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del
§ verso
NOBLES TEMAS Y BELLAS LETRAS
T. N A V A R R O TO M A S
(lg ? Í-
nució en L a R od a d e L a M an ch a, E sp añ a, el 12 d e a b r il
d e 1884. C u rsó la c a r r e r a d e L e t r a s en la U n iv ers i
T. NAVARRO TOMAS
d a d d e M adrid. D en tro d e l ca m p o d e la lin g ü ística
es p a ñ o la , ha a h o n d a d o c o n p e r s is te n te e s fu e r z o y r i
g u ro so m é to d o en e l es tu d io d e los h á b ito s p e c u lia r e s
d e s a r r o lla d o s p o r e l id io m a en los d iv e rso s a s p e c to s
y n iv e le s d e la e x p r e s ió n oral. S u a te n ció n se ha d ir i
g id o con igual in te r é s a l e s p a ñ o l d e E sp añ a y al d e
A m er ica . Ha d e fin id o e n su "M an u al d e p r o n u n c ia
A R T E
ción' los rasg os q u e ca ra c teriz a n e l re fin a d o m e c a
n ism o fo n é tic o d e e s te id io m a . En otra o b ra g e m e la .
DEL
" M an u al d e e n t o n a c ió n ", s o b r e m a teria m ás m o v ib le
e im p a lp a b le , ha m o stra d o el d e lic a d o sistem a a q u e la
lengua r e s p o n d e en la r e la c ió n y v a lo r a c ió n se m á n tica
d e sus in fle x io n e s m e ló d ic a s. E l se llo típ ico q u e d is
V E R S 0
tin gu e al e s p a ñ o l p o r v ir tu d d e su s c u a lid a d e s p r o s ó
d ic a s, a p a r e c e o b je t iv a m e n t e d o c u m e n ta d o y c o m e n ta d o
en “E l a c e n to c a s t e lla n o ”. El se n tid o rítm ico y m u sica l
q u e la len g u a ha d e s p le g a d o en la riq u ez a d e su v e r
sific a c ió n se halla d e m a n ifie s to en la “M étrica e s p a
ñ o la ” y en el p r e s e n te “A rte d e l v e r s o ”. N ada en es to s
lib ro s ni en las d e m á s o b r a s d e l a u to r es im p ro v isa d o ,
o scu r o , a fe c t a d o ni p ro lijo . S u m o d o d e e x p o s ició n
p r e s e n ta los h e c h o s con s o b r ie d a d y s e n c ille z en un
o rd e n y e q u ilib r io q u e co m b in a n la e x p e r ie n c ia d e l
la b o r a to r io y d e la c á te d r a , la a u sterid a d d el in v e s ti MEXICO
g a d o r y el e s m e r o y d e c o r o d el m a estro . R esa lta n ta les
c u a lid a d e s en e s te b r e v e " A rte d e l v e r s o ”, d e s tin a d o
a la d iv u lg a c ió n d e u n a en señ a n z a q u e, o r ie n ta d a p o r
COLECCION MALAGA, S. A .
N e b n ja y d e fin id a p o r B e llo , a p a r e c e a q u í r e e la b o r a d a MEXICO
cor, n u ev o s e le m e n to s y e x p lic a d a d e la m a n e r a m á s
fá c il y a s e q u ib le . 1975
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Segunda
edición,
edición,
sept.
julio
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1959
1964
Olio
T ercera edición, julio de 1965
C u arta edición, abril de 1968
Quinta edición, junio de 1971
S e x ta edición, marzo de 1975
NOCIONES DE METRICA
010180
3
/
\
I ntroducción. Se trata en este libro de ofrecer una
guía práctica para conocer y distinguir las diversas cla
ses de versos y estrofas jasadas en la jpoesía en lengua
española. La primera parte tiene por objeto establecer
los principios esenciales que han de servir de base en la
explicación de las referidas formas métricas. Sería de
desear que tales nociones llegaran a hacerse de dominio
común, por lo menos en las esferas escolares. Conocer
la naturaleza del verso es condición indispensable para
componerlo con acierto, para interpretarlo con propie
dad y para sentir y apreciar su valor. Limita sus medios
de expresión el poeta que confía la forma métrica de
sus obras al simple ejercicio de los modelos corrientes
o a su mera intuición artística. Contra lo que suele
creerse, el mérito principal del versificador no consiste
en producir sus metros con facilidad y soltura, sino en
saber diferenciar las modalidades comprendidas bajo el
concepto de cada tipo ordinario y en aplicarlas adecua
damente dentro de los variables efectos de la composi
f ción poética. A pesar de las muchas experiencias reali
zadas en este terreno, los múltiples recursos del verso
están aún lejos de haber sido agotados.
Por otra parte, el verso mejor compuesto parecerá
apagado y mediocre en labios de un lector que no sepa
percibir ni hacer notar las circunstancias especiales de
10 T . NAVARRO TOMAS ARTE DEL VERSO 11
su particular estructura. A menudo el mismo poeta es la estructura del verso español. Los efectos fundados
un lector deficiente de sus propias composiciones. Aun en la armonía de las vocales, en la aliteración de las
que la lectura y comentario de textos en verso ocurra consonantes o en las correlaciones, alternancias, parale
con frecuencia en las tareas docentes, raro es el caso en lismos, antítesis y demás recursos de la colocación de
que se dedica atención a sus condiciones rítmicas y mé los vocablos sólo se emplean con función ocasional y
tricas. El análisis de cláusulas, períodos, anacrusis y si complementaria.
nalefas suele eludirse supersticiosamente como técnica El verso determina en principio su figura y límites
oscura y árida. El resultado es que la mayoría de las mediante la combinación de sílabas, acentos y pausas.
personas se sienten cohibidas e inseguras cuando tienen Los versos españoles con ritmo definido requieren cua
que leer en voz alta una poesía. A su vez los “profesiona tro o más sílabas. Los de dos o tres sílabas, en lo que se
les de la declamación suelen alterar las condiciones nor refiere al ritmo acentual, sólo poseen una individualidad
males del verso bajo la influencia de sus particulares aparente, sostenida por los que les preceden o siguen.
ideas, hábitos y temperamentos. En general el modelo Los versos de uso más arraigado y consistente son los
que importa tener presente es el de una lectura clara y que mejor se acomodan por su extensión silábica al mar
natural, moderada sin monotonía y expresiva sin afec co en que alternan los principales grupos fónicos de la
tación, Divulgar en este sentido el conocimiento de la prosa ordinaria. La línea que separa el campo del verso
métrica es ensanchar el círculo social en que la obra del de la prosa se funda en la mayor o menor regulari
poética puede hacer más fácil la comprensión de su con dad de los apoyos acentuales. El lenguaje adquiere
tenido artístico y más pleno y refinado el sabor de su ¡ forma versificada tan pronto como tales apoyos se orga
lectura. nizan bajo proporciones semejantes de duración y su-
•cesión.
V e r s o . El examen de las manifestaciones del verso
español en el largo proceso de su historia impide ence -C lases de versos. Por razón de su medida, los ver
rrar su concepto en una estrecha definición sometida a sos son métricos si se ajustan a un determinado número
medida de sílabas, ajuste de acentos y correspondencia de sílabas y am étricos si no se sujetan a tal igualdad.
de rimas. Basta representarlo como serie de palabras Sólo a los primeros les corresponde propiamente el nom
cuya disposición produce un determinado efecto rítmico. bre de metros. A los versos amétricos se les suele, llamar
La base del ritmo del verso son los apoyos del acento también asilábicos e irregulares. Son monorrítmicos los
espiratorio. Otros factores fonéticos como el tono o la versos que mantienen una disposición invariable en su
cantidad silábica no desempeñan papel constitutivo en estructura acentual y polirrítm icos los que dentro de la
12 T . NAVARRO TOMAS ARTE D EL VERSO 13
misma medida presentan modificaciones en el tipo y de la poesía contemporánea. Los versos acentuales, de
orden de los elementos que determinan tal estructura. uso más restringido, fueron también introducidos por el
Entre los versos amétricos se da el nombre de acentuales modernismo.
a los que consisten en un número variable de cláusulas Aun tratándose de los metros de forma más definida
del mismo tipo rítmico; las diferencias de medida del y concreta, en ningún caso el verso puede ser represen
conjunto silábico no alteran en estos versos la uniformi tado sino como mero molde o patrón de figura esquemá
dad del ritmo. Es verso acentual, por ejemplo, el de la tica. La forma material con que el poeta lo ejecuta y la
M archa triunfal de Rubén Darío. Son libres los versos interpretación con que el lector lo recoge son realiza
amétricos que no obedecen ni a igualdad de número de ciones del común arquetipo a que uno y otro lo refieren.
sílabas ni a uniformidad de cláusulas; el verso libre En general las discrepancias de interpretación son es
pone al servicio de los efectos del ritmo elementos di casas en los metros tradicionales y corrientes. Tales
versos, sin someterse inexcusablemente a la regulari discrepancias aumentan a medida que el verso se aleja de
dad del acento. Como modalidad semilibre cabe consi los tipos conocidos y del campo en que ordinariamente
derar el verso fluctuante, cuya ametría no excede de un se realiza la percepción del ritmo. Es frecuente en estos
margen limitado en torno a determinadas medidas con casos hallar diferencias en la lectura de los mismos ver
las cuales suele a veces coincidir. Ejemplo característico sos entre personas de igual preparación y hasta entre las
de verso fluctuante es el arte m ayor del Laberinto de versiones del mismo poeta.
