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Universidad milenio guerrerense

DISEÑO BIOCLIMATICO, FACTORES TERMICOS

MATERIA: SUSTENTABILIDAD DEL DESARROLLO URBANO

PROF. RAFAEL RAMIREZ BARRIOS

ALUMNO: YOSHIO ADAN ESPINOZA HUICOCHEA


La arquitectura bioclimática puede definirse como la arquitectura diseñada sabiamente
para lograr un máximo confort dentro del edificio con el mínimo gasto energético. Para
ello aprovecha las condiciones climáticas de su entorno, transformando los elementos
climáticos externos en confort interno gracias a un diseño inteligente. Si en algunas
épocas del año fuese necesario un aporte energético extra, se recurriría si fuese posible
Aa igualdad
las fuentes
de de energía
confort renovables.
la mejor solución es la más simple y si además es sana para el
planeta, mucho mejor. A esta simplicidad se llega a través del conocimiento y la buena
utilización de los elementos reguladores del clima y de las energías renovables.
La arquitectura bioclimática consiste en el diseño de edificios teniendo en cuenta las
condiciones climáticas, aprovechando los recursos disponibles (sol, vegetación, lluvia,
vientos) para disminuir los impactos ambientales, intentando reducir los consumos de
energía.

Trayectoria solar
Siendo el sol la principal fuente energética que afecta al diseño bioclimático, es
importante tener una idea de su trayectoria en las distintas estaciones del año.
Como se sabe, la existencia de las estaciones está motivada porque el eje de rotación
de la tierra no es siempre perpendicular al plano de su trayectoria de traslación con
respecto al sol, sino que forma un ángulo variable dependiendo del momento del año en
que nos encontremos.
El confort térmico se puede abordar desde el punto de vista arquitectónico o urbanístico.
Aunque ambos están fuertemente relacionados. Desde la primera perspectiva  la
arquitectura bioclimática se diseña para aprovechar el clima y las condiciones del entorno
con el fin de conseguir una situación de confort térmico en su interior. Juega
exclusivamente con el diseño y los elementos arquitectónicos básicos, sin necesidad de
utilizar sistemas complejos, aunque ello no implica que no se pueda incorporar su uso.
Una ayuda al desarrollo de arquitecturas bioclimática es la ubicación. Es difícil realizar
arquitectura bioclimática si las condiciones urbanísticas de partida; obstrucciones solares,
exposiciones al viento, malas orientaciones – la dificultan. En éste caso, la arquitectura
depende del urbanismo. Y a la inversa las condiciones de confort térmico en el espacio
público –calles o plazas- también pueden venir condicionadas por el tipo de edificación,
aunque depende también de otras variables como el pavimento o las masas vegetales.
Mecanismos de transmisión del calor “El calor es una energía que se transmite de
unos cuerpos a otros mediante tres tipos de mecanismos diferentes:
La conducción: Es la manera de transferir calor desde una masa de temperatura más
elevada a otra de temperatura inferior por contacto directo. El coeficiente de conducción
de un material mide la capacidad del mismo para conducir el calor a través de la masa del
mismo. Los materiales aislantes tienen un coeficiente de conducción pequeño por lo que
su capacidad para conducir el calor es reducida, de ahí su utilidad.
Convección: Es la transmisión de calor por convección es un intercambio de calor entre
el aire y una masa material que se encuentran a diferentes temperaturas. El transporte
del calor se produce por movimientos naturales debidos a la diferencia de temperaturas,
Radiación :Es untiende
el aire caliente mecanismo de transmisión
a subir de calor
y el aire frío baja, en
o el quemediante
bien el intercambio se
mecanismos de
produce mediante
convección la absorción y emisión de energía por ondas electromagnéticas, por lo
forzada.
que no existe la necesidad de que exista un medio material para el transporte de la
energía. El sol aporta energía exclusivamente por radiación.” (9) “Estos mecanismos
mantienen una relación directa con los depósitos energéticos ambientales tal y como se
muestra en seguida: Deposito Bóveda celeste Atmósfera Suelo
Inercia térmica “La inercia térmica es la capacidad que tiene la masa de conservar la
energía térmica recibida e ir liberándola progresivamente, disminuyendo de esta forma la
necesidad de aportación de climatización. La inercia térmica o capacidad de almacenar
energía de un material depende de su masa, su densidad y su calor específico. Edificios de
