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El Control de la

Acusación
Alonso R. Peña Cabrera Freyre
Conceptos Preliminares
 Según un modelo procesal penal dígase «Mixto»
o «Acusatorio», la delimitación de funciones
entre los órganos de persecución y aquellos que
se avocan en dirimir la controversia, supone una
distinción cuya esencia da luz a un procedimiento
conforme las garantías mínimas de un Estado
Constitucional de Derecho.
 La reformulación del sistema de persecución
penal inquisitivo, supuso en primera línea
despojar al juzgador de funciones promotoras de
la acción penal ex oficio, al aparecer en escena
la figura del Fiscal (prosecutor), de modo que el
procedimiento sólo puede ser instado por parte
sujeto legitimado (nemo iudex sine actore).
 El desarrollo del principio acusatorio en el
modelo procesal ha significado consolidar la
actuación investigativa del Fiscal, conforme
se observa de los dispositivos legales que se
refunden intra-normativamente en el nuevo
CPP.
 Es en dicha alud, que el Fiscal ha de
desempeñar su actuación funcional, en
sujeción a los principios de imparcialidad,
legalidad y objetividad, como órgano
persecutor del delito.
 La «Acusación Fiscal», entonces, debe ser el
resultado de una hipótesis de incriminación ahora
convertida en «Teoría del Caso», es decir,
cuando el persecutor público ha construido su
versión de los hechos, conforme todas las
evidencias que ha tenido oportunidad de
recolectar y recoger a lo largo del decurso de la
investigación (Investigación Preparatoria), que
hayan de probar su Teoría del Caso, tal como se
devela del artículo 349º del nuevo CPP.
 Estamos hablando de una argumentación fáctica,
jurídica y probatoria, donde los hechos que
sustentan la Acusación deben ajustarse
cabalmente a los alcances normativos de la
figura delictiva en cuestión.
 Los tipos penales por los cuales se basa la
Acusación fiscal, deben ser en principio aquellos
contenidos en la formalización de la denuncia o
de la IP, sin defecto de poder hacer mano de las
facultades que se contraen del artículo 349.3 del
nuevo CPP.
 Como se expone en la doctrina colombiana, es
preciso que el escrito de Acusación reúna dos
requisitos de carácter sustancial: 1) Que la
conducta haya existido y 2) que el imputado sea
el autor o partícipe, fundándose en los elementos
materiales probatorios, la evidencia física
recogida y la información obtenida.
El Control Judicial de la
Acusación Fiscal
 Si bien, es potestad exclusiva del Fiscal
formular la Acusación, incidiendo en el brocardo
del nullum acusatione sine iudicium, no puede
abrirse la causa a Juzgamiento si previamente
el persecutor público no ha formulado su
pretensión punitiva, ello no es óbice a reconocer
e identificar una etapa de «Control de la
Acusación» a cargo del órgano jurisdiccional
competente, que ha de tomar lugar en la
denominada «Etapa Intermedia».
 Mediando la actuación jurisdiccional se pretende
efectuar un control, que sin ingresar a un fuero
estrictamente fiscal, susceptible de depurar
aquellos elementos y/o factores que puedan
resultar lesivos para los derechos
constitucionales y procesales de las partes.
 En el plenario Nº 6-2009/CJ-116 (“Control de la
Acusación”), se dice en el Fundamento 6, que
mediante la acusación la Fiscalía fundamenta y
deduce pretensión penal; esto es, la petición
fundamentada dirigida al órgano jurisdiccional
para que imponga una sanción penal a una
persona por la comisión de un hecho punible que
se afirma ha cometido.
 Como toda acción, la pretensión punitiva del
Fiscal debe cumplir con presupuestos -de orden
formal y material-.