Juan de Mena. Es verso sim ple el que muestra continui
dad rítmica en toda su extensión y com puesto el que J mlaba. En el verso regular la unidad básica es la
consta de hemistiquios o partes iguales o desiguales. sílaba; en el acentual, la cláusula, y en el libre, la pala
La versificación fluctuante, nacida con los orígenes bra. Por su parte la sílaba consiste en uno o más sonidos
de la poesía española, tuvo amplio cultivo bajo varios comprendidos dentro del mismo núcleo de intensidad y
aspectos durante la Edad Media y aun no se ha inte perceptibilidad. Es indispensable para el conocimiento
rrumpido enteramente en la tradición popular. El verso de la métrica familiarizarse con las propiedades de la
regular, representante de un arte más académico, des sílaba en la lengua española, empezando por tener en
pués de larga lucha con la fluctuación, ejerció su domi cuenta que el valor con que tal unidad actúa en el verso
nio desde el Siglo de Oro hasta el romanticismo. La es precisamente el que le corresponde en la pronuncia
corriente versolibrista empezó con el modernismo en Es ción, no siempre coincidente con el que pueda figurar
paña e Hispanoamérica y ha venido compartiendo con en la representación gramatical y ortográfica de las pa
la métrica regular hasta el momento presente el campo labras. Ninguna discrepancia ocurre cuando se trata de
14 T . NAVARRO TOMAS a r t e d e l v erso 15
sílabas formadas por una sola vocal o por una vocal ocurren dentro del verso entre palabras inmediatas se
agrupada con una o más consonantes: ca-sa, bar-co, a-la- reducen de ordinario a una sola sílaba. El hecho es tan
bar, es-pe-ran-za, com-pro-me-ter, etc. Tampoco existe frecuente que casi no hay verso que no ofrezca uno o
dificultad cuando el lugar de la vocal lo ocupa un dip más casos de esta reducción. Se produce la sinalefa en
tongo o triptongo: ai-re, pie-dra, vein-te, cua-tro, puer-ta, metros de todas las medidas. Los ejemplos siguientes
con-cien-cia, jui-cio, a-pre-ciáis, buey. La disparidad en muestran endecasílabos normales que literalmente en
tre la pronunciación y la ortografía se produce en la cierran trece, catorce y quince sílabas:
concurrencia de vocales finales e iniciales debida al enla
Que hoy nuestro hogar en su recinto encierra (Querol)
ce de las palabras y en los casos en que dentro del mis
Un hombre entró embozado /lüsta los ojos (Espronceda)
mo vocablo aparecen vocales contiguas que prosódica Huye el monstruo a exhalar su acerba pena (Lista)
mente no constituyen diptongo ni triptongo. En los versos
en que se dan tales grupos vocálicos el número de síla B. Sinalela convencional. Se cumple corrientemente
bas métricas es con frecuencia menor que el de las sí la sinalefa dentro del verso aunque entre las vocales
labas gramaticales. Es de primordial interés adquirir exista una división lógica equivalente a un punto y coma
idea clara de este asunto hasta donde su delicado fun o a un punto final, y hasta en los casos de diálogo en
cionamiento lo permite. que el grupo se reparte entre dos personas:
_ ii- Grupos vocálicos. Es tendencia general del idioma — Y en mi casa ¿qué quiere? — Oh, con vos nada (Zorrilla)
evitar^eTTnato que resulta de separar silábicamente en Salve, América hermosa. £1 sol te besa (Darío)
Tú salvaste a la muerte, .dbres tus brazos (Unamuno)
la pronunciación las vocales inmediatas. La práctica pre
Color de ropa antigua. Un julio a sombra (Vallejo)
ferida consiste en reunir el conjunto vocálico en una
sola sílaba mediante una contracción que si ocurre den
C. Hiato entre versos. No se practica la sinalefa en
tro de la palabra se llama sinéresis y si entre palabras el enlace de los versos sucesivos. Los pocos casos que
sinalefa. Influencias de orden gramatical y emocional se
se registran en esta posición suelen ocurrir entre versos
oponen en muchos casos a la indicada tendencia. Las
cortos y rápidos. Algunos poetas antiguos usaron la si
vacilaciones a que tal oposición da lugar impiden ence
nalefa entre el octosílabo y su pie quebrado. Lá prác
rrar el tratamiento de estos grupos en reglas simples y
tica normal y corriente es el hiato:
precisas. La diéresis o disgregación del diptongo se usa
en raras ocasiones. Yo soy aquel que ayer no más decía
A. Sinalefa normal. Los conjuntos de vocales que el verso azul y la canción profana (Darío)
16 ARTE DEL VERSO 17
T . NAVARRO TOMAS
Cabalgaba por agria serranía nes aparentemente análogas los poetas suelen aplicar
una tarde entre roca cenicienta (A. Machado) una u otra forma a los mismos vocablos. Finas y oca
sionales diferencias de expresión determinan la prefe
D. Sinalefa violenta. Se produce cuando dentro del rencia en cada caso. Palabras como día, ahí y aún se
grupo formado por tres o más vocales figura la con tratan unas veces como bisílabas y otras veces como
junción e u o : “Nos dure con eterno e inmortal canto” monosílabas. De manera semejante fluido, viuda, huida
(Cetina), “Que en hierbas se recline o en hilos penda” y ruido en unos casos presentan tres sílabas y en otros
(Góngora). Tanto en estos casos como cuando las con dos. Las oscilaciones de esta prosodia inestable ofrece
junciones interpuestas son y o u lo ordinario es que el entre los versos contrastes como los siguientes:
grupo vocálico forme dos sílabas y que la conjunción
se incorpore a la segunda: Lo hirió Di-ana con su-ave flecha (Hermosilla)
Suave respira el viento, el mar salado (Arriaza)
Al cielo y al infierno desafía (Espronceda)
La boca o el turbante descompuesto (Rivas) Mas tu cru-el constancia ya me advierte (Arriaza)
Fervoroso o áumilde se fijó (Zorrilla)
Allí lánguido yace el cruel guerrero (Mz. de la Rosa)
Como siempre reidora e inconsciente (J. R. Jiménez)
precursor del de la sílaba cuarta, se asienta sobre la esta mujer bella” , de Calderón, figuran cinco acentos
inicial de cada verso correspondiendo por igual a síla prosódicos de los cuales son ociosos los de las sílabas
bas fuertes o débiles: segunda y sexta correspondientes a es y mujer. De la
misma manera, en el endecasílabo de Unamuno, ‘ Mira,
Libre la frente que el casco rehúsa.
ángel mío, que la vida es corta” , son ociosos los de án
El sagitario del carro de fuego.
Góndolas de oro en las aguas azules gel y es, y en el de González Martínez, “Nunca supe
Emperador de la barba florida. quién soy y no sé nada” , donde se reúnen hasta siete
acentos, se hallan en ese mismo caso los de nunca, quién
El final del verso es el punto de correspondencia y sé. El acento rítmico y el prosódico se fundan igual /
más regular entre los acentos prosódico y rítmico. Rara mente en el esfuerzo espiratorio, pero desempeñan fun
vez en la métrica tradicional se ha producido el hecho ciones distintas. Uno marca la regularidad de los apo
de situar en tal posición una palabra gramaticalmente yos en el tiempo y el otro indica la categoría funcional
inacentuada. El modernismo, sin embargo, en sus in de los vocablos. Sus líneas se juntan o se separan libre
tentos experimentales, hizo uso con relativa frecuencia mente fuera de la coincidencia básica de la termina
de tal libertad, sin lograr por cierto adhesión favorable ción del verso.
ni ventaja artística. Pueden mencionarse como ilustra
ción unos pasajes de J. R. Jiménez: P eríodo rítmico . L,a primitiva correspondencia en
tre poesía y canto muestra que cualquier verso simple
Rumores lejanos que
de unidad definida posee además del acento final otro
se escuchan desde los pueblos.
apoyo rítmico situado en una de sus primeras sílabas.
Entre la mañana de La parte del verso comprendida desde la sílaba que
sombras azules y hojas. recibe el primer apoyo hasta la que precede al último
constituye el período rítmico interior. Actúan como ana-
Huyes, pero es de ti; persigues, pero
crusis las sílabas débiles anteriores al primer apoyo
te persigues a ti, Diana bravia.
indicado. El acento final es punto de partida del período
De otra parte, no todos los acentos prosódicos que se de enlace, en el que se suman la última sílaba acen
suelen juntar en el mismo verso participan propiamente tuada, las inacentuadas finales, las sílabas de esta misma
en la composición del ritmo. Entre tales acentos, unos clase iniciales del verso inmediato y la pausa interme
son activos y otros ociosos. En el octosílabo “¿Quién es dia. En la sucesión de los versos, los períodos interiores
o > : f
22 T . NAVARRO TOMAS ARTE D EL VERSO 23
y los de enlace, marcados por la reaparición a inter mera sílaba de cada cláusula, la forma de ésta corres
valos semejantes de los apoyos del acento, se suceden ponde generalmente a los tipos trocaico, óo, o dactilico,
regularmente a la manera de los compases de una com óoo. Por el carácter de sus cláusulas el período puede
posición musical. ser trocaico, dactilico o mixto. El período mixto consta
Los versos compuestos contienen un período interior de cláusulas de distinto tipo. En el conjunto de la versi
en cada hemistiquio y un período de enlace entre estas ficación los metros de período mixto son más frecuentes
mitades, semejante al que se produce entre un verso y que los de período uniforme.
otro. Contribuye la uniformidad silábica de los versos La medida del verso se cuenta desde su primera
a la regularidad de sus períodos rítmicos, pero no es sílaba. Sirve de base el verso que termina con palabra
necesaria tal uniformidad para que los períodos resul llana. Sobre la misma base recibe el nombre: bisílabo,
trisílabo, tetrasílabo, pentasílabo, etc. Al agudo se le
ten regulares y acompasados. Las desigualdades de los
cuenta una sílaba más y al esdrújulo una menos. Las
versos se equilibran en la proporción de sus períodos.
diferentes terminaciones se compensan y equilibran en
La representación formal del verso resulta de sus com
los períodos de enlace. Las cláusulas yámbicas, oó,
ponentes métricos y gramaticales. La función del pe
anapésticas, ooó, y anfibráquicas, oóo, de las cuales se
ríodo es esencialmente rítmica. De su composición y di
ha hecho uso en la representación gramatical del ver
mensiones depende que el movimiento del verso sea
so, carecen de papel efectivo en el ritmo oral. Un verso
lento o rápido, grave o leve, sereno o turbado. como ‘Acude, corre, vuela” , que gramaticalmente se
considera yámbico, oó oó oó o, pertenece rítmicamente
Cláusula. Dentro del período, las palabras se orga al tipo trocaico, con la primera sílaba en anacrusis,
nizan ordinariamente en cláusulas o núcleos de dos o o óo óo óo. La transformación se produce desde el
tres sílabas. En algunas ocasiones el espacio correspon momento en que el período rítmico empieza en el tiem
diente a la cláusula lo ocupa una sola sílaba y a veces, po marcado por el primer acento y no en la sílaba
con menos frecuencia, cuatro sílabas. La mayor parte inicial débil. El eneasílabo “Dancemos en tierra chi
de los versos son de período binario, formado por dos lena” figura como anfibráquico en el plano gramatical,
cláusulas, una en el tiempo marcado o principal y otra oóo oóo oóo, y como dactilico con anacrusis en la
en el tiempo débil o secundario. En ciertos tipos de realización fonética, o óoo ooo óo. Al decasílabo “Del
versos la organización de las cláusulas forma-tres o cua salón en el ángulo oscuro” se le clasifica como anapésti
tro tiempos en cada período. Siendo lo común que el co en términos gramaticales, ooó ooó ooó o, y como dac
apoyo del acento afecte de manera principal a la pri- tilico con anacrusis de sus dos primeras sílabas desde el
24 T . NAVARRO TOMAS ARTE D EL VERSO 25
punto de vista de su percepción rítmica, oo óoo óoo óo. he de contar sus quejas imitando,
En la práctica el ritmo que cuenta no es el que la gra cuyas ovejas, al cantar sabroso
estaban muy atentas, sus amores,
mática sugiere, sino el que el oído percibe.
de pacer olvidadas, escuchando.