gran inercia térmica tienen variaciones térmicas más estables ya que el calor acumulado
durante el día se libera en el período nocturno, esto quiere decir que a mayor inercia
térmica mayor estabilidad térmica. La inercia térmica es un concepto clave en las técnicas
bioclimáticas ya que la capacidad de acumulación térmica de las soluciones que conforman
un elemento arquitectónico es básica para conseguir el adecuado nivel de confort y la
continuidad en las instalaciones de climatización. La inercia térmica conlleva dos
fenómenos, uno de ellos es el de la amortiguación en la variación de las temperaturas y
otro es el retardo de la temperatura interior respecto a la exterior. Un ejemplo de gran
inercia térmica es el suelo, cuyo efecto climático puede ser utilizado ya que amortigua y
retarda la variación de temperatura que se produce entre el día y la noche. El
semienterramiento de edificios puede llegar a aprovechar la capacidad de acumulación
calorífica del suelo.
Aislamiento Térmico Todos los materiales tienen una cierta capacidad de transmitir el calor a
través de su masa. Esta capacidad se llama Conductividad Térmica (λ, lambda). Cuando menor sea
la conductividad térmica de un material mejor será su capacidad de aislamiento. Sin embargo, en
construcción solemos hablar de la Um de un cerramiento (transmitancia térmica del muro de
fachada). Esta "U" se define como el flujo de calor que pasa a través de un metro cuadrado de
pared. El otro concepto que solemos manejar es el de la "U", que la evolvente térmica de un
edificio y depende de la forma del mismo y de todo lo que separa el interior del exterior: paredes,
ventanas, cubiertas, forjado sanitario, forjado sobre espacios abiertos, etc. Resumiendo: la λ se
refiere al material y es específica del mismo, la Um se refiere a la pared y depende de todo lo que
la constituye y la U se refiere al edificio en su conjunto.
Puente térmico “En un edificio el aislante de las fachadas, de la cubierta y del forjado
entre el subsuelo y la planta baja a menudo presentan puntos débiles o discontinuidades
inherentes al proceso constructivo debidos a la falta de precisión en la ejecución. Se
estima que estos puentes térmicos lineales y puntuales representan más del 40% de las
pérdidas. Los puentes térmicos conllevan un enfriamiento local de la superficie interior
del paramento que puede suscitar la aparición de condensaciones, provocando a lo largo
moho y otros daños. Los puentes térmicos se sitúan primordialmente a la altura del
zócalo del edificio, los marcos de los huecos, las uniones entre muros y forjados o
cubiertas, los aleros, los balcones y, en general en otros elementos que atraviesan la
fachada. Esto puede evitarse con un estudio pormenorizado de los detalles constructivos.
Confort térmico: “El confort térmico es una sensación neutra de la persona respecto a un
ambiente térmico determinado. Según la norma el confort térmico “es una condición mental en la
que se expresa la satisfacción con el ambiente térmico”. El confort térmico depende de varios
parámetros globales externos, como la temperatura del aire, la velocidad del mismo y la humedad
relativa, y otros específicos internos como la actividad física desarrollada, la cantidad de ropa o el
metabolismo de cada individuo. Para llegar a la sensación de confort, el balance global de pérdidas
y ganancias de calor debe ser nulo conservando de esta forma nuestra temperatura normal, es
decir se alcanza el equilibrio térmico. A continuación exponemos algunos intervalos de valor de los
parámetros de confort externos que interactúan entre sí para la consecución del confort térmico y
que se encuentran representados en las Cartas bioclimáticas: Temperatura del aire ambiente: entre
18 y 26 ºC Temperatura radiante media superficies del local: entre 18 y 26 ºC Velocidad den aire:
entre 0 y 2 m/s Humedad relativa: entre el 40 y el 65 %
El diseño de un edificio debe hacerse globalmente de modo que sus diferentes elementos
compongan un todo armónico: estructuras, instalaciones, cerramientos, captación solar,
caldeo, protección y acondicionamiento acústico, lumínico, cerramientos, orientación,
diseño del entorno, etc. de modo que cada elemento cumpla una misión bioclimática a la
par que funcional.

Por la brevedad de tiempo en que este trabajo ha de ser realizado, se insistirá


especialmente en los aspectos de control climático directo. Esto no debe interpretarse
como un divorcio entre ellos y el resto de la construcción.

