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ache . Postarro ‘ Primera ediciin en espaol, 1938 Primera ediién (Colecein Fopola), 1959 Primera seimpresén, 1961 Segunds reimpresion, 1966 ‘Tercera reimpresion, 1970 Cunt. teimpresion, 1973 7 Quinta reimpresion, 1973 Mautvee Neb! \ Keodo CCI 3. Ie E cone ani ‘Traduccibn de ‘Awvowio Castno, Leat D.R, @ 1938, Fowso ve Curruna Econbsice dv deta Universidad, 975; Mérico 12, D. Fe Imprevo en México tieamente distintos, ex apenas posible una defini. ibn satifactoria que Tor incluya a todos.’ Cada concepto puede ser definido separadamente y Inc- igo la relacibn que guards cada uno con los dems puede ser expresada en terminos de algo més Emplio, Pero wna respuesta-defintion y sefisfoc: tori sblo puede en realidad aleanzarse cuando las diferencias cualitativas se reducen a 1 sérming «comin, por ejernplo, diferencias comunes de can. fidad 0 ndmero. Erta etapa, sin embargo, exté Icjor todacla en un campo tan poco explorado ‘como el de las ciencias sociales; y por ahora parece (que el modo ms satisfactorio de definir a econo- seta es hacerlo en términos de la cuestion que se pregueta cuya respuesta se busce, y defini, de manera semejante, las escuelas ideolégicas rivales an trminos de las diversas cuestiones qute s© 90- ponen ast mismas, 0 de ls diferencias de Tos tipos ela respuesta que ofrecen. Mucha de la confi ibn que reina abora en el campo de la ‘economia je debe, segiin creo, a que no se pone en préctica ‘ate sencillo plan, Muchas discusiones ain pen Gientes —por ejemplo, la de los economists cldsi- tos con log modernos— no han fenido otro res tado que el empate y la confusién, debido a que los ontrincantes no Hlegaron a,comprender que cada 6 men URC MERE REGS: TISEE: INTRODUCCION Definir de qué srata la economia es rnuchlsimo mde dificil de lo que la mayor parte de la gente cree. Los libros de texto ofrecen diversas defini- ciones. “Economla cs el estudio del hombre en lor negocios ordinarios de la vida.” “Economia es el ‘estudio de aquellos motivos y accioncs que pueden ser medidos en dinero.” Pero tales definiciones ‘no nos llevan mity lejos. En las ciencias inductivas yy experiiensales la naturaleza de su materia ofrece tuna definicién preliminar (por lo menos inicial- mente) de su objeto, aun en los casos en que las fronteras puedan ser vagas 0 borrosas, como la frontera entre la astronomla y Ia fisica actuales, Pero como en las ciencias sociales la experinen- tacién.es tan limitada, Ia economla cs fundamen- talmente wna ciencia deductiva que, como la geometrla’y la mecbnica, deduce una serie de con- clusiones de ciertas premisas 0 supuestos; y en 4 estudio deductivo el desarrollo de los conceptos mismos es'el que da necesariamente los limites de dicho estudio. Si tal es el caso y existen diversas eseuelas de ideas que emplean conceptos cualita- 5 uno estaba empeiiado en responder una serie dis- tinta de cuestiones: Ricardo y Marz, por ejemplo, ‘estaban interesados en citrtos aspectos de Ia distri- Bucién de la riqueza entre Jas clases; Jevons y Parcto, en las condiciones del equilibrio de los precios en wn mercado abierto a la competencia, Gran parte de las diseusiones sobre si certa teorla es adecuada 0 no (digamos, la de los salariés 0 la del beneficio) depende de que dicha teorka res. pponda o no a lar cuestiones que prentende respon- der cuando éstas se expresan con un mayor 0 me nor grado de claridad. Mds de un economista se ‘ha embarcado en busca de respuestas a cirtas cues tiones empleando para ello un material de supues- tos que, por su naturaleza, exclulan Ia posibilidad de que tales cuestiones encontraran respuesta. Es opinibn de moda pensar que los primeros cconomistas fueron los rudos artesanas de la cien- Gia econdmica que, srabajando con instrumentos inferiores y menor experiencia, levansaron su edi- <__ ficio de modo insperfecto, y que sus suceroret mo- dernos han reparado los errores y las falias de ‘aquéllos completando y acabando fa estructura le- vantada, Se dice que Ricardo insistié “sdlo en un ado” del problema (werbigracia, en la oferta y/ no en la demanda), que se dio cuenta nada més SE Ee De ee ME TE | 3 ) BN 4 3 isha AAA em boos eS “REP ET SE SOU BE SE a eS aE de una de las series de fuerzas en accién; que Adam Smith ech6 ciertos cimientos (su invest ‘gocibn sobre las causas de la riqueza de las nacio- cs) que ban necesitado pora completarse Ja séc- nica perfeccionada de cien afios desputs. Ast, los conceptos de la economta cldsica se contrastan con los conceptos de Ia seorla ecéndmica del siglo xx y se comparan en