Bajo cualquier aspecto es invariable el carácter dac
tilico, óoo, del verso “Nido desierto de mísera tórtola” , Según el sistema prosódico cada uno de los dos
comentado por don Andrés Bello, pero sólo en el te primeros versos consta de cuatro cláusulas yámbicas, oó,
rreno prosódico cabe adscribir al tipo anfibráquico, oóo, y una anfibráquica final, oóo. Los dos siguientes se com
la forma “El nido desierto de mísera tórtola”, y al ponen de una cláusula dactilica inicial, óoo, y cuatro
anapéstico, ooó, la variante “En el nido desierto de mí trocaicas, óo. El quinto repite la forma de los dos pri
sera tórtola.”'De hecho, en los tres casos, el movimiento meros. El sexto consta de dos cláusulas anapésticas, ooó,
rítmico que el oído recoge desde el pur.to en que se pro una yámbica, oó, y una anfibráquica, oóo. No se com
duce el primer tiempo marcado sobre el acento de la prende el sentido del contraste entre las dos primeras
palabra nido es uniformemente dactilico. Las diferen parejas, de tan distinto movimiento. Tampoco se explica
cias se reducen a que la primera forma carece de ana- el objeto de la reaparición del primer tipo en el quinto
crusis mientras que la segunda empieza con una sílaba verso, y mucho menos la abigarrada mezcla de cláusulas
en esa posición y la segunda con dos, cosa que no afecta heterogéneas del verso sexto. Ninguna relación cabe no
a la contextura rítmica de los respectivos períodos. La tar entre este confuso cuadro y el suave y armonioso
identidad del conjunto resalta en el siguiente esquema: compás de tan famosos versos. Sus líneas adquieren
orden y claridad interpretadas bajo la guía de los perío
1 óoo óoo óoo óoo dos rítmicos, anacrusis y tiempos marcados. Del fondo
2 o óoo óoo óoo óoo
trocaico del conjunto sólo se apartan las notas lentas de
O 00 óoo óoo óoo óoo
los tiempos monosílabos:
La ineficacia del sistema prosódico se hace patente O ÓO 00 óo 00 óo
sobre todo en el análisis de los ordinarios metros mix O Óo 00 ÓO 00 óo
tos. Alguna vez se ha hecho referencia con este motivo 000 ó o óo 00 óo
a los endecasílabos del principio de la primera Égloga 000 Ó O 00 óo óo
de Garcilaso. Puede ser útil repetir el ensayo: o óo 00 óo 00 óo
oo ó oo óo 00 óo
El dulce lamentar de dos pastores,
Salido juntamente y Nemoroso, Cantidad. La duración del período rítmico se re
26 T . NAVARRO TOMAS ARTE DEL VERSO 27
parte entre las cláus'das y la de las cláusulas entre las ana- tiempo tiempo tiempo pausa
crusis m arcado débil marcado
sílabas. Individualmente consideradas las sílabas pre
sentan entre sí notorias y variables diferencias ae can Ca bal ga Dié go La í nez
tidad. dales diferencias no responden a ningún orden sílabas 18 30 20 23 15 18 25 27 (20)
regular de sílabas breves y largas. £s infundada la idea
cláusulas 50 54 52
común de que las sílabas fuertes son largas mientras
período
que las inacentuadas o débiles son breves. La realidad 104
es que sobre la duración de las sílabas actúan conjun
al buen rev be sar la ma no
tamente en cada caso el acento, la estructura fonética,
sílabas 15 18 28 17 33 20 29 21 (50)
la posición y el énfasis. La duración de las cláusulas
resulta en general más uniforme que la de las sílabas. cláusulas 35 45 53 50
Lntre cláusulas del mismo tipo la semejanza de du
período 98
ración es, por supuesto, mayor que entre las de tipo
diferente. Unas y otras se ajustan al compás correspon La duración de cada período fue un segundo apro
diente encuadradas en la aproximada regularidad cuan ximadamente y la de las cláusulas la mitad. La suma
titativa de los períodos.
del tiempo marcado, pausa y anacrusis del período de
Aunque sin relación de orden lingüístico con la na enlace, 107, equivale a la duración de los períodos in
turaleza silábica, la cantidad, como se ve, continúa des teriores, 104 y 98. En el primer período, las dos cláu
empeñando papel esencial en el ritmo del verso. Los sulas, trocaica y dactilica, resultaron con duración se
períodos con sus tiempos marcados y su duración se mejante, 50 y 54. La anacrusis consta de una sílaba
mejante determinan el compás; la forma y disposición en el primer verso y de dos en el segundo; en determi
de las cláusulas especifican el movimiento del ritmo. nadas clases de versos reúne h^sta tres sílabas; desapa
Sílabas combinadas en cláusulas, cláusulas organizadas rece cuando el primer tiempo marcado se sitúa sobre la
en períodos y períodos regularizados proporcionalmen sílaba inicial. Tanto las diferencias de anacrusis como
te por los apoyos del acento constituyen los elementos las de terminación entre los versos llanos, agudos y es
jundamentales de la versificación española. El ejemplo drújulos se nivelan en los períodos de enlace.
siguiente presenta en centésimas de segundo la duración
correspondiente a cada una de las unidades indicadas, P ausa y cesxjra . La pausa propiamente métrica es la
según una inscripción fonética del principio del ro que ocurre; en fin de verso y entre hemistiquios de
mance del Besam anos d el C id: versos compuestos. Rechaza la sinalefa y permite que
,W ' J , e . c - en
versos y hemistiquios acaben con terminación distinta, cesura ni de la pausa; no son factores regulares ni
ha pausa delimita hemistiquios y versos y equilibra constitutivos del verso. Su papel corresponde al orden
períodos interiores y de enlace. Pueda consistir en una común de la expresión oral.
interrupción más o menos larga, según señale termina
ción de hemistiquio, verso, semiestrofa o estrofa, o bien R ima. Testimonios abundantes demuestran la exis
puede reducirse a una simple depresión elocutiva en tencia de la rima en canciones populares latinas. Aunque
los puntos de división de tales unidades. Su presencia en latín clásico el verso era ordinariamente suelto, los
es esencial, en todo caso, como elemento determinativo poetas se servían en ocasiones de la rima para deter
de la extensión, armonía y unidad del verso. Suprimirla minados efectos de expresión. La rima adquirió mayor
o abreviarla arbitrariamente convirtiendo el verso en desarrollo en los cantos civiles y religiosos del latín
falsa prosa es un atentado contra el ritmo. medieval. Las lenguas romances, desde el primer mo
La cesura que algunos versos requieren o admiten en mento, adoptaron y generalizaron en su versificación la
alguna parte de su período rítmico fue claramente de práctica de este recurso, base de una línea de armonía
finida por Bello como breve descanso que, a diferencia en que las palabras sitúan sus concordancias en una
de la pausa, repugna el hiato y da lugar a la sinalefa. ordenada relación de tiempo. La rima añade la varie
Otra diferencia consiste en que la cesura no admite dad de su armonía a la muda coincidencia de los tiem
adición ni supresión alguna que afecte al número de pos finales del verso.
sílabas. Se produce de ordinario una cesura en el ende Los precedentes latinos ofrecen testimonios tanto de
casílabo sáfico después del grupo pentasílabo que cons la rim a consonante, en que coinciden todos los sonidos
tituye su primer elemento: “Dulce vecino de la verde finales a partir de la última vocal acentuada (esposa :
selva”. Con frecuencia suele incurrirse en confusión hermosa,), como de la rima asonante, en que sólo coin
entre los dos conceptos indicados. La cesura supone un ciden las vocales (esposa : corona). En el arte trova
descanso más corto que el que generalmente corres doresco la rima consonante se convirtió en uno de los
ponde a la pausa; pero en definitiva no es la duración principales motivos de ingenio y maestría. Fue la época
lo que las distingue entre sí, sino el diferente valor que de las coplas unísonas que se sujetaban a las mismas
cada una representa desde el punto de vista métrico. rimas, del m achofem bra que formaba parejas de versos
En cualquier punto del verso se puede producir una con la misma palabra final en forma masculina y feme
interrupción requerida por la sintaxis o por la necesi nina, del leixaprende que repetía el último vocablo del
dad de destacar el sentido de alguna palabra. Estas de verso al principio del siguiente, y de varios otros artifi
tenciones ocasionales no tienen la función métrica de la cios comprendidos bajo el concepto de galas del trovar.
30 T . NAVAKRO TOMAS ARTE D EL VERSO 31
La asonancia, menos estimada que la consonancia, fue experiencias del verso suelto, algunos ensayos de metros
quedando relegada en la mayor parte de los países a y estrofas al estilo clásico y el moderno verso libre. No
manifestaciones particulares de la versificación jugla es la rima ciertamente el único ni el mayor obstáculo
resca. Sin perder su carácter popular, elevó su papel del verso. Mejor que excluir el verso con rima o sin ella
más que en ninguna otra lengua en ciertos géneros de la es servirse de uno u otro según convenga al carácter y
poesía española. propósito de cada composición.
Las principales reglas de la rima, observadas co
rrientemente en la métrica tradicional, son las siguien E strofa , El papel del verso como parte de la ex
tes: a ) Una palabra no debe emplearse como consonante presión rítmica del pensamiento se completa en la ar
de sí misma, b) Se considera débil o pobre la rima en monía de la estrofa. En sus manifestaciones primarias
que figura la misma palabra con acepciones distintas. la estrofa respondía a las líneas del canto acomodado a
c) Debe evitarse que el último acento del verso o del las evoluciones y mudanzas simétricas de la danza. Sin
hemistiquio inicial en los versos compuestos caiga sobre dudá contribuyó también en otro terreno a definir la
palabra inacentuada, d ) La rima es tanto menos eficaz estrofa el ejemplo de las correlaciones de secuencias y
cuanto más obvia y fácil parece, e ) En composiciones tropos de las melodías litúrgicas. La adopción de la
de rimas trabadas se considera impropio emplear la rima proporcionó el elemento más fértil para la orga
misma consonancia en tres o más versos consecutivos. nización del verso en grupos sujetos a un orden estró
I ) En la asonancia pueden alternar vocales y diptongos fico. Al renunciar a la rima, el versolibrismo se privó
(vez : pies : le y ), y asimismo palabras llanas y esdrú- también ordinariamente de este otro recurso de la ex
julas (salto : rápido, p id e : lím ite). presión métrica.
Al final del período de la gaya ciencia, Nebrija Gran parte de los rasgos que distinguen a cada pe
censuró la rima condenándola como obstáculo para la ríodo poético se fundan en el carácter de las estrofas.
recta y natural expresión. Su actitud obedecía tanto a La poesía antigua, generalmente cantada, se sirvió de
la reacción contra el preciosismo profesional como al estrofas líricas y épicas, bien definidas y poco numero
estímulo renacentista en favor de la imitación del verso sas. El repertorio de estas combinaciones se multiplicó
clásico. Rengifo más tarde defendió la rima como requi desde que la poesía empezó a componerse principal
sito indispensable y Caramuel la elogió como uno de mente para la lectura. La actitud de los poetas no ha
los principales méritos del verso. El hecho es que su sido siempre uniforme sobre esta materia. En unas épo
práctica ha venido ejerciendo un dominio general del cas la estrofa ha sido tratada con curiosidad renova
que sólo la han apartado ocasionalmente las limitadas dora, en otras se ha atendido a su consolidación y
32 T . NAVARRO TOMAS ARTE D EL VERSO 33
uniformidad y en otras se le ha mirado sin especial en plena rima interior: “Amoda en el Amado transfor
interés. mada” , San Juan de la Cruz. “E l corrí ente que nace
Cada estrofa tiene su fisonomía, su aplicación ade de esta fu ente,” San Juan de la Cruz. Góngora, maestro
cuada y su propia historia. Unas fueron cultivadas sola en esta refinada técnica, ofrece ejemplos de armoniza
mente en los círculos profesionales mientras que otras ción vocálica extendida a todo el verso: “ á-a-e-á-o :
se hicieron de dominio popular. Unas se han perpetuado á-o-e-á-a, “Cama de campo y campo de batalla.”
a lo largo del tiempo en tanto que otras sólo tuvieron Efecto evocativo. La eficacia del verso se enriquece
una vida efímera. Muchas son comunes a varios países. cuando se acierta a utilizar la virtud evocativa que los
Algunas son de origen español y sólo se usan en nuestra vocablos poseen en relación con los giros del ritmo. El
lengua o se han extendido a otros idiomas. Metros, rimas rápido y entrecortado movimiento de los versos y el
y estrofas tienen asegurada existencia tan duradera efecto de la rima aguda y oscura subrayan la temerosa
como la de la música y el canto. escena de sombras y cuchilladas de E l estudiante d e Sa
lam anca: “El ruido - cesó. - Un hombre - pasó - embo
Complementos r ítmicos. Otros varios recursos del zado, - y el sombrero - recatado - a los ojos - se caló.”