No es rentable ni va a funcionar adecuadamente un edificio construido del modo


convencional al que se le adhieren unos paneles de captación solar. No va a funcionar
adecuadamente un edificio que no se conciba como un todo global. Por ejemplo, los
elementos estructurales o de cerramiento pueden ser a la vez acumuladores de calor o
reguladores de la radiación solar.
Análisis del lugar
Para elegir y planificar un solar debemos observar varios elementos que tienen gran
importancia a la hora de construir un edificio aliado con el entorno. Esto nos
proporcionará como mínimo más confort, mejores vistas, mejor aprovechamiento de los
espacios y un considerable ahorro energético. Unas observaciones son sencillas de
realizar, otras más complejas o técnicas. Las clasificamos de este modo:

Límites:
Observaremos los contornos, límites de la propiedad, construcciones vecinas, caminos,
vías de comunicación adyacentes, dimensiones y forma del solar, lugares de acopio de
materiales de construcción, acometida de instalaciones (agua potable, electricidad,
saneamiento...), vertederos próximos de escombros (si fuese preciso) y haremos un
croquis anotando todo ello.
Orientación:
Este punto es fundamental ya que determinará la orientación de la vivienda a fin de
conseguir un buen ahorro energético. En el hemisferio Norte la orientación de la zona de
estar conviene dirigirla hacia el Sur. El Norte magnético se puede localizar con brújula, el
geográfico observando la estrella Polar y el Sur observando la posición del sol
observando la sombra en el momento del mediodía.
El Sol:
La radiación solar puede ser aprovechada de varias formas: para calentamiento pasivo,
calentamiento activo y obtención de electricidad fotovoltaica. Localizaremos el Sur para
conocer la mejor orientación de los elementos captadores de energía. Seleccionaremos
los lugares donde no haya árboles ni obstáculos que den sombra y los anotaremos en el
croquis. 
El viento:
En nuestras latitudes se hace necesario proteger la vivienda de los vientos dominantes
en invierno y evitar las turbulencias. En verano conviene aprovechar las brisas naturales
para favorecer la ventilación.
La topografía:
Se hace aconsejable anotar las pendientes del terreno y la dirección de sus inclinaciones
ya que pueden afectar directamente al curso de los vientos que incidirán sobre la
edificación. También influyen sobre el curso de las aguas de lluvia y nos indicarán las
Las vistas:
En el caso de encontrarnos con una vista indeseable, esta puede ocultarse con árboles u
otro tipo de pantallas. Si no es posible por falta de espacio, siempre puede diseñarse una
vivienda con patio o pequeña huerta.
Vegetación:
Es la gran aliada de la arquitectura bioclimática. Las plantas nos permiten protegernos de
los vientos fríos, disponer de sombra en verano, aislarnos de los ruidos, controlar la
erosión y proporcionarnos belleza paisajística que cambia con el curso de las estaciones.
En nuestro esquema anotaremos la ubicación de los árboles de la finca y sus
El agua:
proximidades así como el tipo de vegetación autóctona de la parcela y los alrededores.
El agua de lluvia puede ser almacenada y empleada para el riego. Conviene conocer la
cantidad de precipitaciones y la época del año en que suelen producirse. Conviene
realizar algún estudio para conocer la presencia de agua subterránea que pueda sernos
de utilidad, así como la existencia de capas freáticas que puedan afectar al diseño
estructural. Un alto contenido de agua puede llegar a suponer un costo elevado añadido
en el capítulo de drenajes e impermeabilización.
El hielo:
Si se va a construir en un lugar donde se producen heladas invernales necesitamos
conocer la temperatura mínima que alcanzan para calcular la profundidad adecuada de la
cimentación y que no se vea afectada por ellas.
Las construcciones adyacentes:
Anotaremos su altura, posición relativa, su grado de agrupación y la organización del entramado urbano que nos
rodea. Observaremos si nos protegen de los vientos o nos dan sombra.
Puntos de abastecimiento:
Ubicación de redes de abastecimiento de agua, gas, electricidad, saneamiento, telefonía, etc., así como puntos de
acopio de materiales de construcción, invernaderos para adquisición de plantas, obtención de materiales reciclados,
etc.
La geología del terreno:
Antes de edificar conviene que una empresa especializada realice un estudio geotécnico
del terreno y nos aconseje sobre las capas y la profundidad adecuada a la que se debe
cimentar. También necesitaremos ayuda para localizar venas de agua, localización de la
Las radiaciones
capa electromagnéticas:
freática, presencia del peligroso gas radón y zonas geopáticas (zonas de magnetismo
Cada vez hay más estudios que relacionan la presencia de cables de alta tensión,
alterado).
transformadores de electricidad y antenas de telefonía con la mayor incidencia de ciertas
enfermedades. Por ello es necesario observar si en las proximidades de la parcela existen
este tipo de instalaciones para tomar las debidas precauciones.

