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BTCC RCE OR CCU mS CST CSE) Set La cuenca del rio Coyle Estado actual-de las investigaciones ri 4 Las cabeceras del Coyle: informacién arqueolégica y circulacion de poblaciones humanas Luis Alberto Borrero, Nora Viviana Franco, Fabiana Martin, Ramiro Barberena, Ricardo Guichon, Juan Bautista Belardi, Cristian Favier Dubois y Lorena L’ Heureux INTRODUCCION La regi6n de las cabeceras del io Coyle, pesar de su importancia potencial para comprender la di- nimica de las poblaciones prehistéricas, ha sido muy poco explorada desde el punto de vista ar- queolégico. Desde el afio 1999 se desarrollan sucesivos proyectos arqueolégicos financiados porla Universidad de Buenos Aires, focalizados en el estudio de la circulacién espacial entre po- Dlaciones humanas de las cuencas del Pacifico y del Atlintico. Inicialmente este problema fue encarado desde una escala macroregional, desa- srollindose distintos trabajos. Las tareas leva- das a cabo en esta escala incluyeron estudios in- tensivos de isétopos estables sobre huesos hu- ‘manos (Barberena 2002) y anilisis de proceden- cia de materias primas liticas (Franco 2002). Los anilisis de isétopos estables (8 Col., 5"apat. y 8!N) sobre huesos humanos constituyen una de las lineas de anilisis implementadas para eva- Tuar la circulacién humana en este sector del es- pacio. Los valores previamente disponibles nos habian llevado a sostener la existencia de una abrupta declinacién en los marcadores isot6picos de dieta maritima desde la costa del Golfo Almi- rante Montt hacia Baguales-Lago Argentino y hacia El Cazador-meseta Latorre (Barberena 2002). La determinacién de la procedencia de las rocas empleadas para realizar instrumentos — ‘mediante anilisis de elementos traza y tierras ra- ras, entre otzos- se utiliza para determinar los rangos de dispersién asociados con cada materia prima. Los resultados previos sugitieron que las cabeceras del rio Santa Cruz fueron explotadas desde sectores orientales (Franco 2002). A partir de algunos resultados alcanzados en esa escala macro se seleccionaron sectores del espacio. para desarrollar tareas mas especificas en una es- Borrero, Franco, Martin, Barberena, Guichon, Belardi, Favier Dubois y L'Heureux Mapa Las cabeceras del Coyle: Informacion arqueologica y circulacién de poblaciones humanas cala microregional. Los mismos podian consi- derarse claves para comprender la circulacién en- tre ambos océanos, siendo la Sierra Baguales ‘uno de los primeros sectores seleccionados (Franco y Borrero 2000). La evidencia alli recu- pperada fue utilizada para evaluarla dificultad de Girculacién entre la cuenca superior del rio Santa Cruz y la del rio Serrano. Los resultados sugirie- ron la necesidad de extender las investigaciones hacia el noreste (Estancias Rincén Amigo-Bon Accord) y este de la Sierra Baguales (Estancias La Verdadera Argentina, Rupay Pacha, San Rafael y Cerro Palique) (ver Mapa). Estos eran lugares de trabajo adecuados debido tanto a su localizacién biogeogrifica, intermedia centre espacios implicados en la circulacién, como alzexistencia de condiciones de visibilidad ade- ccuadas para estudiar distribuciones de materia- les arqueolégicos en superficie. Se trata en gene- ral de un paisaje sub-andino, muy quebrado. Ul- tima Esperanza, asi como el borde oriental de has sierras, estuvieron cubiertos de bosques du- rante buena parte del Holoceno, en especial a partir de ca. 5500 afios AP en Rio Rubens y Me- seta Latorre (Schabitz 1991; Huber ef a/. 2004), produciéndose una marcada retraccién a partir del Siglo XIX por accién de la colonizacién eu- ropea (Huber y Markgraf 2003) La informacién disponible para tiempos etnogrificos para el area de trabajo menciona que al Este de Baguales y de la Sierra del Cazador existian comunidades Aénikenk hacia 1892 (Martinic 1995). Las comunidades estaban ubi- cada a unos 15 km. al SSE del Cerro Palique. ‘También se mencionan asentamientos hacia el alto rio Gallegos (Rogers en Martinic 2002: 56, Moyano 1931: 137) y otros lugares de la region (Tetbeck 1979: 97). La expedicién de Fuentes y Amengual de 1897 menciona la tolderia de Blan- co, quién les suministrara un guia Aonikenk para cruzar Baguales, seguramente por el Paso Verlika (Fuentes y Amengual en Martinic 2002: 245-246). Las descripciones de esa region refie- ren laexistencia de grandes manadas de guanacos. (del Castillo 1979: 49; Dixie 1996: 133-134, di- ‘versos viajeros en Martinic 2002: 30,43, 131, 153, 246). Critetios de redundancia en el uso de un espacio. circunvalado levaron a sugerir la existencia de una banda paralela a la Sierra Baguales con ma- yor intensidad de ocupacién con respecto a las mesetas aledafias. Se discutiré aquilo que ocurre en el sector argentino, aunque también se inte- grari en la discusién la informacién proveniente de Ultima Esperanza, Chile, particularmente