ALUMNO : VILLEGAS MEDINACRISTHIAN .U PROFESORA:ALBA MENDOZA DENISSE MILAGROS CICLO:V INPORTANCIA DE LOS SUELOS FORESTALES LO QUE HACEN LOS BOSQUES Y LOS SUELOS FORESTALES Las emisiones de carbono son un importante factor que contribuye al cambio climático. Los bosques del mundo, entre sus muchas funciones, actúan como un importante depósito de carbono. Los bosques capturan 650 000 millones de toneladas de carbono, o casi un tercio del total de los ecosistemas terrestres. Los suelos forestales también guardan un volumen de carbono igual al de la biomasa forestal mundial. LA GESTIÓN SOSTENIBLE DE LOS SUELOS REQUIERE UNA GESTIÓN SOSTENIBLE DE LOS BOSQUES, INCLUIDA LA RESTAURACIÓN El planeta necesita una gestión sostenible de los bosques para luchar contra la erosión de los suelos y asegurar su conservación. Las raíces de los árboles estabilizan las crestas de las montañas, las colinas y las pendientes de montañas y proporcionan a los suelos el apoyo mecánico estructural necesario para impedir movimientos superficiales de tierra. LOS PRINCIPALES ECOSISTEMAS SE BENEFICIAN DE LOS BOSQUES Y SUELOS: AGUA LIMPIA Y ORDENACIÓN DE CUENCAS HIDROGRÁFICAS
Al reducir la erosión de los suelos y el
riesgo de desprendimientos de tierra y avalanchas, la gestión sostenible de los bosques contribuye considerablemente a los sistemas, proporcionando y manteniendo los suministros de agua limpia del planeta y garantizando un ciclo hídrico equilibrado LA CONSERVACIÓN DE SUELOS EN ZONAS SEMIÁRIDAS Y ÁRIDAS COMIENZA CON LOS BOSQUES Y LOS ÁRBOLES
al ayudar a prevenir la erosión del
suelo, los bosques tienen un papel clave como un protectores de los recursos del suelo, por ejemplo previniendo o reduciendo la salinización. por consiguiente, en los bosques de zonas áridas el reto consiste en optimizar las ventajas y desventajas entre la producción de agua y la protección del suelo. LOS BOSQUES PUEDEN REDUCIR LA VULNERABILIDAD DE LOS SUELOS MONTAÑOSOS A LA DEGRADACIÓN
Debido a las pendientes muy pronunciadas
y los suelos finos, los ecosistemas de montaña son muy vulnerables a la erosión. A menudo, estos suelos están degradados y normalmente no aportan suficientes nutrientes para el buen crecimiento de las plantas. La FAO estima que alrededor del 45 por ciento de las zonas de montaña del mundo no son idóneas, o lo son solo marginalmente, para la agricultura.