Sei sulla pagina 1di 284

vg

Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

A LA G.·.D.·.G.·.A.·.D.·.U.·.

ESTUDIO CRÍTICO DEL


RITUAL MASÓNICO

H.·. Antenor Dal Monte

Digitalizado por el QH Arktourus del G.C.M.U. en abril del 2023 E.V.
1
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

1- EL PROBLEMA

Si el simbolismo francmasónico es arte, no


deberíamos perder de vista que éste está destinado a
entrar directo al alma salteándose la cabeza, y que la
mejor contribución que ésta puede hacer es la de no
interferir.
En una palabra; que el arte no es para ser explicado,
sino que pide ser gustado y practicado. Pensemos que fue
por olvidar ese detalle que nuestros rituales, que sin duda
nacieron sencillos, ágiles y bellos, se fueron llenando de
latosos comentarios explicativos.
No que se haya de proscribir la Razón, por supuesto,
sino que se ha de distinguir entre lo que es técnica y
musicología, y lo que es música propiamente dicha. Por lo
demás, la sana lógica (la Razón) no deja de ser consciente
de que la esencia del acto estético ocurre a un nivel que
se encuentra fuera de su alcance; y cuando explica, lo
hace reconociendo el fracaso del beneficiario y en un
intento de darle el envión necesario para el vuelo tras-
racional.

Adelantada esta opinión, está de más declarar que


este trabajo no quiere explicar ni enseñar nada, lo que
además de impenitente estaría en oposición con la
2
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

esencia y estilo de la francmasonería, que jamás


adoctrina sino que se limita a mostrar sus emblemas.
Pero el problema es: ¿Cómo era nuestro simbolismo
antes de que fuera adulterado por la fantasía, y el
prelogismo o el dogmatismo de algunos liberalistas? Y lo
que es todavía más difícil de contestar, ¿con qué criterios
se ha de determinar cuáles son las innovaciones
ritualisticas que constituyen desarrollos genuinos, y
cuales desviaciones inconvenientes?
Para satisfacer esta y otras interrogantes no
conocemos otro camino que el del estudio y el trabajo.
No el individual, sino el de todos; porque como hemos
dicho en más de una ocasión, nada cambiará hasta que
todo sea diferente.
A menudo hemos tomado pie en que la
francmasonería se autodefine como "un peculiar sistema
de MORALIDAD velado en la alegoría y ENSEÑADO E
INCULCADO POR MEDIO DE SÍMBOLOS" para destacar la
importancia del ceremonial en la formación de los
masones. Nuestro apoyo es válido aunque no se le dé a la
palabra "moralidad" otra acepción que la moderna, en
cuyo caso la Francmasonería sería la explicación figurativa
de un código del carácter y el comportamiento.
Pero si le damos a la palabra "moralidad" (como
quiere el ilustre hermano J. S. M. Ward) su sentido
medieval de teatralización o "Misterio" que alecciona
3
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

respecto a las verdades del alma, y en el caso, del


Misterio Iniciático que no puede ser alcanzado por ningún
otro medio, la importancia del ACTO ritual como
instrumento didáctico crece a medida que disminuye la
del parlamento. Y asimismo se agiganta la necesidad de
reencontrarnos con el método.
El Hermano Arturo Reghino, que a juzgar por lo que
dice en su obra " Le Parole Sacre e di Passo dei primi tre
Gradi" comparte nuestra opinión, prologa su trabajo con
una pieza que creemos conveniente traducir en su parte
fundamental no solo porque en su conjunto expresa el
sentir de cuantos vemos en la Francmasonería algo más
de lo que aparece en la superficie, sino porque un par de
puntos en los que no coincidimos nos permitirán expresar
más fácilmente nuestra manera de ver. Dice así:

"Para que una secta o una república pueda vivir


largamente, es preciso retrotraerla a menudo a sus
principios originales. Con estas palabras abre Nicolás
Maquiavelo si Libro III sobre la primera década de Tito
Livio. Y siempre refiriéndose a las sectas y a las repúblicas
dice que aquellas modificaciones que las vuelven a sus
principios originales son saludables; y es algo más claro
que la luz que a menos que así renueven sus cuerpos no
perduran. Dice así mismo: no hay cosa más necesaria

4
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

para una comunidad, reino, república o lo que sea, que


recuperar la reputación que tuvo en sus comienzos."
"Meditando sobre estas y otras palabras por el estilo
del discurso del más grande de los florentinos, me
lamentaba de que ninguna alta autoridad de la Orden
(especialmente en Italia) reparase en ellas. Porque si hay
alguna sociedad para la que estos párrafos parecen estar
escritos, esa sociedad es la Masónica. Y quisiera señalar,
con los debidos respetos, que si se compara lo que fue en
su historia con su presente la respuesta no puede ser
favorable. Las modificaciones habidas en los últimos dos
siglos en su espíritu y sus formas son tales, y su
declinación política en algunos países ha llegado a tal
punto, que algunos cuerpos de la Orden no retienen de
masónico sino el nombre."
"El análisis de las ceremonias y leyendas rituales de
los varios grados muestra hasta la evidencia de la
inspiración de los Misterios paganos, especialmente de los
eleusinos a isíacos (1); y el libro de las constituciones de
Anderson da fe del sano espíritu racionalista que animaba
la Orden en sus comienzos históricos (1717); pero eso
degeneró rápidamente terminando por cristalizar en un
vacuo formalismo cristianizante en los países
anglosajones, y por perder en otros el carácter filosófico
que le es propio. La tentativa de José Bálsamo (2) para re-
encender la luz iniciática en los templos masónicos, tan
desconocida entonces como hoy, no ha dejado trazas
5
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

visibles. Y los varios esfuerzos hechos aquí y allí en


tiempos diversos por algunos masones serios e
iluminados, como Ragon, Eliphas Levi (3), Wirth, Pike,
Yarker, etc.. no hicieron mucho más."

(1) Sin dudas en algunos rituales se encuentran referencias a las iniciaciones antiguas;
pero ello nada demuestra, toda vez que tales referencias fueron injertadas por los
masones franceses. Por las mismas podría decirse que la Masonería es de inspiración
cristiana, cabalística, o teosófica, porque de todo eso hay traza, por supuesto que
igualmente injertada. ¿Cuándo aprenderemos los Masones a explicar lo ajeno por lo
propio, lo profano por lo iniciático, el mito religioso y la racionalización teosófica por el
símbolo masónico, y no al revés? Lleve el que quiera enhorabuena la Masonería a su
Club, su Iglesia, su Sociedad o Rama, pero NO los traiga a la Masonería. ¿No es acaso
nuestro primer deber el estar a cubierto de todo género de infiltraciones? Desde otro
ángulo poco se sabe de Eleusis Y Menphis que permita una afirmación tan categórica
como la que hace nuestro Hermano. En nuestra opinión, descartando lo agregado,
nuestros Misterios son los Masónicos, los de la construcción, los de la civilización. Si
nuestro Hermano se hubiese mostrado más cauteloso y dicho: "Misterios Antiguos" sin
especificar cuáles, hubiese dicho verdad, porque los de la civilización son
verdaderamente Antiguos, y de ellos hay evidentes trazas en nuestras formas. En
nuestra opinión ESO es lo que hemos de buscar, porque ESO es lo que el mundo es, de
los Constructores.

(2) Con los debidos respetos por nuestro H.·. Reghini, discrepamos con su apreciación
de la persona de José Bálsamo (Cagliostro), un charlatán que se auto presentaba como
alto iniciado y pretendió organizar una masonería egipcíaca. En nuestra opinión la luz
masónica no necesita que nadie la re encienda porque jamás estuvo apagada. Solo
requiere ser vista, lo que ocurrirá (si la leyenda es cierta) apenas removamos los
escombros con que estos y otros Bálsamos cubrieron la tumba del maestro asesinado.

(3) Nuevamente nuestro H.·. se deja llevar por el entusiasmo. No dudamos de la buena
fe de Eliphas Levi (Alphonse Louis Constant) pero desde que su vida masónica fue
brevísima (unas pocas reuniones), lo que pudo aprehender de la Institución no fue
mucho... a pesar de lo cual se creyó capacitado para enseñar "la verdadera tradición
iniciática". Son los iniciados a lo Bálsamo y Pasqualis, y los ignorantes deslumbrados a
lo Levi los que por un lado han desprestigiado la idea de una Masonería iniciática y por
el otro han desviado a muchos que sintieron el llamado del Misterio.

6
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

"La Masonería Italiana y Francesa, arrastradas por la


corriente de la filosofía materialista del siglo, renegaron
de la índole espiritual de la Orden... y las consecuencias
no tardaron en hacerse sentir. Llegó un momento que
bastó con ser materialista para ser recibido con los brazos
abiertos como masón perfecto. Entonces los "nuevos
iniciados" en vez de recibir la luz de sus predecesores, se
dieron a hacer hablar las lenguas de los sociólogos
alemanes... Las Logias se convirtieron en crisoles en los
que la discusión (esto es: el entrechoque de las ideas
preconcebidas) debía salir a luz; pero que no producían
sino la amalgama de la idea hecha y el prejuicio..."
"Es preciso, pues, retrotraer a la Masonería a sus
principios originales, porque de otra manera está
condenada a ser puramente nominal. (4)"

(4) Nuestro Hermano carga las tintas. La Masonería ni está en decadencia ni ha perdido
su espíritu. Por lo demás, en lo puramente iniciático, el panorama lejos de ser
desalentador es auspicioso desde que se "huelen ya" los síntomas del renacer y no son
pocos los masones que, como el que esto escribe, que perciben los indicios de la aurora,
sino que trabajan para que venga.

7
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

"Mas ¿cuáles son los verdaderos principios de la


Masonería? ¿Qué representa la palabra Maestro, que
según la leyenda se perdió en ocasión de la muerte del
Gran Maestro Hiram? ¿Quién la posee hoy? Este género
de preguntas ha venido planteándose desde hace ya más
de dos siglos. Ya en el primer Congreso de los Philaletos
(1786) (y cada tanto aparecen otros) hubo quién se
mostró dispuesto a fundar su propio sistema sobre la base
de creerse en posesión del verdadero catecismo
Masónico. Las tentativas de este género han fallado
siempre por la razón fundamental de que las rosas no
suelen nacer de los cardos."
"Entendemos que aún es posible llevar a la
Masonería a conocerse a sí misma. Porque a pesar de las
alteraciones, agregados, olvidos, confusiones y falsas
interpretaciones, las líneas fundamentales del edificio
masónico aún subsisten y se pueden volver a encontrar si
buscamos con ojo crítico e iniciático en masa de las
leyendas, ceremonias y terminologías Masónicas. Sobre
todo en la terminología, debido a que desde que se ha
transmitido de una manera mecánica, y sin ninguna o con
escasa conciencia de su significado y valor, puede todavía
dar alguna luz. Al efecto nos hemos limitado aquí a
estudiar con el auxilio de la historia y la lingüística, la
estructura y sentido de las palabras sagradas y de paso de
la Orden."

8
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

"Aunque limitándonos así, nos parece haber logrado


un resultado interesante. Pero aunque estas páginas no
tuvieran otra virtud que las de servir de señal e indicación
a los que se aventuren por estas vías, ya será paga
suficiente para este trabajo. Podría, quizá, con el tiempo,
derivarse de él una de aquellas alteraciones que
constituyen la salud de las repúblicas y las sectas."
Hasta aquí nuestro Hermano, de cuyas palabras
hemos omitido únicamente algunos párrafos que se
refieren a cuestiones puramente domésticas de la
masonería Italiana de su época. Su pensamiento, el
método que propone, el resultado que espera, y
especialmente lo establecido en el último párrafo
coincide de una manera perfecta con nuestro propio
punto de vista.
Lo que aquí presentamos es el esbozo del
procedimiento que proponemos para el estudio de
nuestras formas ceremoniales. Accesoriamente, el mismo
tiende a demostrar que las formas de los primeros
tiempos institucionales estuvieron preñadas de
verdadero "esoterismo" y que en consecuencia se
equivocaron quienes supusieron que necesitaban
injertarlo. Y también que quienes lo hicieron perdieron
más de lo que ganaron, porque el esoterismo legítimo es
algo muy diferente al "ocultismo" finisecular y a los
malabarismos analógicos y seudopitagóricos que de
ordinario se nos quiere hacer pasar por tal.
9
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Asimismo, y quizás eso sea lo más importante,


esperamos poner en chocante evidencia lo que todos
sabemos: que nuestros símbolos están empobrecidos y
distorsionados al punto que ya no dicen lo que dijeron al
ser establecidos, y que si el método que lleva al
conocimiento de la filosofía y esoterismo francmasónico
es la ponderación y aplicación de su emblemática, se
impone no ya el afilado sino la recuperación de la
herramienta.
A juzgar por la preocupación que demuestra la
sistemática inclusión del problema en el temario de todas
las Conferencias y de las conclusiones y recomendaciones
por ellas emitidas, existe conciencia formada de la
necesidad de encarar de una manera eficiente y de lo más
inmediatamente posible la instrucción de las nuevas
generaciones masónicas.
Quizá fuera ese el medio más eficaz para lograr
progreso cualitativo y cuantitativo que todos queremos
para la Institución, porque el segundo seguiría de suyo
apenas, por tener algo que ofrecer, la Orden lograse
retener un porcentaje mayor de los que llaman a sus
puertas pero que una vez ingresados no tardan en
alejarse de nuestras filas definitivamente desilusionados.
La cuestión parece estar en acertar cómo y por qué
medios encarar nuestra docencia. Obviamente (y es
opinión de todos) no debería descuidarse procedimiento

10
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

alguno. Pero desde que la Masonería dice expresamente


en uno de sus primeros catecismos que su sistema es de
la enseñanza mediante el símbolo y la alegoría, es preciso
acordar a la práctica simbólica un lugar principalísimo.
La mayoría coincidimos en que nuestras formas
adolecen de una serie de defectos que reclaman ser
subsanados con urgencia. En lo que no nos ponemos de
acuerdo es respecto a qué es lo que está mal y en cómo y
en cómo corregir la falla.
Cada vez que se plantea la cuestión de la perfección
"rituálica" y de la instrucción de los Aprendices (que no
son dos cosas independientes o solo conexas, sino una
sola), invariablemente alguien propone que se forme una
Comisión para que aconseje las modificaciones y
rectificaciones que estime necesario introducir en la
liturgia, y que se forme una Logia de Instrucción. Pero los
resultados demuestran una y otra vez que el
procedimiento lejos de conducir a la finalidad deseada
lleva en dirección opuesta.
Porque es un hecho que nuestros rituales salen
perjudicados de las manos de tales Comisiones y que lo
que se enseña en las Logias de Instrucción no pasa de
algunos localismos e interpretaciones puramente
personales y muchas veces ajenas al espíritu y la iniciática
tradicional.

11
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Y eso es así y no puede ser de otra manera porque


(tengamos el valor de admitirlo) la Institución no cuenta
con los elementos necesarios (conocimientos y maestros)
para poner en práctica de una manera eficiente una y
otra propuesta.
No se nos entienda mal. No estamos hablando
peyorativamente del saber de nadie. Es más: quien esto
escribe se incluye entre los autodidactas cuyo su
"conocimiento" se formó a los tumbos y tropezones. Lo
que decimos es que:
a) Tal como son las cosas, la Institución nos FORMA
como masones; pero que desde que su simbolismo está
maleado No nos instruye como tales ni puede hacerlo.
b) Que a falta de la debida instrucción los
"Maestros" amasamos trabajosamente nuestro saber
reuniendo como mejor podamos una serie de retazos
sueltos cuya legitimidad tradicional raramente nos
tomamos el trabajo de probar.
c) Que en consecuencia nuestros "conocimientos
masónicos" no tienen otra base que la propia intuición
selectiva o el habernos acostumbrado a verlo siempre así.
d) Qué en esas condiciones si bien numerosísimos
Hermanos están de sobra capacitados para enseñarnos
con el ejemplo de sus vidas qué cosa es SER masón y cuál
es la esencia inmutable de la Orden, eso no es suficiente

12
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

cuando de lo que se trata es de instruir sobre nuestras


formas o retocarlas. Y eso es así porque si bien el terreno
del carácter y la moral es en todo superior al de la ciencia
y el arte del símbolo, no lo incluye.
En relación con la hipotética Comisión de Rituales, a
veces hasta se plantean las cosas al revés. Se habla, por
ejemplo, de la necesidad de "adecuar nuestros rituales a
la palabra". Y lo que se necesita es todo lo contrario: es
hacer que "la hora" se conforme a los inmutables
principios que emanan de nuestro simbolismo.
Pero aunque el ajuste buscado fuese el debido: el de
la hora a las formas y estas al espíritu, no se debería
hablar de modificar sino de RECUPERAR. Porque como
decíamos al principio, no es cierto que el ceremonial
masónico primitivo fuera un complicado rococó de
anacrónicas costumbres ideas supersticiosas y boberías
medievales. No lo era.
Al contrario: se caracterizaba por una tan austera
sencillez que bien pudo ser considerado tan intemporal
como los principios y misterios en él incorporados. Las
complicaciones y naderías vinieron después y no
proceden de la tradición sino de humanas modificaciones.
De nuevo: si lo que se buscase por la vía de la
supuesta Comisión fuese el reajuste de las formas al
espíritu que están llamadas a expresar, el procedimiento

13
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

fallaría lo mismo porque a iguales ingredientes iguales


resultados.
¿No se integran tales comisiones siempre de la
misma manera y bajo iguales condicionamientos? Sin
duda se forman con Hermanos experimentados que en la
más noble de las disposiciones nos entregan su saber.
Pero como este no procede de un estudio sistematizado
sino adquirido a lo "self made man", el resultado no
puede ser exquisito. Si a eso se agrega que ritual es ACTO
y no parlamento, ESCENA y no discurso, se advertirá que
no es suficiente el bisturí y el injerto para efectuarle al
ritual cirugías que resulten estéticas; que también se
requiere sentido teatral.
En las llamadas "Logias de Instrucción" las mismas
causas producen equivalentes efectos.
¿Qué podemos enseñar en ellas que no sea un
empirismo basado en la emblemática nada académica
que practicamos?
¿Qué no sean los localismo mecánicos que hemos
aprendido de nuestros mayores y que tan diferentes son
a los de otras latitudes que también se tienen en ellas por
legítimos?
¿Qué que no sea si se ha de llamar Balaustre,
Palustre, Plancha o Columna al burilado del Secretario
como si la iniciática dependiese de tales prolijidades?

14
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

¿Qué no sean las exégesis interpretativas con que los


más veteranos tratamos de explicarnos y explicar las mil
imperfecciones de nuestras formas en un desesperado
esfuerzo por conciliar sus innumerables incongruencias
con una Razón de ya muy domadas pretensiones?
En la práctica, las Logias de Instrucción languidecen
apenas levantadas y las Comisiones de Rituales no están
en condiciones de entregarnos otra cosa que actos
ceremoniales cada vez más conversados, verdaderos
apelmazamientos de preguntas y respuestas cuya mejor
virtud, a nuestro modo de ver, es la de que estimulan en
los hermanos más viejos la nostálgica añoranza de lejanos
tiempos mejores, cuando el ceremonial no había perdido
agilidad en aras del discurso y el ritual mantenía su índole
de ACTO educativo.
Porque lo que se necesitaría no son rituales
mejorados sino recuperados; ni Logias de Instrucción,
sino de educación en el sentido socrático del término.
Por todo eso decimos, ¿Por qué en lugar de
modificar y de instruir no empezamos por otra cosa y en
otro punto? Porque si bien todos sabemos positivamente
que "algo está mal" y que "hace falta una mejor
docencia" no existen dos opiniones iguales respecto a qué
es lo que estaría bien o cual es el conocimiento definido
que debería impartirse como enseñanza.

15
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

En una palabra: sostenemos que en el orden de las


prioridades antes debe estar el estudiar que el instruir; y
que antes de una Comisión de Rituales y una Logia de
Instrucción, lo que necesitamos y hace falta es una que
ESTUDIE.
De nuevo: no se nos entienda mal.
No proponemos crear una Universidad ni una
escuelita. La Masonería es un TALLER, no una Academia ni
un Liceo.
Con lo que soñamos es con una Logia al estilo de
otras ya seculares y justamente célebres. Como la "Travail
et Varis Amis Fideles" de París donde trabajaron
hermanos de la talla de un Ragon y un Wirth; o la "Lodge
of the Living Stones" de Londres; o con un Instituto a la
manera del "The Dormer" de los Estados Unidos, que
tanto aportaron y aportan al mejor conocimiento de
nuestro arte en todo el mundo.
Con orgullo podemos decir que las Altas Autoridades
de nuestra Gran Logia YA están en lo que se sugiere en el
párrafo anterior. Pero sin perjuicio de ello, o para
suplementarlo, o como un aporte a este propósito,
creemos que puede resultar útil un trabajo como este, sin
demasiadas pretensiones agite y estimule el gusto por el
estudio y el deseo de llegar a trabajar alguna vez con una
emblemática depurada.

16
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Quede entonces claro que este trabajo no busca


oponerse ni abrir una segunda línea paralela a la que
nuestras Altas Autoridades están impulsando, y que sin
duda merece el total apoyo de cuantos amamos a la
Institución. Al contrario: busca SUMARSE al mismo.
Quede claro también que el análisis que aquí
hacemos no propone modificaciones y que si algo
deseamos es, como decimos a menudo, "que todo quede
como está hasta que todo sea diferente" y otros
ingredientes produzcan otros resultados. Y para eso no
vislumbramos otra vía que la del estudio basado en la
investigación.
De lo que antecede parecería desprenderse que nos
colocamos en una posición cerradamente tradicionalista
(hablamos de RECUPERAR).
Si quitamos lo de "cerradamente" así es en efecto.
A nuestro ver la Institución debería apuntar en
materia ritualística a un tradicionalismo progresista. Uno
qué, sin cortarse de las raíces nutricias que vienen del
pasado, sepa proyectarse a un futuro DESDE estas.
Para que ello sea posible necesitaremos antes
conocer tales raíces; y quizá, a menudo, también
descubrirlas (tan sepultadas se encuentran a veces).
Pero DEBE haber progreso.

17
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Creemos que las formas francmasónicas ni son


vestidos que admitan ser diseñados según las modas, ni
cosas que puedan permanecer estáticas. Es que NO son el
ropaje, son el CUERPO MISMO de la Masonería; una cosa
viviente, y como tal con herencia y desarrollo.
La importancia de la herencia se destaca porque lo
viviente no se desarrolla por estratificación de lo que
viene de afuera, sino de lo que le brota de adentro: de la
semilla y médula. Por eso nuestro primer deber es estar a
cubierto; y por eso se equivocan los que buscan en lo
profano un desenvolvimiento que solo puede venir de la
esencia.
Pero a la vez, ninguna simiente es totalmente
estática, más bien es una especie de acumulador del
aporte hereditario que recibe de cada generación.
Por todo eso pensamos que nuestra tradición debe
evolucionar sobre la base del pasado pero con el aporte
del Presente y los ojos en el porvenir.
Pensamos que aquellos HH.·. que se apegan
rígidamente a las formas recibidas, están equivocados; y
que es a los Principios que debemos ceñirnos con
preferencia. Y desde que tales HH.·. generalmente
también son "biblistas", se nos ocurre que han de
encontrar difícil conciliar su posición con la enseñanza
que se desprende de la conocida parábola de los talentos
(Mat. XXV 14/30).
18
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Pero los que somos progresistas no dejamos de


enfrentarnos a un dilema equivalente, ya que debemos
conciliar en los hechos nuestra inclinación desarrollista
con la celosa custodia de la herencia recibida, que es
nuestro deber entregar acrecida y no menguada,
mejorada y no dañada.
Y desgraciadamente ESO es lo que ha venido
ocurriendo; y es suficiente con haber vivido una
generación para haber sido testigos y quizá actores de
muchas lamentables pérdidas y extraños agregados.
¿Cuántos de los ingresados a nuestra Gran Logias en las
últimas décadas han visto recibir a las Altas Autoridades
"bajo bóveda de acero" como fue de estilo habitual en
tiempos de ayer nomás?
¿Quién no ha tenido ocasión de escuchar una
"instrucción" sobre el significado Masónico de un falso
símbolo, cuál pudo ser la guarda griega que el baldosero
puso alrededor de nuestro pavimento en sustitución del
tradicional festón dentado?
Ya que hablamos de nuestras formas y su
conservación, permítasenos expresar que no son pocos
los HH.·. que, poseídos del mejor espíritu, custodian con
exigente fidelidad No la magnífica herencia (hoy por
completo oculta bajo una montaña de tallas, inscripciones
y desperdicios que varias generaciones fueron
acumulando sobre las venerables piedras), NO la tumba

19
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

misma del Maestro, sino los escombros que la ocultan y


las grietas que presenta. Y a veces las defienden contra
quienes buscan apartarlos y repararlas.
Los primeros institutores de la francmasonería no
ocultaron su ignorancia bajo la vana pretensión de un
saber inexistente, ni procedieron a inventarlo.
Antes, la proclamaron signando para siempre
nuestra gesta filosófica con el sello de la BÚSQUEDA. Su
primer disposición no fue la de redactar sino la de
BUSCAR las antiguas formas. Fue sólo después que
vinieron los dogmáticos y los inventores. Unos para
promover sus creencias teológicas como inconmovibles
Landmarks de la Institución; otros, para introducirle sus
convicciones materialistas o políticas; otros, que le
incluyeron una tradición esotérica que no creyeron del
caso buscar, adjudicándose la que crearon de su propia
fantasía o la que aprendieron en círculos "teosóficos" y
equivalentes.
¿Qué velo cubrió la visión retrospectiva de los
primeros que les impidió ver las lecciones de la Historia
que el dogma teológico, sempiterno manantial de todos
los crímenes y todas las desavenencias, es inconciliable
con la idea de unión universal de todos los hombres de
buena voluntad que es consubstancial con el espíritu
francmasónico?

20
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

¿Cómo no advirtieron que si el dogma teológico


hubiera sido genuino Landmark Masónico hubiera
producido unión y no cisma, como sucedió?
¿Qué orgullosa presunción intelectual les hizo creer
a los segundos que estaban capacitados para pontificar
sobre las verdades del saber y la convivencia social?
¿Qué pereza interior o vicio del alma oscureció el
entendimiento de los últimos para llevarlos a satisfacer
las misteriosas urgencias de su genial intuición de la
manera más barata que puede ser imaginada?
Independientemente de la opinión que progresistas
y conservadores podamos tener respecto a nuestros
Landmarks, es evidente que lo que divide y separa no
puede ser una Marca de la Masonería. Por lo demás, la
Historia enseña que está comenzó BUSCANDOLOS y que
continúa haciéndolo.
En cuanto a nuestros símbolos y sus significados, ya
lo dijimos: una de dos, o solamente nombran valores
morales, intelectuales o filosóficos racionales, y entonces
constituyen un retroceso (el símbolo es una forma pre
lógica del lenguaje) como forma de expresión, o se
refieren a realidades ultra intelectuales que por ejemplo
pertenecen a un estrato al que no llega la filosofía
racional profana, valores que nuestros símbolos nos
incitan a buscar más allá de lo mentalmente inteligible.

21
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Por último, también resulta evidente que la intuición


de la existencia de esoterismos en la tradición de los
Giblim pide BÚSQUEDA y no invención, DESCUBRIMIENTO
y no aporte.
Los Fundadores no dejaron de presentir un
esoterismo en la venerable tradición de los Edificadores;
pero no se dieron a inventarlo presuntuosos como
hicieron luego los "continentales", ni a sustituirlo por los
provenientes de la India, el Tíbet o lo que algún Pérez
investigó clarividentemente. Al contrario: tuvieron la
valentía de declarar su ignorancia al proclamar que "los
secretos del Maestro Masón se perdieron" en la infausta
ocasión del vil asesinato; que los que poseemos no son
sino sustitutivos provisorios "hasta que el tiempo y las
circunstancias nos devuelvan los verdaderos"; y que la
tarea específica de los Compañeros fieles es la
BUSQUEDA de los legítimos.
Mas, ¿qué ocurrió?
Pasó que no solamente se hizo caso omiso de la
declaración (que incluso fue borrada de la mayoría de los
rituales "modernos", alguno de los cuales pretende ser
"iniciático"), sino que, pareciéndole a algunos que la
estirpe obrera no era suficientemente noble, se dieron
otra "caballeresca" (invirtiendo así aquello de que "no
desdeñaron algunos reyes dejar su cetro para empuñar la
trulla" para practicar el desdén de ésta y su sustitución

22
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

por la espada) de la que imaginaron hablan de recibir un


más depurado esoterismo. Pasó, en fin, que lejos de
buscar ni encontrar nada se perdió gran parte de los
"secretos sustitutivos" legados por los Institutores los
cuales muy probablemente hubiesen facilitado el
descubrimiento de los verdaderos si se les hubiese
prestado la debida atención. ¿Cuántos de los iniciados en
las logias de la Francmasonería criolla (y en algunas de la
no criolla) han recibido TODOS los signos de la Maestría:
el de angustia, el de simpatía, las dos versiones del de
socorro, las dos del de horror, el de Maestro de Artes y
Ciencias, el Real o de Gloria, y los que son privativos de la
silla del Venerable? ¿A cuántos les fueron comunicadas
las TRES palabras tradicionales que distinguen a los que
han encontrado la simbólica Tumba del Maestro?
¿Exageramos al decir que si se quiere una
“masonería iniciática" se impone una recuperación?
Se dice abreviadamente que cuando el oficio pasó a
otras manos la Masonería se hizo especulativa; pero en
realidad no llegó a tal sino de una manera muy gradual. Al
principio no fue sino una sociedad fraternal estructurada
como Club al que no se podía ingresar sino por elección y
siguiendo los esoterismos que se practicaron en tiempos
operativos para la admisión de nuevos obreros. Este Club
no tuvo inicialmente otro propósito ni finalidad que
brindar el ambiente apropiado a la práctica de los
placeres inocentes de la buena amistad. Fue muchísimo
23
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

más tarde que lo que comenzó de esa manera llegó a ser


primero una institución filantrópica y luego, ya en el
Continente, un círculo filosófico y humanista, a menudo
también político, dentro del que un puñado de HH.·.
vislumbraba posibilidades iniciáticas al estilo de los
Misterios de la antigüedad pagana. Fueron éstos los que
se dieron a imaginar que las formalidades de afiliación
podrían, con algún retoque, dejar de ser una simple
rememoración folklórica para convertirse en algo
parecido a aquellas por las que, según las mentas, se
accedía a los Misterios de Delfos o Memphis.
Sin duda que como árbol que se resiste a morir y
busca extenderse y darse un destino adaptado a cada
circunstancia, la Acacia es un símbolo perfecto de ese
extraño grupo humano que se mueve sobre el mundo sin
dejar otra huella de su paso que construcciones
materiales o ideales destinadas a dar refugio a las
esperanzas y necesidades del Hombre, desde edificios
hasta Institutos de ayuda social, enseñanza, sistemas
políticos y filosóficos, y todo cuarto sirve y facilita la
elevación y liberación de las conciencias y el
pensamiento, el vuelo del espíritu y el brillo de sus luces.
Nadie debería asombrarse, entonces, que estos
hombres que Siempre esperan la aurora de un nuevo día
(que ESO es lo que somos: gentes y obreros de la
esperanza) alzarán los ojos a la estrella de la mañana y
mensajero del Nuevo Sol la mágica Ishtar, hermana del
24
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Mercurio celeste. Porque es natural que estos hombres


imaginaran ser sus hijos, y como tales, partícipes de su
cósmico rol iniciador de nuevos días y nuevas épocas. ¿Es
que no lo somos? ¿Es que no integramos en espíritu y en
verdad las huestes que desde tiempo inmemorial son las
precursoras de todas las auroras? ¿Cuál es la "Luz" que
pedimos para nuestros neófitos? ¿Cuál la que les "damos"
sino la del mensajero del olímpico, la que vuelve
visionarios los ojos? ¿Cuál el calor del corazón que mueve
las manos masónicas a su callada labor filantrópica, sino
el de la brillante Aurelia matinal?
Si en los primeros tiempos institucionales cuando la
Francmasonería no era sino un círculo fraternal cuyo
único lazo de unión y fuerza cohesiva estaba en las
formalidades tradicionales de la antigua cofradía
operativa, la "perfección de los Trabajos" tuvo capital
importancia como estímulo psicológico; si ello pasó a
segundo plano en los días en que la Institución transitó
por los caminos de la sola filantropía o recorrió los del
libre pensamiento, ¿no vuelve a cobrarla multiplicada tan
pronto como sus adeptos empiezan a intuir que integran
una hermandad que está marcada por el espíritu de los
dos luceros del alba?
Hay Hermanos que conciben el ideal masónico como
una unión fraternal de ayuda mutua y cálida filantropía.
Puede decirse que TODOS pensamos lo mismo; sólo que
algunos preguntamos, ¿por qué va a ser SOLAMENTE
25
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

eso? ¿Por qué nuestra Institución no va a ser capaz de


asumir un rol civilizador; sino igual por lo menos
equivalente al que tuvo en sus tiempos operativos?
Cuando la Labor operativa se vulgarizó no sobrevivió la
Confraternidad porque sus miembros se apegaran
tozudamente al oficio, sino porque acertaron y aceptaron
un nuevo destino. Igualmente una vez generalizado el
ideal de la solidaridad, nuestra Acacia tomó otro norte
situándose en la avanzada del progreso político-social
dentro de las líneas del mejor y más puro liberalismo.
Hubo y hay, pues, HH.·. que sin abandonar la
práctica de la Fraternidad y la Filantropía proyectaron y
proyectan su ideal hacia horizontes más amplios y
conciben la Institución como una fuerza que apunta al
progreso de todas las luces humanas por el
librepensamiento y demás formas de la religión
humanista. Nos sumamos a ellos, pero a la vez decimos:
¿Por qué DETENER su progreso allí?
No decimos que el ideal de libertad y justicia social y
política haya perdido vigencia; tampoco perdió vigencia el
arte de construir, pero está en otras manos mejor
implementadas que las nuestras para el oficio; y lo mismo
podemos decir de la beneficencia y el liberalismo
humanitario. Lo que decimos es que una vez vulgarizada
una línea de actividad, también se vulgarizará la
Masonería si persiste en su sola práctica, terminando por
ir a la zaga de un quehacer generalizado para diluirse en
26
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

él. No fue apegándose a su forma puramente filantrópica


como, cual reguero de pólvora se extendió la Hermandad
de la Isla al Continente y de éste a toda América y el
mundo. ¿Por qué hemos de limitar ahora su vuelo a los
mismos repetidos cielos? ¿Por qué no intentar otro más
"nuestro" como el que supieron grabar en la piedra de
sus construcciones nuestros lejanos predecesores?
Por eso cada día son más numerosos los HH.·. que no
se quedan en una Masonería fraternal, filantrópica,
liberal, humanista y humanitaria, sino que sueñan con
una Francmasonería iniciática. Y bien: a ellos les decimos:
¿Por qué sólo soñarla? ¿Por qué no HACERLA tal?
A ese fin y como primer paso, entendemos que se
impone la recuperación de nuestros genuinos
esoterismos.
Decíamos al principio que este trabajo no quiere ser
sino lo que es: un mal documentado esbozo de la
evolución de nuestras costumbres tradicionales, hecho
como estímulo al trabajo de todos y NÓ para que se
acepten nuestras conclusiones.
Lo que buscamos no es predicar una doctrina sino
estimular el renacimiento, entre nosotros, del antiguo
espíritu de BÚSQUEDA que es consubstancial con la
Institución.

27
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Sin embargo, aunque se trata de un esbozo,


procuraremos ser minuciosos hasta el exceso. No se nos
oculta que tanta prolijidad ha de resultar muchas veces
latosa y hasta, para algunos, un poco ridícula; pero si
como sostenemos el aspecto iniciático de nuestro Arte no
se nos expresa sino en y por sus símbolos, entonces las
formalidades rituales y la precisión de los parlamentos no
son meras exterioridades sino la substancia y materia de
la iniciática francmasónica. En todo trabajo de
investigación y restauración la meticulosidad nunca
sobra. Ya habrá tiempo, cuando hayamos recuperado la
pureza del sistema que para nosotros estructuraron los
Fundadores, para juzgar qué hay en él de superfluo y qué
de fondo.
Esperamos que este trabajo resulte de utilidad tanto
para los que practican el ritual inglés y derivados, como
para los que usan el llamado "Escocés Antiguo y
Aceptado".

28
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

2- LA MASONERÍA

Al estudio de las formas debe anteponerse el de la


esencia que aquellas están llamadas a expresar. Lo
primero, entonces, será definir qué es Masonería.
No lo que el autor piensa que ésta es, sino lo que
entendieron que era sus fundadores y primeros masones.
Anderson la concibe como la aplicación de la
Geometría al arte de construir con solidez y belleza
independientemente de cuál pueda ser el material
empleado, y señala que, aunque de madera, el Arca de
Noé fue obra de la Arquitectura (Libro de las
Constituciones - Historia Tradicional).
Quizá nuestro ilustre Hermano quiso referirse al Arca
tal como la entiende el vulgo; o quizá la toma en su
acepción mitológica y simbólica. Uno nunca sabe cuándo
hablan los Iniciados en el equívoco lenguaje que les es
propio y cuándo en lengua ordinaria; pero cualquiera
fuese la idea que tuvo en mente el redactor de la
Constitución de 1723, siempre podemos los Iniciados
"leer en Jerga" aún lo que no fue escrito en ella, y llegar

29
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

así a conclusiones y significados inéditos y "nuestros" en


más de un sentido.
Porque obra de LA Arquitectura es, sin duda, esa
venerable Arca de Salvación (la Orden de los
Constructores) que desde siempre viene transportando
de un tiempo a otro tiempo el fermento civilizador esa
misteriosa simiente parteadora de lo inédito. Y si un fatal
acontecimiento destruyese la civilización, podemos tener
por cierto que de esa Arca saldría el instinto que volvería
a formarla.
¿Qué es el mitológico "diluvio" sino el momento
agudo de una destrucción que se opera a permanencia
sobre todo progreso y creación? ¿Es que tuvo fin alguna
vez dicho "diluvio"? Bien sabemos - y a la vista está - que
los logros humanos no son jamás definitivos, y que la
benemérita Arca portadora del Real Secreto no ha podido
posarse más que por brevísimos instantes sobre algún
providencial Ararat, debiendo en cambio y en toda época
mantenerse bogando sobre las procelosas aguas de la
antihumana barbarie. ¿Qué sino obra de "la" Arquitectura
fue lo que salvó una y otra vez la simiente de la
civilización manteniéndola oculta pero latente durante los
prolongadísimos períodos críticos de incontables
cataclismos? Dice asimismo Anderson que la Geometría
está grabada de una manera indeleble y congénita en el
corazón del género humano, y que ese instinto fue lo que,
en el transcurso del tiempo y por la observación del
30
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

mecanismo de las cosas, hizo que llegaran a formularse


los principios de la Geometría, de cuya aplicación
derivaron luego todas las artes liberales y especialmente
la Masonería y la Arquitectura.
Ya tenemos, entonces, una primer definición
tradicional: Masonería es el INSTINTO DE CIVILIZACIÓN
que es la esencia profunda de la condición humana; y
como tal, es inseparable del hombre. Es lo que nos hizo
agrícolas con Caín, metalúrgicos con Tubal, y ciudadanos
con Hiram. Y desde que ese instinto y lo que de él deriva
es lo que nos liga y religa con nosotros mismos y con
nuestro prójimo y destino, puede decirse que Masonería
es humanismo y que éste es LA "re-ligión" específica de
nuestro género.
También, Masonería es el Arca que guarda y
transporta de una manera eficaz el señalado espíritu.
En una segunda acepción, Masonería es OBRERIA. Es
la asociación profesional de quienes, unidos en
confraternidad y ligados por un juramento de fidelidad a
su arte y al colega, hicieron y hacen oficio del construir.
Para distinguir épocas, se llama Masonería Operativa a la
que aplicó su arte sobre la piedra, y especulativa o
moderna a la que edifica con los materiales del
pensamiento y la idea. Para abreviar, a la primera se la
llama Masonería y a la segunda Francmasonería.

