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John B. Thompson EI escandalo politico Poder y visiblidad en la era de los medios de comunicacién z F F = € t ESE SOR eee vane nee REN Menon AT IN ce tclevisién amaiiados, desde el Watergate al asimto Clinton-Lewinsky, los ese‘indalos se han convertido en un aspecto fundamental de la vida politiea moderna. Gules son las earacteristicas de las escdndalos politicos y por qué han legado 2 adquirir tanta relevancia en nuestros dias? éCusles son las consecarencias sociales y politicas que genera la preocupacién producida. por los esciindalos en la esfera piblica? En esta importante obra, John B. Thompson despliega tun amptio an: escindalo politico. Demnestra que su incremento tiene que ver con los cambios provocados por los medios isis sistematico del fenémeno del de comunicacién, los cuales han transformado ka naturaleza de la visibilidad y alterado las relaciones entre Ia esfera privada y la piblica. Y, en fin, analiza las caracteristicas de los escandalos como aconte: cimientos medisticos y explica por qué los surgides en el Ambito politico han ido adquririendo tuna impor: tancia ereciente en los tiltimos aiios. La obra se convierte asf en un andlisis pionero de un fenémeno ya muy extendido y profundamente per turbador, a la ver que constitnye una lectura escacial para los estudiantes de sociologia, ciencias politicas, Giencias de la informacién y cieneias de la cultura. Ademis, resultara apasionante para todos aquellos lectores que se interesen por todo tipo de cuestiones sociales y politicas, El escandalo politico PAIDOS ESTADO Y SOCIEDAD Ultimos titulos publicados: 4B. C. Castells (comp.), Perspectives foministes en tora politica 44. MH Moore, Gest xian yereacin de valor enol sector pablico 415, P. Van Pai Libertad real pore tadoe 46. BK Kelly, Boru fear atematoo, 47. P.O. Costa, J. M. Péree Tornero yF. Tropes, Tabus urbana 48. M. Randle, Restencta ced! 49. A. Dobson, Penseminto politico verde 50. A. Margalit, La sociedad decence 51. D. Held, Le democrats ef orden global 321 A. Giddens, Politics, socologay eora social 5. D. Miller, Sobre a nacional 54 capital en la ere de lo glob 35. RA, Heiftz, Liderezgo sin respuests fies 56. D. Osborne y P.Pastrck, La reduce de a burocracie 57. R Castel, La metamorfots del estén social 38. U. Beck, cOue es le loboliacin? 59. R Helbronery W. Milberg, La criss de ibe en l pensamient combo moderna 0. P. Kotler y otos, El marketing de ls macioner 61. R Jiureguiy oto, EI tempo que svims ye reparto del trabsio @. A Gore, Misras del presente, rigueza de lo posible 63. Z Braesinski El gram tablera mundial G4. M. Walzer, Trstdo sobre le toleroncia 665. F-Reinares, Terrie y antiterrorimo (6. A. Etzioni, La nace regla de ovo 67. M. Nussbaum, Lae limites del patrioizm (8. P, Petit, Republcenismo 69. C. Moutic, El reorno de lo poltico 70. D. Zolo, Cosmipoli Ti. A. Tourn, ¢ mo sli del liberalismo? 72 8, Strange, Dinero loco 7. R.Gargrell, Lar cores del jstcadespeés de Raval 14. |. Gray, Fao amanecer 75. F Rinaresy P, Waldmann (comps.), Sciedades en guera cv 16. N anc, La glbelzatonimagiada T7. BR Barber, Ur lagar para tadon 78. O. Lafontaine, El crac late lizard 79. U, Bec, Un nuevo mundo feliz 80. A. Calsamighia, Cuestones de laltad 81, HL Bajar, El conan de la repibics 82, JM, Guéhenno, El porvemir de a liberted 83. J] Ritkin, La ere del arcexo 84. A. Gutman, La educacion demoeritica 5. S.D. Krasner, Soberams, ipocrese organicada 86. J Rawls, El derecho de gentes) Una revstn dela idea de recon piblice» 87. N. Garcia Cane, Cultures bras Exratepas para endrary sali ela wsernidad 88. F. Auina, Elsstems politico global 9. 90. J. Gray, Las dos caras del liberaismo GLA. Cohen, Siereeignaitarsta, como esque eres tr ie 91. JB. Thompson, Hi esatndalo politico | John B. Thompson El escandalo politico Poder y visibilidad en la era de los medios de comunicaci6n * | p PAIDOS Tiiicccineenmanenseecmii ‘Titulo original: Political Scandal Publicado en inglés, en 2040, por Polity Press conjuntamente con Blackwell Publishers Led, ‘Traduccién de Toms Ferniinder At y Beatriz Eguibar Cubierta dle Mario Eskenazi PI’ S24 + 4él? Quetom sgseosment prhibilssin a aoc ert deo ares dl epyribuo ts sncons eles en far pes a eps wl paral de obra for cla tmalow proce, compres corona el amen omc y . Se trata de un tipo de discurso moralizador que prodiga mroches y reprimendas, que refunfuia y condena, que expresa desapro on hacia las acciones o hacia los individuos. Es un discurso que implica las acciones son vergonzosas o deshonrosas, y por consiguiente