Miércoles 03 de Mayo

18: 30 hrs
 La Madre
"La fábrica había devorado su jornada: las máquinas habían
succionado en los músculos de los hombres toda la fuerza que
necesitaban. El día había pasado sin dejar huella: cada hombre había
dado un paso más hacia su tumba, pero la dulzura del reposo se
aproximaba, con el placer de la taberna llena de humo, y cada hombre
estaba contento".
Así describía el escritor Máximo Gorki la vida en la Rusia de
1905 donde transcurre la novela La madre y en la cual se basa la
película homónima de 1926 del cinesta Vsévolod Pudovkin. En este
párrafo podemos descubrir el contexto ideológico y estético en el cual
están construidas estas dos obras. Podemos vislumbrar un texto que
critica la explotación de la vida de los obreros a costas de un mundo
industrializado que necesita mano de obra para mantener los lujos y
hegemonía de la aristocracia y la monarquía.
Es en el estilo en donde vemos algunas diferencias entre la
obra literaria y la cinematográfica. En la primera hay una descripción
detallada del mundo narrado que se acerca al naturalismo, en cambio
en la película el realismo se liga más bien a los temas y los personajes
que salen del mundo histórico pero en la forma es una película que
utiliza un lenguaje vanguardista para la época lo cual podemos notar
en los encuadres y ángulos de cámara que realzan ciertas emociones
y acciones en los personajes, los planos detalle y los primeros planos
de rostros, las transiciones con fundidos que generan efectos
psicológicos en el espectador y el montaje de tipo ideológico o
intelectual tan característico del cine soviético de la época, que
también resultó ser tan influyente en el lenguaje cinematográfico
actual. Esto lo podemos ver por ejemplo en la potente y emocionante
escena final en la cual se entremezclan el paso feroz de un río
correntoso lleno de trozos de hielo avanzando y el enfrentamiento
entre un grupo de obreros y otro de soldados que defienden los
intereses de los dueños de una fábrica.
Sin embargo, ambas obras convergen en la corriente estética
llamada "Realismo socialista" en el cual se daba prioridad a relatar la
vida cotidiana de los obreros y los hechos históricos que llevaron a la
Revolución de 1917, enalteciendo los valores de ésta última. Aquí
entonces vemos un cine al servicio de la propaganda, muy político y
comprometido con los procesos históricos que estaban viviendo sus
realizadores, es un cine de lo oficial, financiado y aprobado por el
gobierno de turno, mencionamos esto porque se diferencia de
autores posteriores como Tarkovski que resistirá desde el exilio las
imposiciones del régimen dictatorial de la época de la Guerra Fría o
del punto de vista crítico a la Unión Soviética que podríamos
encontrar en películas como Good Bye, Lenin! (2003), que luego del
fracaso del proyecto político soviético y la caída del Muro de Berlín se
atreve incluso desde un tono cómico a desmenuzar las consecuencias
de los hechos históricos recién mencionados.
Los personajes en la película tienen algo simbólico, el
protagonista es un joven idealista que lucha por informar y
concientizar a sus colegas, la juventud es el lugar de los cambios, del
futuro, de la fuerza positiva y del progreso hacia un mundo que
promete algo mejor; por otro lado, están una madre y un padre que
son abusados por el sistema, que no son capaces de ver la realidad a
la cual son sometidos y que se violentan entre sí. Los protagonistas
tendrán un destino trágico, pero la película les hace justicia de alguna
forma a través del lenguaje puro del cine mudo, con planos en los
cuales la bandera roja se alza orgullosa y flameante entre el caos
provocado por los soldados mercenarios de la oligarquía, en un
mundo en el cual los derechos fundamentales no estaban
garantizados para la clase obrera y vivir para algunos era un proceso
tan automatizado como el manejo de las máquinas que vemos en el
filme.
Felipe Garrido G.
Equipo Cine Club 2017