31
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

El ritual francés primitivo define: "La Francmasonería


es una asociación universal sometida a las leyes de cada
país. Es, dentro de cada Estado como dentro de cada
Logia, una sociedad íntima de hombres selectos cuya
doctrina tiene por base el amor a los hombres, por regla
la moral universal, por causa la Verdad y la Luz, por
principios la Igualdad y Fraternidad, por armas la
persuasión y el buen ejemplo, por frutos la Virtud, la
sociabilidad y el progreso, y por finalidad el
perfeccionamiento y bienestar de la humanidad que
procura reunir bajo los pliegues de una sola bandera. No
es una sociedad secreta, sino una que posee un secreto. "
(Ragon - Introducción al ritual de Aprendiz).
Cassard, por su parte, dice que la Francmasonería es
"una Orden moral, fundada en principios liberales, en el
amor a los semejantes y en la Caridad " (Manual de la
Masonería: acápite al discurso preliminar).
Tenemos aquí una tercer acepción: Masonería
es ESTILO DE VIDA.
Como cuarta, la tantas veces tomada del ritual
inglés: Masonería es UN SISTEMA DIDÁCTICO.
En su pura idealidad entonces, Masonería es
HUMANISMO, como asociación es una OBRERIA DE LA
CIVILIZACIÓN, como doctrina es un PERFECCIONISMO

32
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

MORAL, y como método educativo es un SISTEMA


EMBLEMÁTICO.
Como de todas estas definiciones la que más
interesa para el tema de este trabajo es la última, nos
convendrá estudiar el origen, evolución, progresos y
desvíos de nuestro sistema emblemático.
La Historia de la Francmasonería comienza con su
institucionalización en Inglaterra, de donde
prácticamente de inmediato pasa a Francia para allí
tomar nuevos giros y matices que a su vez no tardaron en
extenderse por todo el mundo. Fue en París y en Burdeos
donde nacieron las ideas y primeras formas de lo que más
tarde se convertiría en el actual "Rito Escocés Antiguo y
Aceptado", y fue la influencia gala lo que, junto con las
distorsiones propias de toda expansión demasiado
violenta, originó la actual confusión en sus métodos de
enseñanza (simbolismo ritual) y hasta en su materia.
Pero tras la Historia está la prehistoria, y ésta tiene
sus raíces en la leyenda y el mito.
Es más que probable que las corporaciones
artesanales de los tiempos operativos poseyeran su
propio "lore" legendario y sus cultos secretos. Quizá
celebraron a Janos; ya que festejaban los solsticios; o a
Apolo, que por haber trabajado junto con Poseidón en las
fortificaciones de Troya "era del oficio". ¿Quién podrá
informarnos con precisión acerca de los detalles de la
33
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

antigua mística del Gremio? ¿Quién, de los de su magia


para dotar de "alma" a las edificaciones que levantaron
en las épocas de cuasi-barbarie? Quizá llegaron a
conocerla en parte los fundadores ingleses provenientes
de las Logias de Londres, o los de Edimburgo; pero si así
fue es evidente que trataron de ocultarla
cuidadosamente bajo el piadoso manto de una tradición
bíblica. O no, y ésta era la tradición legítima que les venía
de los Giblim de Salomón. ¿Quién puede saberlo?
Anderson, en la Historia Tradicional que compuso (o
exhumó y adaptó) para su Libro de las Constituciones y
que estaba destinada a ser leída a los neófitos en ocasión
de su admisión, toma al primer hombre ("en cuyo
corazón estaba grabada por el Creador la Geometría")
como el origen mitológico de la Hermandad, y tiende la
tradición del Gremio todo a lo largo de la narrativa bíblica
desde CAÍN (que fundó la ciudad de Enoch) pasando por
NOÉ hasta los Giblim de Salomón, y desde TUBAL-CAÍN (el
primer artífice en metales) pasando por Mitzraim y su
progenie (que la leyenda asocia con la misteriosa ciencia
secreta del antiguo Egipto al que dieron su nombre) hasta
HIRAM (pron: Ji-Ram) el arquitecto del rey de Tiro.
Es curioso señalar que, aunque hombre de iglesia,
Anderson no cuenta a Jesucristo entre los integrantes del
Gremio, sino que se lo saltea junto con su padre putativo
del que los Evangelios informan que "era obrero".

34
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Si bien sus diseñadores (Anderson y Desaguliers)


pertenecían al clero anglicano, las primeras formas de la
Francmasonería no resultaron del agrado de muchos que
las consideraron demasiado liberales. Hubo marchas y
contramarchas, desavenencias y cisma; y la unidad de la
francmasonería inglesa no se produjo sino una vez que los
más "avanzados" (que quizá fueran los más
tradicionalistas en el estricto sentido del término)
hubieron cedido todas sus posiciones y accedido a
incorporar a su liturgia y para siempre los dogmas de la
religión popular.
Fue por esa época (durante el cisma) que para
protegerse de intrusiones los masones ingleses invirtieron
las palabras de los dos primeros Grados, lo que luego
produjo no poca confusión al retomarse el orden
primitivo en la isla pero NO en el Continente (en la
francmasonería francesa todavía hoy JAKIN es palabra
sagrada del Grado primero, y BOHAZ lo es del segundo).
Otro factor de distorsión que ya fue señalado, fue
que no plugo demasiado a los francmasones
continentales el admitir un origen puramente artesanal
para su Asociación, razón por la que dieron a imaginarle
una estirpe caballeresca y una conexión por vía noble con
los Misterios del cercano oriente y el mundo pagano. Si lo
que se buscaba hubiese sido esoterismo genuino y ciencia
iniciática - ya lo dijimos - no hubieran necesitado los
precursores continentales inventarla, porque el Gremio lo
35
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

poseía y a pesar de las interpolaciones y recortes del


clericalismo anglicano no estaba ausente de las formas
que nos legaron los Fundadores.
En una palabra: que el celo dogmático por un lado y
por el otro la idea de un origen caballeresco por sobre el
artesanal, y una diferente manera de entender sus
Misterios fue lo que más contribuyó a diversificar las
formas en que la Masonería quiso darnos SU arcaica
enseñanza.
Y si ese mensaje estuvo y ya no está (por lo menos,
no del todo) en nuestro simbolismo; lo que se impone es
un trabajo de arqueología tendiente a recomponer el
vaso. Mientras eso no se haga la cuarta acepción de la
Masonería - la iniciática - no pasará de aspiración o de
parodia. Tendremos, sí, Masonería como instinto
civilizador, como estilo de vida y como obrería del
Progreso, pero NO la tendremos como sistema simbólico
iniciático.

36
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

3- LA LOGIA

Los masones nos reunimos "en Logia" y todos


debemos pertenecer a alguna. Así lo establece la
Constitución de 1723 (Libro de las Constituciones - Cap. III
- De las Logias).
"Logia es el LUGAR donde los masones se reúnen y
TRABAJAN; de ahí que a una ASAMBLEA o GRUPO de
masones regularmente ORGANIZADO se la llame Logia; y
cada Hermano ha de pertenecer a una y sujetarse a su
Reglamento al tiempo que a las Reglas Generales.”
En este párrafo aparecen cuatro acepciones
diferentes de la palabra Logia:
a) El LUGAR en él que nos reunimos y trabajamos, o
sea: la logia como LOCAL. El Locutorio y Taller.
b) La ASAMBLEA propiamente dicha, o sea: la Logia
como LOCUCIÓN.
c) La Logia como ESQUEMA ORGÁNICO.
d) La Logia como GRUPO humano, o sea: el cuadro
de obreros.

37
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Hay una quinta acepción que surge del


interrogatorio que ha de contestar todo Aprendiz antes
de ser colado (ritual inglés).
"- ¿Dónde fuisteis iniciado?
"- En el seno de una Logia justa, perfecta y regular.
Según esto, Logia es el molde o MATRIZ en el que
nacemos a la vida iniciática y eso a su vez tiene varias
acepciones, cada una de las cuales es multívoca. Se nos
incorpora a un ambiente, se nos hace miembros de un
cuerpo colectivo que en todo sentido actúa como un
organismo viviente, y se nos inicia en un Lenguaje que no
es únicamente una jerga o modo de hablar/gesticular,
sino una manera de pensar/hacer que nos irá formando
en la misma proporción y medida que la practiquemos a
plena conciencia. Todo eso se hace por la
instrumentalidad del ceremonial.
Como LUGAR DE TRABAJO, la Logia es el Templo. Y
desde que en Francmasonería todo es emblemático,
nuestro local lo es del terreno donde se cumple la labor
masónica, el que a su vez es doble: interior (el hombre) y
exterior (el mundo) y ambos campos poseen múltiples
direcciones.
Cómo ASAMBLEA, la Logia es la entidad ideal de
nuestro pensamiento colectivo; es la discusión misma que
hacemos de nuestros temas, es el Logos que manejamos.

38
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

En su dinámica, la Logia (de "logos": Palabra) y más


precisamente la Logia Abierta, es la libre interlocución de
los masones con sus pares. Es "locución abierta" y al
mismo tiempo restringida y eso exige el constante
cuidado de vigilar si estamos en perfecta intimidad Y
desde que en Francmasonería todo se nos inculca y
recuerda mediante ACTO simbólico, el ritual se encarga
de hacer que no olvidemos que antes de "abrir nuestra
Palabra debemos proceder a constatar que estamos a
cubierto de toda indiscreción y entre iguales. Ragon
define el ritual de Apertura como "un medio de estar
entrecasa con los nuestros" (un moyen d'être chez soi et
entre soi), y así es, como todos sabemos.
Pero además, cuando se lo practica en su forma
genuina y a plena conciencia de su significado, es un
eficaz artificio psicológico por el que la idea de "ver si
estamos solos antes de abrir la boca" queda ligada al
hecho de hablar de nuestras cosas. Si una tal asociación
se establece firmemente y se hace carne en nuestro
modo de ser, cada vez que nos encontremos con
Hermanos, acudirá a nuestra mente el pensamiento de
"ver que no hayan extraños ni estén los niños" antes de
hablar de intimidades.
En general puede decirse que el ceremonial, en
especial el francmasónico; es un artificio para crear
mecanismos de recordación; y si falla en ese sentido es o
porque no cumplimos los actos rituales a conciencia de su
39
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

significado, o porque aquellos perdieron su virtud al


modificarse la forma en que fueron establecidos a ese
efecto. Así por ejemplo, el primitivo ...
- ¿Cuál es el principal cuidado de todo masón?
- Ver que la Logia (la locución) esté a cubierto...
vino a ser:
- ¿Cuál es el primer deber de un Vigilante?
- Ver si el Templo (el local físico) está a cubierto.
Así transformado, ¿qué nos puede sugerir?
Como ESQUEMA ORGÁNICO, nuestra logia es
representativa de la estructura ideal de todos los cuerpos
(celestes, biológicos, morales, mímicos, sociales, etc.), o
sea: del mecanismo que, por la armoniosa conjunción de
sus diversas funciones y actividades, y por la triangulada y
recíproca limitación de propósito, fuerza y forma, les
permite evolucionar en paz y felicidad y en términos de
progresiva luminosidad y perfección.
Como CUADRO, la logia es una obrería del progreso,
una liga de hombres que cumplen colectivamente una
labor filantrópica o progresista, y NO algo cuya única
actividad común es la rituálica o la masticatoria. Si el
masón está individualmente obligado a poner sus luces y
fuerzas al servicio del mundo, también lo está el Gremio

40
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

en general y el Taller en particular pero más que ninguno,


este último que es la célula masónica por excelencia.
Como MATRIZ INICIÁTICA, ya lo dijimos, la Logia es
madre, esposa e hija de sus propios hijos»
De cada una de estas acepciones nos ocuparemos en
los próximos capítulos.

41
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

42
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

4- LA LOGIA COMO LOCAL

La primera de nuestras acepciones establecía que:


"Logia es el lugar en el que nos reunimos y trabajamos".
Entonces, no cualquier local sirve, sino solamente aquel
que ofrece las facilidades requeridas por la labor a
cumplir.
Si concebimos la Masonería como una sociedad
puramente fraternal, filantrópica o filosófica, entonces la
forma, disposición y adorno de la sala de sesiones no
necesita tener en cuenta otros parámetros que los de la
comodidad física. Pero si tenemos en cuenta el aspecto
tradicionalista de la Institución, su índole simbólica y su
función iniciática, las cosas cambian. Porque si en
Francmasonería todo es símbolo y la Logia es un lugar de
reunión y trabajo, su forma ha de representar nuestro
campo de labor, o sea: el mundo-ambiente y el hombre; y
a ambos en sus múltiples aspectos.
Por supuesto que estamos hablando de la Masonería
moderna, NO de la operativa, cuyas tenidas (por lo que se
puede deducir de los propios rituales) tuvieron por
escenario el refectorio.

43
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

En la Masonería moderna -la simbólica- nuestro


Templo ha de ser una especie de frase con un mensaje
específico; y NO el de la Comisión de Templos o el que
quiso darle el edificador de tumo. Debe tener aquel
original mensaje que es propio de la Masonería.
Entonces... no hay tanta latitud de solución como la
que a menudo se toman los imagineros que construyen y
adornan nuestros Templos. Sobre todo no la hay si
queremos que éstos nos digan LA frase.
No puede ser indiferente, por ejemplo y por qué
dirán cosas distintas, el número y estilo de las columnas
que sostienen la bóveda... y sin embargo hay Templos con
doce, dieciocho o veinticuatro; o sin ninguna. Tampoco
puede ser arbitraria la forma y disposición de los sitiales,
no obstante. los hay cuadrangulares y triangulares y hasta
en forma de globo terráqueo; y están dispuestos sobre
planos de esquema cruciforme o triangular. Y ¿Qué decir
del Templo mismo, con su puerta de entrada ya en medio
de Occidente, ya a la izquierda, ya a la derecha del Primer
Vigilante, con sus muros estucados en rojo o en azul, o en
otro color cualquiera, y mil detalles más que no es del
caso mencionar ahora?
No estamos hablando del espíritu masónico que no
necesita Templo ni liturgia para manifestarse, porque el
viento civilizador sabe soplar de todos los ángulos.
Estamos hablando de las formas en las que la Masonería

44
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

transmite su mensaje iniciático y en ese terreno un


cuadrado redondo no es más incongruencia que un
esquema que puede ser cruciforme o triangular, o un
color que puede ser azul o rojo. ¿Quién podrá interpretar
nada?
Y no se diga que nuestro Templo es de esta manera
en este rito y de aquella en el otro, porque una de dos: o
la Masonería habla por sus símbolos o no lo hace; y si lo
primero o hay dos Masonerías y dos mensajes o uno O
ambos criterios están desviados del esquema en que
aquella quiso expresarse; y si lo segundo ¿para qué
gastamos sesos en querer entender algo?
La cuestión está entonces en saber cómo eso debe
ser un templo masónico, qué forma tiene su planta y cuál
su disposición, cuál el color de sus muros, cómo es su
bóveda y pavimento y cuáles son los demás detalles.
Poca cosa nos dice al respecto la documentación
antigua. Apenas algún catecismo señala:
"- ¿Qué forma tiene vuestra Logia?
"- La de un cuadrilongo. "
Para empezar, no es mucho; porque ¿cuáles son sus
proporciones?
Hay quienes dicen que doble de largo que de ancho;
pero tal relación no solamente contraría el gusto estético
sino que no concuerda con las proporciones de nuestra
45
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Escuadra. ¿No sería entonces más apropiado ajustar las


medidas de nuestra Logia a ese modelo?
Cuando como en el caso es preciso decidir sin
documentación, el que esto escribe lo hace en función del
contexto ya reconstruido y no en hace a la sola
imaginación.
Entonces, la planta de la Logia es un cuadrilongo de
proporción 3 X 4.
El ritual de Ragon comenta en la Instrucción del
Primer Grado:
"La Logia es un cuadrilongo; pero desde que su
nombre (del sánscrito INGA) significa mundo, debería ser
redonda o por lo menos ovalada, como la órbita que traza
nuestro planeta en su giro anual alrededor del sol. Este
error data de los antiguos iniciados que, por desconocer
las antípodas, dieron esa forma a la Tierra."
Por fortuna, ningún constructor de Templos (que
sepamos) ha recogido la original idea de una Logia oval;
pero como periódicamente algún Hermano se encarga de
exhumarla, creemos de utilidad hacer algunas
consideraciones.
En la época y lugar en que se escribió el párrafo
citado (París de Francia, cuando la Enciclopedia) se vivía la
euforia del triunfo racionalista. Resulta natural entonces,

46
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

que los redactores de esta "instrucción" mostrarán los


síntomas, ya que es propio de la adolescencia presumir
superioridad sobre las generaciones anteriores. Luego, un
pensamiento más maduro se encarga de enseñar que lo
que reclaman las ideas de "los antiguos" es comprensión
y NO rectificación especialmente cuando, como en este
caso, se trata de "los antiguos iniciados" que, como bien
sabemos conocían las antípodas y el esquema solar
heliocéntrico, no obstante lo cual dieron forma
rectangular a sus Templos.
Para empezar, no es razonable suponer que la Logia
francmasónica sea emblemática de la estructura celeste
(ni de la del hombre corporal). Quizá hubo tiempo en que
OTROS iniciados se ocuparon de astronomía y fisiología;
pero NO los masones, que no eran ni astrónomos ni
médicos sino arquitectos, y como tales practicaban el arte
de los espacios habitacionales y NO la ciencia de los
cuerpos y mecanismos en aquellos contenidos. Por
supuesto que por aquello de "lo que está allí está aquí"
los ambientes repiten de alguna manera los elementos de
sus contenidos y viceversa, y que a todos los niveles es
dable observar las mismas cosas... aunque nunca
dispuestas de la misma manera porque si bien el hombre
es imagen del cosmos, su forma corporal no es esférica.
Tampoco lo es la logia entre otras cosas por la simple
razón de que es cuadrangular.

47
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Bien cierto que en sánscrito la voz LOGA significa


"tierra"; mas no en el sentido del planeta, sino en el de
"arcilla". En aquel idioma, LOG es contracción eufónica de
LAUGH, que quiere decir "barro".
Como nota risueña acotaremos aquí que TAUG-KSHI
("que ve tierra") fue el apodo por el que se conoció a un
célebre filósofo materialista seguidor de Charvaka.
Debemos suponer que nadie piensa que el
simbolismo de la Logia busca enseñarnos a "ver tierra". Al
contrario: trata de quitar de nuestros ojos la oscura venda
materialista que traemos al entrar aunque no siempre lo
logra, y por eso hay Colones en el simbolismo que no
descubren otra cosa. No; no faltan los Laugh-Kshí entre
nosotros.
La voz Logia viene de TOKA que significa Mundo en
el sentido de plano habitacional.” A su vez, Loka viene de
LOK, que significa ver y es raíz de TOCHANA:
"iluminador". Logia también puede derivarse del latín
LOCUS de donde sería el local (locutorio) y la asamblea
(locución).
Si el Templo es emblemático del hombre y el mundo
como campos de labor, entonces es Cuadrangular porque
los cuatro elementos sensoriales constituyen los límites
del primero como experimentador y del segundo como
experiencia. Y desde que en medio de ello mora "el que
habla" que en su hablar tiene no solamente la

48
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

herramienta para extenderse horizontalmente sino las


alas y aletas para hacerlo en altura y profundidad, el
contenido de la Logia es aquel Ser que se expande sin
nunca dejar su casa, y sin jamás salirse de su esencia.
¿De qué color será esta sutil magma consciente que
colma las seis direcciones del infinito, pues... desde que
una tal ilimitada expansión es inconcebible en nada que
no sea la Libertad misma, no puede representársela más
adecuadamente que por el Espacio que es celeste.
Según la pauta tradición nuestra Logia es AZUL para
los tres grados. ¿Fue teniendo en cuenta lo que decimos
en el párrafo anterior que los Fundadores dieron ese
color a nuestro Templo? Lo más probable es que no. Pero
el simbolismo, cuando es el legítimo fruto de la
inspiración intuitiva tiene esa particularidad: que los que
vienen después "saben" a su respecto muchísimo más
que sus creadores originales.
En el ritual inglés no hay sino UN Templo. El Tercero
es un Grado francmasónico, NO una cámara adicional. La
idea de un Templo especial para los Maestros es francesa,
y aparece en los primeros rituales continentales oficiales.
Ragon comenta: "¿Para qué? Uno es suficiente,
desde que este Tercer Grado recompone el gran
hieroglifo que presenta la Naturaleza el 25 de diciembre
¿Es que hay dos cielos? La Naturaleza no tiene sino UN
Templo; también los Iniciados. Los grados que se
49
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

conceden a templo doble o triple son de otro orden"


(esto es: son grados no masónicos). Por supuesto que
discrepamos con Ragon en cuanto a su interpretación
astronómica del Grado tercero; pero coincidimos en que
lo tradicional es UN SOLO TEMPLO. Y también lo lógico
puesto que hay UN solo hombre, y el drama de Hiram se
desarrolla en el mismo mundo que sirve de escenario a la
labor de Aprendices y Compañeros.
Los manual es más antiguos recomiendan manteles,
colgaduras y tapices para los distintos Grados; pero no
hemos encontrado ninguno que ordene estucar los muros
de la Logia en rojo o en negro.
El ritual continental primitivo dice que la Logia debe
estar TENDIDA (tendue) EN AZUL Y BLANCO; Y EN VERDE
PARA EL RITO ESOOCES; y que para el Tercero las
COLGADURAS (tendures) han de ser negras. Cierto que en
otro lugar se retracta en relación con el "Rito Escocés".
Así en la página 106 del Manual del Aprendiz, dice Ragon:
"Errata, Page 22 ligne l4. Verte, lisez Rouge," ¡SÍ que es
errata!
Cassard dice: "COLGADURA encamada para los
Grados 1 y 2; COLGADURAS negras para el Tercero."
En nuestra opinión tender manteles o colgaduras no
es lo mismo que pintar las paredes del Templo. Lo
primero es agregar un matiz, lo segundo. es modificar el
símbolo.
50
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Ya señalamos que por ser el color de la expansión


celeste, en el simbolismo universal el AZUL es
emblemático de la libertad. "Azul" fue siempre epíteto de
los más elevados dioses ("los celestes") y "celeste" es en
el mismo sentido el magma espiritual que constituye la
esencia del hombre y el mundo. Igualmente, estar
"vestido de cielo" es una jerga generalizada para nombrar
el logro y condición más exaltada; quizá por eso
(consciente o intuitivamente) los mandiles de los
Maestros Masones ingleses "se adornan de cielo".
¡Qué diferente aparece aquí lo que constituye la
"conquista del cielo" para el iniciado y el profano!
El ROJO, lo, mismo que el VERDE y el NEGRO son
colores que pertenecen a los "altos Grados" (no
masónicos); y si bien hubo tiempo cuando éstos
funcionaron conjuntamente con los de la francmasonería,
hoy se ha retomado la práctica antigua... aunque la
corruptela se haya mantenido en muchos países en lo que
tiene que ver con el color de los Templos.
Pero a menos de que el Templo masónico deje de
ser emblemático de la Libertad para serlo de la Caridad,
su color es azul-cielo y NO rojo - ni negro. Eso no impide
que se pueda representar el matiz peculiar de cada Grado
(Caridad, Estudio y Luto) mediante manteles y adornos
rojos, amarillos y negros respectivamente, sobre mesas y
altares. Así dispuesto, el Templo de la Libertad (azul)

51
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

vendría a quedar adornado de Caridad, exornado de


Estudio, o apesadumbrado por nuestro duelo. No habría
cambio de símbolo, sino de matiz.
La DISPOSICIÓN de la Logia dentro del cuadrilongo
sigue dos fórmulas generales. La costumbre inglesa coloca
los sitiales en cruz; la francesa (que es la que adoptó el
llamado "Rito Escocés Antiguo y Aceptado") lo hace en
triángulo. Y hay otra más "moderna" que sitúa al VM.·. a
Oriente, al SV.·. a Mediodía y al PV.·. a Occidente, pero
hacia un lado: al NO o al SO.

Esquema cruciforme.

Esquema cruciforme.
52
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

La disposición en cruz deriva de los movimientos del


Sol (entendido como símbolo de la luz) y la establece la
pauta antigua al situar al Venerable en el naciente, al
Primer Vigilante en el poniente, y al Segundo Vigilante al
Mediodía; y al mandar que la instrucción al Neófito la dé
el Venerable en el Norte -el lugar de la Profundidad -
frente al Segundo Vigilante que representa la Altura.
Si tenemos presente que Francia aprendió la
masonería de mesa y mantel antes que la del Templo,
comprenderemos sin dificultad que la forma triangular
que dieron a sus Logias los masones franceses derivan del
clásico hemiciclo del cenáculo, que, aunque se inspira
igualmente en los movimientos del Sol sólo tiene en
cuenta un semestre.
En cuanto a la tercer fórmula, aunque haya recibido
los honores de la imprenta (la hemos visto publicada) no
es sino lo que quedó cuando, para retomar la forma
clásica, se movió el sitial del Segundo Vigilante a donde
corresponde pero se dejó al Primero a un lado de la
Puerta. Quien esto escribe fue testigo de la reforma de
los Templos de su Gran Logia y sabe que eso fue lo que
ocurrió.
Creemos que con lo dicho es suficiente para
establecer que la disposición en cruz es la primitiva; que
las otras no constituyen progreso sino pérdida, y que en

53
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

consecuencia la primera es la más adecuada a una


emblemática tradicional e iniciática.

Esquema triangular.
El esquema cruciforme supone la existencia (ficta) de
cuatro "puertas del Sol" (de la luz), una detrás del sitial de
cada dignatario y una cuarta en el Norte, frente al

54
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Segundo Vigilante, donde se acostumbra colocar el Sillón


Vacante.
El Norte es el lugar geométrico emblemático del
Oriente Eterno (de la Logia, la Masonería y la Humanidad
y de ahí que se diga en jerga que representa al Hermano
que se fue en busca de la Verdad y aún no ha regresado).
Podrá quizá resultar sorprendente que situemos el
Oriente Eterno en el Norte y no en el Este; pero es allí
donde está la "orientación permanente", donde se
encuentra la estrella polar y a donde apunta la aguja
magnética. El de Oriente es un cielo por demás cambiante
y no pasa jamás de ser una tónica transitoria.
Por las mismas, la pauta antigua manda que el
Venerable dé la primer instrucción al Neófito (La noche de
su iniciación) en el Norte frente al Sillón Vacante. Es que
el Oriente Eterno (el Norte) es emblemático de la
jerarquía de iniciadores. Cuenta el mito que cuando en la
aurora de los tiempos los fundadores de la Humanidad
hubieron cumplido su tarea, se marcharon a los cielos
convirtiéndose en constelaciones, o más precisamente en
las de la Osa, una de las cuales contiene la Estrella Polar.
En las Logias que trabajan a plena pompa y entran
en procesión, los HH.·. hacen un alto frente a este sillón
para saludar él (con el signo de Fidelidad) a su propio
Iniciador y a los que lo precedieron.

55
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Estas cuatro Puertas de la Luz son representativas


del ciclo de la conciencia y nada tienen que ver con la
puerta de entrada al Templo ni con la mecánica
astronómica propiamente dicha que también es simbólica
del referido ciclo.
La PUERTA DE ENTRADA al Templo está situada a
Occidente. En la disposición cruciforme tradicional, es
una abertura practicada a la izquierda del Primer
Vigilante; en la triangular, está al centro del Occidente.

Disposición moderna.
56
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Una y otra situación derivan de las respectivas


concepciones del Templo. Toda vez que nos hemos
decidido por la planta cruciforme, de más está decir que
en nuestra opinión la fórmula inglesa es la que
consideramos más ajustada a la emblemática iniciática.
En ella, esta puerta ha de ser de doble hoja y bajo
dintel a fin de hacer obligatoria la entrada "de cabeza".
Cuando el bajo dintel no existe, este extremo queda
a cargo de la rúbrica, que manda que el Candidato entre
en la Logia pasando por debajo de las varas cruzadas de
los Diáconos (o Maestros de Ceremonias), que deben
colocarlas de tal manera que obligue al Candidato a
agachar la cabeza para avanzar.
El PAVIMENTO de una Logia es de losas blancas y
negras dispuestas en diagonal. Según un pasaje de la
explicación que el ritual inglés hace del Cuadro del Grado
Tercero, este Pavimento fue instituido en representación
del que según la tradición tenía el Sancta Sanctorum del
Templo de Salomón.
Dice: "Los ornamentos de una Logia son: el porche,
el tragaluz, y el PAVIMENTO CUADRADO. El porche era la
entrada al Sancta Sanctorum, el tragaluz era la ventana
(oval, en la bóveda) que daba iluminación al mismo, y el
Pavimento cuadrado era por donde transitaba el sumo
sacerdote."

57
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Este Pavimento, orlado de un festón dentado y


adornado cada uno de sus ángulos con un borlón de oro,
ya cubre la totalidad del piso, ya se dispone únicamente
en el centro del local. En este último caso sus
proporciones son las mismas que las de la Logia (3 X 4) y
por razones mecánicas que ya veremos al tratar la
ceremonia de Exaltación (en la francmasonería clásica no
hay más que un Templo) sus dimensiones han de ser de
unos seis por ocho pies (debe caber en él un hombre
acostado).
Según el ritual inglés, la iluminación del Templo
procede de TRES LUCES colocadas sobre otros tantos
candelabros de pie situados a Oriente, Occidente y
Mediodía frente a las mesas de los respectivos
Dignatarios. Como tradicionalmente el VM.·. representa
la Sabiduría, el PV.·. la Fuerza y el Sv.·.la Belleza, y como
algunos rituales dicen que la del Segundo Vigilante es una
columna de orden corintio, la del Primero una de orden
dórico, y la del Venerable de orden jónico "que combina
la belleza del Corintio con la fuerza del Dórico", algunos
constructores armonizan estilos haciendo que estos
candelabros sean de los mencionados órdenes.
Si se ha colocado una miniaturización del Pavimento
Mosaico en el centro de la Logia, éste se ha de rodear
igualmente con tres candelabros de una luz, situados al
NE, NO y en el centro del Sur frente al Segundo Vigilante.
Estos tres pueden ser columnas del mismo orden
58
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

que las que están delante del VM.·., PV.·. y SV.·. aunque
de menor talla.
En el centro de la Logia, en medio del Pavimento,
pero ligeramente hacia Oriente, va el ara cúbica central, y
sobre ella un candelabro de SIETE brazos (del que,
obviamente se enciende el número de luces que
corresponde al grado en que se trabaja).
La iluminación se completa con DOCE luces
colocadas sobre las columnas que en igual número
sostienen 1 bóveda.
Como se ve el número total de luces es de
VEINTIDÓS el mismo de las letras del alfabeto hebreo; y
están distribuidas siguiendo la manera en que se
clasifican éstas: TRES; SIETE y DOCE, Tres: Bien Mal y
Equilibrio; Siete: el número de "Tierras" o centros de
funciones o maneras de la conciencia; y Doce, el de los
rayos del Sol o meses del año, representativos del
transcurrir del tiempo y las estaciones, y donde todo lo
demás está enmarcado.
Podrá discutirse si el hebreo es o no el idioma propio
de la Masonería, o si como muchos afirman ocurrió que
nuestras cosas se judaizaron en un momento
determinado. Pero el hecho cierto es que los Fundadores
tomaron de la Biblia y el Talmud las leyendas que nos
dieron, y que todas nuestras Palabras Sagradas y de Paso
son hebreas.
59
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

De manera que si nuestro locutorio, es Palacio del


Pensamiento y símbolo de la habitación de "él que
habla", nada más apropiado para representar la luminosa
substancia en que éste se expresa que el número de luces
equivalente a las letras del alfabeto. ¿Y por qué no las del
idioma en que estén acuñadas las palabras
representativas de nuestros esoterismos?
A Oriente hay un estrado al que se sube por UN
escalón. Al centro del mismo y elevado sobre DOS
escalones más, la silla y mesa del Venerable. Eso
completa el número de las "exaltaciones de la
Conciencia" que lleva al pleno señorío sobre los sentidos
por la Voluntad, sobre la voluntad por la Razón, y sobre la
razón misma por la experiencia, la ley y la previsión
intuitiva del porvenir.
Hay constructores que dan al estrado tres gradas y
dos más al sitial del Venerable, y que separan el Oriente
del resto por una balaustrada abierta en el centro pero a
nuestro juicio se trata de adornos. Ningún autor clásico
hace mención de ello.
Detrás de la silla del Venerable (cuyo sitial está
cubierto de un dosel sobre el que a veces se coloca un sol
naciente) hay un cortinado que deja ver un Delta
radiante. A uno y otro lado de la silla del Maestro de la
Logia, están los sillones del ex-Venerable (a la izquierda) y
demás HH.·. de Oriente. Hacia la derecha e izquierda

60
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

respectivamente, las sillas y mesas del Secretario y


orador.
En el centro de Occidente, sobre un estrado de DOS
escalones, se sitúa el sitial y mesa del Primer Vigilante; en
el centro del lado Sur, sobre UNA grada, la mesa y silla del
Segundo Vigilante; frente a él, en el muro Norte, el sillón
vacante.
El Primer Diácono tiene su lugar a la derecha del
Venerable. Sobre el estrado, si el que desempeña el cargo
es un ex-venerable, y abajo en caso contrario. Esto lo
establece a texto expreso la pauta del ritual inglés y los
bocadillos por los que los Diáconos dan su lugar en la
Logia: "Ala derecha O CERCA del Venerable Maestro" dice
el Primero, y "A la derecha del Primer Vigilante" el
Segundo. La razón de la diferencia en el parlamento es la
apuntada. Esto es: la diferencia que había, ya que en la
actualidad el bocadillo ha perdido su forma primitiva y lo
que en cambio se expresa carece de todo sentido.
El Segundo Diácono - ya está dicho - se sienta a la
derecha del Primer Vigilante, y el Guarda templo interno
a su izquierda, del lado interior de la Puerta. Fuera de
ésta se sitúa el Cubridor. Esto completa la disposición de
los Oficiales que constituyen la versión clásica inglesa de
la Logia como organismo.

61
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

El ARA CENTRAL es un cubo de "tres pies de arista


con cuatro cuernos, uno a cada lado" así la describe
Albert G Mackey, el conocido codificador masónico que la
interpreta como ara de los sacrificios. Aunque J. S. Ward
dice que este altar todavía existe en Irlanda, Escocia y la
parte Norte de Inglaterra, la francmasonería inglesa lo ha
eliminado, quizá por su clarísima índole pagana, y salvo el
autor recién mencionado, los demás tratadistas ingleses
que hemos consultado insisten una y otra vez que en una
Logia no pueden haber más de TRES "pedestales" (que así
es como llaman a los altares) el del Venerable Maestro a
62
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Oriente, y los de los Vigilantes a Mediodía y Occidente.


Sin embargo, a pesar de estas rotundas
afirmaciones, basta con echar una ojeada al Cuadro del
Grado que se despliega en las Logias inglesas de Aprendiz,
para ver que la Piedra Cúbica que está en el centro del
dibujo ES aquel paganísimo "altar de los sacrificios".
Algunas Logias modernas han re-establecido el ara
central en nuestros Templos, aunque a menudo lo han
hecho con error puesto que pusieron una triangular. En
nuestro libro "Arte Real" señalamos que, desde que es la
de los sacrificios, la emblemática que le corresponde es la
solar (el Sol es el "Gran Sacrificado") y que ésta se
muestra en las doce aristas del cubo y NO en las nueve
del prisma de base triangular. Por otra parte, "cubo" es
simbólico de "Tierra", de manera que el conjunto
significa: "Sacrificio de la Luz (el Sol, el 12) en aras de la
Tierra (el cupo)" sacrificio que es doble: el que señala
Mackey que hacen los Hermanos a favor de la
Fraternidad, y el de ésta y ellos en beneficio del mundo.
La BÓVEDA del Templo que debería apoyarse sobre
DOCE columnas (seis a cada lado, o en grupos de tres
representativos de las estaciones, uno en cada muro, o
dos a Oriente, dos a occidente y cuatro a cada lado a los
efectos de un mejor equilibrio estético) semeja un cielo
estrellado, claro hacia Oriente y oscurecido y con celajes
hacia Occidente.

63
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

En la Bóveda hay un Sol y una Luna, que algunos


sitúan al NE y SE respectivamente, otros al Este (como sol
naciente) y Oeste; y otros el Sol en el centro y la luna
hacia Occidente.
Si la emblemática francmasónica emplea las figuras
del sol y la luna con el significado que les da el simbolismo
universal (positivo, negativo, conjunción; o luz, reflexión y
juicio), la primera sería la adecuada. Pero tampoco le falta
fundamento a la segunda, desde que la función del
Primer Vigilante como Señor del Poniente y puerta hacia
la noche -la esfera de Proserpina y el plano de las formas
mágicas del pensamiento- tiene por símbolo astronómico
a la Luna en sus aspectos de Diana, Circe, Selene y
Hécate. En cuanto a la tercera, es alegórica de los estados
de conciencia que responden al "camino del Sol".
Hasta aquí hemos descripto la Logia propiamente
dicha: el locutorio. Pero como ya lo señalamos, el Templo
en su totalidad consta de CUATRO cámaras. Veamos las
otras tres.
La CÁMARA DE REFLEXIONES es descripta en el ritual
inglés como "una cámara próxima a la Logia. Así lo
establece una de las preguntas que debe contestar todo
Aprendiz antes de ser colado:
"- ¿Dónde fuisteis preparado?
"- En mi corazón.

64
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

"- ¿Y luego?
"- En una cámara próxima a la Logia. "

65
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

La somera explicación antigua es congruente con la


función de esta Cámara: un lugar de preparación
inmediato. El ritual francés (Ragon) se aparta de ello al
establecer que: "debe estar lo más alejada posible de la
Logia", situación que desde el punto de vista del símbolo
es totalmente inadecuada para que allí se cumpla la
"preparación inmediatamente previa a la Iniciación",
aquella de la que el postulante ha de salir ya como
Candidato.
Ragon describe la de Reflexiones como:
"un recinto oscuro al que no llega la luz del día,
iluminado por una lámpara sepulcral. "
Esta lámpara es un pebetero de alcohol: el "espíritu
de la putrefacción". Sigue el ritual de Ragon:
"Los muros son negros, llenos de emblemas
fúnebres a propósito para conducir al recogimiento y la
meditación al recipiendario, que, debiendo atravesar los
cuatro elementos de los antiguos..."
Esto es congruente con la disposición del Templo en
cuatro Cámaras: la de Tierra (de Reflexiones) la de Agua
(Pasos Perdidos), la de Aire (el porche: el plano
intelectual) y la de Fuego o Luz (la Logia propiamente
dicha).
"...sufrirá aquí su primera prueba - la de Tierra, en
cuyo seno ha de sentir encontrarse. (El ambiente) debe
66
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

hacerlo pensar en su última morada, a cuyo efecto se


dispondrá un ataúd abierto con un esqueleto descarnado.
Si no se dispone de ello, se pondrá un cráneo sobre la
mesa."

67
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

En nuestra experiencia y opinión, lo mejor es una


austera sencillez. La Iniciación no es un acto de Grand
Guignol, y sus símbolos no necesitan ser excesivamente
chocantes. Entonces, es suficiente con que la Cámara de
Reflexiones contenga una mesa y sobre ella un cráneo
con dos tibias en cruz dispuestas según el conocido PX.
Delante del cráneo, una bujía, a los lados un recipiente
con sal y otro con azufre (emblemas del Solve et Coagula)
o pan y agua (símbolo de transformación del grano en
alimento). Frente a todo ello, recado de escribir. Pero
continuemos con la descripción de Ragon:
"El amoblamiento de esta habitación consta de una
silla y una mesa tapizada de BLANCO sobre la que hay
papel, tinta, polvo para secar, pluma y lámpara. Frente a
la mesa y sobre el muro, un tapiz en el que aparece un
gallo y una guadaña. Debajo, se leen estas palabras:
VIGILANCIA (sobre las acciones) y PERSEVERANCIA (en el
Bien; las horas estén contadas). Las inscripciones que de
ordinario se colocan sobre los muros son:
"Si lo que te ha traído es la curiosidad, Vete. Si tienes
defectos que temes salgan a luz, no serás bien recibido. Si
te sientes capaz de disimularlos, tiembla; serás
descubierto. Si aspiras a las distinciones humanas, sabe
que aquí no las reconocemos. Si eres miedoso no irás
lejos. Si perseveras, serás purificado por los elementos,
saldrás de las tinieblas y verás la luz."

68
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

El salón de los PASOS PERDIDOS no tiene


alhajamiento especial, salvo que al fondo, hacia la
entrada del atrio o porche, se ven dos grandes columnas
de bronce. Esta disposición surge del catecismo que
según el ritual inglés han de contestar los Compañeros
antes de ser exaltados:
"- ¿Cómo se entra a vuestra Logia?
- Por el atrio del porche.
- ¿Qué se ve allí?
- Dos grandes columnas de bronce."

La situación de las Columnas B.·. y J.·. a la entrada


del porche (y NO dentro del locutorio como hoy se
acostumbra) surge también de los catecismos y
tejamientos de los Grados 1 y 2 del ritual inglés, donde la
columna B.·. es descripta como aquella que está
"colocada en el lado izquierdo del pórtico de entrada al
Templo del Rey Salomón", y la J.·. como la que está
"situada en el lado derecho" del mismo.
Lo tradicional es, entonces, que los dos grandes
Pilares estén fuera y no dentro de la Logia. No nos fue
posible encontrar el origen de la costumbre actual que ya
aparece en el ritual "continental" de Ragon.