implica bien que las acciones habran de acarrear vergiienza, deshonor y clescré Al individuo o individuos que las realizaron, Es un discurso que puede sysmatizar. El discurso infamante puede expresar diferentes grads de te he, desde la reprensién suave y una cierta languidez, 0 incluso una abut ily desaprobacién, hasta la mas irrestricta protesta de moral ultrajad, puede expresarse de diferentes modos y en distintos contextos nbaryo, para que surja un escandalo, al menos una parte del discutso jane le los no participantes debe elevarse a la categoria dle acto de ha liblico: es decir, debe expresarse (0 manifestarse de cualquier 0110 tle una forma que pueda oirse(o recibitse de cualquier otra man) pluralidad de terceras personas. Si el discurso infamante existe ‘como comunicacin_privada entre amigos 0 conocidos, si slo se ilo voce y como confidencia, podri constituir un ejemplo de ha lwo de rumor, o representar cualquier otto tipo dle ereeneia tradi ado, pero no constituiré un escandalo, Desde luego, las habla pos rumores pueden alimentar el escandalo, y muchos esciindalos se nprecedidos de hecho por los rumores que circulan entre las par efenidas, como periodistas y politicos, o simplemente entre indivi “estin en el ajo. En tltimo término, el escaindalo sélo pucce estar peel acuerdo tacivo que sotierra las habladurias y los tumores en eb els comunicacin privada entre amigos o conocidos, de modo que jones, junto a las apropiadas formas de discurso infamante sobre los acontecimientosen cuestisn, aparezcan pablicamente i esto e3, cle un modo que se encuentre en cietto sentido «abier de una pluralidad de tereeras personas, facilitando que ests }eescuichen cecir, el escindalo presupone la exposicion priblica del discutso in. mente a os fines de los medios de eomunieavion, Por infamante puede exponerse publicamente sin neceyh 42. Elescindalo politico dad de recuttir alos medios (durante un discurso pronunciado en’una reu- nién piblica, por ejemplo), y el hecho de utilizar los medios de comunica- cién no garantiza por si solo que la exteriorizacién del discurso vaya a ser piblica (una conversacién telefnica puede seguir siendo privada y confi- dencial si se acoptan ciertas precauciones). No obstante, al utilizar medios cde comunicacién como los materiales impresos (periddicos, revistas, panfle- tos, etcétera) 0 los sopartes electr6nicos (desde la radio y la televisi6n hasta la red), los individuos pueden expresar el oprobio en formas que, en vireud del propio medio, concedan a esa expresi6n la categoria de actos pablicos de habla: es decir, de actos de habla que, gracias ala naturaleza del medio, cireulen en una esfera que haya dejado de encontrarse localizada en el tiem poy el espacio, Estos actos medidticos de habla no se limitan a los contextos espacio-temporales en cuyo seno tuvieron lugar las transgresiones origina- les, sino que se encuentran al alcance de muchas personas —potencialmen- te millones de personas— que pueden verlos, aitlos o leerlos. Los eseainda- los mediaticos, por su propia naturaleza, no son asuntos localizados. Cuando estalla un esedindalo, puede difundirse répida e incontrolablemen- te, ya que los actos de habla y las imagenes que nutren el escandalo pueden set transmitidos y cubrir grandes distancias de forma instantinea (o casi ins- tantinea), y también debido a que las redes de comunicacién estén tan ra- ‘mificadas y son tan complejas que es extremadamente dificil contener las re- velaciones perjudiciales. E) La tltima caracterfstica del escdndalo esté relacionada con la repu- tacién de los individuos que se ven envueltas en él. Dado que los esciinda Jos implican la revelacién de actividades transgresoras de ciertos valores © notmas, actividades que habian permanecido ocultas hasta el momento en que el propio escindalo se desencadena, y dado que la exposicién de la transgresién provoca diversos tipos de discurso infamante, es posible que perjudiquen seriamente (y a menudo eso es lo que sucede) Is reputacién de los individuos cuyas acciones se hallan en el centro del escandalo. Digo que ««es posible» deliberadamente: el perjuicio o Ta pérdida de la reputacién no cs ni una caracteristica necesaria ni una consecuencia inevitable del escan- alo (de hecho, ha habido casos en que la reputaci6n de los individuos se ha visto notablemente realzada), Sin embargo, el perjuicio o la pérdida de re- putacién es un riesgo que siempre esta presente cuando estalla y crece un es candalo, Podriamos exponerto de este modo: el esedindalo es un fendmeno ‘en el que esta en juego la reputacidn de los indlividuos, Por supuesto, laame= raza pari La Feputacidn wo és el ico asunt0 en juego en muchos escinda 2Quées um escdndalo? 