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ENFOQUE

PSICOPATOLOGICO

‘’Enfermedad Mental y Delito’’.


• Es muy común, para los especialistas en salud mental, creer que la
diferencia entre la cordura y la locura es muy nítida y que todo aquel
que no sea un “enfermo mental declarado”’ cuando cometa algún
delito debería ser enviado directamente a la cárcel, sin hacer los
diferentes estudios que conlleva cualquier tipo de persona con estas
características, nadamas por estar mal de la cabeza.
• ‘’o sea esto quiere decir que si a la persona uno la ve o percibe como
que si realmente está enfermo mentalmente , a esa persona hay que
enviarla directamente a la cárcel, sin hacerle exámenes de salud o
algún tipo de estudio para determinar el tipo de locura que pudiese
tener’’.
• Sin embargo, existen muchos casos en los que los límites entre lo que
es y no es enfermedad mental son borrosos.
• Aquí sabremos mediante este trabajo y mediante investigación en
diferentes libros de criminología, quienes son aquellas personas
enfermas mentalmente (delincuentes), que presentan una intensa
desconexión con la realidad y en los que su actividad delictiva se ha
producido como consecuencia de dicha alteración:
• .Los esquizofrénicos (en sus distintas manifestaciones).
• . Aquellos que sufren un trastorno bipolar.
• .Los que están afectados de trastornos depresivos graves.
• ‘’ Los delincuentes con graves trastornos mentales’’
• Son los llamados “enfermos mentales” y popularmente “locos”.
• Jurídicamente y penalmente estas personas con frecuencia tienden a ser
considerados inimputables por las leyes, y para ello hay que demostrar porque
el trastorno mental está influyendo sobre la conciencia y voluntad del sujeto en
el momento de cometer el delito.
• Se puede decir en este punto que es el llamado loco delincuente que es aquel
que comete el delito no estando bien de sus facultades mentales.
• En estos casos los enfermos son procesados y en lugar de aplicarles, una pena
se les impone una medida de seguridad y se les ingresa en un centro asistencial
(casi siempre en régimen cerrado) para ser tratados de su trastorno mental.
• ‘’ Aquí en baja california y en México, no se cuenta con ningún centro
de este tipo, donde se les de la ayuda a este tipo de personas
enfermas mentalmente y como son inimputables, es por eso que solo
están detenidas unas horas en celdas preventivas o en algunos casos
ni a celdas preventivas entran, y es por eso que andan tantas
personas en la calle ocasionando destrozos, daños etc.’’.
• Posiblemente el manejo de este tipo de delincuentes, especialmente
cuando abandonan el centro penitenciario, después del cumplimiento
de la medida de seguridad, necesite un mayor apoyo en medios
materiales y humanos.
• Sabemos la estrecha relación existente entre la enfermedad mental y
el riesgo de exclusión social.
• Estar afectado por enfermedad mental, supone alta vulnerabilidad
psicosocial, una de cuyas consecuencias pueden ser conductas
transgresoras delictivas, con el consiguiente aumento de probabilidad
de entrar en los circuitos judicial-penal-penitenciarios.
• Tanto la enfermedad mental como la conducta delictiva son dos
eventualidades que se presentan con frecuencia relativamente alta en
algún momento de la vida de muchas personas.
• Existe una amplia gama de conductas delictivas, y una gran diversidad
también de enfermedades mentales, por lo que en ningún caso
podremos esperar una relación simple entre ambos fenómenos.
• Enfermedad mental y delito:
• Son fenómenos de distinta naturaleza, pero hay ciertos aspectos de la
realidad que los vincula: hay enfermos que cometen delitos, y
delincuentes que presentan problemas de salud mental, los llamados
locos-delincuentes que son las personas ya diagnosticadas con algún
tipo de locura o los llamados delincuentes-locos que son aquellos
delincuentes que cuando son aprehendidos y por el encierro se
vuelven locos, pero que anteriormente no habían sido diagnosticados
como enfermos mentales.
• La enfermedad mental presupone una eventualidad con la que el
sujeto se encuentra, que acontece al margen de su voluntad, que
proporciona sufrimiento y cierto grado de merma en la capacidad del
sujeto para gestionar de forma adecuada su propia vida, que en los
casos más graves puede producir una seria reducción o pérdida de la
capacidad para decidir y obrar libremente.
• Una de las cuestiones más inquietantes es la contribución de la
enfermedad mental a la producción de delitos. Es un tema
controvertido, abierto a debate, sobre el que se suele discutir más
desde los prejuicios que desde el conocimiento de la realidad.
• La enfermedad mental interesa al Derecho Penal porque un reducido
número de delincuentes son enfermos mentales, y la enfermedad ha