lenguaje se suman a los efectos de la rima, de la estrofa Valle Inclán aplicó con destreza los contrastes del ritmo
y del ritmo acentual. Han servido en todo tiempo de eneasílabo a pintar los rasgos del abigarrado festejo
gala y adorno del verso varias figuras relativas al orden de R esol de verbena, y con los quiebros dactilicos y
y disposición de las palabras. No se trata de condiciones trocaicos del dodecasílabo, más la aspereza de rimas
aplicadas de manera sistemática y sostenida, sino de como jarro : guitarro, cuca : nuca y tolondrón : figón,
combinaciones que se producen en circunstancias espe puso de relieve la desgarrada figura de E l jaqu e d e Me-
ciales. No será posible indicar más que algunos de tales dinilla.
efectos. .Correlación. Independientemente de la impresión
Armonía vocálica. La impresión musical del verso acústica, la disposición concordante de los vocablos a
se refuerza con el equilibrio de las vocales que ocupan base de su calidad gramatical o semántica suma su pro
sus apoyos rítmicos: a-i-a, “El osado marido que pio efecto al conjunto rítmico del verso, en unos casos
bajaba” , Garcilaso; o-a-o, “La ejecución del hado pre por correlación directa: “Testigos limpios de ánimo
surosa”, Rioja. El hecho es subrayado por la asonancia inocente” , Garcilaso; “Corto descanso de una amarga
de los tiempos marcados: oo-i-oo, “Que hizo de Apolo vida”, Francisco de la Torre; en otros, por correlación
consumirse en lloro”, Garcilaso; ao-e-ao, “Y el Santo inversa: “Cestillos blancos de purpúreas rosas” , Gar
de Israel abrió su mano” , Herrera. A veces se convierte cilaso; “ Ave nocturna de agorero canto”, Francisco de
ARTE D EL VERSO 35
34 T . NAVARRO TOMAS
la Torre; en otros, por contraposición o antítesis: “Y versos: “Y la otra mitad a cuenta - de la primera desea -
claras luces de las sombras vanas”, Garcilaso; “ Muere labradura que se ofrezca” , Calderón.
mi vida y vive mi cuidado” , Francisco de la Torre. Base La manera más corriente y cursiva del encabalga
común es la simetría que con frecuencia se presenta miento consiste en la separación entre versos de sustan
bajo formas más escuetas: “Falto de luz, falto de fe” , tivos y adjetivos: “La luna fraternal con su secreta - in
Darío; “Sol de los Incas, sol de los Mayas”, G. Mistral; timidad de encanto femenino”, Lugones; “Y vosotras
“Tu boca, flor del beso; tus manos, hostias puras” , Gon también las de la hoguera - carnal en la vendimia y el
chubasco”, R. López Velarde. En cierto momento, el mo
zález Martínez.
Repercusión. Los conceptos de un verso se repiten dernismo prodigó la práctica del encabalgamiento, es
pecialmente entre los hemistiquios del alejandrino.
en otro en disposición inversa: “ Se hace camino al an
dar, - al andar se hace camino” , A. Machado; “ Potro Ejemplos de Juan Ramón Jiménez: “El mirador, el
cam ’ panario, la palmera, - me traen historias viejas
sin freno se lanzó mi instinto, - mi juventud montó
que están ya sin sentido.” “El vuelo de estas ma ’ riposas
potro sin freno” , Darío. La composición Criatura afortu
de colores - fúnebres por las so ’ litarías avenidas.”
nada de Juan Ramón Jiménez empieza: “Cantando vas,
“El nacer de una yerba ’ enferma por las piedras - de
riendo por el agua” , y termina: “ Por el agua cantando
las ru-ínas, de ’ las fuentes, de las fosas.” Es sin duda
V«8» riendo” . Un verso de la misma poesía dice: “En
ronda plata y verde, azul y oro” , y otro repite: “En ron eficaz el encabalgamiento moderado y oportuno. Sus
excesos han suscitado parodias burlescas.
da azul y oro, plata y verde” .
Encabalgamiento. Fundado en el desequilibrio entre
verso y sintaxis, el encabalgamiento sirve, según los Advertencia . Gran parte de este primer capítulo,
casos, para la ligadura blanda y suave, para el contraste así como el siguiente, “Repertorio de versos” , proceden
brusco y hasta para el efecto cómico. Unas veces ocurre de la obra del mismo autor titulada M étrica española.
por supermetría: “Miras dentro de Ti, donde está el Reseña histórica y descriptiva, Centro de Estudios His
reino - d e Dios, dentro de Ti, donde alborea” , Una- pánicos, Syracuse University Press, Syracuse, N. Y.
muno; otras veces por inframetría: “No despierta a los 1946, 556 págs. Se excluye del presente libro la materia
pájaros. Pasam os - solos por la región desconocida” , correspondiente al desarrollo histórico de la versifica
González Martínez. En ocasiones queda el verso cortado ción, que constituye el propio cuerpo de la M étrica
en partícula débil: “Y sufrir por la vida y por la som española. Las secciones de “Metros concordantes” , “Re
pertorio de estrofas” , “ Poemas no estróficos” y “Ejer
bra y por - lo que no sospechamos y apenas conocemos” ,
cicios” aparecen aquí por vez primera. Cada sección
Darío; en otros casos se divide una palabra entre dos
36 T . NAVARRO TOMAS
R E P E R T O R I O D E VE R S OS
i
3°l
METROS REGULARES
óo
Noche
triste
viste
ya
aire,
cielo,
suelo,
mar.
oóo
Yo quiero
40 T . NAVARRO TOMAS ARTE D EL VERSO 41
peligros Guillen Peraza
extremos, murió en La Palma,
delirios la flor marchita
en cielos de la su cara.
precisos
y tercos. 5. P entasílabo dactilico .— Acentos en primera y
cuarta. Auxiliar del endecasílabo en la estrofa sáfica.
3. T etrasílabo .— Acentos en primera y tercera; rit Suele llamársele verso adónico. Independiente desde el
mo trocaico. Abundante en coplas caudatas; auxiliar del siglo xvi. Ejemplo de L. Fernández de Moratín, Los
octosílabo como pie quebrado. Independiente en poesías padres del L im bo:
neoclásicas y románticas. Ejemplo de Espronceda, Can
ción d el pirata: óoo óo
Ven, prometido
óo óo jefe temido,
Veinte presas ven y triunfante
hemos hecho lleva adelante
a despecho paz y victoria.
del inglés,
y han rendido 6. P entasílabo polirrítmico .— Se sirve conjunta
sus pendones mente de las variedades dactilica y trocaica. Su uso es
cien naciones más corriente que el de estas variedades separadas y
a mis pies.
uniformes. Ejemplo de Espronceda, E l estudiante de Sa
lamanca :
*4 . P entasílabo trocaico.— Acentos en segunda y
Música triste,
cuarta. Alterna con el endecasílabo y el heptasílabo. Se lánguida y vaga,
combina con su propia variedad dactilica. Aparece de que a par lastima
manera uniforme y sostenida en pasajes de algunas poe y el alma halaga;
sías. Ejemplo anónimo del siglo xv, Endecha de Gui- dulce armonía
llén P eraza: que inspira al pecho
melancolía.
o óo óo
Llorad las damas, 7. Hexasílabq trocaico.— Atentos en las sílabas
si Dios os vala, impares. Alterna cor su propia modalidad dactilica. In
42 T . NAVARRO TOMAS ARTE D EL VERSO 43
óo óo óo óo
*1 7 . Octosílabo mixto ( b ).— Acentos en segunda,
Virgen madre, casta esposa,
46 T . NAVARRO TOMAS ARTE D EL VERSO 47
quinta y séptima. Variedad del polirrítmico. Réplica de una pavana grave arranca
la forma (A ). Aparece en pasajes uniformes. Ejemplo al clavicordio de la abuela.
de Zorrilla, A buen juez m ejor testigo:
20. E neasílabo dactílico .— Acentos en segunda,
o óoo óo óo quinta y octava. Componente del polirrítmico. Indepen
Calzadas espuelas de oro, diente desde el neoclasicismo. Apropiado para el énfa
valona de encaje blanca,
sis y el himno. Ejemplo de Espronceda, E l estudiante
bigote a la borgoñona,
melena desmelenada. de Salam anca:
dominante en poemas narrativos. Ejemplo de fray Luis 36. E ndecasílabo dactílico .— Acentos en prime
de León, C oeli enarrant: ra, cuarta, séptima y décima. Ocasional en el endecasí
labo polirrítmico renacentista. Presente entre los ele
o óo oo óo oo óo mentos formales del arte mayor. Independiente desde
Los cielos dan pregones de tu gloria, el siglo xvii. Ejemplo de Rubén Darío, P órtico:
anuncia el estrellado tus proezas,
los días te componen larga historia, óoo óoo óoo óo
las noches manifiestan tus grandezas. Libre la frente que el casco rehúsa,
casi desnuda en la gloria del día,
*3 4 . E ndecasílabo melódico.— Acentos en terce alza su tirso de rosas la musa
ra, sexta y décima. Componente del tipo polirrítmico. bajo el gran sol de la eterna Harmonía.
ooo Ó O 00 óo óo ooo ó o óo oo óo
Dulce vecino de la verde selva, No, no das tú consuelo a mi quebranto,
huésped eterno del abril florido, muda ilusión, ni al largo padecer;
vital aliento de la madre Venus, y al recordar mi rápido placer,
céfiro blando. copia cruel, me arrancas largo llanto.
T . NAVARRO TOMAS ARTE DEL VERSO 55
54
son cuatro hijosdalgo con cuatro corceles;
39. E ndecasílabo polirrítmico .— Combina las va
el metro de doce galopa, galopa.
riedades enfática, heroica, melódica y sáfica. Forma re
gular del endecasílabo ordinario desde el siglo xvi.
42. Dodecasílabo polirrítmico .— Combina las va
Ejemplo de Lope de Vega, E l p ajarillo:
riedades trocaica y dactilica con versos mixtos de he
mistiquios de ambos tipos. Frecuente desde el período
Daba sustento a un pajarillo un día
neoclásico. Ejemplo de Espronceda, E l estudiante de
Lucinda, y por los hierros del portillo
fuésele de la jaula el pajarillo Salam anca:
al libre viento en que vivir solía.
Las luces, la hora, la noche, profundo
40. Dodecasílabo trocaico.— Consta de dos hexa- infernal arcano parece encubrir,
cuando en hondo sueño yace muerto el mundo,
sílabos trocaicos. Acentos en las sílabas impares. Com cuando todo anuncia que habrá de morir.
ponente del dodecasílabo polirrítmico. Independiente en
composiciones románticas y modernistas. Ejemplo de
43. Dodecasílabo ternario .— Consta de tres nú
Salvador Rueda, Las arañas y las estrellas.
cleos tetrasílabos. Acentos en tercera, séptima y undé
cima. Ritmo trocaico. Ensayado en el período neoclási
óo oo óo : óo oo óo
co. Frecuente en el modernismo. Popular en corridos-
Sus curvados dedos al mover ligeras
como leves armas de traidores filos, mexicanos. Ejemplo de Salvador Rueda, La torre de las
tejen las arañas cual las hilanderas rim as:
sus hamacas tenues de irisados hilos.
oo óo oo óo oo óo
41. Dodecasílabo dactílico .— Suma de dos hexa- Como raya onduladora de una anguila
que se tuerce y se destruye en su girar,
sílabos dactilicos. Acentos en segunda y quinta de cada
es el verso luminoso que encandila
hemistiquio. Componente principal del verso de arte ma y el espíritu en su llama hace temblar.
yor. Independiente en la poesía romántica y modernista.