de los sitios Puesto Leona 1 (San Roman y Morello 1999), Cerro Castillo (San Roman y Morello 2003), Lago Sarmiento y Rio Serrano (Ortiz, ‘Troncoso 1972). Para discutir hipétesis acerca de circulacién humana era necesario evaluar la in- tensidad de ocupaci6n de las cercanias de la Sierra Baguales. Para esto se empled una metodologia distribucional, dentro de un marco exploratorio. RESULTADOS OBTENIDOS MATERIAS PRIMAS Se realizaron muestreos de fuentes potenciales de aprovisionamiento de materias primas liticas. Con el objeto de asegurar la comparabilidad en- tre las muestras, se utilizé la metodologia de trabajo ya empleada en el area de Lago Argenti- no (Franco y Borrero 1999). En el sector del espacio explorado existen dife- rencias en la disponibilidad de materias primas. En el curso superior del rio Pelque son abun- dantes las dacitas, mientras que en el area de La ‘Verdadera Argentina (Mapa) la grauvaca y lutita son las materias primas mas frecuentemente re- Bortero, Franco, Martin, Barberena, Guichon, Belardi, Favier Dubois y L'Heureux presentadas, siguiéndoles en orden de impor- tancia la dacita calcedonia transhicida, jaspe,ma- deta silicficada y tridimita, Las materias primas fueron identificadas macroscépicamente y se hicieron cortes delga- dos sobre muestras seleccionadas. En este caso, Inidentificacién de la grauvaca y lutita se realiz6 mediante cortes delgados, no siendo posible su separacién sobre bases macroscépicas. La mayo- sia de ellas son, por otra parte, indistinguibles de ‘manera macroscépica del basalto. Por otra parte, cabe sefialar que de acuerdo con la bibliografia, en el érea esta disponible también el denomina- do basalto Baguales (Nullo 1987), cuyo lugar de procedencia no ha sido localizado con precision atin. Se analizaron dos muestras de dacita (una gris y una beig”), no arqueolégicas, procedentes de rio Pelque. Las mismas se agrupan con las ‘muestras procedentes del rio Los Perros, rio Bote yxio Centinela, es decir, tienen una composicién semejante a las més orientales hasta ahora anali- zadas (Franco y Aragén 2004). La calcedonia se halla presente en afloramientos volciinicos como relleno de vesiculas, habiéndo- se observado también la misma en los taludes. Estudios previos habian mostrado la posibili- dad de diferenciar geoquimicamente entre las calcedonias que provienen de rellenos de vesicu- las volcénicas y las sedimentarias (Franco y Aragén 2002). Los anilisis de tierras raras reali- zados sobre dos muestras procedentes del talud de un afloramiento volcdnico al oeste del casco de La Verdadera Argentina, indican que ambas tendrian un origen sedimentario. Por este moti- vo, cteemos que en el Area estin presentes dos variedades de calcedonia transhiicida, una proce- dente de rellenos de vesiculas volcanicas y una sedimentaria, macroscépicamente indistin- guibles. Cabe mencionar que, hasta el momen- to, las tinicas fuentes de aprovisionamiento de 8 calcedonia que se habian identificado en el rea de Verdadera Argentina eran las localizadas en la cuenca del rio Centinela, procedentes de rellenos de vesiculas voleénicas (Franco 2002) y las de la costa oriental del Lago Argentino, de origen sedimentario (Franco y Arag6n 2002). Los depésitos que podemos considerar prima- rios en el area proporcionan entonces, basalto, ‘grauvaca, lutitay al menos una variedad de calce- donia. Las restantes materias primas son pro- ducto de arrastre glaciofluvial, es decir se trata de fuentes secundarias potenciales de aprovisiona- miento litico. Cabe seftalar en este sentido, que ‘Nullo (1987) menciona la presencia de depési- tos de tll en este sector del espacio. Este seria el origen de los nédulos de jaspe y tridimita, loca- lizados en el talud del Cerro Leén, area de La Verdadera Argentina. Las muestras de tridimita recogidas por G. Povazsan en la cuenca suprior del rio Vizeachas, al norte de La Verdadera Ar- gentina, tendrian el mismo origen. Con respec- to aesta iltima materia prima, la tridimita, cabe recordar que hasta el momento habia sido regis- trada s6lo como artefactos en cotas altas de la Sierra Baguales y en los depésitos :ntiguos del sitio Chorrillo Malo 2, en el area de Lago Argen- tino (Franco 2002). Esta materia prima estaria disponible entonces en el area oriental de Sierra Baguales, aunque en nédulos de tamafios muy pequefios. En sintesis, podemos decir que de acuerdo con los muestreos de materias primas realizados hasta el momento, en la macrorregién -que in- cluye Lago Argentino y el area que nos ocupa- predomina la dacita como materia prima de cali- dad adecuada para la talla (de regular a muy bue- 1a). Las otras materias primas estin mas locali- zadas, vatiando su frecuencia de acuerdo con la microrregi6n en estudio. Seria el caso, por ejem- plo, del basalto, la grauvaca y tridimita en el érea

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