El Ser Humano en la Filosofía griega (s.V - IV a.C.)
Los griegos se veían como seres en los que actúan
dos naturalezas: una natural y una social. El hombre comparte el mundo de las leyes naturales(inmodificables por la voluntad humana), y el mundo de las leyes sociales y políticas (establecidas por el propio hombre). FILOSOFÍA GRIEGA Sócrates: Pasó la mayor parte de sus días el examen de las verdaderas razones o motivaciones, detrás de los actos humanos. Su acto final, de hecho, era el epítome de lo que se trataba: falsamente condenado a muerte por corromper a los jóvenes y no creer en los dioses ancestrales. El pensaba que su acto final, de hecho, resume lo que se trataba: falsamente condenado a muerte por corromper a la juventud y de no creer en los dioses ancestrales (Apología,17-42), Sócrates, en lugar de sufrir el exilio de la Atenas que a amado tanto, de buena gana y con su propia mano, puso fin a su vida con una copa de cicuta lo mortal lo que constituye nuestra naturaleza humana es la virtud, entendida como el saber actuar bien. El ser humano se distingue en Sócrates, por poder dar una respuesta racional a cualquier pregunta racional que se le haga sobre sí mismo. FILOSOFÍA GRIEGA
Platón: Defiende que el alma (psyché),
de origen divino, es inmortal y se une accidentalmente a un cuerpo, de modo que la auténtica VIDA sólo podrá llegar una vez que hayamos muerto. Lo que define al hombre es su alma, el cuerpo es algo completamente accidental. La muerte será entendida como una liberación del cuerpo, la parte de nuestra naturaleza que nos dificulta el que podamos llevar una vida plena. FILOSOFÍA GRIEGA
Aristóteles: Piensa que el hombre es un ser
natural, y su alma, es la forma de vida propia del hombre y está unida esencial e inseparablemente al cuerpo, formando una única realidad, sin que ninguno de ellos pueda tener sentido por separado. Aristóteles utiliza el término de alma como sinónimo de vida. Aristóteles entendió el ser humano como un compuesto hilemórfico, inseparable de materia (cuerpo) y forma (alma). Aristóteles pensaba que el hombre es un ser perfecto, mientas que la mujer es un ser imperfecto y despreciable. También pensaba que es el varón quien engendra al hombre, porque sólo él es un hombre en el sentido pleno de la palabra. FILOSOFÍA MEDIEVAL
A diferencia de lo que había ocurrido con la filosofía griega,
que había centrado su reflexión en torno a la determinación del objeto, la filosofía medieval centrará su interés en Dios. La filosofía helenística había dado una orientación práctica al saber, dirigiéndolo hacia la felicidad del hombre. Es el caso del estoicismo y del epicureísmo, que habían colocado a la ética en el vértice del saber. A lo largo de los primeros siglos de nuestra era, la progresiva expansión del cristianismo y otras religiones mistéricas irá provocando la aparición de otros modelos de felicidad o "salvación individual", que competirán con los modelos filosóficos. FILOSOFÍA MEDIEVAL
Santo Tomas de Aquino:
Cristianismo y aristotelismo en Tomás de Aquino. La obra de Santo Tomás de Aquino es el resultado de la síntesis de la filosofía aristotélica con la tradición filosófica y teológica del cristianismo y, en cuanto tal, representa el momento cumbre de la Escolástica cristiana. Surgida en un entorno polémico, suscitado por el desarrollo del averroísmo latino, se irá, no obstante, imponiendo paulatinamente, hasta ser aceptada por las altas jerarquías de la Iglesia. FILOSOFÍA MEDIEVAL
San Agustín de Hipona:
Cristianismo y platonismo en Agustín de Hipona. La obra de San Agustín de Hipona supone la primera gran síntesis entre el cristianismo y la filosofía platónica. Aunque inspirado por la fe, que se confunde con la razón, el pensamiento de San Agustín dominará el panorama filosófico cristiano hasta la aparición de la filosofía tomista, ejerciendo un influjo considerable en la práctica totalidad de pensadores cristianos durante siglos. FILOSOFÍA MODERNA
