización.
La siempre insuficiente representación cartográfica de una ciudad me
diante un punto en el mapa, va a ser aún menos expresiva en las
1 regiones con procesos más avanzados; la ciudad además de una pobla-
,, 1
ción y una porción de espacio urbanizado e intensamente ocupado, es
el centro
procesos
de unadered
urbanización interrelaciones
de flujos esuponen, frecuentes
como vimos y diversos.
en su momento, 1
Los
que crecen los núcleos urbanos y que va a haber un mayor número de
ciudades. Como consecuencia de todo eilo van a cambiar algunos as-
pectos fundamentales de la organización espacial y de la fonna en que ['
las ciudades se relacionan con su entorno. Sobre la organización de las \l1'
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expansiones ya hemos dicho que el crecimiento a veces alcanza unas relaciones y sus interdependencias con el territorio. No se trata de
grandes dimensiones, involucrando a varias ciudades más o menos ignorar la individualidad que representa cada área urbana como grupo
próximas que, por sus intensos intercambios de todo tipo, deben ser social de gran entidad demográfica, ni la diversidad de los problemas
consideradas como una única entidad urbana; es el caso de las aglome- comunes relativos a la organización del espacio construido. Se trata
raciones, conurbaciones o áreas metropolitanas, a las que volveremos a más bien de poner el énfasis en las relaciones que cada asentamiento
referimos más adelante. · urbano y sus características mantienen con el resto de Jos elementos
Pero además, como consecuencia del proceso de urbanización, las del sistema. Esto nos llevará al análisis de la distribución espacial de los
ciudades desarrollan su carácter de lugar central. Ya no van a ser sólo asentamientos, de su éspecificidad funcional y de su jerarquización,
el centro de organización, de mercado, de abastecimiento, etc. con siempre pensando en la valoración de los flujos de diversa naturaleza
respecto a una pequeña área a su alrededor; el desarrollo urbano hará que se genera desde las ciudades, ya que en estas interrelaciones y en
que las ciudades ejerzan distintos tipos de influencias sobre áreas cada las modificaciones de la forma de vida y de la organización espacial
vez más amplias. Las mayores posibilidades de transportes y de comu- que de ellas se derivan se encuentran algunos de los aspectos más
nicaciones, cada vez más veloces como consecuencia de los avances significativos de los procesos de urbanización.
tecnológicos y de las mejoras en las redes de infraestructuras, permi- Antes de seguir adelante con esta idea, y sin dejar· de tener en
ten que se establezcan relaciones mucho más intensas y más frecuen- cuenta que los sistemas urbanos se estudian específicamente en otro
:tes, en definitiva consolidan a. las redes de ciudades como protagonis- volumen de esta colección, vamos a efectuar algunas mínimas puntuali-
!tas de los procesos regionales de desarrollo económico y de innova- zaciones conceptuales en torno a los términos empleados. En relación
,ción culturaL con la ctistribución espacial de los asentamientos habrá que considerar
,.;:::';.. Esta consideración que nace de la obra de QJ:g;i§t¡¡!.\§¡:,.(1933) y que cuántos núcleos hay, qué tamaños tienen y de qué forma se distribuyen
"' en buena medida se sintetiza en la idea de < ::J..:! SI!:?. - Jle Dickin- por el territorio. interesa medir hasta qué punto la red de ciudades
son (1961) o en la concepción del «sistema urbano como protagonista cubre adecuadamente las necesidades de servicios y de abastecimien-
del desarrollo» de P. Gould (1969), termina por ser el soporte teórico tos en general de las distintas zonas a la vez que facilita su integración
de diversas estrategias de polftica regional, arbitradas por los gobier- en el sistema regional.
nos de diferentes tipos de países. Con ellas se persigue mejorar la El número de núcleos debe traducirse en términos de densidad o
estructuración del sistema de asentamientos urbanos, con objeto de de distancias medias entre ellos. Los tamaños implican diferentes nive-
minorar los desequilibrios regionales y de optimizar la potencialidad les de centralidad, y de ellos depende la distribución del territorio en
de las redes de ciudades para difundir los avances culturales y el campos gravitatorios o áreas de influencia. Por último, no es indiferente
desarrollo económico e integrar en ellos a las diferentes comarcas. En que una red de ciudades se organice de forma lineal, como ocurre con
todo caso se hace más evidente que nunca la insuficiencia de contem- la de Japón; de forma anular, como el Randatad; de forma concéntrica
plar a la ciudad como un espacio cerrado, puesto que cada vez pueden como en España; con una organización geométrica y dispersa, como en
ser más lejanos los factores exógenos con capacidad para intervenir en China; o en forma dendrítica, como suele ocurrir en muchos países
su evolución. La idea es que los probl€'mas de crecimiento de una subdesarrollados (Racionero, L., 1978, 47).
ciudad no son sólo de carácter endógeno y tampoco pueden ser resuel- Por otra parte, y de acuerdo con P. George (1969, 267), para que
tos sólo con medidas internas. En el mundo actual no es excepcional exista una red urbana es preciso que tengan lugar un cierto número de
¡ que el crecimiento de una ciudad esté condicionado por una decisión interrelaciones y que éstas generen a su vez lazos funcionales perma·
- tomada en otra ciudad de otro continente (Racionero, L., 1978, 13). nentes entre los diversos asentamientos urbanos y entre éstos y el
medio rural. La especificidad funcional viene determinada por el con-
junto de comportamientos que de cada ciudad pueden esperar el resto
6.1. La ciudad como organizadora del territorio de los elementos del sistema o su territorio circundante. El concepto de
función, tomado de la Fisiología e introducido por Ratzel a principios
El enfoque desde el que observamos ahora los procesos de urbani- de siglo en la Geografía Urbana, hace ·referencia precisamente a las
zación exige considerar a la ciudad como un elemento más del sistema actividades que justifican la existencia de una ciudad. Es decir, todas
integrado por los asentamientos de población, sus características, sus aquellas actividades de producción, de organización, culturales... que
1
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' 11

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se realízan con vis-tas al exterior, que avalan por tanto su condición de existir centros comarcales no llegan a establecerse, en amplias zonas
lugar centraL del territorio, los umbrales de demanda necesarios para que afloren
El concepto de jerarquización hay que vincularlo a la teoría elabora- los servicios básicos. La falta de ciudades supone para vastas zonas
da por Christaller en 1933 según la cual la centralidad es el grado en carecer de equipamientos elementales y quedar marginados del siste-
que una ciudad sirve a su área circundante, y puede ser medida a ma productivo moderno y de los canales comerciales de clistribuc}ón
través de los bienes y servicios ofrecidos. De 1ma ponderación cuél?ti- (Figura 6.1). El desequilibrio que se produce entre las áreas urbanas y
tativa y cualitativa de esa centralidad vendrá determinada la jerarquiza- las zonas que quedan al margen de la urbanización encuentra, en esos
ción de los núcleos urbanos, Cuanto mayor sea la gama de bienes y casos, una vía de solución rápida pero incompleta mediante los flujos
servicios ofrecidos por la ciudad más elevada será su posición dentro migratorios. La pérdida de la población emigrante atraída por lo urba-
de la escala jerárquica de la red. Al hablar de bienes ofrecidos estamos no viene a agravar la situación para aquellas. áreas a las que es más
hablando de unos flujos, de unos intercambios, que nos llevan necesaM dificil que llegue el efecto difusor de .la ciudad.
riamente al concepto de difusión. Cuando definíamos a la ciudad en el Es precisamente la falta de· ciudades uno de los obstáculos funda-
capítulo 1. señalábamos su carácter impulsor de actividades, dinarniza- mentales para la incorporación de las zonas menos desarrolladas. Des-
dor de la vida económica y social, que la convierten en el polo desde de una perspectiva más global, la falta de una red urbana más comple-
donde se emiten las innovaciones generadoras del desarrollo por todo ta, como consecuencia de un deficiente proceso de urbanización, agu-
el ámbito regional. diza los desequilibrios regionales, con zonas de fuerte congestión fren-
Es decir, se trata de plantearse el estudio del sistema urbano consi- te a otras cuya población se debilita; entonces las ciudades son, sobre
derándolo como un instrumento capaz de impulsar el crecimiento eco- todo, instrumentos para 1 .dominación explotadora de las áreas rurales
nómico y difl.Índir unos ciertos niveles de desarrollo por todo el territo- tradicionales por parte de las estructuras económicas capitalistas ubica-
rio. Esta concepción defendida por Friedmann ( 1970) y por Gould das en las áreas urbanas.
( 1969) supone que el desarrollo regional se produce al propagarse las Otro concepto que debemos explicitar aquí es el de área de influen-
innovaciones por los distintos asentamientos de acuerdo con la jerar- cia que viene derivado de los lazOs funcionales o interrelaciones de
quización urbana. Tanto la generación de actividad y de innovaciones, todo tipo que se producen entre los asentamientos de población y su
que se producen en mayor medida en las grandes ciudades, como su entorno territorial, y del carácter de dominación que tienen muchas de
difusión, que requiere una red adecuada, tienen lugar dentro del siste-
ma de ciudades. Pero la propagación de las formas de organización y
de la actividad urbanas no se produce con la misma intensidad en todas
las regiones, ya que va a estar sujeta a la mejor o peor estructuración
de la red urbana.
Los asentamientos deben formar una red suficientemente tupida y
convenientemente jerarquizada. Para que no queden áreas del territo-
rio desconectadas de los canales de actividad y de difusión y por tanto
marginadas de los procesos de desarrollo, es necesario que no existan
grandes distancias entre Jos núcleos urbanos y que tampoco se produz-
ca un excesivo escalonamiento en la jerarquízació:il. La difusión va a
estar en razón de la accesibilidad y de unos umbrales de demanda por
debajo de los cuales no continuará. La aparición de un servicio o de
cualquier oferta derivada de una actividad económica está supeditada a
MODElO o¡¡ REGIO N URBANIZADA. Una red muy tupida. bien jer-arqui«Jda y con u a distribución homg enea, favome la
la existencia de un umbral de demanda definido por un mmimo de difusilin de las formas de ida urbana por todo el territorio.
población con unos mínimos niveles de renta y de apetencias de consu- MDOILO DE REGION SUBDESARROLLADA. Estnrttura muy je1arQui2<1da, en la que !a ausentfa de centros subragionates y
mo. comarcales anula las posibilidades de difusitm al no altanrnrse !os umbralel de demanda necesarios ¡ma la aparición dg bi1mes y
En las regiones subdesarrolladas la excesiva concentración en una ser.-itios.

gran ciudad supone además ausencia de núcleos intermedios, y al no Figura 6.1. Diagramas de tipos distintos de redes urbanas.

154 155
.

