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3 . ¿Somos consientes que el hijo de Dios asumió su naturaleza humana para salvarnos?
El misterio de la Encarnación
Oremos juntos:
C. Jesús, cargando sobre sí la cruz, salió de la ciudad para dirigirse al lugar llamado «del Cráneo», en
hebreo «Gólgota.» Allí lo crucificaron; y con él a otros dos, uno a cada lado y Jesús en el medio. Pilato
redactó una inscripción que decía: «Jesús el Nazareno, rey de los judíos», y la hizo poner sobre la cruz.
Muchos judíos leyeron esta inscripción, porque el lugar donde Jesús fue crucificado quedaba cerca de la
ciudad y la inscripción estaba en hebreo, latín y griego. Los sumos sacerdotes de los judíos dijeron a Pilato:
S. «No escribas: "El rey de los judíos", sino: "Este ha dicho: Yo soy el rey de los judíos.
C. Pilato respondió:
S. «Lo escrito, escrito está.»
EL MISTERIO DE LA ENTREGA HASTA LA
MUERTE DE CRUZ
Se repartieron mis vestiduras
C. Después que los soldados crucificaron a Jesús, tomaron sus vestiduras y las dividieron en cuatro partes, una para cada uno.
Tomaron también la túnica, y como no tenía costura, porque estaba hecha de una sola pieza de arriba abajo, se dijeron entre sí:
S. «No la rompamos. Vamos a sortearla, para ver a quién le toca.»
C. Así se cumplió la Escritura que dice: Se repartieron mis vestiduras y sortearon mi túnica. Esto fue lo que hicieron los soldados.
¡Aquí tienes a tu hijo! ¡Aquí tienes a tu madre!
C. Junto a la cruz de Jesús, estaba su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. Al ver a la
madre y cerca de ella al discípulo a quien Él amaba, Jesús le dijo:
+ «Mujer, aquí tienes a tu hijo.»
C. Luego dijo al discípulo:
+ «Aquí tienes a tu madre.»
C. Y desde aquel momento, el discípulo la recibió en su casa.
EL MISTERIO DE LA ENTREGA HASTA LA
MUERTE DE CRUZ
Todo se ha cumplido
C. Después, sabiendo que ya todo estaba cumplido, y para que la Escritura se cumpliera hasta el final,
Jesús dijo:
+ «Tengo sed.»
C. Había allí un recipiente lleno de vinagre; empaparon en él una esponja, la ataron a una rama de
hisopo y se la acercaron a la boca. Después de beber el vinagre, dijo Jesús:
+ «Todo se ha cumplido.»
C. E inclinando la cabeza, entregó su espíritu.
Se hace una breve pausa de silencio. (Este es un signo muy importante que conviene hacerlo)”
EL MISTERIO DE LA ENTREGA HASTA LA
MUERTE DE CRUZ
¡Joven!
¿Qué sentido tiene la cruz en tu vida?
EL MISTERIO DE LA ENTREGA HASTA LA
MUERTE DE CRUZ
¡Joven! Recuerda que la segunda verdad es que Cristo, por amor, se entregó hasta el final para salvarte. Sus
brazos abiertos en la Cruz son el signo más precioso de un amigo capaz de llegar hasta el extremo: « Él, que amó
a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin » (Jn 13,1). San Pablo decía que él vivía confiado en
ese amor que lo entregó todo: «Vivo de la fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó a sí mismo por mí »
(Ga 2,20). […] Él sigue salvándonos y rescatándonos hoy. Mira su Cruz, aférrate a Él, déjate salvar, porque
«quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Y si
pecas y te alejas, Él vuelve a levantarte con el poder de su Cruz. Nunca olvides que «Él perdona setenta veces
siete. Nos vuelve a cargar sobre sus hombros una y otra vez. Nadie podrá quitarnos la dignidad que nos otorga
este amor infinito e inquebrantable. Él nos permite levantar la cabeza y volver a empezar, con una ternura que
nunca nos desilusiona y que siempre puede devolvernos la alegría».
EL MISTERIO DE LA ENTREGA HASTA LA
MUERTE DE CRUZ
124. […] El que nos llena con su gracia, el que nos libera, el que nos transforma, el que nos sana y nos consuela
es alguien que vive. Es Cristo resucitado, lleno de vitalidad sobrenatural, vestido de infinita luz. Por eso decía san
Pablo: «Si Cristo no resucitó vana es la fe de ustedes» (1 Co 15,17).
125. Si Él vive, y está presente en tu vida, en cada momento, para llenarlo de luz. Así no habrá nunca más soledad
ni abandono. «Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo» (Mt 28,20). 126. Contempla a Jesús
feliz, desbordante de gozo. Alégrate con tu Amigo que triunfó. Mataron al santo, al justo, al inocente, pero Él
venció. El mal no tiene la última palabra. En tu vida el mal tampoco tendrá la última palabra, porque tu Amigo que
te ama quiere triunfar en ti. ¡Tu salvador vive!
La resurrección de Señor
Señor resucitado, haz de nosotros una comunidad en marcha, una comunidad viva y de vida.
Señor resucitado, pon calor en nuestros corazones.
Señor resucitado, pon humildad en nuestra vida entera para reconocerte como vivo.
Señor resucitado, pon espíritu en nuestro ser para llegar a la santidad.
Queridos jóvenes