Esta filosofía se corresponde a la tercera etapa (Filosofía Moderna)
comienza con el intento de superación de la crisis de la cultura europea del siglo XVI, llevada a cabo por Descartes, y culmina con la muerte de Hegel, acaecida en 1831. La caracteriza la duda como actitud desconfiada y exigente del filósofo que busca la certeza. El centro de la atención lo ocupa el hombre, y todos los demás temas pasan a ser secundarios respecto de éste, ya que nada puede decirse de Dios o del mundo si no se define antes con claridad qué es capaz de conocer el hombre con seguridad. Sus figuras más destacadas fueron: Kant (1724-1804) y Hegel (1770-1831). Además merecen ser mencionados Descartes, Leibnitz, Hume, Spinoza, Fichte y Schelling. Sin duda alguna, la filosofía moderna se asentará en el terreno de la subjetividad. Las dudas planteadas sobre la posibilidad de un conocimiento objetivo de la realidad, material o divina, harán del problema del conocimiento el punto de partida de la reflexión filosófica. FILOSOFÍA MODERNA
Imanuel Kant: Confió moderadamente en la Razón: no
pensó que ella sóla pueda despegarse del mundo empírico y desde sus altos vuelos planear sobre la región de lo metafísico (el "sueño dogmático" que criticó), pero sí que penetrando a la Sensibilidad y en armonía con ella era capaz de ofrecernos conocimientos plenos y verdaderos. A la vez, esta misma Razón puede llamarnos desde lo más intimo de nuestro ser e incitarnos a la vida buena, en un mandato del bien que nada en el mundo puede quebrar. Pero ambas tareas, el conocimiento y la vida moral, necesitan del cuidado de una instancia que las regule, evite sus pretensiones infundadas o las confusiones en cuanto a sus resortes legítimos; curiosamente, para Kant esta instancia o tribunal al que debemos acudir es también la propia Razón. Junto con ello, tenemos en Kant la fascinación por una idea del mundo empírico y natural triunfante, la que ofrece el sistema de Newton, con la que nos arriesgamos a tratar todo como mera cosa, incluidos los hombres, perdiendo lo propio del mundo moral, la libertad y la dignidad de la decisión ética. La empresa filosófica de Kant es temeraria: mostrar que ambos mundos pueden conciliarse y que están presentes en la vida humana. FILOSOFÍA MEDIEVAL
Hegel: La categoría ontológica suprema para Hegel es la del ESPÍRITU; su
filosofía es espiritualista e idealista. La metafísica de Hegel está fundamentada en la de Manuel Kant, pero la realidad para Hegel está integrada por una trilogía formada por: EL SER; LA NATURALEZA Y EL ESPIRITU. EL SER: Designa el conjunto de caracteres lógicos y pensables que tiene en si toda realidad; la realidad según Hegel solo existe gracias a los conceptos. A NATURALEZA: Es la manifestación de lo real en los seres físicos y orgánicos; se definen como el conjunto de hechos, espacio - temporales regidos por una ley. ESPÍRITU: El espíritu es para Hegel la realidad SUPREMA, es lo real y lo existente, es el campo de los fenómenos humanos en un sentido más amplio y mucho más profundo. Las obras de Hegel tienen fama de difíciles por la extensidad de los temas que quería abarcar, además introdujo un sistema para aprender la historia de la filosofía y el mundo mismo, llamado a menudo: "Dialéctica", una progresión en la que cada movimiento sucesivo surge como solución a las contradicciones inherentes al movimiento anterior. Por ejemplo La revolución Francesa constituye para Hegel la introducción de la verdadera LIBERTAD a las sociedades occidentales por primera vez en la historia. La filosofía de la historia de Hegel está también marcada por los conceptos de las: " astucias ya la razón" y " La burla de la historia"; la historia conduce a los hombres que creen conducirse a sí mismos, como individuos y como sociedades, y castiga sus pretensiones de modo que la historia-mundo se burla de ellos produciendo resultados exactamente contrarios, paradójicos, a los pretendidos por sus autores, aunque finalmente la historia se reordena, y en un bucle fantástico retrocede sobre sí misma y con su burla y paradoja sarcástica, convertida en mecanismo de cifrado, crea también ella misma sin quererlo, realidades y símbolos ocultos al mundo y accesibles sólo a los cognoscentes, es decir, a aquellos que quieren conocer. FILOSOFÍA CONTEMPORÁNEA
