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Alba Emoting™: Una Nueva Herramienta para Trabajar con las Emociones en Psicoterapia Experiencial Alba Emoting™: A New Tool for Working with Emotions in Experiential Psychotherapy Juan Pablo Kalawski Pontificia Universidad Catlica de Chile ste abajo pretend integrartesrcamente el método Alba Emoting” con una vision experiencia de a psicoterapia. ‘Alba Emerg e un mgt gue pemate ativer as emaocones bias, mediante la eproducein de accioneseoxprales ‘specifica especialmente rims espana) Estas aciones 0 "parones efectres” has sk especiicadoscenficumente fn labortori, ‘Desde un enfoque experiencia! las emociones son vista como fundamentlmente adaptatvasy se consider. a toma de concieneia dels props emociones como esencal para el cambio terapéuieo. En este sentido, exist evidencia que ‘esta la importa de a activacion dels emeciones entrap. La vildad terapsatien de Alba Exoting ries especialmente, en que permite tomar eoncienia de as propiasemociones, rabsjr con a ermocin especies equerda “This work is intended to doreticuly itegrat the Alba Emoting™ method with an experiential viow of psychotherapy [Alba Emoting isa method to sctiate the basic emotions by reprodacing specific bodily actions (specially breathing ‘iythms), These actions or “effector patterns” hae been sceaiially established inthe laboratory. [ivan experiential approoch emotions ae viewed s fundamentally adaptive, and awareness of emotions is reared as ‘eset or therapeutic change. Accordingly, there isevidence showing the importance of activating emesions in they, “The therapeutic wefulnes of Alba Emoting lie, especially, i that fosters asvareness of emotions and permis the cape Pte ‘heropis to work with the speifedesied emation, “Me rio porque me ri (Osman Pérez, Freire “La emocién no es un accidente, es un modo de cxistencia de la consciencia, una de las formas en que ella comprende (en el sentido heideggeriano de “Verstehen’) su ‘Estaren-el-mundo’.” Jean Paul Sartre Desde tiempos de Freud, los psicoterapeutas y los, te6ricos de la psicoterapia han reconocide la centralidad de la emocién para la empresa psicoterapéutica. A pesar de esto, ha habido una relativa carencia de téenicas especfficas que permitan al terapeuta trabajar con Jas emociones en si mismas. Consecuentemente, atin cuando el psicdlogo sepa que el cambio requiere de una implicacion afectiva, muchas veces el proceso terapéutico se queda entrampado en una Juan Palo Kalewski, Eseusla de Pscologt Este raj corespone pare do la teis de prado dt autor. ‘ealizada ena Universidad Contra, Elantoragradeve a Susana ‘Boch, Blanca One de Ziigs, Gabriel Reyes, Trina Fischer, Jonge Feros y Rail Marinez {ex comespondencis elativa a et atculo debe ser arigida a Juan Pablo Kelawski, Escuala de Psicologia, Poatificia Universidad Cattica de Chile, Avda. VieuBa Macken 4860, Santiago, 6904411, Chile. E-mail: kalawske@pac.c) conversacign intelectual “acerca de” las emociones. Por otra parte, existe cada vez, mayor consenso respecto de la interdependencia entre los procesos ‘mentales y los fenémenos corporales, pero de nuevo dificil Hevar estas ideas a la prdctica ata hora de hacer psicoterapia. Por un lado, muchos de los ‘enfoques terapéuticos tradicionales pueden crticarse por ser demasiado intelectuales (y por lo tanto poco “sentidos"). Por el otto lado, tanto tos métodos catdrticos como los métodos de modiicacién conductual (ambos con mayor énfasis, aunque distinto, en 1o corporal) suelen obviar el hecho de ue los seres humanos estén constantemente dando significado su experiencia, y que estos significado, eben ser tomados en cuenta para que el cambio perdure. El presente trabajo pretend presentar una metédica para trabajar con las emociones que surge de una visién integrada de los process mentales y corporales,cinvestigar la apicabilidad de este método en psicoterapia, El método en cuestidn se ama Alba Emoting™, y permite percibir, reconocer y expresar las emociones bésicas, mediante la reproduccién de acciones corporales espectticas (en particular ritmos ‘espiratorios). Estas acciones 0 “patrones efectores” fueron determinadas cientficamente en cl laboratorio. 