seguida, con indudable vensaja de estos ditimos, en cuanto a su mayor acabado perfeccibn de detalle, En lo que se diferencian (par ejemplo, en la importancia del costo de pro- duecién sobre fa ulilidad como deterninante del valor de cansbio) la discusién entre ellos se hace parecer como si se tritara tnieamente de distintas retpuestas dadas a un mismo cuestionario bdsico, Este modo de ver las cosas es fundamentalmente errénco. Resulta, por lo menos, una visién muy parcial del problenia y mds bien confunde que esclarece; es probable que cualquier progreso en el asunto serb estorbado seriamente mientras no 1c intente un modo de ver distinto y més juicioso. Es ya un lugar comiin en arte que los "primitivos” de los siglos xiv y x0 no eran simplemente arth fices més rudos que los pintores representatives de épocas posteriores —en muchos casos evidememen- te no lo eran—, sino que lo que trataban de hacer EL NACIMIENTO DE LA ECONOMIA POLITICA La economia politi su cuna en esos cambios i col t ideoldgicos, que marcaron laws E al bacia la nue™™ va cra burguesa, En Francia y Alémania los restos ‘dei feudalismo cstaban a punto de desaparecer. El centro de gravedad en lo econémico y en lo en favor del_advenedizo “tercer_cstada”". En Inglaterra la burguesia. se _babfa.consolidado mucho antes, y el Estado bur- gués, que perseguia una politica comercial, se hhabfa establecido dos a tres siglos antes. Inglate- 11a tuvo entonces sus escritores econémicos —Tho- mas Mun, Locke y Sir William Petty— los cuales se preocuparon mis por cuestiones particulares de politica estatal que por crear un sistema tebtico, Hiacia fines del siglo xvint apareci6 una shueva'sec-» cidn de la case burguesa: und élase de capitalistas industriales cuyos interefes-estaban ch contra del sistema vigente establecido por los intereses.agra- ios y comerciales de Ja aristocracia conservadora del siglo xvi. Fue en Francia, més que en Ingla-_ 10 era algo cualitativamente distinto. Los fisidcratas" y los economistas lésicos son en cierto sentido los “primitivos” de la ciencia econdmica. En cierto modo pueden haber tenido una tecnica menos acé- boda que sus descendientes del siglo xx; pero lo mds importante es que muchos de los conceptos que utilizaban eran diferentes y que trataban de responder a una serie diferente de euestiones en una forma diferente: cuestiones en parte relacio-\ nadas con la distribucién del ingreso nacional centre las clases y, en parte, con las condiciones de progreso econdmico méximo. Los economistas ac- tuales oscurecen este hecho porque se imaginan que ellénestin respondiendo, y sostienen cierta- mente que responden, a muchas de las cuestiones que sus antecesores cldsicos se aplicaron a respon der, Pero creo que, en gran parte, el material que susan lega en realidad a soluciones que de hecho te reficren @ cuestiones de un sentido completa- mente diverso y més limitado, terra, en donde el concepto unificado We wna socie- dad econémica aparecié por primera vez como el objeto de 1a Economia Politica. Los fisibcratas franceses del siglo xvim_bosquejaron Jos pesfiles que Adam Smith fue Ucnando cn su investiga: ae ec ae Figueza “Tanto Francia como Inglaterra vieron entonces aparccer abundantes fermentos de nuevas ideas, formuladas en el Jenguaje de las ciencias naturales, que desde Bacon y Descartes ganaban cada vez fs seguro terreno, Exente al antiguo orden auto- tars impucstos, cédigos y sanciones, se Tevantaba el conceptade un “ atural”, cuya mano sélo se vela cuando el hombre, rotos sus yugos, volvfa a Ja libertad, y de cuyas sanciones. disponts Ia voluntad_popular. En oposiciéa all “derecho divino” autoritario se levantaba el “de- echo natural” del individuo. Fue en este cuadro “en el qe ve demi el concepto de una sociedad ~~ econémica, Esta sociedad econémica estaba toda- vii en germen y se modelaba dentro de los limites de un sistema de sanciones y de probibiciones que al principio foment6, pero que después detuvo su / futuro desarrollo como una entidad. independien-/ tf PRINT Fe TGRNU PRET EARS i ty ae cE I 4 en te. fe aqué que, en_contra de las orient autoitarias del mercantiliuno —que soxtent unt sistema comercial s6lo exist como tal en vir tud de una reglaiieritacién i Estado y que, faltindole tal control, exerla en el caos—, Ja Economia Politica ofrecia la concepcién de un grden_econdmico reside g ‘una “Jey natural” que “marcharla sola” si se Ja dejaba sola y que daria Tos mejores resultados si Ja “ley natural” pudiera operar libremente y sin-estorhos, SEI indi- yiduo tenia un “derecho natural” de buscar su propio interés