43 los, Silas actividades encubiertas implican la contravencién de normas le 4galmente vinculantes o el quebrantamiento de procedimientos formalmen te establecidos, los individuos también pueden tener que enfrentarse a ni investigaci6n penal y ala necesidad-de-dimitir dé sus puestos. En los esoin “los més graves (Watergate, el asunto Iran-Contra, los eseandalos de co mupci6n en Italia, el esciindalo Lockheed en Japén, etcétera), es frecuente Jas revelaciones den como resultado una serie de procesos penales, de y carreras deshechas; para los individuos implicados, la pérdida de la puitacion no es en modo alguno la Gnica preocupacién. No obstante, si sn muy bien que, precisamente por encima de la reyerta legal, justamente encima de la refriega y la edlera generada por los procedim! ales y por las comisiones especiales de investigacién en las eimaras de jpuitados, acecha el asunto de la reputaci6n, del «nombre» que uno tiene decir, de la propia condicién como persona honesta, integra y buen Desde este punto de vista se puede entender por qué los escindalos se ctetizan a menudo por lo que podriamos describir como «contiends orel “buen nombre”», Sabedores de que su reputacidn est en juego, los lividuos que se encuentran en el centro de un esedndalo pueden realizat esfuerzo concertado para defender esa reputacién, o para limpiat si ‘nombre, lanzando un contrantaque. Pueden hacerlo de varios modos slen amenazar con emprender acciones judiciales y, en caso necesarid pcurar que los asuntos se resuelvan en un tribunal. El hecho de que esta ‘0 no una estrategia prudente depende en gran medida de la naturalen euno y de la solidez de las evidencias al alcance de sus adversarios. Lat al fiya que tienen los individuos pasa por rechazar llanamente las acts y por desmentir que se hayan producido las transgresiones alegaclay, /por negar que ellos se hayan visto envueltos en ellas. Pero tambien ‘puivde ser una estrategia arriesgacla, dado que puede desplazar el foe Gn hacia la posibilidad de que hayan existido transgresiones de ido orden, y éstas, si se demuestran, pueden ser atin mis perjuiiales seputaciéin del individuo implicado que la revelacién de la primitiva Una estrategia diferente consiste en recurrir al elevado terieno de In | en apelar a valores mis altos en. cuyo nombre habrian silo elec: Ws Ii acciones iniciales—, con la esperanza cle persuacir a los lercero ide que los fines justifican los medios. sa fue la esteategia utilizada caso Trt eur (no sin cierto éxito) redimir su reputacién tratando de mostrar actividades ilfcitay estaban justificadas —al menos desde ef punto nora, ya que no desde el angulo legal— por la decidida biiyqued 44 Blescindalo politico de un elevado bien (la derrota de la amenaza comunista y la preservacién de la seguridad nacional estadounidense en un mundo sembrado de peligros). tra de las estrategias utilizadas en ocasiones es la de la confesién pablica, acto por el cual los individues reconocen abiertamente su culpa con la es- peranza de que un comportamiento honesto ante la adversidad ser capaz de provocar la simpatia de los demas —es el camino que emprendieron, con diversos grados de sinceridad y de éxito, el dirigente del Partido Liberal De- mocritico de Gran Bretafia, Paddy Ashdown, al estallar la noticia de sus amorios con una antigua secretaria;” el principe Carlos y la princesa Diana, al enfrentarse a las acusaciones sobre sus romances extramatrimoniales; y Bill Clinton, al verse obligado a responder a las imputaciones sobre un pro- longado idilio con Gennifer Flowers. En un capitulo posterior trataré de mostrar que esas contiendas relacio- nadas con la reputacién no son simples cuestiones de honor o dignidad per- sonal, puesto que lo que esta en juego en estas contiendas es, entre otras co- ‘sas, una cierta forma del poder y una determinada condicién de los recursos de que depende. La reputaci6n es un género de recurso que los individuos pueden acumular, cultivar y proteger. Es un recurso valioso porque petmi- te alos individuos ejercer lo que yo llamo «poder simbélico», expresi6n que indica la capacidad de utilizar formas simbélicas para intervenir ¢ influir en el curso de las acciones y los acontecimientos." Hoy en dia, todos ejercemos jer simbélico en nuestra vida cotidiana; constantemente utilizamos formas simbélicas para ejercer influencia sobre otras personas y para dar forma al curso de los acontecimientos. La reputacibn es uno