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©Rama Latinoamericana lASPM, 1999

Registro de Propiedad Intelectual N" 107.361


ISBN N" 956-288-171-7
Derechos reservados

Primera edición: enero 1999


Impreso en Santiago de Chile por Dolmen Ediciones

Edición : Rodrigo Torres A.


Diseño : Patricia Rodóguez J.

Esta publicación fue financiada por el Fondo de Desarrollo de las


Artes y la Cultura (FONDART), Ministerio de Educación de Chile.

Distribución:
Casilla 2100 Correo Central, Santiago - Chile
Tel. (56-2) 6781337; Fax (56-2) 6711435
email: rtorres@abello.dic.uchile.cl
FOLCLORE MUSICAL Y MÚSICA POPULAR
URBANA iPROYECCIONES ?

Enrique Cámara

El objetivo de este texto es proponer algunas reflexiones acerca de la


expresión «proyección folclórica» como categoría conceptual utilizada
por los estudiosos del folclore en algunos países de América Latina a
partir de las propuestas de Carlos Vega (1944) y Augusto Raúl Cortazar
(1965)1. En anteriores ocasiones he sugerido la ampliación del campo
semántico abarcado por esta expresión -cuyo uso por parte de los autores
mencionados ya significó una extensión de las definiciones presentadas
en los diccionarios de la lengua castellana- para abarcar todos los pro-
cesos de comunicación transcultural (Cámara 1996; en prensa). Ahora
creo oportuno proponer una discusión en torno a la conveniencia de se-
guir utilizando este rótulo o de decidir su exclusión a partir de razona-
mientos basados en los datos que proporciona la realidad hoy. Una reali-
dad que incluye la apropiación de algunas estructuras literarias y musica-
les del folclore por parte de cantores del rock argentino y que abarca
aspectos funcionales y semiológicos. Para permitir una correlación entre
este texto y los dos que ya he presentado sobre el mismo tema, utilizo
como ejemplo el mismo género literario-musical del folclore argentino:
la baguala.

Bagualas y coplas
Bajo el término «baguala» los estudiosos de la cultura tradicional andina
del Sur agrupan una serie de repertorios que reciben en las distintas loca-
lidades los nombres de «baguala», «copla», <<joi-joi», «tono», «tonada»,
«vidalita» y otros. Se trata de uno de los tipos de canción más representa-
tivos del patrimonio literario y musical de los habitantes del noroeste
argentino y zonas limítrofes. Las principales características musicales y
literarias de la baguala son, respectivamente, el uso casi constante de un
sistema sonoro trifónico -que coincide casi siempre con el acorde perfec-