estas relaciones ·COmo consecuencia de la jerarquización de las activi- ·; -


los diferentes estudios empiricos efectuados sobre los sistemas urbanos
dades y, a través de ellas, de los núcleos. Las áreas de influencia son de distintas regiones del mundo, la maduración del proceso de urbani-
ámbitos territoriales que coinciden con los campos gravitatorios delimi- zación, acorde con la evolución del desarrollo económico, produce una
tados por los flujos o intercambios en consonancia con la centralidad. armonización. del sistema de asentamientos.
Como es lógico, para una misma ciudad, podrán diferenciarse tantas La concentración, que se agudiza al iniciarse el despegue económi-
zonas de influencia como actividades básicas -dirigidas al exterjor- co, alcanza un punto álgido y después decrece en la medida en que
se realicen. Según esté estructurada la jerarquización del sistema de aumentan los niveles de desarrollo del país y se urbaniza todo el
asentamientos las interrelaciones podrán ser más o menos intensas y territorio. Este proceso que es común a todos los países industrializa-
tener un carácter más de complementariedad o más de dominación y dos, no parece que pueda producirse de igual manera en las regiones
de dependencia absoluta. subdesarrolladas, fundamentalmente porque sus modelos de evolución
En las regiones con un proceso de desarrollo más maduro los víncu- económica han de ser muy diferentes a las que tuvieron lugar sobre la
los serán más intensos y tendrán un efecto de complementariedad; la base de la industrialización (Berry, B. J. L. 1975, 161).
organización urbana se ha difundido por todo el territorio, y las posibi-
lidades de intercambios, de compartir los bienes y los servicios de
todo el ámbito regional, hacen que desaparezcan las diferencias entre
lo rural y lo urbano. Puede decirse entonces que el territorio está 6.2. Modelos urbanos de organización territorial
urbanizado. Por contra, en las regiones con procesos incipientes de
urbanización la debilidad de la red de asentamientos urbanos hará que Una de las consecuencias del desbordamiento físico y funcional de
amplias zonas queden desligadas del proceso, que sólo participen las áreas urbanas sobre el territorio son las núevas formas de organiza-
en él como débiles consumidores de productos básicos, como tribu- ción para las que el concepto de ciudad es insuficiente. En la segunda 1
tarias de materias primas y, sobre todo, como emisoras de flujos mi- década del siglo Patrick Geddes, a la vista de lo que estaba ocurriendo ¡
gratorios. - en torno a Londres y a otras grandes capitales, es quien primero se
·En estos procesos de urbanización propios de regiones en desarro- preocupa por dar un nuevo nombre a los conjuntos ele ciudades que·se
llo, y siguiendo la terminologia de R. E. Dickinson (1961), sólo actúan iban yuxtaponiendo fisicamente como consecuencia del crecimiento ,j
las fuerzas centrípetas o de concentraCión de población y de recursos espacial. Después de desechar el término de «constelación» por inade-
sobre los núcleos urbanos, pero no es significativo el efecto de las cuado y el de «aglomerado» que considera más apropiado pero des- !
fuerzas centrifugas, o de difusión, que propician la expansión del fenó- pectivo, elige el de conurbación que va a quedar acuñado a partir de
meno urbano por todo el territorio. Esas fuerzas centrífugas, son conse- entonces (Geddes, P., 1950, 51), y que sirve para denominar todas
cuencia del propio desarrollo urbano y ponen de manifiesto la voca- 1
aquellas situaciones en las que el crecimiento espacial de las ciudades 1
ción intrínseca de la ciudad de servir y organizar a un área circundan- llega a formar una gran extensión edificada en la que la continuidad li
te. No son sólo la materialización de la consecuencia ffsica del creci- física es un aspecto fundamental que no impide sin embargo diferen-
miento al desbordarse sobre el territorio próximo, sino más bien la ciar las distintas ciudades que forman parte del aglomerado.
'1
voluntad de ampliar la actividad organizando nuevos ámbitos espacia- Algunas décadas después, refiriéndose al mismo fenómeno, Gott- 1
les, captando nuevos mercados, etc. mann (1961) hablarla de nebulosas para definir los espacios de fuerte
Como hemos dicho, las posibilidades de difusión de lo urbano por 1
concentración urbana en EE.UU., resultante del crecimiento incontrola-
todo el territorio se van a ver favorecidas sobre todo por el desarrollo do, por expansión, de varias ciudades que forman un espacio difuso y 1
de los transportes y la existencia de infraestructuras de comunicación. carente de estructura. Para definir la región urbana que se extiende ¡.i1
Otros factores condicionantes de gran importancia serán la distribución desde Boston a Washington inventa el término de megalópolis que
espacial de la población y la organización espacial del. sistema de también será muy utilizado a partir de entonces para denominar a otras ¡
asentamientos. La existencia de una red de núcleos de población ade- grandes conurbacioÍles. .'
cuadamente organizada en cuanto a la diversidad de tamaños y su • El concepto de área metropolitana es más complejo aunque en la i
distribución espacial, facilitará enormemente el proceso de urbaniza- práctica muchas veces sería perfectamente intercambiable con el de
ción. del territorio. Pero también hay que señalar que, de acuerdo con conurbación. Se utiliza para definir un área geográfica continua, gene-
156 !57
ral.mente perteneCiente a circunscripciones administrativas diferentes, han marcado unos tamaños mínimos siempre discutidos. En los estudios
en las que se forma una gran aglomeración humana, que constituye un de K. Davis (1959, 3), cuyos criterios serían incorporados a las delimita-
importante mercado de trabajo suficientemente diversificado, con unas ciones efectuadas en España en los años sesenta, se utilizaron las cifras
fuertes relaciones de dependencia entre los distintos núcleos que la mínimas de cincuenta mil habitantes para el núcleo central y cien mil
integran, y que ejerce, además, nna clara posición preponderante y de para el conjunto del área. (Ministerio de la Vivienda, 1965)
dominio dentro del sistema de ciudades (Vinuesa, J., 1975, 1143). El Con la consideración de la diversificación del mercado de trabajo
fenómeno se inicia y se desarrolla normalmente bajo la influencia de como atributo metropolitano lo que se busca es una garantía de poten-
una sola ciudad, que a través de sus fuerzas de irradiación afecta a cial económico. Tai como hemos visto en anteriores capítulos, las fun-
algunos núcleos próximos. contagiándoles su carácter urbano. ciones de producción tienden a concentrarse en las grandes ciudades
La. expresión área metropolitana suele tener además llll carácter como consecuencía de las numerosas venta,jas económicas que ello les
adm istrativo ya que se refiere al conjunto urbano formado por varias comporta. De acuerdo con ello, a las áreas metropolitanas debe exigir-
circunscripciones distintaS; por lo tanto" esta forma de organización sales no ya sólo una gran masa laboral-consecuencia de la concentra-
espacial va a requerir soluciones supramunicipales, y muy especial- ción ya realizada-, sino también una gran capacidad -basada en la
mente las destinadas a <itender las fuertes demandas COmlllleS de in- diversificación y el tamaño- para que su economía sea capaz de en-
fraestrucruras y de servicios de transporte. Lo mismo ocurrirá con otras cauzar esa tendencia a la concentración a través de un proceso en
grandes instalaciones y equipamientos, que podrán verse beneficiados cadena, en el que cada empresa instalada crea posibilidades de actua-
de ec.onomías de escala en caso de hacerse de una manera coordinada ción para que surjan otras nuevas.
para todo el ámbito metropolitano. Pero con todo, la interdependencia o interrelación de las diferentes
Cuando se habla de un rea geográfica conUnua, la continuidad ciudades que componen el área es considerada como la principal ca-
debe entenderse en un sentido funcional; no se refiere a la sucesión racterística del fenómeno metropolitano. Interesa observar que existe
ininterrumpida de superficies edificadas, sino que alude a la presencia un claro paralelismo entre el origen de estas relaciones de dependen-
contigua de los demás elementos del carácter metropolitano (diversifi- cia mutua y el de las propias áreas metropolitanas. Tal como indicába-
cación económica, interdependencia y modo de vida). De acuerdo con mos más arriba, si las fuerzas centrípetas llevan primero a la concentra-
la idea de Geddes, la Conurbation Register Office de Inglaterra empleó ción en las grandes ciudades de un gran número de funciones produc-
el criterio de la continuidad de edificación para la delimitación de las tivas, la congestión que éstas llegan a producir generan unas necesida-
conurbaciones en el censo de 1951. Con posterioridad, aún cuando des de expansión fisica que, conjuntamente con la vocación difusora de
siguió definiéndose el fenómeno como una superficie edificada de for- la ciudad, llevan a parte de la población y de las instalaciones producti-
ma no interrumpida, se admite la posibilidad de unir a todas aquellas vas -sobre todo a las industriales- a zonas que, no estando muy
localidades que permanezcan ligadas a través de las actividades labo- alejadas del centro irradiador, permiten gozar de espacios más am-
rales, comerciales, recreativas, etc. de sus habitantes. En los estudios plios o suelos más baratos.
de delimitación de las áreas metropolitanas la continuidad general- Estas separaciones espaciales de personas y de -empresas con respecto
mente se determina utilizando las unidades administrativas municipa- a sus anteriores domicilios constituyen una ampliación espacial del área
les, que van siendo incluidas cuando, presentando características me- urbana y también -al no producirse desvinculaciones laborales, co-
tropolitanas, son contiguas a otras más próximas al núcleo central y que merciales, sociales, etc.- provoca numerosas interdependencias entre
también tienen su mismo carácter. el núcleo originario y los núcleos que se han ido formando, lo cual se
La referencia a una gran aglomeración humana viene obligada por refleja especialmente en una muy acentuada utilización de los transpor-
cuanto que para que exista 1m amplio y diversificado mercado de tes y las comunicaciones, sin cuyo desarrollo todo este proceso no
trabajo _es necesaria una importante masa de población, tanto en el tendrla lugar.
núcleo central como en el conjunto del área. Aún cuando siendo la A este respecto, Aquarone (1961, 8) dice que es necesario que la
determinación de los tamaños demográficos de las áreas metropolita- economía metropolitana se configure como una organización de pro-
nas algo sobre lo que resulta poco adecuado generalizar, ya que ---<::o- ductores en estrecha interdependencia por el intercambio de bienes o
mo declamas al hablar de la definición de ciudad- deberá estar en servicios, de tal forma que entre ellos se forme un sistema de relacio-
función del particular desarrollo socio-económico de cada región, se nes no extemporáneas, sino estables y cotidianas; siendo Precisamente
158 !59
la frecuencia diaria de las interrelaciones lo que mejor contribuye a cleo central y el resto del área (Blumenfeld, H., 1967, 56). No conviene
determinar el carácter metropolitano de una zona. El área metropolita- en todo caso olvidar que la ciudad central, aún cuando reune una
na ha de ser un mercado de trabajo único con personas activas que se buena parte de la actividad y de los servicios, difunde centralidad
desplazan diariamente en una proporción elevada desde la localidad hacia los núcleos periféricos del área, con lo que éstos, además de
en la que residen a aquella en la que trabajan. La frecuencia y la ganar capacidad de atracción, van a ser también generadores de efec-
intensidad de relaciones laborales, comerciales, sociales, de ocio, etc. tos difusores, propiciando la ampliación geográfica del área metropoli-
es, como decimos en el capítulo l, uno de los elementos sustanciales de tana.
lo urbano. En los fenómenos metropolitanos los flujos mantienen su • Después de lo dicho hasta ahora debemos entender que el hecho
intensidad y su frecuencia pero saltan los límites administrativos de la urbano no termina con su «masa edificada>>, ni tampoco con el espacio
ciudad y vinculan a los diversos núcleos que con sus respectivas cir- · metropolitano sobre el que se producen diariamente un gran flujo de
cunscripciones configuran espacialmente el área. actividades; hay además un territorio mucho más extenso sobre el que
Decíamos también en la definición <;le las áreas metropolitanas que con, unas intensidades y unas frecuencias menores, también se inter-
suelen ejercer unas posiciones preponderantes y de dominio dentro cambian determinadas actividades que tienen su origen o su destino en
del sistema de ciudades. Al explicar esta cuestión debemos hablar de los centros urbanos. Además de la formación de conurbaciones y de
la jerarquización interna de las ciudade.s que componen el área y de la áreas metropolitanas, el desarrollo del proceso de urbanización en los
condición de gran centro que el propio área en su conjunto suele tener países industrializados ha dado lugar a otra forma de organización
dentro del sistema regionaL Debemos señalar que la mayor parte de menos intensa pero claramente perceptible ele acuerdo con el soporte
las funciones dominantes, las más especializadas y de mayor capacidad teórico expuesto en:el apartado anterior. Nos referimos al concepto de
de innovación (entes directivos y de decisión de la industria y de los región urbana, aunque puede recibir otras denominaciones según las
servicios, centros de información, universidades y otros equipamientos matizaciones de distintos enfoques metodológicos.
que requieren grandes umbrales de demanda, principales nudos de Perroux, lsard, y algunos otros economistas espaciales, secundados
transporte .y comunicación, etc) se localizan en la ciudad central o por no pocos geógrafos, difunden un concepto de región que no parte
metrópoli (ciudad madre) que origina el fenómeno, y ello hace que el de aspectos puramente fisonómicos sino que se sustenta en la exist n-
resto de los núcleos se encuentren en franca situación de dependencia cia de espacios funcionales, definidos y delimitados como ámbitos de
aún cuando pueda haber también complementariedad entre todos. las numerosas interrelaciones que se producen entre los asentamientos
Además, el estar al servicio directo y cotidiano de un gran volumen humanos, Se trata de un espacio heterogéneo, de fragmentos ínter-
de población hace que la metrópoli tenga un grado de centralidad muy dependientes, organizados por una ciudad de la que depende.
alto que alcanza mucho más allá de los límites administrativos del área, ·-"La incorporación metodológica de la teoría de sistemas lleva a Dic-
hasta el punto de que para algunos autores la extensión del área de kinson(l96l) a introducir la idea de una región urbana o espacio común
influencia o de dominio comercial y de servicios es lo que permite que va a definirse por una serie de interrelaciones económicas, cultu-
determinar la importancia del fenómeno metropolitano. rales, administrativas, etc. y, sobre todo, por la presencia de una ciu-
Aun cuando en Estados Unidos ya se hablaba de zonas metropolita- dad dominante que es la generadora y organizadora de ese espacio
nas en el siglo pasado y se delimitan oficialmente desde el censo de mediante diversas e intensas formas de influencia.
1910, en la mayona· de los países industrializados la propagación del En los niveles más avanzados de los procesos de urbanización, la
fenómeno y del concepto se produce en las tres o cuatro últimas déca- región es una «construcción de la ciudad>>, mientras que en los estadios
das, ya que como hemos dicho está muy vinculado a los progresos en anteriores a la industrialización la ciudad surge como «consecuencia de
materia de transporte y, de forma muy especial, a la generalización del la región>>. Una gran ciudad, encabeza la jerarquía de una red de áreas
uso del automóvil privado. urbanas y asentamientos humanos sobre la que se organiza administra-
Algunos estudiosos del fenómeno han querido establecer unos limi- tiva, económica y socialmente todo el territorio regional.
tes espaciales a la expansión del área metropolitana, fundamentados en El hecho de que a veces se utilice la denominación de «región
la distancia máxima que, de acuerdo con las posibilidades de los me- metropolitana>>, no sólo sirve para expresar que el elemento organiza-
dios de transporte, permita mantener una alta intensidad de desplaza- dor dé la región es un área metropolitana; sobre todo pone de mani-
mientos cotidianos (en concreto los de domicilio-trabajo) entre el nú- "fiesto que las distintas formas de organización urbana que comentamos
160 161
no son más que diferentes grados de evolución de un mismo fenómeno: de infraestructuras de comunicación hace muy difíciles y costosas las
la urbanización del territorio. pocas posibilidades de intercambio. Las redes, aceptando que se pue-
Pero no son estas las fonnas de organización que nos encontramos da hablar de tales, se verán aquejadas de una gran dabilidad y tendrán
en los países en desarrollo, en los que la fuerte concentración de la normalmente una estructura dendrítica: en la que todos los asentamien-
población y de los recursos económicos jerarquizan excesivamente una tos, por pequeños que sean, dependen directamente de la ciudad prin-
insuficiente red de asentamientos y acentúan los desequilibrios regio- cipal, sin que existan centros intennedios ni se produzcan apenas rela-
nales, generando además un enorme cúmulo de conflictos urbanísticos ciones de complementariedad (Figura 6.1).
y sociales. Como vimos en el capítulo 4, las mayores concentraciones Hablamos de una situación característica de estos procesos de urba-
urbanas del mundo se encuentran en los paises en desarrollo, pero, nización que, con nombre de malfonnación, M. Santos (1973, 181) ha
como dice Mllton Santos (1973, 157), a diferencia de lo que ocurre en las denorilínado macrocefalia, para poner de manifiesto la desproporción
regiones más urbanizadas, en estos paises la indisociabilidad entre la del tamafio de la ciudad que protagoniza la urbanización con respecto
ciudad y su entorno es como mínimo discutible. Es más, la ciudad y la al resto del sistema de asentamientos e incluso en relación con el
región suelen ser dos entes económicos distintos e incluso autónomos. conjunto del país.
Los conceptos de redes o de sistemas urbanos pueden resultar poco Como puede observarse en la Tabla 2, los paises con porcentajes de
adecuados, por excesivamente complejos, al tratar de aplicarlos a sus población más elevados en la ciudad mayor están entre los de ingresos
procesos de urbanización. En muchas ocasiones las principales ciuda- más bajos y suelen coincidir con aquellos que tienen un menor número
des no nacieron de una región, sino que fueron instrumentos creados de ciudades de más de quinientos mil habitantes. incluso es frecuente
en la época colonial al servicio de la explotación de unos recursos encontrar paises con capitales millonarias y sin que ninguna otra ciu-
naturales detenninados. En el periodo postcolonial el funcionamiento dad alcance los cien mil habitanteS. Pero laconcentración demográfica
económico sigue siendo parecido y en las grandes ciudades se van a es menor que la que se produce en relación con otras variables de
acentuar las fuerzas de concentración dando lugar a situaciones de mayor significado económico, como por ejemplo los titulados superio-
sobreurbanízación de la economía que obligan a considerar a las ciuda- res, la producción industrial, o el equipamiento.
des como parásitos esquilmadores del resto del territorio al que empo- De acuerdo con algunos datos facilitados por M. Santos (1973, 182),
brecen en lugar de impulsarle en un proceso de desarrollo. Lima concentra un 20% de la población de Perú, pero al mismo tiempo
En estos casos las ciudades absorben los recursos demográficos y reúne a un 50% de ·los asalariados y cuadros medios, un 62% de los
financieros de sus entornos, pero la concentración de capitales suele vehículos matriculados, un 54% de los ingresos fiscales y un 80% de la
ser aún mayor que la concentración de población. El papel impulsor cifra total de negocios en la industria. En Bangkok, que reúne el 8% de
queda casi reducido al efecto de las remesas que los inmigrantes pue- la población de Tailandia, se concentran el 78% de los graduados
dan enviar a sus lugares de origen en los que, como ocurre frecuente- universitarios y el 64% de los médicos de todo el país. México A.M.
mente en Africa y en algunos países del sudeste asiático, ha quedado la reúne a una quinta parte de la población de toda la nación, y aun 55%
mayor parte de la familia. Las relaciones que se establecen desde la de la actividad industrial.
ciudad con su territorio son poco intensas, a veces intermitentes, y se La dinámica del proceso de urbanización no permite esperar cam-
lli"'1lita casi exclusivamente a la obtención de materias primas o de bios a corto plazo en esta tendencia a la concentración, que además
productos no elaborados y a una distribución comercial muy elemental, debe ser diferenciada de la que también existe a veces en las regiones
acorde con la escasa capacidad de renta de la demanda rural. desarrolladas. En éstas la situación de desequilibrio en favor de la
Las grandes ciudades de los paises en desarrollo que, como hemos cabeza de la red urbana es una consecuencia de Un mayor dinamismo
visto, sonlas protagonistas de los procesos de urbanización más inten- urbano con respecto a otras áreas, pero en los paíes en desarrollo se
sos y dinámicos en los últimos decenios, no cuentan sin- embargo con trata sobre todo, como acabamos de ver con datos, de un desequilibrio
una red de ciudades que facilite la difusión del desarrollo y la organiza- económico que empobrece más aún a las zonas no urbanizadas, para
ción del territorio. Y ello es así fundamentalmente por dos razones: en las que la ciudad se convierte en un <<polo de subdesarrollo» (Lacoste,
primer lugar porque dentro de una economía limitada a los productos Y., 1964, !18).
no elaborados y al comercio básico, la actividad existente no promueve En estos paises las fuertes tasas de crecimiento natural hacen que
de forma suficiente las interrelaciones; y además, porque la carencia aumente de forma notable el número de los núcleos con tamaño teórica-

