UNA MIRADA HACIA LAS
“MATEMATICAS MODERNAS”
Jesiis Hernandez
Los cambios de los programas de la asignatura de matemticas en la ense-
fhanga secundaria de muchos paises europeos. inclulda Espafa, v otros lug
res como Canada y, en cierto modo, los Estados Unidos, con la introduccion
de lo que se dio en llamar matemdiicas moderas, tuvleron una repercusion
considerable tanto en el mundo académico como en los medios de comunica-
clén, Fue una de las pocas ocasiones en que se habla —y, sobre tod, se dis-
ceute— de matematicas fuera de los émbitos restringidos habituales.
Estos cambios, que comenzaron hacia Jos dltimos aos cincuenta, tvleron
‘vigencia durante unos quince afios, y fueron entonces suprimidos, a veces un
tanto abruptamente, para ser susttuidos por lo que, si no fue —no podtia
serlo— una vuelta alo anterior, se le parecfa bastante. La sensacion de haber
‘cometido un error, de haberse embarcado en una empresa equivocada, se hizo,
bastante general y lev6 a una revision afondo de todas las innovaciones intro-
ducidas.
Hoy, cas treinta afios después del inal de aquel periodo, cabe preguntar-
se por el sentido que tuvo, lo que pudo aportar de nuevo, os errores (irrepa-
Tables 0 n0) cometidos y las consecuenclas de todo género de ellos derivadas.
El espacio de que disponemos aqut nos limita a unas pocas observaciones
sobre aspectos que nos parecen importantes, sobre los que vale la pena vol
ver la mirada,
La matem
moderna
[No parece que este movimiento de la matematica modema tuviera un cen
tro nico, A falta de una historia general y omniabarcadora —que, por lo que
‘sabemos, no existe se dir mas bien que comenzé en forma embrionaria en
muchos lugares distntos (Suiza, Bégica, Holanda, Canadé, Francia) ya cargo
de grupos de maestros y profesores de secundaria a los que se unieron a
menudo psicélogos y pedagogos. También hubo actividades semejantes en los
Estados Unidos, pas siempre especial y hasta dnico para todo lo que tiene que
vver con el sistema educativo.
Parece que el lanzamiento con éxito del Sputnik soviético en 1957 tuvo
lmueneia, ¥ hasta puede que grande, en desencadenar ef svviniento, El
‘miedo a quedarse atrés a causa de una educacién clentilica y tenlca inferior
ccundié y tal vez contribuyé a facltar lo que de otro modo inubiera sido més
arduo o imposible, Pudo ser asi, en efecto,
El caso es que las cosas comenzaron a cambiar, y bastante velozmente.
Como se decta, las inquletudes comenzaron en esos paises que se calfiean de
Las matematicas del siglo XX 209
60civilzados, pero después Francia —un pais mayor, mas influyente internacio-
nalmente, y con una historia matemética gloriosa— tuvo, o al menos asi se
‘ela desde Espana l papel principal. Algunos matemsticos importantes inter-
vinieron en los cambios (véase mas abajo); también, para decilo todo, en las
criticas a la reforma, algunas de las cuales, come las de René Thom, tuvieron
amplio eco, Seguramente contribuyé también lo centralizado y jerarquizado
del sistema educativo francés. Los cambios intradueldos lo fueron no solo en
los contenidos de los programas (que también) sino en la forma, las notacio-
nes, el vocabulario, y la vision general de la materia y de sus relaciones con
tras como la files.
Una de las ideas recurrentes, que es posible encontrar en textos de la
p0ca, es la de que los grandes avances que habia hecho la clencia matematt:
ca desde finales de siglo hasta la fecha no podtan dejar de reflejarse en una
ensefianza que se venia rpitiendo sin tenerlos en cuenta durante largos afos.
Desde este punto de vista, Francia parecfa especialmente bien situada para
tomar la iniciativa, y se diria que algo de esto tuvo que ver con el grupo
Bourbaki, del que hablamos despues,
Pero ademés se junt6 otra circunstancia cuya articulaclon con la anterior
no es del todo clara, pero sf, en todo caso, importante: la influencia que tuvie-
ran los progresos de la psicologia evolutiva y muy en particular los trabajos
de Piaget, alguien aclemés muy interesado por la clencla en general, la mate-
imatica en particular, ¥ la epistemologia. De todo ello Intentamos decir algo
sms en lo que sigue.