Se corresponde esta filosofía, a la La cuarta etapa (Filosofía
Contemporánea) abarca el período que va desde la muerte de Hegel (1831) hasta nuestros días. Es un tiempo de incertidumbre y ambigüedad. Mientras Nietzsche hablaba en el siglo XIX de la "muerte de Dios", hoy los estructuralistas hablan de la "muerte del hombre". Se extiende el concenso respecto de la imposibilidad de arribar a conocimientos absolutos ya sea respecto de Dios, del hombre o del mundo. Sus principales exponentes han sido: Nietzsche (1844-1900) y Heidegger (1889- 1876). Junto a ellos se destacan Schopenhauer, Kierkegaard, Marx, Dilthey, Husserl, Scheler, los existencialistas (Sartre, Jaspers, Marcel), la Escuela de Frankfurt (Marcuse, Habermas), Gadamer, Ricoeur y Foucault, entre otros FILOSOFÍA CONTEMPORÁNEA
Nietzsche: Se puede querer la vida, y quererla tanto que
te fascine hasta enloquecer. ¿Pero qué vida tenemos y debemos querer? No la "otra vida", sino ésta, la única que hay, la de la finitud, individualidad, cambio y contradicción; la vida que, junto con el placer, la plenitud y la salud, acoge el sufrimiento, la vulgaridad, la monotonía, la enfermedad y la muerte. Nietzsche, inspirado por la visión dionisíaca griega, quiso esta vida y la embelleció y dignificó con sus propuestas/invenciones del superhombre, la voluntad de poder y la incitante hipótesis del eterno retorno. En la médula de su filosofía, Nietzsche sitúa la vida, y tras enfrentarse a las distintas formas de platonismo que encuentra en la cultura occidental, hace de lo finito lo absoluto. A diferencia de otras propuestas (el budismo zen, por ejemplo) que comparten esta mirada de la realidad (paradójicamente, hacer de lo finito lo absoluto) y que la transmutan psicológica y existencialmente en dicha y reconciliación, Nietzsche no lo consiguió, nunca alcanzó la felicidad y siempre le acompañó el dolor y la soledad; sin embargo, amó la vida. FILOSOFÍA CONTEMPORÁNEA
Martin Heidegger: Al igual que en el caso de Husserl, el pensamiento de
Heidegger recibió las influencias de la filosofía griega presocrática, del filósofo danés Sören Kierkegaard y del filósofo alemán Friedrich Nietzsche. En su obra más importante e influyente, El ser y el tiempo (1927), considerada uno de los escritos más significativos del existencialismo, Heidegger se preocupó por la que definía como cuestión filosófica (y humana) esencial: qué es ser. Desde 1930, Heidegger volvió, en trabajos como Introducción a la metafísica (1953), a la particular interpretación de las concepciones occidentales del ser. Sentía que, en contraste con la reverente concepción del ser dominante en la Grecia clásica, la sociedad tecnológica contemporánea había favorecido una actitud elemental y manipuladora que había privado de sentido al ser y a la vida humana, un estado que llamaba nihilismo. La humanidad ha olvidado su verdadera vocación, que es recuperar la más profunda comprensión de la existencia lograda por los primeros griegos y perdida por filósofos posteriores. El original tratamiento de Heidegger de temas como la finitud humana, la muerte, la nada y la autenticidad tuvo una influencia crucial sobre el filósofo existencialista francés Jean-Paul Sartre. Heidegger, sin embargo, repudió con el tiempo la interpretación existencialista de su trabajo, en beneficio de una dimensión más vital y poética, ya apreciada en otro tiempo por los pensadores españoles Miguel de Unamuno y José Ortega y Gasset. Desde la década de 1960 su influencia se ha extendido más allá de la Europa continental y ha tenido un impacto creciente en la filosofía de los países de habla inglesa.