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LA CREACIÓN: EL GÉNESIS

COMO PILAR, PARTE 1

Lección 8
para el 23
de mayo
de 2020
¿Fue el hombre creado por la mano de Dios o es el
resultado de la evolución de las especies?
¿Puede ser interpretada la Biblia de modo que pueda
aceptarse tanto el origen divino del hombre como la
teoría de la evolución?
¿Qué implicaciones tiene aceptar o rechazar la
literalidad de la Creación en seis días, tal como la
enseña Génesis 1-3?

Origen divino o azar.

Días literales o grandes periodos.

Sábado o domingo.

Matrimonio u otras uniones.

Pecado y muerte o evolución y supervivencia.


ORIGEN DIVINO O AZAR
“En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Génesis 1:1)

Los filósofos llevan siglos intentando dar respuesta a tres preguntas


básicas: ¿de dónde vengo? ¿quién soy? ¿a dónde voy?
La Biblia, por su parte, responde a estas
preguntas desde sus primeras páginas. No
somos fruto del azar, sino que hemos sido
creados por Dios con un propósito.
También nos enseña la
preexistencia de Dios y su
intervención personal en nuestra
creación. Toda la Divinidad (un
único Dios en tres personas)
participó en nuestro origen:
“hagamos al ser humano”
(Génesis 1:26 NVI; ver Génesis 1:1
y Colosenses 1:6).
Podemos tener la esperanza de que Jesús, que hizo el universo
(Hebreos 1:2), completará finalmente lo que comenzó.
DÍAS LITERALES O GRANDES PERIODOS
“Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche.
Y fue la tarde y la mañana un día” (Génesis 1:5)

En un intento de armonizar la Biblia con la


evolución, se ha querido interpretar el
término “día” de forma metafórica, como
grandes periodos de tiempo.
El simple hecho de que estos días se dividan
expresamente en periodos de noche y
mañana realza la idea de que los días de la
creación son periodos de 24 horas.
No hay indicación de que exista algún
intervalo entre estos días, sino que
componen una semana consecutiva (día
segundo, día tercero, …). Este es el
fundamento del mandamiento del sábado
(Éxodo 20:8-11).
Aceptar o rechazar la semana literal de la Creación
implica aceptar o rechazar la fiabilidad de toda la Biblia.
“Los primeros seis días de cada semana nos fueron dados para
trabajar, porque Dios empleó el mismo período de la primera
semana en la obra de la creación. Apartó el séptimo día para
que fuera un día de reposo, en conmemoración de su propio
descanso durante el mismo período, después de terminar la
obra de la creación en seis días.
Pero la suposición infiel que pretende que los acontecimientos
de la primera semana requirieron siete períodos largos y de
duración indefinida, atenta directamente contra el fundamento
del sábado del cuarto mandamiento. Hace oscuro e indefinido
aquello que Dios hizo sumamente claro”

E.G.W. (Ser semejante a Jesús, 22 de mayo)


SÁBADO O DOMINGO
“Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó
de toda la obra que había hecho en la creación” (Génesis 2:3)

El concepto de la semana, tal como emana del relato de la Creación,


está sufriendo grandes cambios en nuestros días.
A nivel empresarial, se realza cada vez más el descanso dominical.
En algunos países, los diccionarios definen el domingo como
séptimo día de la semana. Los papas han emitido varias encíclicas
contra “el sábado judío” (“Dies Domini”, “Laudato Si’”).
Jesús, sin embargo, se proclama
“Señor del sábado” (Mateo 12:8).
En él reposó, lo bendijo, lo
santificó, y nos enseñó a
descansar el sábado como Él lo
hizo (Éxodo 20:8-11).

El último mensaje para este mundo lleva


implícita la proclamación del sábado como
recordatorio de la creación divina (Ap. 14:7).
MATRIMONIO U OTRAS UNIONES
“Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté
solo; le haré ayuda idónea para él” (Génesis 2:18)
Creados distintos, pero complementarios, el hombre y
la mujer componen una unidad familiar.
Dios, como ser plural, quiso que la humanidad se
perpetuase a través de la unión íntima de un hombre y
una mujer.
A los hijos, fruto de esta relación, se les pide que
honren a su padre y a su madre (Éxodo 20:12). Tal vez
previendo otro tipo de unión familiar, se mencionan
explícitamente al padre y a la madre, sin usar el
genérico “padres”.
El propósito original de la
Creación de Dios era un mundo
lleno de familias amorosas que
pusieran a Dios por encima de
todo, reflejaran su carácter en su
vida y criaran a sus hijos en
humilde obediencia.
PECADO Y MUERTE O EVOLUCIÓN Y SUPERVIVENCIA
“mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque
el día que de él comieres, ciertamente morirás” (Génesis 2:17)
La Biblia deja claro que la muerte entró en este mundo
como consecuencia del pecado de Adán y Eva (Ro. 5:12).
También nos dice que la única posibilidad de vencer a la
muerte y tener vida eterna es a través de la Redención
que Jesús consumó con su muerte y resurrección
(Juan 6:40).
Por el contrario, la teoría de la evolución sostiene que
el hombre fue “creado” después de muchos ciclos de
lucha por la supervivencia y muerte. Es decir, que la
muerte es inherente a la vida.
Aceptar esta teoría, aun cuando pensemos que Dios
intervino en algún proceso, es negar la necesidad de un
Redentor, ya que negaríamos que la muerte es
consecuencia del pecado.
Aceptar la Biblia, sin embargo, nos
muestra un plan de Salvación y la
esperanza de vida eterna en Cristo.
“Cuán a menudo se revisan o desechan las supuestas deducciones
de la ciencia, con qué prontitud se añaden o quitan millones de
años al supuesto período del desarrollo de la tierra y cómo se
contradicen las teorías presentadas por diferentes hombres de
ciencia; cuando se considera esto, ¿consentiremos nosotros, por el
privilegio de rastrear nuestra ascendencia a través de gérmenes,
moluscos y monos, en desechar esa declaración de la Santa
Escritura, tan grandiosa en su sencillez: “Y creó Dios al hombre a
su imagen, a imagen de Dios lo creó”? …
Debidamente comprendidas, tanto las revelaciones de la ciencia
como las experiencias de la vida están en armonía con el
testimonio de la Escritura en cuanto a la obra constante de Dios
en la naturaleza”

E.G.W. (La educación, pg. 116-117)

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