162 163
mente urbano, por ejemplo, veinte mil habitantes, que a su vez, y por la Esquematizando, podemos decir que los intentos de actuar sobre la
misma causa, mántendrán fuertés ritmos de crecimiento, pero la falta urbanización del territorio se reducen a estrategias dirigidas a desean-
de actividad económica y de quipamientos evitan que esos núcleos centrar grandes ciudades y medidas que buscan la descentralización
teng n la centralidad que sería necesaria para que pudiesen convertir- del sistema de ciudades. En el primer caso se trata de evitar una
se en cabeceras comarcales o núcleos intermedios dentro de una red excesiva concentración o provocar la descongestión de algunas gran-
menos jerarquizada. des ciudades que sufren de forma muy intensa los efectos de las fuerzas
centrípetas. En el segundo caso, que no siempre se puede disociar del
anterior, las actuaciones públicas van a estar dirigidas a conseguir la
6.3. Políticas de organización territorial promoción o el desarrollo de ciertas zonas deprimidas o de menor
dinamismo económico. Con ello se pretende que el proceso de urbani-
La voluntad política de intervenir ,sobre el desarrollo urbano con zación se produzca de forma más dispersa y más homogénea, con una
objeto de ordenar o reorganizar el territorio es una actividad relativa- estructura menos centralizada, lo que indudablemente incidirá también
mente reciente aun cuando haya antecedentes puntuales muy remotos. en una menor concentración sobre las grandes ciudades.
Aun cuando ya se habían producido. algunas propuestas de buscar La articulación de una política urbana a nivel territorial deberá
soluciones regionales a los problemas derivados de las grandes con- comenzar por evaluar con precisión los factores de localización de
centraciones urbanas, y habían surgido también importantes inquietu- cada núcleo, que es tanto como decir el potencial de crecimiento, que
des por los desequilibrios regionales y el desempleo tras la gran podrá concretarse a través de la estructura del emplea, del capital
depresión del 1929, puede decirse que es después de la Segunda social fijo existente y de las actividades productivas, y que dependerá
Guerra Mundial cuando los gobiernos comienzan a aplicar medidas. tanto de las inversiones de origen interno como de las que puedan
apoyadas en el soporte teórico expuesto en los apartados anteriores, venir desde fuera de la ciudad.
con objeto sobre todo de corregir las tendencias de centralización y/o Los gobiernos han utilizado diversos instrumentos legales, fiscales y
de concentración que normalmente acompañan a los procesos de urba- económicos para articular estas políticas de ordenación territorial de
nización. los procesos de urbanización. En definitiva se pretende poner dificulta-
De las primeras intervenciones dirigidas a organizar físicamente los des o incentivar la localización en puntos estratégicos, para lo que se
ensanches urbanos, se pasó a la consideración global de la ciudad aplicarán políticas diferenciadas espacialmente en cuanto a la presión
· . como organismo que exige un planearniento de conjunto . Por fin, desde fiscal, a la concesión de ayudas y, sobre todo, a la inversión pública . De
el Plan del Gran Londres que elaboró Abercrombie en 1943, se va a lo que se trata es de luchar contra las fuerzas de concentración o contra
imponer la idea de que para intervenir sobre los procesos de urbaniza- determinadas malformaciones de la red de ciudades y para ello es
ción es preciso considerar a la ciudad dentro de su contexto regional. necesario ofrecer ventajas fiscales y ayudas económicas mediante sub-
De la misma manera, de una preocupación casi exclusiva por los pro- vencion o créditos baratos a todas aquellas empresas que se locali-
blemas derivados del crecimiento urbano, y muy especialmente por el cen en determinadas áreas. Lo que se intenta es crear economías exter-
de la vivienda, se amplía la dimensión de lo urbano a lo regional y se nas o ventajas de localización en las ciudades que han de servir para la
entiende que los intentos de organizar el territorio no deben estar descongestión o para la potenciación de una región deprimida, de
desconectados de las actuaciones de planificación económica. Hasta el forma que esas ciudades puedan competir con las más dinámicas, atra-
punto de que en las diferentes actuaciones de politíca urbana-regional yendo entonces hacia sí una parte de la inversión y de los flujos migra-
el orden imperante acaba siendo normalmente el que establecen las torios que, de no existir ninguna intervención pública y de acuerdo con
leyes de eficacia económica. las leyes de la economía de mercado, seguirían localizándose en las
Ni que decir tiene que el proceso a través del cual se van a ir áreas de mayor concentración urbana.
aplicando políticas territoriales, presenta diferentes alternativas y no se Pero no sólo se trata de incentivar directamente a las empresas
produce de igual manera en los diferentes países. En ello influye la mediante exenciones fiscales y subvenciones. La actuación pública
propia dinámica de los procesos de desarrollo económico y de urbani- más directa es la que se produce mediante la concentración en las
zación, la problemática territorial que se va decantando en cada paso, y áreas que se pretende dinamizar de inversiones destinadas a la
el marco político. creación de infraestructuras físicas de transporte y comunicación, de
suministros de
164 165
el proceso de urbailización del territorio resulta inexcusable y deci- reorganización del sistema urbano sin importantes ayudas internaciona-
sivo. les.
Pero con esta política de «ciudades medias» que se había llevado ya Las únicas actuaciones públicas suelen estar encaminadas a atajar
a cabo en el VI Plan de desarrollo francés y que se aplica también en ntinimamente Jos enormes problemas derivados del gigantismo de las
otros muchos países en las dos últimas décadas, no sólo se persiguen capitales, que monopolizan la urbanización. Esas actuaciones dirigidas
un reequilibrio territorial, desviando flujos migratorios o creando otros a mejorar las infraestructuras elementales, a la construcción de vivien-
nuevos y facilitando el proceso de. difusión de lo urbano por todo el das o al fomento del empleo, aún cuando resultan absolutamente insufi-
territorio; trata de propiciar, además, un modelo de desarrollo urbano cientes en relación con la magnitud de los problemas, tienen sin embar-
más acorde con los planteamientos culturales de acercamiento a la go un efecto inmediato de atracción de nuevos inntigrantes y por tanto
naturaleza y libre de la conflictividad de las grandes aglomeraciones. de agravamiento de los problemas.
En los países socialistas la aplicación de este tipo de políticas ha sido En los países con niveles de rentas muy bajos, y al margen de otras
constante y mucho más intensa que en los de economía de mercado. consideraciones urbanísticas, el desarrollo de las ciudades supone cre-
Por una parte los fundamentos marxistas, con distintas alternativas y cimiento económico, y mejoras en sus niveles de vida para un mayor
controversias doctrinales, persiguen en todo caso la minoración de las número de personas. Esa realidad se enfrenta a las enormes tensiones
desigualdades entre el campo y la ciudad. Ante la dificultad y la incom- sociales y personales que se viven en esas grandes aglomeraciones
patibilidad de la desurbanización con la eficacia económica, se va a urbanas, en forma de desempleo, iníravivienda, carencias de equipa-
mantener salvo exc;;epciones, como principio de actuación la urbaniza mientos, delincuencia, degradación, etc. y que para muchos no pueden
ción del territorio. La organización de la red de ciudades juega un ser ensombrecidas por las supuestamente abrumadoras necesidades
papel fundamental en los Planes Quinquenales de la URSS y así el de un aumento más rápido de la renta nacional.
fortalecimiento o la creación de núcleos urbanos permite la implanta- En realidad en la mayoría de los países en desarrollo no existen
ción de la actividad industrial en unas estructuras rurales que por sí auténticos deseos de que el crecimiento se detenga; a la falta de capaci-
mismas hubiesen tardado muchas décadas en alcanzar esas formas de dad de los gobiernos se une el hecho de que en los sistemas producti-
producción. vos capitalistas el exceso de mano de obra implica que los salarios·se
Esta misma voluntad planificadora va a ser aplicada en la mayor mantengan a unos niveles mínimos, y que el trabajo marginal juegue un
parte de los países de Europa Oriental. En ellos aún cuando el sistema importante papel dentro de las economías de esas ciudades y por tanto
económico supone un menor dinamismo de la urbanización, ha sido de los correspondientes países. Puede decirse que el enorme esfuerzo
también necesario combatir la congestión de las grandes ciudades, que habría de hacerse para reorganizar voluntariamente el territorio
mediante la creación de núcleos satélites, y procurar la descentraliza- queda fuera del alcance de la capacidad económica y técnica de los
ción del sistema o la potenciación de zonas marginadas, con la creación paises pobres, y lejos del interés de quienes controlan en ellos el
de nuevas ciudades (Terán, F., 1969, 170). poder econóntico. La transformación del proceso de urbanización hacia
En las regiones subdesarrollados el proceso de urbanización no unos modelos más equilibrados sólo tendrá lugar dentro de unas socie-
está siendo la respuesta obligada a los cambios producidos por la dades y unas economías más equilibradas.
industrialización y por ello no es acertado imaginar que vaya a produ-
cirse una evolución similar a la que ha tenido lugar en los paJses
desarrollados. En la mayor parte de los casos la región urbana está por 6.4. La creación de ciudades como forma de intervención sobre
crearse e incluso no se atisba la posibilidad de que eso pueda llegar a los procesos de urbanización
suceder. De momento los diferentes procesos se encuentran en la fase
de concentración centralizada, que se produce con unas intensidades Nuevamente tenemos que referimos a Howard como antecedente
desconocidas hasta ahora. Evidentemente serían necesarias actuacio- de este tipo de propuestas de actuación en la organización territorial
nes de política territorial dirigidas a equilibrar los procesos de urbani- del desarrollo urbano. Con su ciudad jardín el urbanista inglés perse-
zación, pero, como ya hemos indicado, la falta de capacidad técnica, de guía, entre otros objetivos, crear ciudades de dimensiones más huma-
organización administrativa, y sobre todo la debilidad de las estructu- nas y estrictamente limitadas, en las que no se produjesen desequili-
ras económicas no permiten plantearse actuaciones eficaces para la brios entre el empleo y la vivienda. A través del control social de la