Ejemplo de Amado Ñervo, E l metro d e d o ce:
*44. Dodecasílabo de 8-4.— Compuesto de dos he
mistiquios desiguales; el primero, de ocho sílabas, po
o óoo óo : o óoo óo
lirrítmico; el segundo, de cuatro, trocaico. Registrado
El metro de doce son cuatro donceles,
donceles latinos de rítmica tropa; en el siglo xv por Nebrija, Gramática castellana:
56 T . NAVARRO TOMAS ARTE D EL VERSO 57
Pues tantos son los que siguen la pasión oo óoo óoo óoo óo
y sentimiento penado por amores, Yo palpito tu gloria mirando sublime,
a todos los namorados trobadores noble autor de los vivos y varios colores.
presentando les demando tal quistión. Te saludo si puro matizas las flores,
te saludo si esmaltas fulgente la mar.
45. Dodecasílabo de 7-5.— Lo forman dos hemis
tiquios desiguales; el primero, de siete sílabas; el se 48. T ridecasílabo compuesto de 7-6.— Consta de
gundo, de cinco; ambos, polirrítmicos. Equivale a media dos hemistiquios desiguales; el primero, de siete sílabas,
cuarteta de seguidilla. Precedentes en el Siglo de Oro. generalmente trocaico; el segundo, de seis, polirrítmico.
Desarrollado en la poesía romántica y modernista. Ejem Equivale a media cuarteta de seguidilla antigua. Ensa
plo de Rubén Darío, E logio d e la segu idilla: yado por Góngora; repetido en el modernismo. Ejem
plo de Alfredo Gómez Jaime, M anos:
Metro mágico y rico que al alma expresas
Hay manos alevosas que de sus retiros
llameantes alegrías, penas arcanas,
se apartan en la noche como los vampiros
desde en los suaves labios de las princesas
que hieren en la sombra con velo sutil.
hasta en las bocas rojas de las gitanas.
Las garras del salvaje, con furia que espanta,
oprimen del vencido la débil garganta
46. Dodecasílabo de 5-7.— Suma dos hemistiquios cual pliega sus anillos potente reptil.
desiguales; el primero de cinco sílabas, generalmente
dactilico; el segundo, de siete, trocaico. Tratado breve 49. T ridecasílabo compuesto de 6-7.— Primer he
mente en el romanticismo; con más extensión, en el mo mistiquio, hexasílabo dactílico con acentos en segunda
dernismo. Ejemplo de Santos Chocano, M om ia incaica: y quinta; segundo hemistiquio, heptasílabo trocaico con
acentos en segunda y sexta. Ensayado por González Pra-
Guerrero fuiste en que Yupanqui un día
da, Ritmos sin rim a:
hacia el Arauco sin descansar marchó,
y con tu lanza, con tu broquel de cuero,
o óoo óo : o óo oo óo
entraste en filas, del tamboril al son.
¿Sus dioses? El miedo, las sombras y la muerte.
¿Sus odios? El arte, la vida y el placer.
47. T ridecasílabo dactílico .— Acentos en tercera, La jónica gracia maldice de los hombres
sexta, novena y duodécima. Usado en poesías románti y cubre al Eurotas el limo del Jordán.
cas y modernistas. Ejemplo de Gertrudis Gómez de Ave
llaneda, N oche d e insomnio y el a lb a : 50. T ridecasílabo ternario .— Consta de tres nú-
58 T . NAVARRO TOMAS a r t e d e l v erso 59
52. A lejandrino dactílico .— Consta de dos he Esperanza olorosa a hierbas frescas, trino
mistiquios heptasílabos dactilicos. Acentos en tercera y del ruiseñor - prima ’ veral - y matinal.
sexta de cada hemistiquio. Componente del alejandri Hace sonar - un rui ’ señor - en lo invisible
no polirrítmico. Independiente desde el romanticismo. y Mima es ya princesa de un imperio imposible.
Ejemplo de Rubén Darío, Sonatina:
55. A lejandrino a la francesa.— Primer hemis-
60 T . NAVARRO TOMAS ARTE D EL VERSO 61
tiquio con terminación aguda o con sinalefa o encabal mera, cuarta, séptima, décima y decimatercera. Admite
gamiento respecto al segundo. Ensayado en repetidas cesura después de la quinta. Ejemplo de J . Vicuña Ci-
ocasiones desde el siglo xvm. Ejemplo de Iriarte, La fuentes, Estudios d e m étrica:
cam pana y el esquilón:
óoo óoo óoo óoo óo
En cierta catedral una campana había Dijo el Centauro, meciendo sus crines hirsutas:
que sólo se tocaba algún solemne día; — Tiempo es que vuelva al destierro en los ásperos riscos;
con el más grave son y sonoro compás monstruos más fieros que el nieto de Ixión, en las rutas
cuatro golpes o tres solía dar no más. tienden sus arcos y muestran sus gestos ariscos.
61. P entadecasílabo compuesto ( b ).— Formado en tercera, sexta, novena, duodécima y decimaquinta.
por un hemistiquio heptasílabo y otro octosílabo, ambos Usado por románticos y modernistas. Ejemplo de Ger-
trocaicos. Usado en poesías románticas y modernistas. Irudis Gómez de Avellaneda, N oche de insomnio y el
Ejemplo de González Prada, O ssiánica: a lb a :
Ya viene el cortejo,
ya viene el cortejo. Ya se oyen los claros clarines.
La espada se anuncia con vivo reflejo.
Ya viene, oro y hierro, el cortejo de los paladines.
76. A m é t r ic o d a c t íl ic o ( b ) . — Su b a s e p r o s ó d ic a
68 T . NAVARRO TOMAS ARTE D EL VERSO 69
es la cláusula anapéstica, ooó, transformada en dacti 79. V erso lírico juglaresco .— Forma pareados
lica, óoo, en la sucesión del verso. Usado en poesías mo fluctuantes, con preferencia por las medidas de siete,
dernistas. Ejemplo de Santos Chocano, Sol y som bra: ocho y nueve sílabas. Se usó en los debates y poemas
líricos de juglaría. Ejemplo de Razón d e am or:
Trepidaron las gradas del circo;
puesta en pie la fanática turba clamaba a una voz; Qui triste tiene su coragón
y en un signo de gracia, benga oyr esta razón.
de divina expresión, Odrá razón acabada,
un clavel arrojado por dedos de rosa feyta de amor e bien rimada.
en el céntrico punto del circo cayó. Un escolar la rimó
que siempre dueñas amó.
77. P entasílabo polirrítmico m ú ltiple . — Con
siste en la repetición en número variable de la unidad 80. P ie de romance.— Se compone de dos hemisti
pentasílaba en sus dos modalidades trocaica y dactilica. quios generalmente octosílabos, con fluctuación menor
Usado en el período modernista. Ejemplo de Santos que la del verso épico juglaresco. Aparece en romances
Chocano, De viaje: antiguos. Ejemplo del Rom ance del P alm ero:
Pierrot y Arlequín
mirándose sin
rencores,
después de cenar
pusiéronse a hablar
de amores.
el compás de los polirrítmic os de ocho. Ejemplo de Ro Avellaneda, en Avant-propos de José Asunción Silva y
salía de Castro, En las o r ille s del S ar: en la D edicatoria de P oem a d el otoño de Rubén Darío,
la cual empieza de este modo:
Poeta, en fáciles versos
y con estro que aliante los ánimos, Tú que estás la barba en la mano
ven a hablarnos de esperanzas, meditabundo,
pero no de desengaños. ¿has dejado pasar, hermano,
la flor del mundo?
10. O ctosílabo y decasílabo compuesto .— Alter
nan manteniendo cada uno su carácter. El decasílabo, 13. E neasílabo y hexasílabo .— Son concordantes
de 5-5, refuerza el contraste d e sus hemistiquios mez en sus respectivas formas dactilicas. Ejemplo de Ger
clados con el verso de ocho. Ejemplo de Pablo Piferrer, trudis Gómez de Avellaneda, E l genio d e la m elan colía:
Canción d e la prim avera:
De todos los genios hermosos
Ya vuelve la primavera, yo soy el más bello,
suene la gaita, ruede la danza; y en todas las almas sublimes
tiende sobre Ja pr rdera se ostenta mi sello.
el verde manto de su esperanza.
Hubo un rico en Madrid, y aun dicen que era ¡Con qué pura y serena complacencia
más necio que rico, brilla esta noche la luna!
cuya casa magnífica adornaban a imagen de la cándida inocencia
muebles exquisitos. no tiene mancha ninguna.
27. E ndecasílabo y Heptasí labo .— Coordinación 30. E ndecasílabo y eneasílabo .— El verso de nue
común y corriente entre todas las variedades de ambos ve sílabas es natural auxiliar del de once, aunque menos
metros polirrítmicos. El heptasílabo corresponde a la usado en este papel que los de siete y cinco. Ejemplo
sección del endecasílabo determinada por el apoyo de de Manuel González Prada, R om ance:
la sílaba sexta. Ejemplo de Bécquer, R im a LX X :
Cuando reclina en la nevada mano
la rubia frente virginal
¡ Cuántas veces al pie de las musgosas
entorna la mirada y enmudece,
paredes que la guardan
¿en quién la niña pensará?
oí la esquila que al mediar la noche
a los maitines llama!
31. E ndecasílabo y dodecasílabo.— El dodecasí
labo es compuesto, 6-6, polirrítmico, en el ejemplo si
28. E ndecasílabo dactílico y heptasí labo .— Con
guiente, de Rubén Darío, Canto de la sangre. El ende
los endecasílabos dactilicos armoniza bien el heptasíla
casílabo, más que como unidad concordante, aparece
bo del mismo tipo rítmico acentuado en tercera, pero no
como lema al frente de cada estrofa:
tan bien la variedad trocaica acentuada en segunda.
Ejemplo de Jorge Guillen, E l cisne: Sangre de Abel, clarín de las batallas:
luchas fraternales; estruendos, horrores;
El cisne, puro entre el aire y la onda, flotan las banderas, hieren las metrallas,
tenor de la blancura, y visten la púrpura los emperadores.
zambulle el pico difícil y sonda
la armonía insegura
32. E ndecasílabo y alejandrino . — La armonía
tiene por base en este caso la correspondencia del ende
29. E ndecasílabo y octosí labo . — El octosílabo
casílabo con los hemistiquios del alejandrino, 7-7. Ejem
adquiere lentitud y gravedad al acomodarse al ordina
plo de Antonio Machado, E legía de un m adrigal:
rio compás del endecasílabo. Son de tipo dactílico los
octosílabos en el ejemplo siguiente de Rosalía de Cas Quiso el poeta recordar a solas
tro, A la luna: las ondas bien amadas, la luz de los cabellos,
86 T . NAVARRO TOMAS ARTE D EL VERSO 87
que él llamaba en sus rimas rubias olas. ¡Panida! Pan tú mismo, que coros condujiste
Leyó. . . La letra mata: no se acordaba de ellos. hacia el propileo sacro que amaba tu alma triste,
al son del sistro y del tambor.
33. Dodecasílabo y hexasílabo.— El verso de do
ce, 6-6, y el hexasílabo ofrecen concordancia perfecta 36. P entadecasílabo y alejandrino .— El de quin
cuando tienen por fondo común el ritmo dactilico. Ejem ce sílabas consta de dos partes, 6-9, coincidentes en su
plo de Bécquer, R im a L X X II: ritmo dactilico. Su movimiento concuerda con los he
mistiquios, 7-7, del alejandrino. Ejemplo de Ernesto
Así los barqueros pasaban cantando
Mario Barreda, Cuadro de salud:
la eterna canción,
y al golpe del remo saltaba la espuma
Brillaba el arado. Los bueyes, enormes y lentos
y heríala el sol.
iban abriendo el surco sobre la tierra buena.
