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Biblioteca richiedente: Biblioteca di Italianistica e Romanistica

Data richiesta: 08/04/2021 08:33:00

Biblioteca fornitrice: Biblioteca di Scienze Letterarie e Filologiche - Dipartimento di Studi Umanisitici - Università di Torino

Data evasione: 08/04/2021 14:13:41

Titolo rivista/libro: Quimera

Titolo articolo/sezione: “El demonio no, la Gestapo: precisiones a un libro de Lisa Fittko”

Autore/i: ALBA, Narciso

ISSN: 0211-3325

DOI:

Anno: 1987

Volume:

Fascicolo: 81

Editore:

Pag. iniziale: 82

Pag. finale: 87
QUI MERA
NUMERO 81

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Historia O xford del M1mdo Cltisiw. Proh ibida la reproducci6n to-
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poética. qufmicos, fotomecanicos o
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Edici6n de David Huerta. Karl Marx. del editor.
August D erleth .
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Herencia y eugenesia. La redacci6n no devuelve los
Joan E vans. lntroduccion de Raquel Alvarez Luis de Sebastian. El demonio no, la Gestapo. Precisiones a un libro de Lisa Fittko sobre los ultimos dfas
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Historia de las civiliz aciones. Pelaez. La crisis de América Latina y la mantien e co r respondencia de Benjamin , por Narciso Alba
6. La BajaEdadMedia. deuda externa. sobre los mismos.
J osefina G om ez M endoza,
Grupo Riglo s. Nicol~ O rtega Cantero y Anthony P agden . La revista no comparte nece-
sariamente las opiniones fir-
58/ Actualidad blbliograf lc a
El libro de las pajaritas de papel. otros. La carda del hombre 11at11ra/.
Viajeros y paisajes. madas de sus colaboradores. de Fernando de Herrera, por Marfa Teresa Ruestes.
Denys Hay. Geoffrey W. Conrad y Arthur
Historia de las civilizaciones. Victoria Camps. A. Demarest.
7. La ipota del Rmacimirnto. Etica, retorica y polrtica. Religi6n e imperio. 60/ Noche en e l hotel
Un relato de Siegfried Lenz.

63/ Escaparate, Resenas

QUIMERA 3
por el talante mora/ de que da prue- si6n, en todos sus detalles. ~ O acaso Ginebra, mas conocido con el nom-

EL DEMONIO NO, ba la lucidez de la autora». No hay


duda de la lucidez actual de la auto-
ra, pero si pueden ponerse en tela
de juicio algunas afirmaciones que
hay en la narraci6n de los hechos
vividos por ella.
s6lo me lo imagino?» i,Lo imagina,
lo memoriza, lo recuerda, tan preci-
samente corno dice? Y continua: «Sé
que era el 25 de septiembre de 1940,
en una estrecha y pequeiia buhardi-
lla de Port-Vendres». Lisa Fittko
bre de Escuela de Frankfurt. Esta
ultima habla gestionado la mayor
parte del papeleo que Benjamin ne-
cesitaba para trasladarse a EE. UU.
Un resumen del contenido de dicha
postai (véase QUlMERA 44, pag.

