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Introducción

Las lesiones abdominales no detectadas


constituyen una de las principales causas de
muerte prevenibles en el paciente con trauma.

Cuando un paciente presenta shock no


explicado después de sufrir una lesión
traumática del tronco, debe considerarse
la presencia de una hemorragia
abdominal hasta que se
demuestre lo contrario.
Anatomía y fisiología
• Diafragma, 5° costilla
cúpula derecha , 5°
espacio intercostal
cúpula derecha
Anatomía y fisiología

• Espacio retroperitoneal
• La cavidad abdominal se
localiza debajo del diafragma;
sus límites incluyen la pared
abdominal anterior, los
huesos pélvicos, la columna
dorso-lumbo-sacra y los
músculos del abdomen y sus
flancos.
• Cavidad peritoneal
Anatomía y fisiología

La cavidad peritoneal (o cavidad abdominal


“verdadera”) contiene el bazo, el hígado, la
vesícula biliar, el estómago, parte del intestino
grueso (colon transverso y sigmoides), la mayor
parte del intestino delgado, (principalmente
yeyuno y el íleon) y los órganos reproductores
femeninos (útero y ovarios)
La relación de estos órganos abdominales
con la porción inferior de la cavidad
torácica cambia con los ciclos
ventilatorios.

Durante la espiración máxima, la cúpula


del diafragma relajado se eleva hasta el
nivel del cuarto espacio intercostal (el
pezón en el hombre), lo que provee mayor
protección a los órganos abdominales con
la caja torácica. Por el contrario, en la
inspiración máxima, la cúpula del
diafragma contraída se sitúa al nivel del
sexto espacio intercostal; los pulmones
inflados casi llenan el tórax e impulsan a
los órganos abdominales fuera
de la zona protegida, debajo de la caja
torácica.
• las lesiones de los órganos por
traumatismos penetrantes toraco-
abdominales pueden diferir, dependiendo
de la fase de la ventilación en que estaba
el paciente cuando se accidentó

• La porción más inferior del abdomen está


protegida en todos sus lados por la pelvis,
región que contiene al recto, una parte del
intestino delgado (en especial cuando el
paciente se encuentra en bipedestación),
la vejiga y, en la mujer, los órganos de la
reproducción.

• La hemorragia retroperitoneal vinculada


con una fractura de la pelvis es una
afección importante de esta porción de la
cavidad abdominal.
La pared abdominal se
divide en cuatro cuadrantes
con sus órganos implicados
Fisiopatología
• Cuando se lesionan, los órganos
sólidos (hígado, bazo) y los vasos
sanguíneos (aorta, vena cava) sangran,
en tanto los huecos (intestino, vejiga,
vesícula biliar) principalmente vierten
su contenido hacia la cavidad
peritoneal o el espacio retroperitoneal
(sangran también, pero a menudo no
de manera tan enérgica como los
sólidos).

• La pérdida de sangre hacia la cavidad


abdominal, independientemente de su
origen, puede contribuir al shock
hemorrágico o ser la principal causa de
su aparición.
• La liberación de ácidos, enzimas digestivas
y/o bacterias del tubo digestivo hacia la
cavidad peritoneal, causa peritonitis
(irritación del peritoneo parietal –
revestimiento de la cavidad abdominal) y
sepsis (infección sistémica) si no se detecta y
trata con rapidez mediante intervención
quirúrgica.

• Puesto que la orina y la bilis, por lo general,


son estériles (no contienen bacterias) y
tampoco incluyen enzimas digestivas, la
perforación de la vesícula o la vejiga no
produce peritonitis tan rápidamente como
cuando hay material proveniente del
intestino.
• Las lesiones del abdomen pueden ser causadas por
traumatismos penetrantes o contusos:

• Penetrantes: como las heridas por arma de fuego o arma


blanca, son más evidentes que los últimos. Se pueden
dañar múltiples órganos como resultado de un
traumatismo penetrante, con mayor frecuencia en las
heridas por arma de fuego, en comparación con las
punzantes, dada la elevada energía asociada con la
lesión del tipo “proyectil” y la relativamente baja energía
y profundidad limitada de casi todos los objetos usados
para apuñalar a un individuo

• Contusos: Estas lesiones de órganos abdominales son


resultado de la compresión o fuerzas de cizallamiento.
• Lesiones contusas:

• En las lesiones por compresión, los órganos


del abdomen se ven aplastados entre
objetos sólidos, como entre el volante de
un automóvil y la columna vertebral

• Las fuerzas de cizallamiento crean rotura


de los órganos sólidos o de los vasos
sanguíneos en la cavidad, porque se ejerce
fuerza contra sus ligamentos de sostén.
• El hígado y el bazo pueden desgarrarse y
sangrar fácilmente, y tal vez se presente la
pérdida sanguínea a una gran velocidad.
• El contenido intraabdominal desplazado hacia la
cavidad torácica puede comprometer la
expansión pulmonar (debido a la presión negativa
del tórax en oposición a la presión del abdomen
es positiva) y afectar tanto la función ventilatoria
como la cardíaca.

• Aunque la rotura de cada mitad del diafragma se


considera ahora que se presenta de manera
equivalente, la del hemidiafragma izquierdo se
diagnostica con mayor frecuencia, puesto que el
hígado subyacente en el lado derecho impide la
protrusión del contenido abdominal hacia la
parte derecha del tórax y hace más difícil el
diagnostico de una lesión hemidiafragmática
derecha
EVALUACION
• la evaluación de una lesión abdominal puede ser difícil, en especial ante las capacidades limitadas
de diagnóstico disponibles en el contexto prehospitalario.

CINEMATICA
• Como con otros tipos de traumatismos, el conocimiento del mecanismo de la lesión, ya sea
contusa o penetrante, tiene un rol importante en la conformación del índice de sospecha de un
traumatismo abdominal por parte del proveedor de atención prehospitalaria.
Traumatismos penetrantes
• La mayoría de los traumatismos penetrantes en el ámbito civil es resultado
de heridas por armas de fuego u objetos punzocortantes

• Las lesiones punzantes tienen menos probabilidad de penetrar la cavidad


peritoneal que los proyectiles de una pistola, rifle o escopeta.

• Cuando penetran el peritoneo, las heridas punzantes tienen mayor


probabilidad de lesionar el hígado (40%), el intestino delgado (30%), el
diafragma (20%) y el colon (15%), en tanto las heridas por arma de fuego
de tienen mayor probabilidad de lesionar el intestino delgado (50%), el
colon (40%), el hígado (30%) y los vasos abdominales (25%).

• Debido a la musculatura más gruesa del dorso, los traumatismos


penetrantes tienen menos probabilidad de causar lesiones de las
estructuras intraperitoneales que aquellos de la pared abdominal anterior
Traumatismos contusos

• La compresión de un órgano sólido puede


causar una lesión de su estructura (p. ej.
laceración hepática), en tanto fuerzas
similares aplicadas a una estructura
hueca, como un asa intestinal o la vejiga,
pueden provocar su estallido (“ruptura”) y
el derrame de su contenido en el
abdomen.
• Los órganos más frecuentemente
lesionados por un traumatismo contuso
del abdomen incluyen bazo, hígado e
intestino delgado.
ANTECEDENTES
• S (Signos y síntomas)

• A (Alergias)

• M (Medicamentos)

• P (Procesos médicos y quirúrgicos previos)

• L (Ultima ingesta)

• E (Eventos previos a la lesión)

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