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Caso HYUNDAI

Chung Ju-yung fue el mayor de siete hijos en una familia de campesinos


de Tongchon (actual Corea del Norte), en plena ocupación japonesa de Corea. Los problemas
económicos de su familia le impidieron optar a una educación superior; en ese tiempo,
compaginaba su asistencia a una escuela confucianista dirigida por su abuelo con ayudas en la
granja familiar.
Cuatro de sus seis hermanos han ostentado cargos de responsabilidad en Hyundai. El más
conocido a nivel internacional fue Chung Se-yung (1925-2003), cofundador de Hyundai
Motor y responsable de la expansión de la marca en Norteamérica.
Chung estuvo casado con Byun Joong-seok (1921-2007), con la que tuvo diez hijos —ocho
varones y dos mujeres— que en su mayoría han asumido puestos importantes. Entre todos
destacan su segundo hijo Chung Mong-koo como presidente de Hyundai Kia, y su sexto
hijo Chung Mong-joon como líder de Hyundai Heavy Industries, diputado del Gran Partido
Nacional, presidente de la Asociación de Fútbol de Corea y vicepresidente honorario de
la FIFA. Su primogénito, Chung Mong-pil (1936-1983), murió en accidente de tráfico.
Chung Ju-yung falleció en Seúl el 21 de marzo de 2001 a los 85 años, víctima de un cuadro
neumónico agravado por su edad.
Primeros negocios
Atraído por la idea de prosperar en otra ciudad, y al no cumplir su deseo de convertirse en
maestro de escuela, Chung trató de independizarse de su familia. Cuando tenía 16 años huyó
junto con un amigo a Chongjin para trabajar como albañiles, y estuvieron así dos meses hasta
que su padre les localizó. Esa experiencia marcaría su interés por la construcción civil. Meses
más tarde trató a huir rumbo a Seúl, aunque esta vez fue estafado por la persona que les había
prometido un empleo. Y en 1931 hizo otro intento al pagarse un billete de tren con la venta de
una vaca de la granja de su padre.
Finalmente, en 1933 consiguió su propósito y marchó rumbo a Seúl para compaginar diversos
oficios, tales como estibador en el puerto de Incheon, constructor y empleado de mantenimiento
en una fábrica de sirope. Al año siguiente fue contratado como repartidor de una tienda de arroz,
en la que lograría que el propietario le confiara la contabilidad.6 Cuando tenía 22 años, su jefe
acordó traspasarle el negocio. A pesar de que el local daba beneficios, en 1939 fue cerrado por
el gobierno colonial tras la imposición de un sistema de racionamiento para los soldados
japoneses.
En 1940 se animó a abrir otro negocio en Seúl. Después de contemplar diversas opciones que no
pudieran ser intervenidas por las autoridades, Chung apostó por la reparación de automóviles y
abrió un taller mecánico junto a un socio japonés. En el transcurso de tres años llegaría a
emplear a 70 personas. No obstante, ese éxito coincidió en tiempos de guerra y en 1943 el
gobierno colonial le exigió que fusionara su garaje con una acería para ahorrar recursos. El
cierre se hizo sin compensación alguna, pero Chung pudo regresar a su pueblo con unos ahorros
(50.000 won) que le ayudarían a montar su próximo negocio.
Grupo Hyundai
Con el final de la ocupación japonesa, buena parte de los esfuerzos coreanos pasaron por la
reconstrucción del país al término de la Segunda Guerra Mundial. Chung aprovechó esa
circunstancia y montó en 1947 una empresa constructora, Hyundai Construction, que sentaría
las bases del conglomerado empresarial «Hyundai» (en coreano, «Modernidad»). La compañía
recibiría sus primeras adjudicaciones de obra pública con el gobierno militar de los Estados
Unidos en Corea (1945-1948), con el posterior gobierno de Corea del Sur y en los proyectos
del Comando de las Naciones Unidas. Durante la Guerra de Corea tuvo que trasladar la sede de