de los recursos con que podemos contar para tratar de alcanzar de ese modo nuestros inte- reses y objetivos. Es un recurso escaso cuya acumulacién puede Hevar mu: cho tiempo y costar grandes esfuerzos; es también un recurso frégil que puede agotarse répidamente y que debe protegerse contra ataques 0 acon: tecimientos que amenacen con reducirlo o destruirlo, Los escéndalos son acontecimientos que amenazan con provocar justamente ese resultado. Los individuos que se ven envueltos en un escandalo saben muy bien que lo que estd en juego no ¢s s6lo su dignidad sino también su poder, su capacidad para apoyarse en la reputacidn o én el buen nombre para concitar el respe- to de los demas y procurar la obtencién de sus intereses y objetivos. 12, Ete ejemplo se aborda en el capitulo 5 13, Considero al poder simbslico como una de las cuatro formas basis de pode; véa se Jon B, Thompson, The Media and Madersity. A Social Theory ofthe Media, Cambridge, Polity Press, 199%, pigs 1218 Qué es un escindalo? 45 ‘Tomando como base este andlisis del concepto.de esciindalo, pociemos iguir, de manera preliminar, entre dos modelos de escaindalo, En el mas simple (figura 1.1), un acto oculto de transgresién queda expues 4a vista del pablico o se alega piblicamente que ha tenido lugar, de odo que la revelacién puiblica © las alegaciones generen ptiblicas manifes nes de desaprobacién. Sin embargo, en casos mis complejos (fi sgaciones de los individuos implicados, lo que, a su vez, impulsa niievas pvestigaciones y revelaciones y da lugar a una serie de transgresiones de ido orden. En estos casos de mayor complejidad, el desarrollo del esi lo se convierte en un juego del gato y el ratén en el que, con cada des ido, crece la importancia de lo que esta en juego, y en cl que las funsgresiones de segundo orden pueden llegar a adquiit una sig superior ala de la ofensa inicial. Ein la prictica, la mayoria de los escdndalos son acontecimientos con sios que implican diversos factores y circunstancias contingentes, y «ule ‘vex se asemejan a la pauta lineal y sencilla del primet modelo. Alyuno wlalos pueden implicar la pablica revelacién de transgresiones ocultas, ransgrestin revelacién pila ee Ea desaprobacion ‘ocultacion alegaciones publicas " Figura 1.1. Los ingredientes bisicos del escindalo innsgresion revelacién publica piles — ihe ‘culiacion alegaciones publicas — eae a dosmontidon ds caer one =a oe contraalogacionen —— yy rovolacionos Pigura 1.2. Algunos elementos de los esciiadalos ais complejon 46 Elescindalo politico mientras que ottos pueden verse desencadenados por alegaciones pablicas relacionadas con transgresiones que pueden haber sucedido o no. En la ma- yoria de los eseéndalos de gran envergadura, a las revelaciones y alegaciones relacionadas con la comisién de malas acciones se aiiaden desmentidos y contraalegaciones, lo que pone en marcha cl proceso circular que destaca el segundo modelo, No obstante, incluso este modelo més complejo no es, en el mejor de los casos, mis que una tosca aproximacién, y es caracteristico que la mayorfa de los eseaindalos actuales impliquen varios elementos y de- talles afiadidos que aumentan grandemente su complefidad. El desarrollo del escandalo se convierte en una especie de narrativa sembrada de malti- ples tramas y subtramas, muchas de las cuales fracasan pero entre las que hay algunas que pueden evolucionar hasta convertirse por derecho propio en escindalos de menor entidad («subeseiindalos») o transformarse inclu- 80 en escandalos «subsidiatios» aurdnomos que sélo guardan una relacién tangencial con el escéndalo original —al modo en que surgi, por ejemplo, cl escindalo Clinton-Lewinsky, cuya aparicion se debi6 a una serie de in- vestigaciones inconexas relacionadas, por un lado, con el acoso sexual de- nunciado en cl easo Paula Jones y, por otto, a un fallido negocio inmobi Tiario en Arkansas—. Hemos de volver en capitulos posteriores sobre todos estos temas. Haptapunias, RUMOnES ¥ ESCANDALOS He indicado que el escandalo es similar en ciertos aspectos a las habla durfas y a los rumores, y que los esciindalos se ven frecuentemente precedi dos por habladurias y rumores que los alimentan. Sin embargo, estos dos conceptos no significan lo mismo —zen qué difieren exactamente? ‘Las habladurias son principalmente una forma de hablar que se produ- ce entre amigos o conocidos. A menudo se trata de una charla sin impor- tancia, de una conversaci6n ociosa sobre otras personas que no forman par- te de la conversacién, 0 que versa sobre cuestiones relativamente triviales. En inglés, la palabra (gossip) deriva de la antigua vor inglesa godsibb, que se utilizaba en fecha tan temprana como el siglo x1." En su acepci6n original, un godsibb era un pariente politico, una persona que habia adquirido un lazo espiritual con otra al actuar como fiador en un bautismo. La palabra se extendié gradualmente y se aplied a los amigos intimos y alos conocidos, en 14, OLD, vo. 6, pigs 699-700. Qué esun escindalo? 