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ISSN 0395-2221 Relaciones de la Sociedad Argentina de Antropotogia. T. XIV, Nr 1, N.S. Bs. As, 1980 PATRONES DE ASENTAMIENTO INCAICO EN ONA PROVINCIA MARGINAL DEL IMPeR10 IMPLICANCIAS SOCIO-CULTURALES ° Alberto Rex Gonzdlez** 0. Propésitos y Métodos. Este trabajo tiene por objeto el estudio de los patrones de asentamiento (P. A.) incaicos del Noroeste Argentino (N.O.A.) y fo que estos patrones nos sugieren sobre las relaciones socio-culturales del Es- tado Inca con las etnias locales y ~por comparacién— las dimilitudes y diferencias de los mismos con otras regiones del Imperio. Para cumplir con nuestros propésitos trataremos los siguientes puntos fun- damentales: 1, Patrones de asentamiento incaicos de acuerdo con los estudios arqueolé- sicos existentes y la experiencia personal en el terreno, Definidos segin indicadores precisos Chasificaci de los asentamientos de acuerdo con sus aspectos formales ¥. los principios que creemos fundamentales en el funcionamiento del Estado Inca. 3. Comparacién de los distintos sectores geograficos del N.O. A. buseando las diferencias 0 similitudes culturales y ecolégicas de cada sector y su incidencia sobre los P. A. ineaicos. 4. Comparseién general de los B. A. incaicos del N.O.A. con los de otras provincias periféricas del Imperio como Ecuador y Bolivia. En nuestro trabajo tratamos de complementar los datos arqueolégicos con Ja informacién hist6rien. * Este trabajo fue presentado al Simposio orginiaado por Ia Wenner-Gren Foundation for anropologcal Research, en su sede de Burg-Warterstein (Austria) entre el 16 y ol 24 de agosto de 1960, en homenaje sl arquedlogo Dr. Gordon Willey. La versién inglesa el mismo serd publicada en un volumen editado por ls Universided de Harvard, Cambridge. Mass. EEUU. Copias xerografiadss del trabajo clreularon en nuestro medio antes de ren Iizado dicho Simpesio, Tavestigadar del CONICET. } Universidad del Salvador. Buenos Aires, \ -6- 1. ELN. O. A. provincia periférica del Imperio 1.1. Generalidades. El N.O.A. conjuntamente con el territorio chileno, hhasta el Sur del Valle Central, fueron las provincias més autrales del Incario. Restos del “horizonte incaico” se hallan en abundancia desde las limites con Bolivia, por el Norte, hasta Uspallata, en la provincia de Mendoza, por el Sur, ‘a mis de 2000 km, a vuelo de péjaro, desde el Cusco. ‘La gran distancia del N. 0 .A. a la capital incaica debi6 incidir sobre muchos aspectos de la ocupacién imperial de esta regién, Los excedentes de granos y lana destinados a los depésitos —del Sol y el Inca~ enviados desde las provincias a la capital, debieron ser reemplazados por otros productos de transporte mas facil. El proceso redistributive, base de la economia imperial, tuvo que tener vatiantes locales. Ast Io sugieren los P.A. y lo confirman: los cronistas. Polo dice claramente: ~...se pretendia el reconocimiento y que la grandeza del sefior se entendiese sino era oro y ropa porque era poco el peso (..-) y de las demas comarcas se traya Ia comida quanto mas cerca trayan mas, y quanto mas lexos menos (...)*. (Citado por Murra, 1978; p. 163). La principal razén de la ocu- pacién incaica en el N.O. A. fue creemos, la explotacién minera. Igual criterio sostienen algunos colegas chilenos para su terztorio (Llagostera, 1976). Pero las diferentes formas de la ocupacién incaica de las provincias peri- féricas no estaban relacionadas solamente con las distancias al centro capitalino, sino con las diferencias culturales de sus respectivas etnias, sobre todo en lo que se refiere al grado de complejidad en la organizacién socio-politica y reli- gio, y & Ia densidad y concentracién de la poblacién de esas etnias. Los pueblos encontrados por los incas en el N.O. A. parece no superaron cl nivel tribal. A lo sumo existieron pequefios seiorios que abarcaron un valle 0 parte de éste (Valle Calcbaqui, Yocavil y Ia Quebrada de Humahuaca, ete.). Pocos poblados parecen haber superado los 2000 habitantes, pese a lo cual a veces se habla de “ciudades”. Otros ereen que solamente bajo la influencia incaica algunos poblados alcanzaron una categoria semiurbana (Madrazo y Otonello, 1966; p.25). La sociedad de las etnias locales reconacié diferencias de estatus pero no de clases. Lo més importante desde nuestro punto de vista es que el ‘organismo social se basé en el ayllu endino como grupo familiar y productor + En tecnologia es importante sefialar, para los propésitos de este artfculo, el conocimiento avanzado de técnicas metalirgicas desde el Periodo Temprano, Ja que aparece casi con las primeras culturas agro-alfareras. Se tuvo conocimiento de la eleacién del bronce quizés antes del 600 A. D. (Gonzélez, 1975). 