64 KALAWSKI Hasta hace muy poco, Alba Emoting habia sido utilzado prineipalmente para ayudar alos atores a ‘trabajar con las emociones, pero nunca habfa sido aplicado sistematicamente en psicoterapia, EB enfogue terapéutico en el que se enmarca esta investigacién es el experiencial', dado que es una aproximacién que integra los dos procesos fundamentales del funcionamiento humano: por un Jado el aspecto corporal, experiencal, sentido, y por cl otro la construccién de significados conscientes. Se plantea emo Alba Emoting puede mejorar el modo de vivenciar de los clientes, haciendo mis productiva y profunda su participacién enel proceso terapéutico, Alba Emoting Alba Emoting es “un método ‘bottom up" (de abajo arriba) para inducir emociones” (Bloch, Paulet, & Lemeignan, 1994, p. 194, traduecién del autor). Esté basado en una suma de datos obtenidos en condiciones de laboratorio, desde 1970, por Susana Bloch y sus colaboradores (Bloch, Orthous, & ‘Santibatiez, 1987; Bloch & Santibéiez, 1973), primero en Santiago de Chile y mas tarde en Paris, Francia. Susana Bloch ha estado aplicando esta {enica para el entrenamiento de actores en Chile, Brasil, Dinamarca, Suiza, Francia y Estados Unidos (Bloch, 1993; Bloch, Orthous, & Santibsiiez, 1972, 1987). Bloch y su amigo Pedro Sandor adoptaron et nombre Alba Emoting en el curso de un conversacién mientras trabajaban en una pelicula que 61 dirigia sobre los patrones efectores cemocionales. Ellos habfan usado recientemente este ‘método en la produccidn de “La casa de Bernard “Alba” de Garefa Lorea con el grupo danés Teater Klanen. Se les ocurrié enlazar “Alba” a la palabra de inglés antiguo “emoting” (que significa algo ast como “emocionar”) para el titulo de la pelicula (Bloch & Sandor, 1990). La téenica se Hams originalmente BOS (por sus coautores: Bloch, Orthous y Santibaiiez). Después de continuar estas cexperiencias en su propio trabajo experimental en Francia, Bloch decidié cambiar esta denominaci6r al encontrarla poco atractiva (Bloch, 1993). "FL érmino“experiencial” puede tener muchas acepeiones. En su concepeién ampli refit a todos los enfoques que dan Sofas a lnexperencia. Laine experiencia la que se ale gu! coresponde a una devvacdn dl enfoque centr ene] ‘lint, cayo principal impulsor ha sido Bugene Gendlin, Definicién de emocién Bloch (1992, 1995) define las cmociones como estados funcional distintos y dinmicos de todo fl organismo, inegrados en el sistema neuro- endocrino, que comprometen grupos prtculares de sistemas efectores (visceral, endocrino, muscular) y sus correspondientes estados subjetivos particulares (vivencias). De esta forma se opone a Jas visiones dualistas y no integradoras de la Para Bloch (1992) las emociones comprendn diversos componentes, esencialmente interdependientes, peo vids aniveles de anisis diferentes. Deesa forma, compan el punto de vista, de Schwartz (1986) que postla que el andlisis de Tas emociones requiere la medicién de dstntas variables a través de ls diferentes niveles, con el fin de sefalar la emergencia de asociaciones caracteristicas de los distintos componentes, Onigenesy primenas observaciones En 1970 la psicofisi6loga Susana Bloch, el neurofisilogo Guy Santibineryeldrector de teatro Pedro Orthous, comenzaron en Santiago una westigacién interdisciplinaria destinada a acionar algunas de las acciones fiiolégicas y expresivas que estin presente durante unaemocin con la experiencia subjetiva correspondiente. El estudio nose refriaalascausas que pueden prodacit tn estado emocional, ni a las implicactones culturales 0 eanseevences sociles, sino al estado emocional