69
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

En la disposición triangular adoptada por este, los


Vigilantes se encuentran ambos hacia Occidente: el
Segundo al SO y el Primero al NO; y las columnas B.·. y J.·.
a sus respectivos lados.
En relación con las Columnas, ocurrió en algunos
lugares que, cuando se intentó restaurar los Templos
moviendo al SV del ángulo SO al mediodía, la puerta y las
columnas quedaron donde estaban: al centro de
occidente.
En ocasiones se movió también la puerta, y el PV.·.
fue colocado como corresponde en el centro del lado
Oeste, quedando las Columnas a uno y otro lado del PV.·.,
o yéndose junto con la puerta... que se colocó ya a la
derecha, ya a la izquierda del PV.·.. Como consecuencia,
también se fue hacia un lado el "lugar entre Columnas"
que en realidad se encuentra en la media del local, en la
línea que va del VM.·. al PV.·. y hacia Occidente entre las
Columnas HUMANAS del Norte y el Mediodía.
De situárselas dentro de la Logia, el lugar menos
impropio para las Columnas es a los lados del PV.·. la B.·. a
su izquierda y la J.·. a su derecha.
Hemos visto Templos que las tienen a Oriente a uno y
otro lado del Venerable. La explicación que se da es que
el Templo de Salomón se abría hacia Oriente y no hacia
Occidente (como el masónico) y en consecuencia las
Columnas han de ir hacia el Este. Sin embargo, y sutilezas
70
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

aparte, lo clásico es lo señalado: las Columnas se sitúan a


la entrada del atrio; la B.·. a la izquierda y la J.·. a la
derecha.
Las Columnas que están DENTRO de la Logia no son
dos, sino TRES como surge de la instrucción que da el
VM.·. al neófito en el ritual inglés:
"Ahora (que os ha sido devuelta la luz material)
podréis descubrir las TRES Grandes Columnas sobre las
que descansa figurativamente una Logia, que son: la del
Venerable Maestro situada a Oriente, la del Primer
Vigilante a Occidente, y la del Segundo Vigilante al Sur..."
Desde que este trabajo no busca sino "poner la bola
en juego", no entraremos en la minuciosidad del detalle,
sino que pondremos aquí punto final al capítulo
repitiendo lo dicho al principio: Si en la Masonería todo es
símbolo, los edificadores de Templos deberían
documentarse a fin de apoyar su obra en las pautas
antiguas y originales y NO en su fantasía.
Los masones tenemos pleno derecho a la libre
interpretación de nuestros símbolos y Misterios; pero a
fin de que podamos ejercer todos ese nuestro inalienable
derecho, los imagineros y libretistas no deberían sentirse
autorizados a llevar su propia libre interpretación a la
piedra o al ritual.

71
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

5- LA LOGIA COMO ASAMBLEA


APERTURA EN PRIMER GRADO

Una de las definiciones que se han dado dice que


"toda asamblea de masones debidamente organizada se
llama Logia" (Anderson, Libro de las Constituciones). Esto
implica un procedimiento para abrir y cerrar las Tenidas.
El anónimo compilador de "A Drill Book of Craft
Masonry" comenta la índole general de la apertura y
cierre de Logia:
“Al abrir y cerrar una Logia se cumplen dos procesos
diferentes: la ceremonia en general y el acto en sí mismo.
La primera conduce y sigue al acto específico; pero lo
verdaderamente importante es este último, que es la
esencia de todo el proceso. Una vez cumplido el
ceremonial preliminar por el que se forma la Logia, el
Venerable procede a declararla abierta. Esta declaración
es lo que constituye el ACTO de apertura, y la Logia estará
"abierta" a partir de ese momento. El ceremonial que
sigue no le agrega nada; es puramente confirmatorio. El
proceso del cierre es similar.

72
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

"De manera que la ceremonia preliminar al acto de


la apertura y cierre puede ser más o menos dilatado; pero
el acto mismo es definido, instantáneo y completo; y
ocurre cuando el Venerable Maestro pronuncia la palabra
"Abierta" o cuando se dice "Cerrada"."
De ser como lo entiende este autor (con el que
coincidimos), por lo menos técnicamente hay verdadera
apertura y cierre aún cuando se proceda "a golpe de
Mallete". Pero hay un detalle que nuestro comentarista
no menciona y que olvidan los que así obran, y es que la
índole íntima de nuestras asambleas exige que en todos
los casos se cumplan los extremos de "ver si estamos a
cubierto" y de que "todos los presentes son masones". En
nuestra opinión, en ningún caso - ni aún cuando se
procede "a golpe de mazo" - debería prescindirse de esos
detalles.
Hay, además, otro punto que el comentarista pasa
por alto, y es que, desde que todo lo hacemos por
símbolos, las formalidades que practicamos son
simbólicas de otras reales.
Nuestras Tenidas son actos solemnes; y estos no
pueden celebrarse o quedan viciados de nulidad si las
formas (en el caso las simbólicas) no se cumplen como
manda la Ley.
Mas ¿qué Ley? ¿La que surge del consenso
mayoritario de un cónclave, que otra convención puede
73
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

modificar? No por cierto. Por lo menos NO en Masonería


(y menos en relación con sus formas, que por ser
costumbrismos no pueden proceder de otra Ley que la
consuetudinaria) que ninguna asamblea humana puede
dictar ni abrogar. Lo único que podemos hacer con
nuestra Ley es descubrirla, desempolvarla, restaurarla, y
sobre todo PRACTICARLA.
Y ahí está el problema: en saber cual es "la antigua
costumbre" que constituye nuestra Ley.
El análisis de las formalidades instituidas para la
Apertura y Cierre nos llevará varios Capítulos; en éste,
trataremos de desenredar únicamente las de la Apertura
en Primer Grado.
A ese efecto, y desde que la Francmasonería se
institucionaliza en Inglaterra, tomaremos como punto de
partida el ritual inglés; pero desde que su texto actual
muestra evidentes señales de haber sufrido más de un
retoque, nos guiaremos por cotejo entre los libretos
de Inglaterra y Escocia, que difieren en detalles
aparentemente mínimos, pero cuyas diferencias resultan
a menudo altamente significativas. Además,
suplementaremos la pauta y rúbrica consignada en dichos
rituales con lo establecido en el ya citado "Drill Book" y
con lo que hemos recogido por propia experiencia.

74
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Igualmente habremos de estudiar el ritual francés de


los primeros tiempos, no sólo porque muchos de sus
detalles fueron recogidos por los primeros tres Grados de
lo que luego llegó a llamarse "Rito Escocés Antiguo y
Aceptado", sino porque contiene el elementos
claramente primitivos procedentes de la Isla, que los
rituales ingleses olvidaron o descartaron. No debemos
perder de vista la posibilidad de que el desarrollo no haya
sido unilíneo y que el Continente recibiera material de
distintas fuentes o usara y elaborará él elementos
tradicionales que la Francmasonería inglesa desechó o
elaboró diferentemente.
El texto que emplearemos para nuestro estudio del
ritual continental es el recogido por Ragon (Ed. Collignon -
París).
Como libreto-tipo del "Rito Escocés" derivado del
ritual francés, usaremos el conocido como "Ritual
Español", por ser el que se emplea hoy en los cuerpos
masónicos más importantes de nuestro continente. Su
texto lo tomamos del Diccionario Enciclopédico de la
Masonería de los HH.·. Lorenzo Frau Abrines y Rosendo
Anís Arderiú (Ed. Kier - Buenos Aires).
Por último, tendremos en cuenta asimismo a
Cassard, ya que existen rituales modernos que se inspiran
en este controvertido autor. El texto que emplearemos es
el que aparece en su "Manual de la Masonería" (Segunda

75
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Edición corregida, Sickles - N.Y. 1861). Y como modelo de


lo que ha sido elaborado sobre esta base tomaremos el
ritual de nuestra propia Gran Logia.
Todos estos textos los hemos reunido en tomo
aparte ("Material para un estudio del ritual masónico")
para su más cómoda referencia.
Para ordenar nuestro trabajo dividiremos el acto de
apertura de Logia en primer Grado en las siguientes
escenas:
1) Llamado a Logia.
2) Instalación de los Guardias y constatación de que
están en funciones, y verificación de que todos los
presentes son masones conocidos.
3) Función de los Vigilantes en Logia.
4) Formación de la Logia: cada cual en su
puesto y en conocimiento de su deber.
5) Tiempos de los Trabajos.
6) Declaración de Apertura.

ESCENA 1- El "Llamado a Logia.


La escena comprende los preliminares y culmina con
el (!) del VM.·. que repiten los Vigilantes. Su finalidad es
provocar el clima adecuado.
76
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Los libretos que tenemos a la vista no son unánimes:


"Habiéndose reunido los hermanos..." (a; A).
"Habiéndose reunido los hermanos EN EL LO-
CAL..." (ca).
"Habiéndose reunido los hermanos en él local DE LA
LOGIA..." (CA).
Así se expresan en su primer frase los libretos inglés,
escocés, francés primitivo y español respectivamente.
Aún no se empezó y ya se inicia el despegue.
Por supuesto que la cosa no tiene importancia; pero
como así se empieza, vale como síntoma, Porque ésta (la
de la aclaración) es una de las vías por la que los rituales
empiezan a cargarse.
Otra es la de la ampliación y el adorno, como la que
aparece en la segunda línea del guión inglés (b): "Puede
cantarse un himno de apertura". También esto es
inocente, como lo es el hacer un poco de música o el
entrar todos en procesión y cantando o sin cantar. Es
decir: es inocente mientras se quede en adorno y no
empiece a pasar por "simbólico" y alguien se lo ponga a
interpretar, lo que a veces ocurre. Hace bien el libreto
inglés en decir "se puede" y no mandar directamente que
se haga; porque como acabamos de señalar, el adorno
suele invadir el terreno reservado a lo simbólico y hasta lo

77
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

desplaza. En nuestra opinión, las aclaraciones,


ampliaciones y adornos, deberían registrarse siempre
como opciones o fuera de texto.
El ritual de Escocia aclara que para poder proceder a
abrir la Logia, los Hermanos han de estar "covered"
(cubiertos) (B) giro que el libretista francés interpreta
correctamente: "recubiertos de sus insignias masónicas"
(cb). El ritual español recoge la interpretación (CB).
Cassard, en cambio y como se desprende de la
rúbrica que establece para la declaración de apertura
(fw), lo entiende como calando sombrero al estilo de la
sinagoga. No advierte que si así fuera la jerga masónica
no hubiese dicho "covered" sino "tyled", tejados, o sea: ir
con el tejo puesto.
El "vestido masónico" se limita al mandil; y quizá la
medalla de la Logia a la que se pertenece (ya que
Anderson dice que todo masón está obligado a revistar en
alguna). En el caso de un Oficial, el collarín y la joya del
cargo. Más tarde, ya en el continente, se agregó la Banda.
Pero (salvo en Cassard) en ninguna parte se menciona el
sombrero como parte del atuendo masónico.
El error de traducción e interpretación es otra de las
vías de desnaturalización rituálica.
Respecto a la obligatoriedad del vestido masónico
hemos visto practicar en una Logia una "innovación
saludable" consistente en una pregunta del VM.·. al
78
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Experto de "si los HH.·. presentes se encuentran


correctamente vestidos" - precaución que ha demostrado
su utilidad ya que a menudo ocurre que algún H.·. olvida
su delantal de trabajo, o se lo ha ceñido bajo el abrigo (el
mandil debe revestir, o sea: cubrir toda prenda profana).
Lo fundamental de esta escena es el (!) del VM.·. que
repiten los VVig.·.. En algunas Logias este (!) lo repiten
también los Guardatemplo, lo que en nuestra opinión
está muy bien. El (!) significa "Su atención, por favor!" y lo
dan las tres Luces para llamar a Logia a los HH.·. de sus
respectivas jurisdicciones. Entonces, el GTI.·. debe darlo
para hacer lo propio con el Cubridor, y éste ha de
contestar para hacer saber que esté alerta.
La escena procura (y en la práctica logra, siquiera en
parte) invertir el sentido de la atención de los presentes
de los asuntos externos y profanos a lo interno y
masónico.
Es una invitación al recogimiento y quiere involucrar
en él la totalidad de nuestras funciones, desde la del
pensamiento (el VM.·. que da el (!) inicial) hasta la
voluntad y el sentimiento (los VVig.·. que lo repiten); y
si se completa como se ha indicado, también los sentidos
externos (los Guardianes de las puertas del alma) que han
de quedar alerta para avisar cualquier amenaza de
intromisión o perturbación proveniente del exterior.

79
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Excepto el de Cassard, todos los rituales consignan la


escena, aunque la describen con diferentes palabras. "El
VM.·. da un golpe", dice el inglés (c); "de mazo", agrega el
de Escocia (C). "El Venerable SUBE AL TRONO y golpea
SOBRE EL ALTAR un golpe de mazo", dice el francés (cd).
"El Venerable MAESTRO sube al ORIENTE, OCUPA SU
ASIENTO y da un (!) de mallete que repiten los
Vigilantes," dice el libreto español (CE).
Se observará que el libretista francés traduce
Worshipful Master como "Venerable", omitiendo lo de
"Maestro", cosa que hace todo a lo largo del ritual, ¿Por
qué? ¿El de Maestro de Obras es título demasiado
proletario para quienes aspiran a miembros de una
institución de rancia estirpe caballeresca?
Introduce asimismo este libreto la denominación de
"trono" para el asiento del Venerable, y el de "altar" para
su mesa. Los ingleses dicen CHAIR y PEDESTAL. El guión
español corrige: "sube al Oriente y ocupa su asiento", lo
que está muy bien, aunque él "ocupa su asiento" da
ocasión a que se introduzca una corruptela: la de
proceder sentados.
En los rituales británicos y en el francés, todo el acto
de la apertura transcurre estando los presentes de pie;
Cassard es el primero que registra lo que luego ha venido
a ser costumbre. Podría decirse que el detalle es banal y
que proceder a los preliminares de la apertura en

80
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

posición sentada en lugar de hacerlo de pie no reviste


importancia, así sería en efecto si no fuera porque en el
arte que practicamos todo cuanto hacemos es simbólico.
¿Qué simboliza, entonces, una y otra posición?
El verbo inglés "to sit" conserva de una manera.
general la acepción de "sentar juicio" y se dice que una
asamblea "is sitting" cuando se encuentra en funciones.
En consecuencia la Logia no puede "be sitting" antes de
haber sido formada y declarada abierta.
En una palabra: "sitting" equivale a "trabajando".
Y desde que todo es emblemático entre nosotros, la
Logia no puede "sentarse" antes de estar "abierta". ESO
fue lo instituido originalmente, y no lo que hoy se hace.
En los libretos británicos, el (!) inicial lo acompaña el
Venerable Maestro con un:
"Hermanos, ayudadme a abrir la Logia".
El guión francés y el español no recogen el bocadillo.
Por supuesto, tampoco lo hace Cassard que ignora por
completo la escena. Todos dejan el pedido de ayuda para
el instante previo a la declaración de apertura. Hemos
tenido ocasión de asistir a Logias que, aunque usan
rituales derivados de Cassard, lo han reincorporado, cosa
que a nuestro juicio marca una saludable reacción
revisionista y la recta forma para encararla: la
recuperación.

81
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

ESCENA II - "Ver si estamos a cubierto".


Esta escena procura inculcarnos la idea de que
en todo momento debemos guardar nuestras palabras de
lo profano. La regla es: no dar ninguna señal masónica
antes de habernos asegurado que estamos a cubierto de
toda indiscreción y que todos los presentes son masones.
Por supuesto que esto también tiene un significado
moral: la necesidad de guardar nuestro propio ser de
profanas intromisiones.
La escena, tal como surge de la lectura comparada
de los textos elegidos como base de estudio (porque
ninguno de ellos le da, aisladamente, un tratamiento
perfecto), es doble:
a) La vigilancia exterior, que es el principal deber de
todos, a cuyo efecto hemos de destacar (desdoblar) a
permanencia una parte de nuestro ser que se mantenga
alerta mientras nos ocupamos de los diferentes
quehaceres de nuestra vida (cosa que simbolizamos
estableciendo un Cubridor durante nuestros trabajos de
Logia).
b) La interior, que corresponde a los vigilantes y
consiste en "ver que los presentes son masones
reconocidos".
Ambos extremos han de ser constatados mediante
inspección ocular, ya que "no se debe dar ninguna señal
82
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

masónica (golpes, pasos, signos, baterías, etc.) sin antes


haber comprobado que estamos a cubierto exterior e
interiormente.
Los Vigilantes tienen, además, la función de "ver que
los Hermanos estén al orden", pero eso, desde que ha de
cumplirse "por signos" corresponde a la escena siguiente.
Veamos ahora cómo dan forma a ésta nuestros
libretos.
Ritual inglés (pág. 8/11 del "Material ").
- Consecuente con la regla de no nombrar cargos
hasta haberse comprobado los extremos preliminares, los
Oficiales se dirigen unos a otros por sus nombres todo a
lo largo de esta escena (e, f, 1, n, 4 s; t).
- El VM.·. pregunta al SV.·. cual es "el principal
cuidado de TODO masón" (e, f), y éste contesta que es
"ver que la Logia esté debidamente cubierta" (g).
- El simbolismo tradicional coloca la puerta de
entrada bajo la jurisdicción del Segundo Vigilante (el
encargado de "llamar a los obreros de la labor a la
recreación y de ésta nuevamente a la labor"), en cuya
Columna revista el GTI.·. (y el Experto). Es correcto, pues,
que sea el SV.·. quien mande y el GTI.·. quien constate (h,
i, j) que la guardia exterior está en funciones.
- Aunque la mayoría de los tratadistas (sobre la base
de que el texto tradicional dice "to SEE the Lodge
83
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

properly tyled") sostiene que el GTI.·. debe proceder a


constatar si el cubridor está en su puesto abriendo la
mirilla o entreabriendo la puerta, el texto que tenemos a
la vista (j) manda expresamente que lo haga por los ! ! !
del Grado, los cuales son repetidos por el Cubridor y el
Segundo Vigilante (k, 0), lo que está en abierta
contradicción con la regla ("no dar señales masónicas
antes de..."). Quienes interpretan el verbo "to see" de
una manera menos literal, y lo entienden en su acepción
de "atender", sostienen que el GTI.·. no debe abrir la
puerta; pero concilian la pauta con la Regla diciendo que
la constatación ha de hacerse mediante un único golpe
(que significa Atención). Quizá este último sea el mejor
criterio, ya que dar los !!! a esta altura constituye un
flagrante error simbólico.
- Llamará la atención de muchos que la rúbrica
inglesa establezca que en esta escena el GIT.·. se ha de
dirigir al Segundo Vigilante y éste al Venerable "sin dar
paso ni signo" (l, p). La exigencia procede de la regla
antedicha ("no dar señales..."); pero, ¿Qué significa
"paso"? El término alude al "Primer paso regular (o 'de
orden)", y es un elemento litúrgico tradicional que los
rituales continentales no recogen y que aún entre los
masones ingleses está en vías de desaparecer.
Nada tienen que ver estos "pasos" (que son

84
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

tres, uno para cada Grado) con los de la Marcha, ni con


los de la "entrada oblicua al Templo".
El "primer paso de orden", que se da avanzando un
corto paso con el pie izquierdo y poniendo el talón del
derecho contra el del izquierdo formando una Escuadra,
precede siempre al signo gutural, El segundo, que se da
avanzando un segundo paso corto con el pie izquierdo y
poniendo el talón del derecho en el HUECO del izquierdo
para formar un nivel, corresponde a los "secretos del
compañero" y precede a los respectivos signos.
Destacamos la palabra HUECO, porque como los
ingleses son muy cuidadosos y todo lo escriben con
abreviaturas, registran "h..." tanto para Heel como para
HOLLOW (hueco)..., y, olvidada la palabra, muchos leen
HEEL (talón) también en este caso, con lo que el "segundo
paso de orden" se convierte en la repetición del primero.
Y como luego no comprenden la "p..." que explica el
tercero y la creen una errata, también este paso termina
por semejarse.
Como se desprende de lo que acabamos de decir, el
"tercer paso de orden" se da avanzando otra vez con el
pie izquierdo y poniendo el talón del derecho contra la
PUNTA (point del izquierdo formando una Escuadra
invertida. Este "tercer paso de orden" precede a los
signos de la Maestría.

85
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Los Tres "pasos regulares" o "de orden".

86
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

En la práctica, los "pasos" son fictos, o sea: que para


el primero se ponen los pies en escuadra; para el segundo
se lleva el talón del pie derecho al hueco del izquierdo
para formar un nivel, pero sin dar ningún paso real;
igualmente para el tercero no se hace sino llevar el pie
derecho a formar una escuadra sobre la punta del
izquierdo.
El sentido emblemático es simple: lo primero es la
rectitud de los pasos por la vida; ese es el cimiento, y
solamente sobre esa base puede establecerse el nivel
humano (lo que llamamos Igualdad), y únicamente desde
ese punto (que nos hace "Compañeros" y copartícipes del
progreso) es posible intentar el "salto" que lleva a la
exaltación del alma (o sea: a la forma superior filosófica
de la mente).
- El "cuidado siguiente" se relaciona con la seguridad
interior: "Ver si los presentes son todos masones
conocidos" (u) y está a cargo del Venerable y los
Vigilantes. El ritual inglés no lo dice expresamente, sino
que cierra la escena aquí y entra en la siguiente (también
a cargo de las tres Luces, de "ver si los Hermanos están al
Orden").
Tanta parquedad ha sido la causa de que muchos
terminaran por suponer que la "precaución siguiente" y el
deber de atender el orden masónico de los Hermanos,
fuesen una y la misma cosa.

87
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Ritual de Escocia (pág.20/23 del "Material".

Este libreto difiere en muy pocos detalles del inglés


(de Emulación) que acabamos de revisar.
- Como aquel, manda que no se nombren cargos ni
se den signos antes de haberse constatado los
preliminares; y como aquel, cae en el error de mandar
que el GTI.·. compruebe la cobertura exterior mediante
los !!! que repiten el Cubridor y el SV.·. (K, 0).
- El primer bocadillo de la escena aparece aquí
ligeramente modificado, El "first care of every mason" es
ahora el "first care of ASSEMBLED masons", con lo que el
significado se limita a las reuniones. ¿Es que no es preciso
"estar a cubierto" cuando estamos a solas? ¿No es
entonces cuando nuestros enemigos interiores
aprovechan para asaltarnos?
- También aparece modificada la respuesta, de la
que se elimina la preposición y el verbo. "To see the
Lodge properly tyled" y no "to see THAT the Lodge Is
properly tyled" como dice el texto ingles. Nos inclinamos
a pensar que la primera es una fórmula más antigua, y
que la segunda, si bien constituye una mejora gramatical,
implica una pérdida simbólica. ¿No es CONSTANTE el
deber de atender nuestra cobertura? Entonces, no puede
aplicarse tiempo de verbo ninguno.

88
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

- El texto sugiere que el "cuidado siguiente" ("Ver


que los presentes sean masones conocidos") corresponde
a los tres Jefes, ya que el VM.·. pregunta al PV.·. por "OUR
next care" (S) y no por "THE next care" como el texto
inglés.
- También este libreto cierra la escena sin que los
Vigilantes hagan la declaración de que "todos los
presentes son masones conocidos" y pasa a la siguiente
directamente mandando ponerse al orden.

Ritual "continental" (Ragon) (pág. 30/33).

Salvo por el abandono que hace de la costumbre de


"no nombrar cargos antes de constatar si estamos a
cubierto" y algunas otras irregularidades menores que
señalaremos, puede decirse que este ritual elabora la
escena que estudiamos con gran solvencia.
En la versión que tenemos a la vista aparece el signo
.·. que es típicamente "continental" decididamente
ignorado por la francmasonería inglesa. Obviamente no
se trata de nada tradicional, ya que el solo hecho de
grabar algo masónico constituye un "genuino anti
tradicionalismo", pero (bien usado) constituye un
elemento interesante que sirve para indicar las palabras

89
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

que han de leerse en su acepción masónica. La forma


correcta de emplear este signo es: siguiendo a la inicial
(M.·.) o abreviando la palabra en su primera sílaba y
primer consonante de la siguiente: (Mas.·.).
- La escena se abre con una pregunta y su respuesta:
(cf, cg).
- ¿Sois masón?
- Mis Hermanos me reconocen por tal.
La declaración de que la calidad masónica la da el
reconocimiento es, sin duda, una verdad que muchos
descuidan, y que se aplica no solamente a los individuos
sino a los cuerpos masónicos. La innovación (¿o
reparación?) puede, pues, considerarse un acierto.
- Lo que a nuestro juicio no es tal, es la desgraciada
redacción que da seguidamente a la pregunta por el
"primer deber": "¿Cuál es el primer deber de LOS
VIGILANTES EN Logia?" (ch). ¿Es que no es éste deber de
todos y todo momento? ¿Por qué entonces modificar la
letra inglesa? ¿Para poder incluir el "cuidado siguiente"
(la vigilancia interior) junto con el "primero"? En ese caso
debió decir "NUESTRO primer deber" (el de los Vigilantes
y el de todos), o debió aclararlo la respuesta: "El de todo
masón: asegurarse de que... etc.".
- Traduce el "to see" inglés como "asegurarse" (ci), lo
cual no está mal ya, que aquel verbo, además de "ver"
90
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

significa "velar"; lo que no está del todo bien es que diga


Templo y no Logia (como lo hace el texto inglés), porque
lo que se ha de cuidar es la Logia como locución (como
pensamiento-palabra) y no como local, Precisamente el
cuidado del continente y no del contenido es el signo
característico de la hipocresía pseudoespiritual, que cuida
el cuerpo más que el espíritu, o sea "lo que entra por la
boca y no lo que de ella sale" al decir del Maestro de
Galilea. A nuestro juicio estos bocadillos pudieron
redactarse así:
- ¿Cuál es nuestro principal cuidado?
- El de todo masón: velar por que la Logia esté al
abrigo de toda indiscreción de profano, tanto interior
como exteriormente, y en especial, como Vigilantes, que
todos los presentes sean masones conocidos.
- Mientras que en la pauta inglesa la pregunta
relativa al "primer cuidado" la dirige el VM.·.
directamente al SV.·., y éste manda al GTI.·. a cumplir
físicamente la constatación, en el ritual que estamos
estudiando el VM.·. se dirige al Primer Vigilante, quien
traslada la orden al Segundo, y éste envía al Experto para
que le dé el debido cumplimiento. Está bien: el VM.·.
puede dirigirse a cualquiera de sus Obreros, pero como
decimos en otra parte, en todo cuerpo bien organizado
las órdenes de ejecución ha de darlas el jefe directo (en el
caso, el SV.·., en cuya Columna se sienta el Experto) y no

91
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

el Primer Vigilante, Como establecen otros rituales.


También es correcto que la cobertura exterior sea
verificado por el Experto (en calidad de capitán de los
guardias de la casa) (cl).
- El libretista francés se ajusta a lo tradicional: la
constatación es ocular: por el Experto (cn, co) en lo que
tiene que ver con lo exterior y por los Vigilantes (cp) en lo
interior. El primero sin hacer ningún signo, sale "espada
en mano" (cn) y recomienda al Cubridor la vigilancia del
porche; y los Vigilantes recorren sus Columnas con la vista
para asegurarse que los Hermanos de sus respectivas
Columnas son masones conocidos (cp).
El Experto regresa y entra sin llamar (cq) y en voz
baja da cuenta al Segundo Vigilante (cr) de que los
Guardias están en funciones (recuérdese que en la
disposición francesa ambos Vigilantes se sientan hacia
Occidente, el Segundo al pie de la Columna del
Mediodía), y éste comunica al primero que el Templo (ct)
(debió decirse "Logia") está cubierto interior y
exteriormente y que todos los Hermanos de la Columna
del Norte son masones.
Igual comunicación hace el Primero, solamente que
dice que" todos los HH.·. de ambas columnas son
masones" (cv).

92
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

- Aquí, y sin que el Venerable haga una declaración


similar respecto a los Hermanos de Oriente, el libreto da
por terminada la escena.

Ritual español (pág. 38/40) .

Este guión sigue las líneas del anterior con muy poca
fortuna, ya que retiene todos los errores de su modelo y
además comete nuevos e incurre en lamentables
omisiones y confusiones.
- Olvida, por ejemplo, decir que el Experto sale
"espada en mano", y aparentemente lo hace cerrar la
puerta ya que dice que el volver "llama en la forma
acostumbrada" (CO). Pero como no indica cuál es ésta,
lo que ha venido a acostumbrarse es a llamar
regularmente", lo que es violatorio de lo mejor recibido
("no se han de dar señales masónicas antes de...)
- Modifica la pauta y dice que el Experto sale "para
observar si la vigilancia exterior es perfecta" (CN) y no
"para recomendar al Cubridor la vigilancia del porche
exterior" como dice el original, y eso vino a facilitar la
corruptela de que en los hechos no haya ningún
Cubridor... no obstante lo cual se declara luego que
estamos a cubierto interior y exteriormente" (CS CU).

93
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

En la práctica diaria, la constatación que se hace de


la cobertura exterior es fingida, porque las más de las
veces no hay ningún Cubridor, y lo que entonces se
practica no es un Simbolismo sino un "fictismo" por el
que el GTI.·., luego de dibujar cuidadosamente en
masónico triángulo los ! ! ! del Grado Sale, hace como que
mira lo que no hay, él mismo se contesta desde afuera, y
vuelve para informar que "estamos a cubierto" (!!).
-Este libreto introduce, además la novedad de que al
regresar, el Experto "habla al oído del GTI.·. antes de
proceder a hacerlo con el Segundo Vigilante.
Los usuarios de este ritual que trabajan en Templos
cruciformes se han visto obligados a elaborar una fórmula
para que el Experto pueda cumplir con lo último. ¿Por
qué, ya que se volvió a lo antiguo en cuanto al esquema
de la Logia no se hizo que el Experto proclamase a viva
voz (como lo hace el GTI.·. en el ritual inglés) que
"estamos a cubierto exterior e interiormente" (o sea: que
el Cubridor y el GTI.·. están instalados y en funciones)?
- Confunde el libretista el "segundo deber" ("ver que
los presentes son masones conocidos") con el que tienen
los Vigilantes de "ver que los Hermanos estén al Orden", y
manda ponerse a éste (CW) lo que es extemporáneo.
En resumen, que el tratamiento que da a esta escena
el libreto español, desluce en comparación con su
modelo. Tenemos la impresión de que estas cosas
94
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

ocurren no tanto por afán de inventar, sino porque los


libretistas, en lugar de documentarse, escriben de
memoria lo que conocen por práctica.

Ritual de Cassard (pág.42).

Este libreto abrevia, innova, rescata y desnaturaliza,


todo al mismo tiempo.
- Mantiene la corruptela inaugurada por el ritualismo
continental de nombrar cargos antes de haberse
constatado la debida intimidad.
- Reduce el "primer deber" a su mínima expresión.
Lo que fue "the first duty of every mason" es declarado
aquí "el primer deber del Primer Vigilante en Logia" (ea).
- La orden de verificar la cobertura exterior la dicta el
Primer Vigilante, quien envía al Segundo Diácono (i!) a
que "en unión con el Guardatemplo recorra el vestíbulo"
(ed). La manera con que Cassard desconoce de un solo
golpe al Segundo Vigilante y al Experto es, por lo menos,
pintoresca. El absurdo parecería originarse en la
disposición que Cassard da a su Logia: cruciforme, con la
puerta de entrada al centro de Occidente, y con el
Segundo Diácono situado detrás del Primer Vigilante,
entre éste y aquella.

95
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

- A pesar de los muchos desaciertos que comete en


esta escena, es preciso reconocer un mérito al
controvertido autor: el de que reincorpora la inspección
ocular por los Vigilantes (ej) y su declaración de que "los
Hermanos que decoran ambas Columnas son masones".
Muy cierto que dice "Mas.·. Reg.·." (regulares) y no
"rec.·." (reconocidos), pero a esta altura, ¿qué importa
una letra?

Ritual- tipo derivado de Cassard (pág.47).

Este libreto (que es el de uso oficial en nuestra Gran


Logia), mantiene los errores de su fuente e introduce ,
aunque no deja de corregir algunos.
- Por ejemplo, elimina el absurdo de que sea el
Segundo Diácono el encargado de atender que la
vigilancia exterior se cumpla; y como corresponde, manda
que tal función la haga el Guardatemplo interno.
Lamentablemente retiene el error de que sea el Primer
Vigilante quien lo ordena, cuando la puerta de entrada al
Templo (los sentidos) están tradicional y realmente bajo
la jurisdicción del Segundo Vigilante (el sol de mediodía,
la mente que "ve las cosas sin sombras y tal cual son"). Y
la cosa no es baladí, porque cuando se modifica la
representación ¿qué vamos a interpretar? ¿Alguien vio
96
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

alguna vez que la Voluntad (la Fuerza) tenga poder y


mando sobre los sentidos? Aún cuando no se acepte la
interpretación psicológica de nuestros símbolos, es
evidente que el Nivel (la Igualdad) no guarda la Puerta
sino que la abre, al tiempo que el "mantenernos a plomo"
es lo que nos hace invulnerables.
Pero por sobre todas estas buenas razones, la Puerta
está regida por el Segundo Vigilante porque así lo
establecieron los Fundadores al crear el sistema, que,
como obra del Arte, se puede criticar pero NO modificar.

ESCENA III
"Ver que los Hermanos estén al Orden"
Es función de los Vigilantes "ayudar al Venerable a
mantener el Orden en las Columnas", lo que además de lo
ordinario significa el orden de Arquitectura que se
trabaja, de lo que los presentes han de dar pruebas "por
signos". En el caso del primer Grado, pasos rectos,
posición a plomo (cumpliendo con regularidad todos sus
compromisos) y palabra nivelada (igualitaria y fraterna); y
escuadrada.
No queremos decir que los Vigilantes y el Venerable
hayan de convertirse en pastores guías de sus Hermanos,
y salvo los casos en que se impone llamar a
responsabilidad a alguno, los masones no tenemos otro
97
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

juez que la conciencia, la nuestra propia y no la de otro


por alta que sea su investidura. Lo que queremos decir es
que los "signos" que damos, han de ser verificados por la
Plomada, el Nivel y la Escuadra, que son los encargados
de velar porque no nos apartemos del Orden. Y lo que
decimos es que eso se representa emblemáticamente en
esta escena.

Ritual inglés y de Escocia (pág.11 y 23).

En los rituales de Inglaterra y Escocia (v. V) la escena


es muda y está tan aparentemente ligada a la anterior
("ver que los presentes sean masones conocidos") que la
mayoría no distingue entre una y otra. En efecto, la
escena aparece limitada al mandato del Venerable:
- Al orden, Hermanos, en el Primer Grado en el ritual
inglés (v,w); y en el escocés:

- Hermanos, al orden como masones. (V).

Nada más. Ninguna declaración.

98
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Ritual "continental" (Ragon, pág. 32).

El texto francés (cw, do) es más ilustrativo. El


venerable manda ponerse al orden y pregunta al Primer
Vigilante cuál es "el segundo deber de los Vigilantes"(cx).
Este contesta (cy):

- Asegurarse si todos los Hermanos están al Orden.


- ¿Lo están? - inquiere el Venerable; y los Vigilantes
proceden a afirmar que así es en efecto (cz, da, db). No
hay sin embargo, similar declaración respecto al Oriente.

Ritual español (pág. 39).

Como se recordará, este ritual mezcla la escena


segunda con la tercera. Ya el VM.·. había mandado
ponerse al Orden en la anterior, y sólo resta que los
Vigilantes hagan las respectivas declaraciones. Aquí, el
libretista agrega la del VM.·. (DE).
- También lo son los que se hallan en el Oriente.

99
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Pero agrega:
- Sentémonos ( lo que, como ya lo señalamos,
constituye un error) (pág.91/92).

Ritual de Cassard y derivado (pág. 47).

Cassard omite la escena, y no manda ponerse al


orden sino para la solemnidad de la apertura
propiamente dicha. El autor del ritual-tipo derivado, la
toma entonces del español, y en consecuencia, la registra
mezclada con la anterior.
En este libreto (EL) el Segundo Vigilante declara:
- Hermano Primer Vigilante, son Aprendices
Masones todos los que decoran la Columna del Mediodía.
Lo serán, sin duda; pero el Segundo Vigilante, si bien
se sienta al Mediodía, sólo tiene jurisdicción sobre la
Columna del Norte, o sea: de los Aprendices.

ESCENA IV - Catecismo,

Este pasaje en realidad no pertenece al ceremonial


de apertura propiamente dicho, que obviamente se limita
a las formalidades preliminares y a la correspondiente

100
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

declaración. Su inclusión, pues, en la Apertura no tiene


otra finalidad que la de servir de recordatorio. El ritual
"continental" y sus derivados no registran catecismo
alguno; Cassard si, pero tan desfigurado que carece de
sentido. Pero veamos cómo tratan el punto los libretos
que lo consignan.

Rituales de Inglaterra y Escocia. (pág. 11/16 y 23/29 del


"Material".

Como ambos textos son muy similares, los


trataremos simultáneamente.
La escena comienza con la enumeración de los
Oficiales que forman una Logia y que son siete (Y): el
VM.·. los dos Vigilantes, los dos Diáconos, y los dos
Cubridores. El texto inglés los clasifica: Tres principales,
tres auxiliares, y el cubridor (x/aa).
Conocemos rituales en los que esta respuesta toma
la siguiente forma: "Tres forman una Logia, cinco la
sostienen y siete la completan, a saber..."; o "Tres
gobiernan una Logia, cinco la sostienen y siete la
perfeccionan", de donde salieron las nociones de que es
suficiente con tres Maestros, dos Compañeros y dos
Aprendices, y la de que existen "perfecciones sucesivas"
(que con tres se puede trabajar, con cinco juzgar y con
101
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

siete iniciar, etc.) pero eso no tiene ningún fundamento


tradicional ni simbólico.
El número de Oficiales de la Logia es "místico": el
mismo de los "planetas" de la astrología, de los centros
de funciones del yoga, de las "Tierras" del mito
brahmánico, de los metales de la alquimia, de los días de
la semana (que son los de la Creación y el gozo de
contemplarla), de las siete letras dobles del cabalista, de
los Sephiroth integrantes del Microposopos, etc. Esto no
quiere decir que los Oficiales de la Logia sean simbólicos
de los centros de funciones del Yoga o de "la constitución
septenaria del hombre" como dicen algunos que se
complacen en explicar la Masonería por otras cosas. No lo
son porque los últimos: TAMBIÉN son símbolos, y nada se
"interpreta" ni "explica" cuando se sustituye un símbolo
por otro, ¿verdad? Es como definir algo por sí mismo.
Lejos, pues, de nuestra intención el establecer
correspondencias, paralelas o equivalencias; y si
mencionamos el punto es para mostrar que el número de
los Oficiales de una Logia es "místico", y que por lo tanto
no puede ser modificado arbitrariamente, porque se
alteraría el símbolo. En consecuencia, el Secretario,
Orador, Tesorero, Limosnero u Hospitalario, Guardasellos,
Guardaespada, Maestros de Ceremonias, Expertos, etc...,
o son funciones desdobladas de las clásicas, o son
adornos.
102
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

A la enumeración sigue el interrogatorio sobre el


lugar que ocupa y la función que cumple cada Oficial.
Quizá por razones de orden práctico, muchos rituales
ingleses consignan este interrogatorio, entre el VM.·. y el
PV.·.; o entre aquél y los dos Vigilantes alternadamente.
Por supuesto que el detalle no es fundamental; pero es
evidente que la fórmula no solamente quita agilidad
escénica al diálogo, sino que, mientras por un lado obvia
las dificultades de memorización por parte de todos, por
el otro no cumple acabadamente con el claro propósito
nemotécnico que conlleva, de que sean TODOS los que
retengan los detalles.
Comentar con amplitud la escena aquí, sería
demasiado largo; en consecuencia nos limitamos a
recomendar al lector su atenta lectura en el tomo del
Material, y a seguirnos en las consideraciones:
a) Toda la escena se desarrolla estando los
Hermanos al Orden, de ahí que la rúbrica no especifique
expresamente que los Oficiales adoptan esa postura al
responder al Venerable.
b) El texto inglés dice que el Cubridor tiene por
función la de alejar a "intruders and cowens to Masonry",
y el de Escocia habla de "cowens and eavesdroppers".
Hemos traducido "intrusos y espías", pero la voz "cowen"
(que ha dado lugar a mucha controversia interpretativa
aún en Inglaterra) parece ser un término sajón del que

103
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

algunos hacen proceder la voz "coward" (cobarde), el que


a su vez deriva de "cow guard" o "cow ward": vaquerizo -
un término despectivo: Cuidavacas. Otros dicen que
"cowen" era el mote que en tiempos operativos se daba a
los advenedizos del oficio, a quienes además no se les
podía confiar los trabajos ni enseñar a trabajar porque no
tardarían en divulgar lo que aprendiesen.
c) El título de "cubridor" (en inglés TYLER) viene de
"tyle" (teja). Algunos suponen que así se llamó el
Hermano que, cuando el Gremio debía tratar algún
asunto reservado, se situaba en el tejado para avisar si
alguien se acercaba, y en el caso, lo más probable es que,
por razones de oficio, quien lo hiciese fuera el encargado
de poner tejas: el Tejador. Quienes desean para la
Francmasonería un origen caballeresco, dicen que los
Templarios acostumbraban a instalar vigías en sus
edificios y campamentos. Incluso se afirma (J.S. Ward)
que en antiguas Logias de Escocia todavía se ven las
trazas de los cimientos de las torres de equivalentes
vigías. Por supuesto que los Templarios situaban vigías en
sus campamentos, pero no los llamarían "tejadores" sino
centinelas. En cuanto a cimientos para torres y atalayas,
no faltaron en ningún castillo.
d) Nótese que el lugar del Segundo Diácono es aquí
(xan, AN) "a la derecha del Primer Vigilante", mientras
que el Primero se sienta a la derecha o CERCA del
Venerable Maestro (as; AS). La diferencia en los
104
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

bocadillos se debe a que cuando el Primer Diácono es un


Maestro Pasado, se sienta en el estrado de Oriente a la
derecha del Venerable; y cuando no posee aquella
jerarquía, lo hace abajo, CERCA del Venerable. Los que
luego uniformaron las letras nos hicieron perder el
antiguo significado.
Esta explicación no es una invención del que esto
escribe. La establece expresamente la rúbrica oficial
inglesa.
e) Nótese que el Segundo Diácono (al igual que el
Primero) lleva los mensajes del venerable, NO los del
Primer vigilante como con error dicen algunos rituales. En
la Logia no hay otras órdenes que las del Venerable
Maestro.
El texto de los rituales que estamos considerando
(ap AP, au AU) marca la transmisión directa por el Primer
Diácono empleando el verbo "to bear" (cargar), y la
indirecta por el segundo, usando el verbo "to carry"
(llevar).
f) Nótese asimismo el bocadillo del Primer Vigilante
(be, bf, bg BE BF, BG) que como representante del sol
poniente es el encargado de cerrar la logia.