 Con independencia de los presupuestos
procesales, cuya ausencia impide al órgano
jurisdiccional entrar al examinar el fondo de la
pretensión, se dice por parte del Tribunal
Supremo, que la acusación fiscal debe expresar,
de un lado, la legitimación activa del fiscal como
tal -cuya intervención sólo es posible en los
delitos de persecución pública- y la legitimación
activa del acusado, quien desde el Derecho penal
debe tratarse de una persona física viva sino que
ha debido ser comprendido como imputado en la
etapa de instrucción o investigación preparatoria
y, por ende, estar debidamente individualizado.
 En mi concepción la imputación delictiva
implica en detalle, un juicio de atribución a un
sujeto (imputado), de haber cometido (acción u
omisión), un hecho punible, catalogado como
tal en la ley penal sustantiva, de acorde a su
grado de intervención, decisión y dominio en su
consumación y/o imperfección delictiva.
 No puede admitirse imputaciones delictivas
carentes de la debida individualización, donde
a un grupo de los individuos se les
responsabiliza por una pluralidad delictiva -
como si fuera un cajón de sastre-, sin discernir
quien es autor y/o partícipe (inductor,
cómplice).
 Así, cuando el Tribunal Supremo, señala en el
Fundamento 8, que: “la acusación debe incluir
un título de imputación determinado, es decir,
una calificación, siempre provisional, del hecho
punible objeto de investigación preparatoria o
instrucción. Éste comprende la previsión de los
elementos legales del hecho punible, la
indicación de la ley penal correspondiente con
las normas que correspondan, referidas a la
tipicidad objetiva y subjetiva, al grado del delito,
a la forma de autoría o de participación”.
 En el Plenario (Fundamento 7), se expone, con
respecto a los artículos 225º del C de PP y el
artículo 349º del nuevo CPP, que desde una
perspectiva subjetiva, es la necesidad de una
identificación exhaustiva del imputado, quien ha de
haber sido comprendido como tal mediante un acto
de imputación en sede de investigación
preparatoria o instrucción -fiscal o judicial-, según
se trate del NCPP o del ACPP, respectivamente-.
Desde la perspectiva objetiva, la acusación debe
mencionar acabadamente la fundamentación
fáctica, indicar con todo rigor el título de condena y
concretar una petición determinada, así como
ofrecimiento de medios de prueba.
 Así también, resulta proscrito, incluir a
personas en el escrito de Acusación como
«imputados» ahora «acusados», que no hayan
sido comprendidos en la formalización de la
denuncia, auto apertura de instrucción y
formalización de la IP, pues es en dicho
estadio que la persona involucrada con la
comisión del delito, está en posibilidad de
construir su propia versión de los hechos
(Teoría del Caso).
 Recién con la imputación formal de la Fiscalía,
tiene abierta la posibilidad la Defensa, de esgrimir
y/o proponer los Medios de Defensa Técnica -que
estime pertinentes-, tanto en la validez formal
como material de la imputación formulada en
contra del imputado; es dicho aspecto a saber,
que nos lleva a incidir en una reflexión en torno a
la facultad que ostenta el representante del
Ministerio Público, de ir directamente a su
Acusación y así pasar directamente al escenario
del Juzgamiento, mediando una vía legal distinta
a lo que se conoce como el “Juicio Inmediato”.
 El derecho a conocer la imputación delictiva en
toda su acepción lata, se encuentra íntimamente
vinculado con el principio acusatorio.
 Luego, se dice, en el Fundamento 7 del plenario,
que: “(…) En función a su característica singular,
la acusación fiscal ha de señalar tanto la
cantidad en que se aprecien los daños y
perjuicios en la esfera patrimonial del
perjudicado causados por el delito o la cosa que
haya de ser restituida, como la persona o
personas que aparezcan responsables -que han
debido ser identificadas en una resolución
judicial dictada en la etapa de instrucción o
investigación preparatoria- y el hecho en virtud
del cual hubieran contraído esa responsabilidad”.
 Líneas más adelante, se escribe que: “(…) lo que
interesa, sin perjuicio de la identificación del imputado,
es la definición de los hechos que han sido objeto de
investigación, y que no se altera la actividad: identidad,
por lo menos parcial, de los actos de ejecución
delictiva y la homogeneidad del bien jurídico tutelado.