168 169
propiedad del suelo pretendía regular las fuertes tendencias concen- dades de familias de ingresos modestos. Las ciudades constituían enti-
tradoras que, además de a muchos conflictos urbanos, conducen nece- dades administrativas de carácter local, dotadas de gobierno propio, y
sariamente a desequilibrios regionales, Tal como indicábamos ante- debían quedar limitadas por un cinturón verde como barrera al crecí-
riormente, los desequilibrios regionales en materia de empleo y los miento. De acuerdo con el programa, las viviendas y el suelo deberían
desajustes en el mercado de la vivienda que sucedieron a la Gran mantenerse bajo una única propiedad, que preferentemente deberla
Depresión son considerados como los principales desencadenantes de ser de carácter público (Enguita, A., 1989, 48) (Figura 6.3).
la actuación pública. En Inglaterra, a principios de los años treinta y también como un
Concretamente en los Estados Unidos fueron esas las causas que intento de respuesta a los desequilibrios regionales y a las necesidades
movieron al Gobierno Federal, durante la presidencia de Roosevelt, a de viviendas, A, Trystan Edwards propuso la creación de numerosas
elaborar en los primeros años treinta el programa de las Greenbelt nuevas ciudades por todo el país, Posteriormente en 1940 el informe
Towns, que básicamente consistió en construir tres ciudades de acuer- Barlow volvía a recomendar que se limitase el crecimiento de las gran-
do con la idea de ciudad jardín de Howard, en las que formar comuni- des aglomeraciones y la creación de ciudades jardín satélites. A su vez
Abercrombie, que había participado en la comisión Barlow, redactaba
el Plan del Gran Londres (1943) que incluía entre sus propuestas la
construcción de ocho nuevas ciudades y la expansión de las ya existen-
tes en el anillo exterior del ámbito regional, a unos 40 o 50 km de
Londres, La ídea era dispersar en esas ciudades a más de un millón de
personas para las que habría que crear los empleOs necesarios,
En 1946 se aprobó una Ley de Nuevas Ciudades a cuyo amparo, en
los tres primeros años de vigencia, se diseñaron ocho nuevas ciudades
para el Gran Londres. El objetivo fundamental que el gobierno laboris-
ta perseguía con la promoción pública de estas ciudades era reconq.u-
cir el crecimiento de Londres hacia nuevas ciudades de tamaño reduci-
do y equilibradas social y económicamente, con ello habría de produ-
cirse una más adecuada organización territorial de la región de Lon-
dres y se mejorarían, a través de la oferta residencial, las condiciones
de vida de la población.
Pero antes de continuar con la enumeración de las políticas de
nuevas ciudades en distintos países, vamos a detenemos, aunque sea
brevemente, en el concepto de ciudad nueva como instrumento de
planificación o de ordenación territorial. De acuerdo con los criterios
de Naciones Unidas ( 1973,51) se define a una nueva ciudad como el
asentamiento humano que satisface los siguientes requisitos: a) ser el
resultado de un plan premeditado de construcción y desarrollo; b)
poseer una base económica sólida, con una vasta gama de oportunida-
des de empleo; e) que exista en ella variedad de tipos y precios de
viviendas, que garantice su heterogeneidad social; d) disponer de
instalaciones, .s.ervicíos y otras comodidades urbanas para la comuní-
dad; e) tener gobierno local u organismo encargado de su desarrollo
(público o privado).
Figura 6.3. Placa conmemorativa de la ciudad nueva de Greenbelt Los objetivos que se persiguen con la creación de nuevas ciudades
(Enguita, A., 1989) son muy variados pero normalmente estarán inscritos dentro de una

170 171
política dirigida a la organización territorial de los procesos de urbani- cabe significar su perseverancia, aún cuando ello no signifique en
zación. Cronológicamente hablando, el primer objetivo fue, como he- modo alguno persistencia en la forma de concebir el espacio urbano o
mos visto, el de evitar el crecimiento en «mancha de aceite», dirigien- en el papel regional a jugar que han ido variando en la treintena larga
do la dinámica urbana de las grandes aglomeraciones hacia nuevos de ciudades construidas a lo largo del tiempo. De las primeras ciuda-
asentamientos creados al efecto. Los objetivos más frecuentes están en des, previstas para unos 50.000 habitantes, con estructuras espaciales
relación con la conveniencia de modificar o completar la red de ciuda- concéntricas y rígidas zonificaciones, se pasa, ya en la década de los
des de un detenninado sistema urbano. En este caso las nuevas ciuda- sesenta, a otras tres o cuatro veces mayores, de estructuras mucho más
des pueden servir como lugares centrales para zonas rurales poco complejas, con densidades más altas, y que a veces se apoyan en
dinámicas o como soporte de actividades de extracción o de transfor- núcleos ya existentes con objeto de rentabilizar sus centralidades.
mación, pero sobre todo deben estimular la integración regional y Son numerosos los países desarrollados que han aplicado políticas
ayudar a reducir la afluencia de emigrantes hacia las grandes ciuda- de nuevas ciudades: en Suecia y Finlandia hay ejemplos de núcleos de
des. descongestión de las capitales, que destacan por.su calidad urbanística;
La construcción de nuevas ciudades puede también perseguir obje- en Holanda se han utilizado para poblar los pólders; en Japón funda-
tivos de carácter social. Al proporcionar una oferta variada de vivien- mentalmente son ciudades satélites de descongestión; mientras que en
das, atiende a una demanda diversa en cuanto a: niveles de ingresos, Israel se trata de una actuación más amplia de repoblación y explota-
programas familiares y preferencias tipologías residenciales. Por otra ción económica de territorios hasta entonces no habitados. Tanto en la
parte al construir las nuevas ciudades se establece como objetivo prio- experiencia holandesa como en la isralí el actuar sobre un territorio
ritario alcanzar, mediante el diseño y las dotaciones de servicios, unos «'lirgen» ha permitido la aplicación más estricta de las teorías de cen-
altos niveles de calidad urbanística que, al ofrecer una mejora en las tralidad.
condiciones de vida puedan, convertirse en uno de los factores de En España, aun cuando algunas de las actuaciones llevadas a cabo
localización, en competencia con otras ventajas que ofrecen las grandes en relación con la política de descongestión de Madrid podría aproxi-
ciudades.· marse a la idea de nueva ciudad, lo cierto es que sólo el caso de Tres
Tal como estábamos viendo, los orígenes de las políticas de nuevas Cantos es asimilable a este concepto. En 1970 se puso en marcha lo que
ciudades se sitúan en Inglaterra y en los Estados Unidos, si bien sus se llamó polftica de ACTURES (Actuaciones Urbanfsticas Urgentes) con
desarrollos van a suponer marcadas diferencias. En los Estados Unidos la que se pretendía modificar la estrategia de producción estatal de
las numerosas nuevas ciudades construidas suelen-ser actuaciones apo- suelo urbano, que comentamos en el apartado anterior, agilizando la
yadas por el Gobierno Federal, pero ejecutadas por particulares, y forma de operar y aumentando el tamaño de las actuaciones. En princi-
frecuentemente no reunen las condiciones de heterogeneidad social ni pio se trataba de crear dos nuevas ciudades en los ámbitos metropolita-
pueden ser inscritas en programas de ordenación regional; son más nos de Madrid y de Barcelona. El programa se amplió a Valencia,
bien desarrollos urbanos o metropolitanos resueltos de esta manera. Zaragoza y Sevilla-Cádiz, pero a la postre sólo la actuación de Madrid
En Inglaterra sin embargo la intervención de los poderes públicos llegó, no sin enormes dificultades y dilaciones, a ser casi lo que se
va a ser fundamental. Tras la Ley de Nuevas Ciudades de 1946 una habla proyectado.
comisión estatal se ocupó de localizar y delimitar, previa consulta con Con la actuación urbanística de Tres Cantos se perseguía un doble
las autoridades locales, los terrenos que habrían de servir para el objetivo: por una parte, encuadrada en lo que venía siendo la promo-
asentamiento de las distintas ciudades. Posterioz:mente, una comisión ción pública en materia de vivienda, se trataba de producir suelo
nombrada al efecto se encargaría de la planificación y de la construc- urbanizado para que el propio Estado o los particulares organizados en
ción de la ciudad. Estas comisiones debfan elaborar el plan urbanístico, cooperativas pudiesen construir viviendas sin tener que pagar los altos
obtener los terrenos, llegando incluso a la expropiación, y construir la precios del suelo que el mercado de Madrid exigía. Por otro lado la
.ciudad: infraestructuras tie conexión, urbanización interior, viviendas, actuación nace con vocación de ser una ciudad nueva, s1':¡qre una super
fábricas, oficinas, locales, etc., que serian alquilados. No se excluye sin ficie de casi 1700 Ha., con capacidad para unos ciento cincuenta mil
embargo la posibilidad de vender los terrenos para que entidades habitantes, dotada de todo tipo de equipamiento y de suelo industrial,
públicas locales o privadas construyeran directamente las viviendas. que habría de propiciar un alto grado de autosuficiencia, y que cumpli-
En relación con el éxito de la polftica inglesa de nuevas ci9dades ría una función de descongestión con respecto a Madrid, aunque al

172 173
estar a tan sólo quince kilómetros de la capital suponía una contradic- ma del millar. Dos terceras partes no alcanzan los treinta mil habitantes,
ción con otras políticas de desconcentración. pero hay algunas que superan el medio millón. Se trata de actuaciones
La crisis económica que coincide además con una clara inflexión en inscritas en programas de desarrollo regional que much .s veces tienen
la tendencia de crecimiento que venía registrando Madrid, j\lllto a la como fin primordial la repoblación.
falta de capacidad o la indecisión politica, hicieron que lo que debla de En ocasiones las nuevas ciudades son de carácter administrativo,
ser una «actuación urgente» se dilatase enormemente en el tiempo. otras está."'! pensadas como centros de transportes, e incluso algUnas
Tras diversas revisiones, después de veinte años, la ciudad no ha son lugares para el ocio. También se han construido «ciudades de
alcanzado ni lila quinta parte de la dimensión residencial prevista en ciencia», pero las más numerosas (el 77 por ciento) y dinámicas son las
un principio, pero poco a poco va adquiriendo el carácter con el que que sirven como soporte a actividades industriales, relacionadas con la
fue concebida (Figura 6,4). explotación de recursos naturales, y con las que se pretende provocar
el desarrollo económico de una región.
Otro dato significativo de la importancia de este tipo de proceso de
urbanización planificado y voluntarista es que las nuevas ciudades
agrupan en la URSS a un treinta por ciento del total de la población
urbana. Ni que decir tiene que en el resto de los países socialistas se ha
utilizado también este instrumento de organización territorial y de de-
sarrollo regional, siendo Polonia y Hllilgría los que han llevado a cabo
unos programas nacionales más completos en consonancia con sus
procesos de industrialización.
En los paises subdesarrollados las políticas de creación de nuevas
ciudades son mucho más recientes, podría decirse que suceden en el
tiempo a las que se ilevaron a cabo en los países industrializados. De
acuerdo con C. Chaline (1988,145) en estás regiones las nuevas ciuda-
des se han construido siguiendo tres tipos de objetivos: a) creación de
una nueva capital política y administrativa (Brasilia, Dodoma o Abuja);
b) creación de un polo de desarrollo regional (Tema, Ciudad Guayana
o Polad-Chahre); y e) organizar y descongestionar el crecimiento de
grandes metrópolis corno El Cairo, Caracas, Hong-Kong y Shanghai.
Los problemas que han de superar las nuevas ciudades en los países en
desarrollo comienzan con la escasa capacidad económica y organizati-
va de los respectivos gobiernos, que se pone claramente de manifiesto
ante la magnitud y la complejidad de estas actuaciones.
Por otra parte, 'la falta de \llla demanda con capacidad de renta
Figura 6.4. Maqueta del proyecto original de Tres Cantos. suficiente hace que la promoción privada se retraiga y que los asenta-
mientos marginales afloren desde el inicio de la construcción llegando
La URSS, que mantiene aún su política de nuevas ciudades, es sin a adquirir grandes dimensiones (50 por ciento de la población de la
duda el paü¡ donde se han construido en mayor número, y ello no es ciudad en Tema y 40 por ciento Ciudad Guayana). Se forma así lila
sólo \llla consecuencia de la magnitud del país; responde sobre todo a ciudad que inevitablemente, a pesar de los brillantes proyectos urba-
la ya mencionada voluntad planificadora y a la enorme capacidad de nísticos y arquitectónicos con que son concebidas, acaban siendo fiel
actuación que en este caso otorgan una economía planificada y la pro- reflejo de la economía dual en la que se inscriben.
piedad pública del suelo. Sin que sea fácil diferenciar lo que reaimente
son ciudades de los simples poblados, lo cierto es que el número de
nuevos asentamientos construidos en la URSS desde 1917 está por enci-

174 175
7. _
Grandeza y miserias
de la urbanización

Para este capítulo, que tiene vocación de síntesis, hemos tomado el


título de un articulo de Jean Gottmann (1965) que evoca el cúmulo de
contradicciones que inevitablemente tienen lugar en los espacios urba-
nizados. De acuerdo con la idea básica de que la ciudad y la urbaniza-
ción son una consecuencia de la organización social, muchas de las o
contradicciones internas que permanentemente acompañan a los gru-
pos sociales se verán reflejadas en el espacio por ellos creado. Al
estudiar la urbanización de la población, la producción del espacio
urbano o la configuración de regiones urbanas, se han ido poniendo de
manifiesto los aspectos positivos y los desajustes de lo que, en todo
caso, cabe considerar como la forma más idónea de organización espa-
cial.
De las ciudades se ha dicho que son los artilugios más complicados
de entre los creados por el hombre, y su extremada complejidad
supone que no siempre respondan con la misma efectividad a los
requerimientos de las sociedades que las crean para que sirvan como
soporte espacial de actividades económicas, como ámbito en el que se
hagan más fluidas las interrelaciones, o, sobre todo, como espacio.
residencial en eí que vivir con el máximo de prestaciones y servicios
colectivos. Tanto en los países pobres como en aquellos que tienen
niveles de riqueza muy elevados, el proceso de urbanización está •
correlacionada con los niveles de renta más alJ9ft. Durante los dos
últimos. siglos el desarrollo de las ciudades·seha mostrado como la
forma de organización espacial más adecuada para conseguir un mayor

