La filosofía de la felicidad
Desde un punto de vista filosófico, buscar la felicidad equivale a comprender la naturaleza de la felicidad, es decir, ¿qué significa ser feliz? ¿Cómo definir la felicidad? ¿Es algo que podemos cuantificar o medir de alguna forma?
El jesuita español Baltasar Gracián (1601-1658) lo resumió así: «Todos los mortales van en busca de la felicidad, un signo que nos dice que ninguno de ellos la tiene».
Esto apunta a las diferentes maneras de entender el concepto de «felicidad», a menudo definido como algo externo, que podemos conquistar o poseer.
¿Felicidad del espíritu o del cuerpo?
En la antigua Grecia, los pensadores tenían varias maneras de entender la felicidad: estaban aquellos que creían que provenía del mundo espiritual y que se podía alcanzar con la práctica de las virtudes, permitiendo la elevación del alma; un enfoque que se hizo muy popular a partir de estos filósofos:
■ Platón (c. 428 - c. 347 a.C.) expresó a través de Sócrates que la mayor forma de felicidad se puede adquirir a través de la justicia social.
■ Aristóteles (384 - 322 a.C.) fue el primero que dijo en su Ética a Nicómaco que la eudaimonia, traducida como felicidad o «florecimiento humano» es el objetivo más alto de todas las acciones y virtudes humanas. Aunque, según Aristóteles, para tener una vida plena y verdaderamente feliz, uno necesita tener un buen «daimon», buena fe o buena suerte, añadido a la práctica de la prudencia.
Epicuro (c. 341».
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