TEXTO: Porque os celo con celo de Dios; pues os he
desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo. 3 Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo. 4 Porque si viene alguno predicando a otro Jesús que el que os hemos predicado, o si recibís otro espíritu que el que habéis recibido, u otro evangelio que el que habéis aceptado, bien lo toleráis; SE NOS PREVIENE A ESTAR FIRMES EN LO QUE HEMOS CREIDO Y NO HACER CASO A OTRA DOCTRINA. • Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. 7 No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. 8 Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. 9 Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema (Galatas 1: 6-9). • 7 Porque muchos engañadores han salido por el mundo, . que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Quien esto hace es el engañador y el anticristo. • 8 Mirad por vosotros mismos, para que no perdáis el fruto de vuestro trabajo, sino que recibáis galardón completo. • 9 Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo. • 10 Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡Bienvenido! • 11 Porque el que le dice: ¡Bienvenido! participa en sus malas obras (2ª. Juan 7-11). EL CASO DE LOS GALATAS. • Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar? (Gálatas 2:14) • ¡Oh gálatas insensatos! ¿quién os fascinó para no obedecer a la verdad, a vosotros ante cuyos ojos Jesucristo fue ya presentado claramente entre vosotros como crucificado? (Gálatas 3:1). • 4 Y esto lo digo para que nadie os engañe con palabras persuasivas. (Col. 2:4) NECESITAMOS CRECER PARA NO SER ARRASTRADOS POR EL ERROR. • 13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; • 14 para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, • 15 sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, • 16 de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor (Efesios 4:13-16). LA EXORTACION DEL APOSTOL PABLO
•15 Así que, hermanos, estad firmes, y retened la
doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra. •16 Y el mismo Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro Padre, el cual nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza por gracia, •17 conforte vuestros corazones, y os confirme en toda buena palabra y obra. 1.- LA GRACIA Y LA LEY
•Pues la ley por medio de
Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. •Juan 1:17 EL CASO DE LA MUJER ADULTERA (JN. 8:1-11)
•¿Qué decía la ley?
•Éxodo 20: 14 “No cometerás adulterio”; • Levítico 20:10: “Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adúltera indefectiblemente serán muertos”. •Los acusadores estaban en lo correcto: • “Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices?” (Juan 8:5). ¿Cómo aplico Jesus la gracia? •“El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella” (Juan 8:7). •Mientras los acusadores se retiraban, Jesus se volvió a inclinar a tierra; •Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más (Juan 8:10–11). ¿VEMOS LA DIFERENCIA?
•¡Qué hermoso! ¡Qué diferente! ¡Qué
maravilloso! ¡Qué compasivo! Estemos todos agradecidos que mientras la ley fue dada por medio de Moisés, la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. la ley y la gracia son polos opuestos. • ¡La buena noticia es que podemos escoger entre las dos! • la “ley” se distingue de la “verdad”. La verdad vino por medio de Jesucristo, no la ley. • De hecho, Jesucristo, quien es la verdad, fue crucificado según la ley. • Moisés y la ley están en un lado, y el Señor Jesús, la gracia y la verdad están en el otro. • La gran brecha entre estas dos no se comprende fácilmente. De hecho, hay que nacer de nuevo para poder verla (Juan 3:3). • La ley de Moisés dice que tal mujer debe morir, pero la gracia y la verdad la dejó vivir.