177
progreso econónlico y culmral. De acuerdo con la evolución de los 7.1. La urbanización protagonista del desarrollo
sistemas productivos, de la organización de las actividades económi-
cas, y de las posibilidades de trasladarse y de comunicarse, las concen- Quizás la mejor manera de destacar las ventajas que compor1an las
traciones urbanas han sido, en términos generales, además de la forma formas de organización urbana sea remarcar que, a pesar de los gra-
más adecuada de organizarse, unas importantes plataformas de lanza- ves problemas urbanos y de los inconvenientes que de ellos s.e deri
• miento para el progreso en los distintos órdenes de la vida htm1 · ·Nan, la mayor parte de las personas han decidido vivir en las ciudades.
Sin embargo, en el proceso de constante adecuación de las formas Desde la opción a disfrutar de unas mayores cotas de liber1ad en un
de la organización urbana a los cambios tecnológicos y económicos y medio más seguro, que ya ofrecían las ciudades preindustriales, la vida
-Bn definitiva- a la dinámica social, han aflorado y pervivido una urbana ha venido acompañada de una muy diversa serie de ventajas
serie de graves desajustes, tanto en la utilización del soporte físico que se hacen más notables en los inicios de los procesos de urbaniza-
territorial éomo en la"ctesigu.al distribución de los costes y- de las venta- ción, cuando son también más acusadas las diferencias entre el medio
jas que compor1a el modelo urbano de organización espacial de la rural y el medio urbano.
población. A lo largo de la historia de los procesos de urbanización, y En síntesis, y tal como hemos ido exponiendo en los diferentes
con fluctuaciones en la inteP..sidad de los fenómenos, generalmente capítulos del libro, los procesos de urbanización son indisociables de la
vinculadas a los ritmos de creci1niento y al tamaño de los asentamien- evolución social y económica y del progreso técnico; y han ido siendo
tos, se hace constante la presencia de varios tipos de desajustes de los la forma de organizar el espacio de las sociedades más avanzadas
que, corno iremos viendo, se derivan la mayor parte de los males culturalmente, con más recursos económicos y mayores capacidadeS
generalmente imputados a la urbanización. tecnológicas.
Unos de esos desajustes es la excesiva concentración que dará lugar Desde la Revolución Industrial los criterios sobre los que se ha
a la sobrexplotación del medio namral, con su consiguiente deterioro o fundamentado esta forma de organización han tenido un claro carácter
destrucción en una zonas, mientras que otras quedan despobladas o económico. Se trata de crear el marco espacial más adecuado para
infrautilizadas. Por su parte, la congestión producida por la intensifica- favorecer la eficacia de las actividades productivas y ello implica sobre
ción de las densidades demográficas y de la actividad, suele llegar a todo reducir los costes de transportes en los procesos de producción y.
provocar graves disfunciones que se manifjestan básicamente en la minimizar tambíén los derivados de las crecientes necesidades de des-
disputa por un espacio escaso e insuficiente a la hora de desplazarse o plazamientos de los trabajadores. La respuesta es la concentración de
de asentarse. la actividad y de la población que a su vez favorece el crecimiento
Por último, las desigualdades del espacio urbano, en función de sus económico y genera economías de aglomeración que permite que apa-
rezcan nuevos y mejores servicios de los que se beneficia la población.
condiciones namrales y, sobre todo, de la calidag_l!I a de lo
construido, sirven como instrumentos de segregación social, acentúan Tanto las empresas como los trabajadores o, simplemente, los resi-
las marginaciones e incluso llegan a propiciar situacíones de grave dentes van a verse atraídos por la organización urbana ya que encon-
trarán en las ciudades los elementos necesarios para poder desarrollar
deterioro social y humano.
sus objetivos empresariales o personales de forma ventajosa con res-
En lógica correspondencia con el protagonismo de la urbanización, pecto a otras posibles localizaciones. La urbanización se convier1e pues
cada vez se presta una mayor atención al estudio de los costes y de las en un elemento inequívoco de promoción, es lo que, desde los plantea-
ventajas de la ciudad, como forma de organización social y espacial, mientos funcionales que hemos identificado con Friedmann (!970) y
con atención a temas corno la eficacia económica del sistema, el éxodo Gould (!969), lleva a la consideración de que la ciudad, como sede de
rural, la optimización de los recursos, la segregación espacial, la mayor
innovaciones, es protagonista del desarrollo.
accesibilidad a bienes de equipamiento urbano, las economías de esca-
Esto en cierto modo ha sido así desde el siglo XlX y muy especialmente
la, el encarecimiento y la escasez de la vivienda, el deterioro del medio en el segundo tercio del XX para las regiones desarrolladas y urbaniza-
natural, los comportamientos asociales, la excesiva dependencia de los
das, pero en los países subdesarrollados los procesos de urbanización
transpor1es, el problema del tráfico en las ciudades, el envejecimiento vienen produciéndose de forma muy ·diferente, hasta el punto de que
de la población en las ciudades, la degradación urbana de los centros, podria decirse que la concentración de la población en las grandes
etc. qiudades no es tanto una consecuencia de la atracción que éstas ejercen
178 179
como de la repulsión del medio rural. Pero las condiciones infrahuma- 7.2. Disluncionalidades en los procesos de urbanización
nas en las que vive la mayor parte de la población de las ciudades en
las regiones pobres no son óbice para que en estas aumenten las El crecimiento y los cambios sociales, la evolución económica o los
probabilidades de supervivencia y sean también mayores las poslbili- avances tecnológicos se producen frecuentemente con unos ritmos que
• dades de prosperar. En todo caso las escasas opciones de desarrollo se no siempre pueden seguir los procesos de organización del t;>spacio,
' localizan en esas grandes áreas urbanas y la presencia de equipamien- mucho más lentos. Los rápidos crecimientos dem<>gráficos de los ini-
tos, por insuficientes que sean, se hace en ellas más notable por el cios de los procesos de urbanización producen inevitablemente déficits
contraste con un medio rural aún más desfavorecido. de suelo urbano, de infraestructuras, de viviendas, de equipamientos
En las conclusiones finales de la Conferencia Internacional sobre en gel.)eral, que tardarán muchos años en desaparecer, incluso cuando
Población y Futuro Urbano, organizada por las Naciones Unidas y cele- los paises tienen la capacidad económica y organizativa suficiente para
brada en Barcelona en mayo de 1986, se destacó la propuesta de que la ello.
ciudad ha de servir también en el Tercer Mundo como «motor del Pero no sólo se trata de que la producción del espacio urbano necesa-
desarrollo económico y social», incluso por encima de las dramáticas rio o la adaptación espacial a los nuevos modos de organización social
consideraciones en torno a las condiciones de vida y al caótico funcio- se demoren durante años produciéndose mientras tanto desajustes al
namiento de esas grandes urbes. La idea es que si se reconoce que en no responder el espacio urbano a las demandas residenciales, de la
el pasado el desarrollo de las formas de vida urbana ha favorecido las actividad económica, del transporte, etc. El espacio urbano y la organi-
aportaciones a las ciencias, a las artes y a la cultura en general y ha zación territorial formados a lo largo del tiempo presentan una eviden-
facilitado el a¡::ceso a bienes y servicios especializados a grandes masas te rigidez que entra en permanente conflicto con la dinámica de cambio
de población, no hay razón para renunciar a que siga haciéndolo en el caracteristica de las sociedades urbanas. La inadecuación de los cen-
futuro y sobre todo, para que pueda conseguirse una mayor eficacia de tros de las ciudades para el tráfico rodado es uno de los muchos
las ciudades en apoyo del desarrollo de las regiones más pobres. ejemplos de la disfuncionalidad producida por los cambios en los mo-
Este planteamiento, que no pasa de ser un futurlble, no pondera dos de utilización del espacio que, obviamente, ofrece unas posibilida-
suficientemente los enormes desequilibrios generados por los proce- des limitadas de adaptación.
sos de urbanización que están teniendo lugar en los paises en desarro- Además, el tamaño demográfico y espacial de las ciudades no es
llo, y que, como vimos, son muy diferentes a los vividos por los paises indiferente a su adecuación como ámbito de residencia, de relación o
ricos al hilo de la industrialización. En estos casos el vertiginoso crecí- de actividad económica. La desaparición de los sentimientos de vecin-
' miento de las grandes ciudades, lejos de ser una consecuencia del dad y de solidaridad contra los que se dirigieron los planteamientos
desarrollo económico, supone una enorme rémora que lastra o anula del comunitarismo a partir de los años treinta, son el germen de otros
las escasas posibilidades de progreso, al reclamar para sí toda la muchos males sociales que ponen en evidencian la deshumanización
capacidad de inversión de los respectivos Estados. que propician las grandes ciudades. También, por encima de unos
Aun cuando los escasos impulsos de desarrollo tengan lugar en esas determinados tamaños las ciudades cnmienzan a generar deseccno-
grandes ciudades, una organización urbana tan extremadamente con- mias o desventajas que se traducen en unos mayores costes para las
centrada dificulta el despegue económico general y acentúa la pobreza empresas y los ciudadanos. Un mayor precio del suelo y de la vivienda,
en la mayor parte del país. Pero, en contra de lo que muchas veces costes de transporte más altos, mayor confllctividad social y laboral, un
parece deducirse de las valoraciones que se hacen de esta problemáti- medio ambiente más deteriorado, son quizás los signos más elocuentes
' ca, esos procesos de urbanización no son los causantes del subdesarro- de ese fenómeno, ·que tan severamente está afectando a las ciudades de
llo, simplemente son una consecuencia, que no se superará mientras no los países en desarrollo (Girardet, H. 1990, 173).
mejoren las condiciones económicas de esos países. Entonces, las ciu- Por otra parte, la tendencia a la concentración que ha caracterizado
dades, dentro de una red mejor estructurada, podrán favorecer la a los procesos de urbanización, suele producir desequilibrios regiona-
difusión del desarrollo. les y territoriales. Si los primeros suponen el abandono y el empobreci-
miento de las regiones que quedan marginadas del proceso, los segun-
dos implican una utilización abusiva del soporte flsico, de modo que,
por ejemplo, en las zonas de concentración suelen llegar a producirse

180. 181
dificultades para el suministro de agua, mientras que la concentración distancias que van produciendo las nuevas formas de expansión espa-
de residuos de todo tipo hace que sea casi inevitable la degradación ciaL Pero el aumento del número de automóviles y de la intensidad de
del medio naturaL su uso acaba demostrando algo bastante obvio: que los espacios urba-
Por último, algunas disfuncionalidades son el coste necesario de los nos centrales no tienen una capacidad ílimitada.
propios atributos urbanos. Por ejemplo, la heterogeneidad de etnias, En todas las ciudades, con mayor o menor intensidad según los
que cada vez se hace más evidente en las aglomeraciones urbanas, casos, en las últimas décadas se ha ido acentuando la disfuncionalidad
puede actuar como desencadenante de una mayor conflictividad, al de la red viaria, se han generalizado los comportamientos asociales de
potenciar las marginaciones y la segregación espacial producidas por los automovilistas, han crecido hasta limites insostenibles los gastos en
las diferencias en los niveles de renta. Pero no se trata de un fenómeno concepto de transporte y los tiempos dedicados a desplazamientos, se
nuevo, ha existido siempre, y responde a la propia naturaleza de la alcanza el caos circulatorio y se va demostrando la limitada eficacia de
ciudad como centro favorecedor de intercambios, integrador y propa- las soluciones técnicas que vienen aplicándose. Ahora, ya sólo queda
gador de culturas. A veces estos conflictos son tan intensos que la esperar a que se produzca el necesario cambio de mentalidad para que
dinámica de interrelación consustancial con el espacio urbano es com- se acepte que la libertad de movimiento y de elección del medio de
batida por los distintos grupos sociales levantando barreras funcionales transporte ha de quedar linútada en las áreas urbanas.
y físicas. En ocasiones será el servicio de transporte que no une deter- Las drásticas prohibiciones de aparcar en el centro de las ciudades
minadas zonas. Otras veces puede ser el planeamiento el que mediante o las prácticas ya muy generalizadas de pagar por aparcar en la vía
el diseño de la red viaria dificulte la conexión entre do zonas, pero pública, así como los intentos de Hong Kong, Singapur, Oslo, Estocolmo
ta1nbién hay casos en los que se llega a la construcción de muros o o Copenhague de establecer zonas de peaje son algunos ejemplos de
alambradas para hacer más eficaz la segregación. medidas dirigidas en ese sentido. Se trata también de que el automovi-
Las respuestas a todos estos desajustes que, con carácter coyuntural lista asuma más directamente el coste social y ecológico que engendra
en unos casos y más estructural en otros, se producen a lo largo de los la utilización del vehículo privado y de que los peatones recuperen el
procesos de urbanización han estado normalmente guiadas por crite- derecho a utilizar un espacio que básicamente fue creado para ellos.
rios de racionalidad económica . .Así, se considera necesario corregir Esta disfunción, que requiere una gran mejora de los transportes
los problemas de tráfico en el interior de las ciudades porque suponen colectivos y un cambio en los modelos de urbanización, se manifiesta
una pérdida de eficacia del sistema económico más que por la pérdida claramente si pensamos que un trabajador de una gran área metropoli-
de tiempo libre, por el cansancio o por el aumento de gasto que supone tana tiene que prescindir de su tiempo libre en el equivalente a una
para los ciudadanos. Los costes sociales derivados de la mala organiza- cuarta parte de su jornada laboral y de una porción nada despreciable
ción urbana sólo han comenzado a tenerse en cuenta en los últimos años de su renta para desplazarse al trabajo. Si eso lo relacionamos con los
v en los países con niveles de renta más elevados, en los que la importan- esfuerzos sindicales que suelen ser necesarios para conseguir una re-
cia del aumento de la calidad comienza a equipararse a la que desde ·ducción de pocos minutos en la jornada laboral o la subida salarial de
la Revolución Industrial se le ha dado al crecimiento económico. un punto, es fácil imaginar que la insatisfación por este modo de vida se
El problema del transporte dentro de las áreas urbanas, como con- irá acrecentando, como curioso resulta también observar que no sea ya
secuencia del crecimiento de los mdices de utilización del vehículo mucho mayor.
privado y la lógica inadecuación de unos espacios que se crearon antes El problema del tráfico urbano, que obviamente no es sólo una
de la aparición del automóvil. es probablemente uno de los más impor- cuestión técnica, tiene seguramente una dimensión mucho más amplia
tantes y generalizados. La actividad y el dinamismo de un área llegan a que nos llevaría, para entender tal disflmción, a considerar las estrate-
valorarse de acuerdo con el nivel de ruido, las imágenes e incluso los gias de las compañías petrolíferas, la importancia mundial de la indus-
humos propios de la congestión del tráfico. tria del automóvil, o el papel del automóvil como símbolo social y
En principio cabe considerar al automóvil privado como el medio elemento segregador (Garnier, J. P. 1976,12), cuyos antecedentes ya
de trasporte más cómodo y que mejor puede adaptarse a las necesida- comentamos al hablar de la intensificación del uso de carruajes en la
des particulares, y que añade libertad de movimientos a unas poblacio- ciudad barroca. ·
nes con unas necesidades crecientes de movilidad, no sólo por la Todas las disfuncionalídades, y en especial el deterioro de las condicio-
complejidad de la vida urbana sino también por el aumento de las nes del medio ambiente físico y social de las ciudades, junto con el

