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CUESTIONARIO
Clasificación:
Caracterizada por una destrucción de las células beta pancreáticas, deficiencia absoluta
de insulina, tendencia a la cetoacidosis y necesidad de tratamiento con insulina para
vivir (insulinodependientes)
Incluyentes con defectos genéticos en la función de la célula Beta como las llamadas
Mody ( maturity onset diabetes of the young), otro con defectos genéticos de la acción
de la insulina, otros con patologías pancreáticas ( pancreatectomia, pancreatitis aguda,
pancreatitis crónica, neoplasia del páncreas, hemocromatosis), endocrinopatías (
acromegalia, glucagonoma)
Diabetes gestacional
b) Factores sociales:
Más de dos tercios de los 400 millones de personas con diabetes en el mundo viven en
zonas urbanas
c) Factores psicológicos:
d) Factores orgánicos:
Páncreas:
- Glomérulos:
- Túbulos:
- Vasos:
En los diabéticos son muy frecuentes las infecciones urinarias graves con necrosis y
amputación de las puntas de las pirámides, produciendo una alteración muy
característica de diabetes: La papilitis necrosante. Se debe a la mayor facilidad para
sufrir infecciones de los enfermos diabéticos, unido a la isquemia relativa por el
compromiso vascular ya descrito.
Vasos
Las grandes arterias sufren arterioesclerosis en mayor intensidad que los no diabéticos
ya que los PGA se unen a células endoteliales lo que aumenta la adherencia plaquetaria
y, además, hace más permeable el endotelio, permitiendo el paso al subendotelio de
lipoproteínas y colesterol, que constituyen la base principal de la placa de ateroma.
Neuropatía
Consiste en las alteraciones nerviosas con pérdida de sensibilidad que sufren estos
enfermos y que se deben, a la concurrencia de los dos mecanismos patogénicos de las
complicaciones de la diabetes: Bien a daño directo de las células de Schwann, por
mecanismos osmóticos, o bien a microangiopatía de los pequeños vasos (vasa
nervorum) que nutren los filetes nerviosos de mayor tamaño.
Retinoplatía
La lesión retiniana tiene una primera fase caracterizada por la presencia de exudado
procedente de la mayor permeabilidad vascular, que se puede acompañar de
microhemorragias. Esta fase es conocida como retinopatía no proliferativa.
Posteriormente, la organización de los exudados provoca una proliferación vascular
neoformada y proliferación fibroblástica con aparición de cicatrices cuyo resultado final
es una ceguera irreversible. Esta segunda fase se conoce como retinopatía proliferativa.
e) Factores genéticos: Hay múltiples genes asociados a un mayor riesgo de DM1A. Los
determinantes más importantes son genes localizados en el complejo mayor de la
histocompatibilidad (HLA) en el cromosoma 6p. La clase II contiene genes que influyen
en la respuesta inmunitaria de sus glóbulos blancos, uniéndose a los antígenos que
serán presentados a los linfocitos T activados y los macrófagos. Más del 90% de los
DM1A se asocian a HLA DR3-DQ2 o HLA DR4-DQB1. El riesgo de desarrollar diabetes
está aumentado en familiares de personas afectas. No obstante, muchas personas son
portadoras de esta información genética y no enferman de diabetes.
Así, mientras que el riesgo de desarrollar diabetes mellitus tipo 1 sin historia familiar
previa se estima en el 0,4%, este aumenta al 1-4% en hijo de madre afecta, al 3-8% en
hijo de padre afecto y al 30% cuando ambos progenitores son diabéticos tipo 1. El riesgo
de que los hermanos enfermen depende de la similitud de sus antígenos HLA. Puede
ser del 3-6% para un hermano no gemelo de otro afecto, aumentando al 8% en caso de
gemelos dicigóticos y, en el caso de gemelos monocigóticos, de un 30% a los 10 años
del diagnóstico del primer gemelo y del 65% de haber desarrollado ambos la
enfermedad a los 60 años.
Los ácidos grasos que provienen de la dieta entran a los enterocitos estos son células
epiteliales del intestino encargadas de realizar la absorción de diversos nutrientes
esenciales después los ácidos grasos pasan a la circulación sanguínea a través de la
vía linfática en forma de quilomicrones éstas son macromoléculas lipoproteicas
encargados de movilizar a los lípidos que se ingieren en la dieta. La enzima lipoproteína
lipasa (LPL), que se encuentra en la pared interna de los capilares sanguíneos hidroliza
los trigliceroles presentes en las lipoproteínas de los quilomicrones liberando ácidos
grasos, finalmente son almacenados en las células adiposas.