Integración de la casa con el lugar:


Debemos considerar el conjunto casa-lugar como un todo indivisible. La planificación de la
casa y su entorno debe hacerse simultáneamente, cada metro cuadrado de terreno es tan
importante como el metro cuadrado edificado. En realidad debería considerarse el espacio
al aire libre como una estancia más de la vivienda y crear espacios de transición
El asentamiento:
Es frecuente colocar la vivienda en lugar que nos parece más hermoso de la parcela, sin
darnos cuenta de que una vez hayamos ocupado el sitio con ladrillos y hormigón es muy
probable que ese espacio haya perdido su encanto. El lugar debe ser escuchado, sentido,
percibido en todos sus aspectos antes de comenzar el diseño de la edificación. Solo así
podremos darnos cuenta de cuál es el lugar adecuado para desarrollar cada una de
nuestras actividades: lugares para pasear, para estar, para dormir, para cocinar...
La forma:
Solamente cuando se hayan “trazado” los diferentes espacios sobre el croquis del lugar
empezará a tomar forma la futura edificación. Si hemos “escuchado” el sitio, el diseño se
adaptará al terreno como un guante en la mano. La armonía con el paisaje será mayor si
se utilizan los materiales propios del lugar. La forma resultante debe permitir hacer un
buen acopio de la radiación solar en verano, eludir los vientos de invierno y proporcionar
la adecuada ventilación y frescura en verano.
La relación con la superficie:
Será fruto del paisaje y el clima. En un solar inclinado se puede llevar acabo un diseño en
dos niveles colocado en la ladera. En lugares áridos y de clima continental puede ser muy
útil desde el punto de vista climático plantearse una construcción semienterrada.
Protección frente al medio:
El control climático del interior de la vivienda necesita ser apoyado y propiciado por el
adecuado diseño y utilización del terreno circundante. El espacio al aire libre nos puede
proporcionar un microclima confortable y una relación necesaria y gratificante con la
terreno es irregular pueden aprovecharse los desniveles del mismo para construir la casa en un
espacio abrigado orientado al Sur. La forma de la cubierta puede diseñarse más baja por el lado de
incidencia de los vientos, de modo que “resbalen” sobre ella sin dejar pared expuesta a los vientos.
En zonas secas y frías se puede construir una vivienda semienterrada.
Los ruidos:
Las calles, carreteras o vecinos poco cuidadosos pueden hacer necesario la construcción de pantallas
acústicas. Existen elementos prefabricados que no quedará más remedio que colocar cuando no se
dispone de espacio, pero es mucho más agradable e incluso da mejores resultados la ubicación de
una barrera vegetal formada por árboles y setos de hoja caduca, plantados de modo que ofrezcan
una curva ascendente.
Las zonas geopáticas:
Se evitará construir sobre fallas o venas de agua y se distribuirá el espacio interior de la vivienda de
modo que las camas no coincidan sobre los cruces de las redes de Curry o de Hartmann que
producen alteraciones del magnetismo terrestre.
La contaminación electromagnética:
La presencia de transformadores de electricidad produce campos electromagnéticos indeseables que
pueden apantallarse y derivarse a tierra. Si la empresa suministradora de electricidad se niega a
hacerlo pueden reducirse considerablemente tales campos con la colocación de fuentes que
proyecten agua pulverizada y elementos hincados en el terreno que deriven a tierra los iones del
aire.
El gas radón:
Las zonas graníticas suelen ser grandes emisoras del gas radioactivo radón que se acumula en el
interior de la vivienda y puede resultar peligroso para la salud de sus ocupantes. La mejor forma de
librarse de él es la ventilación. Se puede ventilar la solera del edificio para que salga al exterior.
También resulta eficaz ventilar la casa. Para ello se pueden abrir las ventanas dos veces al día

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