Preparado por Pr.

Jolivê Chaves

Clase basada en el libro “Revolución en la iglesia” con el ministerio

laico. Y el artículo “De vuelta a los orígenes” de Russel Burril.
La Iglesia Adventista
del siglo XXI será
mayor, pero en cierto
sentido será menor.
 El motivo es que la iglesia
funcionará con base en los grupos
pequeños, en lugar de ser con base
en el modelo congregacional.
 “En el ambiente de la iglesia
del siglo XXI, será tan
necesario pertenecer a un
grupo pequeño como es ahora
estar presente el sábado de
mañana”.
Russel Burrill
Las actividades del pastor en esa
iglesia serán diferentes de las que
tienen los pastores hoy. Ese pastor
estará dirigiendo a los laicos en sus
variados ministerios.
El tiempo del pastor será empleado,
no tanto en la realización de
funciones ministeriales, sino
entrenando, formando y
supervisando a los laicos.
 Pastor

congregación congregación congregación

La mayor parte de la estructura actual de la
iglesia es construida alrededor de un pastor
que administra una o varias congregaciones.
 En la iglesia del futuro, un
pastor supervisará a los
líderes de grupos pequeños
que, a su vez, dirigirán
grupos de diez a doce
personas.
 Pastor

líder líder líder líder

Grupo pequeño Grupo pequeño Grupo pequeño Grupo pequeño

Los clérigos El pastor
pastorearán necesitará
a los encontrarse
pastores con los
laicos, y líderes por lo
ellos, a su menos una
vez vez por
pastorearán semana.
al pueblo.
 Los miembros serán mejor
atendidos por los pastores
laicos, puesto que el máximo
que un clérigo ordenado
consigue pastorear
convenientemente es cerca de
cincuenta personas.
 Con la
proliferación de
los grupos
pequeños será
necesario
entrenamiento
y formación de
muchos
pastores laicos,
para dirigir
estos grupos.
 Los grupos pequeños
generan muchos y variados ministerios,
conforme los dones, lo que hace
necesario entrenamiento y formación
para el futuro.

Cada miembro estará

comprometido con su ministerio.
El movimiento de
los grupos pequeños
está destinado a
revolucionar
completamente la
iglesia del futuro.
No es una moda
pasajera, sino
un regreso a
nuestras raíces
bíblicas y
adventistas.
 La iglesia primitiva
no se reunía en
grandes catedrales;
los creyentes se
reunían
principalmente en
hogares.
La construcción en
gran escala de casas
de adoración sólo se
dio siglos después de
la muerte de los
apóstoles.
 “Las iglesias hogares
eran grupos pequeños
de creyentes.”

(Rom. 16:5; 1 Cor. 16:19;

Col. 4:15; Filemón 2)

Los clérigos eran los apóstoles y

misioneros.
 Ellos fundaban las iglesias
hogares y nombraban líderes
laicos para dirigir los grupos
pequeños y cuidar de los
creyentes.

Así, los pastores, tal como

los conocemos hoy, no
existían.
 Después que los pastores
ocuparon su posición para cuidar
de las iglesias, el nivel de cuidado
proporcionado al rebaño
diminuyó dramáticamente.

Necesitamos volver al
modelo de la iglesia del
Nuevo Testamento.
 LA IASD La mayor parte
primitiva de las iglesias
adventistas
siguió de primitivas eran
cerca el grupos
modelo del pequeños,
Nuevo dirigidos por
Testamento. líderes laicos.
 Durante cerca de cincuenta años
después de su organización, inclusive
después que la iglesia creció, el
adventismo no tuvo pastores
colocados.

Casi todos los pastores adventistas

del siglo XIX fueron evangelistas y
plantadores de iglesias.
 Ninguno de ellos servía como pastor en
alguna iglesia. Las congregaciones fueron
enseñadas a cuidarse a sí mismas.
Los líderes laicos lideraban la iglesia.

Los pastores eran entrenadores e

implantadores de nuevas congrega-
ciones, como los apóstoles.
 En los Estados Unidos...
Década de 1870 Década de 1990

2 pastores
122 pastores

cada año cada año

 Podemos
imaginar
Hoy
también que el
Necesitamos
cuidado era volver a
superior al que nuestros
es dispensado orígenes.
hoy, porque la
apostasía era
dramáticamente
menor.
Las iglesias deben ser
divididas en grupos
pequeños a semejanza
de las iglesias
pequeñas del
adventismo primitivo.
Entrenador

Supervisor

Evangelista
 La iglesia pequeña liderada
por pastores laicos será
mejor atendida y dará
oportunidad a cada creyente
para desempeñar su
ministerio.
De acuerdo con Elena de
White, eso es saludable
para las congregaciones.
 Y la propia escatología
adventista, durante la crisis final,
señala a un tiempo cuando las
iglesias no tendrán pastores y
tendrán que existir por sí
mismas.