105
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Ritual de Cassard (pág. 43/44).

El ritual "continental" no registra la escena; tampoco


lo hace su derivado español. Cassard parece querer salvar
la omisión y reincorpora el catecismo. Pero lo hace muy
recortada y desfiguradamente. No consigna la pregunta
relativa al número de Oficiales que forman una Logia,
quizá por los muchos cargos que admite en ésta.
Tampoco indica el lugar y función de los dos
Guardatemplo.
Cassard comienza directamente por el Segundo
Diácono, que sitúa "a la derecha o detrás del Primer
Vigilante si me fuera permitido" (eo) y lo encarga, NO de
llevar las órdenes del Venerable desde el primero al
segundo Vigilante y atender su puntual cumplimiento, .
como es lo clásico, sino (eq) de llevar las del Primer
Vigilante (i!) y de ver si los Hermanos están al orden (i!).
Si encargar al Segundo Diácono la atención de la
cobertura exterior nos pareció algo pintoresco, ¿qué
diremos de esto: de encomendarle el juzgar, siquiera sea
en el símbolo, si los Hermanos presentes dan señales de
estar "justos y perfectos"? ¿Es que ya no nos mediremos
por Plomada, Nivel y Escuadra, como corresponde, sino
"por la Paloma"? Nos parece que muy pocos pasarán los
exigentes parámetros de la angelicalidad...
Decididamente, en este caso el libretista no

106
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

demuestra mucha solvencia en el arte del manejo de los


símbolos.
También se aparta Cassard de lo clásico en lo que
tiene que ver con las funciones que asigna al Primer
Diácono (eu), porque es el Segundo y no el Primero quien
según es tradicional ha de atender la ejecución de los
mandatos del Venerable. En el catecismo original,
recordemos, este Diácono se limita a llevarlos hasta el
Primer Vigilante, dónde "queda a la espera del Segundo
Diácono".
Como siempre, o el símbolo quiere decir algo y
entonces los libretistas no lo deben alterar, o no quiere
decir nada y en ese caso ¿para qué los practicamos? ¿Qué
clase de enseñanza podemos extraer "Interpretando"
esta clase de "simbolismo"?
Los Diáconos son los mensajeros de la Sabiduría, (la
Inteligencia) y la Fuerza (la Voluntad) respectivamente. El
Venerable envía su palabra (su "angelos") a la Voluntad;
pero como bien sabemos, no son las buenas razones lo
que mueve el corazón y los sentidos a la acción, sino el
Deseo destacado por aquella. Entonces, una vez que la
Palabra ha movido la Voluntad y ésta ha despertado al
deseo (como ocurre en el mecanismo de la Propaganda)
no tiene que hacer otra cosa que sentarse a esperar que
aquel cumpla su oficio.

107
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

El libreto y pauta antigua sugiere los detalles de la


mecánica de la acción; los textos modernos parecen
haber olvidado la índole simbólica de la estructura de una
Logia, y creer que es una simple junta administrativa o
concejo deliberante en el que los Diáconos cumplen las
funciones de ordenanzas.
Aunque con otras palabras, Cassard sigue lo
establecido en el texto inglés en cuanto a la posición y
deberes del Segundo Vigilante; no así en relación con las
del Primero (fd).
No es ni clásico ni lógico que el Sol poniente ayude a
abrir la Logia, y no alcanzamos a descubrir por qué cree
Cassard que el Primer Vigilante está favorablemente
situado para "dar buena acogida a los visitantes".
En fin, que plausible como sin duda es el haber
intentado recuperar del olvido el Catecismo, la manera
como Cassard pone en práctica ese propósito merece
crítica, ya que su texto ni cumple el objetivo nemotécnico
ni favorece la debida instrucción.

Ritual-tipo derivado de Cassard (48/49).

Como antes, el libretista a la vez que corrige muchos


errores, introduce nuevos.

108
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

a) En relación con los deberes del Segundo Diácono,


elimina el absurdo de encargarlo de "ver si los Hermanos
están al orden", pero mantiene el error de decir que lleva
las órdenes del Primer Vigilante. Como ya se dijo, en Logia
no hay otras órdenes que las del Venerable.
b) Cambia el "si me fuera permitido" de Cassard por
un "si éste (el PV.·.) me lo permite", lo primero puede
tener el sentido de que el SD.·. está a la derecha del PV.·.
siempre que sus obligaciones se lo permitan; pero lo
segundo no. Por lo menos quien esto escribe no
comprende cómo puede el PV.·. impedir que, en sus ratos
de ocio el SD.·. se siente donde lo manda el ritual.
e) En cuanto a la posición y deberes del Primer
Diácono, este libreto mantiene todos los errores de su
fuente.
d) En relación con los deberes del Segundo Vigilante
el adaptador corrige el bocadillo de su original sin una
razón aparente. Cassard se ajustaba a lo clásico (ez):
"from labour to refreshment and from refreshment to
labour again", ¿Por qué, entonces, los adaptadores
alteraron la frase y escribieron "Mandar a los Obreros. al
trabajo y llamarlos a la recreación... ?
Tradicionalmente, ya lo señalamos, es de suponer
que nuestros Hermanos operativos comenzaban sus
tareas con el amanecer interrumpiéndolas al mediodía
tanto para reparar sus fuerzas como para conversar de
109
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

sus asuntos, admitir nuevos miembros, etc. De ahí que el


antiguo catecismo diga:
- ¿Cuándo fuisteis iniciado?
- Cuando el sol, estaba en su meridiano.
"High noon" es, pues, la hora de la reunión
filosófico/iniciática tradicional del gremio, y el Segundo
Vigilante se colocaba donde se dice "para llamar a los
Obreros de la labor operativa a la recreación" y para
volverlos a convocar a la tarea oportunamente. El
simbolismo de ello es que cuando llega la madurez somos
llamados a la recreación iniciática, y de ésta nuevamente
a la labor.
e) En cuanto a los deberes del Primer Vigilante, el
adaptador también retoca. El Señor del Poniente ya no
está, como quería Cassard, para ayudar al VM.·. a "abrir y
cerrar la Logia"; ahora se encarga de ello directamente
(FD).
f) Inteligentemente, el libreto omite entre las del
Primer Vigilante, la función de "dar buena acogida a los
visitantes".
En fin, que como pieza de instrucción en el
simbolismo, el catecismo que figura en este texto no se
puede considerar una obra maestra.

110
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

ESCENA V - Tiempos de "los Trabajos",


El libreto inglés no consigna la escena; tampoco lo
hace el de Escocia.
La idea de que los masones trabajamos "desde el
mediodía hasta la medianoche", no figura en los rituales
de la Isla sino de una manera indirecta y parcial. El medio
día solo aparece en relación con el lugar y función del
Segundo Vigilante, en el catecismo que debe contestar
todo Aprendiz antes de ser colado (la Iniciación se cumple
"at high noon"), y en la hora en que comienza el drama
de Hiram. La media noche, no se menciona para nada. La
versión inglesa de la leyenda calla en relación con la hora
en que fue descubierta la tumba del Maestro.
La noción es puramente mística (es difícil imaginar
albañiles que esperen el medio día para trepar a sus
andamios y que corran por ellos hasta la hora de las
brujas). Lo que en Francmasonería empieza "a mediodía"
(con la madurez) es la obra de re-creación; y por apuntar
a la consumación final, ésta culmina cuando se alcanza el
Norte místico, o sea: cuando por habérsenos acabado el
tiempo entramos a formar parte del Oriente Eterno.
En una palabra, que en relación con lo antiguo, el
trabajar desde mediodía hasta media noche es una
innovación. Sin embargo, por su genuino contenido
iniciático, puede ser considerada como legítimo aporte.

111
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Ritual "continental" (Ragon) (pág. 35 del "Material")

Este ritual es el primero que presenta esta escena, y


lo hace así:
El VM pregunta.·. y el PV.·. contesta:
- ¿A qué hora sienten deseos los masones de abrir
sus trabajos?
- A mediodía.
No hay (aquí) mención de la media noche.
El pasaje encaja perfectamente en la emblemática
solar y en lo que nos viene de la tradición operativa: los
trabajos de la Obra los abre el Venerable (el sol naciente);
pero cuando llega el mediodía, los Obreros sienten
deseos de suspenderlos para proceder a los de
masticación, locución y descanso. También encaja en el
esquema de nuestra filosofía porque el "tiempo místico"
comienza con la madurez. Nunca antes.
En la jerga del simbolismo universal, lo trascendente
se llama "el Secreto" o "el Misterio" porque es una
impenetrable oscuridad. Pero no se trata de una sombra
(que es falta de luz) sino de algo que es oscuro en sí
mismo; que es una "tiniebla positiva" si cabe el término.
Los que no saben distinguir, a menudo investigan
sombras creyendo estar penetrando "el Misterio". Es que
112
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

la niñez y la juventud no son tiempos apropiados para


esta ciencia. El sol naciente es una luz que proyecta
demasiadas sombras, y por eso allí están los párvulos
jugando con ellas a "los ocultistas". Tampoco es buena la
luz del poniente con sus sombras retrospectivas y su
mirada hacia atrás. La hora apropiada para practicar la
ciencia de "lo secreto" es cuando el sol cae a plomo sin
producir sombras.
Por supuesto que el mediodía es el momento en que
comenzamos a marchar hacia el ocaso, y en ese sentido,
ha de llamarnos a la responsabilidad.
Bien dicho pues: el mediodía es la hora en que los
masones sienten deseos (sont censés) de comenzar sus
trabajos filosóficos.
Lamentablemente, los libretistas posteriores, como
veremos enseguida, no fueron muy cuidadosos al
traducir, el efecto, en el...

Ritual español (pág. 49)


... la pregunta sobre los tiempos de los Trabajos se
redacta así:
- ¿A qué hora acostumbran LOS APRENDICES a abrir
sus trabajos?

113
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

De esta manera, el libretista quita a la frase su


sentido original para aplicarla limitativamente a los
Aprendices. Y lo risueño es que éstos NO trabajan.
"No se ha de dar trabajo a los Aprendices no sea que
arruinen el material", dice una regla de los Operativos. En
cuanto a los especulativos, mal pueden participar en las
labores del Locutorio quienes ni saben ni pueden hablar,
debiendo limitarse a masticar en silencio el alimento que
se les da.
Si el mediodía ha de interpretarse con la madurez,
por definición el Aprendiz no la ha alcanzado; de ahí que
no pueda "dársele trabajo".
Sin duda comenzarán a trabajar cuando les llegue la
hora... pero entonces ya no serán Aprendices.
Como siempre, lo mejor es lo antiguo. ¿Por qué,
entonces, ese afán de quitarle sentido modificándolo?

Ritual de Cassard (pág. 44/45).

La redacción que este autor da al pasaje es aún


menos feliz que la anterior. Pregunta el Venerable y
contesta el: Primer Vigilante:
- ¿Cuánto tiempo debemos trabajar en el Grado de
Aprendiz? (fj).
114
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

-Desde mediodía hasta medianoche. (fk) .


Pero lo que empieza y termina a tales horas es el
drama de Hiram, del que los Aprendices no participan.
Pero hay más: El modelo "continental", que produjo
la innovación, pregunta por la hora al Segundo Vigilante
como corresponde; Cassard lo hace al Primero (fl, fm). ¿Es
que el Señor del poniente está mejor colocado que el del
Mediodía para ello? ¿No era que el Segundo Vigilante se
situaba en ese punto "para mejor observar el sol en su
meridiano"?
Incluye Cassard en esta escena la instrucción sobre la
"edad"; el ritual "continental" la reserva para el acto de la
Iniciación. No daña

Ritual-tipo derivado de Cassard. (pág.: 49/50 del


"Material").
Esta vez el adaptador ha mejorado muchísimo sobre
su modelo.
Altera el orden de la escena (inquiere primero por la
Edad y luego por la Hora) (EN FJ) y consigue una
estructura más ágil sin modificar significados. Además
corrige el error de que se pregunte por el mediodía al
representante del ocaso.

115
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Sin embargo, cuando busca rectificar el "¿Cuánto


tiempo debemos trabajar en el grado de Aprendiz?", no
recurre al original sino que procede por su cuenta: "¿A
qué hora EMPIEZAN sus Trabajos los Aprendices
Masones?" (FJ). Lo dicho: cuando el Aprendiz empieza a
trabajar... ya es Compañero.
En resumen: que ninguno de los libretistas
posteriores logró mejorar la redacción original.

ESCENA VI - Solemnidades de la apertura.

Llegamos a la parte fundamental de la ceremonia,-


Veamos los diversos tratamientos.

Rituales de Inglaterra y Escocia.


(pág. 16/17 y 28/29 del "Material").

Los rituales británicos preludian la apertura con una


invocación al G.·.A.·.D.·.U.·. a cargo del Venerable o el
Capellán de la Logia.
Muchos (quien esto escribe con ellos) se inclinan a
pensar que una y otro son agregados no tradicionales
hechos por quienes siempre se demostraron interesados

116
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

en convertir la Masonería en una especie de Iglesia. Pero


no deja de ser probable que en tiempos medievales,
cuando el mismísimo Robin Hood mantenía uno en su
banda montaraz, cada corporación tuviese un capellán, y
nuestros antiguos hermanos operativos abriesen sus
tenidas del mediodía si no con la misma, con una
invocación al estilo de la que comentamos.
Supervivencia de una costumbre medieval o
interpolación tardía, el hecho es que ahí está y el
"capellán" la pronuncia en la inmensa mayoría de las
Logias masónicas del mundo. De cualquier manera, y
desde que los masones no tenemos un Papa que
interprete para nosotros el significado de nuestros
símbolos sino que cada uno se hace de ellos su propia
idea, cada vez que asistimos a Logias donde se emplea
éste u otro ritual parecido, no tenemos que hacernos
violencia para expresar (dentro de esa fórmula) el
ferviente anhelo de nuestro corazón: de que el Principio
de Luz y Conciencia presida siempre nuestros Trabajos "a
fin de que éstos pueden así, comenzar en orden,
desenvolverse en paz y cerrarse armoniosamente". En
una palabra: que el espíritu liberal no necesita para su
defensa que se arranque de los rituales este tipo de
escenas; basta con que cada cual ejercite su inalienable
derecho de libre interpretación.
La rúbrica impresa no lo indica; pero el gesto que
debe acompañar la Invocación es el de Fidelidad, La
117
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

exclamación (¡Que así sea!) se acompaña con la señal de


Poder, en la práctica es toda la Logia la que da esta
Exclamación y hace el gesto y no únicamente el Maestro
pasado como marca el texto inglés que tenemos a la
vista.
La fórmula de la Apertura comienza por la
Dedicación ("A la Gloria del G.·.A.·.D.·.U.·.) (bp). A ésta
sigue la Declaración ("Yo declaro la Logia debidamente
abierta"); y termina por la expresión de Propósito ("para
el cumplimiento de los fines de la Masonería en el Primer
Grado") (bd).
La rúbrica que corresponde es: al decir "A la Gloria
del G.·.A.·.D.·.U.·. ", con el Mallete en su mano izquierda,
el VM.·. alza los brazos al cielo (símbolo de impetración
de auxilio); al decir "declaro la Logia Abierta" baja las
manos y al unísono con todos los HH.·. (que descargan el
signo en el instante en que el VM.·. pronuncia la palabra
ABIERTA) da el signo penal de Aprendiz. Por último, tan
pronto como ha dicho "para el cumplimiento de los fines
de la Masonería en "su primer Grado" da con la izquierda,
los !!! del grado que repiten los Vigilantes y Cubridores.
Nótese que la rúbrica impresa manda expresamente
que el signo sea descargado en el momento en que el
VM.·. pronuncia la palabra "Abierta" (bq). Es que la
simultaneidad o unísono entre palabra y gesto es una de
las reglas del arte del símbolo.

118
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Está probado que en la expresión "Volumen de la Ley


Sagrada" el adjetivo es una interpolación. La
documentación más antigua dice que el alhajamiento de
una Logia debe incluir el "Libro de la Ley", pero no dice
"Sagrada". Puede suponerse entonces con bastante
fundamento que este volumen no era otra cosa que el
Reglamento de la Cofradía al que el neófito debía jurar
acatamiento. Por lo demás no es ningún secreto el
cuándo y cómo vino la Biblia a establecerse sobre el altar
masónico.
Algunos tratadistas hacen cuestión respecto a en
qué libro y capítulo ha de abrirse la Biblia en los
diferentes Grados. Pero no se ponen de acuerdo,
Obviamente, si la Biblia misma es una interpolación no
masónica, la cosa tiene escasa importancia. Tampoco la
tiene (por opuestas razones) para los cerradamente
biblistas. El texto escocés calla; el inglés dice que "desde
que la Primera Gran Luz de la Masonería es el volumen
entero no importa dónde se lo abre". El autor del "Drill
Book" dice que lo que se estila es abrirlo en el Salmo
CXXXIII en el grado primero, en Amos VII en el segundo, y
en Eclesiastés XII en el tercero.
Es risueño constatar que al eliminar de sus Templos
el ara central de los antiguos, la Masonería inglesa le
negó un altar masónico a la Biblia, que fue a posarse
sobre la mesa del Venerable. Quienes no creen en Dios,
ahí tienen la prueba de que lo hay y de que es justiciero.
119
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Las "columnas" a que hace referencia la rúbrica de


nuestros textos (bt, BT) son tres de pequeña talla; una de
orden jónico sobre la mesa del Venerable y que está
siempre enhiesta (es regla que la "luz del Venerable"
jamás se extingue), otra de orden dórico sobre la mesa
del Primer Vigilante, que éste levanta en el momento en
que se abren los Trabajos y abate cuando éstos se cierran,
y una tercera de orden corintio sobre la del Segundo
Vigilante, que se abate durante los Trabajos de Logia y se
levanta al cierre de los mismos.
El encargado de encender las luces es el Primer
Diácono; también es él quien debe exponer el Cuadro del
Grado. Sin embargo, por comodidad, a menudo esta tarea
la cumple el Segundo. El Cuadro se tiende sobre el
pavimento, en el centro (al pie del ara hacia Occidente en
las Logias que la poseen).
El cuadro a que hace referencia la rúbrica de los
textos que estudiamos (bx, BX) es hoy el que se ilustra en
el volumen del "Material". El mismo intenta explicar el
contenido de una Logia.
Presenta una serie de errores.
Por ejemplo, allí se ven las "tres Grandes Columnas
sobre las que descansa figurativamente una Logia". Y
bien: la del Segundo Vigilante, a cuyo lado se ve la piedra
en bruto y la plomada) debía ser de orden corintio - que,
por las hojas de acanto que adornan su capitel, es
120
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

considerado emblemático de la Belleza; la del Primer


Vigilante (la que se ve en primer plano y a cuyo lado está
la Daga, el Nivel y la Piedra Cubicada) debía ser de orden
dórico por corresponder su capitel con la idea de Fuerza
que se asocia con el Vigilante de Occidente. Y la
correspondiente al Oriente debe ser de orden jónico
porque "su capitel combina la fuerza del dórico con la
belleza del corintio".
El pavimento tradicional es de losas blancas y
negras, pero según lo mejor recibido estas deben ir en
diagonal y no como aparecen en el dibujo. El ara (que,
aunque eliminada de los Templos ha conseguido
mantener se en este Cuadro) debería presentar cuatro
cuernos, uno en cada ángulo de su cara superior. Mackey
los interpreta como emblemáticos de los restos del
sacrificio (de sus imperfecciones animales e instintivas)
que hacen los Hermanos en beneficio de la Fraternidad.
Obviamente la "escala de Jacob" que en el grabado
quiere unir la Tierra y el Cielo, adornada como está con
los emblemas de las tres virtudes teologales y el cáliz
eucarístico, no tiene ninguna relación con la Masonería,
Sin duda que el camino masónico es "hacia la Luz",
pero según se desprende de nuestro simbolismo
ceremonial, no pretende buscar esa luz trepando hacia el
Cielo, sino en una praxis terrena que, si bien está signada
por la Fe, sostenida por la Esperanza y animada por la
Caridad, apunta al Hombre y su perfección integral.
121
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

En una palabra: que este cuadro tiene todas las


características de un injerto dogmático.
Por supuesto que el diablo nunca deja de meter la
cola, y entonces ocurren cosas como éstas: que la
estrella heptagonal a la que lleva la escala del dibujo, es el
signo que el simbolismo universal connota con la
tradicional Ishtar, la estrella de la mañana, el magnífico
Lucifer. ¡Las cosas que hace decir el subconsciente!
Para terminar, nótese que recién en este momento
(esto es: una vez instalada y abierta la Logia) los
Hermanos toman sus asientos para proceder a los
Trabajos.

Ritual "continental" (Ragon) (pág. 34/37 del "Material")

El sencillo "Hermanos ayudadme a abrir la Logia" del


ceremonial británico, se transforma aquí en una especie
de ceremoniosidad caballeresca. El Venerable Maestro
pierde la mitad proletaria de su título y se convierte en
una especie de señor feudal que pide la ayuda de las
"columnas armadas" de otros Caballeros (dj, dl, dm)...
Por supuesto, ceremoniosidad es pompa, NO
símbolo.

122
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

En cuanto a la fórmula misa; el libreto altera


totalmente la clásica:

a) No incluye ninguna Invocación ni hay Dedicación


al G.·.A.·.D.·.U.·.
b) Mantiene los ! ! ! que apellida "misteriosos", y los
hace repetir por los Vigilantes solamente, NO por los
Cubridores, como el ceremonial inglés (dp, da).

c) Omite la Declaración de apertura por el


Venerable.
d) Introduce la apertura por signo, batería y
Exclamación.
Conviene tomar nota que el libretista se opone
expresamente a una corruptela que venía
estableciéndose ya en su tiempo: la de triplicar la batería
(du). Como sabemos, lejos de haber sido erradicada, la
desviación se legalizó; y hoy nuestros rituales mandan
tirar baterías triples en las Tenidas Magnas. 0 sea: que
éstas se solemnizan con lo que el ritual que por primera
vez registra la fórmula, considera una falla del
simbolismo...
La Batería no es un golpear de manos similar al que
sirve para llamar a sala a los congresales. Es emblemática

123
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

de un alborozado batir de palmas, y con ella aplaudimos


nuestros símbolos. De ahí que se la llame "de júbilo". En
consecuencia la forma correcta de tirarla es batiendo
palmas a la altura del pecho. Antiguamente, esto se
acompasaba con golpes del pie derecho sobre el
pavimento.
Aunque en otros pasajes Ragon escribe:
EXCLAMATION, en el ritual de Apertura registra
ACCLAMATION, y los traductores se han inclinado
siempre por esta última. Nosotros preferimos decir
EXCLAMACIÓN porque a nuestro juicio, esa es la palabra
que mejor se aplica al grito espontáneo (que en este caso
es de alegría porque la Logia ha sido abierta y se han
desplegado los símbolos).
Aunque el texto que estudiamos no lo consigna,
sabemos que aunque luego se la transformó en:
"Libertad! Igualdad! Fraternidad!" la primitiva
exclamación "continental" era: "Vivat! Vivat! Semper
vivat!", que sin duda se acerca más que aquella a lo
tradicional.
Como se sabe, esta última es un triple HUZZA!
(pron. Juzzá - con z fuerte), voz hebrea que significa
"Alegría! " y se entiende como "alegría en el vallado".
El triple Huzzá es en un todo (hasta fonéticamente)
equivalente al Hurra! deportivo; y se acompasó con un

124
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

gesto del brazo derecho que también es idéntico al que se


hace profanamente al dar los Hurras en el estadio.
La expresión de la alegría de estar juntos para
trabajar (y la del "asombro" ante el despliegue de los
símbolos iluminados) mediante Batería, taconeo,
exclamación y gesto, es un acto ritual que conlleva la
voluntad de que se despejen los obstáculos que se
opongan a nuestro propósito. Es una afirmación del
espíritu de victoria que anima al conjunto y de su
voluntad de triunfo. En la despedida, lo es del deseo de
volvernos a encontrar y de que en el ínterin nada nos
toque. Dentro de este contexto y con este significado, la
batería ha de tirarse a la altura del ombligo (punto
corporal emblemático de voluntad transformadora) y
golpeando con tres dedos de la mano derecha sobre
cuatro de la izquierda (los tres Principios martillando,
conformando y prevaleciendo sobre la cuaternidad) .
En todo tiempo, el ritualismo mágico universal hizo
uso del "ruido protector" para preservar los actos
religiosos o íntimos de toda profanación. Coribantes y
curetes cubrieron así el llanto de Zeus niño; así guardaba
la multitud congregada en torno al Tabernáculo el secreto
del Nombre que se suponía pronunciaba en ese momento
el sumo sacerdote en el interior; las invocaciones al Gran
Espíritu de los pieles rojas norteamericanos en sus ritos
guerreros; agrícolas o de sanidad, eran, asimismo,
rodeadas por la protectora barrera de ruidosas rondas
125
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

circulares, con gritos y rítmicos taconeos; en la India, las


invocaciones mediante diagramas místicos lo son
igualmente por escuadradas circunvalaciones alrededor
del símbolo, palmadas rítmicas y pronunciación de la
explosiva sílaba Phat!
¿Superstición? Por supuesto que sí, aunque sabemos
que el grito gutural libera la energía psicofisiológica
(porque "en ello está la Fuerza").
No es posible saber si la costumbre de
abrir la Logia por signo, batería y exclamación es una
innovación (el ritualismo de la Isla no hace uso de la
fórmula para ese fin) o si se trata de una recuperación. Lo
que sí sabemos es que es un acto ritual NATURAL que nos
viene desde siempre y pertenece a las formas más
arcaicas de la expresión.

Ritual español. (pág. 40/41 del Material").

Reintroduce el título de Venerable MAESTRO; la


Dedicación y la Declaración de Apertura, e innova
favorablemente cuando aquel fundamenta ésta "en los
poderes que me han sido conferidos" (ME). Asimismo,
sabiamente el adaptador elimina de su versión la
"apertura en el rito de..." que figura en su fuente.

126
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Hace bien; los "ritos" empiezan fuera de los límites


de lo francmasónico. Pero no todos son aciertos.
Aquí se habla por primera vez de "la piedra
triangular del altar" (DP) sobre la que el VM.·. da "los tres
golpes misteriosos".
Ocurre, sin embargo, que en Masonería no hay
NINGUNA "piedra triangular" (¡Habría que ver cómo
puede levantarse un muro con piedras de esta
configuración!). Las hay en bruto, cúbicas y piramidales;
también está "la piedra que los constructores
desecharon", y que se convierte en clave de arco tanto en
el arte operativo como en un Grado de desarrollo. Pero,
"piedra triangular", no la hay.
En el simbolismo universal, Triángulo significa Fuego,
Fuerza, y Matriz; y Piedra es emblemática de Materia y
Tierra, cuyo signo es siempre el cuadrado y el cubo. Sin
duda se ha de martillar sobre la Materia para conformarla
al ideal... pero no se puede golpear sobre el Espíritu (el
pneuma, el anemos) ni siquiera mediante "golpes
misteriosos".
Podrían hacerse otras observaciones sobre este
trozo; pero no queremos ser excesivamente latosos.

127
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Ritual de Cassard (pág. 45/46).

Lo más notable de este libreto en esta escena es lo


relativo a la "circulación de la Palabra". Dice Cassard
(ft/fv):
"El Venerable da un golpe de mallete que repetirán
los Vigilantes, y volviéndose al Primer Diácono lo tomará
por el punto de Aprendiz, y al oído le daré la Palabra
Sagrada. Este la llevará al Primer Vigilante y volverá a su
puesto; el Primer Vigilante la comunicará al Segundo
Diácono, quien la llevará al Segundo Vigilante y volverá a
su lugar; el Segundo Vigilante dice: "Justo y perfecto,
Venerable Maestro"."
Este pasaje es, para nosotros, una innovación
absoluta de Cassard. No la hemos encontrado en libretos
anteriores.
O quizá no lo sea. ¿A qué si no a esta escena se
refieren los deberes de los Diáconos establecidos en el
Catecismo del ritual inglés, uno de los cuales lleva las
órdenes (la Palabra) del Venerable al Primer Vigilante y
allí espera el regreso del Segundo Diácono que la conduce
hasta el Segundo Vigilante? De cualquier manera que sea
aporte, recuperación o elaboración, este trozo de Cassard
enriquece nuestro simbolismo con un elemento de
profundo contenido filosófico. En efecto. Si, como

128
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

entendemos, nuestros Misterios son los de aquel


Arquitecto que otros han llamado por el nombre de Logos
(Razón) o Verbo, nada más apropiado que mandar
disponer alrededor del Templo que lo representa, los
elementos letrados que le dan substancia (el místico
BoHaZ emblemático del Alfabeto), en un acto ritual lleno
de solemnidad y diseñado en total acuerdo con el arte
simbólico más exquisito. No nos gusta hacer paralelos;
pero no podemos menos de señalar que la "disposición
de las letras alrededor del diagrama" es una de las
operaciones clásicas del ritualismo tántrico.
Unos pequeños ajustes permitirían, sin embargo,
mejorar la escena que propone Cassard, como ser: que la
Palabra no fuera dada íntegra por el Venerable al oído del
Primer Diácono, sino de la manera establecida
por la costumbre recibida - ("No se debe dar por entero,
sino letra por letra"), y que el Primer Diácono aguarde,
junto al Primer Vigilante, el regreso del Segundo Diácono
antes de volver a su puesto. Con estos detalles y a
nuestro juicio, la escena quedaría "justa y perfecta" como
dice el Segundo Vigilante.
Cumplida la escena, el Venerable procede a dar los
!!! que repiten los Vigilantes (fw) y pronuncia la fórmula
de la Apertura.
Se notará que en este libreto los !!! no llegan hasta
la Puerta como ocurre en el ritual inglés; pero de esta
129
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

pérdida no es del todo responsable Cassard, desde que ya


la había sufrido el ceremonial francés (y el español).
Aunque en ningún momento dijo antes que lo llevara
puesto, dice Cassard que para pronunciar la fórmula de la
Apertura, el Venerable se quita el sombrero (fw). Ya
dijimos que este pasaje lleva a suponer que el "being
covered" del ritual inglés (que el libreto "continental"
interpreta correctamente como "estando recubiertos de
sus insignias masónicas"), Cassard lo entiende como
llevando sombrero. Pero en ese caso, serían todos los
Hermanos quienes deberían descubrirse, y entonces,
desde que no todos tienen mesa, ¿dónde ponen su toca
para dar el aplauso? El propio Cassard parece advertir la
dificultad cuando se ocupa del Tercer Grado. Allí todos se
descubren en el momento de la Dedicación (cuando el
VM.·. dice:
"En nombre de Dios y de San Juan de Jerusalén")
pero vuelven a cubrirse de inmediato. Sin embargo, no
parece muy elegante terminar las solemnidades de la
Apertura con la cabeza abierta.
En fin, que lo del sombrero es un error que hoy,
afortunadamente (por lo menos en este Grado y en el
Segundo) ha sido corregido por los libretistas que han
seguido a este autor.
Incluye Cassard la "Dedicación"; pero NO

130
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

al G.·.AD.·.U.·. sino "a Dios y San Juan de Jerusalén".


(Como quien dice, una operación a dos firmas. Recupera
asimismo la Declaración de Apertura por el Venerable,
pero abre los Trabajos "en el primer grado del Rito
Antiguo Escocés Aceptado", contribuyendo así al
extendido error de suponer que la Masonería practica
diferentes "ritos".
Toda vez que la Masonería y los Grados Filosóficos
constituyen cuerpos diferentes con autoridades propias,
lo señalado no solamente es un error, sino que los
cuerpos masónicos no tienen autoridad para actuar en
nombre de ningún Rito.
Por Último, es de observar que Cassard ritualiza
disposiciones que pertenecen a la pauta (como eso de
que "a ninguno de vosotros os es permitido tomar la
palabra, pasar de una a otra Columna ni cubrir el Templo
sin el correspondiente permiso de vuestro Maestro");
llama Aplauso a la Batería; no dice cuándo se encienden
las luces ni por quién, ni en qué momento se instala el
símbolo (Libro, Escuadra y Compás) etc., e introduce
frases que afortunadamente no recogieron los que
adaptaron este ritual para uso de sus Logias.
Sin embargo, queda en pie que es preciso
reconocerle a Cassard su notable aporte: la circulación del
emblema de la Palabra.

131
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Ritual-tipo derivado de Cassard.


(pág. 50/61 del "Material").

El adaptador ha procurado corregir los errores y


reparar las omisiones de su origen. Así, por ejemplo, dice
que el Venerable da la Palabra al Primer Diácono "como
corresponde" (FU); pero como no enseña cómo es que
corresponde, da pie a la inventiva.
Tradicionalmente, la Palabra ha de darse deletreada
y entre dos ("nunca puede darse por entero", dice la
Instrucción del ritual de Iniciación inglés). Además, la
Palabra no se da espontáneamente; debe ser "pedida"
mediante el Toque, el cual, según la misma Instrucción,
significa "pedir la Palabra".
No debió, pues, el adaptador suprimir de su rúbrica
la frase de su modelo ("... y tomándolo por el punto de
Aprendiz...").
La forma "que corresponde" es, entonces:
El VM.·. da el toque y el Primer Diácono lo contesta.
Esto significa que el VM.·. pide la Palabra al Diácono, y en
consecuencia es éste quien da la primera letra al oído
derecho del VM.·., quien da la siguiente al izquierdo del
PD.·., y así sucesivamente hasta terminar.

132
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

El Primer Diácono se dirige ahora al Occidente, y es


él quien da el toque y el PV.·. quien lo contesta, lo que
significa que es el Vigilante quien da la primera letra. El
Primer Vigilante procede ahora con el Segundo Diácono
como el .·. lo hizo con el Primero, y éste la transmite al
Segundo Vigilante como el Primer Diácono la comunicó al
PV.·. Vuelto el SD.·. a su lugar, el PD.·. se encamina al
suyo.
El adaptador dice que, al volver a su pues-
to, el PV.·. enciende las luces del ara, y está bien. Olvida,
sin embargo, decir que también tiende el Cuadro del
Grado.
El bocadillo del VM.·. ("puesto que todo está justo y
perfecto, etc.") (FY) no lo registra Cassard.
Aparentemente, el adaptador lo toma del ritual
"continental" abreviándolo inteligentemente. Corrige el
error de Cassard respecto al sombrero del VM.·. y
modifica adecuadamente la Dedicación, haciéndola "a la
Gloria del G.·.A.·.D.·.U.·. y llama a la Batería por su
nombre.
Junto con los aciertos, también hay errores. El "Rito
Antiguo Escocés Aceptado" de Cassard toma su nombre
actual; pero como lo señalamos, no corresponde en una
Logia masónica. Se habla del "Grado Primero Simbólico".
¿Es que hay alguno que no lo sea? Decir Masonería

133
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Simbólica es una redundancia desde que aún en los


tiempos operativos la Masonería, como arte iniciático,
también fue "simbólica". Por último, el VM.·. de este
guión manda "ponerse a LA Orden", y debió decir "al
Orden", que es algo bien distinto. Es conformarse al
orden arquitectónico que trabajamos, y no "ponerse a la
orden para lo que se necesite".

CONCLUSIONES

Hemos pasado revista a las escenas de Apertura de


los rituales que "hicieron escuela" y de los que recogieron
sus enseñanzas. Corresponde ahora extraer algunas
conclusiones, como por ejemplo: ¿Qué debería contener
un ritual de Apertura de Logia en el primer Grado? A
nuestro juicio, eso sería lo siguiente:

a) El llamado de Atención. El ! del VM.·. que


repiten los Vigilantes, y que también deberían dar los
Cubridores.
b) Los elementos simbólicos de las precauciones
propias de toda asamblea de Masones, a saber:
1) Constatación ocular o mediante ! de atención, de
que la cobertura exterior es perfecta.
134
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

2) Inspección ocular por los Vigilantes y Venerable, y


subsiguiente declaración de que los Hermanos de sus
respectivas áreas son, todos, masones conocidos.
3) Los elementos simbólicos representativos de que
los signos externos de nuestra calidad masónica, han de
ser juzgados por Escuadra, Nivel y Plomada. Este "ver si
los Hermanos están al Orden (y que en los hechos es una
auto vigilancia por los Vigilantes internos de cada uno por
su propia Plomada, Escuadra y Nivel) integra y
complementa la "cobertura interior".
c) Una fórmula que atienda a asegurarse que el
cuerpo de la Logia está debidamente formado y que cada
integrante de la misma está en su puesto y conoce sus
deberes, o sea: el Catecismo relativo a la composición de
la Logia.
d) La Invocación al Principio de Luz y Conciencia que
llamamos G.·.A.·.D.·.U.·.., y expresión del deseo de que
siempre presida nuestros Trabajos, y/o la fórmula de la
Dedicación: "A la Gloria del G.·.A.·.D.·.U.·.".
e) La Declaración de Apertura: "Yo declaro Abierta..."
f) El despliegue de los símbolos masónicos y su
debida iluminación (Libro de la Ley, Escuadra y Compás;
Cuadro del Grado; etc.)
g) La pauta y rúbrica correspondiente a cada una de
estas escenas, tanto para prevenir las improvisaciones
135
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

como para que se atienda a la índole figurativa de la


expresión simbólica (todo parlamento, para que sea
SÍMBOLO, debe estar acompañado del correspondiente
gesto).
Por supuesto, si entre los puntos c) y d) se intercala
la escena de la "circulación de la Palabra" y su
"colocación" alrededor del Templo, el acto se
perfeccionaría. En el volumen del "Material" (pág. 51 y
siguientes), hemos incluido un guión que recoge lo que a
nuestro juicio constituye la mejor expresión de un ritual
de apertura.
Con respecto al punto (f), conviene destacar que
nuestros símbolos de ninguna manera son meras
alegorías. Si lo fueran, cualquiera podría, ritual en mano
"poner Logia", pero bien sabemos que tales parodias.
(aún las intentadas por Hermanos iniciados regularmente)
no funcionan.
Es que hay que distinguir entre signo representativo
y símbolo propiamente dicho, que es algo en lo que se
hace presente una realidad del alma. Así, por ejemplo, la
bandera de la Patria es un símbolo que hace presente
algo que está infuso. No es una representación ni una
alegoría; es la presencia misma del espíritu nacional; pero
lo es únicamente para los que han nacido en ese espíritu
y no para los que son extranjeros al mismo. Y lo es
solamente en determinadas circunstancias.

136
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Como la patria en la Bandera, la Masonería está


presente en nuestros gestos, palabras, movimientos,
útiles, luces, y todo cuanto "forma" una Logia Abierta que
es el cuerpo masónico. Por supuesto que lo que se
encarna en los símbolos no es algo que viene de algún
ignoto "más allá" (aunque algo de eso hay), según
veremos en seguida), sino que procede de nosotros
mismos que somos quienes damos vida a los símbolos.
Pero desde que ellos son el continente de nuestro sentir,
nos permiten "ver afuera" lo que de otra manera no sería
sino un sentimiento impreciso.
Y es esa contemplación lo que arranca el grito de
Alegría que constituye nuestra Exclamación tradicional.
Dijimos que "algo de eso hay" porque otros
hombres, con los mismos símbolos y cumpliendo iguales
actos, no podrían darles vida porque no estén arraigados
en el tronco de la Cofradía (o se han desarraigado de él al
obrar por su cuenta). De ahí que, como decíamos recién,
podrán haber Logias irregulares cuyos trabajos sean
absolutamente justos y perfectos en la forma exterior,
pero no serán Masonería. Y no lo serán porque su
simbolismo no pasará de ser una REPRESENTACIÓN, y el
símbolo es otra cosa, Es PRESENCIA de una esencia.
También las religiones positivas tienen símbolos;
pero también éstos son "otra cosa".