Un vuelo de pájaros, cual una corona de alas,
34. A lejandrino y heptasílabo .— Otro de los gru
oreaba la noble frente del labrador.
pos que actúan con clara y natural armonía es el del
alejandrino, 7-7, y el heptasílabo, tanto bajo una va
riedad definida como en su forma polirrítmica. Ejemplo
de Gabriela Mistral, Mientras baja la nieve:
Gloria a la Diosa
de las delicias,
cuya guirnalda bella
ya en nuestras sienes victoriosa brilla.
El verso de catorce no significa disparidad dentro del 42. E neasílabo, decasílabo y dodecasílabo.— Las
grupo. Sus hemistiquios lo asocian, como es sabido, con combinaciones de dactilicos fueron frecuentes en las le
los metros de siete y once sílabas. Ejemplo de Fernán tras de bailes antiguos. Se mezcla a veces el eneasílabo
dez Moreno, H abla la m adre castellana: mixto, como en el ejemplo que sigue, del Rom ancero
general:
Estos hijos, dice ella,
la madre dulce y santa, Zagaleja del ojo rasgado,
estos hijitos tan desobedientes vente a mí que no soy toro bravo;
que a lo mejor contestan una mala palabra. vente a mí, zagaleja, vente,
que adoro las damas y mato la gente.
ESTROFAS FIJA S
VERSO UNICO
ll
iíiü
1. Aunque la estrofa propiamente dicha requiere
dos o más versos, el verso único aparece en realidad
con valor de estrofa cuando sirve de molde a lemas,
motes, proverbios, títulos, etc. Se utiliza en estos casos
el octosílabo más que ningún otro metro:
DOS VERSOS
Amigo al que yo más quería 6. A partir del Siglo de Oro se ha venido usando
venid al alba del día, el pareado de endecasílabos y el de endecasílabo y hep-
tasílabo. La libre mezcla de estos metros en la serie de
3. Parejas rimadas de versos desiguales son fre pareados ha sido llamada silva d e consonantes. Ejemplo
cuentes en los estribillos antiguos. Ejemplos del Villan de Calderón, La vida es sueño, II, 7:
cico del Marqués de Santillana:
Siguiendo a Estrella vengo
Aguardan a mí, y gran temor de hallar a Astolfo tengo;
nunca tales guardas vi. que Clotaldo desea
que no sepa quién soy y no me vea,
Dejadlo al villano pene; porque dice que importa al honor mío;
véngueme Dios delle. y de Glotaldo fío
su efecto, pues le debo, agradecida,
4. El pareado octosílabo, con asonancia o consonan aquí el amparo de mi honor y vida.
cia, es la forma ordinaria de la aleluya popular. Mu
chos refranes se ajustan también a esta misma forma: 7. El modernismo practicó ampliamente el pareado
en eneasílabos, en endecasílabos y en metros más exten
A su padre enfermo cuida sos, especialmente en alejandrinos. Ejemplo de E. Gon
y ruega a Dios por su vida.
zález Martínez, E l buen m aestro:
Quien da pan a perro ajeno
pierde el pan y pierde el perro. ¿Qué pupilas absortas, en el solemne y grave
misterio de la muerte, vieron pasar su nave?
5. El pareado octosílabo de rimas enlazadas, ab:bc: ¿Qué espíritus fraternos, en la penumbra quieta
cd:de, etc., se ha empleado en la composición del p er de un pálido crepúsculo, sonríen al poeta?
la reducción del primer verso a un simple trisílabo. 17. El cuando mexicano es una cuarteta octosílaba
Ejemplo de S. y J. Álvarez Quintero, Cancionera, ac- elaborada con repetición de versos y aditamentos com
to II: plementarios. Ejemplo del Cancionero mexicano de Vi
cente Mendoza, New York, 1942:
Los celos
Ay que ventanas tan altas
se gozan en abatir
para mí tan chaparrito;
castillitos por los suelos.
¡hum, ja ja ja jay!
para mí tan chaparrito.
15. Otra canción andaluza, la playera, consiste en Quisiera ser albañil
un terceto en que los versos primero y tercero son hexa- para bajarlas tantito;
sílabos rimados y el segundo generalmente endecasílabo ¡hum, ja ja ja jay!
para bajarlas tantito.
suelto. F. Rodríguez Marín, L a copla, Madrid, 1910,
pág. 14:
18. Tan antigua como la cuarteta es la redondilla,
aunque de dominio menos común. Su variedad típica
No sé lo que tiene
consiste en cuatro octosílabos de rimas cruzadas, abab.
la hierbabuena de tu huertecito
que tan bien me huele. Ejemplo de Ventura Ruiz Aguilera:
Gran dote es la belleza Daban olor sobeio las flores bien olientes,
y honestidad allí de los mayores; refrescaban en omne las caras e las mientes,
el pecar, gran vileza, manaban cada canto fuentes claras corrientes,
y su precio, morir con los favores. en verano bien frías, en invierno calientes.
31. Una tercera variedad de quintilla usada también que gotas de agua en el mar
y arena en los arenales.
con gran frecuencia equivale a una redondilla abrazada
a la que se aumenta un verso inicial que anticipa la
rima interior, abaab. Ejemplo de Nicolás Fernández de 34. La imitación de las cortas estrofas horacianas
Moratín, Fiesta d e toros en M adrid: sirvió de base a la lira, quinteto de endecasílabos y hep-
tasílabos, aBabB, ennoblecido por Garcilaso, su intro
Madrid, castillo famoso,
ductor, y por sus continuadores fray Luis de León y San
que al rey moro alivia el miedo, Juan de la Cruz. Ejemplo de este último en Canción del
arde en fiestas en su coso alm a:
por ser el natal dichoso
En una noche oscura,
de Alimenón de Toledo.
con ansias en amores inflamada,
oh, dichosa ventura,
32. La lírica popular cultiva la quintilla alterna del salí sin ser notada,
primer tipo, pero con rima asonante o con libre mezcla estando ya mi casa sosegada.
de asonancia y consonancia. Ejemplo recogido en un
pueblo manchego: 35. Entre los muchos cultivadores que la lira ha te
nido, algunos han introducido alguna pequeña modifica
Si mi madre fuera mora ción en la disposición de sus versos. Bello utilizó la va
y yo nacido en Argel, riante ABabB en su oda Al 18 d e S eptiem bre:
renegara de Mahoma
sólo por venirte a ver,
hermosa y blanca paloma. Celebra, oh patria, el venturoso día
en que tus fueros vindicar osaste
y el yugo que oprimía
33. En las cañas y polos andaluces y en los huapan tu cuello destrozaste
gos mexicanos, la quintilla asonantada suele dejar suel y el canto de los libres entonaste.
to el primer verso, abcbc. Ejemplo de Manuel Machado,
Cante hondo, Madrid, 1916, pág. 70:
36. Ha sido poco usado el quinteto de endecasíla
bos plenos. Gaspar Núñez de Arce utilizó la variedad
No hay penilla ni alegría
que se quede sin cantar, ABAAB en su poesía A la muerte de don Antonio Ríos
y por eso hay más cantares R osas:
108 T . NAVARRO TOMAS
ARTE DEL VERSO 109
Cayó como la piedra en la laguna 39. La sextilla de pie quebrado se ha compuesto tam
con recio golpe en la insondable fosa. bién con dos octosílabos pareados en cada mitad de la
Ya no levantará tormenta alguna estrofa y con quebrados finales agudos, aaé:bbé. Ejem
su elocuencia, vibrando en la tribuna, plo de Zorrilla, “Oriental” , en Obras com pletas, Valla-
come el rayo terrible y luminosa.
dolid, 1943, I, 449:
37. Algunos poetas románticos se sirvieron del quin Dijo el noble de Castilla,
teto formado por cuatro endecasílabos y un heptasílabo y del torrente a la orilla
final. La variedad ABAAb fue usada por Vicente W. aguardó.
Querol, Rim as, Madrid, 1891, pág. 143: ¿Qué hace el moro que injuriado
en la muralla apoyado
Un año más en el hogar paterno se quedó?
celebramos la fiesta del Dios Niño,
símbolo augusto del amor eterno, 40. Otra disposición de la sextilla de pie quebrado
cuando cubre los montes el invierno sitúa los versos cortos en el interior de cada semiestrofa,
con su manto de armiño. aaé:bóé. Ejemplo de Zorrilla en “Tempestad de vera
no”, Op. cit. I, 198:
SEIS VERSOS
Y entre nubes purpurinas,
peregrinas,
38. Mantiene su renombre la sextilla formada por
de azulado tornasol,
cuatro octosílabos y dos tetrasílabos en dos mitades si tendió el iris a lo lejos
métricas con rimas correlativas, aberabe, la cual solía los reflejos
componerse en parejas en las antiguas coplas de p ie que de los colores del sol.
brado. Ejemplo de Jorge Manrique, Coplas a la muerte
d e su p ad re: 41. Del sexteto correlativo en heptasílabos y endeca
sílabos, abC:abC, a la manera con que empiezan las
Recuerde el alma dormida, estancias de algunas canciones de Garcilaso, fue inicia
avive el seso y despierte
dor San Juan de la Cruz en su Llam a d e amor viva:
contemplando
cómo se pasa la vida,
Oh, llama de amor viva
como se viene la muerte
que tiernamente hieres
tan callando.
110 T. n avarro tom as ARTE DEL VERSO 111
de mi alma en el más profundo centro; puede ser cruzada o abrazada y el orden de los metros
pues ya no eres esquiva, se combina bajo varias formas. La combinación aBbacC
acaba ya si quieres,
fue empleada por A. Lista en Canto a la esposa:
rompe la tela deste dulce encuentro.
Vírgenes de Judea,
42. La correlación uniforme a base de endecasíla el tierno canto oíd. Hiere la esposa
bos plenos ha sido practicada en composiciones moder el arpa deliciosa
nas,. ABC:ABC. Ejemplo de Gaspar Núñez de Arce, que a su pastor recrea
Gritos del com bate, Madrid. 1914, pág. 113: y canta sus loores
entrando en la mansión de los amores.
Al menos en el siglo desdichado
que aquel ilustre y vigoroso vate 45. El sexteto de endecasílabos y heptasílabos se
con el rayo marcó de su censura, construye también en forma simétrica con dos de los
podía el corazón atribulado versos largos formando pareados en cada semiestrofa y
salir ileso del mortal combate
con los cortos rimados entre sí, AAb:CCb. Ejemplo de
en alas de la fe radiante y pura.
Gertrudis Gómez de Avellaneda, Amor y orgullo:
43. La sexta rima de origen italiano, formada por Un tiempo hollaba por alfombra rosas,
cuatro endecasílabos alternos más otros dos con rima y nobles vates de mentidas diosas
pareada, ABABCC, se ha cultivado en extensos poemas prodigábanme nombres,
a partir del Siglo de Oro. Ejemplo de Zorrilla en Un mas yo, altanera, con orgullo vano,
cuento d e am ores: cual águila real al vil gusano,
contemplaba a los hombres.
44. El sexteto alirado mantiene la disposición pa Era el regio festín que en Pefsia esclava
reada de los dos versos finales. En los anteriores la rima por su conquista daba
112 T . NAVARRO TOMAS ARTE DEL VERSO 113
sente, con ligero cambio del terceto, abba-acc, en Luis mente combinados en su ritmo dactilico, fue realizado
Rosales Camacho, Canciones del llam am iento a los pas por Manuel Paso en N ieblas:
tores :
Ya pronto anochece;
Deja en su sueño el ganado qué triste está el cielo.
que nube cándida fue, El aire cimbrea
pastor que sientes el pie los álamos secos.
al son del gozo bailado; Ya hay nieve en la cumbre del monte;
si el cielo está deshojado la luna amarilla
sobre el heno bienhechor se refleja en los campos abiertos.
