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Alceo de Mitilene

ca. 630 a.E.C. - ca. 580 a.E.C.


¡HOLA!
Me llamo Alceo y soy alcohólico.
Estoy aquí para contarles acerca de mi...

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1.
VIDA Y
CONTEXTO
HISTÓRICO
Nací dentro la aristocrática clase guerrera que dominaba Mitilene,
la ciudad-estado más poderosa de la isla de Lesbos
y la más influyente de las ciudades griegas en el norte del mar Egeo.

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Ya me hice
bolas con tanto
pinchi mapa.
AQUÍ ESTÁ LESBOS...

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MÁS ACERCA DE MÍ <3

Fui incluído dentro del canon de los Nueve Poetas


Líricos por los estudiosos helenísticos de Alejandría.
Durante mi vida, luché junto a mis hermanos
Antiménidas y Ciquis contra varios aristócratas por
el poder. Al principio gobernaba el clan Pentílida,
pero su influencia se había debilitado con el tiempo.

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Mis aventuras políticas pueden ser entendidas en términos de los tres
advenedizos que fueron y vinieron después de los Pentílidas:

Melancro: Fue derrocado por una facción que incluía a mis hermanos
y a Pítaco. Yo era demasiado joven entonces como para involucrarme
en el conflicto.

Mírsilo: Pítaco, mis hermanos y yo hicimos planes para derrocarlo


también a él, pero Pítaco nos traicionó y tuvimos que huir al exilio.
Escribí una canción para beber y celebrar la muerte de Mírsilo.

Pítaco: El traidor. Uno de los Nueve Sabios de Grecia, elegido por


asamblea y recordado como buen gobernante que eventualmente me
indultó y me permitió regresar a mi tierra… y luego me volvió a exiliar.
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Fui contemporáneo y paisano de la poetiza Safo, a quien yo me
refería como una auténtica deidad.

Fui exiliado de Mitilene un total de tres veces. Al final no pude


derrocar a Pítaco y a su condenado gobierno popular de las
vulgares masas. O sea, qué oso. Perdimos la gente bien contra los
nacos. No se sabe acerca de mi muerte, pero se cree que morí en
una batalla.

Y ahora continuamos con...

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2.
CARACTERÍSTICA
S DE SU OBRA
(ya voy a dejar de hablar en voz de
Alceo,
perdón)
La obra de Alceo sólo era conocida por las citas de autores
posteriores, pero el descubrimiento en el siglo XX de papiros egipcios
con fragmentos de sus poemas ha permitido conocer parte de la
misma.

Sus poemas, que fueron redactados en el dialecto eólico del griego,


tratan acerca de varios temas: himnos a los dioses; comentarios
políticos o militares, en ocasiones de índole personal; y por último
canciones de amor y canciones báquicas, la clase de poesía que
podía ser leída en un simposio (pedota).

Sus poemas fueron reunidos en diez volúmenes por los eruditos de


Alejandría, con comentarios de Aristófanes de Bizancio y Aristarco de
Samotracia en el siglo III a.E.C.
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Sus poemas eran monódicos (cantados por un solo intérprete en
lugar del coro), y estaban compuestos por varios tipos de metros en
estrofas de dos o cuatro versos, entre ellas la estrofa alcaica, llamada
así en su honor. Se llamaban “lírica” porque se acompañaba de la
lira.

La extensión de su obra rivaliza sólo en la época arcaica con la de


Arquíloco. Alceo está abierto a un amplio abanico de influencias.
Cuando utiliza la lírica para denostar a alguien, borra las diferencias
existentes entre ésta y el yambo.

Prefería estrofas cortas y métricamente simples que reutilizaba en


muchos poemas. El verso alcáico se compone de un espondeo, un
yambo, una cesura y dos dáctilos. Es parecido al verso sáfico.
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3.
COMENTARIO
DEL TEXTO
SELECCIONADO
LA NAVE DEL ESTADO

Heráclito afirma que “La nave del estado” no sólo se refiere a los
exilios que sufrió Alceo en los que tuvo que partir por mar, sino
también a la situación de Mitilene bajo la tiranía.

En estos poemas se describe una nave azotada por la tormenta y


se exhorta a la tripulación a acordarse de su noble origen y salvar
Mitilene.

Ejemplo:

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“Me desconcierta la revuelta de los vientos.
De aquí llega rodando una ola y por allá
otra, y nosotros en medio arrastrados
nos vemos en nuestra nave negra,
afligidos por la muy enorme tempestad.
El agua de la sentina ya cubre el pie del
mástil.
Toda la vela está ya transparente,
y cuelga en grandes jirones su tela,
no logran asideros las anclas, y el timón…
…mis dos piernas se afirman en las jarcias
y sólo esto me mantiene a salvo.
Toda la carga arrastrada fuera de la borda va”.
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El simposio y el vino

Según Ateneo de Náucratis, Alceo usaba cualquier ocasión como


excusa para beber. Exhortaba a sus amigos a beber para celebrar
la muerte de tiranos, para aliviar las penas, porque la vida es muy
corta y para atravesar tanto tormentas invernales como el calor del
verano.

¡Salud!