137
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

En ellos el hombre no se contempla a sí mismo en su


íntima realidad, sino que mira una de la que se siente
enajenado. "Dios" está "allá" y su devoto está "acá". Por
cierto que el ángulo iniciático no es ese.
Desde otro punto de vista, el símbolo es una
dimensión, un lugar existencial cuyas puertas se abren en
el acto de la Apertura. Y el simbolismo iniciático es una
dimensión o "lugar habitacional" especialísimo.
La "magia" del rito de la Apertura radica
precisamente en este "despliegue" (en el sentido literal
del término: despliegue) de los símbolos, que va de
adentro a afuera, y del trasfondo tradicional arcaico a la
realidad presente.
No. La apertura de la Logia no es un acto banal.

138
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

6- LA LOGIA COMO ASAMBLEA


APERTURA EN EL SEGUNDO GRADO

La apertura de la Logia en el segundo Grado es,


como la del anterior, una solemnidad preparatoria, una
introducción. En consecuencia, el sentido general es el
mismo: ver si estamos a cubierto, formar el ambiente
propio de los trabajos que se han de tomar, declarar
abierto el debate para tratar los negocios de este Grado y
desplegar e iluminar sus emblemas.
Lamentablemente, el material de que se dispone
para el estudio de esta Apertura (y Grado) es del todo
confuso; y cuando no elaboran, los libretos se copian
unos a otros de una manera fragmentaria y desordenada.
Una cosa salta a la vista, sin embargo, y es que si
bien los diferentes rituales aparecen confeccionados con
elementos de sabor tradicional, no son "obras del Arte",
esto es: no son creaciones puras de la inspiración intuitiva
ni fruto directo del costumbrismo ancestral, sino factura
consciente del intelecto. Fuera de este rasgo común, la
disparidad es tanta que la comparación resulta penosa.

139
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Habrá que estudiarlo todo separadamente.


Comenzaremos por el...

Ritual inglés. (pág. 63/69 del "Material ")

Este libreto, que se auto presenta como la fórmula


"tradicional" más depurada, dice expresamente que "una
Logia no se puede abrir en el Segundo (o Tercer) Grado".
Lo mismo establecen la mayoría de nuestros rituales. Y si
lo dicen, es que la corruptela existe.
Mas ¿qué es lo correcto tanto desde el punto de
vista tradicional como del simbólico, filosófico, e
iniciático?
En cuanto a lo primero, podemos imaginar sin
mucho margen de error, porque es lo lógico, que en los
tiempos operativos la Logia aprovechaba la pausa del
mediodía para conversar y tratar sus asuntos generales; y
también, que cuando era preciso ocuparse de algo más
privado, se invitaba a los aprendices a que fueran a darse
un paseíto:
-Quédense por ahí; ya los llamaremos. De paso,
fíjense que nadie se acerque, diría el Maestro o el
Capataz.

140
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Desde el ángulo de lo filosófico e iniciático, cuando


decimos que los trabajos de los Compañeros se "abren
SOBRE la Escuadra" queremos decir que este Grado
trasciende lo puramente racional para incursionar en lo
que llamamos Genio: poesía, escultura, matemáticas,
letras, y cuanto pertenece al místico terreno del puro
intelecto. Pero es SOBRE la Escuadra, a partir de ella, con
ella por fundamento vivo como se intenta el salto.
Por último, la invasión del campo del Genio sin el
previo pasaje por la etapa lustral y rectificadora, es
violatorio de la Ley moral en la que descansa todo
adelanto en los Misterios.
Pero por sobre todas estas y otras buenas razones,
no se puede abrir directamente en Grado Segundo (o
tercero) porque así lo manda el ritual y la tradición
recibida, y esta, como costumbrismo que es, no es
materia opinable, sino de hecho.
Por las mismas, también es corruptela cerrar
directamente; es preciso "bajar la Logia" nuevamente al
Grado Primero, el de la Ley Moral antes de descender a
nivel de la calle.
Estábamos en que el ritual inglés inicia en el Primero
la apertura en el segundo Grado y con la invitación del
Venerable a los Aprendices para que cubran el Templo, Y
si no les pide que previamente saluden el Tronco de la
Viuda, es porque eso tendrá lugar a su debido momento,
141
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

cuando terminadas las labores de los Compañeros, la


Logia vuelva a estar en Aprendiz.
Como en el Grado Primero, la escena comienza con
un ! del VM.·. y su pedido de ayuda:
- Hermanos, ayudadme a abrir la Logia en el segundo
Grado.
También como anteriormente, o el ! (que significa
Atención!) lo da solamente el Venerable y sirve para toda
la Logia, o lo repiten los Vigilantes y los Cubridores,
¿Acaso no han de estar atentos también éstos,
especialmente ellos, en lo que sigue?
Al ! de atención sigue la pregunta del Venerable:
- ¿Cuál es el primer cuidado de todo Compañero
masón? dice el ritual de Inglaterra, -
¿Cuál es el primer cuidado en toda Logia de
Compañeros masones? - dice el de Escocia.
Siendo el de mantener una constante atenta
vigilancia sobre nuestras cosas, el deber de todos y todo
momento, opinamos que la redacción inglesa es más
exacta.
El GTI.·. constata la cobertura exterior por los !!! de
Aprendiz, y se pone al orden del Primer Grado para
informar al SV.·. que "La Logia está a cubierto"; lo mismo
hace el Segundo Vigilante para informar al Venerable

142
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Maestro. Ya veremos que todo a lo largo de la primera


parte de la ceremonia, los únicos signos que se dan son
los de Aprendiz. Es que el libretista, lejos de cometer el
error de "suspender" los Trabajos de Aprendiz para pasar
a los del Grado Segundo, se preocupa por destacar que a
ese efecto aquellos proceden de la exaltación (y no de la
oscuracion) de éstos.
Constatada la cobertura exterior, el Venerable
inquiere por el "próximo cuidado" (NUESTRO próximo
cuidado, dice el Venerable en el texto de Escocia, y dice
bien, porque "ver si los Hermanos dan muestras de estar
al orden como masones" es función de la Escuadra, la
Plomada y el Nivel, que son las Luces y Vigilantes de la
Logia en todos los Grados).
Nótese que no dice el texto: "Ver si los Hermanos
están al orden como aprendices" ni tampoco "como
Compañeros", que eso vendrá después, sino "al orden
como masones".
Y eso significa dar las señales de "rectitud de los
pasos por la vida, de estar a plomo, y de tener el control
de la propia palabra, a fin de que sea siempre justas
igualitaria y fraterna" o sea: por lo que conocemos como
"señal de Orden" ya desde el Primer Grado.
Lo que queramos decir (y lo que dice el ritual que
tenemos a la vista al llamarla "señala de estar al orden
como Masones"), es que esa posición es emblemática del
143
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

"ser masón' y NO únicamente de "ser Aprendiz", y que


cualquiera que pueda darla en los hechos y de verdad y
no solamente en el símbolo externo, es un masón justo y
perfecto que ha alcanzado su total estatura.
Lo que queremos decir es que el ritualismo inglés
llama a esta posición "estar al orden como masones", y
que si bien a veces dice "como aprendices" o "en el
primer grado" no es para minimizar la importancia del
gesto sino a modo de guía para que los presentes no
equivoquen el ademán. Por eso el texto dice que los
Vigilantes deben "atender que los Hermanos estén al
orden como masones", y por eso (como guía, el VM.·.
manda: "Al orden, hermanos, en el Primer Grado" (pág.
62/63 del "Material").
Aquí comienza la ceremonia a trepar del Primero al
Segundo Grado, estando todos "al orden como Masones",
el VM.·. pregunta:
- Hermano Segundo Vigilante, ¿sois Compañero?
- Lo soy (contesta el interpelado) ponedme a prueba.
Contrasta lo afirmativo de la respuesta con el "mis
Hermanos me reconocen por tal" que damos cuando
alguien nos pregunta si somos masones. Los diferentes
rituales dan todos equivalentes contestaciones rotundas.
Pero así debe ser desde que el "ser Compañero" no es
una jerarquía moral que exige reconocimiento, sino la

144
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

posesión de una habilidad u oficio (un "craft") que se


prueba con el conocimiento de la herramienta.
Inquiere, pues, el Venerable:
- ¿Con qué instrumento de arquitectura podéis ser
probado?
- Con la Escuadra, responde el SV.·.
Y la contestación que da al serle preguntado qué
cosa es una Escuadra, es cerradamente críptica:
- Un ángulo de noventa grados, o sea la cuarta parte
de un círculo. (Pág. 66/67).
Como siempre, la Masonería (esto es: la
genuinamente tradicional, la que no explica sino que se
limita a "enseñar" (es decir a mostrar) nos carga con un
enigma que llevaremos a cuestas a menudo durante años,
y a veces para siempre.
¿Qué significa, entonces, la Escuadra?
Cada uno de nosotros tiene derecho a su libre
interpretación J. S. M. Ward comenta en su "The Másonic
Why and Wherefore":
"En otro lado hemos señalado que nuestra Escuadra
tiene la forma de la Gamma griega que muchos
estudiosos suponen se usaba en nuestras Logias de
antaño para representar la G emblemática del Gran
Geómetra del Universo; pero aparte de ello, parece ser
145
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

que la Escuadra fue considerada como signo sagrado en


tiempos mucho más remotos."
"En Babilonia, es emblema de Nabu, el Dios
Arquitecto que era considerado el creador del mundo. Su
Escuadra, sin embargo, no era exactamente la misma
nuestra, ni la de los egipcios, sino la de horca cuyos
brazos están unidos por una tercera línea: para formar un
triángulo rectángulo con un brazo largo, uno corto y uno
medio. Es Egipto, pues, donde encontramos la mejor
analogía de nuestra Escuadra."
En ese pueblo, esta herramienta era emblemática
"

de la justicia, razón por la que sus dioses se "sentaban


sobre la Escuadra" para juzgar a los muertos; y debe
notarse que, salvo para esa ocasión, la Escuadra no
aparece como adorno de sus tronos y asientos. Un buen
ejemplo de ello puede verse en el conocido papiro de Ani,
en la escena del pensamiento, en la que los doce asesores
aparecen sentados en tronos sobre los cuales se dibujan
sendas Escuadras. Desde que nadie podía pasar ese juicio
a menos de poder probar haber vivido rectamente, la
Escuadra venía a ser emblema y prueba de rectitud
moral."
"La Escuadra era también sagrada en China, donde
Fu Hsi, el legendario fundador de la nacionalidad, usa
como su emblema una escuadra de horca al tiempo que
su esposa sostiene un compás. El testimonio más antiguo

146
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

que se conoce de este legendario personaje es un bajo


relieve del tiempo de la dinastía Han (100 AC) ."
Podemos agregar a lo dicho por el H.·. Ward que
también la Daleth hebrea (que significa puerta) tiene la
forma de una Escuadra; y que el nombre de NABU que se
aplica al Genio babilonio de la Arquitectura cuyo
emblema es la Escuadra, significa Sabio y Profeta.
En la opinión de quien esto escribe, la Escuadra,
definida como "cuarta parte del círculo" es una jerga que
alude a la proporción entre el radio y la circunferencia.
"Conocer la Escuadra" sería, entonces, tener la
ciencia de la exacta proporción, que es fundamental en el
oficio ("craft") del constructor.
Pero independientemente de lo que pueda la
Escuadra significar para cada uno de nosotros, es
evidente que la contestación dada por el Segundo
Vigilante ha complacido a su Venerable, que dice:
- Ya que conocéis el modo debido ("the proper
method" en el texto inglés, y "proper mode" en el
escocés), probad si los Hermanos presentes son
Compañeros.
Estos lo hacen "por signos". Descargan el signo
gutural y se ponen al orden del Grado Segundo que, como
sabemos, es doble:

147
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

a) Signo de paso o saludo, dado con la mano


izquierda, brazo en Escuadra, y que según la explicación
tradicional "se originó en tiempos de Josué, que oraba en
esa postura a fin de detener el sol y disponer del tiempo
necesario para vencer a los enemigos del reino"; y.
b) El signo de Fidelidad "emblemático de la guarda
de nuestros secretos del ataque de los insidiosos, y cuya
segunda parte tiene, entre otros, el significado de que el
Compañero prefiere "le sea abierto el pecho, arrancado el
corazón y arrojado al muladar para que sirva de alimento
a las aves de rapiña" antes de revelar lo que debe ser
callado.
Mas, ¿qué significan estos gestos en relación con lo
que debe ser probado? ¿Qué que tenga algo que ver con
la Escuadra de qué hablaba el Segundo Vigilante?
Nuevamente las respuestas quedan libradas a la
interpretación del usuario.
Para quien esto escribe, la primera parte del signo
alude a la presión del Tiempo que constituye la
desesperación de todo Obrero, vista la desproporción de
la tarea y el lapso de que se dispone para cumplirla. En
verdad quien no da muestras de sentirse así acuciado, no
ha tomado conciencia de la labor (la inmensa labor) y lo
escaso de las fuerzas, porque "la tarea es mucha y los
obreros pocos". Sentir la urgencia, es pues, la primer
señal; y la segunda es guardar el secreto de nuestro arte
148
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

no dando de él otra señal que la que va implícita en la


labor cumplida, que si bien revela, también oculta la
ciencia de las proporciones que es la base de todo el Arte.
Pero independiente de lo que interpretemos, la
prueba dada satisface al Vigilante y al Venerable, que
manifiesta:
- Reconocemos la exactitud de la prueba; y la da él
mismo.
A la prueba, sigue la Invocación.
Es muy probable que la que aparece en el texto
inglés sea una factura clerical al estilo de la que figura en
la Apertura del Grado Primero. Pero como antes, los Inicia
dos, que han aprendido a hablar en jerga y decir sus
cosas con las mismas palabras del vulgo, pueden adherir a
estas invocaciones sin mayor violencia, ya que por
Arquitecto entienden aquella Razón que se expresa como
Verbo, y por Geómetra la que lo hace como número y
proporción. Si venimos a este Grado a "conocer la G", no
estará nunca de más desear la debida inspiración. De
cualquier manera, el que esto escribe prefiere orar
arando y no como el mamboretá; pero está en la libertad
de cada cual el seguir su inclinación.
Hecha la Invocación, el Venerable Maestro declara la
Logia abierta "sobre la Escuadra" y "en nombre del Gran
Geómetra del Universo" o sea según (nuestra libre

149
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

interpretación) de la Razón que se manifiesta en números


y consecuencias y que es el fundamento de la Ciencia
como el Arquitecto (la Razón como logos re-ligante) lo es
de la convivencia. La francmasonería continental y
posterior no ha recogido la distinción que hace la inglesa
entre Arquitecto, Geómetra y Altísimo (en el Tercer
Grado); y es lástima por el gran contenido filosófico de
estos símbolos.
La rúbrica impresa manda que la primera parte del
signo se descargue en el momento en que el VM.·. dice
"Abierta". En realidad lo que se hace en ese momento es
llevar el pulgar de la Escuadra de la mano izquierda al
hombro del mismo lado. La segunda parte del signo se
descarga cuando el VM.·. dice "sobre la Escuadra",
llevando la mano derecha al hombro del mismo lado, y en
seguida dejando caer ambas manos verticalmente y al
unísono.
El VM.·. procede ahora a dar los ! -!! que repiten los
Vigilantes y cubridores: el Maestro Pasado arregla el
símbolo, y tan pronto como se tiende el Cuadro del Grado
(cosa que se hace una vez que el Segundo Vigilante ha
dado los !- !!) el VM.·. toma asiento y con él, todos los
Hermanos.
En la masonería inglesa "los golpes" son siempre
TRES:

150
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

!-!-! para el Primer Grado,


! -!! para el segundo, y
!! -! para el tercero.
La innecesaria multiplicación vino después, en el
continente, donde para los dos primeros grados se
adoptaron en el número de las respectivas "edades", y sin
que nadie sepa decir por qué, en el de nueve para el
tercero.

No hemos encontrado pauta que indique cual es la


punta del compás que se ha de descubrir; pero por
razones mecánicas derivadas de la posición del
Juramento que en la costumbre inglesa el Compañero
presta apoyando su mano derecha sobre el signo, y a fin
de que el Compás la hiera, ha de ser la punta izquierda. El
criterio coincide con lo que aparece en las tallas de
adorno que vemos en el mobiliario de algunos templos
antiguos.

151
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Se notará que en el texto transcripto no se habla del


adelanto de las luces. Ello se debe a que en la costumbre
inglesa no hay candelabro sobre el ara por la simple razón
de que ésta fue eliminada, en las logias que no han
cometido tal error y la conservan, quien enciende las
luces que faltan es el Primer Diácono (0 un Maestro
Pasado, o el Maestro de Ceremonias) que es "el
mensajero" del Venerable. Por la misma razón debería ser
él quien tiende el Cuadro, y no el Segundo Diácono, como
por razones prácticas vino a ser costumbre.
El Cuadro es el que se ilustra en la página siguiente.
La francmasonería inglesa ha desarrollado un
ceremonial abreviado para la apertura a saber:
VM.·. - HERMANO SEGUNDO VIGILANTE, ¿VAS O
VIENES?
SV.·. - VENGO.
VM.·. - ¿DE DÓNDE?
SV.·. - DEL GRADO DE APRENDIZ AL DE COMPAÑERO.
VM.·. - HERMANOS, EN VIRTUD DE MI
CARGO YO DECLARO ESTA LOGIA PASADA AL GRADO
DE COMPAÑERO. LO HAGO POR LOS ! !!, Y ESE SERÁ
VUESTRO SIGNO (hace el signo de Compañero),
“Los: Vigilantes, Guardatemplo interno y cubridor repiten
los Golpes, se tiende el Cuadro del Grado.”

152
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

153
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

La perfección rituálica de esta abreviatura requeriría


que la Logia repitiera el signo de Compañero
inmediatamente que lo da el Venerable, y que éste y toda
la Logia permaneciese al orden como Compañeros hasta
que los Golpes hayan llegado a la puerta (y
eventualmente, hasta que se hubiera acomodado el signo
y extendido las luces). Luego, todos al unísono, deberían
descargar el signo.
Volviendo a la ceremonia completa y para terminar,
nótese que la Logia se pone de pie tan pronto como el
Venerable da el ! de atención y permanece así mientras
se cumplen los requisitos relativos al "primer cuidado";
que todos toman el paso y signo de Aprendiz mientras se
atiende al "cuidado siguiente" y permanecen en esa
posición hasta haber probado por signos ser Compañeros,
momento en que pasan a ponerse al orden del Segundo
Grado; y finalmente que este signo se descarga en la
forma indicada por la rúbrica de la Declaración.
La Logia "se sienta" únicamente una vez que todo ha
sido cumplido, que es lo correcto desde el punto de vista
de la representación simbólica.
Bien sabemos que quienes han sido acostumbrados
a proceder sentados no encuentran en ello nada
censurable. Al contrario: consideran que no hacerlo exige
permanecer "demasiado tiempo en pie", Pero quienes
hemos visto y practicado la forma tradicional pensamos

154
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

que los actos simbólicos tienen exigencias respecto a las


que no valen las razones de comodidad; y el actuar como
se hace nos causa la misma extraña sensación que nos
produciría ver a Gobierno y pueblo presenciar sentados
un desfile militar (que también es acto simbólico) o
poniéndose de pie únicamente mientras pasa la Bandera
o se corea el Himno. Y aquí sí que el lapso es prolongado!
Pero no estamos discutiendo opiniones y cada cual
es muy libre de tener la suya. Eso sí: lo tradicional y
correcto desde el punto de vista del simbolismo es lo que,
a texto expreso, mande no solamente el ritual que
acabamos de revistar, sino el que veremos seguidamente.

Ritual "continental" (Ragon)


(pág. 72 y siguientes del "Material")

En este libreto, la apertura en el Segundo Grado,


comienza con la del Primero.
Despachados los asuntos más urgentes, el
Venerable, luego de disponer que les sea presentado el
"tronco de beneficencia", procede a invitar a los
Aprendices a cubrir el Templo "dado que los Trabajos van
a ser abiertos en el Grado Segundo".

155
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

¿Por qué "de beneficencia" y no "de la Viuda" como


es lo clásico?
En otra ocasión señalábamos que una de las
acepciones de la voz "trunk" es la de baúl o cofre, y por
extensión, el de ajuar y "dinero para las alfileres" de una
mujer. Decíamos entonces que se puede suponer que al
término de sus reuniones (que realizaban en alguna
taberna de Londres) los masones ingleses que dieron su
primer cuerpo a la masonería especulativa, no dejaron de
hacer circular un jarro de cerveza (de ahí la forma
tradicional del bolso: un prisma triangular que semeja un
jarro con asa) a beneficio del "widow's trunk", o sea: de la
viuda y huérfanos del compañero fallecido. No se le
puede llamar "de beneficencia" a este bolso, ¿verdad?
Pero además, "la viuda" tiene múltiples acepciones
mitológicas y filosóficas que no es del caso señalar ahora,
y que la denominación "de beneficencia" no recoge.
No fueron sin embargo los masones franceses los
únicos ni los primeros en modificar el nombre; que
también eso ocurrió en la Isla, cuyos rituales oficiales
llaman "Charity´s Trunk" al de la Viuda. Y si bien "la
Caridad puede ser considerada como la: "virtud
característica del corazón de un masón" como dicen esos
mismos rituales, la nueva etiqueta tampoco se ajusta al
sentido de la primitiva denominación.

156
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Dice el ritual que comentamos que tan pronto como


los Aprendices han cubierto el Templo, el Venerable
anuncia que va a abrir en Tenida de Compañero y que
"los Trabajos de Aprendiz son suspendidos", medida cuyo
error representativo ya fue señalado. La Logia "se sube",
"se pasa"; sus luces "se aumentan", porque no son otras
sino las mismas (Ley, Escuadra y Compás), solamente que
dispuestas de otra manera más exaltada y extendida.
Pero NO se deshace el símbolo anterior, ni se
extinguen las luces que lo iluminan. Lo único que se hace
es modificar el primero y extender las segundas.
No hay suspensión sino ampliación.
Por lo demás la lógica más elemental, se encarga de
mostrar la sinrazón de "abrir" los trabajos de Aprendiz
sólo para proceder, a cerrarlos... y para en seguida
mandar ponerse de pie y al orden como Compañeros!
¿Qué es lo que se pone de pie? ¿Una Cámara que ha
perdido fuerza y vigor, esto es: que ha vuelto al nivel de la
calle? En realidad de verdad, este sainetesco "póngase los
pantalones, sáquese los pantalones", que resalta más
todavía en la apertura del Tercer Grado, viene a dar razón
a los Venerables que prescinden de todo ello y abren
directamente. Que será un error simbólico (también esta
sucesión de duchas calientes y frías lo es), pero que en
definitiva resulta más serio.

157
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Prescinde el libretista de los preliminares de rigor


(ver si estamos a cubierto, y "ver si los presentes están al
orden como masones") y pasa a lo que en el ritual inglés
es la cuarta escena: probar que los presentes son
Compañeros, a cuyo efecto el Venerable manda ponerse
al Orden del segundo Grado y ordena a los Vigilantes que
procedan a asegurarse de ello "por palabras, signo y
tocamientos".
Debe suponerse (dice "palabras" y "tocamientos" EN
plural y "signo" en singular) que se trata de tejar a los
Hermanos por el toque y palabra de paso, y por toque,
Palabra sagrada y signo de Compañero.
Simultáneamente al tejamiento, el ritual que
estamos estudiando marca que los expertos descubran la
Estrella Flamígera iluminen el transparente de su letra G y
el de la letra de la Columna del Mediodía. También
manda que tiendan el Cuadro del Grado, esto es: que se
descubran e iluminen los símbolos del Compañero. Es
prematuro. Tal despliegue e iluminación corresponde al
momento en que la Logia es declarada abierta.

158
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

159
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

De cualquier manera, el Cuadro que nombra el ritual


que comentamos, es el que se ilustra en la página
opuesta.
A la constatación de que "todos los presentes son
Compañeros" siguen cinco preguntas que el ritual manda
sean dirigidas alternativamente a los Vigilantes
empezando por el Primero, a saber:
1- ¿Sois Compañero?
2- ¿Para qué os habéis hecho recibir como
Compañero?
3- ¿Qué edad tenéis?
4- ¿A qué hora empiezan sus trabajos los
Compañeros?
5- ¿Qué hora es?
Nótese que si se procede como manda la letra, será
el Primer Vigilante quien diga que "es mediodía", lo que
es incongruente con el simbolismo del atardecer. Quizá
esté aquí el origen del error que cometen muchos rituales
que hacen que sea el Primer Vigilante y no el Segundo
quien marque el mediodía. Para obviar esta dificultad, o
la primera pregunta se hace al Segundo Vigilante como en
el ritual inglés, o las dos primeras al Primero.
Aunque sus términos sean diferentes, este catecismo
se corresponde con el interrogatorio con que el ritual

160
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

inglés prologa el acto de "probar que todos los presentes


son Compañeros". El libretista "continental" lo coloca
como introducción a la apertura misma ya que
seguidamente el Venerable solicita la ayuda de los
Hermanos y procede a abrir los trabajos en el Segundo
Grado, primero mediante los respectivos golpes y
enseguida por signo, batería y exclamación.
Los golpes son aquí cinco, que se dan por 3 y 2 según
Ragon, por 2 y 3 según Cassard, y sincrónicos según otros
rituales. La misma diversidad se presenta en cuanto a la
Batería. Además de ser dentro de las innovaciones, la más
antiguas, la fórmula de Ragon es la que mejor se asimila a
la primitiva inglesa (! !!): tres que valen por el primero, y
dos más.
El texto (pág.74) dice que los ! ! ! !! del Venerable
son repetidos por el Occidente; pero no se debe entender
que solamente los repite el Primer Vigilante, sino ambos.
Recuérdese que el templo "continental" se
desarrolla sobre una planta triangular y que ambos
Vigilantes están al Occidente a uno y otro lado de la
Puerta: el Segundo Vigilante al S0 y el Primero al NO.
En cuanto a la Exclamación, si alguna vez existió una
particular del Grado Segundo, fue olvidada. Los ingleses
emplean el triple Huzzá! (Alegría!) tanto para el primero
como para el Segundo Grado. El ritual que analizamos

161
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

también usa para el segundo la misma "aclamación" que


para el primero: un triple "Vivant! ”.
Generalmente esta palabra se entiende en relación
con la G, que de ordinario se interpreta en el sentido del
naturalismo: Generador. No es esa, sin embargo, la
interpretación iniciática, para la que el aspecto vital no es
sino UNA de las direcciones en que se expande "el que se
extiende", y para la que "el Viviente" es epíteto de la
forma manifestada o manifestable del Principio Supremo
(el "Dios con atributos" en contra-distinción con su forma
absoluta: el Deus Absconditus). En esa acepción (y no en
la puramente fálica) es que la partícula HI (que significa
"viviente") integra el nombre de HI-RAM (viviente
elevado): el Genio en todas sus direcciones.
Cumplida la ceremonia de Apertura, el Venerable
manda sentar.
El libreto francés no se aparta en esto de lo clásico:
toda la escena, y no únicamente en la solemnidad de la
apertura propiamente dicha, transcurre estando los
Hermanos en pie y al orden. Se aparta, sí, de lo mejor
recibido en los detalles ya señalados y en varias
omisiones, la más importante de las cuales, por las
consecuencias que trajo, es la de haber olvidado la
Dedicación. En realidad, ha omitido la fórmula completa
de la Apertura. Los libretistas posteriores vendrán a
reparar la falla.

162
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Ritual español. (pág. 75 y siguientes del "Material")

Es evidente que el libretista español se inspira en el


guión francés; y también que procura elaborar cuanto
aquel dejó inconcluso o dio por sabido.
Como es lo clásico, el Venerable abre los trabajos de
Aprendiz. Dice que es su intención suspenderlos, pero NO
lo hace, con lo que en los hechos salva el error en que
incurre su fuente. Enseguida manda ponerse al orden
como masones e invita a los Aprendices a cubrir el
Templo, cosa que dice estos cumplen "en la forma usada
en este caso".
Mas, ¿cuál es ésta? ¿Previo saludo al Tronco de la
Viuda? No necesariamente, que eso puede quedar para
ser cumplido en el momento en que reingresen. ¿Cómo,
pues?
En nuestra opinión, si el Venerable ha mandado
ponerse en pie y al orden para despedir a los Aprendices
es porque busca dar al acto toda la pompa litúrgica
posible. En las Logias que trabajan a todo rigor rituálico,
esta escena se desarrolla así:
Los Diáconos (o los Maestros de Ceremonias) - el
segundo a la derecha del primero, cruzan varas e inician
una marcha a partir del ángulo NO y por el Norte hacia
Oriente. Los sigue el Experto (o el Guardatemplo Interno).
163
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Todos los movimientos dentro de la Logia se inician


en este lugar porque es el ángulo que está
tradicionalmente asociado al elemento AIRE, que significa
eso: movimiento. Los restantes son: Tierra (el NE), Fuego
(el SE), y Agua (el SO).
A medida que la procesión avanza, el GTI.·. va
invitando a los Aprendices a unirse a ella. Llegados al NE,
escuadran la Logia y se dirigen al SV.·. saludando al
Venerable al pasar, con el signo penal del Aprendiz. Ahora
la procesión se encamina al SO donde los Diáconos se
detienen, varas cruzadas, al pie del Pavimento, en el lugar
llamado "entre Columnas". Por detrás de ellos van
desfilando uno a uno los Aprendices, que saludan el ara y
se retiran de espaldas a la puerta, que a ese efecto abrió
el GTI.·. O sea: salen siempre cara a la Luz. La puerta se
cierra y el Experto (o el GTI.·.) hace el anuncio:
- Los Aprendices han cubierto el Templo.
El VM.·. da ahora un ! y manda sentar.
Aquí, y desde que la Logia sigue "abierta en Primer
Grado" (los trabajos no han sido declarados suspendidos
en ningún momento, aunque se expresó la intención de
hacerlo) es pertinente que proceda sentada.
Pasa ahora el libretista a desarrollar el preliminar
relativo al "estar a cubierto" que fuera omitido por su
fuente. Lamentablemente se copia a sí mismo y vuelve a

164
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

caer en el error en que cayera al elaborar la apertura en


el Grado Primero. No pregunta "cuál es el primer cuidado
de todo Compañero (como lo hace el libreto inglés) sino
"cuál es el primer deber de un Vigilante en Cámara de
Compañeros" (pág.776), limitando así lo que debe ser
tenido como el constante cuidado de todos.
Pero lo menos feliz no es eso, sino el párrafo que
sigue. El Venerable manda al Primer Vigilante que se
asegure de la cobertura exterior y el libreto dice:
"Después de hacer lo necesario para cumplir lo ordenado
por el Muy Venerable Maestro, el Primer Vigilante dice:
"El Templo está a cubierto interior y exteriormente"."
Y bien: ¿qué es "lo necesario" que hace el PV.·. para
cumplir lo mandado? ¿Trasladar la orden al SV.·. para que
se sirva ordenar al encargado de la Puerta que haga las
debidas comprobaciones? ¿Mandar al Segundo Diácono a
que en compañía del Guardatemplo recorra el vestíbulo
como indica el ritual de Cassard? ¿Ordenar él mismo al
Guardatemplo interno que se cerciore si estamos a
cubierto como disponen otros?
Por supuesto que lo que corresponde en todos los
casos no es improvisar o inventar una solución, sino
seguir la pauta mejor recibida que es la de trasladar el
pedido al Segundo Vigilante que tanto jerárquica como
simbólicamente es el jefe inmediato de los encargados de
la Puerta.
165
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Oscuridades como las que estamos señalando son


sin duda una de las causas directas de las improvisaciones
que malean las costumbres.
Como al dar cuenta el Vigilante dice: "El Templo está
a cubierto", cabe insistir en una observación ya hecha: lo
que se ha de cubrir no es "el templo" sino "la Logia": la
LOCUCIÓN. Los textos ingleses jamás dicen "the temple",
sino siempre "the Lodge".
Cuando se comprenda bien este punto ya no iremos
a la "explicación" que se da respecto a la inexistencia del
Cubridor: "Ya no es necesario. Eso era en tiempos de
persecución, cuando se ponía un guarda amado a "la
puerta con la consigna de dar la alarma".
Y no valdrá porque el cubrir nuestro pensamiento
palabra, (la Logia) es una necesidad que no pierde
vigencia jamás, que siempre hemos de estar alerta,
siempre hemos de "destacar un Guardián a la puerta de
nuestra boca y mente". Y, cuando cumpliendo lo que
establece el ritual ponemos un Cubridor a la puerta de la
Logia, no lo hacemos para que avise si viene alguien, que
no vendrá, sino como símbolo representativo del que
mantenemos interiormente.
¿De qué será emblemático, nos preguntamos, el no
ponerlo?

166
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

El libretista español se esfuerza por elaborar lo que


su modelo francés mal indica; pero no acierta con la
mecánica y sigue confundiendo y mezclando el "cuidado
siguiente" (el de los Vigilantes de "ver si los Hermanos
aparecen al orden como masones", que se prueba por el
signo gutural) con el de "ver si los presentes tienen el
toque y palabra de paso que del primero lleva al segundo
Grado" (que el ritual inglés omite) y el de "probar por
signos si los Hermanos son Compañeros".
De los tres, se hace aquí una unidad no del todo
unitaria. El Venerable manda ponerse al orden como
Compañeros y en seguida dispone que los Vigilantes
procedan a recorrer las Columnas "pidiendo en voz baja a
cada Hermano la palabra de paso del Grado Segundo".
Con los debidos respetos, no le vemos mucho
sentido a eso de pedir palabra de acceso a quien YA está
al orden del Grado. Es que el Venerable no debió todavía
mandar ponerse al orden de Compañero sino al de
Aprendiz, como lo hace la fórmula inglesa. Entonces si, los
Vigilantes podrán recorrer las Columnas (de Occidente a
Oriente) saludando a cada Hermano con el signo penal de
Aprendiz y recabar de ellos (mediante el toque de paso)
la palabra de paso (que se da al oído derecho del
vigilante).
Para completar la escena, llegados al NE y SE
respectivamente, los Primero y Segundo

167
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Vigilantes podrían enfrentarse a sus Columnas y ponerse,


con todos, al orden como Compañeros, para enseguida
volver a sus sitios y hacer las declaraciones indicadas en el
libreto, podría entonces el VM.·. ponerse él también al
orden como Compañero al unísono con los Hermanos del
estrado y al tiempo de decir: "También lo son los de
Oriente".
El ritual español sigue el guión francés en lo relativo
a las "cinco preguntas", que reduce a cuatro (no inquiere
por la Edad); pero, como es lo correcto, pregunta por la
hora al Segundo Vigilante.
También recupera este ritual la fórmula de Apertura
que su modelo omitiera, y con ella la Dedicación que hace
"a la Gloria del Gran Arquitecto del Universo". Ya dijimos
que es pena no lo hiciera a la del Geómetra, como el
inglés, que sin duda es más apropiado para presidir un
Grado que esté relacionado con el puro intelecto.
Para terminar, no consigna este libreto la pauta para
el aumento de luces, arreglo del símbolo y demás
detalles, lo que se traduce en las acostumbradas
omisiones e improvisaciones. Y desde que no nombra el
"Cuadro del Grado", la costumbre de exponerlo ha caído
en desuso en muchas partes.

168
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Ritual moderno tipo (pág. 79/80)

Como Cassard no consigna los detalles de la apertura


en el segundo grado sino que se limita a decir que "se
procede igual que para el primero, salvo que se modifica
el nombre, signo, edad, etc.", el libretista que había
seguido a este autor en el Primer Grado, se encuentra
perdido. La verdad es que resulta difícil imaginar para el
Segundo Grado una ceremonia "igual" a la del Primero
con catecismo, circulación de palabra y demás elementos
de la Apertura de Cassard, de manera que el o los
adaptadores optan por elaborar de memoria y oídas los
elementos procedentes del ritual francés.
Según este libreto los Trabajos se abren en Aprendiz;
pero el venerable anuncia enseguida que éstos se van a
suspender para pasar a los de Compañero, razón por la
que ordena a los Vigilantes que hagan cubrir el Templo a
los Aprendices.
Como el español, este texto "dice" que los Trabajos
van a ser suspendidos; pero NO hay ninguna declaración
al respecto, lo que si no fuera porque la mayoría de los
Venerables se sienten movidos a reparar la omisión,
obviaría en la práctica el error emblemático. (Los Trabajos
"sobre la Escuadra" son una extensión y exaltación de Tos
de Aprendiz).

169
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Preguntado respecto a cuál es su primer deber en


Logia de Compañeros, el Primer Vigilante contesta:
- Ver si los Hermanos son Compañeros.
Pero en la jerga tradicional, el "primer deber" es el
de "ver si estamos a cubierto", que este ritual omite
atender. Además, en el ritualismo tradicional los
Compañeros se prueban "por la Escuadra", NO por "el
Nivel" que es la herramienta más directamente asociada
al Occidente.
De cualquier manera y para que el Primer Vigilante
pueda cumplir el deber que dice tener, el Venerable da
un ! y manda:
- En pie y a La orden.
Por supuesto se trata de una errata, porque si bien
está muy bien que los Hermanos estén siempre a "la"
orden para lo que sea necesario, aquí no se trata de eso
sino de dar muestras de que se encuentran AL orden de
arquitectura que trabajamos.
Estando los Hermanos AL orden, dice el libreto que
"los Vigilantes piden a cada hermano "señales, toques y
palabras de paso". Es obvio que estos plurales son otras
tantas erratas (el texto francés que aparentemente fue
aquí consultado dice: palabraS, signO y tocamientoS),
porque ¿qué señales? La de Compañero no, puesto que
ya están al orden y no hay otra "señal de paso o saludo"
170
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

que la que los Hermanos YA están dando con el brazo


izquierdo en Escuadra. Sin entrar en prolijidades, cabe la
observación hecha al comentar el ritual español: no tiene
mucho sentido pedir toque y palabra de paso al que ya
está al orden como Compañero.
Siguen las "cinco preguntas" que aquí quedan
reducidas a tres: Edad, Hora de empezar, y Hora, esta
última dirigida al Primer Vigilante que contesta que "es
mediodía", ¿Es que también este libretista olvidó que el
segundo Vigilante se sitúa al Mediodía precisamente para
cumplir esa función?
De todas maneras, se ha establecido ya que ha
llegado el mediodía, de manera que el Venerable manda
anunciar que va a abrir la Logia en Tenida "del segundo
Grado del Rito Escocés Antiguo y Aceptado", De nuevo: ni
hay "ritos" en Francmasonería, ni: bajo los auspicios de
una Gran Logia se puede actuar en ningún Rito, los cuales
tienen sus propias autoridades independientes. El libreto
debió decir "en Tenida de Segundo Grado" y punto.
Podrían hacerse otros comentarios, pero no
queremos ser demasiado prolijos.

171
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

CONCLUSIONES

Hemos pasado rápida revista a los rituales que


fueron elegidos como material de trabajo. Corresponde
pues, extraer algunas conclusiones primarias respecto a
los elementos que ha de contener un ritual de Apertura al
Segundo Grado. Por supuesto que ha de contener algunos
equivalentes a la del Primero y cierta unidad estructural
con la misma; pero también aquello que la distingue. A
nuestro juicio, estos elementos son los siguientes:
a) Indicación de que la Logia ha de abrirse en Primer
Grado.
b) Escenificación (ritual es ACTO) de la salida de los
Aprendices.
c) Llamado a la Atención.
d) Preliminar relativo al "primer deber" (el de estar a
cubierto).
e) El "cuidado siguiente" ("ver si los Hermanos están
al orden como masones").
f) Constatación de que todos poseen "el toque y
palabra que del primero lleva al segundo Grado".
e) Catecismo relativo a los Misterios del Grado,
representativo de la "instrucción para el
mejoramiento de los Compañeros".
172
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

h) Prueba de que todos los presentes son


Compañeros.
i) Dedicación, Declaración de apertura y golpes del
Grado.
j) Despliegue de los símbolos (liberación de una de
las puntas del compás, Cuadro del Grado, etc.) y la
pauta para su debida iluminación.
k) Signo, batería y Exclamación.
En el "ritual restaurado" que al solo efecto del
estudio (y NO como modelo para que se practique)
publicamos en el volumen del Material, hemos
tratado de no olvidar estos varios puntos.

173
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

174
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

7- LA LOGIA COMO ASAMBLEA


APERTURA EN EL TERCER GRADO

El sentido general de una apertura es el de procurar


establecer un ambiente apropiado a los trabajos que van
a ser tomados para enseguida proceder a declarar la
Logia solemnemente abierta. Pero desde que nuestros
tres Grados proceden unos de otros, el simbolismo debe
poner de manifiesto ese hecho a la vez de señalar la
nueva dirección de la Labor.
En una palabra: que el ceremonial de Apertura en
Tercer Grado ha de destacar que este procede como un
desarrollo del Segundo y este del Primero.
Pero hay algo muy especial en el Tercer Grado que lo
liga, o mejor, que lo une, al Segundo; y es que en
realidad la de Maestros no es sino una logia de
Compañeros Fieles que busca al Maestro
misteriosamente desaparecido; o que ha encontrado su
cadáver y hace esfuerzos, a menudo infructuosos para
volverlo a la vida, cosa que solamente alguno "más hábil y
experto" logra a veces con mucha ayuda.

