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convocatoria al segundo dossier de la revista peripecias

HISTORIOGRAFÍA EN DEMOCRACIA

En una síntesis probablemente arbitraria, podríamos decir que la revista peripecias surgió de una
experiencia y una reflexión. La experiencia fue la de nuestro acercamiento como docentes en formación a la
escuela secundaria, una secundaria cuyo desenvolvimiento cotidiano desborda y critica en los hechos hasta la más
refinada y revisada planificación. La reflexión fue la que esta crítica de los hechos, este implacable contraste
empírico, motivó sobre las formas y los contenidos de nuestra formación como docentes de historia.

En nuestro número inaugural la reflexión sobre la formación docente y su relación con la escuela media
marcó la tónica dominante de los nudos y los problemas tratados. El dossier incluido en el primer número fue un
intento, sin duda incompleto, disgregado y hecho de a partes, de actualizar las herramientas de discusión entre los y
las profes de historia introduciendo la problemática del posmodernismo en la discusión historiográfica.

El segundo número de nuestra revista se encuentra en proceso de elaboración. En él dedicaremos una


especial atención al problema de cómo pensar nuestra disciplina: la historia. Si la experiencia del secundario sacudió
la estantería de la formación docente recibida, la forma de pensar la historia que debe enseñarse en esa secundaria
no puede quedar intacta, exige ser repensada. Por eso queremos dedicar el segundo dossier al abordaje de un
problema clave que hace al ejercicio de re-pensar la historia: ¿qué significa en nuestro país investigar“historia”
después de la dictadura?, o dicho de otro modo, ¿cuáles son los rasgos determinantes del campo historiográfico en
democracia? Estamos convencidos de que la práctica historiadora fue una de las actividades más permeadas por
las exigencias que emanaron de la sociedad argentina post-dictatorial.

Es leyendo a las figuras de esta “historiografía democrática” que se forman los y las actuales profes de
historia. Halperín Donghi, Tandeter, Sábato, Ternavasio, Romero, entre otros, son algunos de los nombres ineludibles
con que se topa hoy cualquier futuro profe de historia. Por eso, queremos dedicar nuestro segundo dossier a
presentar a ésta generación de historiadores, a contextualizarlos, a poner de manifiesto cómo su ideología, su
concepción de la historia, su metodología y sus intenciones políticas se colaron en su historiografía. Esto, como un
ejercicio de “desideologización”, como un primer paso crítico, imprescindible, para repensar la formación histórica
recibida y para volver a enfocar, de cara a las exigencias de la secundaria, esa historia que hace falta enseñar hoy.

Una cosa más: no podemos hacerlo solos. ¿Te interesa la propuesta?


Escribinos a revistaperipecias@gmail.com para saber cómo colaborar.

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