per se” (Bloch, 1995, pp. 61-62). Las primerasobservaciones viniron dela prctica clinica. Santibéfiez (Santibétiez & Bloch, 1986) habia registrado los movimientos rspirtorios de pacientes con neurosis de angus. fl observ que Inicatras un paciente hablaba acerca de eventos confictivos personales, apareofan cambios en los registos respiratorio en el momento en que el contenido se acereaba al punto méximo de ansiedad. Si le deta al paciente que respirara muy regula y calimadamentey que relatara el evento de nuevo micnras mantenia este ritmo respiratorio reper, Ia historia adn contenfa los mismos elementos ansiégenos, pero el paciente deta sentrse menos ansioso al habla de ello. Con estas observaciones en mente, Bloch y Sansa (1973; Santer & Bloch, 1986) hcieton tn estudio mis sistematico en cl laboratorio, registrando diferentes pardmetros fisiol6gicos recuencia eardiaca, movimientos respratorios, ‘resin arteril cambios de tno mascula) de ston ALBA EMOTING EN PSICOTERAPIA EXPERIENCIAL, 65 normales que revivian intensamente un episodio ‘emocional y de actores que evocaban fuertesrecuerdos cemocionales. Observaron “que cuando los sujetos revivian emaciones hisieas como laalegria atristeza, la rabia, el miedo, e! amor erdtico o la temura, los estados asf inducidos eran acompafiados por un Conjunto de modificaciones respiratorias, posturales y faciales muy caracteristicas” (Bloch, 1992, p. 211, ‘raduccién del autor). Por otro lado, si instrufan a un sujeto a mantener Ia respiracién muy pareja y ritmica independientemente de la sinuaci6n “emotogénica’ las actitudes posturo-faciales correspondientes y el ‘sentimiento subjetivo no eran activados en tanto que el sujeto mantuviera el ritmo respiratorio parejo. Entretanto, tan pronto como el ritmo respiratorio era ‘modificado, ya sea espontineamente o porinstuccién, €l estado subjetivo era también modificado. Por «ejemplo, sise sugeria aun sujeto bajo hipnosis “adoptar tuna respiracién o una postura diferente de las conrespondientes a la situacién emociona, el estado subjetivo que se desarrollaba correspondia més a la configuracign respirator y postural que aa situaci6n emocional” (Bloch, 1992, p.212, traduccién de autor). Estas observaciones pueden concetarse con lasde Nina Bull (1951), quien observé que las actitudes Ccomprenden componentes mentales y motores y que los dos estén estrechamente Tigados. Para poner a pruebaesta nocién, condujo una serie de experiments. En un primer grupo, encontr6 que cuando hombres y ‘mujeres eran hipnotizados y se les instrufa que cexperimentaran ciertas emociones (alegria, triunfo, asco, miedo, rabia y depresién), autométicamente adoptaban posturas corporales apropiadas. En un ‘segundo grupo, le pid os sujetos adoptar una serie de posturas emocionales, Cuando se Ie pidié a los sujetos adoptar estas posturas, pronto Megaron a ‘experimentar [as emociones asociadas con ellas Cuando se les instruy6 tratar de experimentar cemociones incompatibles con estas posturas,tavieron, sgran dificultad en hacerlo. “EL conjunto de estas observaciones indica claramente que en cl curso de los estados emocionales existe una interdependencia entre los movimientos respiratorios, la expresién corporal y facial, y la experiencia interna (subjetivay” (Bloch, 1992, p. 212, ‘raduccién del autor). Sanibiez y Bloch (1986; Bloch et al, 1987) propusieron el concepto de “patrones ‘efectores emocionales” (emotional effector pattems) para designar Ia configuracién particular de la activaciGn respiratoria y expresiva presente en un individuo durante un determinado estado emocional Esta configuracién no representa més que una parte del complejo conjunto de reacciones neuromusculres, visceraes y neuro-endocrinas que integra los estados cemocionaies, peo los componentes sométicos que contiene -es decir los movimientos respiratorios, el ajuste del tone muscular y las modificaciones expresivas