47 especial alas amigas de una mujer que eran invitadas a presenciar un nicl ‘iento. A finales del siglo xv1, la palabra comenzé a utilizarse de modo nis general para referirse a una persona (habitualmente una mujer) aficionada Jacharla superficial y ociosa; al llegar el siglo xrx, la palabra se usaba ya pari aludir a la propia conversacién liviana, Dedicarse a las habladurias (tal como se usa hoy en dia esta palabra) int pilica un cierto grado de familiaridad o intimidad entre los interlocutones No es posible dedicarse a las habladurias eon un completo desconocidlo ‘con alguien a quien uno considera un enemigo, ya que las habladurias pre ponen un cierto grado de conocimiento sobre el asunto de que se habla y ‘un determinado grado de confianza y confidencia. Entregarse a las habla ‘dlurias es tcansmititse mutuas confidencias; implica tratar al otro como a un ‘niembro del grupo propio, como a alguien que nos resulta lo suficiente jente cercano para saber que le interesard, y que se le podré contiar, lo que dliga’en una conversaci6n informal de ese tipo, De ahi que las habladvias dlen prineipalmente en la red social de las relaciones entre familiares, aml y conocidlos. Las habladurfas son —por modificar ligeramente la {0 ila empleada por un autor—' una forma de comunicacidn que witht Wo simbolo de intimidad. Aunque la sustancia de las habladurias pueda ser relativamente trivia indica la expresi6n «chatla ociosa»), no debe interpretarse que lis lurias sean un fendmeno trivial o insignificante. Al conteatio, lis hit lurias constituyen una actividad mediante la cual se reafieman 0 se He jodan constantemente las relaciones sociales y gracias a la cul se 16 fan © se transforman los lazos de la confianza, Entregarse a las \lurias con otros es mostrar que uno los considera como personas se mente préximas, o suficientemente integradas en th jap, como Iniciar eon ellas una charla informal, y dejar ver que, en cierto €a¥0s, «a merecedores de la confianza suficiente para transmititles infornye tr opiniones de carfcter confidencial (y en donde el grado de la conti: ilidacl se regula por lo general en funcién del grado de proximidadh y mis cereana se considera a una persona, tanto mis probable es que “confien hablidurfas de naturaleza confidencial). Las habladurias son tuna actividad mediante la cual las normas y valores de los jeupt ilifmarse sin necesidad de tener que expresarlos en forma expl le Mere, Sly, «Rethinking Cony andl Scandal, cw Black, Daal em General Voor of Social Control, 0, Fundamentals, Orla, Noulemie P68 216, isi ca for of pre inonaton that rym itinacy, 48. Eleseindalo politico ita. ¥ ello porque las habladurias implican a menudo la narracién de his- “orias que poseen una faceta moral que pone de relieve los deslices de otras personas y que, por consiguiente, reafirman la rectitud cotidiana que otros han sido incapaces de observar. Ademés, através de las habladurias, los in- dividuos pueden expresar sus opiniones sobre los demés con un grado de franqueza que seria dificil de mantener en un escenario pablico, y por esta razén les capacita para emitir juicios sobre otras personas y para expresar sus puntos de vista de un modo que sortea los riesgos asociados con la con- frontacién abierta.’* En Ja mayoria de los casos, las habladurfas se intercambian en contextos de interaccién cara a cara, habitualmente entre dos individuos-y-a veces en el seno de pequenios geupos. Sin embargo, las habladurias también pueden intercambiarse por medios de comunicacién mediatos. Esto incluye formas de comunicacién mediata entre dos individuos como es el caso de la co- municacién epistolar y la conversaci6n teleféniea, que son medios muy ex- tendidos para las habladurias—, pero también incluye las formas de lo que comiinmente llamamos «medios de comunicacién de masas», Las columnas dedicadas a las habladurias en revistas y periédlicos constituyen unas «ha- bladurias» de distinto signo: son formas escritas de «charla insustancial» so- bre terceras personas (habitualmente personalidades de los medios de co- municacién) que presuponen y fomentan un cierto tipo de intimidad al que llamaré «intimidad no reciproca