personal porque, al hacerlo asi, ayu- dado por aquella “mano invisible”, fomentaba el bien comtin. Descubrir y enunciar esta “ley na- tural” fue el papel de la Economia Politiéa; y el Consejo que ofrecié al soberano no fue cbmo regla- mentar, sino cémo dejar de reglamentar los nego- ios econémicos a fin de fomentar la mayor ri- queza de la nacién, Y mientras los fisigeratas forjaban Ia frase laissez-faire, lairsez-aller (dejad hacer, dejad pasar), los economistas ingleses se- gufan a Adz Smith explicando esa imponente simetrfa de Jas armonfas econémicks que acabarfa por nacer si no era ahogada o estrangulada por tuna contranatural atenci6n obstétrica. De modo que({i Economia Politica tuvo su origen derivé ) 2 desarrollo del Estado y de Ia cultura pudiera reali- zarse. El famoso Tableau économique de Ques- estaba hecho para mostrar que, del_rendi. imiento anval, una parte iba por intercambio a ‘Feponer_lo que se habia consumido durante el ze ualismo capitalista, Dy ~Ginoxden condt® pido por una “ey natu sal” debe tener un inci wns dotyro éomplejos y aparentemente arbitrarios qe sean los ~ fendmenos, ticnen que ser explicables en términos de generalizaciones que puedan formar entre si + €un todo Ibgico y consistente® La ciencia no se limita a clasificar todo segin 2. arreglo arbitrario de cisilleros, o a ponerlo todo en un conveniente sistema de tarjetas, por mfs que esto sea un recurso preliminar necesario, Su objeto final ¢s reducir el Iaberinto de las diferencias cualitativas que percibe dl ojo a uh comin denominador Gnico. {Los f- 3 siécratas fueron los primeros que concibieron con & recisida el orden egondmico como anélogoaun organisono natural; y 1a analogia dominante que “Z se ocurria era que Ja sociedad econémica cra un sistema de Ia ciculacibn dela riqueza Cuil era 3 Ia Gisiologia de este proceso? El sistema econémi- co era a la sociedad humana lo que el cuerpo era a Ja personalidad humana: a base fisica para el desarrollo de funciones mis elevadas, y era condi- cin del progreso social que el sistéma econémico fuera capaz de producir al Estado y a la clase go- bernante el mayor excedente posible con el que el ° Jo que cambiz por manufzcturas més lo que usa para subsistencia y simiente, no agota el total de Jo producido por la tierra: una tercera parte va a lase terrateniente en forma de renta, sin obtener, iclo_anterior; otra parte no_necesitaba_volver al sistema econémico para recomenzar_un nuevo ‘@a_eambio, ningtin equivalente, Esta parte era ‘Glexcedente esencial o produit net del sistema eco- Glo de produccién y ciseulaciOn, sino que queda- Geom un credent, erase modal nef el abajo ce juzgaba “productivo” en tanto que pod crear un excedente-sfo que constimian cl comer- Gory las manufactues era lo que necesitaban para. alimentar sus actividades, La industria cambiaba { Jos productos que no utilizaba por Ia produccién | agricola que requerfa su demanda de materias pri- \ mas y Ia subsistencia de sus obreros. La industria .! por este acto de intercambio no hacfa mis qué dar ua equivalente por un equivalent recbido, y no produc, por lo tanto, ningin excedente, Mira beau decla: “Le doy un pedazo de paiio & un sas- tre: no ser6 nunca capaz de aumentarlo de modo de sacar de 4 una casaca para ly otra para mi.” La agriculeura, por su parte, cambia parte de sus productos por las manufacturas que necesita para el sostenimiento de la agricultura y de la poblaciéa agricola, tales como implementos y vestides. Pero RR RES SSS Pe TREES, crete ome a . libros de texto acostumbran pasarlos de largo re- némico, {Ta agricultura era Ia Gnica que producia - ich El progreso consistia en el con. 2 inuo incremehto de este produit nets ‘ Estas ideas han sido malentendidas tan frecuen- a temente por los tiltimos economistas, que, en ge- neral, s6lo se asigna a los fisiScratas un lugar mo- desto en los cuadros de la Economia Politica. Los prendiéndolos por haber cometido la tonteria de afirmar que s6lo la agricultura era “productiva”, sin darse cuenta de Ia definicién_esencial_de Jo “productivo” como ercador de excedente 0 produit “eg net, y escapindoseles también toda la significacién fisten Fandamental de la distinci6n entre excedente,pro- “OP ducto bruto y costo como cl concepto unificador de la cconomfa politica. AI descubrir ese exce- dente s6lo en Ia agricultura, los fisibcratas no |“ ¥ afirmaban nada tan tonto como sostienen. sus cae / 2 Jumniadores: se trataba de un concepto que naci de la sociedad econbmica anterior a la Revoluciéa aries RErCENNTCE pane |

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