su negocio a Busan, y regresaría a Seúl en 1953.
Para evitar la dependencia de las importaciones, Chung creó en 1958 la filial de materiales de
construcción Kumkang Company. Esta decisión hizo que el nuevo presidente surcoreano, Park
Chung-hee, contase con su empresa para su plan de industrialización, basado en grandes
conglomerados (chaebol) que recibirían ayudas estatales y contratos a cambio de inversiones
estratégicas. En la década de 1960, Hyundai se convirtió en socio preferente de la
administración y se expandiría a dos sectores que impulsaron su crecimiento: Hyundai Motor
Company (1967), especializada en automóviles a precios económicos, y Hyundai Heavy
Industries (1971), dedicada a la construcción naval en su gran astillero en Ulsan.
El crecimiento económico de Corea del Sur fue en paralelo al del conglomerado Hyundai,
convirtiendo a Chung en una de las mayores fortunas del país. En 1983 se creó la división de
productos electrónicos Hyundai Electronics, y a finales de la década Hyundai Motors incursionó
con éxito en los mercados de Estados Unidos y Canadá.
Chung pasó a ser una de las figuras más poderosas de Corea del Sur.8 No obstante, la caída de
ventas en los años 1980 y la importancia cada vez mayor de los movimientos pro-derechos
civiles le obligaron a permitir la formación de sindicatos, los cuales rechazaba en sus inicios.
En 1987, cuando tenía 72 años, Chung abandonó la presidencia de Hyundai para dar el salto a la
política. La mayoría de las filiales del conglomerado pasaron a ser dirigidas por sus hijos y
familiares directos. En aquella época Hyundai contaba con 34 filiales y más de 160.000
empleados, lo que la convertía en la empresa más grande del país.
Vida posterior
A pesar de su retirada como «presidente de honor», Chung continuó siendo uno de los hombres
más influyentes del país. En 1981 participó en la delegación surcoreana que consiguió
los Juegos Olímpicos de Seúl 1988.
El ya expresidente de Hyundai se presentó a las elecciones presidenciales de 1992 con el apoyo
del Partido Nacional de la Unificación, bajo un programa electoral liberal-conservador. El
aspirante obtuvo 3,8 millones de votos (el 17% del total) y quedó en tercera posición, mientras
que su partido sacó 31 escaños en la Asamblea Nacional de Corea. La presentación coincidió
con la promesa de los principales partidos democráticos para reducir el peso de los chaebol en la
economía nacional.
En 1993, Chung fue acusado de haber desviado 80 millones de dólares de Hyundai Heavy
Industries para financiar su campaña electoral. Este escándalo de corrupción terminaría
pasándole factura: tras demostrarse lo sucedido, tuvo que dimitir al frente del Partido Nacional y
fue condenado a pena de prisión, eludible por su avanzada edad. Y aunque
los chaebol mantuvieron una posición dominante, el gobierno había comenzado a retirarles
varias de las numerosas ayudas que percibían.
La crisis financiera asiática de 1997 provocaría la quiebra de los mayores conglomerados de
Corea del Sur, entre ellos Hyundai. Después de que el presidente Kim Dae-jung regulara el
sistema de chaebol, Chung tuvo que deshacerse de la mayor parte de subsidiarias y mediar en la
lucha de poder interna entre los familiares. Hyundai Motors, la filial más internacional, no se
desligó del grupo Hyundai hasta el año 2000.
Al margen de los escándalos en Hyundai, Chung colaboró activamente con Kim Dae-jung en la
«política del Sol», encaminada a distendir las relaciones con Corea del Norte con el objetivo de
la reunificación a largo plazo. Entre otras campañas, negoció con Kim Jong-il la construcción
del polígono industrial de Kaesong, el desarrollo de un negocio turístico en el monte Paektu y la
entrega de ayuda humanitaria.

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