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último término dentro del ámbito de la proyección folclórica, con la intención de abarcar
to mayor, pero que en áreas restringidas incluye la trifonía menor y otras
todos los fenómenos de comunicación transcultural. El siguiente listado es un resumen
organizaciones de alturas- y el predominante empleo de la cuarteta de los casos que analicé entonces:
octosilábica de origen español con rima asonante en los versos pares,
• Ejemplificación ante recolectores y turistas por parte de informantes.
intercalada en algunos casos con otras estructuras literarias que reciben
• Visitas de cantores a localidades en ocasión de festejos locales o familiares.
el nombre de mote o estribillo2• Casi todos los cantos utilizan el castella-
• Presentación de los cantores en concursos y festivales.
no, pero el quichua aparece esporádicamente en vocablos aislados o en
• Espectáculos en ciudades (teatros, salones de embajadas e instituciones cul-
estructuras completas. turales, etc.).
Los factores tímbricos y ornamentales son de primaria importancia en la
• Uso de los medios de comunicación masiva.
baguala: las expresiones "cantar por grueso" o "por delgadito" hacen re-
• Presentaciones en radioemisoras de provincia.
ferencia a dos tipos de emisión vocal que utilizan respectivamente los
• Grabaciones comerciales.
registros de pecho y de cabeza, solos o alternados. Este concepto tímbrico
• Uso de materiales o estilemas de bagual a en composiciones musicales.
se complementa con el infaltable uso de un bordón metálico llamado
• Citas literarias de la baguala.
«charlera» o «chirlera» en una de las membranas de la caja (tambor de
A las reflexiones que propuse en los textos citados con referencia a estos casos de pro-
marco que acompaña este tipo de cantos durante el período estival). El
yección, quisiera agregar ahora algunas observaciones sobre el fenómeno de
vocablo kenko (en quichua "sinuoso, serpenteado") alude a la ornamen-
resemantización que se produce en todos ellos. A nivel folclórico de base -es decir, entre
tación de la melodía por medio de glisandos, apoyaturas, quejidos y otros
los cultores originarios-, «la baguala es un vehículo de alto poder comunicativo, a
artificios que en ciertas ocasiones y en áreas determinadas son sumamen-
través del cual se expresan sentimientos, se neutralizan tensiones individuales y sociales,
te apreciados por cantores y oyentes.
se afianzan y renuevan relaciones de parentesco, se garantiza la eficacia de ciertos ritua-
El canto de bagualas con caja está presente en las principales festividades
les, se reafirma la pertenencia a una localidad y a una subcultura, se ejercita un lenguaje
del calendario andino (desentierros y entierros del Carnaval, señaladas
verbal y sonoro, se canalizan los comportamientos transgresivos, se confirman las nor-
propiciatorias de ganado, ceremonias de purificación, homenajes a la
mas institucionales, se exhiben las propias dotes vocales y de memoria y se valoran las
Pachamama, reuniones en carpas, visitas a familiares, actos de
ajenas, se experimentan el goce estético y la fusión del ser individual en el colectivo, se
reafmnación de los vínculos de compadrazgo y comadrazgo, rondas y
confirman las funciones diferenciales de sexo y edad, se incorporan valores estéticos y
contrapuntos de coplas).
comportamentales de la sociedad a la que se pertenece, se ejercitan capacidades lúdicas,
Se practica en ruedas de canto colectivo (con eventual aparición de con-
se explicitan funciones identitarias e identificatorias y se desarrollan técnicas creativas
trapuntos de coplas), en contrapuntos de pareja (mixta o no), de modo
en las esferas literaria y musical» (Cámara, en prensa). Esta riqueza de significados con-
individual alternado en reuniones, o como soliloquio canoro. No faltan
sensuales del género permite al observador externo encontrar ejemplos que otorguen
ocasiones de canto inducido por un recolector y producido por un indivi-
validez a cualquier tipo de taxonomía funcional. Por ejemplo, si se aplica la famosa
duo o de un grupo, en reuniones improvisadas o en sesiones organizadas
clasificación de Merriam (1964), es posible encontrar textos de bagualas para todas las
en lugares tales como escuelas en las que cantan los alumnos. Los con-
categorías señaladas por este autor:
cursos de coplas y las ejemplificaciones ante turistas o estudiosos foráneos
constituyen ocasiones cada vez más frecuentes del canto de bagualas; y
cabe agregar además los recitales en teatros y las grabaciones en estudio 1. Expresión de emociones:
«Esta cajita que toco
con fines de edición y difusión comercial.
tiene boca y sabe hablar,
sólo los ojos le faltan
Proyección y resemantización
para ayudarme a llorar.»
En el texto de 1996 propuse incluir estos fenómenos mencionados en
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«Yo no canto por cantar 4. Comunicación: «Cuando llega el Carnaval
ni por tener buena voz, «Estando con mis amigos no almuerzo ni ceno nada:
canto por desechar penas me hace que nada me falta, me mantengo con la copla,
que me atormentan por vos.» no soy capaz de cambiarlos me duermo con la tonada.»
ni con oro, ni con plata.»
«A mí me mandan que cante «Cuando canto quince días
no estando para cantar, «Cantá si sabís cantar, recién me voy componiendo
mi corazón destrozado bailá si sabís bailar, como pimpollo de rosa
más está para llorar.» acompañate conmigo que recién va floreciendo.»
si te sabís alegrar.»
2. Goce estético: 7. Conformismo y respeto de las normas sociales:
«¡Caramba que has cantao lindo! «Echen coplas de otra orilla «Aquí me han puesto que cante
casi me has hecho llorar como piedra de afilar, sabiendo que no sé nada
al ruido de la sirena que no diga el dueño 'e casa: habiendo tantos cantores
casi me ha hecho acordar.» -mozo sin habilidad.» de diferentes tonadas.»

