dejando los resultados a Dios. Evangelizar es el acto de compartir esas buenas nuevas, y por ende, la persona que evangeliza es un portador de buenas noticias ¿Cuál es esa buena noticia? Que Dios te ama, que Cristo Jesús vino a buscar y a Salvar al hombre perdido. Gracias a Cristo, el hombre tiene la posibilidad de la vida eterna y una mejor vida en la tierra ¿Puedes encontrar una noticia mejor que esa? Claramente que no, Jesús es la esperanza para este mundo. ¿Por qué debemos evangelizar? Debemos evangelizar porque tenemos el mandato de Jesús de “id y hacer discípulos”. Cuando hablamos de Cristo estamos cumpliendo con nuestro propósito principal de existencia aquí en la tierra. Mateo 28,19-20: Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo Marcos 16,15-16: Les dijo: «Vayan por todo el mundo y anuncien las buenas nuevas a toda criatura. El que crea y sea bautizado será salvo, pero el que no crea será condenado. 2 Timoteo 4,2: Predica la Palabra; persiste en hacerlo, sea o no sea oportuno; corrige, reprende y anima con mucha paciencia, sin dejar de enseñar. Debemos evangelizar porque hay un mundo necesitado y necesita la información que nosotros tenemos. El edifico incendiándose Considere algunos ejemplos de individuos que necesitaron de alguien que le ayudara a conocer a Dios: Lucas 15,7 “Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentimiento” ¡Hay gozo en el cielo, también en la tierra! No hay otra cosa que podemos hacer aquí en la tierra que produzca tanto gozo como la evangelización. Debemos evangelizar porque demostramos ser sabios. “El que gana almas es sabio” Proverbios 11,30. La verdadera sabiduría viene cuando utilizas lo que sabes para llevar a otros a los pies de Cristo. La efectividad de un carro no se mide por el tamaño de su tanque de gasolina; sino en la fuerza y velocidad en la carretera. Debemos evangelizar porque mostramos un verdadero amor por los demás. La evangelización es cuestión del corazón. La compasión debe ser un sentimiento esencial de aquellos que se dicen seguidores de Jesucristo. La palabra compasión significa “sufrir juntos” y es un sentimiento que se manifiesta al percibir y comprender el sufrimiento de los demás y, por lo tanto, produce el deseo de aliviar, reducir o eliminar este sufrimiento Juan 3:16 (NBV) Al morir por nosotros, Cristo nos demostró lo que es el amor. Nosotros también debemos dar la vida por nuestros hermanos. ¿Cómo podemos decir que amamos a los amigos y familiares, sino se compartimos con ellos lo más importante para ti? El ejemplo de Jonás Debemos evangelizar porque hay una gran recompensa para los que evangelizan. Si un vaso de agua dado en el nombre de Señor tiene su recompensa (Marcos 9,41) ¿Te imaginas lo que significara la recompensa al ser instrumento para la salvación de un alma? 1 Corintios 15,58 “nuestro trabajo en el Señor no es en vano”. Gálatas 6,9: “… no nos cansemos de hacer el bien, porque a su tiempo segaremos”. Salmos 126,5: “… Los que siembran con lágrimas, con regocijo segarán. Hay promesa de Dios, que su palabra no regresa vacía; a su tiempo produce fruto. ¿Qué segaremos? Satisfacción personal, bendiciones de Dios en otras áreas de nuestras vidas, gozo al ver las vidas cambiadas, sentido de propósito aquí en la tierra y sobre todo saber que alguien va a estar en el cielo y no en el infierno. Debemos evangelizar porque la evangelización cubre multitudes de pecados. Santiago 5,20 el que haga volver al pecador del error de su camino, salvara de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados. Una persona que evangeliza es una persona muy cerca del corazón de Dios. Romanos 10,1 Quiera Dios, que siempre podamos decir como el Apóstol Pablo: “el anhelo de mi corazón es para salvación” Debemos evangelizar porque eso significa dar fruto. Juan 15,2: ...todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiara, para que lleve más fruto. El fruto de un árbol de mango es “un mango”, el fruto de un cristiano es otro cristiano. Estar activo en la obra de Cristo es parte del árbol, pero no es el fruto. El cantar en el coro, enseñar una clase de la escuela dominical, eso es hoja, no fruto. El fruto de un cristiano es “otro cristiano” Te animo a que te reproduzcas en otro cristiano; ese es tu propósito aquí en la tierra. Debemos evangelizar porque los ángeles no pueden hacerlo. Tú puedes alabar a Dios, los ángeles también;
puedes servir a Dios, los ángeles también;
pero evangelizar solo lo puedes hacer tú ¡Que privilegio! Juan 14,15 …que si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos ¿cómo sabemos si hemos llegado a conocer a Dios? Si obedecemos sus mandamientos. El que afirma: «Lo conozco», pero no obedece sus mandamientos, es un mentiroso y no tiene la verdad. En cambio, el amor de Dios se manifiesta plenamente en la vida del que obedece su palabra ( 1 Juan 2,3-5).