LA GESTAPO El libro, si nos fijamos bien, po-


see dos partes muy diferentes. Has-
ta el capftulo nueve la autora narra
corno de corrido, basandose en el
recuerdo de lo acontecido. Pero a
esta segura de algo: «era e/ 25 de
septiembre de 1940». Segun el Ceer-
tificado de Defunci6n de Walter
Benjamin, que se conserva en el
Ayuntamiento de Port-Bou , Tomo
25) aparece en el libro de Hans Ma-
yer, Ein Deustcher auf Widemuf,
Erinnerungen I (Frankfurt, 1982).
Segun dicho autor la postai lleva la
fecha de 25 de septiembre de 1940,
PRECISIONES A UN LIBRO DE LISA partir de dicho capitulo -y ella lo
seiiala- su relato se basa en las no-
26, numero 25, folio 192, vuelto, el
fil6sofo falleci6 en «Fonda Francia»,
fue enviada desde Port-Bou, y en
ella comunicaba Benjamin «que no
FITTKO SOBRE tas, o diario, que fue tornando . En
esta segunda parte, por supuesto,
el dia 26 del actual -es decir, sep-
tiembre de 1940- «a las veintid6s
le dejaban pasar». Como vemos,
hay una contradicci6n de fechas en
MUERTE DE WALTER BENJAMIN los errores o contradicciones, o la-
gunas memoristicas , ya no son fre-
horas». Pero no hay que olvidar que
Benjamin habfa pasado una noche
el relato de lo sucedido. i,Fue escri-
ta dicha postai el 25 de septiembre,
cuentes. al sereno, en una loma cercana a la poco antes de envenenarse, segun
afirma Hans Mayer? En ese caso,
no pudo llegar a Port-Vendres el dia
25, segun afirma Lisa Fittko en su
NARCISO ALBA La pasada primavera se public6, relato. i,Lleg6 el 25, segun dice la
en el libro de Lisa Fittko, Mi trave- autora, lo cual esta acorde con la
sia de los Pirineos, traducido del ale- fecha del 26 que senala el Acta de
man por Andrés Sanchez Pascual. Defunci6n de Port-Bou? En este
Y es necesario hacer algunas pun- caso Mayer habria dado una fecha
tualizaciones al libro sobre todo des- err6nea. Pero tenemos aun el testi-
pués de haber recabado , durante va- monio de Henny Gurland, en una
rios aiios, una serie de documentos, carta enviada a su sobrino el 11 de
y de haber recogido el testimonio octubre de 1940, y el de Grete
de numerosas personas cercanas a Freund, que son casi idénticos. Y
los hechos narrados por la autora tenemos, sobre todo, la carta que
de su libro, especialmente en todo escribi6 don Antonio Sols, a la sa-
lo relacionado con el paso clandes- z6n Comisario Jefe de la Frontera
tino de frontera , a través del Pirineo Orientai en respuesta a otra carta
A raiz del libro de Lisa Orientai, de aquéllos que hulan del que le envi6 Hans Horkeiner unos
Fittko acerca de los horror nazi. dias antes. En dicha carta, que lleva
Hago referencia, pues, al capftu- fecha de 30 de octubre de 1940, pre-
ultimos dias de Walter lo siete de dicho libro, que es el que cisa el senor Sols que «Walter Ben-
Benjamin, el autor de narra el paso de Walter Benjamin jamin entro en Espaiia por Port-
bacia Port-Bou . Como ya ha seiialà- Bou, por la montana, el 25 de sep-
este articulo reflexiona do Ricardo Cano Gaviria (LA VAN- tiembre ultimo a las 20 horas». No
sobre determinados GUARDIA, Libros, 14 enero 1988), cabe duda alguna, pues, después de
puntos oscuros de «Hay un momento en que se tiene la Jos documentos senalados, de que
impresi6n de que el narrador se in- Walter Benjamin no lleg6 a Port-
aquellos hechos que dependiza de Lisa Fittko, narradora Vendres el 25 de septiembre, sino
truncaron tragicamente la implicada -quien, corno técnica antes. Dfa mas, dia menos, poco im-
narrativa mas compleja, yuxtapone, porta . Sin embargo, quede aqui
vida de uno de los sin contradecir la unicidad de su pun- constancia de las contradicciones
intelectuales mas grandes ro de vista, lo conocido en el momen- que aparecen en el relato de Mi tra-
del siglo. to del acontecimiento mismo y lo sa- vesfa de los Pirineos.
bido tiempo después- y que un Unos renglones mas aba j o