[a base matematica: ;Bourbaki?
La paternidad matematica de Ia reforma suele atribuirse a Nicolas
Bourbaki, pseud6nimo utilizado por un grupo de mateméticos franceses que
‘comenzé a publicar en los afios treinta una sere de libros que bajo el titulo de
Elementos de matemdtica ofrecia una exposicién de algunas (no todas, nt
‘mucho menos) partes de dicha ciencia, Tal exposicién tenfa unas earacterst-
cas de rigor, concisi6n, autosuficiencia (en el sentido de no necesita referen-
cas a otfos textos) y organizacion general, con multitud de relerencias cruza-
das de unos tomos a otros, bastante pecullares, y que hicieron en cierto modo
escuela. EI més conocido de sus miembros ha sido probablemente Jean
Dieudonné, que actué a menudo como portavoz, y es autor de varios textos
relacionados con a reforma,
Enninguno de ellos, sin embargo, se reconoce la condicién de padre, nl aun
siqulera de padrino, de lareforma, aunque parece innegable que ésta no se ve
‘con muy malos ojos. Pero, en cualquier caso, y aun aceptando que no hublera
participacion directa ni tampoco Voluntad de infir,sf parece que la organ
zacién de (parte de) la matematica presentada por los Bourbaki pes6,dleecta
eto sobre todo indirectamente, en la reforma. Los Bourbali basaron su texto
fn un uso muy ampli y sistematico del método axiomético en su versién
‘modernainspirada sobre todo de Dedekind y Hilbert y de las llamadas estuc-
tras mateméticas. Estas estructuras son de tres tipos: las algebraicas —las
la hacia las “matematicas modernas”J-Praget G. Choquet J. Dieudoniné
R. Thom y otros La ‘cnschanza de las
matematicas modernas. Seleecion y_prologo
Alianza Universidad
BS
G<
mds conocldas: grupos, anillos, ete—, las de orden (retfculos) y las topol6gi-
cas (espacios topoléglos). De este modo, se pretende dar no s6lo una pre-
sentaclon sistemética, sino ademas una forma de intligiblidad nueva, mos-
‘rando los Ingredientes dstintos que entran en la composicin de las teorias
xyel papel jugado dentro de ella.
En la reunién de Royaumont de 1959, se adoptaba justamente como arque-
tipo de la matemtia la sintesis bourbakista,y de ella, o de sus aledafos, se
dria que proceden otras de sus declaraciones de prineipios, como la de que
la concepelon constructiva, axiomatica y estructural de las matemsticas,
fruto de la evolucién de las ideas, se adapta como un guante ala formacion de
la juventud de nuestra época”, Se habla en otros lugares de una ensefanza,
Jesits Hernandez 30160
“orientada hacia la abstraccién” y de la geometria como aplicacion de las
‘estructuras algebraicas, de acuerdo con el famoso slogan “Abajo Euclides!”
‘que populariz6 Dieudonné.
‘A. Revuz, que fue uno de los partidarios més licidos, no eseatima sus elo-
‘los hacia los Bourbaki, que ‘nos abrieron las puertas de la terra prometida"
En la medida en que, como dijimos antes, la ensefanza deba reflejar el pro-
‘reso de la ciencia matemética, se remite precisamente a la versi6n de los
Bourbaki
La base psicologica: :Plaget?
La paternidad —o maternidad, quién sabe psicologica se ha atribuido a
‘menudo al suizo Jean Piaget, una de las grandes figuras de la psicologia de
nuestro siglo, No es nada gratuito hacerlo, ya que abundan las declaraciones
del interesado en ese sentido, como por ejemplo, la siguiente:
resulta perectamente posible y deseable a elizacién de una profunda reforma,
4e la ensehanza en a direccin delas matemsticas moderns, ya que, de modo real-
‘mente notable, éstas parecen estar mucho més cerca de It operaciones esponts-
reas o naturales del eet (nio 0 adolescents) de lo que Io estaba la ensenanza
‘tacicional de estas rama, demasiado tributaria de la histori
Esta dltima consideracién es importante para Piaget, qulen recuerda que
ya Aristételes decia que lo que va primero en el orden de la génesis puede ir
‘nel altimo en el del andlisis, algo debido a que el descubrimiento de los resul-
tados de una operacion es anterior a la conciencia de su existencia y, sobre
todo, de sus mecanismos (uno de los temas de trabajo preferidos de Plaget a
Jo largo de toda su trayectoria intelectual)
Segiin Piaget, las actividades matematicas més profundamente arralgadas
son las que plantean més dificultades para la toma de conciencia por parte de!