182 183
oferta queda fuera del alcance de ias capas con menor poder adquisiti- La segregación social que, sobre todo a través del mercado de la
vo. Hay por tanto grupos de población que sólo podrán disponer de vivienda, acaba diferen_ciando la estructura interna de las ciudades,
una vivienda a través de las intervenciones de los poderes públicos, en vuelve a poner de manifiesto la utilización que se hace del espacio que,
actuaciones que, además de tener un posible contenido urbanístico, de ser un elemento socialmente neutro. pasa a contribuir en las situa-
serán sobre todo medidas redistríbuidoras de la renta. ciones de desigualdad e injusticia. Efectivamente las infraviviendas
En los países más avanzados, con crecimientos muy suaves, el prQ- junto con el espacio urbano degradado, sin equipamientos báslcos, .en
blema no es tanto de creación de grandes cantidades de viviendas el que habitan los más desfavorecidos, conforman un ámbito espacial
como de adecuación y mejora de las existentes. El envejecimiento en el que es más fácil que afloren ciertas conductas asociales.
demográfico que caracteriza a las poblaciones de estos países y que se No conviene en todo caso hacer análisis excesivamente simplifica-
manifiesta especialmente en las zonas centrales de las ciudades co- dores de lo que es un enorme y complejo conjunto de interdependen-
mienza a tener importantes repercusiones urbanísticas y en especial en cias. Así, la crisis económica de los años set_enta, que aparece como el
relación con el parque dé vivienda. El aumento de la esperanza de factor causal de paro y empobrecimiento sobre todo en las ciudades
vida, supone también un alargamiento del ciclo familiar y se extienden con mayor base industrial, no es suficiente para explicar la inflexión en
las situaciones de inadecuación entre la composición familiar y el tama- el crecimiento urbano que, corno hemos visto, puede relacionarse con
ño de unas viviendas generalmente poco funcionales y deterioradas otros muchos factores, pero ha brindado la oportunidad de mejorar la
por el paso del tiempo. calidad de vida de muchas ciudades, ya que al reducirse las demandas
En esas ciudades con una población estacionaria o en regresión de producción del espacio urbano ha sido posible dedicar una mayor
habrá de tenerse muy en cuenta el crecimiento del grupo de viejos, atención a cubrir los déficits existentes.
que en buena ·medida son propietarios y usuarios de una parte impor- En relación con el deterioro del medio físico, tampoco es fácil gene-
tante del patrimonio inmobiliario dei centro de las ciudades, lo que nos ralizar. Por el contrario, en cada caso el emplazamiento y las formas de
sitúa ante la compleja problemática de los procesos de producción o de desarrollo de las ciudades, junto con el tipo de actividades que compo-
renovación del espacio urbano. nen su base económica, podrén dar lugar a situaciones ambientales
En las ciudades de los paises en desarrolio el fuerte dinamismo muy diferentes. Pero los efectos de la industrialización y de la sobreo-
urbano produce además, y sobre todo, un déficit absoluto al no ser cupación del territorio han generado normalmente unos ambientes muy
capaz el sistema de construir todas las nuevas viviendas que el creci- contaminados, que no sólo suponen la agresión del medio natural sino
miento demográfico demanda. Así, los déficits en las grandes aglome- que dan lugar a unas condiciones nocivas para la vida humana. Esos
raciones de los paises pobres, en las que lnquilinos de la calle son a efectos negativos del modelo de desarrollo industrial n,o han comenza-
veces grupos mayoritarios, dan lugar a todo tipo de situaciones de do a ser ponderados hasta hace muy pocos años. En todo caso y de
degradación. acuerdo con los procesos generales de desarrollo, las ciudades pre-
El hecho generalizado es tener que vivir en condiciones infrahuma- sentan cada vez unos «metabolismos" más complejos. Un habitante de '
nas en alojamientos carentes de espacio y de las condiciones de salu- una ciudad occidental genera dos toneladas de basuras al año: una
bridad mínimos, pero no escasean los que deben sobrevivir durante tonelada de vertidos domésticos y la otra de productos industriales
años sin ningún tipo de alojamiento, o los que, como ha ocurrido en consumidos (Girardet, 1990, 173).
algún caso, se ven abocados a buscar soluciones tan desesperadas El tratamiento de la enorme cantidad de desechos resultante es uno
como la de invadir y habilitar cementerios. de los gra11des problemas urbanos. En parte se entierran, lo que pro-
En la Tabla 16 se recogen algunos valores porcentuales de la población voca contaminaciones de todo tipo (en aguas subterráneas, empobrecí
alojada en condiciones infrahumanas enpaises en desarrolio, pero lo miento de los suelos, o degradación de la vegetación), y otra parte son
más grave es que esa es una situación que seguirá empeorando rápida- tratados en plantas de reciclaje de residuos lo que tiene unos costes
mente mientras no se estabilice el crecimiento demográfico. Es eviden- elevadísimos. Pero, como señala Girardet, (1990) el más importante
te que estas condiciones de habitabilidad producen una degradación impacto medioambiental de la civilizaci<.?n urbano industrial es la trans-
de la vida humana y de las relaciones sociales, que en nada puede ferencia a gran escala de carbono a la atmósfera en forma de dióxido
emparentarse con el progreso, y de la que se derivan muchos de las de carbono, a lo que hay que añadir el sulfuro y el oxido de nitrógeno
lacras sociales que pueden observarse en el escenario urbano. de las calefacciones, de los coches y de la industria pesada.

186 187
En las ciudades de los países con menor nivel de desarrollo los En relación con los problemas del deterioro del medio natural será ·
problemas ambientales son básicamente los mismos que en el mundo de gran transcendencia que se consolide el cambio de planteamiento
desarrollado (Girardet, 1990, 175). Los más acuciantes son los relativos que se viene produciendo en los últimos años en el sftntido de que las
a la. eliminació.n de .los residuos domésticos, pero las grandes aglome- actividades deben asumir .como pmpios._ y hacer frente a los costes
raclones tamb1én v1ven situaciones de grave contaminación atmosféri- ecológicos de su actuación . Pero aún cuando la política de que «el que
ca, con el agravante de que, al igual que ocurre con los residuos ·contamina, paga» puede resultar eficaz, es necesario complementarla
líquidos, al no ser minimamente controlados ni tratados por el coste con otras más generales que tiendan hacia Unos modelos de urbaniza-
económico que ello conlleva , producen unos efectos más intensos so- ción menos agresivos .
. bre los propios ámbitos urbanos y sus entornos. Por otra parte, la En los países subdesarrollados, con crecimientos urbanos rápidos y
desforestación de los bosques tropicales se acelera con suma rapidez muy desequilibrados, los problemas a afrontar tienen sin duda una
en Africa, América del Sur o Asia , ante la crecientes demandas de suelo escala mayor, sobre todo si los relacionamos con la escasa capacidad
para usos productivos vinculados con la industria y la urbanización. de los gobiernos para resolverlos . Entre otros, los más graves serian
los siguientes: a) falta de politicas regionales tendentes a controlar el
proceso de concentración, b) carencía_ de planificación urbanística con la
7.4. Necesidad de reorganizar la ciudad que ordenar el crecimiento de las ciudades, e) dificultades técnicas y de
gestión insalvables, d) carencia de medios económicos para hacer
Ante toda . esta problemática cada vez es mayor el convencimiento frente a los elevadísimos costes económicos que conlleva la creación
de ::rue los p oi?lemas que aquejan a los espacios urbanos sólo pueden en las zonas nuevas de las infraestructuras adecuadas y de los restantes
meJorar mediante la colaboración de la iniciativa privada con los pode- servicios públicos, sobre todo teniendo en cuenta que esto ha de hacer-
res públicos en un clima de intensa participación ciudadana. En los se en un espacio ya construido y totalmente colmatado, e) falta de
p ises. con procesos de urbanización más avanzados, y por tanto menos normativa que regule el uso del suelo, incluso carencia de legislación y
dmáxmcos, ya no es necesario articular políticas dirigidas a controlar su de instrumentos administrativos que permitan registrar las propieda-
crec í.e to, sino a lucha contra su declive. Las estrategias urbanas des, f) carencia de recursos financieros, en buena medida derivada de
van ding1das a elevar la calidad de vida mejorando las infraestructuras la incapacidad de los gobiernos locales para recaudar tributos, g) ·
y los equipamientos de las zonas más recientemente construidas ade- oferta insuficiente o inexistente de vivienda, tanto pública como priva-
cuándolas a · las nuevas tendencias del crecimiento y con obj to de da, para grandes capas de la población.
hacer desaparecer los desajustes debidos a la rigidez de la oferta de Aún cuando dos terceras partes de los paises en desarrollo decla-
espacio urbano. ran aplicar algún tipo de medidas para corregir las actuales tendencias
Al mismo tiempo se aumentan las inversiones destinadas al manteni- de urbanización, lo cierto es que en estos países lo más destacable es la
rrúento Y a la renovación de los centros urbanos para frenar el descen- generalizada falta de capacidad y atención de los propios gobiernos
s? de la población y evitar la disminución del empleo y de los servi- para hacer frente a esta problemática, que se acrecienta en el marco
Clos. Desde los años setenta, las actuaciones dirigidas a rehabilitar y general de la indiferencia y falta de apoyo por parte de los paises más
. readaptar los centros históricos de las ciudades , defendiéndoles del avanzados.
lógico deterioro del paso del tiempo y de las tensiones especulativas Además de acciones concretas que sólo pueden arrojar resultados
que pretenden privatizar su centralidad, concitan , sobre todo en las muy limitados, como el Plan Quinquenal de Descongestión llevado a
ciudades europeas, buena parte de los esfuerzos de los poderes públi- cabo por México tras la Conferencia Mundial de Población de 1984, con
cos en materia de urbanismo. el que se ha pretendido dirigir los flujos de población hacia ciudades
Por otra parte , 13. mayor sensibilidad por la calidad del medio am- medias, las soluciones habrán de pasar necesariamente por la moderni-
biente físico, que caracteriza a esta época postindustrial , hace que se zación de esos paises, y en esa línea, serían muy importantes las modifi-
mstrumenten también políticas dirigidas a evitar que el dinam1smo caciones de los modelos de Estado hacia la regionalización y la descen-
u:bano, ahora desplazado a las ciudades pequeñas y medianas y a tralización administrativa, en favor de unos gobiernos locales democrá-
c1ertas zonas rurales, amenace por un exceso de crecimiento a su medio ticos, con mayor autonomía y autosuficiencia.
natural o incluso llegue a desequilibrar las estructuras regionales. Ello modíficaria sustancialmente la actual situación en la que los
188 189
Título original: Les nouveaux principes de /'urbanisrne.
La fin des viL/es n'est pasa L'ordre du jour

ÍNDICE
Primera edición: 2004
Segund a reimpresión : 2007

Reservados todos los derechos. El contenido de esra obra está protegido por l a Ley, que esrablece
penas de prisión y/o mulras, además de las correspondientes indemnizaciones por Jaños y perjui-
cios, para quienes reprodujer en , plagiaren, distribuyeren o comunicaren públicamente, en rodo o
en parre, una obra literaria, artística o cientÍfica, o su transformación. inrerpreración o ejecución
artística fijada en cualquier ripo de soporte o comunicada a rravés de cualquier medio, sin la pre-
PRÓLOGO ,jo rdi Bo1ja ...................................................................... .. 9
ceptiva aurorizaci ón .

INTRODUCCIÓN..... ........................................................................ 17

l. URBAN IZACIÓN Y MODERNI ZACIÓN ....................................... 19


© Éditions de 1'Aube, 2001 Ciudad y sociedad: una correlación estrecha ................................. 19
© de la traducción: María Hernández Oíaz, 2004 Los cambios de larga duración de la sociedad moderna ................. 21
© del prólogo: Jordi Borja, 2004 Las dos primeras revoluciones urbanas modernas ........................ .. 23
© Ed. cast.: Alianza Editorial, S. A. Madrid, 2004, 2005, 2007
Calle Juan Ignacio Luca de Tena, 15; 28027 Madrid; télef. 91 393 88 88 2. LA TERCERA MODERN IDAD ...................................................... 29
www:alianzaedirorial.es Una sociedad más racional, más individualista y más diferenciada ... 30
ISBN: 978-84-206-4198-0 El nacimiento de la sociedad hipertexto ........................................ 39
Depósito legal: M. 27.634-2007 Del capitalismo industrial al capitalismo cognitivo ........................ 44
Fotocomposición e impresión: FFCA, S. A .
Parqu e Industrial <<Las Monjas)) 3. LA TERCERA REVOLUCIÓN URBANA MODERNA ...................... 55
28850 Torrejón de Ardoz (Madrid) La metapolüizac i ón: las ciu dades cambian de escala y de forma .... 56
Printcd in Spain La transformación del sistema de movilidad urbana ...................... 58
La recomposición social de las ciudades ....................................... . 60
SI QUIERE RECIBIR INFORMACIÓN PERlÓDICA SOBRE LAS NOVEDADES OEAUANZA La redefinici ón de las relacion es entre intereses individuales, co-
EDITORIAL, ENVfE UN CORREO ELECTRÓNICO A LA DIRECCIÓN:
lectivos y generales .................................................................. 64
alianzaeditorial @anaya .es La ciudad de los riesgos ............................................... .................. 67
8 LOS NUEVOS PRINCIPIOS DEL URBANISMO

4. LOS PRINCIPIOS DEL NUEVO URBANISMO .............................. . 71


l. Elaborar y dirigir proyectos en un contextO incierto ............. 72
2. Dar prioridad a los objetivos frente a los medios .................. 73
3. Integrar los nuevos modelos de resultado ........................... .. 75
4. Adaptar las ciudades a las diferentes necesidades .................. 76 PRÓLOGO
5. Concebir los lugares en función de los nuevos usos sociales .... 77
111 6. Actuar en una sociedad muy diferenciada ........................... . 79 UN LIBRO DE ALTA UTILIDAD, DE UN AUTOR
7. Readaptar la misión de los poderes públicos ....................... .. 80
DE AUDAZ INTELIGENCIA
8. Responder a la variedad de gustos y demandas .................... . 82
9. Promover una nueva calidad urbana ................................... .. 83 Jordi Borja
1O. Adaptar la democracia a la tercera revolución urbana ........... 83

NOTAS.............................................................................................. 87

BIBLIOGRAFíA.................................................................................. 91

Francois Ascher es sociólogo urbano y algo más. Un profesional


con motivaciones políticas, orientado a la acción. Las ciencias so-
ciales, cuando se ocupan de la ciudad, tienden a centrarse en la
dimensión analítica, la descripción, la interpretación, a veces la
crítica de realidad. Algunos se aventuran en la prospectiva a partir
de las tendencias en curso, exponen contradicciones y demandas
sociales. Pero en general no definen opciones, no diseñan pro-
puestas, no se arriesgan. La participación de los científicos socia-
les en las políticas urbanas, en el planeamiento especialmente, se
ha concretado en infinitos estudios de «diagnosis», que si bien
han alimentado consultorías e incluso departamentos universita-
rios, han tenido una utilidad limitada y una incidencia mínima
en los planes y proyectos. Las administraciones públicas por su
parte han contratado, en épocas recientes, a sociólogos y similares
para la gestión de programas sociales de acompañamiento, pero
raramente para participar en el diseño de los grandes proyectos
urbanos, de infraestructuras, de ordenación urbanística o de vi-
vienda. Por este camino la elaboración de las políticas urbanas, es

