Algunas claves de lectura 1. Humanidad y divinidad Jesús como rostro humano de Dios “lo uno en lo otro”, lo divino se nos da en lo no-divino; Dios se nos da Él mismo en lo-otro-de-sí, en la creatura que es la Humanidad de Jesús, no además, por encima o al margen de ella. 2. Cristología y Teología cristocentrismo abierto peligro de un cristocentrismo (o cristomonismo) que no remita más allá de Jesús, cuando, en verdad, “el cristocentrismo neotestamentario apunta a un teocentrismo escatológico”. … aún luego de su revelación, Dios no deja de ser misterio: es una “sinfonía diferida” 3. Cristología e historia recuperación de la historia concreta (del Jesús histórico) y de los evangelios como punto de partida … tradición y magisterio para evitar apriorismos 4. Cristología y revelación presencia anonadada y silenciosa que se vuelve compañía y sostén; es la (“insoportable”) discreción de Dios que afirma la total autonomía de la historia y que sólo interviene con la llamada silenciosa de su amor. revelación de Dios como solidaridad que acompaña y calla, y no como poder que interviene y reclama 5. Cristología “integral”
unidad dialéctica de vida-muerte-
resurrección como con-figuración, des-figuración y trans-figuración de lo divino en lo humano 6. Cristología y Soteriología Dios se ha revelado al hombre salvándolo, por eso la relación Humanidad-Divinidad debe abordarse a partir de la experiencia de salvación. Jesús es el Hombre Nuevo, la Humanidad Nueva, el Hombre para los demás; y lo es porque es el Hombre-de Dios y para Dios Jesús como Hermano nuestro para que nosotros nos salvemos (cf. Heb 2,10-17) e Hijo de Dios para que nosotros nos salvemos (cf. Heb 1,3) 7. Dolor del pobre, dolor de Dios el “a mí me lo hicisteis” (Mt 25,40) testimonia de modo ineluctable la identificación de Cristo con el pobre y su dolor y, por tanto, la prolongación vicaria de su Humanidad en la humanidad sufriente Dios está presente como aquel que no evita el dolor del mundo, sino que simplemente lo soporta; y entonces es el hombre quien está llamado a evitar el sufrimiento de Dios en la historia 8. Ortopraxis y seguimiento
primado de la ortopraxis sobre la ortodoxia y
la ortoestética El “escenario primordial” para el acceso y conocimiento de su Persona es el seguimiento: a los contemporáneos (de ayer y de hoy) que se acercaban a Jesús preguntándole quién era, dónde vivía, etc., en lugar de una respuesta teórica, los invitaba al seguimiento, a la cercanía existencial, a la convivencia: “venid y lo veréis” (Jn 1,39). 9. Cristología y Antropología el hombre como una suerte de “pretensión de unión hipostática”, en cuanto constituido por una aspiración entitativa a la máxima unión que a la vez mantenga la máxima identidad Del reconocimiento de la propia creaturidad, puede surgir la apertura gozosa y agradecida al Don que quiere divinizarnos, pero con una divinización que, otra vez, a imagen del Dios que en Jesús se hace siervo y esclavo (doulos), invita al anonadamiento, al olvido de sí y a la entrega incondicional… para recuperarse inmerecidamente divinos (humanamente divinos), esto es, plenamente humanos