2. Patrones de axentamiento incaicos en el N.O. A. 2.1, Antecedentes. El problema de la presencia incaica en el N. O. A. esta plan: teado desde el coimenzo de los estudios arquealégions en esta regidn. En el resu- men de Bennett se anelizan 39 sitios de origen o con influencia incaica (Bennett, 1948; p. 41 y 115). Madrazo aneliza 12 sitios (Madrazo y Otonello, 1968; p. 54 y ss.). En un trabajo reciente Raffin (1979) menciona 124 sitios como postbles asentamientos 0 con influencia incaica de los cuales 99 fueron excavados por arqueslogos. 1 Feltan estudios sobre este punto, pero en documentos histéricos el ayilu aparece rmencionado muchas veces, Se lo encuentra hasta la provincia de Cérdoba. -w- OS La informacién histérica que tenemos respecto a las provincias marginales , por supuesto, inferior a Ia del Centro Imperial, Los grandes cronistas como Cieza, Polo, Sarmiento, etc, ro conocieron los actuales tertitorios de Chile ye Noa, 22. Limites de la ocupacién incaica, El limite Norte de Ia ocupacién incaica esté claramente establecido por una serie de Tambos descriptos por Matienzo en 1566, muchos de los cuales tienen comprobacién arqueolégica (Matienzo 1910; p. 182); Boman, 1908 I; p. 204; Strube, 1966), El mito occidental lo dabn 1a alta cordillera que separa el N. O. A. de las provincias chilenas pero que era compartida por iguales “santuarios de altura”, En Ja zona oriental los limites de Ia ocupacién incaica Jo dan las selvas ‘topicales. En la de Salta hay milltiples evidencias de ocupacién incaica en el Valle de Lerma (Fock, 1961). Hacia la provincia de Tucumén los limites de- bieron ser las Cumbres Calchaquies hasta el Valle de Taff segin la Probanza de Gonzilez de Prado (Strube, 1943), En Santiago del Estero y hacia el Sur de esta provincia, no se hallan asentamientos incaicos. 23, Indicadores de ocupacién o influencia ineaica. Los indicadores de asen- tamientos incaicos son de diversa naturaleza. Los examinaremos rapidement remitiéndonos a la bibliografia donde se los analiza y describe en detalle. 231, El elemento que por su abundancia y rasgos sigue siendo el més impor- tante para el diagnéstico, es la alfareria, Puede dividisse en distintos grupos: 1) Los tipos cusqueios de importacién, Son excepcionales (Bennett, 1945, P.15)*. 2) Los tipos locales que copian o imitan a los cusquefios, 3) Los tipos en los que se mezclan rasgos incaicos con otros locales. 4) Los tipos incaicos ue mezclan rasgos ineaieos con otros locales pero pertenecen a regiones fuera del N.O.A. Los més comunes identificados hasta ahora, son el Inea-Pacajes Saxamar, de origen altiplénico y el Inca-Coquimbo, del Norte Chico de Chile 282. En los objetos de metal hay algunos muy definidamente incaicos, aunque 8 difiell decir cuéndo son de fabricacién local o importados. Sélo el andlisis cualitativo puede dar a veces la clave (Fock, 1961; p.79). Nosotros hemos dado vuna lista de elementos metilicos incaicos caracteristicos hallados en el N.O. A. (Gonzilez, 1975). 23.3, En arquitectura los elementos diagnésticos son mucho menos frecuentes que las piezas de cardcter mobiliar. No existen para nada en el N.O. A. y Chile las construcciones con sillares canteados, del tipo cuadrangular y poligonal, con 0 sin almohadillado, que dieran tanto realee estético a las construcciones del Centro Neurailgico del Imperio. Elementos definitorios de la arquitectura incafea como los vanos trapezoides de puertas, ventanas y homacinas s6lo ocurre con excep- eign en el N.O. A. Lo misino ocurre con los hastiales de tapia y piedra provistos de ventanas. Sin embargo algunos elementos pueden servir como indicadores locales frente a su ausencia en épocas prejncaicas. Tales son las hornacinas, las troneras en las murallas y quizas el Recténigulo Perimetral Compuesto (R.P.C; ‘Madrazo y Otonello, 1968; p. 61). También perduran algunos rasgos generales {neaicos readaptados, como las formas de la planta, Ia distribucién del espacio 3 Rowe (1949, p. 642) acepta como de origen eutquetio uno solo de les arfbalos publicados por Bennett, % — 85

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