«Aquí han de saber cantar «Desde arriba me hi venido 8. Soporte de las instituciones sociales y de los ritos religiosos:
clarito como yo canto, escribiendo en los cardones, «A mi comadre la recibo
han de saber hacer bulla las letras vienen diciendo: y el jueves que es debido
como la perdiz del campo.» -echen coplas los varones.» bajo de este cielorraso
con los tres vasos de obligo.»
3. Entretenimiento: «Desde ariba me hi venido
«Desde Volcán me hi venido escribiendo en las paredes, "Traé la chuspa, vidita,
y a divertirme cantando, las letras vienen diciendo: traé la chuspa, coqueemos,
porque por ahí donde vivo -echen coplas las mujeres.» adivinemos la suerte,
triste me paso llorando.» hoja por hoja tiremos."
5. Representación simbólica:
«Con la caja y los palillos «La baguala es una lonja 9. Contribución a la continuidad y estabilidad de la cultura:
ya saben a lo que vengo: que sirve de pezcuecero, "Pachamama, santa tierra,
a divertirme cantando, así como sirve un lazo no me llevés todavía,
y ése es el gusto que tengo.» en manos de algún puestero.» mirá que soy chiquitita
y quiero dejar semilla."
«Tocá cajita por Dios, 6. Respuesta física:
soltá toda tu carrera, «Con la cajita en la mano Podríamos usar otros textos literarios de baguala para ampliar o enriquecer esta enume-
que se quiere divertir y el beso de una mujer ración de funciones. Por ejemplo, quien canta:
un gusano de la tierra.» soy capaz de mantenerme
quince días sin comer.»

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"Ya se viene el Carnaval plas estuvo totalmente ausente de la manifestación, tuve ocasión de presenciar un caso
por la Cuesta 'e Saladillo, de auto-comunicación: un anciano sentado en un rincón cantaba su desacuerdo con las
aquí lo estoy esperando decisiones políticas de los gobernantes de la provincia por medio de coplas entonadas
con la copla en el bolsillo." con voz ronca y casi inaudible a causa del alto volumen de la música de danza transmi-
tida por los altavoces. Era evidente que el cantor utilizaba la estructura correspondiente
... declara que está preparando su espíritu -simbolizado en este texto por a las coplas propias del Alto Jujuy para reflexionar a solas sobre un tema que le preocu-
la copla- para el encuentro ritual con el tiempo fuerte y significativo paba.
que él personifica en el Carnaval. Esto significa que es posible matizar En los ejemplares sometidos a un fuerte proceso de urbanización -de modo particular en
las categorías y especificar más las funciones. Si en ocasiones tales como los casos de proyección que ocupan los últimos puestos en la lista que mencioné antes-
los bailes que se organizan en las carpas o locales, las visitas de las com- este universo semántico propio del uso del género entre sus cultores originarios desapa-
parsas a casas particulares o los festivales de máscaras, los eventos musi- rece casi por completo y es sustituido por otro relacionado con la asunción de la baguala
cales conforman una suerte de paisaje acústico con función recreativa, en como emblema de identificación con la cultura tradicional del país. Esta es la principal
otras, como en el contrapunto de coplas, los hechos sonoros asumen fun- función cumplida por la cita y por el uso de estructuras de baguala en canciones que
ciones de relación social e interindividual significativas. Cantar la pro- hacen referencia al ámbito rural. En algunos casos, la simple mención del género parece
testa, proponer la relación sexual, agredir a los miembros del otro sexo tener el efecto mágico e inmediato de persuadir al auditor acerca de la adhesión de los
