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Situaciones imprevisibles e inciertas a las que se halla expuesta la existencia del hombre
hacen que la seguridad se convierta en una de las necesidades humanas básicas.
La seguridad (cualidad de seguro, libre y exento de todo peligro, daño o riesgo) del
hombre requiere de la concurrencia de una serie de elementos, uno de ellos es el
jurídico.
a) Que las normas jurídicas sean claras, es decir, que se expresen en un lenguaje que
sea comprensible.
b) Que las normas jurídicas sean conocidas. Para cumplir con esta condición, es
necesario que las normas sean públicas. En nuestra legislación, la ley se promulga,
luego se publica en el Diario Oficial y desde ese momento se presume conocida por
todos los habitantes.
c) Que el Estado cumpla con sus propias normas y las haga cumplir. Para que la
seguridad jurídica exista el Estado debe respetar lo que en términos generales
podemos denominar el “principio de legalidad” (Constitución Política de la
República, 2005, Art. 6 y 7).
Sabido es que en nuestra sociedad se realizan muchos negocios jurídicos a través de los
cuales se transfieren bienes inmuebles, lo que justifica la existencia de un sistema registral
que otorgue certeza y seguridad jurídica, es por lo que el Estado inviste de autoridad a
ciertas personas encargadas de brindar fe pública.
El Sistema Registral permite, en gran parte, dar cumplimiento a la obligación que tiene el
Estado de dar certeza, seguridad y protección jurídica, además busca que no se prive
de los derechos de propiedad que posee cada persona, por tanto, cumple dos
funciones muy importantes
1.- Función económica y social.
2.- Función jurídica. Transparentar los hechos y actos jurídicos que recaigan sobre los
inmuebles.
La función en que se enfoca todo Registro Público es dar a conocer la titularidad y
condiciones que tiene todo sujeto de derecho sobre un derecho real o personal, y aún
sobre situaciones de su personalidad, originándose así una presunción jurídica, la cual
permite contemplar el instrumento que ampara la información que es ingresada a un
Registro, situación que en suma constituye una estabilidad jurídica en beneficio del
legitimado, quien se encuentra en óptimas condiciones para defender el derecho que
le ampara.
Algunos sectores de la doctrina consideran que la función notarial y registral es una
suerte de administración de justicia preventiva, puesto que la autenticidad de los
documentos por ellos emitidos y de las inscripciones practicadas, así como la presunción
de veracidad que sobre ellos existe, evita la generación de numerosos litigios que
podrían surgir en caso de existir incertidumbre a su respecto.
Por esa misma razón, el documento público -emitido por el Notario o conservador-
constituye una prueba anti litigiosa por excelencia, de forma tal que es fácil advertir
que, de no existir estos mecanismos de certeza jurídica, la judicialización de los conflictos
excedería con creces la capacidad de atención de cualquier sistema judicial.
Con el propósito de dar certeza a la transferencia del dominio, el derecho chileno
adhiere al sistema romano, según el cual debe existir un título y un modo.
El título sería el hecho o acto jurídico que sirve de antecedente para la adquisición del
dominio (Venta, permuta, donación entre vivos), y el modo de adquirir sería el hecho o
acto jurídico que produce efectivamente la adquisición del dominio (la ocupación,
accesión, la tradición, sucesión por causa de muerte y la prescripción).
Importante es señalar que “la transferencia y transmisión del dominio, la constitución de
todo derecho real, exceptuadas las servidumbres, exige una tradición y la única forma
de tradición que para estos actos corresponde es la inscripción en el Registro
Conservatorio.
d) La inscripción como requisito: “Si la cosa es de aquellas cuya tradición debe hacerse
por inscripción en el Registro del Conservador, nadie podrá adquirir la posesión de ella
sino por este medio” (Código Civil, 2000, Art. 724).
e) La inscripción como garantía: “Mientras subsista la inscripción, el que se apodera de
la cosa a que se refiere el título inscrito, no adquiere posesión de ella ni pone fin a la
posesión existente” (Código Civil, 2000, Art. 728, inciso 2).
f) La inscripción como prueba: “La posesión de los derechos inscritos se prueba por la
inscripción y mientras esta subsista, y con tal que haya durado un año completo, no es
admisible ninguna prueba de posesión con que se pretenda impugnarla” (Código Civil,
2000, Art. 924).
EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL SISTEMA REGISTRAL CHILENO
Es importante destacar algunos pasajes del mensaje del Código Civil en lo relacionado
con el Sistema Registral, por ejemplo: “La transferencia y transmisión del dominio, la
constitución de todo derecho real, exceptuadas, como he dicho, las servidumbres,
exige una tradición; y la única forma de tradición que para esos actos corresponde es la
inscripción en el registro conservatorio”
En este sentido, se afirma que el Sistema Registral Chileno, al contrario de otras
tradiciones y normas legales tomadas de la cultura española, se basó desde sus inicios
en el modelo francés, y específicamente en su Código Civil. Así, en Chile se considera a
la inscripción como requisito, prueba y garantía de posesión
Además, agregar que otro fragmento del mensaje de nuestro Código Civil señala lo
siguiente: “Según el proyecto que os presento, la tradición del dominio de bienes raíces
y de los demás derechos reales constituidos en ellos, menos los de servidumbre, deberá
hacerse por inscripción en un registro semejante al que ahora existe de hipotecas y
censos que se refundirá en él. Se trata, en efecto de una nueva fusión del régimen
hipotecario asociando dos objetos que tienen entre sí un enlace íntimo, o que, por mejor
decir, se incluyen uno en otro: dar una completa publicidad a las hipotecas, y poner a
vista de todos el estado de las fortunas que consisten en posesiones territoriales”
IMPORTANCIA DEL SISTEMA REGISTRAL EN CHILE
Composición del sistema registral chileno Dada la importancia que se asigna a los
bienes sujetos a registro, el sistema notarial y registral chileno es principalmente estatal y
está compuesto por Notarios y conservadores.
Uno de los principales objetivos del registro conservatorio es mantener la
historia de la propiedad inmueble y otorgar una completa publicidad a
los gravámenes que pueden afectar a los bienes raíces.
Las ventajas del folio real son incuestionables, en cuanto brinda mayor
seguridad, evita las inscripciones paralelas y facilita la solución de los
problemas originados por la interrupción del tracto sucesivo
Inscripciones y subinscripciones
Por último, nos encontramos con este Principio que tiene por finalidad
determinar los bienes objeto de inscripción, sus titulares y el alcance y
contenido de los derechos. Este principio, también llamado de
"Determinación", tiene como finalidad individualizar los derechos inscritos
en los Registros, en relación a los bienes y a las personas, por este
principio, cada inscripción se efectúa en partidas separadas.
Concluyendo, con el sistema registral se ven favorecidos no solo los ciudadanos, sino
que también el país, puesto que favorece la contratación y el tráfico jurídico de bienes.
Porque, como ya hemos visto, esta institución nace para satisfacer la necesidad de
certeza y seguridad jurídica
El Derecho Notarial puede ser definido como el conjunto de doctrinas y normas jurídicas
que regulan la organización del notariado, la función notarial y la teoría formal del
instrumento público
Dentro de todo este conjunto de disposiciones el Notario en su actividad
diaria y reglada debe guiarse por ciertos principios, ellos son:
Fe pública
“La fe pública es la autoridad legítima atribuida a Notarios, escribanos,
agentes de cambio y bolsa, cónsules y secretarios de juzgados, tribunales
y otros institutos oficiales, para que los documentos que autorizan en
debida forma sean considerados como auténticos y lo contenido en ellos
sea tenido por verdadero mientras no se haga prueba en contrario”
(Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española, 2010).
Lo anterior, debido a que en la realidad, existen una serie de hechos y
actos con relevancia jurídica que, si bien no todos los ciudadanos
pueden presenciar, deben ser creídos y aceptados como verdad oficial.
Por tanto, los hechos que el oficial público hubiere anunciado como
cumplidos por él mismo, o que han pasado en su presencia, gozarán de
plena fe pública.
Dichos instrumentos serán admitidos como verdaderos sin posibilidad de
desconocerlos, salvo resolución judicial de nulidad de acto jurídico.
b) Luego, interviene para señalar cuáles son las condiciones que deben
reunirse para que el hecho afirmado por el fideidante sea tenido por
cierto.
Según su eficacia
Producen Plena Prueba: aquellos que, reuniendo los requisitos legales, por
sí solos permiten dar por acreditado un hecho.
No Producen Plena Prueba: (o que producen prueba semi plena) Son
aquellos que por sí solos no permite acreditar los hechos, sino que
requiere para ello de otras pruebas.