¿cómo no venís, pastor?
OCHO VERSOS
57. Las combinaciones de siete versos, endecasíla
bos y heptasílabos, pertenecen al tipo de estancias de 59. De antigüedad venerable es la copla de arte ma
extensión variable. Se han ensayado estrofas fijas de sie yor. Sustituyó a la cuaderna vía en la poesía grave de
te versos en otras clases de metros, además del octosí la Edad Media. Constaba de dos cuartetos en dodecasí
labo. El venezolano José Ramón Yepes combinó seis labos fluctuantes enlazados por las rimas. La disposición
dodecasilabos rimados más un hexasílabo suelto que de las rimas podía ser cruzada o abrazada en ambos
cuartetos y podía ser de una u otra manera en cada uno
divide la estrofa en dos mitades, ABAcABB, en La ra
de ellos. Ejemplo de Juan de Mena, Laberinto d e F or
m illetera:
tuna:
Yo canto las armas de los Palestinos rada de Gaspar Gil Polo, cuyas estrofas se combinan
príncipes doce del Omnipotente, de este modo, ABBA:acCdD:
sus doce triunfos de don excelente,
triunfos de gloria seráfica dinos, De flores matizadas se vista el verde prado,
y pongo la tierra debajo los sinos retumbe el hueco bosque de voces deleitosas,
del cinto dorado de los animales, olor tengan más fino las coloradas rosas,
y pinto las altas celestes señales floridos ramos mueva el viento sosegado.
y los fortunados y casos indinos El rio apresurado
de los pasados e vivos mortales sus aguas acreciente,
y pues tan libre queda la fatigada gente
72. Las coplas octosílabas de nueve versos emplea del congojoso llanto
moved, hermosas ninfas, regocijado canto.
das en el siglo xv constaban regularmente de una redon
dilla y una quintilla sin ningún enlace métrico. Su in
dividualidad se funda en la unidad de su sentido. La
variedad abbatcdccd sirvió a Rodrigo de Cota en su DIEZ VERSOS
D iálogo entre el Amor y un viejo:
74. La estrofa de diez versos apareció por primera
Cerrada estaba mi puerta. vez bajo forma de copla caudata de tetrasílabos y octo
¿A qué vienes? ¿por dó entraste? sílabos en la profecía de Casandra de la Historia tro-
Di, ladrón, ¿cómo saltaste yana, siglo xm. Consta de dos semiestrofas simétricas
las paredes de mi huerta?
ligadas por la rima de los octosílabos, a b ab cid ed ec:
La edad y la razón
ya de ti me han libertado;
deja al pobre corazón Cent perdida,
retraído en un rincón malfadada,
contemplar cual le has dejado. cofondida,
desesperada,
gente sin entendimiento;
73. Las combinaciones de nueve endecasílabos y gente dura,
heptasílabos no pertenecen a la clase de estrofas fijas gente fuerte,
sino a la de estancias de variable extensión. Como ejem sin ventura,
plo especial puede recordarse el de la canción de Ar- dada a muerte,
gente de confondimiento.
sileo, en alejandrinos y heptasílabos en la Diana enam o
126 T . NAVARRO TOMAS ARTE D EL VERSO 127
¿Habrá otro, entre sí decía, que la áurea copa en donde Venus vierte
más pobre y triste que yo? la esencia azul de su viña escondida.
Y cuando el rostro volvió Por respirar los perfumes de Armida
halló la respuesta viendo y por sorber el vino de su beso,
que iba otro sabio cogiendo vino de ardor, de beso, de embeleso,
las hojas que él arrojó. fuérase al cielo en la bestia de Orlando,
voz de oro y miel para decir cantando:
79. En el cultivo popular de la décima, extendido la mejor musa es la de carne y hueso.
principalmente por los países hispanoamericanos, alter
nan con frecuencia la consonancia y la asonancia dentro 81. La décima de tipo francés, con el primer cuar
de la misma estrofa. Ejemplo registrado por Juan Al teto cruzado, el segundo abrazado y un pareado entre
fonso Carrizo, Cancionero popular de la R ioja, Buenos ambos, ABAB:CC:DEED, fue usada en endecasílabos
Aires, 1942, III, 425: por Zorrilla en Im presiones de la noche. Modernamente
ha sido practicada en octosílabos, por Jorge Guillen.
Camina lento el cautivo, Ejemplo, Estatua ecuestre:
y con temblorosa voz
pidiendo a todos perdón Permanece el trote aquí
va penoso y afligido. entre su arranque y mi mano.
El concurso compasivo Bien ceñida queda así
mira esta escena de horror, su intención de ser lejano.
y haciendo fuerza y valor Porque voy en un corcel
quiere impedirlo y no puede; a la maravilla fiel:
todos quieren que no llegue Inmóvil con todo brío.
al banquillo ultimador. Y a fuerza de cuánta calma
tengo en bronce toda el alma,
80. El paradigma de la décima octosílaba se ha eje clara en el cielo del frío.
cutado en otros metros. Rubén Darío lo practicó en en
decasílabos comunes, con mezcla de dactilicos de esta 82. Al contrario que en los casos de la octava y el
misma medida, en su B alada en honor d e las musas de sexteto, la poesía romántica rara vez se sirvió de la dé
carne y hueso: cima aguda compuesta de dos mitades simétric as que se
enlazan por la rima fuerte de sus versos finales. Lean
Nada mejor para cantar la vida, dro Fernández de Moratín empleó el esque na aabbé:
y aun para dar sonrisas a la muerte, ccddé en la cantata de Los padres d el L im bo:
A R T E D E L VERSO 131
130 T . NAVARRO TOMAS
86. Aunque con menos frecuencia, los poetas del si pues que su triste ventura
lo despide
glo xv se sirvieron también de la estrofa de once octo
de vos, linda criatura.
sílabos formada por sextilla y quintilla. La primera Del que tal licencia pide
consta de tres rimas correlativas, abcabc:ddeed, en el aved, señora, amargura,
siguiente ejemplo de Hernando de Ludueña, Doctrinal pues la pide
con desesperación pura
de gentileza:
e non pide
Gentiles hombres son todos vida, mas muerte segura.
los que traen grandes capillas
e mangas acuchilladas; 88. De doce versos repartidos en dos redondillas de
las piernas, brazos e codos rimas cruzadas y dos pareados intermedios, abab:ccdd:
atestados de ceñidlas
efef, constan las estrofas usadas por el romántico Gre
muy espesas, muy pintadas.
Pues id, galanes garridos,
gorio Romero de Larrañaga en la poesía E l d e la cruz
a pendones desprendidos, colorad a:
bien syrgados e peynados,
que muchos son los llamados Dime tú, el rey de los moros,
e pocos los escogidos. el de los bellos jardines,
el de los ricos tesoros,
el de los cien paladines,
DOCE VERSOS el de las torres caladas
con sus agujas labradas,
87. Las coplas de pie quebrado, aunque con unidad el de alcatifas morunas,
independiente, solían escribirse en lo antiguo en pare el rey de las medias lunas,
de los reyes soberano,
jas que sumaban doce versos. Se componían además
el de la Alhambra dorada,
estrofas de este tipo ligadas entre sí por la igualdad de ¿en dónde está mi cristiano,
las rimas. Sigue el esquema abubabiabubub el siguiente el de la cruz colorada?
ejemplo del Marqués de Santillana, Cañe, siglo XV,
núm. 252: TRECE VERSOS
con relativa frecuencia. Ejemplo del mismo Francisco de la endecha real. Fue usado por Jerónimo Bermúdez
de la Torre: y repetido por Cervantes en varias de sus comedias.
Ejemplo de Los baños de Argel, I II :
Tirsis, ah, Tirsis, vuelve y endereza
tu navecilla contrastada y frágil Si la esperanza es buena,
a la seguridad del puerto; mira la posesión no es mala.
que se te cierra el cielo. Muy bien está lo hecho;
venga cuando quisiere la limosna.
96. Sexteto simétrico de heptasílabos y endecasíla
bos sueltos, abCdeF. La correlación de los metros suple 99. La antigua estrofa alcaica, resucitada por Car-
la ausencia de la rima. Fue usado por Jerónimo Ber- ducci a base de dos decasílabos compuestos, un eneasí
múdez, siglo xvi, en N ise laureada, II, 4-5: labo dactilico y un decasílabo trocaico simple, sin rimas,
ha tenido en español varios cultivadores. Ejemplo de
Oh, cuán amarga llama Alfonso Reyes, Oda nocturna:
es la del dulce fuego
en los reales pechos encendido, Pues que la noche sugiere cánticos
que cual fortuna grave,
apresta, Lidia, la arcaica péctide;
tras calma bonanzosa,
yo siento a los dioses antiguos
flores, hierbas y plantas llevar puede.
que me inspiran no escuchados cármenes.
97. Cuarteta de heptasílabos sueltos polirrítmicos. 100. El modelo de la lira, con leve modificación, ha
Fue empleada por el bachiller Francisco de la Torre sido reproducido modernamente en endecasílabos y hep
como unidad estrófica de su Oda V, en la que el verso tasílabos sueltos. La estrofa mantiene su armonía no
no aparece en serie amorfa: obstante la ausencia de las rimas. Ejemplo de Dionisio
Ridruejo:
Alexis ¿qué contraria
influencia del cielo Déjame hacer camino
persigue nuestros ánimos de doble paso y amorosa huella
con las cosas del mundo? en la hierba temprana
por donde vino tu desnuda planta
98. Cuarteto formado por tres heptasílabos y un en maravillando mi silencio triste.
decasílabo suelto, abcD, antecedente de la forma métrica
143
ESTROFAS VARIABLES
ZÉJEL
Si en las manos que bendigo 105. En el Siglo de Oro, el villancico más cultivado
fuera yo espiga de trigo,
constaba de tres redondillas: una de estribillo, otra de
que me hiciera harina digo
mudanza y otra de enlace y vuelta; al final se repetía
y luego torta o bodigo,
porque luego me comiera: parte de la primera: abab:cddc:cddb:ab. El lugar de
146 T . NAVARRO TOMAS
ARTE DEL VERSO 147
la redondilla inicial lo ocupa una cuarteta de eneasíla Allí el nido umbrío
bos y decasílabos dactilicos en el siguiente ejemplo de lene el verderol:
Lope de Vega, El bobo d el coleg io: Verde verderol,
endulza la puesta del sol.
Naranjitas me tira la niña
en Valencia por Navidad,
107. En la moderna lírica popular es frecuente el
pues a fe que si se las tiro
que se le han de volver azahar. villancico formado simplemente por una cuarteta octo
A una máscara salí sílaba y otra hexasílaba, sin enlace de las rimas entre
y paréme a su ventana; una y otra, aunque la segunda desempeñe el papel de
amaneció su mañana estribillo. Ejemplo de Miguel de los Santos Álvarez:
y el sol de sus ojos vi.
Naranjitas desde allí
me tiró para furor; Madre, a la puerta hay un niño
como no sabe de amor más hermoso que el sol bello,
piensa que todo es burlar: y dice que tiene frío,
pues a fe que si se las tiro porque el pobre viene en cueros.
que se le han de volver azahar. -—Anda dile que entre,
se calentará,
106. Se ha usado con frecuencia el metro hexasílabo porque en este pueblo
ya no hay caridad.
en la composición del villancico. La persistencia de esta
práctica, con breve estribillo pareado, redondilla cru
zada y un verso de enlace y otro de vuelta, aa:bcbc:ca: CANCIÓN TROVADORESCA
aa, se manifiesta con este fino testimonio entre las poe
sías de Juan Ramón Jiménez: 108. Al tipo de estrofa variable de tres núcleos mé
tricos corresponde igualmente la canción trovadoresca.