CAPfTULO 4

LOS PRIN CIPIOS DEL NUEVO URBANISMO

La tercera revolución urbana moderna -que se inicia con la nue-


va fase de mod ernización de las sociedades occidentales- suscita
cambios profundos en las formas de pensar, construir y gestionar
las ciudades. La evolución de las necesidades, de las formas de
pensar y actuar, de los vínculos sociales, el desarrollo de nuevas
ciencias y tecnol ogías y el cambio de natural eza y escala de los
desafíos colectivos dan lugar poco a poco a un nuevo urba n ismo
que denominaremos neourbanismo para distinguirlo del paleour-
banisrno de la primera revolución urbana moderna y del urbanis-
mo, concepco que se inventa con 1notivo de la segund a revolu -
ción moderna.
Las categorías que antes intervenían en la idea de ciudad de-
ben revisarse para acwalizarlas o debatirl as. ¿Qué ha pasado hoy
con la noción de límite y cómo se conciben los espacios cuando
la distinción emre ciudad y campo, entre público y privado, entre
interior y exterior se difumina? ¿Qué ocu rre con las nociones de
distancia, continuidad, densidad, diversidad, hibódez, cuando l as
velocid ades de desplazamienco de bienes, informaciones y perso-
LOS PRINCIPIOS DEL NUEVO UR BANISMO 73

nas aumentan de forma considerable? ¿Qué sucede con los equi-


pamientos colectivos y los servicios urbanos en una sociedad con plazo, l a gran y la pequeña escala, los intereses genera l es y los
cosrumbres y necesidades cada vez más variadas e individualiza- particulares. Es al mismo tiempo estratégico, pragmático y
das? ¿Cómo decidir y actuar por el bien de la colectividad en una oportumsta.
sociedad cambiante y diversificada? ¿Cómo idear y hacer ciu dades La noción moderna de proyecto forma parte del núcleo de
que funcionen, atractivas y ju stas en el contexto de la soci edad este urbanismo. Pero el proyecto ya n o es sólo un designio
hipertexto y del capitalismo cognitivo? acompañado de un diseño. Es una herramienta cuya elabora-
Vamos a intentar responder a estas preguntas id entifi cando los ción, expresión, desarrollo y ej ecución muestran las posibilida-
principaJ es desafíos y pensando las maneras con las que un mu evo des y limitaciones que imponen la sociedad, los actores enfren-
urbanismo podría hacerles frente. tados, los lu ga res, las circunstancias y los acontecimienLos. El
proyecto es al mismo tiempo analizador y herramien ta de nego-
. .,
cJacwn.
J. Elaborar y dirigir proyectos en un contexto incierto El neourbanismo revoluciona la antigua cronología que enca-
denaba el diagnóstico, la idenüficación de las necesidades y l a ela-
1
De la planificación urbana a la gestión estratégica urbana boración final de un plan, la programación, el proyecro, la reali-
zación y la gestión. El neourbanismo sustituye esta linealidad por
El urbanismo moderno definía un programa a largo plazo para la una gest ión heurística 2 , iterativa 3, incremental 4 y recurrente 5 , es
ciudad y establecía los principios de su organización espacial (en decir, por actos que sirven al mismo tiempo para elaborar y pro-
forma de planes directores, por ejemplo); después deduda los bar hipótesis, con realizaciones parciales y medidas a largo plazo
planes de urbanismo para que la realidad futura encajara en el que modi fican el proyecto y la retroalimentación Cí tras las evalua-
marco predefinido. Los planes y esquemas estaban destinados a ciones y que se traducen en l a redefinición de los elementos estra-
controlar el futuro, a reducir la incertidumbr e, a realizar un pro- te'gt.cos.
yecto de conj un ro. La gestión estratégica urbana no es pues un urbanismo descafei-
EJ neourb anismo se apoya en una gestión más reflexiva, nado con ideas sin valor; es lo contrario de las tesis espontaneístas,
adaptada a una sociedad compleja y a un futuro incierto. Ela- de los postulados del caos creativo y de las ideologías simplistas del
bora múltiples proyectos de naturaleza variada, intenta que «mercado a ultran za» . Por el contrario, trata de aprovechar de for-
sean coherentes, diseña una gestión estratégica para su pu esta ma positiva rodo ripo de acontecimiento y evolución relacionado
en march a conjunta y tiene en cuenta en l a práctica los aconte- con sus objetivos estratégicos.
cimientos que se producen, la evolución prevista, los cambios
que se avecinan , revisando, si es necesario, los objetivos defini-
dos o los medios dispuestos en un prin cipio para su realizació n. 2. Dar prioridad a los objetivos fi-ente a los medios
Se conv ierre en una gestión estratégica urbana que integra la
creciente dificulcad de reducir la incertidumbre y el azar e11 una De las reglas de La exigencia tl las reglas deL resultado
sociedad abiena, democrática y marcada por la aceleración de
la nueva economía. A base de tanteo, articula el corro y el largo El urbanismo moderno se aseguraba los medios de realización de
los proyecms mediante reglas simples, imperativas y estables: zo-
74 LOS NUI:.VOS PRINCfPJOS DEL URBAN ISMO 1 OS PRINCIPIOS DEL NUEVO URBANISMO 75

nificación, funcione , densidades, alruras. etc. Las regJa.s eran exi- 3. Integrar los uuevos nwdelos de resultado
gentes, es decir, fijaban al mismo tiempo los objetivos y la forma
de conseguirlos. De ftl especitdización espacial fl fa complejidad
El neourbanismo da prioridad a los objetivos y lo logros y es- de !11 ciudad de redes
timula a los acmres públicos y privados a encontrar la forma más
eficaz de cumplir esros objetivos para la colectividad y para el El urbanismo moderno, muy marcado por el pensamientO taylo-
conjunm de los panicipantes. Para ello son necesarios nuevos ti- riano y fordi ano, buscaba resultados en las economías de escala y
pos de formulación de l os proyectos y de las reglamentaciones. en la si mpliflcación y repetición de las funciones urbanas a l as
Hay que encontrar los medios para caJjficar y cuantificar las ca- que destinaba espacios concretos . La zonificación y l as gra ndes
racterísticas deseables de un lugar, su entorno, ambiente, accesibi- urbanizaciones muestran muy bien esta idea.
lidad, los eguipamienros colectivos y servicios urbanos con los El neourbanismo integra modelos nuevos de productividad y
que cuenta. Esta complejidad de las normas se hace necesaria por de gesción, aponaciones de las ciencias de la organización, las tec-
la diversidad creciente de territorios y costumbres urbanas, por el nologías de la inrormación y la comunicación; no intenta simpli-
aumento de las exigencias de calidad, por la mayor dificultad de ficar realidades complicad , sino que se esfuerza por conjugar te-
aplicar decisiones igualitarias y la necesidad de sustituirlas por en- rritorios y situaciones complejos. Los resu ltados e incluso su
foques más sutiles, menos estereotipados, basados en el principio duración se obtienen más bien por la variedad, la fleribilidad y la
de equidad. Los planes de urbanismo llamados «cualitativos» se capacidad de reacción.
enmarcan en esta nueva perspectiva de reglas que dan prioridad al Las soluciones t'tnicas y monofuncionales, endebles y poco
proyecto sobre los medios, incluso desde el punto de vista arqui- adaptables dejan paso a respuestas multifuncionales y redundan-
/ . . ., .
recromco y prusa)lsttco. tes, capaces de enfrentarse a los cambios, a la variedad de circuns-
Este urbanismo de resultados debe establecer normas que faci- tancias, a las disfunciones y las crisis. Los resultados urbanos se
liten y limiten a un tie1npo. Para ello se requieren competencias basan más en la puesta en común y la coordinación de potencia-
técnicas y profesiona les n1ucho más elaboradas. No se necesitan les localizados que en la masificación. Las econotn.ías de variedad
tan sólo nuevas capacidades para definir proyectos de forn1a más priman sobre l as economías de escala.
esencial y estratégica, sin o que hacen falta conocimientos y h erra- Esto debe traducirse en una mayor djversidad funcional de l as
mientas para integrar ideas, eva luar propuestas y juzgar si son zonas urbanas, en una mulricentralidad, en la polivalencia de una
conformes a los objetivos previstos, además de su beneficio para parte de los equipos y servicios y en el refuerzo de los transportes
la colectividad, identificando y calculando sus posibles conse- y de las diversas redes que, más que nunca, garantizan la eficacia
cuencias. Este urbanismo es ran1bién más creativo, ya que reúne de conjunto de los \Ísremas urbanos merapolitanos. Los puntos
talentos e ideas diferentes, en particular los de los acmres que in- de conexión entre las diferentes redes asumen una importancia
tervienen en las operaciones urbanas. creciente y hacen de la inrermodalidad en los transportes un envi-
re fundamental para las dinámicas urbanas.
Las limitacione permanentes y no circunstanciales impuesta!>
por el ahorro de rcc.ur os no renovables, la conservación dd patri-
monio natural y cultural y la lucha conua el efecto invernadero
76 LOS NUEVOS PRINCIPIOS DEL URBANISMO LOS J>RINCIPJOS DEL NUEVO URBANISMO 77

son otros aspectos que modifican los cálculos económicos y las y necesidades hace necesaria una mayor var i edad y una personali-
decisiones urbanas y que, probablemente, influirán en los mode- zación de las soluciones. Esta evolución no es nueva: los baños pú-
los urbanos favoreciendo los cambios de uso, J a reutilización in- blicos se h an transformado en baño familiar y hasta individual; el
tensiva de las zonas ya urbanizadas y un mayor control del uso reloj y la campana, que solían ser equipamientos colectivos, se han
del suelo. convertido en relojes personales; igualmente el teléfono ha pasado
Los profesionales del urbanismo tendrán que introducir en su de ser equipamiento colectivo a equipamiento privado y después,
actividad estos nuevos modelos de resultados y aprovechar l as po- con el teléfono Jnóvil, a equipamiento personal.
sibilidades que ofrecen las TIC. Las bases de daros urbanas y los Esta personalización de los servicios necesita de redes y siste-
modelos de simul ación y visualización en tres dimensiones pre- mas técnicos n1ás complejos que recurren de forma determinante
sentan grandes progresos que retroactúan sobre el contenido de a las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación.
los propios proyectos. El avance de la ciencia y de la técnica en No todos los equipam ientos colectivos tradicionales se quedan
los diversos campos del urbanismo hará igualmente necesaria la obsoletos (universidades, hospitales, estadios, etc.), pero deben in-
renovación de los conocimientos prof esionales y de los disposiri- tegrar de una forma nueva la noción de servicio individualizado y
vos pluridisciplinares permanentes (servicios técnicos locales, ge- apoyarse en las técnicas avanzadas de transpone y telecomun ica-
rencias de urbanismo, organismos de ordenación y gabinetes téc- ciones. Surgen as{ nuevos dispositivos complejos como, por ejem-
nicos multidisciplinares). El reto consiste en garantizar al mismo plo, el sistema que asocia --gracias al uso intensivo de transportes
tiempo la continuidad y la capitalización de experiencias y cono- y telecomunicaciones- centros hospitalarios que reúnen mdas
cimientos y la realización de proyectos que permitan reunir a ex- las disciplinas con un alto nivel de especialización, hospitales de
pertos de aleo nivel. dia, asistencia a domicilio, cuidados ambulamrios, Samur, centros
de salud y medicina comunitaria. En el ámbito de los transpones,
se desarrollan «centrales de desplazamiento» que recopilan y po-
4. Adaptar las ciudades a las diferentes necesidades nen a disposición de los usuarios información en tiempo real so-
bre los horarios de los transportes colectivos, la disponibilidad de
De fos equipamientos colectivos a equipamientos ra:xis, de transporte a la demanda, de aparcamienms, el estado del
y servicios indz.vidualizados tráfico, tarifas, ere. Estos dispositivos ofrecen nuevas posibilidades
de elección y hacen viables nuevos tipos de servicios adaptados a
El urban ismo moderno daba preferencia a las soluciones perma- diferentes situaciones.
nentes, colectivas y homogéneas para responder a las necesidades
y demandas de vivienda, urbanización, transporte, ocio y comer-
cio. La repetición del servicio permitía amortizar eq uipamientos 5. Concebir los lugares en función de los nuevos usos sociales
costosos: el mistno servici o para todo el mundo y generalmente al
. .
mtsmo nempo. De los espacios simples a los espacios mz ltiples
El neourbanismo y los servicios púbLcos urbanos actuales de-
ben tener en cuenta el proceso de individualización que marca la El urbanismo moderno desarrolló la ciudad sobre la base de un
evolución de nu estras sociedades. La diversificación de situaciones reparto dominanrc que solfa atribuir a lo «público» la rcsponsabi-
78 LOS NUEVOS PRINCIPIOS DEL URBANISMO LOS PRINCIPIOS DFI. NUEVO URBANISMO 79