postrales y faciies- tienen en comin la posibilidad de estar bajo control voluntaio”, Bmociones bésicas El estudio inicial de Bloch y Santibéitez (1973) se dirigié a seis emociones que ellos consideraron bisicas “porque corresponden a invariantes "universales del eomportamiento {en un sentido muy cereano al de Darwin (1872/1984)] yestin presentes cen el animal y en el infante humano ya sean como ceonductas innaas o bien aparentes en etapas muy tempranas del desarrollo post-natal.” (Bloch & Lemeignan, 1992, p32, traduccién del autor.) Estas ‘emociones Son: alegria-rsa, tristezallant, rabia- agresin, miedo-ansiedad, amor erdtico-sexvalidad, Y temura-amor matemal/patemalfilial-amistad. Los autores citados plantean que las emociones bnisieas corresponden a estados funcionales adaptativos del organismo que cambian de un ‘momento a otro segtin los acontecimientos que se producen en el ambiente extcmo, en el medio interno © en Ia actividad intracerebral. Ellas por tanto n0 pueden ser consideradas como postivas o negativas (Galvo quizés desde punto de vista personal de quien las siente). Cada una de estas emociones puede parecer eomo una eaccién adaptativa sca es decit ‘ransitoria, en respuesta a una situaciGn gatilante, que se traduce generalmente en una accién (re, Hora agredit,huit, acariciar, hacer el amor), © como un estado tGnieo (que puede volverse crdnico y desedaptativo) y que no esté necesariamente ligado a una estimulacidn especifica. Por ejemplo, se puede considerar la ansiedad como un estado erdnico de ‘miedo, la depesin como un estado crénico de trsteza ‘ylaninfomania como un estado eréico de excitacin Sexual dado que los componentes de los patsones cfectores comrespondientes estin presentes durante cada uno de estos estados (Bloch, 1992, 1993) Finalmente, las emociones bésicas pueden ser ‘consideradas como las estructuras fundamentales a partir de las cuales se construyen las emociones que * aru una desripin de los atone efetoresemocionales ase ‘Bch (1992), Bloch y Lemeignan (1992) o bien La tesisen la ques hasaeste wahujo(Kalavski, 1997). Unandlisisespetico ‘Slaexpresi ail de lasemociones pede halane en Eka 1y Frese (1975) ¢ Inari (1971. Para un estudio cuamitativo {be los prrones respirators de las emociones véase Bloch, Lemeignan y Aguilera (1991) 66 KALAWSKI Bloch (1992) denomina “mixta” y que constituyen a mayor parte del amplio espectro emocional humano. Reproduceién de los patrones efectores La respiracién, con ritmos bastante precisos, Ia postura, correspondiente a contracciones/ relajaciones de grupos particulares de misculos organizados en actitudes posturales tipicas, y los movimientos faciales, pueden ser activados voluntariamente y pueden por tanto ser aprendidos. Bloch et al, (1987, 1994) han podido constatar que, cfectivamente, estos patrones efectores pueden ser ccorrectamente reproducidos. Adem, su semejanza, ‘con los de emociones esponténeas es puesta en evidencia por el hecho de que observadores no advertidos han identificado correctamente las emociones reproducidas, sin necesariamente distinguirlas de las emociones naturales (Lemeignan, Aguiler-T., & Bloch, 1992). Induccién emocional “Veamos ahora cémo se desarrolla la puesta en accién de los patrones efectores en sujetos “ingenuos’ que no conocen el objetivo de Ia experiencia. Primero que nada, se le pide al sujeto que adopte un ritmo respiratorio lento y calmado, se relajey adopte una expresién facial lo mas neutra posible. Después de algunos minutos de este ejercicio, el sujeto se encuentra en un estado ‘neutro" que se considera como un estado de referencia. tonces se le pide que reproduzca una configuracién respiratoria particular, y Iuego que adopte 1a postura y Ia expresién facial que ccorresponde a uno de los patrones efectores, pero evidentemente sin nombrar 1a emocién, El cexperimentador gufa al sujeto para que efectic las acciones solicitadas