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Ejercicio

Introducción
La actividad física la desarrollan, en
distinto grado, todos los seres humanos
durante su existencia. Es una condición
funcional reconocida universalmente por
las características positivas que genera y
produce indudables cambios en el
organismo, cuando es realizado en
forma regular y adecuada. Santander
(1993).
Importancia del ejercicio
Marqués (1992) dice: "El ejercicio ayuda a quemar grasa, tonifica los músculos,
redistribuye mejor el peso, nos hace ver y sentir más jóvenes, nos ayuda a controlar
el apetito, contrarresta el estrés y nos hace sentir más alerta".
El ejercicio aviva y regula la circulación de la sangre; pero en la ociosidad la
sangre no circula con libertad, ni se efectúa su renovación, tan necesaria para la
vida y la salud. La piel también se vuelve inactiva. Las impurezas no son
eliminadas como podrían serlo si un ejercicio activo estimulara la circulación,
mantuviera la piel en condición de salud, y llenara los pulmones con aire puro y
fresco. Tal estado del organismo impone una doble carga a los órganos excretorios
y acaba en enfermedad.(Elena G de White, Ministerio de Curación, 182 ,1905).
Beneficios al realizar ejercicio
• La actividad aeróbica o los ejercicios que necesitan de más oxigeno como caminar, trotar, nadar, bailar, esquiar,
pedalear, favorecen el sistema cardiovascular, disminuyen la presión sanguínea y mejoran la circulación, lo que
reduce el riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.

• Ayuda en la prevención de cáncer de colon, ya que acelera el paso de los desechos por los intestinos. Asimismo,
al regular los niveles hormonales, puede contribuir a evitar el cáncer de mama y de próstata.

• Hacer ejercicio contribuye a una mejor salud mental, reduce el estrés, la ansiedad e incluso las fobias y los
ataques de pánico. Es muy funcional como apoyo en el tratamiento contra la depresión , tan efectivo como los
medicamentos, pero sin efectos secundarios.

• El impacto en los huesos es muy positivo. En los niños puede aumentar la densidad ósea, en los adolescentes los
fortalece y en la vida adulta retrasa la degeneración. Puede prevenir la osteoporosis.
• Con el ejercicio el sistema inmune se acelera de manera temporal, aumenta su capacidad y defensas para el
organismo.

• Realizar actividad física con regularidad ayuda a mantener un nivel saludable de azúcar en la sangre, que no
sólo contribuye a controlar el peso, sino a evitar el riesgo de padecer diabetes tipo 2.

• Con el ejercicio puedes mantener tu peso ideal, ya que si quemas calorías es posible que alcances un equilibrio
de energía.

• El flujo de oxígeno al cerebro aumenta, por lo que la capacidad de aprendizaje, concentración, memoria y
estado de alerta pueden mejorar de manera considerable.

• Beneficia la calidad del sueño. Un estilo de vida activo puede significar un sueño más reparador y profundo,
que estimula la concentración en el día, aumenta tu productividad y propicia un mejor estado de ánimo.

• En los músculos, no sólo aumenta la oxigenación, tono, fuerza y volumen, también favorece la flexibilidad, la
fuerza de los tendones y los ligamentos.
Consecuencias al no realizar ejercicio
Ibarra (1994), menciona que las comodidades tecnológicas de hoy, si bien es cierto que brindan
 
"confort", también nos roban la oportunidad de usar el oxígeno del aire y reducen marcadamente el
metabolismo y la eficiencia en el uso de los alimentos, lo que promueve graves problemas de salud,
como los siguientes
ELEVACIÓN DE LA PRESIÓN ARTERIAL
Nuestras venas y arterias son muy flexibles, lo que significa que se adaptan al flujo de sangre que circula por ellas. Cuando
hacemos ejercicio con regularidad, los vasos sanguíneos se vuelven más anchos, lo que disminuye la presión de las arterias. Por
tanto, cuando nuestro estilo de vida es pasivo, los vasos sanguíneos se estrecharán, puesto que también se adaptan. Así se
produce un aumento de la presión arterial que puede causar daños en el corazón o en los riñones.

DEBILITAMIENTO DEL CORAZÓN


La práctica regular de ejercicio fortalece el corazón y su salud. En cambio, cuando no le damos estímulos el corazón se va
debilitando. Sucede lo mismo que con los músculos de nuestro cuerpo cuando no los ejercitamos. Esto puede ocasionar un
aumento del colesterol malo, de los cúmulos de grasa en las arterias y de la presión arterial. Todo ello puede suponer graves
problemas cardíacos.
EMPEORAMIENTO DE LA CIRCULACIÓN DE LA SANGRE
Como consecuencia del apartado anterior, se dificulta también la circulación sanguínea. Esto quiere decir que la sangre no
circula correctamente llega menos oxígeno a los órganos y demás partes del cuerpo. Al reducirse el aporte de nutrientes
esenciales, empeora el funcionamiento de los órganos.

AUMENTO DE LOS PROBLEMAS RESPIRATORIOS


La práctica de ejercicio mejora también la salud de los pulmones, al ensanchar nuestras vías respiratorias. De esta manera
podemos respirar mejor y tener una capacidad pulmonar más grande. En el caso contrario, los pulmones pierden su capacidad y
aparecen las alergias respiratorias, el asma y otras complicaciones más graves.
ATROFIA MUSCULAR
Cuando los músculos no se ejercitan de manera regular comienzan a atrofiarse y pierden una cantidad de fuerza significativa. Esta pérdida
conduce a sufrir grandes dolores musculares, de articulaciones y de espalda. La disminución de la circulación sanguínea, que hace que
recibamos menos oxígeno, puede generar una sensación de fatiga.
ASCENSO DE LOS NIVELES DE GLUCOSA EN LA SANGRE
Al activar el metabolismo, nuestro cuerpo puede absorber mejor los nutrientes que se ingieren, como el azúcar. Si el organismo no funciona
bien porque está acostumbrado a una vida sedentaria, procesa de manera incorrecta el azúcar. La consecuencia directa de esto es un aumento
de los niveles de azúcar en la sangre. Esta situación puede provocar diabetes y distintas enfermedades del corazón.
AUMENTO DEL PESO CORPORAL
Al no quemar las calorías que ingerimos, éstas se acumulan, lo que equivale a una subida de peso. Tanto el sobrepeso como la obesidad son
muy dañinas para nuestra salud. Algunos de los problemas que pueden causar son cardiopatías, diabetes o problemas respiratorios.
RETENCIÓN DE LÍQUIDOS
El ejercicio nos ayuda a liberar toxinas y otros residuos acumulados en el cuerpo. Cuando estas toxinas y residuos permanecen en el cuerpo,
aumenta la retención de líquidos.
CAMBIOS EN EL HUMOR
Hacer ejercicio no sólo nos ayuda físicamente, también nos permite desestresarnos y distraernos. Segregamos adrenalina y otras hormonas,
como las endorfinas, que nos producen una sensación de felicidad y bienestar. Por estos motivos, se recomienda a las personas con tendencia
a la depresión realizar ejercicio con regularidad.

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