narrador omnisciente empieza a in- -siempre en el rnismo capitulo-
terferir en el relato. Entonces, la ne- Lisa dice no recordar c6mo hicieron
cesaria colisi6n entre parcial y om- el trayecto desde Port-Vendres bas-
nisciencia redunda tal vez en una narraci6n, en forma de novela, si Para empezar, debe seiialarse el frontera con Espana, pero aun en ta Banyuls el rnismo dia de la Uega-
imagen demasiado segura, demasia- asi se prefiere, de lo vivido por la excesivo numero de veces que apa- territorio francés. Concretamente, da de Walter Benjamin. «Mi memo-
do poco conflictiva de la persona que autora. No es una novela en el es- rece el signo de interrogaci6n; tanto en el municipio de Banyuls-sur-Mer. ria flaquea en este punto, Lnos atre-
en la novela posa como Lisa Fittko. » tricto sentido de la palabra, corno en este capitulo, corno en otros, se Sin embargo Benjamin, una vez en vimos a tornar el tren, a pesar de Los
Para lo que debe desarroUarse en seriala el autor de la rese6a. Y no trate de interrogativa directa o no. Port-Bou, entreg6 una carta a la se- continuos controles que se realizaban
este corto articulo , son sumamente estoy de acuerdo, tampoco, con esa Empieza asi el citado capftulo siete: iiora en Henny Gurland , para que en la zona fronteriza? Es diflcil su-
importantes estas notas del critico imagen «demasiado segura», corno «Mas de cuarenta aiws han trans- ésta se la diese a Adorno , y una poner que lo hiciéramos. Segura-
Cano Gavirfa. él dice, «avalada, de un lado, por la currido desde entonces y, sin embar- postai para Juliane Favez, secretaria mente recorrimos a pie los seis u
El libro de Lisa Fittko es una verosimilitud hist6rica y, del otro, go, lo recuerdo todav[a con preci- del lnstitut Fur Sozialborschung, de ocho kil6metros que separaban Port-
12 OUIMERA
OUIMERA 53
Vendres de Banyuls, por el pedrego- recorrido, posteriormente, contras- y los peri6dicos locales. Dice Enri-
so sendero que entretanto se me ha- tando sus recuerdos con otros testi- que Lister: «El 9 por la tarde (febre-
bfa vuelta familiar». (,Conocfa real- monios. Por lo tanto, podia haber ro de 1939) pasaron la frontera el testimonio de personas que he reco- de Radio Sevilla. Durante muchos Gestapo que llegaron a Port-Bou
mente bien et camino entre ambos corregido algunos errores que apa- jefe del Ejército del Ebro y su Es- gido personalmente, y que estuvie- afios, los Azéma han venido. reci- poco después de la muerte de Wal-
pueblecitos del Roussillon? Segun recen en su relato. Sin embargo , hay tado Mayor. En la noche del 9 al 10 ron, directa o indirectamente, rela- biendo la visita y el agradecimiento ter Benjamin: Juan Manike (jefe) y
ella, habia llegado «unos dias an- que conocer el caracter de esta mu- la pasé yo con las ultimas fuerzas cionadas con la actividad de Lisa y de muchas personas, desconocidas Guillermo Kirsch. Ambos, suspica-
tes», y se habia entrevistado una jer, que es el que le da esa «aparen- del V Cuerpo del Ejército». Unos y Hans Fittko. Lisa ha vuelta al cami- para ellos, a los que salv6 su padre. ces, recelosos, desconfiados. Gui-
sola vez con Azéma. He hecho va- te seguridad», que destaci! Cano Ca- otros llegaron por distinto lado. Los no en varias ocasiones. Que noso- Sin embargo, nunca recibieron la vi- · llermo Kirsch, de caracter recio ,
rias veces el recorrido que describe primeros, lo que él llama «el jefe tros sepamos, «unos veinte afios des- sita de Lisa Fittko. Rosa Ventajou , nervioso, colérico, era un enamora-
Lisa Fittko en su libro, desde Port- del Ejército del Ebro y su Estado pués», en 1973, yen 1986, acompa- «la simpatica espafiola», que sigue do del vino de Malaga. Pero, ape-
Vendres basta la «pequefia meseta» Mayor», pasaron por el Col de Ban- . fiando a un equipo aleman que ro- viviendo en la misma casa de enton- sar de que no he podido adivinar el