a distancia».”” Las columnas dedicadas a Jas habladurias asumen que sus lectores tienen una fntima relacién con las personalidades que centran el debate del texto. Tratan a sus lectores como ‘a «miembros del grupo propio» que saben muchas cosas acerca de esas per- sonalidades y que sienten interés por obtener nueva informacién 0 por co- nocer las tkimas especulaciones sobre la cambiante fortuna de sus vidas Este es sin embargo un tipo de intimidad unilateral y no reciproco (los lec: tores saben mucho acerca de esas personalidades, pero lo contrario no es 16, Los amtropélogos,y més reclentemente ls historiadoresy otros proesionales, han debatido acerca de los usos de habladurias. Ademis del ensayo de Sally Engle Merry citado cn ln nota anterior, véanse especialmente ls siguientes obras: Max Gluckman, «Gossip and Scandal», Current Anthropology, 4.3, 1963, pags. 307-316; Robert Paine, «What is Gossip About? An Alterative Hypothesis, Man, 2, 1967, pig. 278285: Ulf Hanner2, «Gossip, Networks, and Culture in a Black American Ghetto», Eos, 321967, pigs. 35-60, P. M Spacks, Gossp, Nueva York, Knopf, 1985; C. J. Wickham, «Gossip and Resistance among the Medieval Peasantry», Cooferencia inaugural, Universidad de Biminghan, Bieming harm, 1995, 17, Vease Thompson, The Meatia und Modernity, ign 219-225. Qué es un escindalo? 49 cierto); y las habladurias se intercambian de un modo que cancela cualquier presuncién de confidencialidad, dado que la informacién se transmite de tuna forma que la pone al aleance de cualquiera que quiera leerla. Las co Jumnas dedicadas a las habladurias actéian como proveedores dle sectetos piiblicos. 2Cual es la relaci6n entre las habladurias y el escéndalo? La nocién de habladurias es mucho mas general que la de escandalo: las habladutias son tuna charla insustancial que puede ser cierta 0 no, que puede tener un too ivo o negativo y que puede hacer referencia a muy diversos aspectos de vida de terceras personas. El escéindalo, por su parte, implica una trans esin de normas o valores que esas terceras personas conocen y que suse plblica reprobacién, Las habladurias permanecen a menudo en el plano ‘dela comunicacién privada entre amigos y conocidos; el escndalo silo pue arse cuando el conocimiento de una transgresién queda expuesto alos os de un cierto mimero de no participantes y siempre con la condicién dle se expresen piiblicamente juicios negativos sobre el particular. Las ha arias pueden alimentar el escéndalo y constituir un vehiculo para la di in de la informacién, pero el esciindalo sélo podri existir cuando se den simulténneamente unas cuantas condiciones adicionales. Cuando sise super de forma muy sustancial el escandalo y las habladurias es en el casio seas adquieran un-caricter piblico, como suicede er Tis columnas e se dedican a ellas: en tales casos las habladurias pueden detivat fill nte én escindalo, precisamente porque la informacién se pone al aleane riblico y puede conectarse sin dificultad con el Las hablacurias se parecen a los rumores, aunque la palabra «rumors ‘ne tina connotacién ligeramente distinta, Derivada del francés antiguo, 10P» se utiliz6 en inglés por primera vez en el siglo xiv para indicar wn jin extendida de naturaleza favorable." Posteriormente se utiliag de ni mas general para aludir a la conversacidn o hablilla no basada en wn imiento definitive (como expresa el dicho: «corre el tumor de «»), Las habladurias pueden ser ciertas © no, pero el rumor es siempre 1» sin autentificar; una opinién que una ver. se haya visto definitiya: ‘confirmada o desmentida deja de ser, ipso facto, un rumor.!” Ademisy Was habladurias tienden a no ser més que una conversieisn in44he ‘acerca de terceras personas o sobre asuntos relativamente triviales, OFD, vol. M1, pis. 241.242 ‘Véase Kall 1 Resnow y Gary Alan Fine, Ruonour and Goss: The Sta Paebology Nueva York Hsevier, 1976, pny 1 y sins 50. Eleseindalo politico Jos rumores pueden versar pricticamente sobre cualquier cosa, incluyendo asuntos muy graves, y pueden tener consecuencias de mucho alcance (por cjemplo, los rumores sobre el estado de salud de un dirigente politico 0 so- bre la estabilidad de una institucién financiera). Los rumores pueden di- fundirse a teavés de interacciones cara a cara © por via de la comunicacién mediata —y, dada la naturaleza de las modemas redes de comunicacién, pueden divulgarse con mucha rapidez. Aligual que las habladurias, los rumores pueden alimentar el escandalo al difundir informacién (en este caso, una informacién carente de confirma ciGn) sobre los individuos o los