Lo expuesto no hace sino ratificar que en ambas
decisiones -judicial una y fiscal otra- determinan la
legitimación pasiva y se convierten en el requisito
previo de la acusación, con lo que evitan las
acusaciones sorpresivas y robustecen el derecho de
todo ciudadano al conocimiento previo de la
acusación; derecho último, que integra la garantía de
defensa procesal, y que no implica convertir el auto
apertura de instrucción o la disposición de
formalización y continuación de la investigación
preparatoria en un escrito de acusación”.
 Lo que se quiere decir en todo caso, es que las
posibles mutaciones (alteraciones) que puedan
observarse en el escrito de Acusación, en lo
concerniente a las tipificaciones legales no
pueden develar una sustancia significativa
(principio de Correlación entre la Acusación y
la Sentencia).
El Control de la Acusación en el
nuevo CPP
 El nuevo modelo que se acoge en el Decreto
Legislativo Nº 957, tonifica en mayor medida la
separación de funciones entre el Fiscal y el
órgano jurisdiccional; bajo el entendido, el
persecutor público es una parte más del proceso.
 Conforme a lo anotado, se instituye un filtro de
valoración, de depuración y de actuación de
incidencias procesales, que las partes tiendan
bien a proponer al Juez de la IP, en la llamada
«Etapa Intermedia»; un estadio intermedio entre
la IP y el Juzgamiento, que en caso que nos
ocupa, se orienta a fijar filtros de valoración a la
Acusación Fiscal.
 Como se anota en el Plenario (Fundamento
12), el Juez de la Investigación Preparatoria es
el encargado de realizar el control de legalidad
de la acusación fiscal, esto es, verificar la
concurrencia de los presupuestos legales que
autorizan la acusación fiscal -ese y no otro-, es
su ámbito funcional; ello tomando en cuenta,
que el juez de la IP, realiza y ejecuta labores
distintas al juzgador que se avocará al
conocimiento del Juzgamiento, no es
entonces, un juez decisorio sino un juez de
garantías.
 Se hace alusión también a un aspecto
importante, en el sentido de que el
procedimiento de la etapa intermedia consta de
dos fases: oral y escrita; en efecto, primero,
debe notificarse la Acusación a las partes, por
el plazo de diez días, para que puedan
proponer por escrito, cuestionamientos
formales así como deducir medios de defensa
técnica y, otras incidencias; y, segundo, toma
lugar la Audiencia Preliminar, donde se debatirá
oralmente la procedencia o inadmisibilidad de
cada de una de las cuestiones planteadas por
las partes.
 En el Fundamento 13, se expone que el control
formal de la Acusación Fiscal incluye lo siguiente:
“(…) la revisión del cumplimiento de los
requisitos legales de un acto procesal
trascendente y la validez de la serie procesal
constituye una facultad judicial inherente a la
potestad jurisdiccional efectiva, está contemplado
en el literal a) del artículo 350º NCPP. Éste
comprende los supuestos descritos en el párrafo
9º en relación con el artículo 349º NCPP. Los
defectos denunciados, en caso que se acojan,
requerirán conforme al artículo 352º.2 NCPP, una
decisión inmediata de devolución de las
actuaciones al Fiscal, con la necesaria
suspensión de la audiencia, siempre que se
requiera de “(…) un nuevo análisis del Ministerio
Público”.
 Tal como se colige del artículo 350º del nuevo
CPP, las partes pueden promover -ante la
instancia jurisdiccional-, observaciones
formales del escrito de Acusación, no pueden
ser por tanto, de naturaleza sustancial.
 Los vicios que se aleguen no sólo podrán
versar sobre el contenido de las menciones que
debe incluir la acusación, sino también la
congruencia objetiva y subjetiva entre la
formalización de la investigación y la acusación,
deber que pesa sobre el fiscal y el querellante
particular, si lo hubiere.