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9.
Bebamos ya. ¿A qué aguardar la hora
de las luces? Le queda un dedo al día.
Baja las copas grandes pintadas,
pues el hijo de Sémele y de Zeus
les dio a los hombres vino para olvido
de su tristeza. Vierte una medida
de agua por dos, completas hasta el borde,
de vino; y que una copa empuje la otra.

10.
No hay que abandonar el ánimo a los males.
Pues nada avanzaremos con apenarnos,
oh Bicquis, y no hay mejor remedio
que mandar a por vino y embriagarnos.
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Himnos a los dioses y a los héroes

Alceo cantaba a los dioses en el espíritu de los himnos homéricos


para entretener a sus acompañantes más que para glorificar a los
dioses. Usaba la misma métrica en sus himnos que en su “lírica
láica”. Existen fragmentos de poemas en metro sáfico acerca de los
Dioscuri, de Hermes y del río Evros.

Checad:

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20.
Río el mas bello, junto a Ainos
desaguas en el mar azul de púrpura,
después de atravesar, roncando, el suelo
de Tracia, rica en potros,
y van muchas muchachas a explorarte,
y con mimosas manos en sus muslos,
tu agua maravillosa, como un óleo,
se encantan derramando.

23.
¡Pura Safo,
de coronas violeta,
de sonrisa de miel!

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22.
Se cuenta, Helena, que un dolor amargo
los pecados de Príamo y sus hijos
castigó por tu causa, y que incendió
Zeus la sagrada Ilión.
No fue así la muchacha delicada
que el noble hijo de Eaco, convocando
a todos los felices a la boda,
del techo de Nereo
llevó a la casa de Quirón; y el cinto
soltó de la doncella pura; y fértil
fue el amor de Peleo y de la egregia
Nereida, pues al año
tuvo ella un hijo, un fuerte semidiós,
de yeguas bayas conductor feliz;
y los frigios, en cambio, y su ciudad
murieron por Helena.
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4.
APORTACIÓN
E INFLUENCIAS
Todos los eruditos de Alejandría afirmaban que Alceo fue el
segundo de los grandes poetas líricos de los nueve canónicos. Las
traducciones de Alceo al latín hechas por Horacio, quien
consideraba a Alceo como su gran modelo, el hecho de que
prestigiosos filólogos alejandrinos como Aristarco de Samotracia
editaran sus poemas en diez libros, así como los comentarios
existentes en los fragmentos encontrados, prueban que Alceo de
Mitilene fue un poeta importante y muy estudiado.

Alceo ha perdurado como el poeta de la guerra, de la lucha


encarnizada contra la tiranía. No obstante, sus acciones no siempre
fueron gloriosas: en una epístola a su amigo Melanipo
anunciándole que ha podido salvar la vida, él mismo recuerda
cómo se ha visto obligado a abandonar el escudo en manos del
enemigo (Atenas, enemigos de Metilene).
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En su tercer libro de odas, Horacio hace uso de versos alcáicos y sáficos en
latín conciso. En verdad, junto a Safo y Arión, Alceo de Mitilene es uno de
los tres representantes más notables de la escuela poética eólica.

Ovidio comparó a Alceo con Safo en sus Heroidas.

Se les relacionó a ambos poetas lésbicos sentimentalmente en el folklore


popular y en diferentes artesanías y otras obras, aunque Safo era algo
mayor que Alceo. Pero mas no obstante sin embargo, no hay prueba de que
hayan sido nada más que amigos. Qué aburrido.

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BONUS.
Más de su obra...
4.
Ahora hay que emborracharse y beber
hasta el colmo, ¡que ha muerto Mírsilo!

5.
…al malnacido Pítaco de esta ciudad,
desdichada y cansina, le han hecho tirano,
y a grandes voces todos le dan vítores.

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8.
Bebe y emborráchate, Melanipo, conmigo. ¿Qué piensas?
¿Qué vas a vadear de nuevo el vorticoso Aqueronte,
una vez ya cruzado, y de nuevo del sol la luna clara
vas a ver? Vamos, no te empeñes en tamañas porfías.
En efecto, también Sísifo, rey de los etolios, que a todos
superaba en ingenio, se jactó de escapar a la muerte.
Y, desde luego, el muy artero, burlando su sino mortal,
dos veces cruzó el vorticoso Aqueronte. Terrible
y abrumador castigo le impuso el Crónica más tarde
bajo la negra tierra. Con que, vamos, no te ilusiones.
Mientras jóvenes seamos, más que nunca, ahora importa gozar
de todo aquello que un dios pueda ofrecernos.

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15.
Dicen que Aristodemo profirió
en Esparta una vez una sentencia
nada estúpida: “El hombre es su dinero:
no hay ningún pobre honrado ni estimado”.

16.
…lo que se le dé a una puta,
igual echarlo en la onda del mar cano.

17.
Muchacho, con el vino, la verdad.

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19.
Dejad la isla de Pélope, y venid,
hijos audaces de Zeus y de Leda,
apareceos, propicio el corazón,
Cástor y Pólux,
Que recorréis la ancha tierra y el mar,
montados en caballos velocísimos,
y sin esfuerzo apartáis de los hombres
la triste muerte,
Cuando saltáis al tope de la nave,
clareando en las trozas a distancia,
e ilumináis en la noche doliente
el buque negro.

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EL FIN
(aplausos)

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