acontecimientos que se encuentran en el epicentro de un escandalo o de un potencial escindalo, Los esciindalos vie- nen precedidos con frecuencia por habladurias y rumores; al principio es probable que ambos se restrinjan al circulo de las personas que se encuen- tran préximas a los indvidues implicados en la transgresién, y « posible que exe citculo haga improbos esfuerzos para prevenir que se difundan los rumores, Silos rumores llegan a ofdos de los medias y se transmiten —bien en forma de opiniones sin conlitmar, bien en forma de insinuaciones—, en- tonces se vuelve mucho més dificil evitar que estalle el escandalo. La proli- feracion de rumores puede aleanzar un nivel en el que se haga dificil 0 im- posible que los aludidos los pasen por alto, de modo que podrian verse obligados a responder pablicamente, bien mediante un explicito desmenti- do delos rumores (y corriendo por tanto el riesgo de que se presenten trans- zresiones de segundo orden), bien por la adopcién de alguna otra estrategia de defensa. ComnuPci6N, SOBORNO Y ESCANDALO, Hoy en dia el escindalo se asocia frecuentemente con la cortupeisn y el soborno, hasta el punto de que podria parecer que todos estos conceptos se hallan en la actualidad inextricablemente unidos. Sin embargo, estos con ceptos son, de hecho, muy distintos, y las zelaciones entre ellos son comple. jas y cusuales. La palabra «corrupcién» deriva del latin aorrumpere y del Francés antiguo; aparecié por primera vez en inglés durante el siglo x1v y se utilizaba para indicar la desintegracién, la descomposicidn, o la circunstan cia de que un objeto material o una sustancia se echara a perder.”” Fsto no sélo ineluia el proceso de desintegracién fisica (como sucede con la des 20, OED, vol. 3, pigs. 772-974. Qué es un escindalo? 51 composicién de un cuerpo humano tras la muerte), sino también los proce 408 de deterioro o decadencia moral, Hlucia el siglo xv la palabra adquitié ademés el sentido con el que habitualmente la asociamos hoy en dia: la pet ‘yersi6n o pérdida de integridad en el ejercicio de tareas pablicas por sobot {no 6 favoritismo, especialmente en el caso de los funcionarios del Estado 0 e alguna otra institucién piblica. Utilizado de acuerdo con su sentido actual, la nocién de corrupcisn im ica dos elementos clave: a) el quebrantamiento de las narmas, conveticio, Olleyes relacionadas con el adecuado ejercicio de las obligaciones publi -con el fin de alcanzar objetivos de beneficio privado, pecuniario 0 ersonal; yb) la perversién o la socava de las normas de integridad vineul- con la vida piblica.”' Estos dos elementos se encuentran intimamente nirelazados en la nocién de corrupeisn, y lo estén de un modo que dist teste concepto de otros relacionados y que se superponen parcialmen 1, como los de soborno y nepotismo. La propuesta y la aceptacion de ornes, por ejemplo, implica el intercambio de alicientes (a menudo eco micos) destinades a influir sobre determinadas decisiones o resultados et wvor del donante. El soborno tiene una larga historia: la préctica ya er co en cl mundo amiguo; v 1o'sigue siendo en muchas sociedades actin ? Hoy en cia nos sentimos inclinados a considerar que el soborno-¢s una prin especifica de corrupeién, pero en realidad sélo ciertos tipos de so 10 son ejemplos de corrupcién en el sentido que acabamos de definit. Y asi porque earacterizar un acto de soborno como una forma de co Jon es asumir que la accién implica a un funcionario publica y que st lucta supone una perversién de las norinas de integridad a las que ve su que han de adherirse los titulares de la funei6n piblica, A. corrupeién puede dar lugar al escandalo y algunos de los escindalos importantes y de més graves consecuencias se han basado en acusacio eorrupcién —como el escandalo del Teapot Dome que cuestions la nistracién del presidente Warren Harding en los aiios veinte, cl ese Lockheed, que erosions la carrera politica del antiguo primer ministio ‘Kakuci Tanaka a finales de la década de los setenta y prineipios dle ‘anv an clebace mis devalado sobre el coneepto de coreupcisn y sobre la naturale de tas pnictcas corrupts en ta sociedads contemporines, véase James parative Political Corruption, Englewood Chis, N. J, Preenice Hall 1972) Arwuld eh; Michael Johnston y Vieror T, Levine [eomps.), Palit! Corruption. A New Brunswick, N. J, Transaction, 1989; Syed Hussein Alatas, Gomaption: Is sand Pusstions, Nuleeshor, Gover, 1X), 1 saborno, yeas John. Noonan, Jr, aes, Nueva York, Macllan, 1984, 52 Elescindalo politico Jos ochenta, y los numerosos esciindalos financieros que