Las proteínas
Pueden ser descompuesta por el cuerpo en glucosa y se utiliza para la energía (un
proceso conocido como gluconeogénesis)
Las personas con diabetes tipo 1 o diabetes tipo 2 tratados con insulina, pueden tener
que soportar los efectos de la proteína si tiene una comida tiene gran medida a base
de proteínas. Lo mejor es aprender que sus niveles de azúcar reaccionan a tales
comidas para que puedan juzgar los requerimientos de insulina adecuados.
La obesidad hace trabajar al páncreas más de lo normal pues pasan grandes cantidades
de sustancias nutritivas, entre ellas glucosa, a la sangre. La cantidad excesiva de
glucosa en la sangre obliga al páncreas a segregar mucha más insulina.
Una sustancia que es también necesaria para convertir las grasas en substancias de
reserva, que no se queman y que, por tanto, suelen ser abundantes en las personas
obesas. Este sobreesfuerzo del páncreas es constante, llegando un momento en que
se agota y deja de segregar la insulina necesaria.
No todas las personas obesas llegan a padecer diabetes. Aun así, aquellos que tienen
una predisposición hereditaria son más propensos a padecerla si no vigilan su peso.
Sobre todo, cuando se refiere a la diabetes del tipo 2 ya que ésta guarda una relación
muy estrecha con la obesidad. Muchos diabéticos obesos tienen niveles de azúcar
normales cuando logran perder peso.
Las reacciones psicológicas a la Diabetes Mellitus (DM) han sido objeto de interés desde
principios del siglo XX. Las primeras investigaciones intentaban encontrar
características específicas en quien padece la enfermedad. Surge entonces el mito de
la "personalidad del diabético" con la esperanza de encontrar una personalidad
específica que implicara un alto riesgo de padecer diabetes y que ofreciera por tanto la
posibilidad de prevenirla modificando dichas características. Cuando fracasó este
intento, el interés se centró entonces en la posibilidad de que se desarrollara una
personalidad del diabético como consecuencia de la enfermedad. Los datos
acumulados durante años, no muestran evidencias de que la persona diabética
promedio sea psicológicamente diferente del resto de la población. Si bien se reconoce
que pacientes con peor control metabólico se muestran ansiosos o deprimidos, hasta el
presente no se puede afirmar si estos síntomas llevan al descontrolo si el descontrol los
provoca. Probablemente se den ambos mecanismos. A pesar de la falta de evidencias
de una respuesta psicológica generalizada, no hay dudas de que el padecer la DM
genera reacciones emocionales que se reflejan' en todas las esferas de la vida del que
la padece y pueden incidir negativamente en la adhesión (adherencia) al tratamiento y
por tanto en su control metabólico. Es por ésto que las investigaciones más recientes
se centran más en el funcionamiento dinámico de las reacciones psicológicas y sodales
a la DM. Uno de estos aspectos considera los esfuerzos cognitivos y conductuales del
individuo para "manipular" las demandas de su enfermedad y que exceden los recursos
adaptativos que poseía hasta el momento, es decir, los estilos de enfrentamiento a la
enfermedad.
Signos y Sintomas
Para otras personas los síntomas que le provocan advertencia de que se están
poniendo enfermos, pueden ser los síntomas de la diabetes tipo 1 citados
anteriormente o pueden ser cuando la glucemia ya está muy alta (cetoacidosis
diabética):
Los síntomas aparecen típicamente cuando el nivel de glucemia cae por debajo de 70
mg/dl y también va a depender de cada persona.
7. Tratamiento Farmacológico:
Metformina
Glibenclamida
Derivados de la meglitinida
Inhibidores de la alfa-glucosidasa
Tiazolidinedionas
Son los únicos agentes que han demostrado enlentecer la progresión de la diabetes.
Ejercen su acción sensibilizando las células del cuerpo a la insulina, pero uno de los
inconvenientes con ellos es que pueden tardar hasta cuatro meses para ejercer su
efecto máximo. El edema (acumulación de líquido en los tejidos) y el aumento de peso
son los principales efectos adversos de las tiazolidinedionas.