 La problemática estribaría, cuando el Fiscal no
cumple con subsanar a plenitud, las
deficiencias observadas por las partes, luego
del emplazamiento judicial, para el nuevo
análisis, en tanto la ley positiva no ha señalado
expresamente su consecuencia jurídica, sólo
se prescribe en el artículo 352.2 del nuevo
CPP, que “Si no hay observaciones, aclarado o
saneado el dictamen acusatorio en los
términos precisados por el Fiscal, en caso
contrario resolverá el Juez mediante resolución
inapelable”.
 En un modelo en puridad Acusatorio, el órgano
judicante no puede entrar a resolver las
deficiencias que presente el la actuación
persecutora del Ministerio Público, hacerlo
significaría una grave intromisión a un fuero
que no le compete, pervirtiendo el sistema, con
ello la imparcialidad del juzgador.
 Al margen del control formal de la Acusación
Fiscal, existe otro, de naturaleza sustancial.
Dicha evaluación se encamina al examen del
sustento material del hecho o los hechos que son
objeto de incriminación, mediando la validez de
la acción penal según la presunta criminalidad
que pueda presentar así como de otras
elementos componedores y constitutivos del
delito (tipicidad, antijuridicidad, inexigibilidad,
condiciones de punibilidad, etc.), así también
aspectos procesales (Causales de extinción de la
acción penal) y netamente probatorios
(insuficiencia de evidencias incriminatorias de
cargo).
 Son dos aspectos que deben decirse sobre lo
anotado: que en un Proceso Penal a la luz del
Estado Constitucional de Derecho, el órgano
judicante se erige en un celoso guardián de la
legalidad sustancial, lo que se corresponde con
un procedimiento adversarial, garantizando su
plena imparcialidad y objetividad.
 Segundo, habiéndose planteado una institución
tendiente a cesar la persecución penal del
Estado, el juzgador antes de decidir sobre su
procedencia o improcedencia, ha de velar por
el ejercicio de los derechos de defensa y
contradicción, evitando las sentencias
sorpresivas.
 En un sistema oral (acusatorio), como el adoptado
en el nuevo CPP, las decisiones que haya de dictar
el órgano jurisdiccional deben ser producto de una
audiencia, garantizando la contradicción y la
defensa de los sujetos en contienda.
 Ahora bien, el Tribunal Supremo ha fijado un orden,
en cuanto a la realización del control judicial; se
señala que el control formal es previo a toda
posibilidad de análisis de mérito de la acusación.
Es así, que el artículo 352º.2 del NCPP precisa que
si no se advierten los requisitos establecidos en el
artículo 349º.1 NCPP -en una discusión que debe
preceder al análisis de los demás aspectos que
deben tratarse en la audiencia preliminar- lo
pertinente es suspender la audiencia para su
debida subsanación, luego lo cual debe
reanudarse.
 Los cuestionamientos que plantear las partes,
conforme la normativa del nuevo CPP, es sólo
de naturaleza formal, cuando se observan
detalles que inciden en la coherencia de la
Acusación Fiscal, si esto es así, el juzgador ha
de emplazar al Fiscal de esta situación a fin de
que la corrija, a tal efecto debe suspender la
audiencia por un tiempo prudencial (cinco días).
 En cuanto al control sustancial, se dice que
tiene lugar en un momento procesal distinto,
luego de la subsanación de las
observaciones de la acusación fiscal. Ésta
comprende el examen de la concurrencia de
cinco elementos necesarios para la viabilidad
de la acusación respecto de los cargos objeto
de investigación: elemento fáctico, elemento
jurídico, elemento personal, presupuestos
procesales vinculados a la vigencia de la
acción penal y elementos de convicción
suficientes (artículo 344º.1 NCPP).
 La Teoría del Caso (incriminación) que toma
lugar a través de la Acusación Fiscal, tiene que
ver esencialmente con tres datos a saber: del
relato fáctico, de la imputación delictiva
(jurídica) y del sustento probatorio, ello aunado
a la debida identificación de la pareja criminal
(acusado y víctima) y la vigencia temporal de la
persecución penal (ausencia de causas de
extinción).

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