175
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Entonces, la apertura en este Grado debe destacar


este hecho. Por eso nunca como en él resulta desviatorio
"cerrar" los del Grado Segundo para tomar los del
Tercero.
No faltará quien diga que repetimos
machaconamente los mismos argumentos, y tentados
estamos de darle razón. Pero también los errores y
corruptelas que señalamos se repiten una y otra vez. Si el
simbolismo es una lengua y su uso es arte de la expresión,
¿Que se le puede oponer al barbarismo insistente sino la
insistente rectificación?
Personalmente, no creemos que los símbolos
masónicos tengan significado en sí mismos; más bien
creemos que tienen "aplicaciones significativas". Es decir:
que a nuestro ver son como una fórmula algebraica, un
a+ b = c que tanto sirve para decir que tres y dos son
cinco, como para que dos y dos son cuatro.
Al efecto recordamos la visita que hicimos cierta vez
a una Logia donde un Hermano nuevecito, médico
especializado en psiquiatría, nos dio una ciertamente
ilustrativa conferencia respecto al paralelo que veía entre
los detalles del ceremonial de admisión y el
comportamiento de la mente. Al salir, un Hermano
comentó:

176
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

- Si en lugar de psiquiatra el conferencista hubiera


sido rematador, hubiese descubierto analogías entre el
simbolismo masónico y el arte de la subasta.
Tenía razón.
Porque nuestras "interpretaciones" no son tales,
sino "aplicaciones"; y el simbolismo masónico no es una
alegoría solar como creyó Ragon, ni una representación
teológica, política, o moral, como creen muchos; ni
tampoco un figurativismo psicológico como gusta
suponer el que esto escribe, Es simbolismo y punto.
Simbolismo y nada más. Uno que en su forma tradicional
quizá fue de aplicación universal, pero que ya no lo es del
todo porque sus usuarios lo fuimos "perfeccionando"
para adaptarlo mejor a nuestra "aplicación preferida".
Para congelarlo en ella.
Con esta salvedad, entonces (la de que también
pueden descubrirse en él las leyes de la subasta) es que
damos a nuestros símbolos significados morales,
intelectuales y místicos. Por eso decimos que el primer
Grado es especialmente moral y nos enseña cómo vivir;
que el segundo es particularmente intelectual y nos
inculca para qué hacerlo, y que el Tercero es
eminentemente místico y procura iniciarnos en el "arte
de saber morir".

177
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

No lo decimos nosotros solo; lo dice un ritual, el


inglés, qué es considerado como tradicionalista. En
efecto, en el acto previo a la Exaltación, el Venerable se
dirige al Candidato en estos términos:
"Después de haber prestado el solemne juramento
de un Maestro, tenéis el derecho de exigir de mi aquella
última gran prueba solo mediante la cual podréis
participar realmente en los misterios de la Maestría.”
¿Significa esto que para "conocer la Acacia" es
preciso antes pasar por el "valle de las sombras de la
muerte"? Y a su vez, ¿Cómo ha de interpretarse esta
exigencia? ¿Quiere esto decir que lo trascendente no se
nos revelará sino después de ésta, como quieren quienes
están imbuidos de las nociones populares respecto a la
inmortalidad del alma y la vida y conciencia post-mortem,
o significa la muerte mística a lo Eneas? ¿0 quizá nada eso
sino solamente una muerte moral, la del "hombre viejo"
para que nazca el "nuevo"? Dejemos que cada cual se
conteste; o mejor: que sea la misma Masonería la que lo
haga por intermedio de sus símbolos y rituales
especialmente los de los primeros tiempos y sigamos
escuchando al Venerable:
"Pero antes (de someteros a esa prueba) es mi deber
llamar vuestra atención haciendo un llamado
retrospectivo de los grados anteriores, Vuestra admisión
(el Primer Grado) en un estado de necesidad ("pobre y sin

178
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

dinero") en el que dependíais por completo de los demás


os habrá hecho pensar en la manera como vienen al
mundo todos los hombres, y os habrá inculcado la lección
de la igualdad natural de todos los seres, inclinando
vuestro corazón a obrar por el bienestar general de todos
vuestros conciudadanos.
"Más adelante, siempre guiados vuestros pasos por
la verdad moral recogida en el primero, fuisteis llevado en
el segundo Grado a contemplar los misterios del
Geómetra. La Índole de nuestro arte quedó entonces
descubierta para vos y pudisteis cooperar más
efectivamente al progreso, cuya visión alcanzasteis”.
"Ahora se presenta ante vos una lección grande y
solemne. Habiéndonos enseñado hasta ahora cómo y
para qué vivir, se os instruye ahora, por la
contemplación, respecto a cómo debéis morir."
Si la Masonería moderna es, como quiere alguno, la
heredera de los Misterios paganos, entonces los de este
Grado han de guardar semejanza con el descenso de
Perséfona al Hades, su búsqueda por Ceres y su final
recuperación al mundo de la Luz; o con la muerte de
Osiris, dispersión de sus miembros y con la búsqueda y
recomposición de su cuerpo; o con los de la muerte de
Attis (Adonis) y el dolor de su madre y esposa Cibeles
(Astarté); o con los de Mithra, el héroe solar que muere y
resucita.

179
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Los que así piensan no están solos. Los acompaña


nada menos que Anderson que, en 1731 comenta La
leyenda de Hiram en estos términos ("Defense of
Masonry").
“El accidente por el que se descubre el cuerpo del
Maestro Hiram parece aludir por momentos a un pasaje
del VI libro de Virgilio. Anquises había muerto, y Eneas su
hijo, sentía tal afecto y deber hacia su padre, que
consultó a la sibila de Cumas para saber si podría
descender a las sombras a hablar con él, La profetisa lo
estimuló a ir, advirtiéndole que no podría regresar a
menos de dirigirse antes a un cierto lugar para coger una
rama de oro que debería llevar en la mano.”
"Anquises no hubiera podido ser hallado sin la ayuda
de esa rama que fue arrancada con extraña facilidad de
un árbol, ni el Gran Maestro de la Masonería Hiram
hubiera sido descubierto si no fuera por una rama que
(debido a que no tenía raíces) salió fácilmente de la tierra
donde estaba plantada.”
"La principal razón por la que Eneas descendió a
las sombras fue la de pedir a su padre el secreto de los
hechos que deberían cumplirse. La de la búsqueda del
Maestro por los Hermanos fue, parece, la de recibir de él
la palabra secreta de la Masonería, que debería ser
transmitida como prueba a la fraternidad de la edad
futura.”

180
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

"Hay un notable verso (que pronuncia la sibila al


ser consultada) 'Praeterea jacet exanimum tibi corpus
amici, Heu nescis!' (el cuerpo del amigo yace junto a ti,
ay, no sabes cuánto!). Este amigo era Miseno, que fue
asesinado y sepultado 'monte subacreo” sobre una alta
colina, como lo fue el Maestro Hiram.”
"Hay todavía otra historia en Virgilio que se
encuentra en una más estrecha relación con el caso de
Hiram y con el casual accidente por el que se dice fue
descubierto, y es el siguiente: Príamo, rey de Troya, al
principio de la guerra troyana confió su hijo Polidoro al
cuidado de Polymnestor, rey de Tracia, y envió con él una
fuerte suma de dinero; pero luego de la caída de Troya,
el tracio (por el dinero) asesinó al joven príncipe y lo
sepultó en sitio secreto. Eneas, en viaje por aquellas
tierras, se prendió accidentalmente de un arbusto que
estaba cerca, a un lado de la colina, y descubrió el
cadáver de Polidoro."
Si estos paralelos los establece quién si no fue el
autor estuvo en la cocina de este Grado, poco queda que
discutir respecto a la índole de los Misterios de la
Maestría, y es a ellos que debe servir de preludio el
respectivo ritual de Apertura.
Y no entra cualquiera, sino un Eneas que a su
condición de "piadoso" como lo apellida Virgilio, reúne la
de héroe y la posesión de la Áurea rama. Tampoco en

181
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Masonería accede quien no sea un masón de perfecta


integridad moral (Primer Grado) poseedor del arte (Grado
Segundo) y que además posea la palabra de Paso que lo
habilita para ir y volver. De todo esto (y del objetivo del
descenso) ha de dar cuenta la Introducción esto es: la
Apertura.
Lamentablemente, también en esté Grado el
material de que se dispone es confuso y a veces
contradictorio, Tendremos que estudiarlo todo
separadamente, comenzando por el texto inglés.

Ritual inglés (Emulación).


(pág. 90 y siguientes del Material)

Este libreto ajusta su estructura a la que adoptó para


los grados anteriores, a saber:
a) Golpe de atención y pedido de ayuda.
b) Primer cuidado, ver si se está a cubierto.
c) Segundo cuidado, ver si los presentes están al
orden inmediato anterior al de los trabajos que se van a
abrir.
d) Prueba de que los presentes poseen el Grado en
el que va a ser puesta la Logia.

182
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

e) Catecismo relativo a los Misterios del Maestro


Masón.
f) Invocación, Dedicación, y solemnidades de la
Apertura propiamente dicha.
g) Despliegue e iluminación de los símbolos
particulares del Grado.
En general, el libretista tiene los mismos aciertos y
comete los mismos errores y omisiones. Por ejemplo, el !
de Atención lo da el Venerable y repiten los Vigilantes
solamente, y por lógica debió llegar hasta la Puerta.
Omite asimismo decir que no se puede abrir
directamente en Tercer Grado sino que es preciso hacerlo
en el Primero, pasar al Segundo y recién estando la Logia
en este Grado corresponde continuar. Es cierto que dice
que el VM.·. da el ! "luego de haber solicitado a los
hermanos de rango inferior al de Maestro que se sirvan
retirarse", pero da por sabido lo que (como a todos nos
Consta) no lo está. El ritual español es, entre los que
fueron elegidos como base para este estudio, el que
mejor destaca el punto.
Punto que es fundamental, porque si el incursionar
en el terreno del Genio sin el previo pasaje por el proceso
de rectificación moral y la plena vigencia de lo allí
conquistado es algo que contradice una sabia ley de los
iniciados, pretender forzar la entrada al recinto donde

183
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

moran "las sombras de los muertos", esto es: el de las


esperanzas fallidas y cuanto le fuera arrebatado a la
humanidad por los asesinos de todos los tiempos, sin una
base moral es abrir las puertas a lo instintivo; y hacerlo
sin estar en posesión de la debida técnica de realización
es como pretender cumplir el "sueño de volar"
arrojándose desde la azotea con un paraguas.
De manera que: nivel moral, sin suspensiones antes
del técnico; y ambos, también en total vigencia, antes de
pretender salir a rescatar esperanzas y sueños para la
humanidad. Que las cosas están como están por haber
olvidado estos preceptos, o por haberlos adormecido.
Esto es: por haberlos "suspendido a golpe de
mallete" antes de cada salto.
Atiende el libreto inglés los dos primeros deberes en
la forma acostumbrada: el Segundo Vigilante manda al
Guardatemplo Interno que haga la primer constatación,
cosa que éste cumple por los golpes del Segundo Grado
(que es aquel en que de momento está abierta la Logia) y
el VM.·. manda ponerse al orden como Compañeros. No
comete, pues, el libretista inglés el hoy acostumbrado
error de golpear en Maestro o mandar ponerse al orden
del Grado Tercero en una Cámara que todavía es de
Segundo, o peor: una cuyos trabajos de Segundo han sido
formalmente suspendidos, esto es: cerrados, ¿No es una
ley natural de la estética del ánimo que cuando se

184
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

suspende una actividad todo vuelve a su punto inmediato


anterior?
Asegurados ambos puntos (ya estamos a cubierto y
todos los presentes son Compañeros) correspondería que
fueran tejados por toque y palabra de paso (como lo
hace, según veremos, el libreto de Ragon). Este ritual
omite hacerlo y pasa, previo interrogatorio, a la prueba
de que "todos los presentes son Maestros Masones".
El interrogatorio, aunque brevísimo, destaca el
hecho de que la Maestría comienza con la perfecta
posesión de la herramienta del Grado Segundo.
Recordemos que según el ritual inglés el Compañero se
prueba "por la Escuadra", que se define como "cuarta
parte de un círculo"; la Maestría se prueba "por la
Escuadra y el Compás, aunque éste no ya referido al
círculo, sino al Centro.
Que el acceso al Grado Tercero deriva de la posesión
plena del Segundo, surge asimismo del método por el que
los presentes "demuestran por signos ser Maestros". En
efecto, el Signo de Horror (primero de los de la Maestría)
nace (en su forma inglesa) del de orden del Grado
Segundo. (La mano que estaba sobre el corazón se lleva a
cubrir el rostro al tiempo que se baja la mano izquierda).
Pero no se trata de un pasaje dentro del mismo
plano. La Maestría no es una expansión de la Escuadra,

185
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

sino un salto desde ésta al punto que se encuentra "entre


la Escuadra y el Compás".
La serie completa de los signos que se dan en esta
ocasión son:
a) El de Horror, recién indicado, recordatorio del
ademán que alguno de los que descubrieron el cadáver
del Maestro, hicieron cuando "el horror se apoderó de
ellos" ante la terrible comprobación.

186
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

b) El de Simpatía: un golpe en la frente con la palma


de la mano derecha, que alude a otro de los ademanes
que hicieron los descubridores "al tener la visión de las
huellas del brutal golpe en la frente" que presentaba el
cuerpo.

187
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

c) El Penal (precedido por el gesto de Poder) que


alude "a la pena impuesta por los antiguos hermanos
operativos a la violación del Juramento", consistente en
"que le fueran arrancadas las entrañas al traidor y
quemadas, y las cenizas esparcidas al viento a fin de que
no quede ni trazas de tan vil individuo entre los
hombres."
Estos signos (y las palabras que usamos en el Grado)
no son los genuinos sino sus sustitutivos "hasta que el
tiempo y las circunstancias nos devuelvan los
verdaderos". Pero eso no ha de interpretarse como que
les falte valor iniciático ya que se trata de gestos
naturales, y éstos son un lenguaje que nos pone en
contacto directo con los estados ancestrales (instintivos)
del ser.
Habiéndose originado como se indica, los dos
primeros se llaman "casuales". Hay otros signos en la
Maestría (también casuales o no) a saber:
d) El de Angustia, que se da pasándose los dorsos de
las manos por la frente como para enjugar el sudor. La
leyenda dice que este gesto recuerda el momento en que
el Maestro ya herido buscaba salir por Oriente. "Gruesas
gotas de sudor bañaban su frente, por lo que hizo ese
gesto para enjugarlas".

188
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

e) El de Socorro, que en la costumbre inglesa se da


dando un paso atrás con el pie derecho y alzando los
brazos al cielo, dedos abiertos, al tiempo que se exclama:
"¡A mí los Hijos de la Viuda!”. Se dice que con él se
recuerda el momento en que lo dio el Rey Salomón

189
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

cuando le fue comunicada la infausta nueva. En esa


ocasión el Rey gritó "i¡Hosché!" (que traducido significa
"¡Auxilio! “) palabra que quedó como Exclamación del
Grado.

f) Los Cinco Puntos de la Fraternidad usados para


"levantar a Hiram de una muerte aparente a una nueva
reunión con sus antiguos compañeros de labor", y es la
190
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

posición única en la cual puede pronunciarse la Palabra


sagrada del Grado.
g) El Signo Real o de Gloria, llamado también Gran
Signo, cuyo significado y leyenda daremos más adelante.
Volviendo al texto que estamos estudiando,
estábamos en la página 93, cuando los Hermanos
prueban por signos ser Maestros. La Logia se encuentra
ahora al orden del Grado Tercero. Sigue ahora un
catecismo relativo al sentido de los Misterios del Grado
(pag.94/97).
Los Secretos de la Maestría se perdieron en ocasión
del vil asesinato, y deben ser buscados. Mas ¿cómo?
Los Vigilantes manifiestan que a ese efecto han
abandonado el Oriente y se dirigen hacia Occidente (el
lugar de las sombras y la muerte) donde esperan
encontrarlos "con el Centro". Centro que definen como
"un punto dentro del círculo del cual equidistan todas las
partes de la circunferencia".
Así esperan lograrlo por ser ese un "punto en torno
al que ningún Maestro Masón puede errar.”
En el simbolismo universal, el "punto dentro del
círculo " es signo del Sol (¿No era que "los antiguos" no
conocían la verdadera estructura del sistema solar? ¿Por
qué la habrán representado entonces mediante un punto
alrededor del que gira un círculo?); pero también es
191
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

emblemático del origen y fin de todo: el Germen de


donde procede el círculo de todas las cosas y el
repositorio en el que éstas se resuelven al cabo de sus
días. Dice el autor del cuarto Evangelio que "en el
Principio" (esto es: en el punto germinal de todo) está la
Palabra que es Dios, y cuyo desarrollo viene a ser "todo
esto".
También Eneas bajó al Hades en procura de "la
Palabra" que se iba a convertir en la Historia del Imperio
Romano, y esta Palabra no era sino los derrotados manes
de los héroes y guerreros troyanos, traicionados,
destrozados y muertos por la perfidia y la astucia de sus
vencedores. Manes que esperaban su momento. Es de
esas entrañas que brota la Palabra en cada aurora, y allí
en ese Centro, es donde pueden recogerla los Caballeros
del Alba.
Pero no es remontando la corriente; no es "hacia
Oriente", a contrapelo del camino del Sol, como se
proponen buscar "aquello que se perdió por obra de los
asesinos", sino siguiendo el camino de todo lo viviente,
hacia Occidente y más allá. Y hacen bien, porque "la
Palabra" que va implícita en "todo esto" no solamente se
encuentra en el origen, sino en aquello a lo que todo
apunta.
En otras palabras: que para el Maestro Masón que
busca el planco para su flecha, el punto geométrico del

192
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

que procede el círculo de lo anecdótico se llama Futuro y


Progreso, y no Pasado y Origen. Y aunque sabe que no
son dos sino una y la misma cosa, que el punto alpha es el
mismo punto omega, prefiere "buscar lo que se perdió"
en el camino aún no recorrido, en una Patria Nueva a lo
Eneas, si bien rindiendo culto al Pasado en la memoria de
Anquises, y recogiendo de este los indicios ciertos del
Porvenir.
La declaración de que nuestros secretos no son los
genuinos sino sus sustitutivos y que los primeros
necesitan ser rescatados del fondo del Olvido donde
habitan las sombras de lo que fue, no aparece en la
mayoría de los libretos modernos, cosa que constituye
una lamentable pérdida. Pero no sería justo culpar a los
reformadores por haberla arrancado de los rituales; que
ya lo habían hecho en espíritu quienes explicaban "lo que
se perdió" como "la pérdida de la gracia divina a
consecuencia de la Caída" (Ward) y los que en toda
ocasión oportuna buscaron asimilar el Centro con la idea
profana de Dios. Quien esto escribe prefiere interpretar
como lo ha hecho, la índole del "punto de orientación
cierta" que es el Centro en el que el Venerable abre los
Trabajos de este Grado, y en el que a no dudarlo
encontraremos la Palabra Muerta de todos los Maestros
asesinados. Porque la Palabra - ESA Palabra - no muere;
simplemente espera un Eneas que la rescate para el
Triunfo.
193
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

194
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

En nuestra tradición hemos escrito el nombre del


Maestro como Hiram Abí. Por supuesto el texto inglés
sólo registra las iniciales: H. A.
Algunos leen la H como muda, y dicen Iram; pero es
JIram; y no con una simple H aspirada, sino con J gutural
fuerte.
En hebreo, JI significa "viviente" y RAM se traduce
como "elevado". En cuanto a ABI, es el posesivo en
primera persona singular de "padre", o sea: "mi padre". El
nombre completo puede interpretarse entonces como
"Mi padre viviente y elevado".
Hay quien escribe Hiram ABIFF. Esto último carece
de sentido; pero podría ser una corrupción de ABIV, que
significa "el joven".
En ese caso, Hiram Abiv sería "el joven viviente y
elevado", el "hijo" de la terminología cristiana, o el Horus
del panteón isiaco.
Este trabajo (que quiere ser de estudio de las
formas) no es el lugar apropiado para tratar los Misterios
del Grado; pero alcanza con lo dicho, y especialmente con
las citas de Virgilio y su referencia a la visita al Hades por
Eneas que hace el propio Anderson, para dar testimonio
de que en los rituales clásicos no falta "esoterismo" y que
en consecuencia no necesitaron inventarlo ni injertarlo
como hicieron algunos libretistas posteriores, que

195
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

habiendo tenido la intuición de un tal "misterio" no


tuvieron los ojos para verlo y procedieron sin más a
arrancar lo genuino para sustituirlo por sus propias, a
menudo mal hilvanadas, elucubraciones y su propia visión
profana de lo Iniciático.
Volviendo al libreto inglés, oídas las contestaciones y
planes de los Vigilantes, el Venerable se suma a la
empresa y exclama:
"¡Quiera el cielo ayudarnos en nuestro unido
esfuerzo!", que si bien se interpreta como una jaculatoria
cristianizante puede entenderse a la manera pagana.
O iniciática, que es lo mismo.
La asamblea (porque a pesar de lo que dice el texto
que tenemos a la vista, la costumbre es que lo haga la
asamblea) exclama entonces: ¡Que así sea!, y lo
acompaña con la señal de Poder.
El venerable procede de inmediato a declarar la
Logia debidamente "abierta en el Centro" "en nombre del
Muy Alto". Por supuesto que esto de actuar "en nombre
de" una entelequia es típico del sacerdocio, y los masones
(gracias a Dios) no militamos en tales filas, Preferimos
obrar "a la Gloria"; y no de entelequias, sino de Principios.
Pero detalles aparte, lo importante en este pasaje es
el título de "Most High" que, con el Arquitecto y el
Geómetra completa la trilogía del Gremio.
196
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Una vez que la Logia ha sido declarada abierta, se


descubren los símbolos, que en el caso son la posición del
Compás con sus dos puntas sobre la Escuadra, y el Cuadro
del Grado. En ese momento, todos dan el Signo Real o de
Gloria, ya explicado, pero cuyo comentario hablamos
dejado para esta oportunidad.
Dice la leyenda que, estando el Templo por
terminarse, el Rey Salomón lo visitó; y viendo su
magnificencia alzó los brazos y uniendo pulgares e Índices
para formar un triángulo y manteniendo los otros dedos
separados como formando una Gloria, dijo: "¡Oh masones
admirables!", a lo que todo el Gremio contestó haciendo
el mismo gesto pero exclamando: "¡Toda Gloria sea
siempre dada al Altísimo! ". El signo se llama Real por
haberlo dado Salomón; o de Gloria, en memoria de la
exclamación del Gremio, y porque toda obra testifica la
de su Arquitecto.”

Ritual "continental" (Ragon).


(Pág. 100 a 105 del "Material").

Omite este libreto, quizá por darlo por sabido, decir


que antes de abrir la Logia en Tercer Grado procede
abrirla en Primero y Segundo; y comienza por el ! del
"Tres Respectable" que "repite el Occidente". Ya tuvimos
197
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

ocasión de aclarar que esto significa que lo hacen los dos


Vigilantes que, en la Logia "continental" se sitúan a uno y
otro lado de la Puerta Occidental.
Es de señalar: que mientras en la costumbre inglesa
todo se llama siempre de la misma manera, a los latinos
les complace modificar. Aquí el Venerable Maestro se
llama "Respetabilísimo", los Vigilantes son
"Venerabilísimos" y los Hermanos, "Venerables
Maestros", ¿Para qué?
Continúa el libretista "continental" cometiendo su
acostumbrado error: el "primer deber" que es de todos,
viene a ser el "de un Primer Vigilante en Logia de
Maestros"; y lo que ha de ser cubierto es "el templo" y no
"la Logia" como es lo clásico, necesario y lógico.
Manda el Venerable asegurarse de ello, y la pauta
escrita informa que "habiéndose ejecutado la orden" el
Venerable pregunta por el cuidado siguiente.
¿"Habiéndose ejecutado la orden"? ¿Cómo? La
contestación parece simple: "de la manera
acostumbrada"; pero la cosa no ha de ser tan sencilla ni lo
acostumbrado tan obvio cuando vemos cómo elaboran la
escena los libretistas posteriores, cada uno siguiendo el
propio y divergente criterio. Hay quien envía al Segundo
Diácono a efectuar la compro-

198
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Diácono; y hay quienes mandan a los "Venerabilísimos


Hermanos Primero y Segundo Vigilantes" a recorrer el
vestíbulo. Entonces, hubiera sido preferible registrar
minuciosamente las pautas y las rúbricas por simples y
cotidianas que sean o parezcan.
Por supuesto que la forma correcta en la que sólo
aciertan parcialmente algunos libretos es que el Primer
Vigilante traslade la orden al Segundo, y este mande al
Guardatemplo (o al Experto en su carácter de jefe de la
Guardia) y que éste proceda a la constatación, cosa que,
según lo mejor recibido debe hacerse:
a) Visualmente o mediante UN golpe en el Primer
Grado (hay tratadistas que sostienen que nunca se debe
abrir la puerta a ese efecto).
b) Por los !!! del Primer Grado en el preliminar del
Segundo, y…
c) Por los golpes del Segundo en el del Tercero.

En relación al "cuidado siguiente" se produce una


oscuridad equivalente. Preguntado respecto a cual es
éste, contesta el PV.·. que "asegurarse si todos los
Hermanos presentes Maestros". El Venerable manda a los
Vigilantes que se aseguren, a cuyo efecto estos recorren
sus columnas y hacen los anuncios correspondientes:

199
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

- Los Hermanos de ambas columnas son Maestros.


De nuevo: ¿Cómo se hizo la comprobación?
¿"Como es costumbre"?
Dado que el Venerable no ha mandado ponerse al
orden, se nos ocurre que el libretista continental da por
sobreentendido que los Vigilantes han de tejar a los
presentes por el toque y la palabra de paso. Pero con ser
lo lógico la cosa no debe ser tan obvia desde que los
libretistas posteriores buscaron solucionar lo que les
pareció omisión de letra injertando un bocadillo por el
que el Venerable manda ponerse al orden como Maestros
lo que por lo menos resulta prematuro. Pero la omisión
no era de letra, sino de pauta.
Realizadas las constataciones (estamos a cubierto y
todos los presentes poseen el toque y palabra de paso
que del Segundo lleva al Tercer Grado), nuestro libreto
entra al Interrogatorio.
- ¿Sois Maestro?
- Conozco la Acacia.
- ¿Qué edad tenéis?
- Siete años y más.
- ¿A qué hora empiezan sus trabajos los Maestros?
- A mediodía.

200
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

- ¿Qué hora es?


- Mediodía en punto.
Sí; los "trabajos" del Maestro, su drama comienza al
mediodía. Y en esto va implícita la diferencia entre este
"mediodía" y el de los Compañeros. Porque mientras
éstos comienzan sus tareas de estudio y aplicación de
ciencias y artes, aquel comienza a preparar su "muerte".
Y ya que hemos comenzado a tejer explicaciones,
digamos, como simple plausibilidad, que él "siete años y
más" que contesta el Primer Vigilante puede originarse en
la antigua disposición de los operativos según la que el
Aprendizaje dura siete años.
Entonces, tener "mis de siete años" significa que se
ha cumplido el período de aprendizaje y se revista entre
aquellos a los que le son confiados los trabajos. En cuanto
al "conocer la Acacia, sea que se la interprete como
Inocencia (en el crimen) o como "el árbol que habla y
descubre el crimen que estuvo oculto" como ocurre en la
fábula relatada por Virgilio y en tantas de que es rica la
narrativa popular, o como emblema de conocer el oficio,
es jerga significativa si no de haber encontrado la Palabra
del Maestro, sí de encontrarse entre los que hallaron su
cuerpo muerto y compartieron los esfuerzos por
levantarlo.

201
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Con este interrogatorio el libretista francés da por


terminados los preliminares y pasa a las solemnidades de
la Apertura. De la escena que recuerda la pérdida de los
secretos del Maestro, de la necesidad de buscarlos y de
cómo esperamos encontrarlos... nada.
El Venerable procede sin más a anunciar que va a
abrir la Logia en Cámara de Maestros y pide la ayuda de
los Hermanos, a los que manda ponerse al orden como
Maestros, y éstos lo hacen por un solo signo: el penal.
Contrasta la locuacidad verbal latina con la
parquedad que se demuestra en el uso del lenguaje
simbólico de los gestos.
Esta vez sí, el libreto incluye una fórmula de apertura
y la respectiva Dedicación, la cual es subrayada por signo
(penal) Baterías (3x9) y Aclamación (Vivant! Vivant!
Semper Vivant!). Sin embargo, olvida el libreto los "golpes
misteriosos".

Ritual español, (pág.: 106 y siguientes del "Material").

Este ritual, que evidentemente se inspira en el que


acabamos de revistar, trata de suplir las omisiones de su
fuente.

202
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Establece que la Logia ha de comenzar abriéndose


en Aprendiz, cámara en la que se despachan los asuntos
importantes e inaplazables. Entre éstos (ya que es de
rigor que sea presentado en todas las Tenidas) está la
circulación del Tronco de Proposiciones. No recordamos
si lo hemos dicho ya, pero aún a riesgo de repetirnos
diremos aquí que este bolso, por su índole (pertenece a
TODOS sin excepción) ha de ser siempre corrido en
Primer Grado y después que entraron los Hermanos
Visitadores. Allí se echan TODAS las proposiciones, aún
las que corresponden al Grado Segundo o Tercero; que ya
el Venerable Se encargará de dejarlas "bajo mallete" para
tratarlas en su oportunidad. De ahí que diga:
- Anunciad que el Tronco de Proposiciones ha
arrojado N planchas que serán leídas o quedarán bajo
mallete según corresponda.
De paso, diremos que "la oportunidad" debe ser
inmediata, porque es de orden que todas las PProp.·.
sean leídas la misma noche de su presentación. Pero
independientemente de eso, respecto a lo que cabe
cierta flexibilidad, lo importante es subrayar que el
Tronco de Proposiciones (lo mismo que el de la Viuda)
pertenece a TODOS y debe ser circulado siempre en
Cámara de Aprendiz.
Dice el ritual español que "acto seguido" (al
despacho de lo más urgente) se suspenden “los trabajos

203
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

en este Grado, se hace cubrir el Templo a los Aprendices y


se abre en Grado de Compañero en la forma expuesta en
el ritual respectivo". Y si recordamos bien, en aquella
ocasión el Venerable anuncia que es su intención
suspender los trabajos, pero NO lo hace. Este libreto, en
cambio, consuma la corruptela; y aún la perfecciona, ya
que dice a texto expreso que en Cámara de Compañero
"como en la de Aprendiz, se lee el acta, se despachan los
asuntos urgentes, y por Último SE SUSPENDEN LOS
TRABAJOS A GOLPE DE MALLETE". Pero cuando se sube o
exalta una Logia, los Trabajos lejos de "perder fuerza y
vigor" lo cobran nuevo.
Salen los Compañeros del Templo y "se procede a la
apertura de la Cámara del Medio".
Aunque hoy día por "Cámara del Medio" se entiende
la de Maestros, el término se aplicó originalmente a la de
Compañeros. En efecto la denominación aparece en
Prichard ("Masonry Dissected" - 1730) referido a aquella
que quedaba a medio camino en la escalera espiral
formada por 3, 5 y 7 escalones, y desde la que se veía la
Estrella. No sabemos por qué (quizá por la interpretación
de una abreviatura de Master o de Maître: M.), el hecho
es que desde muy temprano la Francmasonería
continental dio esa denominación a la Logia de Maestros.
Es que mientras los significados decaen con facilidad, el
camino de la recuperación es siempre arduo.

204
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Y no se diga que este "del Medio" vino a suplir la


idea de "Centro" que está asociada al Grado de Maestro,
porque mientras la primera era aquella donde "iban los
Compañeros a cobrar su salario", el Centro es el punto
donde los Maestros esperan encontrar la Palabra Perdida,
y son dos cosas diferentes, ¿verdad? Venerable da el ! de
atención y comienza, aunque no por el principio, ya que
antes de las preguntas de orden relativas a los "dos
cuidados", el libretista hace una que pertenece a la
escena de la "prueba".
- ¿Sois masón?
- La acacia me es conocida.
Como ya se hizo costumbre, el "primer deber de
todo Maestro Masón" ha venido a ser el de "un Primer
Vigilante en Logia"; pero la respuesta que figura en el
libreto es, realmente novedosa. Ya no es, este deber, el
de "asegurarse si estamos a cubierto", sino el
INVESTIGARLO (¿?).
Prolijidades aparte, esta vez el libretista acierta con
la mecánica perfecta: el Primer Vigilante transmite al
Segundo la orden del Venerable, y éste al Guardatemplo.
Lamentablemente, el libreto dice que este último cumple
su deber "entreabriendo la puerta y consultando al
Cubridor". ¿Consultando qué? Ya hemos visto que lo
mejor recibido manda no abrir la puerta y constatar por
golpes si el Cubridor está en funciones, en este caso, por
los de Compañero, que es la Cámara en que está (o
debería estar, porque se cometió el error de "suspender"
los Trabajos) abitera la Logia.

205
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Constatada la cobertura exterior (el libreto dice


"interior y exterior" pero hasta ahora es solamente
aquella), el ritual español pasa al "segundo deber”, que
siguiendo lo ya innovado por el libreto continental no es
más el "ver si los Hermanos están al orden (como
Compañeros)" sino "ver si todos los Hermanos son
Maestros Masones", y a fin de que los Vigilantes puedan
constatarlo, el Venerable manda que se pongan al Orden.
Pero no al de Compañero, como es lo clásico y sería lo
adecuado para el tejamiento por toque y palabra de paso,
sino al de Maestro.
Omite pues el libreto el tejamiento preliminar y los
Vigilantes proceden a recorrer sus respectivas Columnas
"retejando uno a uno a todos los Hermanos que se
encuentran en ellas por el toque y la Palabra Sagrada del
Grado de Maestro, al mismo tiempo que los Hermanos
que se hallan en el Oriente se acercan uno por uno al
Muy Respetable Maestro el que los retejará en la misma
forma”.
Por el toque (la "garra") es posible; pero por la
Palabra Sagrada (si va a ser hecho "en debida forma") ya
es más difícil, especialmente en el Oriente, porque es de
orden que dicha Palabra sólo pueda pronunciarse "sobre
los Cinco Puntos de la Fraternidad".
Por supuesto, lo que en la práctica se hace es darla al
oído, lo que implica una mella en la costumbre y una
pérdida del símbolo. Sea como sea, comprobada la
cobertura exterior y que todos los presentes son
Maestros, nuestro libreto pasa al interrogatorio relativo a
la Edad y Hora. Es aquí y no al principio donde
206
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

correspondía (estando todos al orden como Compañeros


y tejados por el toque y palabra de paso) el "¿Sois
Maestro?"; y es una vez que todo esto ha sido cumplido
que correspondería que el Venerable mandase estar al
orden del Grado.
Como el francés, tampoco este ritual dice nada
respecto a la pérdida de la Palabra y su búsqueda, que es
el objetivo del trabajo de los Maestros.
Llegados así al momento de la solemnidad
propiamente dicha, ésta se cumple como es de buena
práctica: previa dedicación y mediante Declaración, y por
Signo, Batería y Aclamación, salvo que ésta no es ni el
clásico Hosché! (¡Auxilio!) ni el triple Vivant del ritual
francés primitivo. Aquí se adopta la fórmula de la
Revolución: ¡Libertad, Igualdad, Fraternidad!

Ritual de Cassard (pág. 111 y siguientes del "Material”").

Omite este autor decir que la apertura en el Tercer


Grado exige la previa apertura en el Primero y Segundo, y
comienza por inquirir respecto al "primer cuidado" que
dice es el de "aseguramos si estamos a cubierto de las
asechanzas de los Compañeros". Y como habrá leído (es
una simple suposición) en algún ritual que el Venerable
contesta al Primer Vigilante: "Aseguraos de ello en
compañía del Hermano Segundo Vigilante", no se le
ocurre nada mejor que mandar a ambos a "recorrer el
vestíbulo y asegurar las puertas" (¡!)... pero lo que el
ritual que trae aquella contestación quiso decir es que el
207
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Segundo Vigilante mande al GTI.·. que asegure la


cobertura exterior mientras en compañía del Primero
recorren sus respectivas Columnas para asegurar la
interior...
No es ésta la única confusión de Cassard, que
también ritualizó la costumbre de usar sombrero a partir
de una mala interpretación del "covered" (ir recubiertos
de mandil e insignias masónicas).
Vueltos de la expedición e informado el Venerable,
Cassard entra en el interrogatorio, que reduce a
solamente dos preguntas: hora y edad. Curiosamente, él,
que en el Primer Grado innovó en materia de "tiempo de
los trabajos" introduciendo lo de "desde mediodía hasta
medianoche", no inquiere por ello; y aquí sí
correspondería ya que el drama del Maestro culmina
cuando el Sol está en el Nadir.
Al interrogatorio sigue una escena "misteriosa"
(pág., 112).
A un ! del Venerable (que acaba de mandar ponerse
al orden) todos cambian de posición: los del Norte cruzan
al Sur, los del sur al Norte y los de Oriente bajan a las
Columnas.
- ¿Qué objeto nos reúne en esta Cámara? pregunta
el Venerable; y se le contesta:
- Buscar la Palabra de Maestro que se ha perdido.
Esto es lo clásico; lo que no lo es, es la fórmula para
encontrarla, porque dice el Venerable:

208
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

- Dirigíos al Norte y al Sur y reconoced a todos los


Maestros que encontréis; sin duda hallaréis la Palabra
que vendréis a darme después.
El modelo decía otra cosa; y no invitaba a ir por ahí
preguntando, que eso sólo conduce a Roma. Ni tampoco
a ir hacia el Norte o el Sur, sino a seguir el camino del Sol,
el de la vida, en dirección a Occidente y la Muerte en
procura del místico Centro. Cassard propone otro
procedimiento, que en el símbolo es el siguiente (los
paréntesis son nuestros):
"Los Vigilantes se dirigirán cada uno por su Columna
y recibirán la Palabra Sagrada y el tocamiento según lo
exige el orden (y como sabemos, éste manda hacerlo
sobre los cinco puntos de la Fraternidad), y llegados al
Respetable Maestro se la darán con las mismas
formalidades volviendo luego a sus puestos,,, Cada
Hermano volverá a tomar su primera posición y los de
Oriente volverán a sus puestos. "
- Encontrada la Palabra, ¿Qué nos resta hacer?
pregunta el Venerable; y el Primer Vigilante responde:
- Trazar los planos que deben servir de modelo a los
Compañeros.
¡Trazar planos! ¡Y planos que deben servir de
modelo!
No sabemos por qué (o sí, lo sabemos) el pasaje nos
trae a la mente un trozo del ritual del Grado:
"La mentira... le pegó un golpe que es símbolo de un
espeso velo que le cubrió la cabeza y lo hizo

209
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

desconocido... entonces la Ignorancia, incapaz de


comprender, derribó los materiales, rompió las
herramientas, las reglas, los compases; y los obreros,
cuando volvieron al trabajo se hallaron confusos...”
"Unidos los tres asesinos después de haber cometido
el crimen, se preguntaron recíprocamente la palabra de
Maestro; más viendo que no habían podido obtenerla...
se ocuparon de hacer desaparecer las señales que
pudieran descubrirlos,.. (y) se atrevieron a presentarse
para consolar y dirigir a los mismos a quienes habían
sumido en llanto. Y para mejor esconder su delito hasta
quisieron glorificar al Maestro levantándole altares..."
Pero prosigamos.
Luego de haber adaptado al "Tercer Grado masónico
la leyenda de la "long lost but now found" que pertenece
a los sistemas de "altos Grados", nuestro libretista cree
llegado el momento de proceder a la Apertura, que hace
"En nombre de Dios Todopoderoso y de San Juan de
Jerusalén" y por signo y batería. No hay Exclamación.
Pensamos: si todo es símbolo, ¿de qué lo serán los
"rituales" de esta laya? ¿De qué, el que muchos hayan
preferido estas y otras mal hilvanadas estructuras a las
clásicas y bien construidas? con lo que no han venido sino
a dar toda la razón a los detractores del simbolismo.
Nos parece que el ejercicio de la Arquitectura
demanda otra cosa de quienes se presentan a sí mismos
no ya como maestros del Arte, sino como sus creadores.

210
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Ritual moderno tipo. (pág. 115/117 del "Material").