podido afectar a la comisión del delito.
• La consideración de la influencia de la enfermedad mental atañe a la
imputabilidad, el reconocimiento de eximentes, y a la eventual
adopción en la sentencia de medidas de seguridad alternativa o
complementaria a la pena.
• La delincuencia interesa a la Psiquiatría, porque algunos pacientes
cometen delitos, y por la hipótesis del desequilibrio mental de los
delincuentes (hipótesis clínica de la causa de los delitos), además de
contribuir, junto a otras disciplinas, a estudiar los factores
predisponentes a las conductas delictivas y a conocer la propia
fenomenología y los procesos psicodinámicos subyacentes en estas
conductas.
• Son éstas cuestiones que preceden al nacimiento de la psiquiatría
como especialidad médica. La enfermedad mental ha sido antes una
categoría jurídica, que médica.
• Entre delito y enfermedad mental pueden darse una variedad de relaciones
posibles. Así por ejemplo se consideran estas cuatro opciones de ámbito
general:
• 1. Relación escasa o no manifiesta (ej. ladrón deprimido por problemas
conyugales).
• 2. Los trastornos mentales pueden ser causa necesaria pero no suficiente
(delito estimulado por preocupaciones delirantes).
• 3. Trastorno mental y delito íntimamente enlazados en sus orígenes y en sus
expresiones (ej. trastornos disóciales de la personalidad, parafilias).
• 4. Las acciones delictivas y sus consecuencias (pérdidas, encarcelamientos)
pueden contribuir al desarrollo de trastornos mentales.
• Es cada vez más evidente la necesidad de que el Derecho establezca
puentes de colaboración teórica y práctica con otras disciplinas,
incluyendo la Medicina, las Ciencias de la Salud, la Psicología, la
Sociología, etc. Pues, entre otras cosas, es indudable que la forma en
que se conciben los derechos y deberes ciudadanos, la legislación, y el
modo en que se aplican las leyes, tiene importantes efectos en la salud.
• Los policías son con frecuencia quienes primero intervienen en acciones
delictivas de pacientes mentales.
• Una vez en la comunidad, los delincuentes no suelen ser pacientes
populares para los profesionales médicos y psiquiatras.
• A menudo presentan también problemas con alcohol y drogas e incumplen los tratamientos.
• Se dan así las condiciones para que se reinicie el ciclo de recaídas en el sentido clínico y en el penal.
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• Como evaluar a los delincuentes con trastornos mentales:
• “’ Analizar la peligrosidad del individuo atendiendo al riesgo de reincidencia’’.
• 1.- Estudiando su conducta, afectividad y cogniciones.
• 2.- Perfilando una serie de objetivos de tratamiento.
• 3.- Revisando periódicamente la administración del programa.
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• ‘’ Valorar el trastorno mental y los problemas asociados para tratarlos’’.
• 1.- Evaluando la intensidad, duración de la sintomatología, grado de afectación, secuelas, deterioro.
• 2.- Analizando las características del individuo y como se relacionan con su conducta violenta.
• Estos dos puntos tienen el objetivo de establecer un programa de
tratamiento individual, utilizando diferentes fuentes de información:
• . Entrevistas con el sujeto y personas significativas.
• . Administración de pruebas para analizar el funcionamiento
cognitivo, afectivo o conductual.
• . Información anterior proveniente del sistema sanitario y judicial.
• . Observación de su conducta en el contexto institucional
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• Históricamente y actualmente, desde que el sujeto enfermo reincide, se toman en
cuenta para su evaluación dos métodos:
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• Juicio clínico:
• Basado en la predicción formulada a partir de apreciaciones subjetivas provenientes
de la experiencia (ojo clínico) del experto.
• Actuarial:
• Son escalas que ponderan cuantitativamente los factores de la historia personal y
delictiva, actualmente se apuesta por la utilización del método actuarial.
• CONCLUSION DEL TEMA
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• Al llevar a cabo este trabajo se llega a la conclusión de que los enfermos
mentales pueden llegar a delinquir tan igual como una persona en sus cinco
sentidos, y que también pueden llegar a ser delincuentes locos aquellos que
no fueron anteriormente diagnosticados por algún médico.
• También llegamos a la conclusión de que en nuestro país no hay instituciones
para que estos delincuentes (enfermos mentales) cumplan con algún tipo de
sentencia ya que por lo general nunca son enjuiciados por que son
inimputables y pues andan sueltos en la calle volviendo a delinquir.

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