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“ Y de la misma manera,
también el Espíritu nos ayuda
en nuestra debilidad; porque
no sabemos orar como
debiéramos, pero el Espíritu
mismo intercede por nosotros
con gemidos indecibles ”;
(Primero se le pide al E.S. el
E.S. habla con Cristo, Cristo
habla al Padre y viceversa)
1. Es el único que puede
escudriñar lo profundo de
Dios.
Don de entendimiento,
es el del Espíritu
Santo que nos lleva al
camino de la
contemplación,
camino para
acercarse a Dios.
Don de consejo,
saber decidir con
acierto, aconsejar a
los otros fácilmente y
en el momento
necesario conforme a
la voluntad de Dios.
Don de Fortaleza,
es el don que el
Espíritu Santo
concede al fiel, ayuda
en la perseverancia,
es una fuerza
sobrenatural.
Don de Piedad,
Don de Ciencia, el corazón del cristiano
Es el don del no debe ser ni frío ni
Espíritu Santo indiferente. El calor en
la fe y el cumplimiento
que nos permite
del bien es el don de la
acceder al
piedad, que el Espíritu
conocimiento. Santo derrama en las
Es la luz almas.
invocada por el
cristiano para Don de Temor de Dios,
sostener la fe es el don que nos
del bautismo. salva del orgullo,
sabiendo que lo
debemos todo a la
misericordia divina.
FALTAS CONTRA EL
ESPÍRITU SANTO
1. Desesperar de la
misericordia de Dios.
2. Presunción de
salvarse sin ningún
mérito.
3. La impugnación de
la verdad conocida.
4. La envidia de los
bienes espirituales del
prójimo.
5. La obstinación en el
pecado.
6. La impenitencia
final.
EL ESPÍRITU SANTO,
EL DON DE DIOS
Es el Espíritu Santo el
que nos da la fe en la
presencia Real de
Jesucristo en la
Eucaristía. Jn 6,54
Es el Espíritu Santo el que
Jesús dejó para guiarnos a la
verdad completa. Juan 14,26
Es el mismo Espíritu de
Dios quien nos revala lo
más profundo de los
misterios de Dios.
Efesios 3,5
Es el Espíritu quien
nos llena de su amor
para poder vivir el más
grande de los dones
que es el amor.
Gal 5,22
Digamos cada día:
Ven Espíritu Santo una vez
más sobre mi vida y
quémame con el fuego de
tu presencia.
Purifícame de mis
pecados y ayúdame a
tener el coraje de los
santos; el celo apostólico
de San Pablo,; la alegría de
San Fracisco de Asis; el
amor de la madre Teresa
de Calcuta y el valor para
sufrir por la evangelización
que poseía el Papa Juan
Pablo II.
Ven y hazme una
creatura nueva en
Cristo Jesús.
(2 Cor 5,17).
Hazme un "David"
Dios de la gloria para
poder vencer a todos
los "Goliaths" que se
han levantado en este
tiempo.
Bendito seas Espíritu
de Dios porque la
victoria ya esta
ganada en Jesucristo
y yo quiero hacer mía
esa victoria. Hazme
vencedor como
"David" para que
pueda exclamar:
"Dónde estás Goliath
porque tu derrotada
ya fue mostrada".
Dame el "carácter" de
un servidor de
excelencia pastoral
porque soy tuyo
Señor.
Soy un guerrero tuyo
Señor Jesucristo y
con tu Espíritu doy
un paso de fe más
en mi vida. Ven
Espíritu Santo y
hazme un cerillo
para poder incendiar
de amor y fe todo lo
que está a mi
alrededor.
Hazme un servidor,
Como el Papa Juan
Pablo II ha dicho:
"con nuevo ardor,
renovado
entusiasmo, fino
espíritu eclesial,
desbordante de fe
y esperanza, que
hable cada vez
más de ti Señor
Jesucristo.
Gracias Señor
Jesús por
dejarnos tu
Espíritu para
extender tu obra.
Bendito seas por
tu gran
misericordia por
fijarte en éste tu
siervo. Bendito
seas Señor. Amén.
Por Tì conozcamos, oh
Espíritu,
Al Padre y al Unigénito,
Unidos a Ti en lo íntimo
Oremos en todo
tiempo.
Gloria al Padre
Altísimo,
Y al vencedor de los
infiernos,
Y al Espíritu increado,
Del inextinguible amor.
Amén
Envía Tu Espíritu y será
una nueva creación.
Y renovarás la faz de la
tierra.
1. Caridad.
2. Gozo.
3. Paz.
4. Paciencia.
5. Longanimidad.
6. Bondad.
7. Benignidad.
8. Mansedumbre.
9. Fe.
10. Modestia.
11. Continencia.
12. Castidad.
Oración al Espíritu Santo
Cardenal Verdier.
Secuencia
Ven, Espíritu Santo y desde el cielo
envía rayos de tu virtud! Ven Padre de
los pobres!, Ven Dador de tus dones!,
magnifico del alma dulce Huésped
suavísimo dulzor, descanso en la fatiga,
brisa en ardiente estío, consuelo en el
dolor. OH luz dichosísima, inunda en
resplandores, el corazón fiel. Sin tu
divino aliento nada hay en el hombre,
pobre de todo bien, Lava el corazón
sórdido, riega el que está marchito, sana
el que enfermo está, Doblega al rudo y
rígido, inflama al tibio, rige al que
extraviado va; Da a tus creyentes
súbditos que solo en ti confían, tus
Santos siete dones; Danos preciosos
méritos, danos dichosos transito y
Eterno galardón. Amen.
(Récese de ser posible diariamente,
en gran piedad y fervor)
Oración por nuestros hijos al Espíritu Santo
Espíritu Santo, concédeme para mí, para mi esposa/o y para mis hijos,
aquellos dones divinos con que fortaleciste a los Apóstoles; aquella
gracia poderosa que ilumina el entendimiento, mueve dulcemente la
voluntad y vence gloriosamente la concupiscencia,