en la que Walter Benjamin pas6 I~ yuls. Mucho mas a Occidente, por daba una peHcula sobre La tiliére ces, debajo del apartamento que nombre de los miembros de la Ges-
noche. Recorrer este tramo a buen un camino mas alto y escarpa90 que marsellaise de evasi6n. Pero desde ocupaban Lisa y Hans, tampoco la tapo, que, en septiembre de 1940,
ritmo lleva casi seis horas. Si antes .• aoULEVARD el que utilizaban los Fittko. El, Us- que Lisa vivi6 los bechos basta hoy ha recibido. Por lo demas, Lisa no «trabajaban» en la Aduana de Port-
de salir de Port-Vendres, Lisa y ', / DES ter, pas6 por el camino mas cercano han cambiad muchas cosas. El prin- fue capaz de encontrar, en su ultima Bou , algunas mujeres, j6venes en- .
.- .. : EVA OES DE FRANC~ ..i
Benjamin -seguramente desde la
piace de L 'Obelisque- hicieron un
pequefio recorrido, «para poder
,...
. ~-.~
. --:·
·~· ·· -
· al mar. Es decir, el que baja junto
a las tapias del cementerio de Cér-
bere, pero que, seguo les inform6
cipio del sendero, a la salida de Puig visita a Banyuls, la primera casa que
del Mas, puede encontrarse facil- ocuparon, «una villa que daba al
mente. A pesar de esas casas que se mar», propiedad de un médico , que
tonces , recuc!rdan a un aleman
«alto, rubio y muy guapo», que se
llevaba de maravilla con el propie-
«Boulevard des E vades» en Vincent Azéma , en aquellos mo-
charlar sin que nadie nos oyese», Puìg del Mas han ido afiadiendo a la aldea y que babia huido de Banyuls, y que mon- tario de la «Fonda Francia», en la
dado el estado de Benjamin, es casi mentos -y después- «estaba ya es- llevan , precisamente, el nombre que se suicid6 Walter Benjamin. Al
imposible que hicieran el recorrido viria, y que dificilmente le hace es- trechamente vigilarlo por los " Gar- «Boulevard des evadés». El establo llegar a los puntos conflictivos del
corno ella cuenta. Si no fue en tren , cuchar otras voces. des Mobiles". Lisa y Hans Fittko del que habla Lisa, «que quedaba a tema nos hemos topado con la nega-
seria en algun otro medio de loco- Otra de las cosas que bay que nunca utilizaron la "Route Uster" . la izquierda», y la pefia bianca, que tiva o el silencio oficiales, de uno y
moci6n. Pero lo menos probable es aclarar es lo relativo a la «Ruta Us- Eligieron , sencillamente, el sendero les habia dado el sefior Azéma. otro lado de la frontera, amparados
lo que dice Lisa: «seguramente re- ter». Enrique Uster, en su libro de de en medio, es decir, el que di.s- Como puntos de referencia, existen en esa ley de los cincuenta afios que
corrimos a pie Los seis u ocho kil6- memorias Nuestra guerra (Paris , curre entre el Col de Bunyuls y la aun. Pero Lisa Fittko , sin embargo , no permite ver los documentos bas-
metros que separan ... » Si los hubie- Ebro, 1966), narra , en las paginas tan traida y err6neamente nombra- no fue capaz de encontrar la «mese- ta pasado ese periodo de tiempo.
ran hecho a pie, (,DO hubiese repa- 237-238, el paso de la frontera, al da " Route Uster" . ta con los siete pinos», cerca de la Pero , una vez hayan pasado los 50
rado ya en la cartera de Benjamin, terminar la Guerra Civil. Tampoco Hay, también, otros mucbos de- cual Benjamin pas6 su ultima noche , afios, j,estaran alti los documentos
y no después, corno explica en su él es muy expHcito en detalles. Pero talles del libro que nos llaman la recibiendo el beso fresco de la ma- que buscamos? (,No habran cambia-
relato? Lisa Fitkko volvi6 a hacer el si lo son los testimonios de personas atenci6n, y que contrastan con el rea nocturna. Seguo Henry y Geor- do de lugar, por obra y gracia de no
ges Azéma, hijos del alcalde socia- se sabe quién? (,NO los habra comi-
lista que tanto ayud6 a Lisa y a do la humedad, tal y corno suelen

