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Terápia

Conductual
para el Fumar

Ps Jaime E Vargas M
A515TE
Teorías acerca de Fumar :

De un modo general, se puede clasificar a esos enfoques


teóricos en 4 tipos. Se llama al primero Teoría de la
Adicción Fisiológica, que adopta dos formas, ambas
relacionadas con el contenido nicotínico del tabaco.
En su forma mas específica, la teoría afirma que el fumar
tiene como propósito llevar al cerebro, con la mayor
efectividad posible, una elevada concentración de nicotina,
el principal alcaloide del tabaco. Una variante mas
compleja está en la Teoría de la Motivación de procesos
opuestos de Solomon y Corbit (1973).
La segunda posición teórica de
importancia considera que
fumar es un hábito, en gran
parte de los fumadores, sujeto
al control de estímulos externos
que bombardean al fumador
desde todos los sitios (la
presencia de cigarrillos en casi
todas las tiendas, la
propaganda, etc) Se habla,
pues, de un “condicionamiento
cognoscitivo”
(Berecz,1972a).
Finalmente, hay otros 2 enfoques teóricos en la
literatura especializada, ocupan una posición
secundaria y son los siguientes. La Teoría de que
existen tipos de fumadores (Coan,1973) y otra, que
en el fumar participa todo un estilo de vida (Mausner
y Platt,1971).
Terapias Conductuales :

De un modo bastante arbitrario, se pueden dividir las


técnicas de tratamiento en 7 categorías principales.
En la primera entran aquéllas que se basan en
“consecuencias aversivas”, ya sea para el acto de fumar en
sí o para lo que se imagina o piensa respecto al fumar :
choques eléctricos, aire caliente y humoso, que produce
nauseas al fumador, la saciedad, la sensibilización cubierta
-imaginar las nauseas por fumar- y la sensibilización
pública -cuando se utiliza una píldora para producir en la
boca, en combinación con el fumar, una sensación de
sabor desagradable.
La segunda clase de técnicas consisten en intentar
reducir la frecuencia de fumar recurriendo a un
sistema que podría llamarse “fumar por señal”, siendo
característico de tales enfoques el estudio de Azrin y
Powell (1968), en el que pidió a fumadores
empedernidos que utilizaran una cigarrera especial,
que permanecía cerrada durante un tiempo
especificado de antemano a partir de haberse tomado
un cigarrillo de ella.
El tercer tipo se refiere a la
“administración por
contingencia contractual”. La
modalidad más frecuente son
los Contratos Conductuales
por Depósito.
El fumador deposita una
cantidad, la cual se le va
entregando conforme deja de
fumar, si no lo hace, la pierde
(Elliot y Tighe, 1968).
El cuarto tipo de enfoque incluye lo que pudieran
llamarse Programas de Adiestramiento de tratamiento de
sí mismo, en los que se dan al fumador instrucciones
que varían en su grado de complejidad y sutileza y se le
permite seguir adelante por cuenta propia (Ober, 1968).
La quinta posibilidad la ocupan los procedimientos de
reducción del hábito de fumar mediante la
“desensibilización sistemática” con entrenamiento de
relajación muscular y contracondicionamiento de las
jerarquías de estímulos controladores del hábito
(Morganstern y Ratliffe, 1969).
En sexta posición nos referimos a situaciones donde se
emplea la “interpretación emocional de un papel ” (en
la que el fumador interpreta el papel de un enfermo de
cáncer a punto de ser operado o así mismo interpreta el
papel de un Doctor que debe informarle al fumador
que sufre de cáncer) (Janis y Mann,1965).
Por último podemos citar las técnicas de tratamiento
consistentes en emplear más de un enfoque a la vez.
Resultados :

No hay duda que las reducciones conseguidas con auxilio


de estas técnicas, al concluir el periodo de entrenamiento,
son notablemente superiores a las logradas con varias
condiciones de control, sin embargo, en los estudios de
seguimiento se encuentra a los 12 meses, un grado de
recaída entre 60 y 80 % (Hunt & Matarazzo, 1973).
Recomendaciones :

1.- Que se apliquen las técnicas a los procesos


encubiertos, mejor que al acto de fumar en sí.
2.- Emplear tratamientos combinados (ejem.: aire
caliente y mentolado más saciedad).
3.- Hacer un mayor hincapié en el mantenimiento de
los decrementos iniciales mediante técnicas de
sobreaprendizaje, sesiones de apoyo, etc.
4.- Un empleo más general de programas de apoyos
auxiliares, como el dar adiestramiento en actividades
recreativas y sociales.
FIN.

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