lidad de los espacios exteriores, de las grandes infraestructuras y plotación y de gestión de los espacios y de los equipamientos ur-
de l os equipamientos colectivos, y a lo privado, las supereslructu- bano . Esw <..onduu: a la n.:Jdlni<..ión dd ejercicio y los límites de
rru>. Los límites y definiciones de lo privado y de lo público varia- la profesión de urbanista, puesto que éste debe incorporar las exi-
ban según el pafs, pero este mismo modelo ha estru cturado glo- gencias de la gesti ón futu ra de lo espacios que ha contribuido a
balmente la mayoría de las ciudades occidental es. crear.
El neourbanismo se enfrenta al fin de este modelo. Un núme-
ro creciente de infraestructuras y de equipamientos entremezclan
intervenciones públicas y privadas en diferentes tipos de consor- 6. Actuar en una sociedad muy diferenciada
cios, concesiones y subsidios combinados con servicios. Los esta-
tutos jur(dicos y prácticos de los espacios son cada vez menos h o- Del interés geneml sustancial al interés general p1·ocedimentar
mogéneos y no abarcan ya la distinción entre acceso público y
privado, acceso libre y reservado, interior y exterior, infraestruc- El urbanismo moderno se ediflcó sobre los conceptos sustancia-
tura y superestructura, equipamien to y servicio. Las nuevas tec- les de interés general o interés común. Hay que entender con
nologías intervienen en esta recomposición permitiendo, por ello que las decisiones públicas, los planes, con sus obligaciones
ejemplo, separar la producción, el transporte y la distribución del y prohibiciones, las realizaciones públicas, las excepciones al de-
agu a, la electricidad o el teléfono; al trastocar la fonna de enten- recho de usar libremente la propiedad (servidumbres), las ex-
der los servicios públicos, hacen posible la modificación de los propiaciones y los impuestos estaban legitimados por intereses
derechos y de ahf el cambio del concepto de infraestructu ra y su colectivos que se consideraban superiores a los intereses indivi-
financiación; por último, con Internet, se crean nuevos tipos de duales.
«casiespacíos>> pt'iblicos «virtuales)) que llegan a l os hogares y las La sociedad hiperrexro, compuesta de muhiperrenencias, movi-
empresas. lidades y territorios sociales e individuales de geometría variabl e,
La sociedad hipertexto, que separa los campos de las prácticas confronta al neourbanismo a una trama compleja de intereses y
sociales, utiliza las TIC para hacer posible la pertenencia simultá- retos que resulta cada vez más difícil de concretar en intereses
nea a varios tipos de espacio: por ejemplo, el uso de equipos por- colectivos estables aceptados por todos. Los representantes loca-
tátiles permite desarrollar actividades de distinta naturaleza <::n un les, el Estado, los urbanistas y los expertos de todo tipo tienen
mismo lugar: trabajar en un medio de transporte, comunicarse menos capacidad para fundamentar sus actuaciones y propues-
desde un lugar público, ere. El neo urbanismo debe intentar orde- tas en un interés general o común objetivo y único. Además, el
nar estas posibilidades, concebir espacios múltiples con n dimen- desarrollo de ciencia y técnica muestra complicaciones incxrri-
siones sociales y funcionales, hiperespacios que combinen lo real cables donde, en otro tiempo, tan sólo había problemas que re-
y lo virtual, propicios tanto a la intimidad como a la socializa- solver: la experiencia en la que se basaba la decisión calificada de
ción. Las nuevas tecnologías de la información y de la comunica interés general se ha sustituido por la controversia entre exper-
ción imprimen a l.ts ciudades el sello de sus estructuras y en pani- tos; ahora, quienes toman las decisiones se enfrentan al espinoso
cular la distinción entre hardware y software. principio de precaución. Una decisión no puede considerarse
El hecho de rcner en eu en ra las costumbres sociales lleva a los ya como de interés general o común tan sólo por el hecho de su
diseñadores a incluir progresivamente la responsabi lidad de ex- sustancia objetiva. Es la forma, el «procedim ientO» según el cual
80 lOS NUEVOS PRJN( IPIO DEL URBANISMO 1OS PRINCIPIOS DEL NUEVO URBAN ISMO 81

ha sido elaborada y finalmente coproducid a por los acrores im- vicios en el ámbiro urbano. l:.sta «administración » era coherente
plicados, lo que le con flcre in fine su carácter de in terés gene- con un urbanismo que prohibía y controlaba tanro como proyec-
ral. Las divergencias y conOicws no se resuelven apenas por las taba, que aplicaba principios y soluciones y tenía una [endencia
mayorías, ya que éstas son cada vez más circunstanciales, sino estructural a negar l as especificidades de cada ciudad, lugar, cul-
por compromisos que permiten tratar muchas situaci ones colec.- tura o reducirlas a un simple decorado.
nvas. El neourbanismo in[enta resolver los problemas caso por
Los procedimienros de identificación y formulación de Jos caso y elaborar soluciones adaptadas a cada situ ación. La expe-
problemas y de negociación de sus condici ones adquieren un a riencia y conocim i entos acumulados y la técnica no se utilizan
importan cia creciente y d ecisiva. La participación -en formas para aplicar soluciones repetitivas, sino para aumentar sus posi-
diversas- de los habitantes, usuarios, vecinos y de todos los acto- bilidades de adaptación a contextos particulares, cambiantes e
res implicados en este proceso es esencial. Ya no se trata tan sólo inciertos. Actúa en el seno de un sistema complejo de actores
de debatir entre opciones diferentes, de mejorar las soluciones cuyas lógicas son diferente y funcionan en un medio cada vez
propuestas, sino de coproducir el marco de referencia y la formu- más abierto. Para ello hay que diseñar marcos comunes de ac-
lación misma de los desafíos. tuación y reglas del juego que no se opongan a las ideas de los
Estas gestiones proccdimenrales modifican la naturaleza de l a actores sino que las conci lien, utilizándolas en beneficio de sus
üuervención de los experros y profesionales, y en concreto del propios proyectos, produciendo sinergias R y a rbi trando cuan-
trabajo del urbani sra. Éstos deben inscribir su intervención en do las situacion es parezcan inextricables y las aurorregulaciones
procesos a largo plazo, que a veces encajan mal con la lógica del fallen
mercado y los cambios polfticos locales. Además, cada vez les re- .
sulca más difícil adaptar su intervención al interés general, y de- El neourbanismo da prioridad a la regulación sobre la admi-
ben poner sus conocimientos al servicio de diversos grupos y acto- nistración. Los poderes públicos intentan garantizar el funcio-
res, lo que plantea de una forma nueva las cuestiones de ética y namiento << regular» de los sisten1as de actores urbanos; actúan
deontología en este campo profesional . para limitar los problemas de funcionamiento y las incoheren-
El neourbanismo fon1enra la negociación y el com promi so cias. ln1pul san la gestión procedimental de interés general. En
frente a la aplicación de la regla mayoritaria, el contrato frente a la medida de lo posib l e hacen hacer en lugar de hacer, para
la ley, la solución ad hoc frente a la norma. aprovechar los conocimientos y la experiencia de l os especialis-
tas. Pero también cont rolan, evalúan, corrigen, compensan y,
en ocasiones, sanciona n. Para ello hacen falta competencias
7. Readaptar la misión de los poderes ptiblicos técnicas, sistemas de inspección y bases de daros mucho más
elaborados que los que estaban a disposición de las administra-
De la adrninistmción a la regulación ciones, cuya actividad era repetitiva y estaba mucho más regu-
lada. El neourbanismo supone, pues, la readaptación de los ob-
Los poderes públicos administraban el urbanismo moderno, es jetivos y de las personas que trabajan por cuenta de los poderes
decir, garantizaban la aplicación de las leyes, planes y reglamen- pttblicos.
tos, las misiones de interés general y el funcionamiento de los ser-
82 LOS NUEVOS PRI N< IPI OS DFl U RBAN ISMO l.O PRI NC I PIOS OFL NUEVO URBAN ISMO 83

8. Responder ti In variedad de gustos y demandas estéticas -cuando afectan a espacios públicos- en procedimi en-
tos prop ios d el debate dem ocráLi co, modifica nd o el marco de ac-
De una arquitectum jimcionaf a un diseño urbano atractivo tuación de l os creadores y "u relación con lo públ i co y lo político.

El urbanismo moderno se apoyaba en arquitecmras y formas u r-


banas que respond ían a u na ideología funcionalist a que se inten - 9. Pr01nover una nueva calidad m·bana.
taba generalizar. Puso en práctica conceptos global es -por n o
llamarlos totalitarios- sobre J a ciudad , y no dud ó en algunos casos De fas funciones simples al urbanismo multisensorial
en hacer tabla rasa del pasado, pero también d esarrolló l a noci ón
típicamente modern a d e «p at rimoni o», conservando ciudades, El ur ba nismo moderno desarrolló un funcionalismo basra nte ele-
vestigios, mo num en ros pa ra el recuerdo y elemenros notables por men tal, canto por el tipo de fu nciones (trabaj ar, habitar, divertir-
su valor artístico. se, abasrecerse, desplazar e...) como por la forma de llevarlas a
El neourbanism o, por el conrrario, admite la complejidad y cabo.
debe proponer una serie de formas y amb ien tes arqu itectónicos y El neourbanismo desarrolla una gestión fun cional mucho más
urbanos a una socied ad my diferenciada en su composición , sus sutil, teniendo en cuen ta l a comp lejidad y la varied ad de prácticas
costumb res y gustos. Enfren tado a una ciudad cada día más m ó- urban as e intentando respond er a ellos mediante soluci ones mul-
vil en la que los actores pu eden elegir su lugar en mayor m edid a, tifun cionales. Enfren tado a demandas cada vez más elevadas y a
el neourbanismo debe seducir proponiendo un tipo de ciudad a n1úlriples formas de com petencia enue espacios, inrenta ofrecer
la carra que ofrezca distin ras combinaciones de características ur - en los lugares públicos y espacios exreriores un a calidad equiva-
banas. Para ello no duda en u rilizar formas antiguas y estilos ver- lente a la de los sirios pr ivados y espacios interiores. Tiene en
náculos, así como arquetipos mod ernos. Habiendo roto con las cuen ta las dimensiones multisensoriales del espacio y se aplica a
ideologías simplificadoras y totalitarias del progreso, se acomoda trabajar n o sólo en lo visible, sino también en los aspectos sono-
a la complejidad de las ciudades que ha heredado y actúa en ellas. ros, táctiles y olfativos . El diseño multisensorial de las ciudad es
Tan1b ién patrimoniali za cada vez más el edificio existente, trans- permite crear ambientes distintos y más cómodos para las perso-
formándolo en museo e integrándolo en la nueva economía cul - nas que sufren minusval ías sensoriales y motrices.
tural y rurística urbana o bien asignándole nuevos usos. El neour-
banismo intenta por todos los medios utilizar las dinámicas del
mercado para producir o conservar los valores sim bólicos de la 1O. Adaptar la democracia a la tercera revolución urbana
ciudad antigua.
El nuevo urbanismo ap rovecha las distintas arquitecturas y las Del gobierno de las ciudades a !tr gobernancia metapolitana
formas urbanas para crear ciudades diversificad as, ofrecer alterna-
tivas y hacer posibles los camb ios a escala metapolitan a. En cieno El urba nismo moderno necesitaba formas de gobi erno firmes, de-
modo con fiere una imporrancia renovada a la cuestió n de l os esti- cididas y q ue dispu sieran de poderes fuerres para ser capaces n o
los arquitectónicos separán dolos de las cuesriones de funcionali- sól o de imponer reglas y h acerlas cumplir, sino de impulsar el
dad y morfología urbanas. Pero también inscribe estas opciones cambio de forma volun ta ria. Esta autoridad se apoyaba en la in-
84 1OS NUEVOS PRINCIPIOS DEL URBANISMO lOS PRINCIPIOS DEL NUEVO URBAN ISMO 85

termediación social de la escuela, la Iglesia y el comercio loc.al; era En conclusión, para resumir y calificar este neourbanismo que
un cipo de gobierno de las ciudades protegido de forma más o inicia su camino, al meno\ en el mundo occidental. podemos clc-
menos centralizada según los países. cu que es:
El neourbanismo se enfrenta a grupos sociales diversificados, a
individuos mulripertenecienres, a territorios social y espacialm en -un urbanismo de dispositivos: no se trata tanro de diseñar
te heterogéneos, a una vida asociativa prolífica pero a menudo planes como de establecer dispositivos que los elaboren, los
efímera, al declive de la mediación que ejerdan maestros, curas, discutan, los negocien y los hagan avanzar;
tenderos de barrio, porteros, etc. Debe apoyarse en lógicas técni- - un urbanismo reflexivo: el análisis no precede a la regb y al
co-económicas privadas que difieren profundamente de las cultu - proyecto, sino que está presente permanentemente. El co-
ras y de Jos modos de actuar pú licos. Necesita nuevas rormas de nocimiento y la información se usan antes, durante y des-
pensar y ejecutar las decisiones públicas que permitan consultar pués de l a acción. Recíprocamente, el proyecto se convierte
con los habitantes, usuarios, vecinos, actores y expertos de todo plenamente en instrumento de conocimienw y negocia-
.,
tipo el proceso de wma de decisiones y vinculados a él. c1on;
El gobierno de las c.iudades deja paso a la gobernancia urbana, -un urbanismo precavido que da lugar a controversias y que
que podemos definir como un sistema de dispositivos y de modos se procura los medios para tener en cuenta los efectos y las
de actuación que reúne a instituciones y representantes de la so- exigencias del desarrollo sostenible;
ciedad civil para elaborar y poner en marcha las políticas y las de- -un urbanismo parricipativo: la concepción y la realización
cisiones públicas. de proyecro son el resultado de la intervención de muchos
La gobernancia urbana supone un enriquecimiento de la de- actorc con ideas distintas y de la combinación de dichas
mocracia representativa por nuevos procedimientos deliberativos ideas;
y consultivos. Se hace necesaria una relación n1ás directa con los -un urbanismo flexible, de consenso, de efecto catalizador,
ciudadanos y al mismo ti empo formas democráti cas de represen- en sintonía con las dinámicas de la sociedad;
tación a escala merapolitana, que es la escaJa a la que deben to- -un urbanismo het erogéneo, compuesto de elementos híbri-
marse las decisiones urbanas estructurales y estratégicas. Esta ni- dos, de soluciones múltiples, de redundancias, de diferen-
velación de la democracia local es uno de los elementos esenciales cias;
del futuro de las ciudades y de las sociedades occidenta les. El ries- -un urbanismo estilfsticamente abierto que, al separar el di-
go de que la mayor auLOnomía de los individuos y l a fuerza cre- seño urbano de las ideologías político-culturales y urbanís-
ciente de la economía de mercado profundicen las desigualdades ticas, deja terreno para elecciones formales y estéticas;
sociales actuales o de que aparezcan otras nuevas es muy airo. Y la -un urbanismo mulü ensorial que enriquece la urbanidad
democracia de ,·ecindad sin democracia metapolirana no basta de un lugar.
para que los ciudadanos tomen conciencia de que su uene va
unida. Por el contrario, el debate democrátjco sobre el futuro y la Dicho con ouas palabras, el neourbanismo es un plan particu-
gestión de la metápolis puede contribuir a desarrollar esta solida- larmente ambicioso que necesita n1ás conocimienros, más expe-
rjdad reflexiva, necesaria a todos los niveles -del local al glo- riencias y más dernoc.racia.
bal- y de la que depende el futuro de nues[fas ociedadcs.

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