Verde verderol,
En su forma más frecuente consta de tres redondillas,
endulza la puesta del sol.
con la última de ellas ajustada a las mismas rimas de
Palacio de encanto la primera, abba:cddc:abba. No hay enlace entre la
el pinar tardío, segunda y la tercera ni repetición literal, sino más bien
arrulla con llanto repercusión de versos, entre la primera y la última. Su
la huida del río.
cultivo, abundante en el siglo xv, se prolongó hasta el
T . NAVARRO TOMAS A R T E D E L VERSO 149
148
pór tierra fragosa
Siglo de Oro. Ejemplo del Conde de Cifuentes, con es
perdí la carrera,
quema abba:cdcd:baba. Cune. B arbieri, num. 38. do vi la vaquera
de la Finojosa.
La que tengo no es prisión,
vos sois prisión verdadera;
110. Una modificación del modelo trovadoresco, con
ésta tiene lo de fuera,
vos tenéis mi corazón.
los versos impares sueltos y con represa o repetición
Ésta me tiene forzado al final de la mayor parte de la primera cuarteta se
tanto cuanto Dios quisiere, halla en la poesía E l duende, de Juan María Arjona,
y vos me tenéis de grado C olee. Rivadeneyra, L X III, 54 7 :
cautivo mientras viviere.
De ésta libertad se espera,
Madre mía, murió el duende;
mas de vos no hay redención,
ya no tenemos con qué
porque sois la verdadera
poder asombrar al niño;
cárcel de mi corazón.
cuando rabiare ¿qué haré?
Se asomaba al postiguillo
109. La canción podía consistir asimismo en tres y los dientes enseñaba,
quintillas, o en una redondilla en el centro precedida y le sacaba la lengua,
y al punto el niño callaba.
por una quintilla y seguida por otra. A veces combinaba
Pero ahora, madre mía,
octosílabos y quebrados. También se componía en he- ya no tenemos con qué
xasílabos. Una variedad admitía que el verso final de poder asombrar al niño;,
la primera parte se repitiera en la terminación de la cuando rabiare ¿qué haré?
estrofa. Ejemplo del Marqués de Santillana:
111. La lírica popular mantiene la tradición de esta
Moza tan fermosa estrofa en ejemplos como el siguiente, en que de una
non vi en la frontera parte se simplifica la rima reduciéndola a la asonancia
como una vaquera de los versos pares, mientras que de otra parte se añade
de la Finojosa.
la gala del encadenamiento entre las tres partes de la
Faciendo la vía
del Calatraveño
canción:
a Santa María, Adiós, catedral de Burgos,
vencido del sueño, memoria guardo de ti,
150 T . NAVARRO TOMAS
ARTE DEL VERSO 151
pues quise a una burgalesa
Venid a la luz del alba,
y ella no me quiso a mí.
non trayáis compaña.
Ella no me quiso a mí
Al alba venid. . .
y con otro se casó,
y ahora pregunta la gente
la vida que llevo yo. 113. Vestigios del cósante se reflejan en composi
La vida que llevo yo ciones de algunos poetas modernos. Aunque con algunas
no la tengo que decir, modificaciones, el balanceo de los pareados es visible,
pues quise a una burgalesa por ejemplo, en Se alegra el mar, del mexicano José
y ella no me quiso a mí. Gorostiza:
RONDEL
De mi vida misteriosa,
tétrica y desencantada,
oirás contar una cosa
que te deje el alma helada.
P O E M A S NO E S T R O F I C O S
15
como nota suspensa y reflexiva, en Eran dos hermanas, 7. La serie de octosílabos rimados con libertad de
de E. González Martínez. Ritmo oscilante trocaico-dac- silva y con el giro ocasional del pie quebrado se ha uti
tílico: lizado en poesías humorísticas y satíricas. Ejemplo de
A. Machado, Llanto d e las virtudes y coplas por la muer
Eran dos hermanas,
te de don G uido:
eran dos hermanas tristes
y pálidas.
Venía una de ellas Oh, las enjutas mejillas,
de tierras lejanas amarillas,
trayendo en sus hombros un fardo y los párpados de cera,
de nostalgias, y la fina calavera
siempre pensativa, en la almohada del lecho;
callada, ¡oh, fin de una aristocracia!
con los ojos vueltos hacia el infinito, la barba canosa y lacia
los ojos azules de pupilas vagas, sobre el pecho;
por los que en momentos hasta parecía metido en tosco sayal,
salírsele el alm a.. . las yertas manos en cruz,
¡tan formal
el caballero andaluz!
6. Entre las formas no estróficas se cuenta la can
tilena heptasílaba de rimas libremente repetidas y com
8. Los efectos de la métrica, con sus ágiles cambios
binadas, de la cual dio ejemplo Esteban Manuel de Vi
de metro, inflexiones del ritmo y juego de rimas, sub
llegas en De un p a ja rillo :
rayan el sentido de la silva humorística de E l m al com
Yo vi sobre un tomillo fitero, de Alfonso Reyes, en la que intervienen variables
quejarse un paj arillo medidas de versos entre cinco y doce sílabas sobre fon
viendo su nido amado do predominantemente dactilico:
de quien era caudillo
de un labrador robado. Es Toledo ciudad eclesiástica.
Viie tan congojado Para sola una noche del año,
por tal atrevimiento sus vides domésticas
dar mil quejas al viento, dan un vino claro.
para que al cielo santo Un vinillo que el gusto arrebola
lleve su tierno llanto, del epónimo mazapán,
lleve su triste acen to.. . y que predispone muy plácidamente
170 T . NAVARRO TOMAS A R T E D E L VERSO 171
para recibir hasta el alma el aroma hasta que la piedad del Padre Eterno
canonical a todos nos esfuerce,
de las uvas negras en aguardiente. o, cual nubes, nos vuelva
en piedras que con lágrimas se ablanden;
9. Varios tipos de composiciones no estróficas co que nuestros duros hados
de sola cuita y llanto se sustentan.
rresponden al campo del verso suelto. Fuera de la estro
Llorad también vosotras,
fa sáfico-adónica y de alguna otra imitación clásica, el
matronas y doncellas lusitanas,
endecasílabo suelto se ha usado generalmente desde el si que habéis también quedado
glo xvi en poesías de carácter didáctico o filosófico sin sin vuestra gran señora,
forma estrófica. Ejemplo de Jovellanos, D escripción d el sin vuestra noble reina,
P au lar: sin vuestra valedora,
sin vuestra compañera y dulce hermana.
Aquí encamino mis inciertos pasos,
y en su recinto umbrío y silencioso,
mansión la más conforme para un triste, 11. La poesía moderna suele combinar los versos de
entro a pensar en mi cruel destino. once, siete y cinco sílabas como metros sueltos, en com
La grata soledad, la dulce sombra, posiciones equivalentes a silvas sin rima. Ejemplo de
el aire blando y el silencio mudo, Unamuno, E legía en la muerte de un p erro:
mi desventura y mi dolor adulan.
No alcanza aquí del padre de las luces
La quietud sujetó con recia mano
el rayo acechador, ni su reflejo
el pobre perro inquieto,
viene a cubrir de confusión el rostro
y para siempre
de un infeliz en su dolor sumido.
fiel se acostó en su madre
piadosa tierra.
10. Aunque menos frecuente que el endecasílabo Sus ojos mansos
solo, la combinación de éste con el heptasílabo en serie no clavará en los míos
libre, sin sujeción a estrofa ni rima, fuera de alguna con la tristeza de faltarle el habla;
coincidencia ocasional, ha sido también utilizada desde no lamerá mi mano
ni en mi regazo su cabeza fina
el siglo XVI. Ejemplo de Jerónimo Bermúdez, /Vise lau
reposará.
reada, I, 3 :
labos o menores, uniformes o con quebrados. Se omiten sujeto a medida, ni a rima, ni a acentuación regular,
rima y estrofa, pero se mantiene la regularidad de los tampoco se ordenan en forma estrófica. Ejemplo de Jor
metros. Ejemplo de Pedro Salinas, Busca, encuentro: ge Luis Borges, Un p atio:
Se destacó mostrando,
la prisión de su vida.
Barros rotos dejaban
en libertad su luz,
pero en ía grieta honda
el fuego encarcelado
calor daba a sus ojos
y ardores a su espada.
¡Qué círculos de miedo
cercaban su osadía!
Ay del galán sin fortuna Ése es el rey más hermoso que el día,
que ronda a la luna bella; que abre a las musas las puertas de Oriente;
de cuantos caen de la luna, ése es el rey del país Fantasía,
de cuantos se marchan a ella. que lleva un claro lucero en la frente.
De quien el fruto prendido
de la rama no alcanzó, Rubén Darío, Pórtico.
de quien el fruto ha mordido
y el gusto amargo probó. ¿Qué es esto? ¿Delirio? ¿Qué espíritu horrendo
suspenso en los aires me eleva tras sí?
A. Machado, Coplas elegiacas.
Mi estrecha garganta se va comprimiendo;
no veo, no siento, no aliento. . . ¡ay de mí!
Y era tu luz voluptuosa y tierna
la que entre flores resbalando allí José Zorrilla, Un testigo de. bronce.
ARTE DEL VERSO 181
180 T . NAVARRO TOMAS
Abril florecía
3. P entasílabo. Acentos prosódicos y rítmicos.
frente a mi ventana.
Dos variedades; repert. de vers., 4-5. Repert. de estro
Antonio Machado, Canciones.
fas, 65:
y períodos predominantes en el conjunto de la compo la tierra, que antes era cielo impuro,
vuelve a ser tierra menos insegura,
sición. Repert. de vers., 85 :
desde que en este día sin reproche,
desde que en esta .roche que no es noche,
Será lo mismo, desde que en este cielo que destierra,
tú vivo, yo en la muerte, desde que en esta tierra que no es tierra,
<jue en una cita en un jardín, el corazón, ayer deshabitado,
cuando se tiene que ir el que esperaba, vuelve a ser corazón enamoradb.
¡con qué tristeza! a su destino, .
y el que tenía que llegar, llega Francisco Luis Bernárdez, Soneto d e amor.
de su destino, tarde y ¡con qué afán!
Tu irás llegando, y verás solo
el banco; y sin embargo llegarás a él,
y mirarás un poco a todas partes,
con ojos tristes, deslumbrados
del sol interno de tu ocaso grana;
y luego lentamente lo mismo que conmigo,
te irás, tan lejos
de ti como esté yo.
Juan Ramón Jiménez, El solo amigo.
Nociones de m é t r ic a ........................................................... 7
R epertorio de m e t r o s ......................................................... 37
Metros regulares................................................................. 39
Versos am étricos................................................................. 67
R epertorio de e st r o f a s ....................................................... 93
Estrofas f i j a s ....................................................................... 95
Estrofas sin r i m a .................................................................... 139
Estrofas variables.....................................................................143
E j e r c ic io s .................................................................................. 175
Esta sexta edición
que consta de 3,000 ejemplares
más sobrantes para reposición,
se terminó de imprimir
el día 15 de marzo de 1975
en los talleres de
“La Impresora Azteca”, S. de R. L.,
Poniente 140 número 681,
Colonia Industrial Vallejo,
México 16, D. F.
EJEMPLAR
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