Este ritual manda que los trabajos se abran en


Aprendiz para en seguida suspenderlos y pasar a los de
Compañero, los cuales a su vez se CIERRAN para pasar a
los de Maestro. Es el primero que habla de "cerrar"; todo
lo más, se decía "suspender". Pero no nos extenderemos
en comentarios sobre este punto que ya fue tratado
repetidamente.
Nuestro ritual entra en materia con las preguntas de
rigor y los errores acostumbrados, Aquí es el Primer
Vigilante quien manda directamente, y al Segundo
Diácono (?), a constatar la cobertura exterior. ¿Es que no
hay Guardatemplo ni Experto? ¿Es que tampoco hay
Segundo Vigilante?
Pero lo que en este libreto constituye una novedad
no es esto, que aunque equivocado desde el punto de
vista de la técnica simbólica tradicional, es usual y ha sido
comentado. Lo que es nuevo es el procedimiento por el
que se atiende el "cuidado siguiente", que dice ser el de
"ver si todos los presentes son Maestros".
- Aseguraos, - manda el Venerable; y el Primer
Vigilante contesta:
- Todos los presentes son Maestros.
- También lo son los de Oriente, declara el
Venerable.
Y todo sin ningún signo, ningún tocamiento. O sea,
sin ningún símbolo.
211
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Por supuesto, lo que ocurre es que "se da por


hecho". Pero la índole de lo simbólico es el acto
representativo; y entonces, como decimos a menudo, no
hay aquí simbolismo sino "fictismo".
Asegurados ambos puntos el libreto que estudiamos
pasa al interrogatorio. Se pregunta por la hora y la edad, y
esta vez es el Segundo Vigilante quien dice que es
"mediodía".
El Venerable pide la ayuda de los Hermanos, da tres
golpes que repiten los Vigilantes, manda ponerse "en pie
y a LA orden" (nuevamente el lapsus) y procede a
declarar la Logia abierta "en nombre del G.·.A.·.D.·.U.·. y
de San Juan de Escocia”.
La inspiración de Cassard en este ritual, es evidente.

CONCLUSIONES.

Hemos pasado rápida revista a un puñado de rituales


más o menos representativos, y la conclusión es que los
más antiguos son más ricos en todo sentido que los
"modernos".
Más ricos en símbolos, ideas filosóficas y contenido
iniciático. Y mejor elaborados en letra, pauta y rúbrica.
Y si pudiéramos recoger todo lo bueno de cada uno
de una manera parecida a como los libretistas
acumularon cuanto de malo contienen, diríamos que una
ceremonia de Apertura en el Grado 3 debe contener:

212
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

a) Indicación de que se ha de comenzar en Cámara


de Aprendiz y de que se ha de circular el Tronco de
Proposiciones entre todos los presentes antes de
proceder a solicitar a los Aprendices que se sirvan cubrir
el Templo.
b) Indicación de que se ha de continuar en el Grado
Segundo y mecánica del abandono del Templo por los
Compañeros.
c) Golpe de atención que llegue hasta la Puerta y
pedido de ayuda.
d) Primer cuidado ( ver si se está a cubierto) con su
mecánica correcta.
e) Cuidado siguiente (ver si los presentes están al
orden como Compañeros) y su mecánica.
f) Tejamiento de los presentes por toque y palabra
de paso que del Segundo lleva al Tercer Grado.
g) Catecismo relativo a la “prueba” de ser “Maestro”,
y Prueba de que todos los presentes son Maestros (recién
aquí la Logia ha de estar en pie y al orden de Grado
Tercero).
h) Catecismo relativo a los Misterios del Grado. La
pérdida de los Secretos, la necesidad de dirección para su
búsqueda y forma como esperamos recobrarlos.
i) Tiempos de los trabajos.
j) Invocación y/o Dedicación que incorpore la
denominación de Altísimo, que junto con Arquitecto y
Geómetra completa la trilogía masónica, elemento

213
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

tradicional este que pone en evidencia que esta ni es la


trinidad cristiana como quieren unos, ni la Trimurti
brahmánica o védica como querrían otros, sino
entelequias puras; principios absolutamente
impersonales y superiores factores del verdadero
progreso de las luces y la Luz.
k) Declaración de Apertura "en el Centro" subrayada
por signo, batería y Exclamación.
l) Despliegue e iluminación de los símbolos
particulares del Grado SOBRE (y no con retiro de) los de
los anteriores.
Como hemos venido haciendo, en el volumen
dedicado al Material y al solo efecto del estudio y NO
para que se lo practique, publicamos una “restauración”
del ritual de apertura del Grado Tercero (pág. 118 y
siguientes del referido todo) en la que hemos procurado
no olvidarlos requisitos arriba enumerados.

214
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

8- CLAUSURA DELA LOGIA


TERCER GRADO

Si la Apertura atiende al despliegue de los


respectivos símbolos y busca, por sucesivas
concentraciones y nuevas direcciones, colocamos en las
labores particulares de cada Grado, el Cierre ha de ser
todo lo contrario. Ha de buscar un repliegue, una
oscuración de los símbolos que se han trabajado; y,
previo balance de la labor cumplida, un retorno a la
norma anterior.
En el Primer Grado nos situamos en el plano de la
verdad moral; en el Segundo, nos introducimos en el de la
racional y estética por la transformación de los
parámetros de Bien y Mal en los de Cierto y Falso, y en los
de Armonía, equilibrio y balance; y en el Tercero
contemplamos la espiritual esencia que llamamos "el
Maestro" y que en los grados anteriores conocimos en
sus manifestaciones morales, estéticas y científicas. En
consecuencia, la Apertura a estos Grados ha de procurar
la respectiva sucesión de exaltaciones del entendimiento;
y el Cierre ha de buscar el efecto inverso: volvernos de la
exaltada experiencia de la esencia a la de su aplicación
racional y de ésta a su expresión moral. Dicho en jerga: el

215
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Cierre ha de traernos del plano del Altísimo al del


Geómetra y de éste al del Arquitecto y la Obra.
En la Apertura, vamos "de la labor a la recreación"; y
en el Cierre, "de la recreación nuevamente a la labor" ,
cierto que fortalecidos por la colación espiritual,
intelectual y moral.
Entonces, y a esto es a lo que queríamos llegar,
desde el punto de vista práctico y si nuestro sistema vale
algo como factor de inspiración, el cierre es más
importante que la apertura, porque sirve para situarnos
en el plano de la aplicación.
La Apertura y el Cierre se asemejan a los "viajes"
iniciáticos, en que éstos parten de Occidente, la esfera de
lo material y concreto y suben por la oscuridad del Norte
hacia el Este para volver, mejor iluminados, por la
claridad del Mediodía, al plano de lo concreto. Es que los
masones no trabajamos por ningún celeste cielo sino por
el progreso de las luces EN la Tierra. Y si "vamos" no es
por el gusto de gozar las filosóficas mieles del mítico
Jardín de las Delicias, sino para volver. y sobre todo para
TRAERLAS a lo Prometeo.
Esto vale para decir que no se puede "cerrar" una
Logia directamente en el Tercer Grado, sino solamente
"bajarla" al Segundo, y de éste al Primero, que es el único
en el que puede serlo.

216
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Por supuesto que, desde que todo lo hacemos por


símbolos, todo cuanto acabamos de decir ha de reflejarse
en la respectiva liturgia, que no puede quedar en mera
ceremoniosidad o pompa extrema. En una palabra: que
cuanto hacemos debe ser SIMBÓLICO (simbólico de
ALGO) y que de lo contrario, no es NADA.
Además, la buena práctica del Simbolismo exige que
todo significado se exprese mediante un ACTO
SIGNIFICATIVO. No es suficiente con un parlamento o una
declaración, que llega a la mente pero de ésta no pasa. Se
necesita un gesto, un movimiento, un elemento plástico y
SENSORIAL. Y esto es así porque Simbolismo es Arte; y no
hay arte que pueda practicarse aparte de la base
sensorial que le sirve de materia. Sin ese elemento no hay
Arte; o sea: no hay Símbolo.
Simbolismo sin acto simbólico es como música sin
sonido: un absurdo en el más literal de los sentidos (cosa
de sordos), y que solamente "entenderán" los que
carecen de la respectiva función.
El ceremonial del Cierre, entonces, ha de
estructurarse con elementos (actos) simbólicos de:
1) La aprobación de los Trabajos por la Asamblea.

De nuevo: esto ha de hacerse por medio de un


símbolo. En el caso por la señal de asentimiento. No es
217
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

suficiente con una declaración del Orador de que los


Trabajos "se cumplieron dentro de la Ley" ni con la
afirmación de los Vigilantes de que "los obreros están
contentos y satisfechos".
Pocos rituales (si alguno) atienden debidamente este
punto.
2) Llamado de atención y pedido de ayuda por el
Venerable.
La Masonería nos enseña a cada paso que la cabeza
nada puede sin un cuerpo que le responda y la nutra. El
orden masónico es jerárquico y piramidal, sin duda; pero
eso implica la necesidad del cimiento y la
imprescindibilidad de la infraestructura. De ahí que el
Venerable Maestro haya de pedir la ayuda de los
Hermanos tanto para abrir como para cerrar los Trabajos.
Hay rituales que inician el acto de Apertura o Cierre
con este pedido; hay otros que lo sitúan al cabo de los
preliminares y como acto previo a la respectiva
Declaración; hay otros que no lo registran. ¿Es que según
estas fórmulas tal ayuda no es necesaria?
De ninguna manera; y desde que sería imposible
abrir o cerrar una asamblea sin la colaboración de los
asistentes, la ayuda existe.
Lo que ocurre es que los libretos que omiten el
pedido "lo dan por hecho". Pero como decíamos recién,
218
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

en el arte del Simbolismo esto no cabe: o hay símbolo o


no hay nada.
En cuanto a solicitar la ayuda de los Hermanos recién
en el momento previo inmediato a la Declaración, no es,
a nuestro juicio, y desde que los preliminares se cumplen
con la ayuda de todos, lo más apropiado, Entonces, el
momento justo es al principio, como por otra parte lo
reconoce la costumbre más antigua.
El ACTO ritual que acompaña este pedido es el ! del
Venerable; el bocadillo ("Hermanos, ayudadme a...") es
puramente explicativo.
2) La comprobación (también por ACTO simbólico)
de que las precauciones prescritas como
solemnidades validantes, han sido estrictamente
observadas.
El ritual manda que nuestras Asambleas se abran
únicamente previa constatación de que "estamos a
cubierto" y de que todos los presentes pertenecen al
círculo y de que "están al orden como masones". Sin ello,
la tenida carece de validez formal. En consecuencia, sería
hasta ridículo clausurar un acto inexistente, Io lógico y lo
recibido es que para proceder al cierre sea preciso
confirmar que se ha estado todo el tiempo a cubierto de
indiscreciones.

219
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

El único libreto que atiende este punto es el de la


liturgia inglesa.
4) La atestación de que los Hermanos, que al
empezar demostraron encontrarse "al orden como
masones" dan muestras de estar conformados al espíritu
y maneras del Grado. Si no lo estuvieran,... si por
cualquier circunstancia se hubieran perdido las formas, es
evidente que la tenida estaría viciada, quizá de nulidad.
También este punto debe representarse por medio
de un acto ritual en el que los Hermanos han de dar los
signos de "estar al orden". Este es un punto que de una u
otra manera cumplen en todos los rituales.
5) Una declaración (hecha en términos
emblemáticos) de los resultados de la labor.
6) Una "acción de gracias".
No se nos oculta que muchísimos rituales, por
prejuicios que en último análisis son dogmáticos, son
renuentes a incorporar este elemento. Pero a menos que
alguien sea tan ilógico como para suponerse "creador" de
su propio espíritu-pensamiento, de su verbo-inspiración
(o como quiera llamarse al Maestro, Geómetra o
Arquitecto), ... A menos de que alguien sea tan
monstruosamente ególatra (y si lo es, ya está aceptando
un "ente" al que llama "sí mismo", dele gracias a él, si

220
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

quiere), el Arquitecto está presente en toda obra de


arquitectura.
Por lo demás, los masones tenemos total libertad
para interpretar este Arquitecto. Para lo que NO la
tenemos es para negarlo que eso equivaldría a negar la
Arquitectura, o sea: la Masonería.
Entonces, y desde que hemos traído su presencia
mediante sus símbolos (Símbolo es Presencia de una
esencia), ¿Por qué no agradecerla antes de proceder a
replegarla?
Cualquier teólogo más o menos instruido clasificaría
como "ateo" al que esto escribe ya que como filósofo
niega la posibilidad misma de una "persona", un "Dios
creador/legislador" a la manera del vulgo. Pero eso no le
impide admitir un PRINCIPIO de conciencia cuya es el
habla y cuánto ésta representa, y que se expresa en todas
las manifestaciones del ENTENDIMIENTO y la SABIDURÍA
como Conocimiento, LEY, JUSTICIA y BELLEZA.
Principio que es lo que da la VICTORIA a todas las
empresas humanas, la GLORIA a sus elegidos y que es el
cimiento o FUNDAMENTO de un REINO del que el
Hombre es Rey, y El la Corona. En este párrafo se han
nombrado los diez Sephiroth descriptivos de las Virtudes
o Cualidades del Espíritu.

221
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

No dejamos de ser filósofos, entonces, cuando


expresamos nuestro agradecimiento a ESO que nos
permite ejercer el magisterio humano.
7) Una declaración de cierre con su correspondiente
pauta y rúbrica simbólica.
En las asambleas profanas que no están sujetas a un
esquema emblemático, lo usual es que las cierre al mismo
que las abrió presidente o moderador, Pero los actos
masónicos exigen que los procedimientos se ajusten a la
emblemática general, uno de cuyos "significados”"
(aplicaciones) es el "solar".
En consecuencia, mientras el encargado de abrir las
jornadas es el Venerable, representante del "sol
naciente", quien debe cerrarlas es el Dignatario do
Occidente. Así lo reconoce y aplica la práctica tradicional
primera.
Por supuesto que el Primer Vigilante no procede sino
"por mandato del Venerable”, porque el sol del ocaso es
el mismo que nació y culminó; y si se hunde en el
horizonte es por mandato del "nuevo sol" que inaugurará
la jornada venidera; y en definitiva es Osiris redivivo el
que manda todo el esquema. Pero el acto formal
pertenece al Atardecer.
8) El retiro (repliegue) de los símbolos y la
correspondiente simultánea extinción de las luces

222
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

pertenecientes a la Cámara cuyas labores cesan; y la


reaparición de los signos y símbolos de aquella en la que y
para beneficio de la que, lo hace.
9) Una sentencia de despedida, Un "ite", cuya misma
índole indica no puede pronunciarse sino al cierre
definitivo, o sea: al cerrar el Primer Grado.
Veamos ahora cómo cumplen todos estos requisitos
las fórmulas litúrgicas que nos sirven de material.

a, b) Rituales de Inglaterra y Escocia.


(Pág. 129/139 y 140/149)

Ninguno de estos libretos registra la escena por la


que el Orador (y en seguida la Asamblea) aprueban lo
actuado. Este punto no aparece en los textos
continentales tardíos. La liturgia de la isla arranca del ! de
atención del Venerable (que como es usual en la rituálica
inglesa no llega hasta la Puerta) y su pedido de ayuda:
- Hermanos, ayudadme a cerrar la Logia en el Tercer
Grado.
No dice "ayudadme a cerrar la Logia" porque
solamente lo hará parcialmente: esto es en el Tercer
Grado.

223
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Acto seguido ambos rituales (con leves variantes de


letra) atienden a constatar si se ha estado todo el tiempo
bien a cubierto.
La mecánica es la correcta y habitual. La orden parte
del Venerable, y el Segundo Vigilante encomienda su
ejecución al Guardetemplo Interno, quien comprueba
(por los golpes del Grado) si el Cubrir está en funciones.
La rúbrica impresa no lo indica; pero cuando el SV.·.
se dirige a él, el GTI.·. ha de ponerse al orden por paso y
signo. Esta es una regla general: toda vez que un superior
jerárquico interroga o llama a uno de sus subordinados,
éste ha de ponerse al orden.
También son unánimes nuestros libretos en cuanto a
la atestación por signo (el VM.·. manda ponerse al orden)
de que los Hermanos lo están en el Grado en que se
trabaja.
Cumplidos los preliminares, el Venerable pasa a
pedir cuenta de la labor cumplida. Se había partido en
busca de la palabra del Maestro. ¿Fue hallada?
Los Vigilantes contestan que no; pero manifiestan
traer consigo ciertos signos y secretos sustitutivos. El
Venerable los recibe y acepta, declarando "que ellos os
distinguirán a vosotros y a todos los Maestros Masones
del mundo hasta que el tiempo o las circunstancias nos
devuelvan los verdaderos."

224
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Estos "signos y secretos sustitutivos" (ya los vimos)


proceden de la leyenda del Grado.
Cuenta esta que cuando una de las partidas enviadas
por Salomón descubrió el cadáver, algunos de los
Compañeros hicieron el signo de Horror y otro el de
Simpatía.
Cubrieron nuevamente el cuerpo y corrieron donde
el Rey a comunicarle la infausta nueva, y este fue el
momento en que Salomón hizo la señal de Socorro y
gritó: "¡Hosché!".
Vueltos a la tumba, uno quiso levantar el cuerpo con
la garra de Aprendiz, pero al notar que estaba podrido
exclamó "Iclingue!, este toque falla." Entonces otro quiso
levantar al Maestro por el apretón de compañero, pero
tampoco lo logró, exclamando: "Moabón! este toque
también falla." Entonces, uno más hábil y experto
descendió a la tumba, y con ayuda de otros dos pudo
levantar el cuerpo sobre los cinco puntos de fraternidad,
al tiempo que exclamaba: "Mac Benac!"
Estas tres palabras: Iclingue, Moabón o Mahabone, y
Macbenah o Macbenac, se constituyeron en sustitutivas
de la del Maestro. De las tres, la costumbre inglesa sólo
retuvo la última.
ICLINGUE es una palabra cuyo sonido, según se tome
en hebreo o latín tiene dos significados. En hebreo, "bolsa

225
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

de pus" (HIQ-LiNeGo); y en latín, "He aquí la Lengua" (Hic


Lingua). Habíamos salido a buscar la Palabra y hemos
encontrado la lengua; pero ésta es una bolsa de pus, un
saco de inmundicia.

MOABON o Mahabone se interpreta como "la came se


desprende de los huesos", y MACBENAC como "Mataron
al hijo de la Viuda", que es uno de los epítetos del
Maestro.
La pauta y rúbrica por la que se comunican los signos
y secretos sustitutivos, está mejor descrita en el libro
escocés que en el inglés; pero tampoco está completa. Y
en la práctica de las Logias que conservan el altar central,
la mecánica completa es la que describimos en el ritual de
estudio (pág. 159 y siguientes del "Material)".
Los Hermanos que discuten si se ha de circular en
Logia con el signo cargado o sin él, tienen en esta escena
y a texto expreso un ejemplo de lo primero: todos los
desplazamientos se hacen manteniendo el signo de
Orden.
Tan pronto como el VM.·. ha aceptado los signos que
le han sido comunicados como distintivo de todos los
Maestros Masones del mundo ("del Universo", dice el
texto inglés, lo que es excesivo) "hasta que el tiempo y las
circunstancias nos devuelvan los verdaderos", lo que

226
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

correspondería sería que la Logia hiciera la señal de poder


y exclamase:” "¡Que así sea!" (So mote it be.) Así lo
hemos visto hacer en alguna Logia. Los rituales oficiales
que tenemos a la vista mandan que aquí se dé el Signo
Real o de Gloria. El libreto inglés lo precede con un
agradecimiento a la persona del Venerable que éste
rechaza y dice que "Sean las Gracias dadas al Altísimo".
Todo esto huele poderosamente a intercalados religiosos.
El Venerable, dando los golpes del Grado con la
mano izquierda (tiene la derecha ocupada con el Signo),
encomienda al Primer Vigilante, como corresponde, el
cierre de la Logia, cosa que éste hace por los golpes del
Grado, golpes que repite el Segundo Vigilante y los
Guardatemplo.
Dar los golpes de un Grado después de haberlo
declarado cerrado, está en contradicción con lo mejor
recibido, y el autor de "A Drill Book of Craft Masonry"
señala que la Logia de Maestro ha quedado CERRADA
desde el instante en que el Primer Vigilante lo ha
declarado, y por eso todos deshacen el signo en ese
momento; y por eso el Primer Vigilante debería dar los
golpes de Compañero, y son éstos y no los del Tercer
Grado los que deben repetir el Segundo Vigilante y los
Cubridores.
Igualmente sostiene el comentarista recién citado
que el Segundo Vigilante no debe agregar nada; porque

227
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

simplemente no hay nada que agregar al cierre decretado


por el Primer Vigilante.
Ni el texto inglés ni el escocés elaboran la escena del
reingreso de los Compañeros, que deben ser recibidos
por los Diáconos y llevadas al lugar llamado "entre
columnas" desde el que han de saludar la Luz como
Aprendices y en seguida como Compañeros, luego de lo
que son conducidos a sus lugares en la Columna J.·..
A pesar de sus pequeños defectos e imperfecciones,
estos rituales constituyen verdaderos modelos por la
solvencia con que en ellos se manejan los elementos
simbólicos. Por tal razón su estructura puede servir de
pauta en un eventual trabajo de recuperación.

c) Ritual "continental" (Ragon)


(pág. 151/52 del "Material”).

Por su pobreza, este libreto contrasta


desfavorablemente con los recién comentados,
habiéndose descartado en él todos los elementos del
ritual primitivo, e innovado de una manera total.
No registra ni el balance de lo actuado ni su
aprobación por el Orador y la Asamblea. Tampoco
228
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

constata la cobertura, ni si los Hermanos están al orden


como Maestros. En cambio, comienza con una pregunta
("Que edad tenéis?") que pertenece a la serie del "ver si
los presentes son Maestros", y este es un elemento de la
Apertura, NO del cierre.
De inmediato el Venerable pregunta por "la hora de
cerrar", y averiguada esta dice:
- Puesto que es medianoche... Hermanos Primero y
Segundo Vigilantes anunciad... y etc., como es de uso.
Y en esto "comme d'usage" queda oculto el grueso
del ritual. El libreto español, que deriva de este, nos
permite suponer que los Vigilantes hacen el anuncio, el
Venerable manda ponerse al orden, hace la declaración
de cierre y la confirma por signo, batería y exclamación.
Quizá todos hacen también la promesa de silencio.
Podemos suponer asimismo que el signo es el penal, la
Batería es 3 X 3 y la Exclamación, el triple Vivant.
Termina el ritual continental con una frase de
despedida ("Sortons en paix") que es particularmente
infeliz porque abre las puertas a la corruptela de retirarse
sin cerrar en los grados Segundo y Primero (lo que sería)
eso sí, de uso tradicional.
Un tal "ite", no puede expresarse sino al cierre
definitivo: el del Primer Grado.

229
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

En una palabra, que como modelo litúrgico este


libreto no pasa el examen.

d) Ritual Español (Pág. 152 y siguientes del "Material”)

Quiere este libreto elaborar el oscuro "comme


d'usage" de su modelo y comete, entre muchos aciertos,
algunos errores.
Comienza por decir que "se circulará el Tronco de
Beneficencia y se cerrarán los trabajos en la forma que
sigue."
No corresponde. El Tronco de la Viuda (que así
debería llamarse siempre) lo mismo que el de
Proposiciones, ha de ser pasado en Cámara de Aprendiz.
Y no solamente porque "pertenece a todos", sino porque
integra el contenido del Primer Grado (Caridad) y no los
del Tercero (Esperanza: Muerte, Duelo, Búsqueda).
Quiere el libretista registrar la aprobación de lo
actuado por Orador y Asamblea, pero lo hace de una
manera que a nuestro juicio no se ajusta a la índole del
Grado. El Venerable pregunta y los Vigilantes contestan:
- Hermano Primer Vigilante, ¿en qué estado de
ánimo se encuentran los Hermanos que decoran vuestra
columna?

230
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

- Están contentos y satisfechos.


- ¿Y los de la vuestra, Venerable Hermano Segundo
Vigilante?
- También se hallan contentos y satisfechos.
Estas contestaciones son chocantes.
Se supone que los Maestros hemos tomado con
ciencia de que el Genio y Guía de la humanidad, el
hombre interno, su conciencia, ha sido asesinado y está
en pleno Moabon. No cabe pues, sentirse contentos y
satisfechos.
Al contrario, los Maestros Masones estamos de
duelo, la escena, sin embargo (no la letra) es pertinente.
La Asamblea debe dar su asentimiento a lo actuado
(mediante el respectivo gesto: tender la mano derecha
palma abajo hacia el ara y dejarla caer golpeando
ruidosamente el mandil) y el Orador ha de dar sus
conclusiones. Curiosamente, en las Logias que hemos
visitado y usan este ritual, los Vigilantes hacen la
declaración de "estar contentos" SIN que los Hermanos
de sus columnas hagan NINGÚN gesto. Y ex es "fictismo"
no "simbolismo". Falta el ACTO SIGNIFICATIVO
Seguidamente, el Venerable pregunta por la hora y
el Segundo Vigilante dice que es medianoche; se hacen
las invitaciones usuales del ritualismo continental, y el
VM.·. manda ponerse en pie y al orden.
231
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

En los rituales ingleses y en el francés primitivo, toda


la escena del cierre transcurre estando los Hermanos en
pie; es el ritual español el que inaugura la costumbre de
proceder sentado. Y bien: si en la apertura esto
constituye un error emblemático, no lo es tanto en el
cierre, ya que podría sostenerse que la Logia está en
funciones (is sitting) hasta el momento mismo del cierre.
En este ritual es el Venerable quien hace la
Declaración del Cierre y la confirma por signo, batería y
"aclamación", que, como en la Apertura, es la de la
Revolución: "¡Libertad, Igualdad y Fraternidad!"
El cierre por el Venerable, aunque técnicamente
correcto, no lo es desde el punto de vista emblemático. Si
tenemos un oficial "para marcar el sol poniente", es éste
quien ha de proceder al cierre, como por otra parte lo
reconoce y practica la mejor tradición.
Previa promesa de silencio sobre lo actuado, el
libreto registra la sentencia de despedida del ritual
francés:
- Retirémonos en paz,
Pero a renglón seguido la desdice para consignar que
de inmediato se haga entrar sucesivamente a
Compañeros y Aprendices "para cerrar los trabajos en el
Grado Segundo y después en el de Aprendiz según
prescribe la liturgia del Rito Escocés".
232
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

No es la de este "rito" sino la masónica la que lo


prescribe. ¿No lo hacen también los rituales de la Isla?
Como dijimos al empezar se advierte que el libretista
español quiso elaborar lo que su fuente dejaba oscuro;
pero no se limitó a ello sino que también se puso a
innovar (como cuando inquiere respecto al estado de
ánimo de los Maestros) y no siempre bien (como en el
señalado ejemplo).
Mantiene muchos de los errores y fallas de su
modelo y comete nuevos, como ser:
a) Manda correr el Tronco de la Viuda en este
grado.
b) Omite el llamado de atención por el Venerable.
c) No procede a constatar si se han cumplido los
extremos validantes (cobertura y ver si los Hermanos
están al orden).
d) No hace referencia ninguna al esoterismo
del Grado, Esto es: a la búsqueda infructuosa y al hallazgo
sustitutivo.
e) Calla la pauta y rúbrica relativa a la extinción
(disminución) de las luces y acomodo del Compás.
f) Mantiene el error de que sea el Venerable quien
cierra la Logia.

233
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

g) Al adoptar la divisa de la Revolución como


exclamación del Grado se aparta de su fuente ("iVivant,
vivant, semper vivant! U) que ya se había apartado de lo
tradicional ("¡Hosché! ".
h) Por último, retiene el inoportuno "Retirémonos en
paz" del libreto francés.
Como méritos, cabe reconocer a este ritual, los
siguientes:
a) Haber omitido la pregunta por la Edad, que hace
el ritual francés y, que no pertenece a los elementos del
cierre.
b) Haber consignado la escena de la aprobación de lo
actuado por Orador y Asamblea.
c) Haber esclarecido los detalles de la mecánica del
cierre "continental".
d) Haber introducido la promesa de Silencio.
e) Haber registrado que la liturgia tradicional exige
que el cierre en el Grado tercero ha de ser seguido por los
del Segundo y Primero.

e) Ritual de Cassard (pág. 155/156 del "Material").

234
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Omite este libreto todos los preliminares


tradicionales: el llamado de atención, por el Venerable y
las contestaciones de rigor.
Acabamos de ver que el ritual español corrigió el
error del francés de inquirir por la edad para el Cierre. Y
bien: Cassard lo reintroduce.
También pregunta por la hora, y hace marcar la
medianoche al Primer Vigilante cuando eso es función de
la Plomada y no del Nivel. Tanto en el ritual francés
primitivo como en el español, es el Segundo Vigilante y no
el Primero quien dice que "es medianoche". Eso es,
entonces, lo tradicional además de ser lo lógico desde el
punto de vista de la emblemática del Templo.
Averiguada hora y edad el Venerable manda
anunciar que va a cerrar los trabajos "del modo
acostumbrado". Pero en Cassard, "lo acostumbrado" es lo
inusual e inédito; y en el vuelo que cobra su imaginación
no se detiene en invertir costumbres y torcer símbolos.
Aquí no son los Vigilantes quienes traen el resultado
de su búsqueda para que el representante del rey sabio lo
sancione; es éste, el Venerable, quien "da" la Palabra para
que sea distribuida.
Por la sustitución de la emblemática hiramita por un
simbolismo cristianizante, viene Cassard a explicarnos lo
de "contentos y satisfechos". La Palabra fue hallada,

235
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

participamos de ella, estamos, pues, contentos y


satisfechos. Pero esta emblemática no pertenece al
sistema masónico, sino al de los Altos Grados que,
evidentemente, tienen deslumbrado a nuestro autor.
Cumplida la anterior ceremonia, el VM.·. da los golpes del
Grado, que repiten los Vigilantes. Se quita el sombrero
(todos lo imitan) y dice:
- En Nombre de Dios Todopoderoso y de San Juan de
Jerusalén (vuelve a cubrirse; todos lo imitan) y en virtud
de los poderes de que estoy revestido..... declaro
cerrados los trabajos de esta Respetable Logia en el
Tercer Grado Simbólico. A mí por el signo y la Batería.
¿Prometéis guardar silencio sobre lo tratado en Logia no
revelándolo a nadie?
Y todos contestan:
- ¡Prometemos!

Ya nos hemos ocupado de los detalles pintorescos de


este parlamento, o sea: del error (y su origen) de calar
sombrero, y las "dos firmas" en nombre de las que
procede Cassard.
Agreguemos ahora que aparentemente el
"¡Prometamos! " no va rubricado por ningún ACTO
significativo, en cuyo caso al bocadillo le faltaría el
elemento que lo convertiría en materia ritual.
236
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Tampoco este libreto pasa el examen,

f) Ritual moderno tipo (pág. 157/58).

De todos, éste - junto con el francés - es el más


breve.
Prescinde del golpe de atención del Venerable y de
las constataciones de rigor, y comienza por preguntar por
la hora de cerrar. Correctamente, es el Segundo Vigilante
quien contesta que es medianoche.
Hechos los anuncios, el Venerable manda ponerse a
"la" Orden y procede al cierre con una fórmula al estilo de
la de Cassard - con Sombrero y a dos firmas - sólo que en
lugar de actuarse en Nombre de Dios Todopoderoso y San
Juan de Jerusalén, se lo hace al del G.·. A.·. D.·. U.·. y de
San Juan de Escocia.
El que esto escribe confiesa que se ha visto en
apuros para contestar a quienes inquieren sobre estos
Juanes, especialmente el de Escocia; y todo cuanto al
respecto se dice suena a racionalización como los Juanes
a injerto.
El cierre (por el Venerable, según la costumbre
continental) es por signo y batería, no hay exclamación.
Cierra este ritual la escena con un "ite":
237
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

- Retirémonos en paz; silencio, silencio, Silencio.


Ya se comentó lo inoportuno de esta frase a esta
altura: inclina a violar la exigencia litúrgica según la cual el
cierre del Tercero debe ser seguido por el del Segundo y
Primer Grado.
Desde el punto de vista del arte emblemático y
representativo, no es este ritual lo que se dice rico.

CONCLUSIONES

En general, a partir del ritual "continental” se ha


introducido la costumbre de "cerrar como se abrió", lo
que en sí mismo es un contrasentido. Asimismo se
observa la tendencia a repetir y adaptar las frases
empleadas en otros grados y actos, y eso origina algunas
incongruencias.
Es asimismo muy dudosa la legitimidad de algunas
innovaciones, como la de que los Maestros trabajan
"desde mediodía hasta medianoche". Es verdad que el
drama de Hiram comienza a mediodía y que según la

238
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

leyenda, su tumba fue descubierta a medianoche; pero


los trabajos del Grado no finalizan con ese
descubrimiento; sino que fue precisamente en ese
momento cuando, al separar la hojarasca y ver el cuerpo
muerto del Maestro algunos acuñaron el signo de Horror
y el de Simpatía; y fue entre la medianoche y el alba que
se intentó levantarlo por el apretón de Aprendiz (que
falló porque Iclingue) y luego por el de Compañero (que
fracasó porque Moabón). Según la leyenda, el Maestro
fue levantado sobre los cinco puntos de la Fraternidad en
momentos en que se encendía la Estrella de la Mañana.
Entonces, si se nos preguntara por el tiempo de
nuestros trabajos, diríamos que desde el atardecer
(cuando se descubrió el crimen) pasando por la
medianoche (cuando se encontró el cadáver y se
acuñaron dos de nuestros signos distintivos) hasta el alba
(hora en que el Maestro fue levantado). Así por lo menos
surge de la leyenda. Y también de la práctica, porque los
masones trabajamos durante esta larga, larga noche en
que reinan los jubeles, y no dejaremos de obrar hasta que
apunte el lucero del nuevo día.
¿Por qué se dice, entonces, que trabajamos desde
mediodía hasta medianoche? No lo sabemos; pero no es
la tradición antigua que lo dice sino la innovación
continental hecha costumbre a fuerza de repetida.

239
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

En las página 159 y siguientes del Material damos


una versión "restaurada" del ritual de cierre. No
queremos comentarlo; solo diremos que sigue la pauta
inglesa porque en realidad no hay otra, desde que a partir
del "continental" todos los libretos se limitan a "cerrar
como se abrió". Hemos sí, completado las rúbricas
suplementando aquellas que los rituales ingleses dan por
sabidas.

240
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

9- CIERRE DEL SEGUNDO GRADO

Los requisitos del ceremonial de cierre en el Segundo


Grado caen dentro de los siguientes títulos.
a) ¿Están contentos los Obreros, y los trabajos se
han cumplido dentro de la Ley?
b) Pedido de ayuda.
c) Constatación de que se han cumplido los dos
cuidados primordiales: estar a cubierto y que los
Hermanos den signos de estar al orden.
d) Dar cuenta del resultado de la labor.
e) Declaración de cierre, rubricada por signo y
batería.
f) Oscuración de los símbolos del grado que se
clausura.
g) Declaración, también rubricada por acto
simbólico, de que la Cámara ha quedado abierta en el
grado inmediato inferior.

241
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

h) Reingreso de los Aprendices.


Veamos cómo elaboran estas escenas los libretos que
estamos estudiando.

a) Ritual inglés (Emulación)(Pág. 167/175 del "Material”)

Este texto es idéntico, con ligerísimas variantes, al de


la Gran Logia de Escocia.
Ambos siguen la estructura general a que se ajusta la
liturgia de la Isla, con los mismos aciertos, omisiones y
errores ya comentados.

Como en el cierre del grado Tercero, ni el inglés ni el


escocés registra la escena en que los Obreros dan su
aprobación y el Orador sus conclusiones. Esta es una
innovación del ritualismo español. El cierre del Segundo
Grado comienza aquí por el ! del VM.·. y su pedido de
ayuda, y de inmediato pasa a la constatación de los "dos
cuidados primordiales".
La cobertura exterior la prueba el GTI.·. por
mandato del Venerable y orden del Segundo Vigilante,
mediante los golpes del Grado que son contestados por el
Externo. El "ver si los Hermanos están al orden" se hace

242
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

por signos a cuyo efecto el Venerable manda ponerse al


orden del Grado.
Pasa el libreto a una serie de preguntas (y
respuestas) que aparentemente se relacionan con los
Misterios del Grado, cualquiera que sean.
- En esta posición (la de Orden) ¿qué habéis
descubierto?, pregunta el venerable; y se le informa que
una señal mística (no un "signo" como de ordinario se
traduce, sino una señal - "SIGNAL" - una indicación o
indicio que está situada en el centro del edificio y alude al
Gran Geómetra del Universo.

El Venerable, entonces, dice:


- Recordemos, pues, hermanos míos qué estemos
donde estemos y hagamos lo que hagamos; él está
siempre con nosotros y su omnividente ojo nos
contempla; y mientras continuemos obrando de acuerdo
con los principios de la Orden no descuidemos cumplir
todos nuestros deberes hacia él con todo celo y fervor.
Evidentemente, todo esto es: o críptico, o
interpolación del clero anglicano, o ambas cosas: algo
enigmático que el dogmatismo clerical ha tratado de
capitalizar a favor de su reducto. Véase que los textos no
preguntan "a QUE" alude la señal, sino "a QUIEN"...

243
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Sin duda son muy numerosos en el mundo los


Hermanos que personalizan al Arquitecto y Geómetra y lo
identifican con el "Dios" de su confesión. Para ellos, todo
este pasaje no significa otra cosa que el reconocimiento
de una entidad divina hacia la que el hombre tiene que
cumplir fervorosa y celosamente ciertos eclesiásticos
deberes.
Menos numerosos, hay otros Hermanos que
interpretan el pasaje como el descubrimiento de que, "en
medio del edificio" mora algo a lo que llaman Conciencia,
para con la que reconocen tener deberes que cumplir.
Mas, ¿qué dice la Masonería? . Pues... no dice nada.
Al contrario: mediante parlamentos ambiguos como
éste y Símbolos mudos, deja todo confuso y multívoco. Y
es conveniente que así sea para que pueda cumplir su
declarada finalidad de re-unir a todos los hombres
buenos y leales por encima de toda diferencia religiosa (o
política).
La Masonería da el símbolo y calla, dejando para
nosotros la tarea de dotar de sentido sus emblemas, y eso
nos permite (sin necesidad de modificarlos, sin tener que
cambiar el “que” en un “quién”, o sin Arrancar los
símbolos inquietantes) entenderlos ya a la manera vulgar,
ya al estilo de los iniciados.
En esa posición, la del Compañero (la del Obrero que
trabaja en la re-creación del mundo) el edificio puede
244
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

dejar de ser para nosotros algo material y concreto, y


aparecer como ese espacio vacío que llamamos
“habitación” y “morada”. Y el nuevo punto de vista nos
lanzará automáticamente "de la Escuadra al Compás".
Porque comprenderemos lo que dice un antiguo libro:
"Paredes, puertas y ventanas hacen la utilidad de la casa;
pero es el vacío entre todo ello lo que hace la realidad de
la casa,"
Descubrir la señal indicadora del Arquitecto en la
Arquitectura, del Geómetra, en la Geometría, del
morador en el edificio, es, según nuestra manera de ver,
el gran descubrimiento de un Compañero de la mística
corporación que desde siempre viene construyendo las
habitaciones del hombre.
Concluido el interrogatorio, el Venerable da su
mandato al Primer Vigilante para que proceda a cerrar la
Logia, lo que este hace por Declaración, signo y batería.
- Yo cierro esta Logia de Compañeros, dice el Primer
Vigilante, y todos descargan la señal de Paso cuando dice
"cierro", y la de Fidelidad cuando dice "Logia de
Compañeros”.
En este momento, la Logia se ha replegado y ha
quedado constituida en Cámara de Aprendiz. Por eso
muchos tratadistas sostienen que el PV.·. debe dar los
golpes de Aprendiz y no los de Compañero, y lo mismo el
Segundo Vigilante y Guardatemplo.
245
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

b) Ritual "continental" (Ragon).


(pág. 1714/177 del "Material").

Según este texto, antes de proceder al cierre, el


Venerable manda que los Vigilantes pidan a los Hermanos
las observaciones que tengan que hacer, y hace circular el
"saco de Proposiciones y el Tronco de Beneficencia".
Lo primero es pertinente, y el ritual español lo
elabora, como veremos; lo segundo no corresponde en
este Grado, sino en el Primero. Y aún en ese, la
circulación del tronco de proposiciones es un acto cuya
índole exige se cumpla inmediatamente después de la
Apertura y no al filo del cierre.
¿Cómo, si no, van a ser tratadas las propuestas la
misma noche de su presentación, como es de buena
práctica?
Igualmente, la pregunta por la edad con que este
libreto inicia la clausura, corresponde a la Apertura, NO al
cierre. El mismo error cometió el libretista continental al
cierre del Grado Tercero. El español, que en aquella
ocasión y obrando inteligentemente no la había incluido,
ahora lo hace, como veremos.

246
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

A la de la edad, sigue la pregunta por la hora:


- ¿A qué hora terminan los trabajos de Compañero?
- A medianoche.
Así es, sin duda. El Compañero culmina su labor en
aquella medianoche en que integrando una de las tres
partidas enviadas en procura de noticias del Maestro por
Salomón, uno de ellos descubrió casualmente la rama
"que se desprendió del suelo porque no tenía raíces" y
llevó al descubrimiento del cuerpo. "Era la medianoche",
dice la leyenda. De ahí en adelante comienzan los
Misterios de la Maestría, que se prolongan hasta el alba.
Así entiende el que esto escribe el tiempo de
trabajos del Compañero: desde la madurez hasta esa
medianoche en que casualmente nos topamos con el
cuerpo muerto y la confirmación del infame crimen.
Más…
¿Cómo explicarlo a un Compañero que preguntase el
significado de los para él oscurísimos términos?
Nótese que el texto francés no pregunta “¿A qué
hora acostumbran los Compañeros cerrar sus trabajos?",
sino "¿A qué hora TERMINAN?" Esto apoya nuestra
aplicación: los trabajos del Compañero TERMINAN al
descubrirse la misteriosa rama.

