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José, hijo de Jacob.

Parte 1

José, tenía una vida de vínculo y


oración con Dios, y fue el hijo
predilecto de Jacob por su
sagacidad e inteligencia y el don de
interpretar los sueños.

Francisco Martínez A.
Noviembre 2010
En el Libro Del Génesis aparece la
explicación del nombre de José.
"Entonces se acordó Dios de Raquel.
Dios la oyó y abrió su seno, y ella
concibió y dio a luz a un hijo. Y dijo:
«Ha quitado Dios mi afrenta.» y le
llamó José, como diciendo:
«Añádeme Yahvé otro hijo.»"
Génesis 30,22-24.
22 Dios también se acordó de Raquel, la
escuchó e hizo fecundo su seno.

23 Ella concibió y dio a luz un hijo.


Entonces exclamó: "Dios ha borrado mi
afrenta".

24 Y lo llamó José, porque dijo: "Que el


Señor me conceda un hijo más".
Génesis, 30: 22-24
José fue el primogénito de
Raquel y el undécimo hijo de
Jacob, Nació en Padan-aram
(llanura de Aram),
lugar de la antigua
Mesopotamia, hoy Irak.
seis años antes del retorno de
Jacob a Canaán (Gn. 30:25; cfr. Gn.
31:41), cuando Jacob tenía 90 o
91 años
25Aconteció cuando Raquel
hubo dado a luz a José, que
Jacob dijo a Labán:
Envíame, e iré a mi lugar, y
a mi tierra.
Génesis, 30: 25
41 Así he estado veinte años en
tu casa; catorce años te serví
por tus dos hijas, y seis años
por tu ganado, y has cambiado
mi salario diez veces.
Génesis, 31: 41
José fue el primogénito de
Raquel y el undécimo hijo de
Jacob. José era un pastor de
ovejas y tuvo un hermano
menor llamado Benjamín,
ambos eran hijos de Raquel
José era el preferido de su
padre, a sus 17 años,
apacentaba las ovejas con sus
hermanos; los hijos de Bilha y
los hijos de Zilpa, mujeres de
su padre.
Jacob había manifestado una
preferencia especial por José,
tanto por su carácter como por
su extraordinaria inteligencia y
por las raras virtudes que el
niño poseía.
Dios lo había dotado con el
raro poder de interpretar los
sueños, y cuando narró
algunos de sus propios
sueños y también los
interpretó ante sus hermanos,
éstos le cogieron envidia.
3Israel amaba a José más
que a todos los demás hijos,
por ser para él el hijo de la
ancianidad. Le había hecho
una túnica de manga larga.
4 Vieron sus hermanos cómo le
prefería su padre a todos sus
otros hijos, y le aborrecieron
hasta el punto de no poder ni
siquiera saludarle.
5 José tuvo un sueño y lo
manifestó a sus hermanos,
quienes le odiaron más aún.

6 Les dijo: «Oíd el sueño que he


tenido.
7 Me parecía que nosotros
estábamos atando gavillas en
el campo, y he aquí que mi
gavilla se levantaba y se tenía
derecha, mientras que
vuestras gavillas le hacían
rueda y se inclinaban hacia la
mía.»
8 Sus hermanos le dijeron:
«¿Será que vas a reinar sobre
nosotros o que vas a tenernos
domeñados?» Y acumularon
todavía más odio contra él por
causa de sus sueños y de su
palabras.
9Volvió a tener otro sueño, y se
lo contó a sus hermanos.
Díjoles: «He tenido otro sueño:
Resulta que el sol, la luna y
once estrellas se inclanaban
ante mí.»
10Se lo contó a su padre y a sus
hermanos, y su padre le
reprendió y le dijo: «¿Qué
sueño es ése que has tenido?
¿Es que yo, tu madre y tus
hermanos vamos a venir a
inclinarnos ante ti hasta el
suelo?»
11 Sus hermanos le tenían
envidia, mientras que su padre
reflexionaba.
12 Fueron sus hermanos a