para confirmar la separación y complementación de roles e ironizar sobre autores a una especie de cultura «primigenia» 3• Los cantores de rock participan en estos
las instituciones sociales para sancionar la validez de las mismas son al- procesos al cantar bagualas en las que intentan reproducir con la mayor fidelidad posible
gunas de las funciones que detenta el canto de bagualas en cuanto hecho todos los parámetros de externación (emisión vocal, ornamentos, pronunciación, etc.).
comunicativo socialmente vigente y culturalmente formalizado para la Al margen de los problemas de tipo ético que se pueden presentar cuando no se cita la
consecución de tales fines. fuente que se está imitando con tanto empeño\ estos fenómenos implican una proyec-
Menciono dos ejemplos que ilustran sobre la potencia y significación ción del género hacia un público nuevo, constituido principalmente por los oyentes de
funcional del género que estoy considerando: La copla entonada al borde rock (en la medida en que éstos aceptan comprar tales grabaciones -que contienen tam-
del llanto por una cantora al subir al autobús repleto de personas que, bién ejemplares cantados por músicos del ambiente folk- para escuchar a sus ídolos en
como ella, abandonaban la localidad altiplánica de Abra Pampa a las sie- esta particular operación de apropiación de repertorios del folclore).
te de la mañana del lunes de carnaval de 1989 tras haber pasado toda una Un análisis de las distintas narrativas que se asocian a la baguala cuando ésta es sometida
noche de festejos, constituyó uno de los innumerables casos de apelación a procesos de proyección permitiría detectar otros casos de resemantización. Cito como
a la baguala como vehículo expresivo preferencial en momentos de fuer- ejemplos de ello, la tristeza con que los observadores ajenos a la subcultura de uso carac-
te emoción. Otro ejemplo es el que observé en San Salvador de Jujuy el terizan al género y la sarta de afirmaciones grandilocuentes de corte nacionalista que
1o de agosto de 1990, durante el transcurso de los actos rituales en honor desarrollaron algunos poetas urbanos salteños -con epítetos tales como «grito de la tie-
de la Pachamama -a la que está dedicado ese mes- organizados por el rra» o «esencia de la raza»- y que contamina incluso a los usuarios emigrados a las
C.O.A.J. (Consejo de Organizaciones Aborígenes de Jujuy). El acto capitales. En Salta -capital de provincia- un cantor de bagualas habituado a dialogar
celebrativo se realizó por la mañana y consistió en una serie de ofrendas con turistas me dice que la baguala es «arisca e indómita como el bagual». En Buenos
alimenticias que, de acuerdo con la tradición, fueron depositadas en el Aires una cantora -influída por el folclorista Carlos Aban- verbaliza conceptos sobre la
pozo excavado en la tierra a tal fin por los representantes de las tres etnias baguala similares a los usados por los nativistas y no es posible delucidar si lo hace
principales actualmente vivas en Jujuy. A continuación se sirvió un al- porque piensa que eso es lo que yo espero que me cuente o si lo hace por propia convic-
muerzo, después del cual comenzaron las actuaciones de grupos musica- ción (pero, de hecho, su versión contrasta con las verbalizaciones de los cantores in situ).
les que ejecutaron cumbias y danzas folclóricas. Si bien el canto de co- Estos y otros casos de resemantización mediata -o mediada- implican la inclusión del