-~ novedades alfaguara
Hans, cuya vina llega hasta la orilla decir algunas voces oficiales? Los
de dicha meseta -de ella habla la documentos puden desaparecer. O
autora en su librcr-, los pinos se sèr falsificados . O escondidos. Pero
quemaron en 1970-1972, cuando se no puede borrarse la memoria de
hizo la carretera que zigzaguea por . los hombres. Emilienne Eychenne,
estas Iaderas, repletas de vifiedos. en su libro Les portes de la liberté,
Dos de ellos, que resistieron el pri- precisa que, del lado de la frontera

literatura Tobi~Wolff alfaguara mer beso de las llamas destructoras,


fueron diezmados por un incendio
en el afio 1975. En el lugar que ocu-
paban los siete pinos se levanta,
espafiola, juegan varios factores
para ser detenido, o seguir, tranqui-
lamente, el camino, basta Lisboa.
embarcando después hacia Améri-
William Faulkner DE REGRESO AL
LACIUDAD MUNDO
hisp_dnica hoy, una horrible torre metalica del sieur Azéma puso a su disposici6n.
tendido eléctrico. Quizas ocupen sus (,Son éstas las unicas Iagunas de la
pies la misma tierra que cobij6 el memoria de Lisa Fittko? Probable-
ca. Pero esta investigadora deja una
cosa bien clara: «Los alemanes tie-
nen el derecho de persecucion hasta
ultimo decanso de Walter Benja- mente no . una docena de kilometros de otro
Traducci6n de Traducci6n de
Maribel dejuan
Carlos Bianco min. Èn otros casos, las precisiones de /ado de la frontera . Tolerancia que
A lo largo del libro, Lisa Fittko Lisa son , desgraciadamente, exac- han adquirido y que no es observa-
]osé Luis L6pez Muiloz
Aguinaga habla, rcspetuosamente, y alaba su tas. Asi, cuando dice que algunos da todos Los dias y en todos los pues-
ayuda, de monsieur Azéma. Ayuda «apatridas» son devueltos desde la tos. Pero si Los agentes de la Gesta-
PeterCarey UN TIEMPO TUYO constante y desinteresada la de esta frontera. O detènidos. O llevados al
buenisima persona, «que transporto, campo de concentraci6n de Figue-
po estan sobre la pista de un evadido
importante, lo persiguen por todo el
BENDITO HARRY de Francia a Espana, sobre su espal- ras. Y aii.ade: «pero lo que nos pa-
da, a horcajadas, a la esposa del pre- rece mas inquietante, es que la ma-
territorio espanol». Tanto Lisa Fitt-
ko, corno Emilienne Eychenne,
Traducci6n de mio nobel Meyerhof, porque el sen- yor parte de aquéllos a Los que se corno nosotros, por distintas vias,
Héctor Silva EDJCJQ NES dero que ascendia por la orilla del ponia dificultades en la frontera eran llegamos a la misma conclusi6n: la
cementerio era demasiado penoso personalidades conocidas, que viaja- Gestapo de Port-Bou sabia a quién

