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Teología de la

liberación y de
la oración

Mtra. ANA LILIA SALAZAR ZARCO


La Teología de la Liberación es una
teología que cuida y apremia

“La calidad evangélica de la teología, lo que significa, por un


lado, rescatar la dignidad de los pobres y, por otro, reconocer
el puesto central que ocupan en la perspectiva de Jesús y su
Evangelio: por la Encarnación, ya no se puede separar a Jesús
y a Dios de los pobres.” (Silva, 2009: 109)
El Jesús que se ha colocado como el centro
práctico y espiritual de la Teología de la Liberación, es
el que trabaja para los desfavorecidos y no se
entendería sin la vida humilde de María que
configurará su subjetividad en el orden simbólico
femenino antipatriarcal.
La opción por los pobres: la práctica
espiritual heredada
Es en las mujeres donde
encontramos las marcas de
la opresión de aquel tiempo
y es en ellas donde, también
está depositada la fuerza
liberadora de Dios que se ha
hecho manifiesta, desde
hace miles de años, en los
linajes de María y José y, hoy
de manera especial, en la
praxis resistente y solidaria
de las mujeres pobres.
(López, 1997: 58)
EL LINAJE FEMENINO MATERNO:
MARÍA DE NAZARET

“José, el
esposo de María, y de María nació
Jesús, llamado también Cristo”
(Juan 1,16)
Las dudas de José, Mateo (1,18-25)

“Jesús nació fuera de los modelos patriarcales y su


nacimiento no está reglamentado por un jefe masculino”.
(Lopes, 1997: 57)
EL SÍ DE MARÍA
En este contexto de la comunidad de
Siria, la pregunta estaba en relación con
el embarazo de María confirmando la
aseveración que “la genealogía pasa
por el cuerpo de María, no por su
virginidad, por lo tanto la transgresión es
una novedad que ella asume en su
embarazo”. (Cardoso, 1994: 28; 1997: 56)
Sugiero hagamos evocaciones de María
como la mujer cuyo contexto material fue

“económicamente pobre, políticamente


oprimido, y de cultura campesina judía,
caracterizado por la explotación y los
sucesos públicamente violentos” (Johnson,
2008: 225)
María como una mujer pobre que crece a
Jesús en un contexto similar.

Es el pilar en la vida de Jesús,


quien marca con su testimonio la
apuesta por los pobres como su
práctica espiritual.
Porque ha mirado la humilde
condición de su sierva; porque
he aquí, desde ahora me dirán
bienaventurada todas las
generaciones, porque me ha
hecho grandes cosas el
Poderoso; y santo es su
nombre. (Lucas 1, 48-49)
El hecho de que sea precisamente a esta
mujer (esta no-persona) a quien Dios ha
hecho grandes cosas (Johnson, 2008: 225),
una mujer que está

“entre los marginados, formando parte del


grupo que se queda sin vino y proclama la
esperanza de los necesitados.” (Johnson,
2008: 227)

prefigura la humildad como base del


ejercicio de espiritualidad forjada en la figura
de Jesús y María históricos.
Las mujeres en la actualidad, así como en la biblia, son
las que sostienen el mundo material y reproducen la vida.
María sostuvo la de Jesús y las mujeres lo acompañaron
en la muerte
En este sentido “en la comunidad de Jesús
ya no hay relaciones de dominación –
patriarcal-, sino de reciprocidad y de
amor” (Lopez, 1997: 58)
A María, se le considera el
rostro materno de Dios, figura
de una madre compasiva
ante el tribunal del Señor,
protectora en un mundo
cruel. (Johnson, 2008: 223)
Esta figura de María teje un puente con los
pueblos latinoamericanos que resguardan el
rasgo femenino en su imaginario de la
creación. Pueblos en los que la Teología de la
Liberación inundó y dio esperanza a los
corazones de las personas que se sumaron al
trabajo de la transformación de la sociedad
Entonces, la práctica espiritual de Jesús de
Nazaret o la teología de la oración

“da cuenta de un nuevo sujeto en el


quehacer teológico” (Azcuy, 2012: 166)

Invitación es a replantear
la masculinidad y el
quehacer de los varones
en la iglesia y a visibilizar
y valorar el quehacer de
las mujeres
¿Quiénes son los y las
crucificadas hoy en día?

La invitación es a
convertirnos al orden
simbólico de Jesús, para ello
habrá que explorar más la
figura de María y darle
nuevas connotaciones para
comenzar a vivir la
radicalidad del proyecto de
Jesús de Nazaret
¿Qué papel jugamos, el crucificado, el que se
lava las manos o la muchedumbre que dice
crucifíquenlo o los escondidos por miedo?

ESPIRITUAL ADULTA
ORACIÓN
RENUNCIA
SERVICIO
HUMILDAD
COMPROMISO
CORRESPONSABILIDAD
 Gracias
Bibliografía

 Azcuy, Virginia R. (2012). “Exégesis y teología en la encrucijada: Teología


feminista e interpretación feminista de la Biblia: una aproximación”. Teología y
vida, 53 (1-2).
 Cardoso Pereira, Nancy (1997) “Pautas para una hermenéutica feminista de la
liberación”, en Revista de Interpretación Bíblica Latinoamericana, núm. 25.
 Johnson, Elizabeth A. (2008) “Nuestra hermana verdad. Una aproximación
hermenéutica feminista”, en Concilium, núm. 327.
 Lopes Torres, Mercedes (1997) “Mujeres que se inventan salidas (Mt 1, 1-17)”, en
Revista de Interpretación Bíblica Latinoamericana, núm. 25 págs. 52-58.
 Vieira Sampaio, Tania Mara (1993) “El cuerpo excluido de su dignidad. Una
propuesta de lectura feminista de Oseas 4”, en Revista de Interpretación Bíblica
Latinoamericana, núm. 15 págs. 35-46.

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