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género proyectado en un circuito mucho más próximo al de los reperto- observan e interpretan los resultados de estos fenómenos. Aunque no pueda extenderme
rios de música popular urbana5• ahora en consideraciones a este respecto, creo que los conceptos de proyección folclórica
Pero, si retrocedemos hacia el «campo» nuevamente, encontraremos que y reviva! pertenecen al tipo de categorías que es necesario adaptar a la realidad resultante
la transformación semántica puede verificarse ya en la fase inicial de la de dichos procesos. Para lograr tal adaptación deberíamos partir de una postura
transmisión transcultural: el mismo acto de cantar ante un aparato graba- epistemológica que nos capacite para estudiar y comprender el cambio mismo. Esto
dor manipulado por un estudioso foráneo implica un grado de significa buscar un concepto o categoría que esté más allá del conflicto entre los objetos
resemantización operado por el mismo informante. Otros grados o aspec- y los procesos, es decir, que no focalice objetos concretos ni procesos específicos de
tos del fenómeno son provocados por agentes locales que pertenecen a un transformación, sino el devenir mismo de la cultura.
estrato social ajeno al de los cultores6• Es el caso de la transformación Urbanización, massmediatización, transplantes, procesos de aculturación (inculturación,
verificada en dos eventos sucesivos de canto de coplas en el mismo sitio deculturación, transculturación, asimilación, sincretismo), nacionalismo, nativismo, re-
-Humahuaca- y en la misma ocasión -festival de la chicha- que pre- gionalismo, tradicionalismo, reinvención de la tradición, popularización de modelos,
sencié el jueves de comadres del carnaval de 1977. La primera fue un identificación, ancestralismo, reviva!, hibridación. Estos y otros fenómenos han sido
"topamiento de comadres"7, seguido del canto de coplas en ronda, que se estudiados en relación con la música y se ha producido abundante literatura sobre el
llevó a cabo en un escenario al aire libre y que fue organizado por las tema. Por ejemplo, en un interesante libro de reciente publicación, Josep Martí incluye-
autoridades municipales de la localidad con el objeto de entretener a los de un modo sólo en parte explícito-- muchos de estos procesos en el fenómeno del
turistas mostrándoles un aspecto de la cultura local. Las coplas fueron folclorismo (Martí 1996). Al margen de los numerosos contenidos de reflexión aporta-
cantadas con algunos de los textos tradicionales más conocidos, sobre un dos por el texto, esta propuesta genérica provoca una cierta confusión en el lector, ya que
sonido único y sin que se verificara ningún caso de creación espontánea el autor no se propone en ningún momento caracterizar de modo neto y diferencial estos
de cuartetas o de variación melódica. Unas horas más tarde, cuando di- distintos aspectos. Tal vez deberíamos preguntarnos si no pecamos de «globalistas» cuando
chas autoridades se habían ausentado y la mayoría de los turistas se en- pretendemos proponer la inclusión de todos estos fenómenos en un rótulo único (llámese
contraba almorzando, se produjo en el mismo sitio -pero no en el escena- folclorismo, proyección, o como se quiera). Quizás sería mejor restituir el término pro-
rio, sino en el descampado circunstante- una rueda de contrapunto entre yección a sus significados originarios y buscar un vocablo nuevo para caracterizar tanto
sexos de gran duración, durante la cual los cantores se divirtieron diri- los fenómenos que caracterizaron Cortazar y Vega como los que se desprenden de la
giéndose como proyectiles de un sexo al otro muchas coplas que podría- observación de los procesos en acto hoy, como los que se señalan en este texto. La
mos calificar de "picarescas", algunas de las cuales pertenecían al reper- aplicación de esta expresión podría partir de una nueva adhesión al significado admitido
torio conocido, mientras que otras eran inventadas en el momento y en por la Real Academia de la Lengua y emplearse sólo en los casos en los que la proyec-
algunos casos producían verdaderas explosiones de hilaridad entre los ción se verifica a partir de un agente (que en este caso sería el usuario o cultor inicial del
presentes. Aquí tenemos un caso de resemantización inmediata, o de re- género folclórico) y trasciende hacia otros ámbitos subculturales o sociales.
torno a un campo semántico momentáneamente escondido por los mis- Inversamente, podríamos proseguir la vía indicada por Martí y -con la cautela
mos usuarios, quienes protagonizaron en un breve lapso de tiempo un metodológica necesaria para afrontar un panorama tan vasto de fenómenos- considerar
evento "proyectado" y otro de uso intracultural8• la posibilidad de existencia de proyecciones totales o parciales, simples o complejas,
homogéneas o heterogéneas (es decir, la proyección de todo el fenómeno o de partes del
Proyecciones, reviva!, folclorismo mismo, o de varios «objetos» mezclados, yuxtapuestos, superpuestos o combinados). En
Se ha señalado muchas veces el hecho de que los movimientos de la nue- ese caso, la proyección debería poder abarcar todo tipo de «deformaciones» y «alteracio-
va canción y de asociación con la protesta política y el compromiso so- nes» -es decir, transformaciones- del referente inicial; e incluir la cita, en todos sus
cial en América Latina dejaron huellas en la sensibilidad perceptiva de aspectos, la sugerencia, la alusión, el préstamo, las contrafacta. Asumiríamos entonces
los públicos, lo cual induce a nuevas reflexiones por parte de quienes que no se trata de un concepto único, sino múltiple, en el cual cabrían los procesos que