~:~~~ ?,=::~'!~16 61\0 (16H~J


para ella». Monsieur Azéma habia ban con su nombre verdadero: indu- esperaba, y a quién detenia; llegase
brindado ya, anteriormente, toda su dablemente, la mano de la Gestapo a la frontera con documentaci6n fal-
)uan Bravo, 38 • 28006 Madrid• Tel. 276 "'"'· 141 ayuda y su esfuerzo a la causa repu- se extendia hasta aqui». En esto, re- sa o verdadera. Y a veces, cuando
blicana, durante la guerra civil espa- petimos, esta en lo cierto la escrito- la Gestapo no llegaba a cazar a la
fiola. Dicha ayuda le habia valido ra. He podido adivinar, gracias al persona que le interesaba, era todo
los mas soeces insultos del semana- testimonio de varias personas que un grupo el que pagaba las conse-
rio fascista Le Gringoire, y de Quei- pidieron guardar su anonimato, el cuencias. El diario de uno de ellos
154 OUIMERA po de Llano a través de las ondas nombre de dos de los agentes de la revela que «los once fueron deteni-

OUIMERA 55
Fuence de Banyuls en la que se daba cila Azéma pura pusar fu fro111era
dos», a pesar de que s6lo él no lle- jamin. Se habia quitado la vida en de estas contradicciones? ;,Como es
vaba la documentaci6n en regla. Y Port-Bou, la noche siguiente a sulle- posible que, después de haber teni-
MONTESINOS para ayudarles en la caza, del lado gada». Como vemos, Lisa afirma en do a su alcance todos los testimonios
francés estaban los «cazadores de ju- su libro que Benjamin se quit6 la de otras muchas personas, incluido
dlos», algunos de los cuales viven vida «la noche siguiente a su llega- el de Joseph, el hijo de la seiiora
aun con la misma tranquilidad con da», y no la misma noche que lleg6 Gurland , que les · acompaii6 en
la que viven todos los asesinos. Y a Port-Bou. Segun su relato, la no- aquella travesia, no haya visto este
Emilienne Eychenne sigue diciendo che del 27 de septiembre de 1940. error? ;,Ha sido simplemente testa-
que «Los espalioles se han mostrado Fecha que no concuerda con la de rudez por parte de Lisa Fittko? No
mas severos que Los franceses sobre la postai enviada a Juliane Favez, ni hay que pensar tal cosa. A pesar de
el asunto de la autenticidad de Los con la fecha que aparece en el Cer- todo, su testimonio es magnifico , y
Segunda edici6n de este sobrecogedor relato pasaportes, y han rechazado su paso. tificado de Defunci6n , seguo consta
en el Acta del Ayuntamiento de
de él deben extraerse las conclusio-
nes necesarias. En mi opini6n , des-
Sucede con frecuencia en Cerbére.
autobiografico, en el que CHUKRI rememora su Son todavia Los judios que intentan Port-Bou , ni con el testimonio de
Henny Gurland, ni con la fecha que
pués de ofr a muchos testigos de
esos momentos tan tragicos, una
pasar en enero de 1943 y estaran pre-
desgarrada infancia en el Marruecos colonia! sentes hasta 1944: bien sean de ori- se indica en la carta del seiior Anto-
nio Sols. ;,C6mo es posible , pregun-
cosa esta muy clara: el suicidio de
Benjamin no fue pura coincidencia.
gen extranjero, norteafricano, o de
espafiol. Un éxito internacional. Ni se debi6 a ese «demonio» que le

-
la metropoli». tamos nosoros, que después de la
Casi al final del capitulo, Lisa dolorosa travesia , montana arriba, perseguia. Fue, pura y simplemen-
afirma que «Un par de dias mas tar- y de otros muchos minimos detalles, te , obra de la Gestapo, ayudada por
de l/ego la noticia. Ha muerto Ben- no se haya dado cuenta Lisa Fittko la policia espafiola•

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