afectaron a la poli- tica de Italia, Japén, Corea del Sut, Alemania, Francia, Espaiia, Brasil y cotros muchos paises en fechas recientes—, Sin embargo, no todos los es- cindalos son escdndalos debidos @ la corrupci6n, y no todos los ejemplos de corrupcisn dan lugar a los esciindalos; la corrupcién puede existir (ya me- nudo existe) sin degenerar en escindalo. ¢En qué consiste entonces la dife- rencia? Cuiles son las condiciones adicionales gue deben cumplitse para «que las actividades corruptas constituyan un esciindalo? En primer lugar, las actividades corruptas sélo podran convertirse en foco de un escdindalo sise las conoce o si Jos no participantes tienen la firme conviccin de que existen; en otras palabras, es preciso que la corrupeiéin se revele para que se convierta en un escdndalo, Si las actividades corruptas permanecen ocultas a los ojos del pablico, si se limitan a una oscura exis- tencia en un mundo al amparo de la observacién piiblica, ni se convertinin ni podran convertirse en epicentso de un escandalo. El escindalo estalla siy sélo si el velo del secreto se levanta y las actividades corruptas llegan a co- nocimiento de terceras personas 0 se convierten en el foco de una investiga- cidn piblica Una condicisn necesaria para que las actividades corruptas se conviertan en esciindalo estriba en que los no participantes tengan cierto conocimiento de cllas, pero no es una condicién suficiente, La corrupcidn puede ser co: nocida, o puede haber personas ¢on la firme conviecién de que existe, in- cluso esa existencia puede ser del dominio piblico sin que por ello se desa- teun esciindalo, ¢Qué otras condiciones deben cumplisse? Hemos visto que la cotrupcién implica el qucbrantamiento de reglas, convenciones 0 leyes relativas al correcto cjercicio de las tareas paiblicas: el escéndalo surgiré tini- ‘camente si esas reglas, convenciones © leyes poseen algtin grado de fuerza ‘moral vinculante y tan sélo en easo de que Ia infraccién sea considerada por terceros como una violacién suficientemente setia ¢ importante para mere cer una enérgica expresién de censura, En algunos contextos, ciertas formas de corrupcién pueden considerarse como vias casi legtimas para la realiza- ‘cig de los asuntos piblicos —una especie de «honesto soborno» que, pese a haberse obtenido de modo ilicto, se considera que entra no obstante den tro de los limites de una practica aceptable—. En otros contextos en que la cortupcién merece una amplia condena, una falta relativamente menor —como la aceptacién de un modesto regalo— puede no ser considerad como suficientemente grave para dar pabulo a un eseiindalo, Sin embargo, el prado de censura moral asociado con las particulares formas y siuuaciones de cormpcién varia considerablemente en funcién de Jos contextos histori- Qué es un escindalo? 53 ‘08 y sociales, de modo que en aquellos contextos en los que exista un alto prado de sensibilidad respecto de la corrupeién, los politicos pueden en ‘contrarse con la sorpresa de que hasta las faltas relativamente menores son) susceptibles de convertirse en motivo de dimisién. La Gltima condicién que debe cumplitse para que la corrupcisn se eon vvierta en escéndalo es la articulacién pablica del discurso infamante, Una idades corruptas que no provoque ninguna respuesta, hinguina expresidn de condena o reproche, no dard lugar a un escindalo, Chando la corrupcién esta extendida, cuando su existencia es ampliamenie ‘eonocida-y se acepta- como una forma semilegitima de conducit los astintos ppiiblicos, puede suceder que la revelacién de un caso de corrupciéa dé ly ara poco mis que un suspiro de resignada indiferencia, La revclacidn Jun guante que atin no se ha recogido; el hecho de si exe guante hab de ser tecoxido por otros, 0 de si sus reproches tendriin la suficiente repercusion “para desencadenar un esedndalo y mantenerlo vivo el iempo suficiente pant ‘ciusar algiin perjuicio, son cuestiones cuyas respuestas variarin sein los easos, en funcién de la naturaleza de la corrupcisn, del tipo de publicidad nnerada por los medios y de una vatiada serie de circunstancias sociales y ‘oliticas. La mayoria de las formas de corrupcién nunca se hacen piiblicas, 'y deahi que nunca se vean expuestas al ricsgo de un esciindalo, Sin emb implicarse en actividades corruptas y tener la esperanza de sobrevivir en vida priblica es algo asf como tener una generosa fe en los mecanismos de ul con el que puede uno contar en caso de que esas ante un tiempo, sean stibitamente reveladas a los ojos de los dems,

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