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acabamos de mencionar y otros que se configurarían como aspectos per- nes individuales y sociales y la tradición local, hablar de resemantización cuando se
tenecientes a ámbitos fenomenológicos vecinos. atraviesan fronteras culturales sigue teniendo sentido y las nuevas categorías interpretativas
Estos procesos no deberían ser examinados desde perspectivas estáticas que nos vemos estimulados a emplear cuando observamos y queremos entender el fun-
o unilaterales. El análisis de los mecanismos de urbanización, por ejem- cionamiento de estas sociedades encuentran nexos de relativa continuidad con las que se
plo, debería partir de una perspectiva que relativizara la vieja dicotomía usaron en décadas anteriores. Tal vez, si esperamos algunos años más, lleguemos a asis-
rural-rubano propuesta por Redfield. La localidad de Humahuaca, ubica- tir también en estas comunidades a esa rotura irremediable con el pasado de la que nos
da en el Norte de la provincia argentina de Jujuy, ocupa en el imaginario hablan los estudiosos de la cultura (con lo cual ya no tendrán aplicación las propuestas
de muchos porteños un lugar simbólico que la identifica como la como ésta de ampliación o transformación del campo semántico de un concepto o de una
quintaesencia de la cultura ruraVaborigen/ancestral argentina (y esto su- categoría, sino que será necesario comenzar de cero en la tarea interpretadora y
cede no sólo en Buenos Aires, sino en una buena porción del país). Pero taxonómica). Pero mientras esperamos la llegada de ese momento anunciado y si aún lo
al mismo tiempo es, para los pobladores de localidades mas pequeñas o consideramos pertinente, sigamos sometiendo a revisión las propuestas de los investiga-
de viviendas aisladas en los cerros o el altiplano, la ciudad más próxima dores del pasado en función de nuestras actuales observaciones de la realidad.
de referencia; un ambiente que ellos califican de urbano, en el que fun-
ciona incluso una escuela de magisterio y en el que muchos de los feste-
jos del carnaval están siendo modificados a un ritmo que consideran ver-
tiginoso a causa principalmente del aumento constante de afluencia de Notas
turistas. Por este motivo, algunos lugareños han decidido practicar algu- 'Carlos Vega señala tres tipos de proyección: política («la actividad que procura difundir en las ciudades
nas de las fases esenciales de esta fiesta en lugares apartados y en fechas extranjerizadas el conocimiento de la vida rural»), ética («las actividades que contraponen esas reservas
distintas de las que marca el calendario (por ejemplo, se reúnen en luga- antiguas a la expansión de reprobables e inconvenientes ideas, usos y costumbres modernas») y estética ("la
res apartados para proceder al ritual del desentierro del carnaval algunos acción que difunde el conocimiento de esas especies con fines artísticos") (Vega 1944: 59-60). Cortazar
define las proyecciones como «manifestaciones producidas fuera del ambiente geográfico y cultural de los
días más tarde de lo habitual). Humahuaca es rural o urbana, según el fenómenos determinables que se basan en la realidad folklórica cuyo estilo, formas o carácter trasuntan y
sitio desde donde se la mire. reelaboran en sus obras e interpretaciones, destinadas al público en general, preferentemente urbano, al cual
se transmiten por medios mecánicos e institucionalizados, propios de la civilización vigente en el momento
que se considera.» (Cortazar 1969).
Conclusión 2
A nivel emic se denomina coplas a las cuartetas cantadas sin intercalación de otras estructuras literarias. La
Soy consciente de que el tema de las proyecciones del folclore merece ser diversidad de denominaciones se verifica en los casos de estructuras compuestas (es decir, con motes o
objeto de una reflexión seria y sensible a las múltiples facetas que presen- estribillos). Por ese motivo he decidido denominar bagualas a éstas y coplas a aquellas (Cfr. Cámara, tesis
ta y por lo tanto propongo a quienes lo encuentren oportuno que someta- doctoral inédita depositada en el Instituto Nacional de Musicología de Buenos Aires).
3
mos a crítica estas consideraciones. En este momento histórico que algu- Sobre esta postura ancestralista ver: Cámara, tesis doctoral.
4
Cfr. Cámara 1996: 126.
nos denominan postmodemo también las sociedades andinas sudameri- 5
Sería interesante estudiar en detalle este fenómeno desde las interrelación de perspectvas etic-emic para
canas están sufriendo ágiles y radicales transformaciones; la interacción verificar, entre otras cuestiones, hasta qué punto se producen situaciones de incompatibilidad comunicativa
con otras regiones y con las metrópolis es muy distinta hoy que en el como las que menciona José de Carvalho entre oyentes de los ámbitos urbanos postmodernos y rurales
pasado y tanto las comunicaciones intraculturales como las transculturales tradicionales respectivamente (1995).
6

presentan una fisonomía en permanente transformación. Las Utilizo aquí el vocablo «cultores>> con la acepción que le otorga María Ester Grebe (1976).
7
En realidad debería escribir: una representación de un ritual de topamiento de comadres.
humahuaqueñas hermanas Cari viajan a Israel para cantar coplas allí, en 8
Por supuesto, nos referimos siempre a casos de resemantización consensual o compartida y evitarnos aquí el
Salamanca el público corea las que entona Leda Valladares y una baguala tema de las transformaciones semánticas que se verifican a nivel individual y que configuran procesos de
sirve de material a José Halac para componer una obra electrónica en un permanente transformación (Cfr. Vila 1996).
laboratorio de Nueva York. Pero todavía existen en los Andes la fundo-

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