apacentar las ovejas de su


padre en Siquem,
Génesis, 37: 3-12
Como hemos ido
profundizando en el tema
sobre la vida de José, nos
queda bien claro que el
favoritismo paterno hacia él,
vino a provocar la envidia de
sus hermanos.
Pero eso no era una
justificación para tratar de
atentar contra la vida de su
hermano menor a como lo
veremos posteriormente.
13 y dijo Israel a José: «¿No
están tus hermanos
pastoreando en Siquem? Ve
de mi parte a donde ellos.»
Dijo: «Estoy listo.»
14Díjole: «Anda, vete a ver si
tus hermanos siguen sin
novedad, y lo mismo el
ganado, y tráeme noticias.» Le
envió, pues, desde el valle de
Hebrón, y José fue a Siquem.
15 Encontróse con él un
hombre mientras estaba
discurriendo por el campo. El
hombre le preguntó: «¿Qué
buscas?»
16Díjole: «Estoy buscando a
mis hermanos. Indícame, por
favor, dónde están
pastoreando.»
17El hombre le dijo: «Partieron
de aquí, pues yo les oí decir:
"Vamos a Dotán."» José fue
detrás de sus hermanos y los
encontró en Dotán.
Génesis, 37: 13-17
Cuando ellos lo vieron arrivar,
en forma inmediata la cólera
les cegó y les produjo actuar
en forma aberrante.
18 Ellos le vieron de lejos, y
antes que se les acercara,
conspiraron contra él para
matarle,
19.y se decían mutuamente:
«Por ahí viene el soñador.
20 Ahora, pues, venid,
matémosle y echémosle en un
pozo cualquiera, y diremos
que algún animal feroz le
devoró. Veremos entonces en
qué paran sus sueños.»
21 Rubén lo oyó
y le libró de sus manos.
Dijo: «No atentemos contra
su vida.»
22.Rubén les dijo: «No
derraméis sangre. Echadle a
ese pozo que hay en el
páramo, pero no pongáis la
mano sobre él.» Su intención
era de salvarle de sus
hermanos para devolverle a
su padre.
23 Y ocurrió, que cuando llegó
José donde sus hermanos,
éstos despojaron a José de su
túnica - aquella túnica de
manga larga que llevaba
puesta -,
24 y echándole mano le
arrojaron al pozo. Aquel
pozo estaba vacío, sin
agua.
Génesis, 37: 18-24
No satisfechos con la acción
realizada, optaron por
venderlo a unos mercaderes
que se dirigían a Egipto, claro
todo esto a espaldas de
Rubén el cual no se
encontraba entre ellos.
25.Luego se sentaron a comer. Y
levantando los ojos divisaron
una caravana de ismaelitas que
venían de Galaad, con camellos
cargados de almáciga,
sandáraca y ládano, que iban
bajando hacia Egipto.
26.Entonces dijo Judá a sus
hermanos: «¿Qué aprovecha
el que asesinemos a nuestro
hermano y luego tapemos su
sangre?
27.Venid vamos a venderle a
los ismaelitas, pero no
pongamos la mano en él,
porque es nuestro hermano,
carne nuestra.» Y sus
hermanos asintieron.
28.Pasaron unos madianitas
mercaderes, y descubriéndole
subieron a José del pozo.
Vendieron a José a los
ismaelitas por veinte piezas de
plata, y éstos se llevaron a
José a Egipto.
Génesis, 37: 25-28
La desesperación de Rubén fue
tal que rompió su vestimenta
en señal de protesta,
pensando en su padre, pero
sus hermanos muy sagaces le
convencen y ellos matan a un
cabrito y tiñen con su sangre
la túnica de José.
Simplemente lo que ellos
pretendían consistía en
engañar a Israel (Jacob), y así
sentirse satisfechos con la
ausencia de se hermano José.
Después de haber efectuado su
plan, ellos regresan donde
Jacob e intentan calmarlo, en
sus adentros se sentían felices
por no tener a su lado el
hermano odiado, este
sentimiento no cobijaba a
Rubén,
Pero él fue cómplice de la
maldad de sus hermanos y
sufrió mucho por dicha causa.
El dolor de Israel era muy
grande y permaneció se
puede decir de luto por su hijo
durante mucho tiempo y se
apegó más a Benjamín.
29 Vuelve Rubén al pozo, y
he aquí que José nos
estaba en el pozo. Él
desgarró sus ropas,
30 y volviendo donde estaban
sus hermanos, les dijo: «El
muchacho ya no está. ¿Y qué
hago ahora?»
31 Entonces tomaron la túnica
de José y, degollando un
cabrito, la tiñeron con su
sangre.
32 Enviaron la túnica de
manga larga a su padre con
este mensaje: «Esto hemos
encontrado. Mira a ver si es la
túnica de tu hijo.»
33 Jacob la reconoció y
exclamó: «¡Es la túnica de mi
hijo. Algún animal feroz lo ha
devorado! ¡José ha sido
despedazado!»
34 Jacob desgarró sus
vestidos, se vistió con un
sayal, e hizo duelo por su hijo
durante muchos días.
35 Todos sus hijos e hijas
acudieron a consolarlo, pero él
no quería ser consolado, y
decía: «Estaré todavía de
duelo cuando descienda
donde mi hijo al lugar de las
Sombras.» Y su padre lo lloró.
36 Entretanto los madianitas
llegaron a Egipto y vendieron
a José a Putifar, funcionario
del palacio de Faraón y
capitán de la guardia.
Continuará la segunda parte
José en Egipto

Fuente: Sagrada Biblia Católica y otros

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