Jas que han provocado las armas. ‘Tus comentarios
frinquilizadores pueden calmar al duelista mis ira-
cundo y lograr que tu sangre siga donde debe: co-
fiendo por tus venas.
Juegos: los nobles se entretienen con intrinea
dos y extensos pasatiempos, desde los duelos
bales hasta los inanes y entevesados juegos de azar
Debes haber estudiado estos juegos para poder
Comprender el sutil intercambio y los retazos casi
invisibles que permiten apreciar sobre kt mente
de sus jugadores
Tabia: con una combinacién de
conversicién entretenida, promesas
hueeas y pu
vencer a las demas para que se ocu:
pen de tus necesidades. Sin embar-
fo, tienes que tener cuidado de no
puedes con-
abusar demasiado del mismo sitio,
pues h:
termina haciéndose pesado,
Leer Labios: un secreto susu.
trido no oculta nada
tticionado por el movimiento de
a boca, Esta Capacidad permite
discernir las tramas € inquinas que
8¢ desarrollan en una estancia. Por
supuesto, los cortesanos mas cau
{es y experimentados suelen llevar
abanicos 0 velos que impiden pre
cisamente esto.
el invitado mas adulador
undo es
Maquinar: las grandes mentes
piensan de forma similar, y lo mismo
puede deciese de las mi
taimadas
Cando reflexionas sobre el comple-
jo mundo de
licas puedes ver con claridad los hi
Jes que atan 2 cada uno de los parti
éipantes, y, con prictica suficiente,
is maquinaciones po:
Jos filiriteros tas el escenario,
Politica: |a politica es poder, y
el cortesano realmente inteligente
Jo sabe bien. Puedes sentir el flujo
de la influencia de unt noble y de
terminar a aquel a quien debes se
guir la estela para llegar lo antes
posible a la cima
un rumor vuela mas rapide que la fle~
cha mas veloz, y su mordisco es dos veces mis pro
fundo, Quienes poseen esta
Capacidad saben dénde
se cuentan los rumores mis jugosos y se enteran de
todo antes que nadie, Ademis, saben qué habladu-
rfas son importantes y cudles no.
Seduccién: el suspiro apagado de una mujer
sugerente ha lanzado a mas de un imperio al caos,
Armado con esta Capacidad tienes el potencial d2
ser mds peligroso para la estabilidad de una nacién
que cien soldados amados