sujeto, lo que hace necesarlo combinar en su estudio el andlisis ogico con el
genético. La matemética es para él "un sistema dle construcciones que se apo-
‘Yan gualmente en sus puntos de partida en las coordinactones de las acciones,
¥ylas operaciones del sujeto, y que procede mediante abstracciones reflexivas
{Ge niveles cada vez més elevacios”. De aqut es posible pasar a una justiticacion
del earécter natural de las estructuras basicas bourbakistas, estableciéndose
toda una serie de lazos entre lo més fundamental en lo formal y lo mas ele-
‘mental en lo genético. Asi vienen los psiedlogos evolutivos a dar una base
genética a a existenciay funcionamiento de las estructuras:
las matematicas, una vez promovidas al estado de clencia reflexiva y
deductiva, no praceden de otro modo: estando en posesién de las estructuras
‘madre en sus formas inicialmente més intuitivase mpliltas, y de los nimeros
naturales y de operaciones geométricas no menos naturales, han podido
‘comenzar con la clencia griega mediante una axlomatiaacion de esos logros
‘esponténeos infinitamente mas rica de lo que se pensaria sin el anlisis gené-
tie.
302 ‘Una mirada hacia las “mateméticas modernas™ostrar sus reticencias ante
la meat
Conclusion
Estos reproches de Piaget no eran nuevos, ya habian sido formulados
Morris Kline
EL FRACASO DE
LA MATEMATICA
MODERNA
Jets Hernandez
30360
Ensenar clentificamente solo quiere deci Inducira pensar cientificamente,
de ningin modo enfrentar al alumno, desde el principio, con frios sistemas
clentificamente pulids.
Y¥ en el mismo libro reproduce asimismo una declaracién sumamente sen-
sata, frmada por buen niimero de mateméticos importantes, en la que se
bona lo noclvo
intyoducir auevos conceptos sin wn fondo sliciente de hechos concrets,intro-
{ucir concepts unlicadores cuando no hay experiencia que unifear, 0 machacar
‘onstantomanta on le eancentosintrovtcidos sin apllaciones conereta...
Para aadir poco después:
ay varios nveles de rigor. El estudiante deberla aprender a comprender, buscar ¥
cater las demostraciones al ive correspondiente a su experleniay formacion,
‘ise le empuja prematuramente aun nivel demasiado formal, puede desaninarse y
hastlarse.
Muchas lecciones es posible sacar de este episodio de la matemética
‘moderna en la ensefanza. Aqui nos limitamos a sugerir una: lo oportuno que
puede ser afiadir al conocimlento de la materia que ha de enseftarse y a las,
‘adecuadas raciones de psicologia y pedagogfa una formacién mayor que la
(asi nla) proporcionada hoy en los aspectos historico y epistemologico.
Algo que ya pedia Puig Adam,
igri
Hernia, "Las extracuras matemstiest y Nicola Boursk. En: La Clon n igo
‘spec dace contemponine, Seminario Oro de isto ce a CieciSnta Cru de
“ener, 188, pp. 55.7.
ate, 1 Reo Ly Serra, M: Eicon maton imeetigoin. Made, States, 104
ie, MEU cas de a mate madera. Mal, igo XX, 176.
Kuntzmana 1: Eula et éde eta des eneignements de mata Pars, CED, 1976.
Piaget yt: La senza de as mendes Madi, Agar, 1968.
Piaget Jy tos: La enseansa dele matomicos moderge. Selec e introduce de
Nerincer, Madrid, Anza, 107
Revuz A: Mahsmatque moder, mathemati vivant. Pars, ODI. 970
308 ‘Una mirada hacia las “matemsticas modernas”{bscatera o 3