247
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Nótese asimismo que es el Segundo Vigilante quien


contesta que es medianoche. A nuestro ver, este detalle y
el anterior son importantes porque desde que el ritual
francés primitivo es el autor de la innovación, constituyen
la piedra de toque contra la que puede probarse la
exactitud o error de los libretos posteriores.
Cumplido lo anterior, el Venerable pide la ayuda de
los Hermanos, manda poner al orden y "da cinco golpes
que repite el Occidente".
Esto último ya se explicó: "el Occidente" son los dos
Vigilantes, que en la Logia continental se sitúan en ese
extremo al pie de las Columnas, lo que es oscuro es lo
relativo a los golpes.
"Cinq coups" - dice el ritual que tenemos a la vista; y
algunos libretistas posteriores se ajustaron a ello, "Deux
coups précipités, suivis de trois coups lents et égaux -
interprétés comme ceux d'app.·.), dice el mismo ritual en
la Instrucción del Tejador; y a esta fórmula se ajustaron
otros... Hay rituales que adoptan un ritmo de! ! - ! ! !;
otros, ! ! ! - ! !...
Por cierto que el que quiera darle un sentido
emblemático a la Batería del Compañero, se verá en
apuros frente a tanta confusión. Pero desde que todo es
simbólico - simbólico de algo - también lo es la confusión.
En cuanto a nosotros, ya hemos opinado.

248
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Si se quiere hacer coincidir de alguna manera la


Batería que usan los Compañeros de la Isla y sus
seguidores:
!-!!
Con la e acuñaron los continental es, entonces ésta
pudo haber sido:
!!!-!!
Tres golpes emblemáticos del Primer Grado que valen por
el primero de la Batería inglesa, y dos más.
Nótese asimismo que el texto francés, por lo menos
en esta ocasión, dice Exclamation y no "Acclamation"
como lo hace en otra parte.
¿Cuál de las dos es errata? Nos inclinamos por
"Exclamation", que en el ritual que estudiamos es el triple
"Vivant! ".
Recordemos que este libreto había cerrado
el Tercer Grado con un "etcétera".
"Puisqu'il est minuit et que c'est l'heure à laquelle les
maîtres sont dans l'usage de clóre leurs travaux, Ven.·.
ff.·. 1er et 2e Surv..·., etc. comme d'usage. Sortons en
paix”.
Recordemos asimismo que los adaptadores
elaboraron como pudieron esté etcétera, e incluyeron en

249
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

el cierre del Tercero la frase de despedida. Ahora, en este


cierre del segundo Grado, viene el mismo ritual
continental a aclarar su anterior oscuridad y aparente
error.
En efecto, inmediatamente después de la Batería y la
Exclamación de cierre, trae una frase y una explicación:

" - Mes FF.·., les travaux sont fermés pour passer 2 ceux
d'App.·. qui n'ont été que suspendus. Puis le Vén.·. ferme
les travaux d'App.·. par les signes et la batterie d'usage et
dit: Sortons en paix!".
En una palabra: el texto que tenemos a la vista (pág.
176 del Material) viene a aclarar:
a) Que tanto en la liturgia continental primitiva como
en la de la Isla, no hay cierre definitivo sino en el Primer
Grado, y que al cerrar una Cámara superior, la Logia se
repliega en la inmediata inferior.
b) Que la sentencia de despedida, el "ite",
corresponde y se da solamente al cierre del Primer Grado.

c) Ritual español (pág. 168/181 del "Material").

250
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Este libreto es prolijo, y elabora lo que en el ritual


continental, en el que se inspira, es un simple apunte.
Elabora y corrige, o por lo menos lo intenta.
"El Venerable pide a los Hermanos que formulen las
observaciones que tuvieran a los trabajos y hace circular
el saco de proposiciones y el de Beneficencia", decía el
francés. El español concede la palabra en general y
cuando reina silencio hace circular solamente el Tronco
de la Viuda, NO el de Proposiciones, que, como se señaló,
ha de pasarse al comienzo de la Tenida y no cuando ésta
ha terminado.
En cuanto al primero, elabora la ceremonia. El
Venerable anuncia y hace anunciar por los Vigilantes que
va a circular "el saco de beneficencia" (Tronco de la
Viuda, debió decir), y "el Hermano Limosnero"
(Hospitalario hubiera sido título más apropiado; porque
los masones no convertimos la caridad en limosna, sino
que al dar nos damos) se coloca "entre Columnas". El
Primer Vigilante informa al Venerable que el encargado
de hacerlo está en su lugar dispuesto a hacer su
recorrido, y el Venerable ordena que lo haga.
Dice el texto que el "saco de pobres" (nueva
denominación del Tronco de la Viuda, que a fuerza de
tener muchos nombres pierde cada vez más el suyo)
circula "en la forma acostumbrada". Más, ¿cuál es ésta?

251
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Según hemos visto hay dos: "con" y "sin" ceremonia.


Por la primera, el Tronco es presentado a los Hermanos
por orden jerárquico; por la segunda, lo es empezando
por el Externo, Interno y las Columnas: del Norte Este y
Mediodía, terminando en Occidente, siendo los últimos
en saludarlo el propio Hospitalario y el Primer Vigilante,
que como Señor del Poniente, clausura el acto.
A nuestro juicio, la primera alarga innecesariamente
sin agregarle ningún valor simbólico (salvo el falso de que
puedan existir jerarquías en el ejercicio de la Caridad) al
tiempo que la segunda (que sigue el camino del Sol como
lo hacen todas las circunvalaciones litúrgicas) es la
simbólicamente correcta.
Finalizado el recorrido, el hospitalario vuelve a
colocarse entre Columnas y el Venerable manda que se
proceda al despojo del Tronco en la mesa del Orador y en
presencia del Experto. ¿Qué relación tiene,
simbólicamente hablando, el Jefe de los Guardas con este
acto? Si lo que buscó el libreto fue formar una terna,
hubiera sido mejor integrarla con el Maestro Pasado.
De cualquier manera y como ya se dijo al tratar el
cierre del Grado Tercero la escena no corresponde a este
Grado sino al Primero: que es el de la Caridad.
Acto seguido, el Venerable pregunta a cada Vigilante
si sus respectivos Obreros están contentos y satisfechos;

252
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

y aquellos contestan que lo están sin que los últimos


hayan dicho nada.
Como ritual es ACTO y no parlamento, cada paso ha
de estar respaldado por la respectiva rúbrica. En el caso,
los obreros prestan su aprobación tendiendo el brazo
derecho - palma abajo - hacia el Ara (señal de Poder), y
dejando caer la mano ruidosamente sobre el mandil
(Aprobación). El orígen de este gesto se remonta a los
primeros rituales continentales. La rúbrica más antigua
consistía en golpear el mandil con ambas manos
cruzadas.
En el ritual que estamos analizando, la pregunta se
hace a los dos Vigilantes. Pero desde que el único que
está encargado de "pagar a los obreros y despedirlos
contentos y satisfechos" es el Primer Vigilante, el señor
del ocaso y encargado de cerrar la jornada, no tiene caso
preguntar al Segundo. En resumen: la escena es
pertinente, pero su tratamiento es defectuoso,
especialmente por la falta de rúbrica, que la deja en
simple parlamento.
Luego de oír que "los Obreros están contentos y
satisfechos" y obtenidas las conclusiones favorables del
Orador, el Venerable entra en la letra de su modelo
francés, que inicia el acto preguntando por edad y hora.
En la clausura del Tercer Grado, el español corrige el

253
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

error de su fuente y no consigna la pregunta por la edad,


que pertenece a la Apertura. Aquí, lo hace.
Al preguntar por la hora, el español dice: "¿A qué
hora ACOSTUMBRAN los Compañeros cerrar sus
trabajos?"; el francés decía: "¿A qué hora TERMINAN los
trabajos de Compañero?" Así, en aras de la
homogeneidad, se pierden muchos significados.
Hechos los anuncios e invitados los Hermanos a
unirse al Venerable para cerrar los Trabajos (el español
adhiere a la poco emblemática costumbre continental de
que sea éste quien declare el Cierre), "el Venerable marca
con el mallete la batería, sobre la piedra triangular" y
procede a cerrar la Logia por signo, batería y
"aclamación". En seguida, previa promesa de Silencio, da
por cerrados los Trabajos.
Ya se comentó que la "piedra triangular" es un error
emblemático. También se comentó la Batería y la
Exclamación (que en el caso no es ni la clásica ni la
continental primitiva, sino la divisa de la Revolución
Francesa). En cuanto a la promesa de Silencio, es sin duda
pertinente; y en la costumbre antigua iba más allá, Io
tratado no se podía comentar con NADIE porque la Regla
era Silencio, Secreto y OLVIDO.

254
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

-Si así lo hacéis (si guardáis la debida discreción) que


el Gran Arquitecto del Universo os lo premie; y si no que
os lo demande, dice el Venerable.
"Largo me lo fiáis", como dice un clásico. ¿No
hubiera sido mejor y más realista ajustarse al tradicional
"si así lo hacéis, que la Masonería os lo premie, y si no
que os lo demande?" ¿Es que se quiere definir a la
Masonería y etiquetarla de teísta? ¿Es que se quiere
establecer que el G.·.A.·.D.·.U.·. es un QUIEN (una
"persona" a la manera de los teólogos) y no un "qué", un
Principio, como lo conciben los filósofos?
Estamos frente a una de esas frases que llamamos
"inquietantes" y que el racionalismo acostumbra arrancar
de nuestros rituales, pero que el iniciado puede leer en
Jerga.
Esto último es posible porque este tipo de frases no
procede de la mente pensante, sino de su trasfondo
narrativo, o más precisamente de la sima de lo alógico; y
es traída a la luz NO por el pensamiento sino por su
propia fuerza sonora, como un verso o una interjección,
Es una frase "puesta de oído".
Dicha "porque suena".
Pero por eso mismo puede decirnos algo respecto a
las misteriosas leyes del "más allá de lo consciente"; algo
relativo al Arquitecto entendido NO ya como un principio

255
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

abstracto sino como una fuerza creadora o virtud


aparicional del plano de lo anecdótico; y también algo
respecto al poder cristalizador del Callar. Que por algo el
bocón es estéril en realizaciones mientras que el hombre
de pocas palabras es fecundo en obras.
Tanta fuerza hay en el callar, tanta "presión", que se
dice: "Si no se lo cuento a alguien, reviento". Obtúrese
esta salida O; como dicen los alquimistas "tápese la boca
con betún hermético", y la presión buscará otro cauce.
El Arquitecto es el poder mismo de plasmación, y el
Silencio (o mejor: el Olvido) es el artificio para su
acumulación, como bien lo saben quienes han tenido la
oportunidad de trabajar operativamente con las fuerzas
del ánimo. Dice bien la frase, entonces: Si callamos, el
Arquitecto lo premiará con el triunfo de la obra; si
violamos el claustro del Huevo Hermético en que se
cuece nuestra "obra filosófica" ésta abortará para volver
al caos, al seno del Arquitecto, reclamada, demandada,
por éste.
Lo más probable es que el que "cantó" la frase que
comentamos no haya tenido en cuenta nada de cuanto
decimos; pero así ocurre siempre con los productos de lo
alógico, que vienen como semilla de grama traída por el
viento y quedan ahí largo tiempo sin hacerse notar hasta
que maduran sus latencias, y su índole inquietante y
molesta (esto es: germinal) se hace presente.

256
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Por cierto que, aunque nuestros ideales se


encuentran altamente necesitados de la fuerza paridora
que podría derivarse del simple (pero difícil) callar, no
están los tiempos maduros para la idea.
Enseguida, el Venerable da un ! y dice:
- Quedan cerrados los Trabajos.
No dice, como su modelo, que la Logia ha retomado
los de Aprendiz, ni que el cierre definitivo sólo ocurrirá al
cierre de éstos últimos, lo que sin duda facilita la
corruptela de "retirarnos en paz" sin hacerlo.

d) Ritual moderno tipo.


(pág. 183 y siguientes del "Material")

Comienza este ritual por la escena en que los


Obreros manifiestan su conformidad. Al efecto, pregunta
el Venerable:
- ¿Están contentos los obreros?, y éstos "hacen el
signo de aclamación".
- Ellos me dicen que sí, contesta el Primer Vigilante.
El tratamiento es perfecto; letra justa y rúbrica
adecuada. El gesto (brazo tendido hacia el ara, mano
palma abajo dejándola caer ruidosamente sobre el

257
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

mandil) no es el "de aclamación" sino el de "Aprobación",


(El gesto de Aclamación es la rúbrica del Huzzá!, que
como se dijo es idéntico al que se usa en el deporte para
acompasar los Hurras); pero este es un detalle sin
importancia que de ninguna manera empaña la
perfección con que este libreto trata la escena.
El resto sigue de cerca al ritual continental cuyos
aciertos y errores ya fueron tratados. Se pregunta por
Edad y Hora; y respecto a esta última no se dice
"acostumbran cerrar", sino "concluyen", como es lo
original y correcto en este grado.
Lamentablemente, aquí es el Primer vigilante quien
anuncia que "es medianoche".
Hechos los anuncios, el Venerable manda al Primer
Diácono que disminuya a tres las luces del ara (es
prematuro; esta disminución no procede sino hasta el
momento de la Declaración de cierre), marca la Batería
(cinco golpes isócronos) que repiten los Vigilantes, manda
ponerse a "LA" orden y hace la Declaración, que rubrica
por signo y Batería. Omite, pues, la Exclamación y la
pauta para el arreglo de Escuadra y Compás.
Enseguida, y siguiendo la pauta francesa primitiva, el
Venerable dice:
- Hermanos Vigilantes, anunciad que los Trabajos de
Aprendiz vuelven a tomar fuerza y vigor.

258
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

En una palabra: que este libreto deja establecido con


toda claridad que el cierre del Grado Segundo no apareja
sino el repliegue de la Logia, y que la clausura definitiva
ocurre luego, en primer Grado.
Breve como es, y aunque mantiene los errores y
omisiones del ritual continental (cierre por el Venerable y
ausencia de toda referencia al esoterismo del Grado) este
libreto maneja con solvencia los elementos que contiene.

CONCLUSIONES.

Como creemos innecesario agregar nada a los


apuntes precedentes, remitimos al lector al "Ritual de
Estudio" (pág. 185 y siguientes del Material) en el que
hemos recogido las conclusiones de este estudio.

259
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

10- CIERRE DE LA LOGIA.

Una vez agotados los asuntos y no sin correr el


Tronco de la Viuda, corresponde cerrar la tenida.
Pero el cierre de una Logia es algo más que una
simple clausura. Es el término de un acto simbólico, con
todo cuanto esto implica. Por él volvemos del plano en
que cada cosa encarna un significado ideal a aquel en el
que todo retoma su prosa. Regresamos del mundo ideal
imaginativo y recuperamos el "sentido común".
Como actos de arte, entonces, Apertura y cierre son
eficaces en la medida en que el primero nos arranca del
plano concreto y el segundo nos vuelve del plano ideal,
ese “Al que muchos nunca regresan del todo y aquel del
que otros jamás logran volar. Para decirlo en jerga: por la
Apertura vamos y por el Cierre volvemos "del compás a la
escuadra", O más precisamente: SEPARAMOS la Escuadra
del Compás que la inspiraba.
Un símbolo es una cosa viva en que tiene un cuerpo
y un sentido extraordinario, y en que es un "espíritu" o
idea encarnado en una forma. En la Apertura le damos

260
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

vida; en el cierre, al separar su parte ideal de la forma en


que se posaba, le damos muerte; y como en el teatro, el
bosque deja de ser tal para volver a bambalina.
Mas, ¿dónde va el bosque, dónde la idea cuando se
han “apagado las luces” y la forma ha quedado vacía?
Pues... como dice el Eclesiastés: "el polvo vuelve a la
tierra que era y el espíritu retorna al Señor que lo dio", o
sea: a su creador, en el caso, al oficiante, que en la
apertura otorgó la esencia ideal en términos de
"significado" y en una transferencia anímica de clara
índole mística. Mas no vuelve como fue dada, sino
acrecida y multiplicada en virtud aparicional. Es que los
símbolos son "cosa viva" no sólo por estar constituidos de
cuerpo y espíritu sino por el poder de multiplicación
dinámica que demuestran.
En una palabra: que el Cierre es un acto de
REcogimiento, de siega (potencializada y multiplicada) del
significado originalmente otorgado, desplegado,
sembrado.
Veamos cómo lo encaran los ritual es que
estamos estudiando.

261
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

a,b) Rituales de Inglaterra y Escocia.


(pág. 190/97 y 198/205).

Estos dos libretos son prácticamente idénticos,


aunque el segundo registra con más precisión las
rúbricas. De su lectura comparada podrá el lector extraer
valiosos datos sobre parta, letra y rúbrica ritual.
Ni uno ni otro registra la mecánica para la circulación
del Tronco de la Viuda, y solamente el inglés elabora la
escena por la que los Obreros son exhortados a hacer uso
de la palabra para manifestar observaciones o en bien
general de la Orden y del Taller en particular.
Ambos (Tronco de la Viuda y concesión de la palabra
para que todos y cada uno puedan expresarse
libremente) son obligatorios antes de que pueda
procederse al cierre.
En la liturgia de la isla, el Tronco de la Viuda lo corre
el Segundo» Diácono de una manera muy parecida a
como lo hace el hospitalario en la "continental", sólo que
el producido no se deposita en la mesa del Venerable o
del Orador, sino sobre la del Segundo Vigilante,
emblemático del Corazón de la Logia, y encargado de
traer y llevar a los hermanos de y a la labor operativa
materia.

262
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

La forma como se concede la palabra en la


costumbre inglesa, no es, para nuestro gusto, de una
plástica elegante. El Venerable se levanta por tres veces
consecutivas y por tres veces dice:
- ¿Hay algún Hermano que tenga una observación
que hacer o que quiera proponer algo para bien general
de la orden o de esta logia?
Escénicamente hablando, la mecánica es poco ágil.
Mejor hubiera sido que el Venerable hiciese hacer el
anuncio por los Vigilantes, con lo que hubiera quedado
satisfecha la finalidad de la triple exhortación sin perder
movilidad. Y mejor todavía la costumbre continental
tardía:
- Hermanos Vigilantes, anunciad en vuestras
Columnas como yo lo hago en el oriente, que está
concedida la palabra en bien general de la orden y del
taller en particular.
El ritual de Escocia omite el punto.
El cierre propiamente dicho comienza en estos
libretos con el ! de atención del Venerable (que repiten
los Vigilantes) y su pedido:
- Hermanos, ayudadme a cerrar la logia.
También la constatación de que la Logia está bien
cubierta y de que los Hermanos están al Orden, sigue la
estructura en ellos acostumbrada.
263
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Cumplidos los preliminares, el Venerable pregunta al


Primer Vigilante por su lugar y función, y éste contesta
que a semejanza del Sol que se pone por el Occidente al
término de cada día, allí se coloca el Primer Vigilante
"para cerrar la Logia cuando lo mande el Venerable
Maestro luego de haber atendido a que cada Hermano
haya recibido su justa paga".
Cuando se procede al cierre por el Venerable como
es la costumbre continental, se pierde el rico simbolismo
de occidente no sólo en lo que éste significa como puerta
de la Muerte y punto de cristalización que al detener el
Tiempo y convertirlo en eternidad deja nuestros actos
inmodificables para siempre; también se pierde la noción
de la siega simbólica (que constituye nuestra paga) por la
que la parte ideal de los distintos emblemas se recoge al
silencio de nuestro interior.
La Apertura es un rito de aparición, surgimiento y
nacimiento; un rito de Oriente.
El Cierre es uno de desaparición, repliegue y muerte;
una ceremonia del Ocaso.
Es preciso, sin embargo, hacerse cargo de las
dificultades insalvables que existen para que un tal
simbolismo pueda ser practicado en Templos dispuestos
o derivados del plano de la mesa del Banquete, cuyo
Primer Vigilante está situado a un lado de la puerta y no
al centro del Poniente. En un Templo así, la escena del
264
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Cierre por el Primer Vigilante pierde toda su plasticidad e


imponencia. Por eso insistimos siempre en que la
recuperación de nuestras formas no se puede encarar
mediante reformas parciales.
Pero volvamos al libreto inglés.
Antes de que el VM.·. de su mandato al Primer
Vigilante para que proceda a la clausura, los rituales que
estamos considerando, traen un parlamento a cargo del
Venerable o del Capellán:
- Hermanos, antes de cerrar la Logia, expresemos
nuestra gratitud al Gran Arquitecto del Universo por
todos los favores que de él hemos recibido; que continúe
guardando la Orden, embelleciéndola y adornándola con
todas las virtudes morales y sociales.
El bocadillo tiene toda la apariencia de una
interpolación clerical, o de una letra que, en lenguaje
eclesiástico, sirve de vehículo a un significado diferente.
Sea como sea, y desde que nada nos impide leerlo en
jerga, podemos rescatar el bocadillo y elevarlo a la
categoría de equívoco iniciático.
Esto es: de símbolo.
Para empezar convengamos en que es del todo
cierto que la Orden se cimenta y protege cuando brillan
en ella las excelentes virtudes de la moralidad y la
convivencia fraterna; y que es por la práctica, enseñanza
265
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

y propagación de estas virtudes que Ella intenta la


Arquitectura del mundo.
¿Y de qué sino de ESO que llamamos Arquitecto
emanan y proceden las virtudes arquitectónicas? Bien
estará entonces que al término de cada tenida
expresemos nuestro agradecimiento al Genio de la
Arquitectura, y nuestro deseo de que ESO que en el fondo
es el Espíritu Civilizador, proteja la Orden mediante su
cimentación y adorno en y por todas las virtudes
masónicas.
Pero hay más.
Porque gracias al arte que practicamos no
necesitamos concebir al Arquitecto como una entelequia
infusa y abstracta. Por lo menos, no en Logia Abierta, en
la que, por la magia del símbolo lo exteriorizamos (de
nosotros mismos) como Presencia.
Nos consta que decir que en Logia abierta tenemos
la presencia viva y visible del Arquitecto, suena a
primitivismo animista o a beatería. Pero no hay tal, No es
de fórmulas evocativas que estamos hablando, sino de
Arte. Y lo que decimos es que Afrodita está PRESENTE en
el mármol de Praxiteles. ¿Qué decimos Afrodita? Está
presente la Belleza Misma, materializada por obra del
Artista que la transfirió de sí mismo a la piedra a golpe de
mazo y buril; y decimos que de igual manera y por
equivalente transferencia el Arquitecto del Mundo está
266
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

presente en el símbolo que de nosotros mismos hemos


desplegado, y que estamos ahora a punto de replegar
dinamizado. Porque como decíamos ESTE las obras del
arte (los símbolos) son cosa viva en que tienen cuerpo,
espíritu y poder multiplicador.
Y aunque como en todo arte, para poder desplegar
primero y luego "verlo" se requiere cierta sensibilidad y
técnica, cuando se trabaja según las reglas, allí estará en
medio y en sus tres aspectos: Ley (libro), Razón
(escuadra) y poder de proyección (Compás), espejados en
las Columnas de Sabiduría, Fuerza y Belleza, y cuyos siete
aspectos se describen en otros tantos Oficiales.
Sí, allí está, invisiblemente rodeado por los
elementos del Verbo, que son su substancia y que hemos
colocado en el acto de circular la Palabra, y elaborado en
los TTrab.·.
De todo ello hemos sido grandemente favorecidos.
¿Acaso el Genio Civilizador no nos distinguió primero
entre los demás animales haciéndonos Hombres al
concedernos el don de su letrado soplo? Y luego, no
volvió a hacerlo al e mos por sus Obreros y al hacernos
partícipes de este arte por el cual le damos cuerpo
visible? Antes de despedirlo y replegarlo a lo profundo de
nosotros mismos, démosle pues gracias como
corresponde, porque como dijo aquel David: ¿Qué tiene

267
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

el Hombre para que hayas querido vivir con él en la


Tierra?
No están los tiempos maduros, sin embargo, para
que se acepte la idea de que toda la liturgia masónica, y
en consecuencia también esta acción de Gracias,
pertenece al ARTE REPRESENTATIVO y no a la religiosidad
profana. Por eso, en el ritual de estudio (pág 224 del
"Material ") la hemos sustituido por un Saludo al símbolo
al estilo del ritual continental Primitivo. Pero dejamos
constancia que lo hacemos como cesión al prejuicio y NO
porque consideremos que tal saludo constituye un mejor
tratamiento del punto.
El Venerable Maestro da ahora su mandato al Primer
Vigilante para que proceda a clausurar los Trabajos; y éste
dice:
- En Nombre del Gran Arquitecto del Universo y por
mandato del Venerable Maestro, yo Cierro la Logia, y
todos deshacen el gesto gutural cuando el PV.·. dice
"Cierro".
Este signo ya no se retoma porque es de orden que
no se lo pueda dar sino en logia (es, pues, una corruptela
que los Hermanos se saluden con él en Pasos Perdidos, o
en la calle).
La rúbrica del libreto que tenemos a la vista (el
inglés) dice que el Primer Vigilante "da Los golpes", y que

268
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

éstos son repetidos por el Segundo Vigilante y


Cubridores. Es un error, la Logia ha quedado cerrada en el
instante mismo en que el PV.·. dijo "Cierro"; en
consecuencia no corresponde que se den señales
masónicas. El ritual escocés es más ortodoxo y establece
que luego de declarar el Cierre, el PV.·. de un golpe, que
repite el Segundo y los Cubridores.
Igualmente sostienen los comentaristas que desde
que el cierre está perfeccionado a partir del instante de la
Declaración, el Segundo Vigilante no debe agregar nada,
debiéndose limitar a repetir el Golpe y levantar su
Columna.
La liturgia de la Isla no culmina la clausura con signo,
batería y exclamación (no se debe dar señales masónicas
sino en Logia abierta; además la exclamación de Alegría
corresponde al despliegue e iluminación de los símbolos,
no a su repliegue, que es más bien melancólico) sino con
la Batería de Fidelidad, que en algunas Logias es seguida
por una serie de gestos de Preservación. Al efecto el MP.·.
se adelanta y dice:
- Su luz (sus luces: las del símbolo del Arquitecto,
representativas de sus virtudes) brilla ahora en medio de
nuestras tinieblas (o sea: en nuestro interior). Sólo resta,
Hermanos, que de acuerdo con la antigua costumbre,
cada uno de nosotros guarde los secretos de esta noche
en el seguro y sagrado repositorio de nuestro corazón

269
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

(lleva la mano derecha al pecho) con Fidelidad, Fidelidad,


Fidelidad (acompasa estas palabras con golpes sobre el
corazón) y que Dios (tiende la mano en gesto de Poder)
Preserve (lleva la mano abierta sobre el corazón y de
inmediato, palma afuera sobre la frente como para
protegerla) la Orden (levanta la mano como en bóveda
protectora). Todos los Hermanos actúan al unísono con el
MP.·. a partir del momento en que se tira la batería de
Fidelidad.
El parlamento que figura al final del ritual escocés
(pág. 203) no es clásico, o por lo menos no está
reconocido como tal. Su letra es clara y no necesita
comentario. Es lenguaje alegórico, NO símbolo.
En resumen: aunque el estilo devocional que en ellos
prevalece no sea del todo de nuestro agrado, es preciso
reconocer que los libretistas ingleses (hombres de iglesia
al fin y en consecuencia eficientes en las técnicas del arte
representativo) saben manejar con solvencia la materia
simbólica.

270
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

c) Ritual "continental" (Ragon)


(pág. 206/211 del "Material")

Este libreto inicia la clausura con un ! del Venerable


"que repite el Occidente" esto es: los dos Vigilantes,
Enseguida, el Venerable manda que estos concedan la
palabra en las Columnas por si algún Hermano tiene
alguna observación que hacer o quiere decir algo en bien
general de la orden o de la Logia. Desde el punto de vista
escénico esta mecánica es superior a la adoptada al
mismo efecto por el ritual inglés.
También manda anunciar que "va a circular el
Tronco de Proposiciones el de Beneficencia". Como ya se
señaló, la circulación del primero no corresponde al cierre
sino al momento inmediato siguiente al ingreso de los
Visitantes, en la Apertura. Cuando el Maestro de
Ceremonias y el Hospitalario han terminado su recorrido
y se encuentran nuevamente "entre Columnas", el
Venerable ordena que se acerquen a su mesa, y solicita la
presencia del Hermano Orador y Secretario para proceder
al despojo de uno y otro. La del primero se justifica en
relación con el Tronco de Proposiciones, pues ha de
aconsejar respecto a la procedencia de su producido; la
del segundo lo es en relación con el Tronco de la viuda,
pues debe tomar nota del monto.

271
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Con esto queremos decir que la costumbre de invitar


al Orador y Secretario a la apertura del Tronco de
Proposiciones (que modernamente se corre como
corresponde, al comienzo de las tenidas e
independientemente del de la Viuda, que circula al final)
es una reminiscencia de la indicada en el ritual
continental primitivo, y que explica la invitación (en ese
caso sin significado) que hoy se hace al Secretario.
El Cierre propiamente dicho comienza en este ritual
por las preguntas por Edad y hora; y ya comentamos que
la primera, por su propia índole, no pertenece al cierre
sino a la apertura. Respecto a la Hora, nótese que este
ritual (que es el que acuñó la innovación) pregunta:
- ¿A qué hora acostumbran LOS MASONES cerrar sus
trabajos?
No dice "los Aprendices", "sino los Masones". Y ya se
dijo por qué: los Aprendices NO "trabajan"; quienes
comienzan a trabajar a mediodía y terminan a
medianoche son, por lo menos, Compañeros.
Nótese asimismo que es el Segundo Vigilante quien
dice que "es medianoche".
Hechas las invitaciones, el Venerable procede al
cierre. Primero por tres golpes que repiten los Vigilantes,
y enseguida por signo, batería y exclamación. Es cuando

272
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

todo esto ha sido cumplido que se procede a la


Declaración.
- Los Trabajos están cerrados, despidámonos en Paz,
Paz, Paz.
Inteligentemente, el libretista continental hace dar
signo, batería y exclamación ANTES de declarar el cierre.
Así cumple la regla ("no se han de dar signos masónicos
sino en Logia abierta") y encuentra la fórmula adecuada.
Los libretistas posteriores, no advierten el matiz, y
mandan "A mí por el signo, etc." DESPUÉS de haberse
declarado "cerrada la Logia".
El libreto no lo dice, pero se puede suponer con
bastante fundamento, que él "Paz, Paz, Paz", es
acompasado por la Batería de Fidelidad.

d) Ritual español. (pág. 212/215 del "Material")

Este ritual sigue de cerca el texto que acabamos de


revistar, y cuyas escenas elabora generalmente con poca
fortuna.
Terminados los Trabajos, el Venerable concede la
palabra; y una vez que ha reinado silencio, hace circular el
Tronco de la Viuda, al que llama "de beneficencia" y "de
los pobres"; lo primero es innovación francesa; lo

273
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

segundo es propio, como también lo es que quien lo


circule sea el Maestro de Ceremonias y no el Hospitalario.
¿Por qué?
¿Por qué al cierre del Segundo Grado el mismo
libretista lo hizo correr por el "Hermano Limosnero?
Estas incongruencias ponen en evidencia una poco
aceptable ligereza en la confección ritualica y hasta el
desconocimiento u olvido, por parte de los libretistas, de
que el ritualismo es un arte cuya materia es el símbolo.
Sea como sea, el Maestro de Ceremonias es quien circula
el Tronco de la Viuda; y el Primer Vigilante anuncia en su
momento que se encuentra nuevamente entre Columnas.
El Venerable, entonces, manda:
- Que pase a la mesa del Orador acompañado del
Experto para que conozcamos el resultado.
Si formar una terna de Venerable, Orador y
Secretario (como lo hace el ritual continental) para
proceder al despojo del Tronco de Proposiciones y de la
Viuda tiene explicación, no se la encontramos a la
presencia del Jefe de los Guardias en el arqueo del Tronco
de la Viuda.
Hecho el recuento, el Orador dice:
- El Saco de Pobres ha producido en medalla profana
la cantidad de.....

274
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

¿"Medalla profana"?
Ahora sí que no entendemos.
Si lo actuado fuese una simple colecta, nada habría
que decir. Pero no lo es. Nada puede ser "simple" en el
ritual masónico por la sencilla razón de que en él todo ha
de ser REPRESENTATIVO.
No se trata de una colecta, sino de un símbolo.
Y en ese caso la denominación no corresponde,
porque lo que los masones ponemos (lo que DEBEMOS
poner) en el emblemático saco no es "metal profano"
sino masónico…
¿Es que "la Viuda" (la Humanidad y la Orden), espera
de nosotros otro aporte que el masónico?
En jerga, "metal" es lo que ha sido coagulado en las
entrañas de la Tierra. El "metal profano" son las profanas
conquistas; el "salario" que recibimos de los "dioses
subterráneos "cuando los servimos. El "metal masónico"
también procede de la paga que recibimos - la iniciática -
y es de ella que debemos desprendemos para beneficio
de "la Viuda".
Por supuesto que echamos monedas, pero éstas no
constituyen nuestro verdadero dar sino que son
SIMBÓLICAS de éste, que no puede darse ni contarse en
"medalla profana".

275
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Entonces, lo correcto hubiera sido que el Orador


dijese y los Vigilantes proclamasen, que "el Tronco de la
Viuda ha producido tantas medallas y tantas partículas" -
sin agregar lo de "profana", como por otra parte se hace
en muchas partes.
Cumplido el simbolismo del "aporte a la , Viuda", el
VM.·. pregunta a los Vigilantes si están contentos los
Obreros, y éstos contestan que lo están sin que los
interesados se hubieran manifestado. Esto es: que para
"ser" ritual, a la escena le falta la rúbrica.
La buena práctica (ya lo comentamos) es que los
Hermanos expresen su satisfacción mediante la señal de
Aprobación.
Siguen las preguntas por Edad y Hora.
- ¿A qué hora acostumbran LOS APRENDICES cerrar
sus trabajos?
El francés, el creador de la innovación de la "hora"
decía "los masones".
El bocadillo marca un nuevo paso de evolución
(decadente).
De inmediato se hacen las invitaciones, el Venerable
manda ponerse al orden y procede al cierre, que rubrica
por signo, batería y "aclaración".

276
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

Como se observa, el libretista español trastoca el


orden en que su modelo continental trata la escena:
signo, batería, exclamación y LUEGO la Declaración. Aquí,
los trabajos se declaran cerrados, y enseguida se procede
a dar signos, tirar baterías y hacer exclamaciones, y eso
contradice una de las reglas básicas de la liturgia
francmasónica.
Sigue la promesa de Silencio. Aquí, el libretista se
enmienda a sí mismo. Al cierre del segundo grado se
prometía no revelar a ningún profano o Aprendiz lo
tratado en Logia, y comentamos que la costumbre
tradicional iba más lejos. Aquí, dice:
-¿Prometéis por vuestro honor no revelar a ningún
profano NI MASÓN QUE NO HAYA ASISTIDO A LA TENIDA,
lo ocurrido en ella?
Se clausura la Tenida con un "ite" sin rúbrica:
- Retirémonos en paz.
En las Tenidas Magnas y Solemnes, se hace la
Cadena de Unión, que termina en la exclamación de
"Libertad, Igualdad, Fraternidad", ¿Por qué abandona el
libretista el tradicional triple "Salud!, Fuerza!, y Unión! "
con que siempre acostumbraron saludarse los masones y
que constituye la esencia misma de nuestra Cadena?
En resumen. Un acto de dilatado y a menudo
equivocado parlamento, pobre simbolismo y ausente
277
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

rúbrica, que malinterpreta la estructura y significado del


ritual que le sirve de modelo, al que modifica y daña.
Lamentablemente es en éste (y no en la fuente original)
que se inspiraron la mayoría de los libretistas modernos.

f) Ritual moderno tipo.


(pág. 217/218 del "Material").

Este libreto comienza la clausura con una escena que


simplifica y corrige el tratamiento que la misma recibe en
el ritual español.
- ¿Están contentos los obreros?, pregunta el
Venerable. Y cuando estos han hecho la señal
correspondiente, el Primer Vigilante responde:
- Ellos me dicen que sí.
Siguen las preguntas por la Edad y Hora, que el
libretista toma del español y no del original francés, y por
eso dice que "los Aprendices" acostumbran cerrar sus
trabajos a medianoche, lo que carece de fundamento
tradicional (aparte de no tener lógica).
De inmediato, pasa a una escena en la que se ve la
inspiración de Cassard. El Venerable da tres golpes que
repiten los Vigilantes, manda ponerse de pie y a "LA"

278
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

orden, y "se pasa la Palabra Sagrada como en la


apertura".
En la Apertura, hemos aplaudido a Cassard porque la
colocación, alrededor del Templo, del BoHaZ
emblemático del Verbo " en el que está la Fuerza, es una
ceremonia de rico significado y antiquísima tradición en el
Simbolismo universal. Pero ahora no estamos
desplegando sino REPLEGANDO el símbolo, y la Palabra
tiene que ser "llamada al silencio".
Hubo quien en cierta ocasión propuso "recoger" la
Palabra, haciéndola circular en sentido inverso al de la
Apertura, Afortunadamente la propuesta, un verdadero
rito oscurizante, como lo advertirá cualquier simbolista
que sepa algo del oficio, no encontró eco.
En una palabra: que la "circulación de la Palabra" en
el cierre, es una innovación absoluta de este libreto, que
no tiene antecedente en el simbolismo masónico ni en el
universal, y que a nuestro entender no corresponde.
Al igual que el español, este libreto comete el error
de proceder a dar signo y batería DESPUÉS de haber sido
declarado el Cierre.
El acto se clausura con un "ite".
Retirémonos en paz - silencio, silencio, silencio.
Cuando no hay "cadena", correspondería que se
acompasara la frase con el gesto de Fidelidad.
279
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

En resumen. Aunque este libreto mantiene muchos


de los errores de su fuente, corrige gran parte de los
mismos.

280
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

11- FINIS.

Hemos revistado rápidamente varios libretos de


Apertura y Cierre, y comentado a grandes pinceladas sus
contenidos, destacando lo que a nuestro juicio
constituyen aciertos y errores. No se nos escapa que al
hacerlo, el entusiasmo nos ha llevado demasiado a
menudo a excedernos en la censura. Quienes nos
conocen saben de sobra que no está en nuestro ánimo el
atacar sino el defender, y que lo que nos mueve no es
sino el amor que sentimos por la cosa masónica y el
convencimiento de que si bien los propulsores del arte
son los artistas y no los críticos, aquellos no dejan de
recibir de quienes los disciplinan, el valioso aporte de un
estímulo hacia una perfección cada vez más sublimada.
Válganos, pues, la intención.
Han transcurrido unas cuantas décadas - casi medio
siglo - desde aquella memorable noche en que fuimos
sentados en el ángulo Noreste y, como primera medida
nos fue presentado el Bolso y una voz nos pidió "una
limosna para una pobre viuda". Nada teníamos entonces
para dar; ni aún hoy tenemos nada, salvo una cierta

281
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

capacidad de trabajo y la desesperación por la


impotencia.
La misma de aquella vez, pero multiplicada.
¡Quiera "la Viuda" aceptar en su bolso el aporte de
este trabajo!
Por supuesto que nos habremos equivocado muchas
veces en las interpretaciones, apreciaciones y juicios que
hacemos en el curso del mismo; pero eso no nos
preocupa porque bien sabemos que "las verdades" con
minúscula solo son transitorias y que cuanto más pronto
pasen tanto más rápido progresará "LA" Verdad, aunque
permanezca por siempre inalcanzable. Por lo demás, ésta
es una obra de opinión; pero NO de prédica de opinión.
Pero más que eso, y como decíamos al principio,
quiere ser una incitación al estudio con la mira puesta en
el día en que la Institución sea tan rica en conocimientos
como ya lo es en Sabiduría.
A.D.M.

Al Or.·.del Vall.·. de Montevideo, abril de 1975 E.·. V.·.

282
Antenor Dal Monte - Estudio Crítico del Ritual Masónico

ÍNDICE

1- EL PROBLEMA………………………………………………………….. 02
2- LA MASONERÍA……………………………………………………….. 29
3- LA LOGIA…………………………………………………………………. 37
4- EL TEMPLO………………………………………………………………. 43
5- LA ASAMBLEA APERTURA EN EL PRIMER GRADO…….. 72
6- LA ASAMBLEA APERTURA EN EL SEGUNDO GRADO….139
7- LA ASAMBLEA APERTURA EN EL TERCER GRADO………175
8- CIERRE DE LA LOGIA GRADO TERCERO……………………..215
9- CIERRE DE LA LOGIA GRADO SEGUNDO……………………241
10- CIERRE DE LA LOGIA…………….…………………………………260
11- FINIS……………………………………………………………………….281

283

Potrebbero piacerti anche