CAUDETE, Nuestra Historia ETERNAMENTE FRONTERIZO José Sannis Marri jaudete, desde sus comienzos como pueblo hasta ( ‘mucstros dias, ha estado situado en una zona ‘caliente, habitado por pueblos que se encuentran en lucha constante (Secular), que determinan unos espacios entte ellos, donde la guerra es frecuemte y la seguridad eseasa: es la frontera En un principio, estwvo encuadrado entre dos pueblos ‘béricos como eran los contestanos y eitanos. Mas tarde, fue divisoria con batalla incluida entre hispanotromanos y cartagineses. Lo azotaron los vindalos, alanos y suevos AA principio de Ja dominaciGn musulmana, se encuentra centze el reino de Todmir y el régimen comin iskimico. Al acabar el esplendor y saliar en pedazos el podleroso ealifato de Cérdoba, Caudete vuelve a ser frontera de los reinos de ‘Taifas, de Denia y Murcia, el primero gobernado por Mardanis, el oflebre rey Lobo, y el segundo, por el gran Tha Hud, que se rebelarfa en Ricote contra los almobades, con tanto éxito que Murcia pass de su vieja condicién de cora, a poderoso y verdadero reino musulmén. Pero cuando nuestro pueblo brilla con luz propia y aparece en el escaparate de la historia, demostrando st condicién de poblacién geauinamente fronteriza, es en los dos sltimos tereios del siglo XIII € inicios del XIV, cuando se convierte en eje y epicentro del tratado de Almizra, el ms importante de toda la reconquist, y que s© logré a base de tonsas y dificultosas entrevistas regis. Este tratado, junto a la Sentencia Arbitral de Torrellas y el Acuetdo de Elche, configuraron, entre graves fricciones & incidentes, la divisoria de los reinos medievales de Valencia y Murcia, y de las coronas de Aragén y Castilla Nuestro municipio siguié siendo objeto peri6dico de asaltos de unos y de otros; Iogréndolo soportar estoicamente. ‘Si existe algiin pueblo que merezca el apelativo de ‘Bteramente Fronteriz, ese es Caudete, y hay que darle toda la importancia que se merece, defendiendo con firmeza nuestro derecho hist6ric. AQUELLOS DEFENSORES DE LA FRONTERA Hhato tiempos de conquists y tambign lrgos siglos de encamizada recongusta, pero el empo, que todo To bora, releg6 al olvido el papel trascendental que desempefiaron pucblos, ropa, y casillos durante los siglos de dominaeién, ‘musulmana; era la Frontera, Ja vitima frontera la que contenia el avance de Ios frabes y protegia a los reinos cristianos de la Peninsula, y como consecuencia a los de Europa Desde la toma de Toledo en 1086, hasta bien mediado el siglo XIU, el inmenso temitorio que media entre el Tajo yy Sierra Morena, un teritorio que abarca miles de Ieil6metros cuadrados, fue tiera de nadie, tierra de bbanderias, terra de poblamiento inducido a base de fueros, que lo eran como el de Alcaraz, Cuenca, ec Pueblos y villas enclavados en un mar de terreno de ilimitados horizontes, corriendo un permanente riesgo par Ja vida y el wabajo, acarreando en el tiempo un estrés vital. “Tada esta comarca, enclavada en Castilla-La Mancha hasta su parte mas oriental, que es la zona de Caudete, std salpicada de castillos que felizmente se conservan, restos de murallas, torreones y fortalezas, que marcan la Tinea de seguridad. Aquellos pueblos, aquellas gents, hicieron posible que tierra adentro la vida continuara con mayor sosiego; que el trabajo, el ingenio, el comercio, y la rudimentaria industria fueran desarolléndose. Estaban protegidos sus habitantes por mesnadas de ‘guetreros, que a lo largo de muchas generaciones, escribieron péginas histricas. La contencidn de las ambiciones de reyezuelos de “Taifas, las incursiones disuasorias, la defensa, los ataques y Tos contraatagues, fomentaroa el oficio de soldado y el manejo de la espa, la dedicaciém castrense, el pastoreo y la agricultura, No se sabe qué hubiera sido de los reinos cristianos, ni siquiera de Espaia, y hasta es posible que de Buropa, sin Jos defensores de ta frontera La cultura del Norte pudo desenvolverse gracias a la defensa de la frontera. Lejos del peligro, la actividad comercial alcanzé un impulso veulado a los tettotios de contienda. Se produjo un desequilibrio econémico natural Pueblos enriquecidos y pueblos materialmente ‘empobrecidos, Sentada la base de igualdad de trato, no puede schaearse que las més ricas no tienen por qué ayudar al mantenitmiento de las mis pobres; no se trata de gestos de generosidad, sino de correspondencia a unos servicios que historica y decisivamente hicieron posible la prosperidad actual de los que tuvieron la geograffa y la suerte de su parte