dndole instrucciones muy \écnicas sobre las modificaciones posturales, respiratorias o faciales necesarias para que la reproduccién del patrén sea lo mas completa posible. En la mayoria de los casos, durante los primeros ciclos respiratorios, los sujetos estén totalmente concentrados en la reproduccién correcta de las ‘consignas dadas por el experimentador. Cuando la Cconfiguracién respiratoria, conservando del todo las racteristicas propias del patrén, se vuelve més espontinea y pierde su cardcter ‘robética’, 1a cexpresign puede desarrollarse plenamente hasta ser centeramente semejante a la de Ia emociGn Hamada natural. Todo ocurre como si efectivamente se activara el sistema de expresién de la emocién correspondiente al modelo, Se le dice al sujeto qu continée siguiendo las instrucciones del experimentador hasta que se le dé la sefial de detencidn. Los sujetos son entonces interrogados a fin de saber si han entrado en un estado emocional y, si es asf, en cual; qué sentimientos han experimentado y si han evocado imagenes 0 recuerdos. La mayorfa de las veces los sujetos han respondido que efectivamente han comenzado a sentir la emocién correspondiente al patrdn, 0 que hhan evocacdo imagenes 0 recuerdos.” (Bloch, 1992, pp. 218-219, traduccién del autor.) Estas observaciones circunstanciales obtenidas con grandes grupos de sujetos en condiciones de laboratorio y de taller (Bloch, 1989, 1992) han sido también confirmadas experimentalmente en un estudio de laboratorio intra-sujeto (Bloch et al., 1994), Parece por tanto que la reproducciGn correcta de un patron efector activa el conjunto del sistema emocional correspondiente, incluyendo el nivel subjetivo (Bloch, 1992; Bloch et al., 1994). ermiftaseme citar un ejemplo del procedimiento ulilizado: “.. después de un momento de conversacién sin importancia para relajar un poco al actor y ajustar las condiciones de la filmacién, di las siguientes instrucciones: ‘comienza a respirar por la nariz.en forma constante a intervalos rdpidos y profundos; ‘mantén la boca cerrada, Ios labios tensos... contin con esta respiracién y contrac los brazos, hombros. y piernas, Hevando tu cuerpo ligeramente hacia adelante... fija la vista en un punto y tensa los parpados’. Después de seguir estas instruceiones bien ténicas comenz6 a tener una expresién inequivoca de rabia. Con esto se dio término al ejercicio. Le tom6 aproximadamente 20 segundos para volver a una expresién neutra, Al preguntar por To que le pas6 dijo haber sentido algo cercano a la ccdlera. Le pregunté si habfa tenido alguna imagen y respondi6: ‘sf, tave una imagen conereta de rabia ‘en una escena que habia interpretado hace tiempo”. Unos minutos después se dio la siguiente insruccién: ‘Ahora respira por la nariz inspirando cen forma ‘sacédica’ (staccato) y, expirando por la boca abierta como en un suspiro... elaja el cuerpo tratando de sentir como si un peso te tirara hacia abajo... deja que la respiracién te guie’. Una expresin de tristeza comenz6 a desarrollarse lentamente y en un momento parecfa estar a punto de Hlorar. Con esto finals el ejercicio y se le pidis relomar la respiracién normal y cambiar la postura. Se tom6 esta vez casi un minuto, para recuperar el estado neutro. A mi pregunta dijo haber sentido una ALBA EMOTING EN PSICOTERAPIA EXPERIENCIAL 6 profunda tristeza y dijo haber evocado vividamente ‘una situacién desu vida, que no deseaba relatar. Mas tarde me dijo que si no hubiera terminado el ejercicio, hubiera Hlorado ‘todas las Ligrimas del mundot’.” (Bloch, 1995, pp. 69-70). La autora concluye que: “Estas observaciones ‘muestran Ja importancia del desarrollo temporal de la reproduccién del patrén efector para obtener cexpresiones que, porsu viveza y su claridad, semejan ‘de tal manera las expresiones presentes durante las ‘emociones llamadas naturales que es muy dificil

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